tag:blogger.com,1999:blog-81932060721005591322024-02-25T04:29:10.794-03:00ROMANCETECAUnknownnoreply@blogger.comBlogger1372125tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-41754530215802876732010-11-25T16:50:00.001-03:002010-11-25T16:51:50.948-03:00AVISOPOR EL MOMENTO EL BLOG DEJARÁ DE SUBIR TRADUCCIONES<br />DEBIDO A LA PERSECUSION Y PRESION DE LAS<br />EDITORIALES<br /><br />ENCONTRARAN NUESTRO TRABAJO GIRANDO POR LA REDUnknownnoreply@blogger.com28tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-63644773717037718562010-11-25T16:36:00.001-03:002010-11-25T16:39:53.315-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 31-EPILOGO - BETIINA KRAHNEPILOGO<br /><br /><br /><br />Culpepper, Maryland, 1768<br /><br />Esa tarde calurosa de verano, la mansión Renville vibraba con mucho barullo y actividad. Había invitados dentro y fuera de la casa. Sterling Renville acababa de ser electo para un período mas en la Asamblea de Maryland, y por esa razón había invitado a los habitantes de la villa para celebrar su victoria. Wyatt y Larenda habían llegado para una visita de unos días antes y también había algunas personas venidas de Baltimore.<br />Philamon estaba sentado en el pórtico con Buck Barrett, discutiendo sobre la causa de una reciente enfermedad que había atacado a los frutales, y el padre Vivant y el reverendo Whitethorn, completamente absortos, jugaban una partida de ajedrez en una de las mesas del jardín. Los cuatro ignoraban los chillidos y gritos de un grupo de niños ruidosos que jugaban y peleaban en el patio.<br />Treasure y Larenda, embarazada, se presentaron para intentar controlar la situación mientras que Sterling y Wyatt venían de los establos. Los hombres se detuvieron al ver que sus esposas intentaban acabar con las peleas entre los chicos.<br /> Basta ! — Treasure exclamó en voz alta.<br />— Peleando con tus amigos más queridos? Nunca vi algo igual! —disgustada, miró a los cuatros chicos rubios: Matthew Darcy, Mark Philamon, Luke Penance y John Pierre.<br />Los niños levantaron la cara y miraron a su madre con ojos que iban desde violeta al azul gris .<br />— No quiero volver a verlos hacer esto, me oyeron ? Los verdaderos amigos se aman y viven en paz.<br />— Treasure! — la llamó Annis Barrett, interrumpiendo el sermón que ella le dab a los hijos. — Viste a Modesty? Fui despertarla y no está en la cama. No puedo encontrarla. Ya la busqué por toda la casa.<br />— Modesty? — Treasure abrió enormemente los ojos , horrorizada.<br />— Estás segura? — Pero antes que pudiese oír la respuesta, se dio vuelta y le pidió a Sterling e Wyatt que fuesen buscarla.<br />Al oír que la pequeña Modesty había desaparecido, Buck Barrett y Philamon dejaron de conversar, el padre Vivant y el reverendo dejaron el juego y , finalmente , todos fueron a colaborar en la búsqueda de Modesty Renville. Pero la nena de dos años y medio no fue encontrada en ningún lugar de la casa.<br />La noche se acercaba, y todos salieron a buscar a la hija menor de los Renville. Treasure insistían en decir que Modesty pronto aparecería, pero el tiempo pasaba y no se tenía novedades de la niña.<br />Sterling y un grupo de hombres montaron sus caballos y partieron a buscarla por los bosques e granjas da vecindario, pero pronto se puso muy oscuro y tuvieron que dejar la búsqueda para el amanecer.<br />Nunca el amanecer había sido tan esperado como en ese día. Después un rápido desayuno , salieron nuevamente. Pero, por suerte, no tuvieron que ir muy lejos. A pocos metros de la mansión Renville, una niña descalza y de vestido azul y delantal blanco salió de detrás de un gran carro.<br />Treasure dio un largo suspiro y se aproximó a su hija.<br />Modesty Renville sonreía mientras acariciaba una ardillita que traía en los brazos.<br />Sterling también se acercó, pidiéndole a su hija que pusiese el animal en el suelo , pues él podría morderla, estar enfermo y todas las cosas que un adulto dice en una situación como esa. Pero cuando intentó sacar el animal de los brazos regordetes, la ardilla mostró sus dientes en señal de desafió a quien tratase de cortar su amistad con la dulce nena de cabellos dorados.<br />Treasure le guiñó un ojo a su marido, antes de arrodillarse cerca de su hija y acariciar la ardilla , quien aceptó la caricia sin problemas. Se oyó un murmullo general y , segundos después, Modesty Renville y su nuevo amigo fueron saludados con mucha alegría. Entonces, cuando Treasure levantó la cara, vio sus padres, que la observaban con un brillo significativo en la mirada.<br />En ese instante, todos los presentes entendieron que, todo indicaba, que Culpepper tendría una nueva libre pensadora para guiarlos.<br />Ahora entendían lo que significaba la expresión "nada es por casualidad ". Después de todo , Treasure era el tesoro que el viejo barón le había dejado como herencia a su hijo, y Modesty era un regalo del Cielo , no sólo para sus padres sino también para una pequeña comunidad que florecía en las jóvenes colonias americanas allá por el mil setecientos .<br /><br /><br /> FIN<br />weUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-137818586504197582010-11-24T15:22:00.001-03:002010-11-24T15:23:52.560-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 30 - BETINA KRAHNCAPITULO 30 <br /><br /><br />El trigo todavía se estaba secando a pesar que era finales de agosto. La avena había sido cortada y también era secada al sol; y las vides estaban cargadas de frutos. Por todo el camino había siñales de que sería otro año de mucha producción en el pequeño valle de Culpepper.<br />Una brisa suave mecía las hojas y las ramas de los árboles que se esparcían a lo largo del pequeño camino, como si hasta la naturaleza pródiga estuviese dando la bienvenida a la pensadora que finalmente volvía a su hogar.<br />Dentro del carruaje, Sterling miraba a su esposa, quien se controlaba para no ordenarle al cochero que apresurase los caballos y que no sacaba la vista de la ventanilla apreciando el paisaje y los olores de su pueblo natal. Sterling le tomó la mano y notó que estaba fría.<br />Lpos campos y la huertas pasaban por la ventanilla, y Treasure se sentía cada vez más ansiosa, reconociendo todo. A la distancia, vio los graneros de Collin y Naomi Dewlap. Pronto estarían en el centro de la villa.<br />— Crees que ellos me reconocerán ? Crees que las cosas por aquí han cambiado tanto como yo?<br />— Mi divino tesoror — Renville murmuró —, si , algunas cosas deben haber cambiado. Pero muchas cosas deban seguir igual. Estás preocupada?<br />Ella asintió, y Sterling la abrazó, compartiendo ese tipo de complicidad que sólo existe entre personas que se aman mucho.<br />Entonces, cuando el gran carruaje se detuvo en el centro de la minúscula plaza, una pequeña multitud pronto los rodeó. Sterling descendió primero y se dio vuelta para ayudarla a hacer lo mismo. Treasure alisó el vestido de terciopelo y acomodó el sombrero , buscando rostros familiares.<br />— Lila Cole, Tilli Gilcrest — ella sonrió.<br />Todos se quedaron mirándola boquiabiertos, apenas pudiendo creer en lo que veían. Parecía Treasure Barrett, la pensadora... pero tan elegante y en un carruaje!? Nadie se movía, y la tensión crecía.<br />— Will? — Treasure miró a un joven de pecas. — Will Treacle? — ella lo llamó.<br />La cara del muchacho se iluminó al ver a Treasure abrir sus brazos para él. Con dos pasos, Will se anidó en los brazos de ella. Todos comenzaron a hablar al mismo tiempo, pero el alboroto era música para los oídos y el corazón de Treasure.<br />Cuando ella lo soltó, Will corrió para llamar al padre Vivant, y la gente empezó a narrarle los acontecimientos del último año que. Le contaron que algunos muchachos habían luchado contra os franceses, como Pierre Fayette y Johnny Cole. También hablaron de la nueva iglesia en la plaza de la villa. Comentaron que habían sufrido una epidemia de gripe en el invierno, pero gracias al padre y a Collette Rennier nadie había muerto. Claude Justment había ayudado a perforar un nuevo pozo fuera de la villa y habían instalado dos cisternas. Collin Dewlap había terminado la casa de hielo en sus tierras y ahora tenían hielo la mayor parte del verano . Habían tenido una buena primavera y abundantes lluvias para las plantaciones. La cosecha había sido muy productiva .<br />Treasure! Dios del cielo... sos vos ! — el Padre Vivant atravesaba la multitud, corriendo. ?l la abrazó y , antes de soltarla, la miró a los ojos.<br />— Dios, cómo nos preocupamos por vos, mi pequeña. Déjame mirarte ! —El se apartó para verla mejor. — Estás tan linda! El Señor te trajo a casa - Barón , sea bienvenido también.<br />— Oh, Treasure — Lila Cole sujetó el brazo de Treasure —, debes conocer al reverendo Whitethorn. ?l vino a Culpepper esta primavera para comenzar una iglesia. Una verdadera iglesia protestante.<br />— Reverendo — Treasure extendió la mano al nuevo religioso, y cuando miró nuevamente al padre Vivant se dio cuenta que había una cierta animosidad entre ambos.<br />— Esta es una gran y agradable sorpresa — Sterling rompió la tensión —, dos iglesias en un mismo pueblo . Eso significa que Culpepper está progresando y que las tierras aquí deben valer el doble ahora.<br />— O que se necesita el doble de arrepentimiento — declaró el reverendo, mirando en dirección al padre católico , quien murmuró algunas palabras en francés.<br />Para romper la tensión, Treasure los invitó ambos a una cena en la mansión Renville esa misma noche, y los dos aceptaron prontamente.<br />Sterling, entonces, llevó a su esposa de vuelta al carruaje y solicitó que Will Treacle fuese pedirles a los Barrett que fuesen a la mansión.<br />Cuando el carruaje se puso en movimiento, Treasure saludó a todos y se acomodó en el asiento con expresión preocupada. Miró a Sterling y vio que su marido la observaba. Sabía que él estaba leyendo su mente, pero aún así dijo:<br />— Creo que ellos no me extrañaron mucho.<br />— No estés tan segura de eso. — Sterling se rió. <br />— Pero creo que es verdad. Collette Rennier cuidó de los enfermos, y Claude trató de inventar y hacer muchas cosas interesantes.<br />— Treasure — Sterling le tomó el mentón, forzándola a mirarlo — Estás triste porque ellos han comenzado a pensar por si mismos? — Su tono era provocativo , pero él estaba serio. — Calmate , mi amor. Ya era tiempo que ellos caminasen con sus propios pies. Además , vos pronto tendrás muchas cosas que hacer y no podrás estar caminando por allí todo el día como hacías cuando eras soltera.<br />Treasure le devolvió la sonrisa y suspiró profundamente.<br />Al llegaron a la mansión, los criados los esperaban para darle la bienvenida. Treasure fue abrazada por el viejo Bailey, por la señora Treacle y por todos los demás criados de la propriedad, a excepción de Alf y Hanley, quienes se excusaron, diciendo que olían a establo.<br />La pareja fue conducida al interior de la casa, y Treasure se detuvo en el gran vestíbulo, mirando todo sin poder decir una sola palabra. La señora Treacle lloró un poco y fue preparar la cena festiva para esa noche.