lunes, 8 de marzo de 2010

LA VIUDITA - CAPITULO 23 - GEORGINA GENTRY

CAPITULO 23


Cash cambió de idea respecto a conversar con los comerciantes de la ciudad esa mañana. Se estaba registrando en el hotel cuando vio al muchacho del telégrafo bajando las escaleras.
- Wilbur, qué estás haciendo aquí ? Por qué te estabas escondiendo? El muchacho se puso pálido.
- Yo ... Yo ... vine a entregar un telegrama. Cash lo sujetó por la camisa.
- Entonces, por qué carajo te estás escondiendo de mí ?
- No ..no puede evitarlo ... La señora Purdy me paga por saber de sus telegramas.
- Como !!? Esa enferma mental ... corrupta ... - Por qué no había pensado que Bonnie podía caer tan bajo para intentar ganar esa pulseada ? Era por eso, entonces, que ella sabía de sus planes antes que las cosas sucediesen . - De ahora en adelante, Wilbur, yo te daré dos dólares para no contarle sobre mis telegramas. NO, no!! Mejor todavía, te pagaré para que entregues telegramas falsos.
- Pero eso es ilegal...
- Aceptar sobornos y violar el correo destinado a otra persona también lo es . Qué le acabas de entregar a la señora Purdy?
- Le llevé un mensaje del gobernador para ella. - El muchacho vaciló. - Tampoco podrás hacer la pelea en territorio indígena .
- Qué?!!
- Eso mismo. La señora Purdy consiguió hacer que el gobernador hablase con el presidente.
- Me cago en todos ustedes ! - Cash se arrancó el sombrero y pasó la mano por los cabellos despeinados. Deseó poder agarrar a la viuda y ponerla sobre sus piernas para darle unas buena paliza, pero ella, probablemente, le mordería la pierna. O algo más doloroso - Creo que la subestimé. Qué hago ahora?
- Lo siento mucho ... - El muchacho parecía aliviado de poder irse de allí.
Cash lo observó partir. Entonces Bonnie sabía todo y el gobernador la había ayudado. No lograba entender como una ignota bibliotecaria lograba ejercer tanta influencia. Sólo podía ser por la organización a la cual pertenecía. Las Damas de la Estrella Solitaria tenían más poder de lo que había imaginado al principio.
Bonnie se encontraba en el hotel , y él estaba ansioso por descubrir el número de su cuarto para revelarle que ya sabía de todo su esquema de corrupción y demostrarle que no era tan astuta .

Por la ventana, Bonnie vio a Cash llegar al hotel, pero pasó un largo tiempo hasta que lo oyó entrando en el cuarto.
Se arrodilló y espió por el agujero de la cerradura. Parecía cansado y derrotado al arrojarse en un sillón pequeño . Se sintió mal por saber que ella era la culpable de la derrota de él. Se reprendió en el mismo instante, se levantó y colocó el pañuelo de vuelta en su lugar. El boxeo era un deporte brutal, capaz de atraer la peor clase de gente a la ciudad. Se acordó de Fifi. Sin duda, era con ella con quien Cash había estado hasta ese momento. Esa idea la irritó tanto que sintió sus fuerzas renovarse para posicionarse contra la pelea . Tomó el telegrama que acababa de recibir.
Estimada Bonnie. Acabo de recibir noticias del presidente Cleveland. El garantiza que prohibirá la realización de la pelea en territorio indígena, en Oklahoma. Espero verte en la granja este otoño. Tu viejo amigo, Charles A. Culberson, gobernador de Texas.
Bonnie se recostó en la silla y sonrió . Llevaría algún tiempo hasta que Cash recibiese esa mala noticias. Se dijo a si misma que estaba haciéndole un favor a todo el país , pues un día el boxeo sería prohibido debido a su brutalidad. No había sido ese tipo de pelea la que había matado a su hermano? Su oposición no tenía nada que ver con McCalley, a pesar de que él era un empresario sin principios morales .
Se acordó de los brazos de Cash y después pensó que esa rubia acababa de estar en ellos. Se puso tan nerviosa que comenzó a caminar por el cuarto. Casi se había dejado seducir la noche anterior, justo con ese hombre que era un coleccionador de mujeres . Así como Clint, Cash sólo quería ganar la ventaja que ella podía proveer.
Debería marcharse de ese hotel y volver a Shot Gun. Su trabajo ya estaba concluido, pues la sangrienta pelea no se realizaría ni en Dallas ni en ninguna otra ciudad texana. De allí en adelante , los religiosos locales y las Damas de la Estrella Solitaria podrían arreglarse solos. Todo lo que debía hacer ahora era buscar a ese gato callejero y llevárselo a su casa .
Mas tarde, oyó cuando Cash salía del cuarto, yendo probablemente a la taberna para ver a la rubia. Lo observó por la ventana y , cuando él partió galopando, ella bajó a cenar. Como todavía demoraría un poco para anochecer, decidió visitar al reverendo Tubbs.