<br />Pronto, Buck, Annis, la pequeña Sally y Pen Barrett llegaron y corrieron para abrazar a su hija y hermana que no veían hacía tanto tiempo. Buck estaba orgulloso de verla tan elegante. Sally hizo un millón de preguntas y Pen fue hacia su cuñado para preguntar qué los traía de vuelta a Culpepper. Todos se quedaron en silencio para oír a Sterling explicar su nueva función.<br /><br /><br />Aquella noche, la cena fue servida con gran estilo, y Treasure se sentó en el lugar de la anfitriona, ladeada por el sacerdote y por el reverendo. Sterling se sentó del lado opuesto del a mesa y todo salió muy bien , terminando con un brindis hecho por Buck, dándole la bienvenida a su hija y su yerno.<br />Sterling, disfrutando su papel de anfitrión, también propuso un brindis por su amada Treasure y por el nuevo Renville, que debería estar llegando al mundo en aproximadamente seis meses.<br />— Es verdad ? — preguntó Annis, mirando cariñosamente a su hija.<br />— Es verdad. Estoy esperando un bebé — Treasure confirmó, ruborizándose.<br />Todos celebraron con muchas ganas, hasta que el padre Vivant tomó la palabra.<br />— Mis plegarias fueron atendidas, Treasure Barrett, pues vas a tener un bebé para que yo lo bautice , entonces sé que el sacramento que administré para ustedes fue verdadero y fue bendecido — dijo el padre, secando una lágrima furtiva antes de acercarse a abrazarla. — Tenía el corazón oprimido sin saber si había actuado correctamente, pero ahora un bebé lo cambia todo. Y habrá un nuevo Renville para que yo bautice.<br />— Para que usted bautice ? — el reverendo Whitethorn se levantó muy tenso . — Los Barrett, y sin duda los Renville, no son católicos romanos.<br />— Ellos son de mi rebaño, si , señor — el padre Vivant declaró. — Cuidé de ellos en la enfermedad , recé con ellos en sus tribulaciones y los casé ! Y , por la Virgen María, también los bautizaré!<br />De repente, los dos religiosos se pusieron a discutir, y fue Treasure que se levantó para interrumpirlos.<br />— Basta ! No quiero peleas en mi mesa y mucho menos por culpa de mi bebé! Tal vez quieran que rompa al bebé en dos para que cada uno se quede con una parte!<br />La alusión al rey Salomon y el famoso pasaje bíblica fue demasiado humillante para los dos religiosos, y ambos se callaron en el mismo instante.<br />— Padre, usted derramará el agua, y el reverendo dirá la bendición. Y el bebé será bendecido dos veces, por dos hombres de Dios. Está bien así ? — dijo Treasure, volviendo a sonreír.<br />Los dos no parecieron satisfechos, pero no tuvieron el coraje de rechazar la sabia sugerencia.<br />Más tarde, cuando los invitados se marcharon , dejando solo a la familia, Buck intentó explicar:<br />— El reverendo llegó a Culpepper a finales de abril. Pronto , él y el padre Vivant comenzaron a pelearse y la gente no sabía qué hacer, teniendo que escoger entre los dos.<br />— Eso es deplorable ! — Treasure exclamó. — Pero prometo que pensaré en una solución.<br />Al oír esa promesa, todos los presentes respiraron aliviados y , durante el resto de la noche, los Barrett y los criados de la mansión se quedaron a oírla contar todo sobre Rothmere y Londres.<br />Algún tiempo después, Buck bostezó y se declaró exhausto.<br />Probando ser un buen yerno, Sterling puso el carruaje a disposición de la familia para llevarlos a su casa, y poco después, cuando ya estaban solos, tomó a su esposa en sus brazos y la cargó al cuarto principal. La colocó sobre la gran cama con mucho cariño y le besó la punta de la nariz .<br />— Me pregunto cómo Wyatt y Larenda se estarán arreglando sin nosotros — Treasure dijo, recordando el entusiasmo de Larenda cuando los cuatro llegaron a la casa de Wyatt, en Filadelfia.<br />— Espero que sean felices. Y si recuerdas bien , ellos no parecían necesitar de nuestra compañía durante el viaje en barco. Además, los veremos el próximo mes, cuando vayamos a Filadelfia, y los invitaremos a visitarnos. De cualquier modo, probablemente vendrán cuando el tío Philamon llegue para Navidad.<br />Sterling se acostó y acurrucó asu esposa, explorando con los manos cambios que el embarazo estaba provocando en el bello cuerpo de su amada Treasure. En ese cuerpo estaban sus mayores tesoros: su mujer y el hijo que ella engendraba.<br />— Sos feliz, mi Treasure?<br />— Oh, si , Sterling. Prefiero estar aquí en este cuarto con vos a estar en cualquier otro lugar en el mundo. Fue en este cuarto que nos amamos por primera vez.<br />— Y todavía estás preocupada que tu gente parece no necesitarte ?<br />— No mucho. Tal vez no me necesiten como solían hacerlo , pero todavía precisan una pensadora , incluso hasta el mismo padre Vivant. Probablemente encontraré otras maneras de ser útil.<br />Se besaron , y las caricias de Sterling hicieron que Treasure se olvidase del resto del mundo.<br />— Pronto tendrás un bebé para mantenerte ocupada, mi amor.<br />— Tu hijo...<br />— O hija — él agregó, besándola la punta de la nariz. — Y mientras yo esté ayudando a las colonias, me temo que habrá muchísimas cosas para ser hechas en esta casa. No me gusta dejarte sola, pero tendré que ir a Boston en dos semanas.<br />— Bien, creo que no debes preocuparte por mí . Sé como administrar la mansión Renville.<br />— Estoy seguro de eso — él se rió. <br />Algún tiempo después, cuando Treasure se había dormido en sus brazos después haber hecho el amor apasionadamente, Sterling se levantó y fue hacia las puertas dobles del cuarto. El aire frío de la noche lo envolvió , y se acordó de otra ocasión en la que había estado en ese mismo lugar, mirando el valle iluminado por la luz de la luma. Pero ahora se sentía extrañamente feliz y en paz consigo mismo y con los recuerdos de su padre.<br />— Estoy aquí, padre — él susurró. — Traje a nuestra Treasure a casa. — Miró a la mujer delicada que dormía como un ángel en la inmensa cama matrimonial . En ese momento, entendió lo que le destino le había reservado.<br />Si . Treasure era la herencia que su padre le había dejado , el divino tesoro que había venido a buscar en Culpepper. Era la mejor herencia que un hombre podría darle un hijo, el más divino de todos los tesoros: un gran y verdadero amor.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-77399910017273775772010-11-23T11:41:00.002-03:002010-11-23T11:42:37.996-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 29 - BETINA KRAHNCAPITULO 29<br /><br /><br />A las diez y media de la mañana siguiente un carruaje llegó con una escolta militar para llevar a Sterling Renville al gabinete del ministro de Relaciones Exteriores. Sterling miró al oficial y sintió un frío en el estomago. Algo estaba mal. Qué podría querer el ministro con él ? Había quedado sorprendido cuando un mensajero había venido a avisarle que estaba siendo esperado con urgencia. Era cierto que tenía amistad con muchos parlamentarios y que había intercedido en favor de Wyatt en la Bolsa de Cereales, pero eso no quería decir que circulase por medios oficiales.<br />Sin embargo, por más sorprendido que estuviese, Sterling nada le preguntó al oficial que lo escoltaba y nada le fue dicho. Durante trayecto, alisós sus manos enguantadas y jugueteó con su bastón, intentando no pensar mucho. Al llegar , fue llevado a un oficina espaciosa y confortable.<br />después de unos terribles quince minutos, la puerta se abrió. Sterling se quedó sorprendido al ver al primer ministro William Pitt en persona, acompañado por el subsecretario del Tesoro y sir Alfred Patten, de la Bolsa de Cereales. Pitt se sentó detrás del escritorio de nogal y los otros dos se acomodaron entre Pitt y Sterling. Cuando el ministro en jefe lo felicitó por el resultado del interrogatorio, Sterling agradeció, sólo sacudiendo la cabeza.<br />— Usted es un hombre interesante, barón Renville — dijo el primer ministro, levantando su mentón fino. — Es un hombre que sabe de dinero... a pesar de no tenerlo. Y su reputación es... digamos, controvertida. Usted es una paradoja . Un hombre ambicioso... sin una posición que le de oportunidad de progresar.<br />— Con todo respeto, señor. No entiendo como las paradojas de mi carácter puedan interesarle — Sterling dijo, aparentando calma.<br />— Es mi interés en su persona lo que me lleva a ofrecerle un puesto donde pueda progresar . Inglaterra necesita un hombre como usted . Lo que tengo para ofrecer le va a caer muy bien porque también es una paradoja.<br />— Temo no estar entendiendo, señor.<br />— Usted conoce nuestras colonias en América... sabe como ellos son de tercos en producir beneficios para la nación. Nuestros colonos esperan que administremos sus territorios sin molestarlos demasiado y sin cobrarles impuestos. Tuvimos que luchar mucho para hacerles pagar su parte en el costo de la guerra con Francia y para proveer alimentos para nuestros soldados. Necesito un hombre que entienda de economía y que no tenga miedo de arriesgarse cuando sea necesario. Necesito a alguien que entienda el modo de pensar de los habitantes de las colonias y que no sea convencido por ellos para defender sus intereses en detrimento de los de la corona. Necesito que represente los intereses económicos del Ministerio de Relaciones Exteriores, para que la guerra sea financiada y para que nuestras tropas estén bien equipadas y alimentadas. Y usted es el hombre que quiero.<br />Atónito, Sterling se movió en la silla, intentando entender lo que estaba sucediendo. Le estaban ofreciendo un lugar... un importante puesto en el gobierno, aunque fuese en las colonias?<br />Una hora más tarde, cuando Sterling salió del Ministerio , Pitt lo observó entrar en el carruaje a través de la ventana de vidrio de su elegante gabinete.<br />— Espero que no estemos cometiendo un error enviando a Renville a las colonias — Pitt dijo , recordando de que el señor Franklin había sido el gran incentivador de la idea de designar al barón para el cargo.<br /><br /><br />Sterling descendió del carruaje antes que éste se detuviese completamente. Entró corriendo, entregó el sombrero a Huddleston, preguntando por Treasure.<br />— Ella está en la salita privada, señor.<br />— Treasure! — él gritó, excitado, antes de notar que había otras personas con ella.<br />Wyatt estaba sentado al lado de ella en el sofá, y delante de de ellos nadie menos que el Doctor Benjamin Franklin.<br />— Qué sucedió no Ministerio ? — ella insistió, apretando el brazo de su marido.<br />— Me ofrecieron ... un puesto ... en las colonias. Como administrador financiero, en el Ministerio de Guerra.<br />Wyatt pegó un grito y Treasure se arrojó en brazos de su marido.<br />— Aceptaste ? — Treasure preguntó, sujetando las manos de su marido entre las suyas.<br />— Si, acepté .<br />— Y eso significa... — Treasure l o abrazó, con los ojos brillando de alegría.<br />— Significa que te llevaré de vuelta a Culpepper, como prometí cuando te enfermaste en el barco. — Sterling miró a su esposa y a Larenda, quien acababa de entrar en el aposento y las vio intercambiar una mirada de complicidad. — Ey , por qué tengo la impresión de que algo raro está pasando aquí?<br />— Ah, querido, tal vez sea porque Larenda y yo estamos muy felices porque no tendremos que separarnos — Treasure dijo , mirando ala que se había convertido en una gran amiga en el último año.<br />Sterling continuó mirándolas sin entender exactamente qué estaba sucediendo.<br />— Es muy simple , Sterling — Treasure habló animadamente. — Wyatt le pidió la mano de Larenda y al duque y él aceptó. Por lo tanto , los dos van a ir a vivir en Filadelfia, lo que significa que estaremos muy cerca.<br />— En este caso, creo que todo está bien cuando acaba bien — Sterling dijo, sonriéndole a la joven que consideraba como a una hermana, antes de tomar la mano de su adorada esposa y correr con ella al cuarto, donde podrían celebrar la gran noticia . Estaba tan excitado que ni siquiera se acordó que tenían visitas en la sala.<br />— Te amo , Treasure— el le besaba la nariz, las mejillas y el cuello.<br />— Dijiste que me llevarías de vuelta a Culpepper como habías prometido. Cuándo hiciste esa promesa?<br />— Cuando te enfermaste a bordo del Indulgence. Me prometí que si te sanabas te llevaría de vuelta a Culpepper. Ahora ha llegado el momento de cumplir mi promesa.<br />— Eso quiere decir que ya no odias a Culpepper ? Podría ser feliz viviendo conmigo y trabajando en las colonias?<br />— Por el momento . Pero te aviso que planeo hacerme rico y que vos no interferirás en mi trabajo.<br />— Oh, prometo que no haré nada de eso. Crees que en Filadelfia hay mesas de naipes?<br />— Treasure, estoy hablando en serio.<br />— Oh, Sterling. Sé que serás maravilloso ayudando a las colonias.<br />— No comiences con esa fiebre por las colonias nuevamente... No planeo quedar allá para siempre. Un día me será ofrecido algún cargo mejor y volveremos para Londres.<br />— Sé que actuarás correctamente, Sterling, con las colonias y con nosotros.<br />— Nunca fingí ser un santo, Treasure — él murmuró.<br />No, pero sos un hombre bueno y fuerte, que quiere ayudar a las personas y puede ser gentil cuando se lo propone. Eso es suficiente. — ella pasó los dedos por los cabellos rubios de su marido. — No dolió tanto cuando pensabas, no ?<br />— Qué?<br />— Que diga que sos gentil. Sos más parecido al barón Darcy de lo que piensas. Por eso no nos echaste de Culpepper. En realidad estabas preocupado por nosotros.<br />Ante la mención del nombre de su padre, Sterling se tensó .<br />— Sé que no amaste a tu padre, Sterling... Pero te entiendo y confieso que yo lo amé por nosotros dos.<br />Sterling se sentó en la cama y trató de alejarse de ella, pero Treasure se lo impidió y se arrodilló detrás de él.<br />— El barón me enseñó todo lo que podría haberte enseñado a vos. ?l me dio el amor que yo te doy a vos. EY algún día le voy a enseñar eso a nuestros hijos ... — ella se detuvo , mordiéndose el labio, y rezó para que no hubiese ido demasiado lejos .<br />El rostro de Sterling estaba impasible, sus ojos , cerrados, incapaz de lidiar con una nuevo sentimiento . Durante años, había vivido bajo el peso de resentimientos, odio y preconceptos. Cuando había viajado a las colonias era un hombre absolutamente encapsulado . Y desde esa primera noche en la biblioteca de su padre, Treasure le había mostrado que había un mundo nuevo por descubrir.<br />Ella lo había desafiado y lo había atraído , había provocado su orgullo y le había enseñado a amar. La dulzura y la decencia de ese inmenso corazón había sido suficiente para acabar con su codicia y vanidad. Con su inocencia y sabiduría, Treasure le había dado otro significado a los acontecimientos de su vida, y le había dado nuevas experiencias y nuevos descubrimientos respecto del mundo. Si , ella lo había completado como hombre en un mundo dominado por hombres. Y sólo ahora él se daba cuenta que esos valores habían sido inculcados en Treasure por su padre.<br />Sterling la miró con ternura. Había sido por intermedio de esa mujer extraordinaria que había conocido un poco a su propio padre.<br />— Te amo más que a mi propia vida, Treasure — Sterling susurró, emocionado. — Y creo que vos también me amas.<br />— Oh, si , querido, te amo mucho! — Treasure confesó, cubriendo la cara con besos.<br />Sterling la puso sobre su regazo y la abrazó, sonriendo.<br />Esa noche hicieron el amor apasionadamente, y , después, cuando reposaban satisfechos Treasure se atrevió preguntar:<br />— Sterling?<br />— Si ?<br />— Cuándo partiremos?Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-54736317912919429042010-11-22T10:54:00.001-03:002010-11-22T10:58:00.928-03:00CARCAJADAS , HUMOR & AMORDE LA MISMA AUTORA DE <br /><br /><br />AMO ODIARTE<br /><a href="http://fechox.blogspot.com/2010/11/amo-odiarte.html">HACER CLICK AQUI</a><br /><br /><br /><br /><br />SUPONGAMOS QUE PUEDO MATAR<br /><a href="http://fechox.blogspot.com/2010/11/spm.html">HACER CLICK AQUI</a><br /><br />PRIMERA VEZ <br /> <br /><a href="http://fechox.blogspot.com/2010/11/cuatro-primeras-veces.html">HACER CLICK AQUI</a><br /><br />LLEGÓ LO ULTIMO !!<br /><br />EL COLECCIONISTA DE MUJERES<br /><br /><a href="http://fechox.blogspot.com/2010/11/el-coleccionista-de-mujeres.html">HACER CLICK AQUI</a><br /><br /><br /><br />RISAS Y SONRISAS SOBRRE LAS RELACIONES AMOROSASUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-48601686735016470602010-11-22T10:11:00.004-03:002010-11-22T10:52:06.380-03:00DIVINO TESORO- CAPITULO 28 - BETINA KRAHNCAPITULO 28 <br /><br />Los pasos de Sterling hacían eco en las calles oscuras, húmedas y vacías. Sin saco y sombrero él temblaba bajo el viento frío de primavera. Se detuvo en la intersección de dos calles transitadas, sin saber con seguridad que camino seguir.<br />Ya había tomado una decisión. Su vida había tomado un rumbo que él no había planeado . Sus valores ahora eran otros: consciencia, amor, cosas buenas y correctas que hacer. No había analizado los motivos, pero sabía que la responsable era Treasure Barrett y que eso había empezado en Culpepper.<br />El había puesto el bienestar y las necesidades de los otros antes que las suyas. Comenzó a caminar y pronto estaba corriendo. Tenía que llegar a su casa para compartir sus descubrimientos y conclusiones con la única persona que realmente le importaba: su esposa.<br />El cuarto de Sterling estaba oscuro y en silencio. Su visión se adaptó y vio a Treasure donde esperaba que estuviese: en la cama, esperándolo. Fue hacia la cama y la miró por un momento, admirando sus cabellos sedosos, la piel sedosa y la voluptuosidad de su cuerpo dormido. Se sentó en el borde de la cama y la tomó en sus brazos. Ella sintió su ropa helada y se despertó.<br />— Llegaste ! — ella susurró, pasando los brazos alrededor de su cuello . — Estaba tan preocupada por vos ! Qué sucedió? Sácate la ropa mojada y ven a la cama para que pueda calentarte.<br />— Tengo muchas cosas para contarte , Treasure — él dijo, antes de besarla. — Debo encontrar un modo de salir de esto sin herir nadie. Necesito que pienses conmigo. — Treasure lo abrazó sonriendo. — Ahora.<br />— Ahora? — ella preguntó sorprendida. — Tiene que ser ahora?<br />Treasure se acurrucó cerca de él, dispuesta a escuchar. Renville habló sobre ganancias y decisiones simplificadas, sobre ética y sobre la dificultad de actuar con egoísmo. Ella se sonrojó cuando Sterling dijo que sentía celos de como ella hacía caridad, de como respetaba los sentimientos de los demás y de su necesidad de ayudar a la gente . Luego tocó el tema del dilema de ese momento: Larenda y Wyatt. No quería que ellos sufriesen.<br />De vez en cuando, Treasure lo interrumpía para besarlo. Y los dos intercambiaron ideas, analizando posibilidades, uniendo sus pensamientos como unían sus cuerpos.<br />— Creo que deberíamos contarle a Wyatt y a Larenda lo que está sucediendo.<br />— Te parece? — Sterling frunció el ceño. — No me gustaría ver a Wyatt sacrificarse.<br />Bien... deja que se sacrifique un poco — Treasure lo provocó. — Dile que tendrá que aceptar casarse con Larenda, o por lo menos comprometerse con ella, para impedir los avances de Vance. De ese modo, el duque ya no tendría que designar a Vance su sucesor y eso ... solucionará el problema de Larenda, haciendo que Wyatt se acerque a ella nuevamente.<br />Hum? — Sterling abrió enormemente los ojos . — Solucionará qué? Qué pasa entre Larenda y Wyatt?<br />— Wyatt la besó y ahora la está evitando, por vergüenza por su conducta. Creo que los dos podrían enamorarse si fuesen incentivados.<br />— Wyatt besó Larenda? Y quieres forzarlo a... — Sterling soltó una buena carcajada. — Me está gustando. Él es un puritano y merece eso.<br />— Sterling! Debemos hacer esto por ellos... porque ellos podrían ser muy felices.<br />— Si, pero eso no quiere decir que yo no pueda divertirme un poquito.<br /><br /><br />Wyatt se sentó en la sala de visitas adelante de Larenda al final de la mañana siguiente, mirando a Sterling y a Treasure y a continuación a Sterling nuevamente. Evitaba mirar a Larenda.<br />— Novio? — él preguntó, con la voz ronca.<br />— Novios? El señor Colbourne y yo ? — Larenda se ruborizó y miró a Treasure, quien sonreía, satisfecha.<br />— Oh, sólo en papeles , por supuesto — Sterling agregó. — bien... ustedes tendrán que aparecer juntos en público de vez en cuando. Vance se pondrá furioso... Pero tendrá otras cosas para mantenerse ocupado. Sólo tendremos que mantener a Larenda lejos de sus intenciones matrimoniales. Y , amigo, no puedo pensar en nadie mas con quien ella estaría más segura que con vos.<br />— Lo que Sterling estás queriendo decir es que hemos pensado mucho respecto a esto . Parece una medida extrema, pero las alternativas son peores: la esclavitud de un matrimonio, la ruina económica y social para nosotros y un embargo todavía más duro para las colonias — Treasure miró a Sterling. — Creo que ellos deben saber el resto, también.<br />Cuando Sterling terminó de explicar la situación, Wyatt y Larenda habían recobrado su color normal.<br /> Wyatt habló. — Será un escándalo cuando deshagamos el casamiento, y es intolerable pensar en la reputación de lady Larenda, en buen nombre y honor ...<br />— Las malas lenguas y a comentan el hecho que continúe viviendo en la misma casa que Sterling — Larenda balbuceó. — Qué podría significar un chisme mas? Especialmente si es para salvarme de un casamiento con Vance Montreaux — Ella miró a Wyatt y él se sonrojó, una vez más . — Entenderé si el señor Colbourne encuentra el plan ... desagradable. Pero debe haber alguien, en algún lugar, a quien le gustaría ... ayudarme.<br />Larenda había entendido el mensaje y estaba actuando de manera acertada.<br />— Tal vez debiésemos dejarlos discutir a solas — Treasure sugirió.<br />Larenda vio a la pareja salir y cerrar la puerta, y su corazón se aceleró. Era todo o nada. O forzaba a Wyatt o renunciaría a él.<br />— Señor Colbourne — Larenda se levantó temblorosamente — Sé que un hombre con su sensibilidad debe sentirse chocado y espantado con esta propuesta. No lo culparé si ...<br />— Mi reticencia está causada por la preocupación por vos, lady Larenda. Unirla a un hombre de las colonias, a un abogado...<br />— Sos de las colonias, pero sos un caballero — ella protestó, dando un paso adelante . — Un hombre atractivo y galante, de sentimientos nobles e ideales elevados — Larenda lo miró .<br />— Larenda! — Wyatt estaba sorprendido por la manera en que ella lo había descripto . — No me detestas?<br />— Podría condenar a un hombre por haberme salvado? Podría detestar a un hombre cuya gentileza borró la sensación desagradable que tuve en los brazos de ese crápula? Estoy en deuda con vos , por lo que debes considerarme una abusadora por pedir más...