- Señora Purdy, qué placer recibirla. Cómo va nuestra cruzada?
- McCalley no podrá organizar la pelea en ninguna ciudad texana y tampoco en territorio indígena. Entonces, supongo que tendrá que desistir - ella dijo al sentarse .
- Hum - el reverendo parecía pensativo -, desistir fácilmente no es algo típico de un texano.
- Pero , qué más puede intentar?
El religioso se recostó en la silla y pensó por un instante.
- Hay un lugar, no muy lejos de aquí, un lugar de pecado, un lugar destinado al juego , el alcohol y el escándalo . Hot Springs, Arkansas.
- Cómo sabe de ese lugar ? - Bonnie lo miró con desconfianza. La cara del reverendo se puso color escarlata.
- Bien, es que... algunos de mis parroquianos me contaron. No podría saberlo de otra forma.
Bonnie reflexionó un poco. Hasta incluso ella había oído hablar de la fama de degradación de la ciudad de Hot Springs.
- Lo siento mucho , reverendo, pero creo haber hecho todo lo que me era posible. Debo volver a Shot Gun. Bill me necesita , ya estuve de viaje más de lo que planeaba.
- Y todas las personas decentes de Texas se lo agradecen.
- Creo que en Arkansas hay una sede de las Damas por la Decencia y el Decoro, y usted podría hablar con el clero de allá. Pero dudo que McCalley piense en Hot Springs.
- Puede ser verdad. - El reverendo se levantó. - Bien, le estoy agradecido por haber podido contar con su presencia aquí en Dallas, señora Purdy. Que tenga un buen viaje.
- Gracias . - ella asintió mientras se dirigía a la puerta. - Y gracias también por su ayuda. Es reconfortante saber que los ciudadanos civilizados do Texas pueden disponer de personas buenas como usted.
- Que Dios la acompañe. - él la llevó hasta la puerta.

Bonnie subió al carruaje y se dirigió a la estación para alimentar al gato. Esa vez casi logró tocarlo, pero él pronto huyó.
- Tom, tengo poco tiempo, pues pronto volveré a casa. Tendrás que decidir si quieres quedarte o si prefieres tener un hogar conmigo...
El gato se quedó de lejos, sólo mirándola . Bonnie se encogió de hombros y fue a la boletería .
- Wilbur, quiero un pasaje a Shot Gun.
El muchacho estaba leyendo un telegrama que acababa de llegar y sonrió .
- A Cash le gustará saber que va a partir.
- No hay duda de eso . Qué tienes ahí?
- No es para usted , es para Cash.
- Dame eso - ella le ordenó. El muchacho vaciló.
- Déjame adivinar... ahora él te está pagando para que yo no lea sus mensajes. - El muchacho se puso rojo. - Fue lo que pensé. Bien, te daré cinco dólares para dejarme leerlo. Ese canalla no necesita enterarse que te dí esa propina .
El muchacho vaciló un poco más y después le entregó el telegrama.

- No se lo cuente a nadie.
- No contaré - Bonnie prometió y leyó el mensaje.
Querido Cash. El gobernador estará en Hot Springs esta semana y vos podrás hablar con él y con el consejo Deliberante . La pelea será bienvenida en Arkansas.
Tu amigo, Ace Johnson.
Entonces Cash estaba un paso más adelante .
- Hijo del demonio ! Debería haber pensado que él no desistiría. - Bonnie devolvió el telegrama al muchacho. - Puedes entregárselo a McCalley, pero no le cuentes que yo lo leí.
- No se preocupe. - El muchacho parecía aliviado. - Todavía quiere el pasaje a Shot Gun?
- No. Por lo menos debo alertar al reverendo Tubbs y a las Damas de Arkansas antes de partir . Ellos necesitarán toda la ayuda posible para enfrentar a ese criminal .
Era extraño que se sintiese tan animada por no tener que dejar Dallas... O tal vez solamente estuviese molesta porque Cash hubiese intentado seducirla. Ese canalla había jugado con sus sentimientos.
Fue directamente a la casa del reverendo, quien cenaba cuando ella llegó.
- Le gustaría cenar conmigo ? - él preguntó al hacerla entrar.
- Por favor, continúe, no voy a demorar mucho . Sólo vine a decirle que McCalley está planeando llevar la pelea a Hot Springs. Debe avisarle a la gente de allá.
- Qué? Cómo se enteró de eso? - El reverendo habló con la boca llena.
- No se preocupe por eso. - Estaba avergonzada de sus métodos, pero era necesario combatir fuego con fuego, corrupción con corrupción . - Yo le avisaré a las Damas por la Decencia y el Decoro de Arkansas y pediré que nuestro gobernador hable con el gobernador de allá.
- Cree que debemos meternos en los asuntos de otro Estado?
- Tenemos que detener a personas como Cash McCalley. Debemos celar por la moral de los nuestros hermanos.
- Es cierto, entonces le avisaré a los ministros. Usted nos ayudará a organizarnos?
Bonnie pareció vacilante.
- Otra persona no podría asumir esa tarea ? Planeaba volver a Shot Gun.
- Pero esto es muy importante. Vamos a dejar que el pecado gane?
El pecado era McCalley, el juego, las apuestas , la violencia , el alcohol, el sexo ... Fifi LaFemme y su baile pornográfico .
- Tiene razón, reverendo.
- Señora Purdy, usted es un modelo de virtud .
Ela no se sentía así. Si el reverendo la hubiese visto en la plataforma del tren, su reputación estaría arruinada. Se sentía una hipócrita y todo era culpa de ese pervertido .
- Usted tiene razón . McCalley debe ser derrotado.
- Perfecto. Tal vez debamos ir allá para liderar la protesta - él le avisó limpiándose la boca.
- Espero que no sea necesario - Bonnie dijo levantándose.
El reverendo también se levantó y la acompañó a la puerta.
- Podría por lo menos retardar su partida por uno o dos días?
- No hay problema . - ella estaba reticente a quedarse más tiempo en el hotel y tal vez encontrarse con Cash.

1 comentario:

Avril en primavera dijo...

Esta viudita se las trae, creo que no es tan correctita, ya ha tratado de sobornar al gobernador, al mensajero, pero el presidente se mantiene incorrupto... Pero cuidado con esa zorrita que analiza licencias poéticas y palabras clave seguramente.
¿Y el pueblo, dónde está?
El reverendo, JA JA!!! es el confesor de la viudita?

Besos y sonrisasmil. La historia está muy entretenida me encanta.