<br />— No! De ningún modo! — Wyatt se aproximó con las manos en los bolsillos del saco para resistir el deseo de abrazarla. — Te ofrezco mi protección y mi apellido por el tiempo que lo necesites. — Él capituló y tomó las manos de Larenda, mirándola directamente a los ojos azules.<br />Fue un momento largo, y finalmente ella murmuró:<br />— Estaré en deuda con vos para siempre . No sé cómo podré recompensarte.<br />Pero Larenda estaba mintiendo, ella no sólo sabía como recompensarlo sino que tenía un plan para hacer que la llevarse al altar y , con a ayuda de su gran amiga y prima, sabían que todo saldría bien.<br /><br /><br />Los Renville asistieron a varios eventos sociales en las semanas que <br />siguieron . Treasure y Larenda tenían motivos diferentes. Mientras Treasure buscaba hacer contactos que pudiesen ayudar a su marido, Larenda estaba cerca de Wyatt pensando en su propio futuro. Los tobillos de Larenda parecían repentinamente haberse vuelto débiles, lo que exigía que Wyatt la tuviese que estar sosteniendo siempre contra su cuerpo . Conversaban sobre muchos temas, y Wyatt le contaba como era Filadelfia y su casa, pero no intentaba besarla ni hacer ningún contacto físico con ella.<br />Cierta noche conversaban animadamente cuando Wyatt hizo un gesto amplio con el brazo y golpeó la copa de vino de Larenda, que se derramó sobre su pecho, en la parte frontal del vestido.<br />— Ohhhh! — ella gimió, intentando escapar de las personas que intentaban ayudarla, para quedarse a solas con Wyatt, quien la condujo a una sala adyacente.<br />— Oh, Larenda, disculpame — Wyatt pidió, sacando un pañuelo del bolsillo y entregándoselo a ella para que intentase secarse.<br />Pero ella no tomó el pañuelo, sólo miraba a Wyatt con ojos brillantes . Él extendió el brazo, pero se detuvo a mitad camino.<br />— Creo que... Es mejor que vos hagas eso — dijo, desviando la mirada.<br />— Mi vestido está arruinado — Larenda susurró —, no puedo quedarme así . Tendrás que llevarme a casa.<br />El sacudió la cabeza, diciendo algo sobre Treasure y Sterling, pero ella le impidió continuar diciendo que la noche no sería arruinada por su culpa . Wyatt aceptó y pronto los dos entraron en le carruaje y fueron a la casa de Renville.<br />Entraron en el hall, e Wyatt se preparaba para partir cuando Larenda lo tomó por la manga del saco y llevó la otra mano a su sien .<br />— Debe ser la emoción — ella murmuró. <br />Wyatt entregó el sombrero a Huddleston y la condujo a la sala de visitas, amparando-a con un brazo alrededor da cintura.<br />A sala estaba na penumbra, e Larenda se allegó más a él.<br />— ya estoy me sintiendo mejor... — ella susurró, entreabriendo os labios.<br />Wyatt no logró ignorar la provocación, bajó la cabeza y le besó los labios con delicadeza. Entonces, un intenso calor lo invadió cuando Larenda retribuyó el beso con pasión. Wyatt la enlazó por la cintura y pronto ella enlazaba los brazos alrededor de su cuello.<br />— Larenda... No tengo derecho...<br />— Sos mi prometido, mi futuro marido. — Larenda pasó nuevamente los brazos alrededor del cuello de Wyatt e hizo que la abrazase más apretado.<br />— No... — él luchaba para no ceder. — Sos una inglesa y yo alguien de las colo...<br />— Entonces cásate conmigo de verdad, Wyatt — Larenda impidió que él protestase, cubriendo los labios con los dedos. — Hazme una mujer de las colonias, también.<br />Wyatt no resistió y la abrazó con fervor, empujándola contra los almohadones del sofá. Sus besos se hicieron mas apasionados, y pronto los dos perdían completamente la noción de realidad.<br />— Quiero que me ames, Wyatt — ella pidió.<br />— Pero ya te amo , Larenda — él gimió, apoyándose sobre uno de sus codos. — Aceptas casarte conmigo? Sacrificarías toda tu vida por ir a vivir a las colonias?<br />— Sos un tonto — ella susurró, besándole los labios. — Por supuesto que si . Quiero que me ames por el resto de mi vida.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-84630212569464654052010-11-21T15:46:00.000-03:002010-11-21T15:48:10.011-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 27 - BETINA KRAHNCAPITULO 27 <br /><br /><br />Sterling fue pidiendo permiso , y mientras se aproximaba, la escena tomaba aspectos alarmantes. Treasure estaba de pie sobre una silla e sujetaba algo na palma da mano. El hombre a su lado se agachó , levantó un pedazo de su enagua y comenzó a frotarla con una concha de cristal! Wyatt era el hombre que la sujetaba por la cintura, y lady Corley sujetaba la falda superior de Treasure para que el desconocido pudiese continuar con el experimento, bajo las miradas atentas de todos los presentes.<br /><br />Los murmullos cesaron y hubo una silenciosa expectativa cuando Franklin apoyó la concha sobre la lámina de oro. Hubo un fuerte jadeo cuando la concha atrajo a la lámina de oro. Entonces Franklin acercó la concha cargada de electricidad al antebrazo de Treasure, quien dijo sentir como si su brazo estuviese siendo pinchado por espinas. Hubo un clamor general, y todas las matronas se presentaron como voluntarias para repetir el experimento.<br />La demostración se transformaba en un caos cuando Sterling se aproximó a su esposa, apartó a Wyatt y él mismo sujetó Treasure por la cintura, intentando sacarla de ese espectáculo.<br />— Dr. Franklin, fue muy interesante! — Treasure intentaba no se dejar ser apartada por su marido. — Pero tiene que conocer a mi marido!<br />— Pero por supuesto, mi querida. — Franklin miró a Sterling.<br />— Este es el hijo de Darcy Renville, Sterling Renville, y este es el doctor Benjamin Franklin, de Filadelfia. Él es un grande pensador ... y un amigo de tu padre... — Treasure miró a su marido y a la platea .<br />— Y hace experimentos en público con enaguas de mujeres casadas. — Sterling estaba rojo de rabia, pero fue subyugado por los aplausos de todos y no le quedó otra opción mas que cooperar.<br />Llevó a Treasure al rincón menos ocupado de la sala y empezó a beber rápidamente, intentando contener su rabia. Pero el nombre Franklin hizo sonar una campana en su mente. Alguien dijo que esa selecta audiencia había pedido una demostración, incluyendo a la anfitriona , lady Corley. Renville se calmó y comenzó a prestar atención a lo que su esposa decía.<br />— ... Lady Corley insistió en una demostración. Oh, Sterling, siento mucho, fuiste apartado de tus amigos — ella le sonreía .<br />— Entonces es el hijo de Darcy Renville? — Franklin también sonreía. — Lo habría reconocido en cualquier lugar. Un poco más alto, tal vez , pero exactamente como su padre.<br />— Difícilmente — Sterling contradijo al inventor . — No soy como el barón Darcy, señor. Soy inglés.<br />— Todos nosotros lo somos — Franklin hizo un gesto con la mano , mostrando a los invitados.<br />— No me refiero a las colonias, señor — Sterling retrucó, y Franklin continuó sonriendo, sin rencor. — Además, cada vez más la gente resalta las diferencias entre ellos.<br />— Exactamente — intervino Wyatt — Es lo que he dicho, Sterling. Tenemos intereses en común, pero no todos. Consideremos el embargo a los granos de las colonias.<br />— Una amenaza a dos economías — Franklin opinó.<br />Pronto, los tres se pusieron a intercambiar ideas, y a ellos se unieron otros caballeros, congregados en un rincón tranquilo de la sala de visitas. Treasure hizo que Sterling se sentase a su lado en un sofá, y Wyatt y Franklin colocaron sillas para estar cerca de ellos. Wyatt le pidió que un criado les sirviese más vino.<br />— Por las colonias! — Wyatt propuso un brindis , y Sterling levantó su copa para acompañarlos.<br />— En verdad , estoy aquí hace poco más de ocho meses, pero extraño mi querida Filadelfia. Hay tanto vigor en esa gente ... y tantas oportunidades. Sólo siento no tener más veinte años para enfrentar todos los desafíos que hay para nosotros en las colonias.<br />— Pero usted no es viejo, doctor Franklin — dijo Treasure, sonriendo. — Y todavía tiene muchas cosas por hacer en la vida: su elección para la Sociedad Real, sus trabajos, su sociedad filosófica, su biblioteca, su academia...<br />— Ah, pero el futuro glorioso pertenece a los jóvenes hombres como... su marido. Hombres de visión con conocimiento y buenas conexiones para lograr cosas muy valiosas para nosotras.<br />— Ya le he dicho esas cosas a Sterling — intervino Wyatt. — Le dije que más tarde o mas temprano tendremos que tener todos los atavismos de las civilizaciones más antiguas: educación, industrias, navegación, arte y placeres. Ya tenemos un buen comienzo con usted como guía . Y les digo una cosa: las oportunidades en las colonias surgen cada mañana...<br />Sterling se movió en la silla, pero permaneció impasible. Los tres hacían afirmaciones, y Sterling sintió un calambre en el estomago al mirar a Treasure, Wyatt y Franklin. El entusiasmo y la camaradería entre ellos era irritante. Parecían contagiados por un sentimiento que hacía que sus ojos brillasen y sus corazones se hinchasen dentro de sus pecho. Dos intelectuales y un soñador, todos entusiasmados por una tierra que sólo le había traído dolor y miseria.<br />Por otro lado, tenía que admitir que América podría haberle robado la herencia, pero también le había dado una compañera, como él nunca había pensado existiese. Treasure Barrett era una intelectual de ojos violetas que había despertado sus más profundos sentimientos e instintos. Y era su amor por ella que ahora lo hacía comenzar a ver el mundo desde otro ángulo.<br />— Esto es fascinante — Sterling se levantó del sofá —, pero tengo negocios que tratar esta noche que fueron ... interrumpidos. — él apretó la mano de Treasure y sacudió la cabeza a los dos caballeros antes de retirarse.<br />Franklin y Wyatt se levantaron , y Treasure suspiró, observando los movimientos bruscos de su marido. Wyatt siguió a su amigo, y Franklin se sentó al lado de Treasure.<br />— A él no le gustan mucho las colonias — ella sonrió, como si pidiese disculpas —, Y con razón, creo . Toda a su fortuna se quedó en Culpepper, y no tiene mucha esperanza de recuperarla. Iba a heredar el título y los bienes de su tío, pero se casó conmigo y perdió eso también. Temo que nuestra pequeña demostración de esta noche interrumpió negocios importantes que él tenía que tratar.<br />Benjamin Franklin prestó mucha atención a lo que Treasure decía respecto al embargo y al plan de Sterling para suspenderlo.<br />— Ese plan realmente es muy inteligente — Franklin declaró, pensativamente .<br />— Sterling también es un intelectual . Tiene un razonamiento rápido y pensamientos profundos. Lo que no tiene ... es un futuro. Necesita un foco para su mente inquieta y su energía acumulada. Estoy segura que encontraría un modo de ganar el dinero que él tanto aprecia . Un hombre como Sterling necesita... una causa, algo de lo cual él forme parte. Él se sentiría horrorizado si me escuchase hablar, pero es la verdad ; es mucho más parecido a padre de lo que quiere admitir.<br />Franklin miró a Treasure con aire solemne.<br />— La disputa entre los hombres es una cosa extraña y terrible,Treasure Renville. Pero donde hay un gran conflicto generalmente hay grandes ideas y grandes oportunidades. Y nuestra guerra con Francia por las colonias no es una excepción. Pitt, el primer ministro, es muy parecido a Sterling Renville. Es astuto y muy determinado. Su visión de Inglaterra y de sus colonias es diferente. Él no sólo quiere salvar a las colonias de los franceses sino que también quiere salvar al Nuevo Mundo de la influencia francesa. Él es ambicioso y necesita hombres audaces que adopten su nueva política. Muchos de los hombres que el rey ha enviado prefieren sentarse alrededor de las hogueras de los campamentos tomando vino, esperando a que los franceses se muevan . Son caballeros con fortunas seguras que no tienen nada que ganar con la victoria.<br />— Pero Sterling no es militar — Treasure parecía un poco confundida.<br />— Pero es un hombre inteligente y que entiende de economía. Y hay una guerra para financiar. La falta de provisiones y fondos tienen estrangulado los esfuerzos de los ingleses desde el principio. Sería una oportunidad para un hombre como Renville... una idea, un futuro. Un hombre que aprende a amara una mujer puede también aprender a amar a un país.<br />Era algo para pensar.<br /><br /><br />Dos días después de la fiesta de los Corley, Sterling recibió la visita de sir Alfred y , cuando salieron de la biblioteca, Sterling sonreía. Sir Alfred había entendido los puntos de vista de Sterling y quería hacer una visita a lord Serrelton a la tarde siguiente. Serrelton, lógicamente, estaba entusiasmado con la posibilidad ventajosa de casar una hija. Y Sterling, por supuesto, esperaba favores de los dos hombres. Su plan finalmente parecía en franco progreso.<br />Envió un recado a Wyatt, quien no demoró en aparecer personalmente. en la cena de esa noche, los dos amigos pasaron en claro una charla para la presentación de Wyatt a los selectos miembros de la Bolsa de Cereales. Después, se retiraron a la biblioteca por el resto de la noche, y Treasure y Larenda fueron al jardín apreciar los tulipanes que habían florecido. Para Treasure, el olor de la tierra en primavera le recordaba a su hogar en Culpepper. Para Larenda, la primavera significaba otro cumpleaños pasado sin un compañero.<br />Treasure se movió en el asiento que compartía con Larenda y miró a su amiga.<br />— Sterling y Wyatt todavía están reunidos en la biblioteca. Tal vez si les ofrecemos té ellos salgan un poco de encierro.<br />— Lo dudo — Larenda replicó. — No creo que algún placer mundano aleje al señor Colbourne de sus amadas colonias ni por un minuto — su tono era tan cáustico que Treasure abrió enormemente los ojos . — No es que me importe lo que él piensa.<br />— Algo sucedió entre ustedes dos aquella noche, en la casa de lord Duncan. — Treasure le tomó la mano para que ella no escapase.<br />—Vance... Hizo... avances — Larenda balbuceó, ruborizándose. — Y yo no lograba impedirlo, él estaba furioso y ...<br />— Oh, Larenda! Yo creo que ahora puedes lidiar con él.<br />— El señor Colbourne... Wyatt... intervino y me... salvó. Luego él me besó y ...<br />— Y ? — Treasure apretó a mano de Larenda. — E... o qué?<br />— Y él me tocó... — Larenda bajó la cabeza. — Verdaderamente... me tocó.<br />— Oh... — Treasure quería saber lo que Larenda realmente quería decir con "me tocó ", pero por el momento era suficiente con saber que Wyatt había intentado un contacto físico con ella. — Y vos te enojaste ?<br />— Oh, no! Nunca pensé que una mujer podría sentirse... Vos sentís lo mismo con Sterling?<br />— No hay nada de malo con que gusten los besos de un hombre o sus caricias, Larenda. no debes sentirse mal...<br />— No soy yo ... es él. Me pidió muchas disculpas y ahora apenas me mira. Nunca me sentí de esa manera con un hombre, Treasure. Y él me evita. Qué debo hacer?<br />Treasure estaba sorprendida. La delicada y contenida Larenda arrebatada por el sobrio y moralista Wyatt Colbourne. El destino era sin dudas un gran bufón , que jugaba con el corazón de los hombres. Treasure sacudió la cabeza.<br />— Si conversases con él, tal vez ...<br />— Oh, Treasure, no puedo — Larenda empalideció.<br />— Wyatt no es un galán conquistador, Larenda. creo que no te habría besado si no sintiese nada por vos. Fue respetuoso, no ?<br />— Muy — Larenda susurró. — Crees que es porque yo soy una dama y él es de las colonias?<br />— Claro que no — Treasure negó, pero se quedó en la duda. Tal vez una esposa noble como Larenda no fuese aceptable en la consciencia democrática de Wyatt. — Pero déjame pensarlo.<br /><br /><br />La presentación de Wyatt a diversos miembros de la Bolsa de Cereales fue muy bien recibida. Pero la victoria fue un tanto oscurecida por el conocimiento de que el trabajo de él, a pesar de ser necesario, no era determinante para la suspensión del embargo.<br />Una semana más tarde, Sterling se sentó en la biblioteca para hacer cálculos respecto del embarque . Se recostó en la silla y sonrió al ver a Treasure arrodillada en el jardín, cuidando un cantero de flores. Por la ventana entreabierta, la oía canturreando y conversando con los gatos que circulaban por el jardín. Nunca había visto una interacción tan fuerte entre tierra, animales y personas. La observó acercar un puñado de tierra a sus fosas nasales y cerrar los ojos , absorta. Ella debía extrañar mucho su tierra y su gente.<br />Había llegado una carta del padre Vivant. La carta había sido enviada a la oficina de Wyatt y desde allí enviada por el secretario del abogado. Preguntaban por la salud de Treasure, diciendo que ella estaba en las plegarias de todos. Cuando él le entregó la carta, Treasure la llevó a su corazón, y sus ojos se llenaron de lágrimas.<br />Ella no hablaba Culpepper, cumpliendo la promesa de no molestarlo con su amor por las colonias. Pero Sterling sabía que sentía nostalgia cuando ella le preguntaba si volverían a Rothmere para ayudar al duque.<br />Voces en el pasillo interrumpieron sus pensamientos. Huddleston apareció en la puerta de la biblioteca para anunciar la presencia de Vance Montreaux, quien , sin esperar, dispensó al mayordomo con un gesto arrogante y entró.<br />— Sabía que querías verme, primo — el arrogante caballero caminó hacia la ventana y miró afuera con el mentón erguido. — Creo que ha llegado el momento de que terminemos una conversación . Siempre me gustó esta casa, pero está un poco... venida abajo . Cuando yo sea el duque, haré que sea completamente restaurada.<br />— No es un poco prematuro, Vance? El tío Philamon goza de perfecta salud y no hubo declaración de sucesor.<br />— No es tan prematuro . Acabo de venir de Rothmere. Tío Philamon finalmente está convencido de que me nombrará su sucesor. Está todo decidido. Sólo hay un detalle a ser resuelto.<br />Sterling se levantó y se aproximó a su primo. Vance había aprovechado su ausencia en Rothmere para convencer a su tío de hacer lo que quería. Qué mierda de persona ! Debería haber pensando que Vance intentaría un golpe bajo de ese tipo.<br />— El anuncio de mi noviazgo con Larenda. Mi designación como sucesor será anunciada una semana después del compromiso, qué podrá tener lugar la próxima semana.<br />— Dudo mucho — Sterling miró firmemente a Vance. — Larenda no quiere.<br />— Oh, yo creo que si quiere — Vance apoyó las dos manos en el bastón, con afectación. — Últimamente ella no ha estado muy bien , pero siempre te ha escuchado y creo que va a oírte una vez más cuando le recuerdes que su deber es casarse conmigo — él argumentó con superioridad.<br />— Y qué te hace pensar que yo haría eso? — Sterling preguntó, seguro de que había más algo que su primo todavía no le había dicho.<br />— Lo harás porque sos un hombre de negocios, primo. Sos inteligente y suficientemente disciplinado como para no mezclar sentimientos con intereses personales. Somos del mismo tipo, de la misma generación de Renville, y no tememos perseguir lo que deseamos. Quiero el título, lo que significa que tendré que casarme con Larenda. Y la tendré ... con tu ayuda.<br />— Vete a la mierda , Vance. No somos del mismo tipo! Has enloquecido .<br />— Oh, me vas a ayudar , primo, no tengas duda — Vance levantó el mentón, exhibiendo toda su arrogancia. Me he enterado de un cierto plan de inversión que ocasionaría una serie investigaciones si fuesen expuestas al escrutinio público.<br />— Cómo te...<br />— Eso no es importante — Vance interrumpió Sterling. — Lo que es importante es el hecho de que abriré la boca si no haces lo que digo. Y créeme, si hablo sería el escándalo del siglo! Y su apellido quedará borrado de los círculos económicos. Y entonces, no tendrás ningún futuro.<br />— Desgraciado de mierda ! — Sterling se movió para agarrar a su primo, quien lo eludió a tiempo. — Si crees que me vas a intimidar con eso, estás muy equivocado.<br />— Vas a recurrir a la fuerza bruta, nuevamente, Sterling? Pensé que habías aprendido que eso es perder el tiempo.<br />Sterling intentó agarrar a Vance, quien lo amenazó con el bastón.<br />Finalmente los dos se atacaron como chicos, pero con la fuerza de dos hombres adultos . Sterling le lanzó un puñetazo al mentón, y <br />Vance tambaleó , mientras Sterling se arrojaba en una poltrona. Vance se levantó, y los dos se atacaron nuevamente. Esa vez era una pelea real... una batalla que debería haber ocurrido años atrás.<br />— No! Sterling... No! — alguien lo tomaba por el brazo. <br />El miró y vio a Treasure horrorizada. Ella se interpuso entre los dos, agarrando los brazos de su marido e intentando empujarlo lejos de Vance.<br />— Oye a tu querida esposa de las colonias, Sterling — Vance dijo, entre dientes . — Ya hiciste eso una vez, lo que te costó el título de duque.<br />— Sterling! — Treasure intentaba hacer que la marido mirase a ella. — No lo escuches.<br />— Sal de aquí — Sterling vociferó.<br />A pesar de su arrogancia , Vance tenía sentido común y, por eso, giró sobre sus talones y comenzó a dejar la sala.<br />— Dos días, Renville. Tienes dos días — Vance agregó con brusquedad. — Las proclamas nupciales serán anunciados, de lo contrario sabes lo que haré. — él se dio vuelta y se marchó.<br />— Nunca... Nunca más interfieras de ese modo — Sterling le dijo airado a Treasure.<br />— Por Dios , qué querías que hiciese? Que me quedase parada viéndote matar a tu propio primo? Los oí discutiendo desde el jardín...<br />— Y viniste a entrometerte en un asunto que no te concierne!<br />Después de lo que habían compartido en las últimas semanas, Treasure se sintió chocada por la arrogancia de su marido. Pero no iba a soportar eso nuevamente.<br />— Qué quiso decir con anuncio del compromiso ? — Pero sólo había una persona casadera en la casa y sólo una por quien Vance Montreaux podría tener interés . — Larenda... discutiste con Vance por Larenda. Él quiere casarse con ella... para heredar el título de duque de Rothmere...<br />Sterling reconocía que matar a golpeas a Vance no sería solución. Pero no iba a contarle nada a Treasure antes que hubiese pensado al respexto. Entonces, se dio vuelta y se dirigió a la puerta.<br />— A dónde vas? — Treasure se anticipó, cerró la puerta y se apoyó en ella. — No vas a salir de aquí antes que me cuentes qué sucedió! — Y sacó la llave de la cerradura.<br />— Dame la llave — él intentó tomar a llave, pero Treasure la puso entre sus pechos. — Treasure!<br />— Te la daré después que me cuentes por qué ibas a matar a golpes a Vance — ella lo desafió.<br />— No es asunto tuyo ! Vamos , abre la puerta antes que te ponga sobre mis rodillas nuevamente!<br />— Vance insistió en que hagas algo... respecto al compromiso...<br />— Por favor, Treasure.<br />— Vance quiere que convenzas a Larenda de casarse con él ! — ella finalmente dedujo. — Pero por qué haría eso? Vance sabe que él no te gusta ...<br />— Basta , Treasure, esto no es asunto tuyo... — él al sujetó por los hombros.<br />— Soy tu esposa, Sterling! Todo lo concerniente a vos es asunto mío , si . Y , sea lo que fuese , los cabezas piensan mejor que una . — Treasure se acordó del tono de voz de Vance Montreaux. — Él te está forzando a hacer que Larenda se case con él. Es así , verdad? <br />— Treasure! — él se apartó blandiendo los puños en alto. Se detuvo cerca da escritorio, cerró los ojos e intentó recuperar el control .<br />— Sterling... prometiste hablar conmigo.<br />El abrió los ojos . Treasure realmente esperaba que cumpliese la promesa hecha en la cama, en medio de la mayor crisis de su vida. Él era un hombre cuya honor estaba asociado al éxito en lo material. Sterling quería ganancias, y Vance le había dicho que los dos eran do mismo tipo. Serían del mismo tipo ?<br />Cuando Treasure lo tomó por la mano y lo condujo al sofá, él no opuso resistencia.<br />Vance sabe sobre mi plan — Sterling dijo, mirando a su esposa. — Y lo usará para arruinarme , si no convenzo a Larenda de casarse con él y anunciar el compromiso en los periódicos, después de mañana.<br /><br />— Pero vos no estás haciendo nada ilegal, cierto ? Sólo estás comprando y vendiendo granos, porque el embargo fue suspendido.<br />— Técnicamente es así . Pero los inversores dieron una ayuda para la suspensión del embargo. Si eso fuese contado de manera tendenciosa, podrá parecer como algo muy malo . Y Vance , sin duda ninguna, tiene capacidad para hacer eso .<br />— Es una cuestión de ética — Treasure murmuró. <br />Si, lo era. Renville pensó y llegó a la conclusión de que sería mucho más fácil si todo girase alrededor de ganancias en vez de analizar si era correcto o errado.<br />— Bien, qué haremos? Tenemos que considerar nuestras opciones — Treasure ya se sentía animada por el nuevo desafío que había surgido.<br />La única opción que venía a la mente de Sterling era avisarle a los inversores, cancelar toda el plan... restablecer el embargo. Ningún barco dejaría el puerto, y todo quedaría aplazado para ocasión.<br />— La llave, Treasure.<br />Ella le entregó la llave y Sterling salió de la biblioteca.Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-38196810746533375712010-11-20T12:12:00.000-03:002010-11-20T12:13:29.009-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 26 - BETINA KRAHNCAPITULO 26 <br /><br />La primavera llegó fría y húmeda, y con ella muchas personas que se encontraban fuera de Londres. Nobles y damas eran vistos en galerías de moda, salones de té y conciertos.<br />El exótico matrimonio de Sterling Renville se había hecho famoso, y todos querían conocer a la mujer de las colonias que había conquistado su arrogante corazón. Invitaciones comenzaron a llegar, y Sterling admitía con reticencia que ser una persona famosa tenía sus ventajas. Con una vida social agitada él tenía acceso no sólo a inversores sino también a políticos.<br />Sus planes involucraban a sir Alfred Patten, que era influyente en la Bolsa de Cereales. Las conexiones de sir Alfred permitirían que consiguiese apoyo para la suspensión del embargo y un acompañamiento naval a los barcos mercantes, para minimizar el riesgo de pérdidas. Sterling planeaba conseguir el apoyo de sir Alfred la noche del baile en la casa de lord Corley.<br />Y fue un confiado Sterling Renville quien condujo a su esposa y a la viuda de su primo al tan esperado baile. ?l miró a Treasure y se sintió orgulloso. El vestido rojo le quedaba a la perfección, y el cabello sujeto detrás de la nuca tenía algunos bucles insinuándose sobre su cara delicada. Treasure no había querido usar peluca ni polvo de arroz en los cabellos, argumentando que el talco terminaba cayéndole sobre los hombros, causándole picazón. Sterling tampoco quiso usar peluca y , para ser solidaria, Larenda también había ido con el cabello al natural. Pero cuando llegaron a la fiesta se sorprendieron : la mayor parte das mujeres también usaba el cabello al natural, y Sterling pudo darse cuenta como su esposa ya influenciaba a la sociedad londinense, que llevaba años de tradición.<br />Ellos bailaron varias veces, acercándose cada vez más a sir Alfred Patten. Treasure era saludada efusivamente, y Sterling se sentía satisfecho , pero Larenda se mostraba un tanto ansiosa. Sterling notó que ella buscaba algo o a alguien entre la multitud que se aglomeraba en el enorme salón. Cuando él mencionó que Vance Montreaux no había sido invitado, Larenda pareció relajarse.<br />Entonces el momento que Sterling estaba esperando finalmente llegó. Sir Alfred se había aproximado para servirse una copa de bebida.<br />— Sir Alfred, es un placer volver a verlo — Sterling lo saludó . — Permítame presentarle mi esposa, señora Renville.<br />— Dios del cielo, la señora Renville, es la muchacha que vino de las colonias y que tiene mucha suerte en el juego. Encantado de verla, mi querida. Conoces lord McMurtree? — él señaló un caballero a su izquierda. — McMurtree, esta es la persona responsable de los abacaxis de Rothmere.<br />— Oh, sir Alfred — Treasure dijo, con los ojos brillando. — El triunfo de los abacaxis en realidad pertenece al duque. Intentó hacer las compresas para su dolor lumbar?<br />— Mi esposa — Sterling interrumpió — es una fanática de las hierbas. Pero ya se conocen, entonces?<br />— Nos conocimos en la fiesta de Año Nuevo en Eiderly. Cenamos juntos. Si , usé sus compresas, joven, y el tratamiento que me prescribió fue muy eficaz.<br />Treasure le sonrió a sir Alfred y después a Sterling, quien se ruborizó.<br />— Lady Patten y su hijo también se encuentran aquí? — Sterling preguntó.<br />— Oh, si . Ella debe estar conversando con las damas, y él con las criadas — sir Alfred comentó con desaprobación.<br />— Bien, eso no es tan malo , no ? Ella podría estar haciendo algo más grave.<br />Sir Alfred soltó una carcajada, codeando al hombre a quien había llamado McMurtree.<br />— Discúlpenos, sir Alfred. Debo saludar a otras personas — declaró Sterling, alejándose con Treasure.<br />Cuando estaban fuera del campo de visión de la mayoría, Sterling la miró muy seriamente.<br />— Treasure, qué le dijiste...<br />— EY!! Aquí estaban ! — los interrumpió Wyatt, acercándose. — Los busqué por todas partes.<br />— Genial — Sterling dijo, entusiasmado. — Por favor, quedate con Treasure e impide que ella se meta en problemas mientras intento suspender tu maldito embargo — Renville sonrió y se apartó .<br />— él todavía teme que yo me comporte mal. Todo lo que hice fue hacerle un comentario a sir Alfred.<br />— Quién? Sir Alfred Patten? — Wyatt lanzó un pequeño silbido. — Entonces queda explicado. La misión de Sterling para esta noche es : ganarse la simpatía de sir Alfred.<br />— Para su plano? Por qué él no me dijo nada ? Tal vez habría podido ayudar.<br />— Sabes respecto al plan ? — Wyatt preguntó, sorprendido. — él no me cuenta ni la mitad de lo que está sucediendo. Se trata del embargo . No te sientas excluida. Sterling no está acostumbrado a consultar con otras personas ni permitir que alguien lo ayude.<br />Treasure suspiró e intentó aceptar el consejo de Wyatt. Los dos entraron en el bien iluminado salón de baile y fueron tragados por las parejas que bailaban . Treasure fue muy requerida, y Wyatt se quedó parado en el lugar buscando a una joven rubia. Y , cuando la encontró, rodeada por una rueda de admiradores, sintió celos.<br />Algún tiempo después, lady Corley, muy agitada, se acercó de Treasure y la apartó de Wyatt.<br />— Mi querida — lady Corley la tomó por el brazo —, simplemente tienes que venir conmigo para conocer al hombre más interesante y fascinante de las colonias... te va a encantar , estoy segura!<br />Treasure fue prácticamente arrastrada hacia la sala de visitas, con Wyatt siguiéndolo. Se detuvieron cerca de un grupo de personas elegantemente vestidas que rodeaban a un hombre de mediana edad, no muy alto y vestido de terciopelo marrón. Usaba polvo blanco en el cabello y tenía ojos castaños vivos y escrutadores.<br />— Aquí está él... — lady Corley los presentó y Treasure extendió la mano, que el hombre aceptó con una sonrisa — Señora Renville, este es Benjamin Franklin, de Filadelfia. La señora Renville también es de las colonias. De qué lugar exactamente Treasure?<br />— Maryland — Treasure logró balbucear, mirando a su interlocutor con admiración — de Culpepper... Benjamin Franklin, el pensador e inventor?<br />Ben Franklin sonrió como un niño que recibía un premio.<br />— Bien... Yo diría que sólo soy un aspirante a esos títulos . Y que practico constantemente para merecerlos . Encantado, señora Renville — él continuaba sonriendo. — Renville? Pariente de Darcy Renville, de Maryland?<br />— Padre de mi marido — Treasure explicó. — él fue mi mentor y un querido amigo, y hablaba usted con mucho respeto.<br />— Qué espléndido! ?l está aquí con usted ? — Franklin miró a su alrededor.<br />— El barón falleció en abril — Treasure le informó. — Estoy aquí con mi marido, Sterling Renville. Y hay otra persona de las colonias con nosotros, Wyatt...<br />— Colbourne! — Franklin sonrió, caminando hacia Wyatt con la mano extendida y gran familiaridad. — Dios nos bendiga , es como estar de vuelta en mi querida Filadelfia! Cómo está tu familia, mi muchacho? — Wyatt le respondió y Franklin volvió a mirar a lady Corley. — Madame, usted realmente tiene un excelente círculo de amistades, que no suelo encontrar cuando vengo a Londres.<br />Todos rieron, y él se volvió nuevamente hacia Treasure.<br />— Darcy fue su mentor? Entonces la dama es la persona que él solía describir cuando nos encontrábamos en nuestra Sociedad Filosófica. — Treasure se sonrojó y sonrió. — La pequeña que sabía el teorema de Pitágoras y que se interesaba por los cataplasmas de hierbas?<br />— Creo que soy yo, si — ella continuaba sonriendo . — Pero quizás; tal vez la hipotenusa de Pitágoras es fácil que ser curandera.<br />Hubo más risas.<br />— No puedo decirle cuantas veces el barón Darcy me habló sobre usted y su trabajo en la Sociedad. Creo que nadie aprovechó más la biblioteca de él que yo.<br />Los dos continuaron conversando por algún tiempo, intercambiando ideas y opiniones, cada uno buscando descubrir otros filósofos para explorar. Y no notaron que atraían una gran audiencia. Benjamin Franklin adoraba ser admirado, y Treasure estaba encantada.<br />Conversaron respecto a la curación con hierbas y sobre grandes filósofos y sobre la Sociedad Real.<br />— Queríamos mucho asistir a la demostración sobre electricidad usted presentó en Baltimore, pero desafortunadamente no pudimos hacerlo.<br />Aquella fue la clave para Franklin, quien comenzó a discurrir sobre su tema preferido: electricidad.<br />— ... y entonces , mi propia contribución realmente es la idea de que todo lo que llamamos electricidad en verdad es un ... vamos decir, un fluido que va desde un punto positivo a un punto negativo...<br />— Cómo un rayo? — los ojos de Treasure brillaban. — Entonces el cielo es positivo y el suelo es negativo?<br />— Exactamente! — Franklin proclamó, sonriendo.<br />— Oh, haga una demostración para nosotros de electricidad ! — interrumpió lady Corley, aplaudida por todos. <br />Súbitamente, la curiosidad científica se convirtió en el tema de la noche.<br />— Bien, no sé... — Franklin murmuró, pero no con mucha energía. — Una verdadera demostración necesita de equipamiento específico, madame — Sus ojos recorrieron las personas pidiendo con más insistencia.<br />— Pero seguramente, debe haber algo que pueda usar. Pongo mi casa a su disposición — lady Corley insistía, y pronto todos la seguían, así como Treasure y Benjamin, al comedor.<br />El aire estaba cargado de animación, y Franklin pidió un pedazo de vidrio liso y todos se pusieron a buscar. Treasure vio una concha de cristal con un largo cabo en la mano de una empleada y la pidió. Franklin sonrió y pidió un trozo delgado de lámina de oro, como las usadas para restaurar marcos de cuadros.<br />Pronto todo fue colocado a disposición del inventor americano.<br />Excitados y hablando en voz alta, todos se acercaron para ver lo que iba a suceder. Franklin tuvo de elevar la voz para ser oído. Y , para ser visto, lady Corley sugirió que él se subiese a una silla. Treasure era su asistente en la demostración, que él denominó como "electricidad estática". Los espectadores fueron aconsejados a permanecer lo más quietos posible para no bloquear el movimiento del aire.<br />— Casi me olvidaba ... — Franklin sonrió. — También necesito de un pedazo de tela de seda. Tal vez ... — él parpadeó — una enagua.<br />Al ser atendido, Franklin puso la lámina oro sobre la mano abierta de Treasure, pidiendo que ella se quedase lo más inmóvil posible. Luego explicó que la fricción de la seda en el vidrio produciría una corriente eléctrica que tendría la capacidad de mover la lámina de oro. Y fue lo que sucedió, causando aplausos de todos los presentes.<br /><br /><br />Sterling esperaba más progreso con sir Alfred, pero él había sugerido ir al comedor a tomar algo. Sabía que a sir Alfred no le gustaba el estilo de vida de su único hijo y que quería casarlo con alguien de una familia rica. Lord Serrelton había pedido ayuda a Sterling para conseguir marido para sus hijas, de ese modo Sterling vio la posibilidad de agradar a sir Alfred con la unión de dos poderosas familias.<br />Fueron al comedor y percibieron que algo estaba sucediendo. Había un gran grupo de personas bloqueando el paso . Sir Alfred hizo un comentario respecto a que ponche no estaba muy bueno , mientras Sterling estiraba el cuello para ver si lograba saber qué estaba ocurriendo. Y , cuando descubrió lo que era, pensó que se iba a desmayar.<br />Treasure estaba de pie al lado de un señor de mediana edad, de rostro sonrojado, hablando sobre "cargas" y "atracción positiva". Y , por Dios , un hombre la enlazaba por la cintura!<br />Renville... — dijo sir Alfred —, Esa no es su esposa?Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-9197160728635363292010-11-19T12:12:00.000-03:002010-11-19T12:13:00.129-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 25 - BETINA KRAHNCAPITULO 25<br /><br /><br />— Mierda, Renville! — Wyatt levantaba os brazos demostrando exasperación. — Sabes exactamente lo que estoy quiero decir. Son intereses particulares... Es corrupción!<br />— Despiértate, Colbourne. Por el amor de Dios! — Sterling se levantó y salió de detrás del escritorio. — Este es el modo en que el mundo funciona. Cuando se quiere algo, es necesario también dar algo. Te lo avisé. La moral no lleva a nada en el mundo de los negocios. Podríamos anular tu maldito embargo, pero sólo si hay interés de las personas influyentes en la Bolsa de Cereales.<br />— No debemos olvidarnos que vos también tienes un interés en esto.<br />— Si, es verdad. Te advertí sobre eso también. Sabes lo que siento respecto a tus malditas colonias, Colbourne. Te dije que sólo que te ayudaría si eso fuese provechoso para mí. Perdí la mierda de mi herencia en esa maldita colonia y no les debo nada. Este plan de inversión resolverá el problema del embargo e también garantizará el mercado a futuro. Esto te saldrá bien y volverás a ti casa como héroe . Por eso , ya no quiero oír tus lamentos. Esto es estrictamente una cuestión de negocios.<br />— Es corrupción, simple y llanamente , Renville.<br />Como siempre, las discusiones entre ellos eran calurosas. Los dos amigos estaban rojos de indignación y se hizo un largo silencio. Poco después, Wyatt se dio vuelta , salió de la biblioteca y dejó la casa pisando fuerte.<br />Paradas en el pasillo, Treasure y Larenda intentaron descubrir qué había sucedido<br />— Colbourne no se va a quedar para la cena? — Larenda preguntó, todavía sujetando el bordado en sus manos.<br />— No.<br />Desanimada, Larenda volvió a la sala, y Treasure miró a a su marido con aire interrogativo . ?l y Wyatt habían discutido nuevamente, lo que siempre la dejaba preocupada, pues los dos eran muy tercos.<br />— Qué pasó? A Wyatt no le gustó tu plan ? ella finalmente, logró preguntar.<br />— Cómo lo sabes ?<br />— Ustedes gritaban.<br />— Allané un camino para que él llegase a la Bolsa de Cereales. Y sus exagerados escrúpulos, sus ideales políticos fueron ofendidos por el modo en que eso fue obtenido.<br />— El embargo... — ella dijo, acercándose al escritorio.<br />Sterling no se sorprendió porque ella supiese respecto al embargo , y estaba demasiado irritado como para hablar, pero sabía que Treasure descubriría la verdad más tarde o más temprano.<br />— Desarrollé un plan de inversión e hice que esas personas se enterasen que estaba buscando un selecto grupo de inversores para... para sacar ventaja del bajo precio de los cereales de las colonias.<br />— Causados por el embargo.<br />— Si. Y , por supuesto, esperaba que algunos de los principales financistas de la Bolsa de Cereales, o personas con poderosas conexiones. Algunas provincias de Alemania tuvieron pésimas cosechas durante dos años. Ellos pagarán precios altos por los granos. Los barcos recomenzarían a navegar, tendríamos escolta militar en los viajes y la mercadería llegaría a salvo. El embargo sería suspendido, los granjeros recibirían dinero y mis inversores quedarían satisfechos con las ganancias.<br />Era un plan verdaderamente brillante.<br />— Y vos también obtendrías ganancias?<br />— Si. Yo no haría nada si no hubiese ...<br />— Ganancia — ella completó la frase observándolo. — Y por qué a Wyatt no le gustó el plan ?<br />— él es un idealista que piensa que el gobierno debería estar en manos de hombres sin intereses en las transacciones comerciales que controla . Puedes imaginar eso ? Nadie hace nada sin obtener alguna ventaja . Esas son las ideas democráticas con las que él fue infectado en Filadelfia. ?l quiere mi ayuda, pero también quiere que todos hagan caridad ... y que no obtenga nada a cambio . Eso no existe. — Renville volvió al escritorio y sacó papel y tinta de un cajón. Se sentó taciturno y comenzó a escribir. Treasure se acercó y puso las manos sobre la de él, impidiéndole continuar escribiendo.<br />— Tienes que ayudarlo, Sterling. Vos sos un pensador brillante y debes mostrarle el camino .<br />— Pensador ?! Yo no soy un pensador , ni nada que se le parezca!<br />— Si, lo eres , Sterling. La gente te busca para pedirte consejos y vos los ayudas. Larenda, el tío Philamon, la gente de Rothmere, lord Serrelton y diversos miembros do parlamento y... yo . Siempre estás ayudándome .<br />— Ayudando? Dios! — él se levantó muy enardecido y casi derribó la tinta que había puesto en la pluma. — Y cuándo fue que te ayudé , mi sabia esposa?<br />— Vos... me trajiste de Culpepper cuando no era obligado hacerlo.<br />— Créame, ayudarte sería la última cosa en que estaba pensando en esa situación . Estaba enamorado y ... enloquecido de deseo!<br />— El amor es una gran ayuda, Sterling, incluso cuando no se sabe. Por vos aprendí muchas cosas, tuve otros tipos de sentimientos y experiencias. Una intelectual no podría pedir más.<br />— Pero eso prueba que soy un pensador — él murmuró — porque yo quiero más que conocimiento . Quiero ganancias . Quiero un futuro ... — él no terminó la frase, y llegó a la puerta con solo cuatro vigorosos pasos.<br />Minutos después, el sonido de la puerta del frente siendo golpeada llegó a Treasure, quien continuaba en la biblioteca, rígida y aparentemente impasible.<br /><br /><br />Treasure había oído a Huddleston en la puerta del frente y salió corriendo de la sala de visitas, esperando que fuese Sterling. Ya era tarde, y él no había vuelto para la cena.<br />— Sterling está ? — Wyatt preguntó, e fue conducido por el mayordomo.<br />— No. Pensé que era él.<br />— Bien... dudo que tu marido quiera verme. Pero tenía que venir para intentar reparar las cosas.<br />— Entonces quedate y esperalo . Entra, Wyatt, ven a tomar un té conmigo.<br />Los dos se sentaron en la sala de visitas y se miraron mutuamente .<br />— Esta vez, realmente lo ofendí — Treasure dijo en voz baja. — le dije que era un pensador y que tenía que ayudarte.<br />— Oh, querida... — Wyatt cerró los ojos .<br />— No lo comprendo, Wyatt — ella confesó. — a veces él es calculador y parece intentar ser frío y distante. Piensa mucho en la ganancia de las cosas ... — ella sollozó y sacudió la cabeza. Sus ojos se pusieron nublados. — Luego cambia completamente y gasta hasta su último centavo para saldar las deudas del duque. Probablemente sería un hombre rico si no hubiese gastado su dinero en Rothmere con las deudas del tío Philamon. Si la ganancia es su principal objetivo, por qué Sterling no se ocupa sólo de su propia vida y se olvida de los demás ? Respecto a vos, Wyatt. ?l aceptó ayudarte , a pesar de lo que siente en relación a Culpepper y las colonias. Y yo? Mi marido tenía todos los motivos del mundo para odiarme, para dejarme en Culpepper. Podría haber habido una anulación si no me hubiese llevado a Filadelfia, verdad? <br />— Habría sido más fácil.<br />— ?l se esfuerza para parecer duro y materialista; hasta parece que teme ser considerado una buena persona ! — Treasure abrió enormemente sus bellos ojos. — Oh, fue exactamente eso que hice, no ?<br />Wyatt sacudió la cabeza y esbozó una sonrisa de simpatía.<br />— Creo que tocaste su herida. Conozco a Sterling hace mucho tiempo. Sabes que fuimos juntos a Blundell, en Devon. ?ramos amigos en Filadelfia. La madre de él se quedó con mi familia después de... después de dejar a Darcy Renville.<br />— Ella estaba enferma ... — Treasure comentó.<br />— Y con mucha nostalgia de Inglaterra. Darcy era el hijo menor del viejo barón , sin el fardo de un título, y podía hacer lo que quisiese. Escogió una bella esposa de sociedad y construyó una elegante casa en la colonia. Ella odiaba ese lugar, sin vida social, sin futuro, sin nada de lo que le gustaba. Entonces, insistió en que Sterling fuese enviado a Inglaterra para estudiar, y para que estuviese lejos de la influencia de su padre. Yo tenía nueve años y él ocho, cuando nos pusieron en un barco. Ninguno de los dos quería ir, y los chicos de Blundell no nos recibieron bien. Nosotros éramos de las colonias, ya sabes... Y los chicos de esa edad pueden ser extraordinariamente crueles, nos llamaban los colonos y se rían del padre de Sterling, llamándolo bufón idealista, y cosas peores. Yo sufría en silencio, pero Sterling peleaaba constantemente. No sé cuantas veces peleó por mí. Nunca olvidaré ese primero año. Sterling fue azotado varias veces. No sé como sobrevivió. No quería aprender latín , pues decía que volvería a su casa pronto y que su padre se lo enseñaría. Aparentemente, Darcy había comenzado a enseñarle, antes de ser abandonado por Elizabeth. <br />Hubo un largo silencio, y Treasure comenzó a llorar.<br />— Finalmente, él comenzó a estudiar y le fue muy bien — continuó Wyatt. — Pero cada frase que aprendía , él odiaba mas a Darcy Renville. Creo que los ideales filantrópicos de Darcy fueron un pes para Sterling durante toda su vida. No sé si debería estar contándote todo eso, Treasure.<br />— Vos y yo lo amamos, Wyatt. Es nuestro deber ayudarlo.<br />— él no soportaba la idea de ser considerado bueno y generoso. Esas cualidades eran de su padre, y Sterling se sentía traicionado por él. Darcy nunca visitó a su hijo, ni siquiera después de la muerte de Elizabeth.<br />Eso explica el odio que Sterling sentía por su padre.<br />— El cínico es un idealista decepcionado. Oí eso en algún lugar y le calza a Sterling como un guante.<br />Su padre lo había decepcionado , así como a sus expectativas y a sus esperanzas para la vida y para un futuro. Un hombre como Sterling tenía que tener algo a que dedicar su vida y tal vez la codicia fuese un ideal más aceptable que a filantropía de su padre. Ahora ella lo entendía perfectamente bien. Para todo en el mundo había una razón, y la historia que acababa de oír explicaba quien era su marido.<br /><br /><br /><br />Ya era tarde, la cama estaba fría y la mente de Treasure muy confundida. Cuando oyó ruidos en el cuarto contiguo al suyo, comprendió que Sterling había llegado. Se levantó , se puso una bata y fue allá. Abrió la puerta y entró.<br />El estaba parado cerca de la chimenea, mirando las llamas. No la oyó, y fue sólo cuando se dio vuelta para tomar un coñac que notó su presencia.<br />— Estaba preocupada por vos — Treasure dijo, mirándolo a los ojos.<br />— Necesitaba un tiempo para pensar solo — él tomó todo el contenido de la copa de un sólo trago. Cuando terminó, la miró .<br />Treasure era su esposa, su amor. Había invadido su corazón, su vida y ahora su alma. Y , una vez dentro de su alma, había empezado a reorganizar las cosas con su instinto femenino . Había abierto partes vulnerables, dormidas hacia años. <br />— Creo que puedes... tener razón . Tal vez , a mi manera, sea un intelectual, un pensador ... — él se aproximó nuevamente a la chimenea y miró las llamas. — Pero mi motivación es diferente a la tuya. Generalmente espero algo a cambio.<br />— Lo sé — ella susurró.<br />Renville miró los bellos ojos violeta y vio en ellos mucha aprensión y algo mas, que no logró identificar.<br />— Me esperaba que lo supieses. Hay algo que no sepas ?<br />— Si — ella se acercó, sonriendo. — No sé cómo vas a a hacer el amor conmigo esta noche. Todo lo que sé es que será en tu cama.<br />Renville sonrió .<br />— Odio contradecir a una intelectual , pero estás equivocada. Creo que no haré amor con vos esta noche. Dejaré que vos me hagas el amor .Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-61890949098893824882010-11-18T11:19:00.002-03:002010-11-18T11:24:01.805-03:00DOS RECOMENDACIONES PARA MORIR DEL MEJOR MODO : DE RISADos columnas sobre relaciones amorosas que las van matar<br />de risa<br /><br /><br /><br />LA PRIMERA VEZ<br /><br /> <a href="http://fechox.blogspot.com/2010/11/cuatro-primeras-veces.html">HACER CLICK AQUI</a><br /><br /><br />SINDROME PRE MESNTRUAL : SUPONGAMOS QUE PUEDO MATAR<br /> <br /> <a href="http://fechox.blogspot.com/2010/11/spm.html">HACER CLICK AQUI</a><br /><br />QUE LO DISFRUTEN!!!Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-26371168318374085252010-11-18T11:16:00.000-03:002010-11-18T11:17:45.406-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 24 - BETINA KRAHNCAPITULO 24<br /><br /><br /><br />— Oh, Sterling, olvidamos a Larenda! — Treasure exclamó a la mañana siguiente al bajar para el desayuno .<br />Fueron rápidamente al piso inferior y encontraron a Larenda sentada en la sala de visitas, dividida entre el bordado y la preocupación por saber qué habría sucedido entre Treasure y Sterling.<br />Los dos intentaron explicar lo que había pasado, y pronto Larenda superó el oprobio de haber sido olvidada y volvió a su habitual buen humor.<br />Treasure no quería perder a Sterling de vista, pero a la tarde él había insistido en llamar a lord Harry Eagleton y ella tuvo de conformarse. Se retiró a la biblioteca para huir de la mirada inquisidora de Larenda, y fue allá que Sterling la encontró somnolienta e inclinada sobre un libro de música, que citaba los compositores mas famosos.<br />— Todavía somos ricos? — ella preguntó, sonriendo.<br />El la besó en los labios y en la nariz y se sentó en el sofá a su lado.<br />— Por el momento . Lord Harry fue al banco muy temprano y depositó el dinero en mi cuenta, Treasure... — él parecía estar luchando por decir algo.<br />— El dinero es tuyo, Sterling. Nunca tuve dinero y no sabría qué hacer con el. Vos conoces las deudas del duque y sabes como hacer inversiones. Algún día podrías explicarme eso?<br />— Si, lo haré — él a acercó y le besó los labios con pasión.<br />— Oh! — ella exclamó, ruborizándose y señalando el libro. — Estoy leyendo sobre los grandes compositores. Dicen que se forman bellas imágenes en nuestra mente cuando escuchamos buena música. Lo habías pensado ? Centenas de diferentes instrumentos siendo ejecutados al mismo tiempo? — Sus ojos brillaban. — Has tenido la oportunidad de escuchar eso ?<br />Sterling la miró, anticipando la expresión del rostro de Treasure cuando ella escuchase a Handel.<br />— Si, ya lo he hecho . Y vos también lo oirás.<br /><br /><br />A la noche siguiente Sterling llevó Treasure y a Larenda a los jardines de Vauxhall a un concierto de George Frederich Handel. Cuando estaban por salir de la casa, llegó Wyatt Colbourne y lo invitaron a unirse a ellos.<br />Más tarde, en la cama, él la amó con pasión, la melodía todavía resonaba en sus oídos.<br />Había muchas cosa para mostrarle a Treasure, y en las semanas siguientes él se convirtió en su mentor en el temas de arte cultura, historia y otros refinamientos de la civilización. Fue una experiencia única volver a aprender el mundo a través de la curiosidad y del punto de vista de ella. La llevó a museos, conciertos, galerías de arte y parques. Al final del invierno muchas veces ellos sólo eran vistos en galerías y exposiciones. Ellos iban tomados de las manos, con las cabezas cercanas y , ocasionalmente, Treasure tiraba de la manga del saco de Sterling horrorizada con algún comentario que él hacía. Parecían dos amantes, y no marido y mujer, y muchas veces las personas susurraban al observarlos.<br />Sterling pensaba cómo había podido dudar que Treasure era una intelectual . Ella observaba todo con sabiduría y curiosidad. Sabía muchas cosas, pues había leído mucho , pero, a veces , se sentía confundida por la discrepancia entre la realidad y lo que encontraba en los libros. Sterling la observaba y se reía, ayudándola a coordinar sus ideas y sintiendo que en el proceso su mundo se iba transformado.<br />Cierta noche ella le sacó la bata que él vestía y estudió sus hombros perfectos como los del David, de Miguel ?ngel. Esa noche había sido particularmente encantadora . Habían asistido a un concierto en el Convent Garden y habían invitado a Wyatt para acompañarlos. Larenda había sentido una indisposición en el momento de salir y no había podido ir, lo que fue una pena, pues era evidente que Wyatt estaba interesado en ella. El viejo amigo de Sterling aparecía cada vez con más frecuencia y usaba las más variadas excusas para quedarse a solas con Larenda, quien no se mostraba del todo indiferente. Era sólo una cuestión de tiempo para que los dos ganasen coraje para confesarse sus verdaderos sentimientos .<br />Pensando en eso, Treasure suspiró y se acordó que la única cosa que faltaba para ser completamente feliz era volver a su hogar y volver a ver a su familia. Quizás algún día podría convencer a Sterling de que a vida en las colonias no era tan mala como imaginaba.<br />— Hum — ella murmuró, acurrucándose contra él. — Nunca podré agradecerte lo suficiente por estar enseñándome tantas cosas, especialmente historia. No había dado cuenta que la mayoría de los filósofos que escribieron los libros de la biblioteca del barón están muertos.<br />— Historia siempre fue una de las mis materias favoritas. Es extraño que él no tuviese libros de historia en la biblioteca.<br />— Estoy comenzando a sentirme culpable por ocupar tanto de tu tiempo — ella murmuró.<br />— No tengo nada para hacer que sea más importante que eso, Treasure.<br /><br /><br />Al día siguiente, Wyatt apareció y ellos lo invitaron a cenar. Era obvio que él quería hablar con Sterling a solas y que Larenda se sentía agitada con la presencia de él. Por eso , después de la cena, Treasure se retiró a una salita con Larenda, dejando a los dos amigos .<br />— No te gusta mucho de Wyatt, verdad? — Treasure preguntó, observando las miradas de Larenda en dirección a la puerta que separaba la sala de la biblioteca.<br />— El señor Colbourne es amigo tuyo y de Sterling. ?l es ... bienvenido aquí — Larenda no levantó la vista del bordado que tenía en sus manos.<br />— Fue ese pequeño contratiempo en la sala de visitas aquella tarde? Todavía no lo olvidaste ?<br />— ?l es... tiene ... una mirada extraña — Larenda miró a Treasure, con el ceño fruncido.<br />— Wyatt? — Treasure sonrió. — Claro que no. ?l es más caballero que Sterling.<br />— No me gusto el ... modo en que él me mira. Me Causa escalofríos. No sé como Sterling puede conversar con él durante tanto tiempo. — Larenda se sonrojó y apretó los labios, como siempre hacía cuando daba su última palabra sobre algún tema. <br />Treasure sacudió la cabeza, disimulando una sonrisa.<br />— Sterling lo está ayudando con ... asuntos de las colonias, me parece.<br />Honestamente, Treasure no sabía cómo Sterling podía ayudarlo. ?l había pasado los últimos días a su lado y actuaba como si ella fuese la única cosa que le importaba en el mundo. Qué había sucedido con todas las personas que se acercaban él para pedirle consejos? Lord Serrelton y los otros...<br />— Larenda, Sterling ha recibido visitas últimamente?<br />— La gente de costumbre. Como él no ha estado en la casa, han dejado sus tarjetas y prometieron volver.<br />Treasure pidió permiso y fue a la biblioteca. El escritorio estaba en orden y había una bandeja de plata con numerosas tarjetas de visita y notas. Lanzó una mirada curiosa a los papeles y se puso a pensar si esa conducta correspondería a escuchar una puerta cerrada o mirar a través del agujero de la cerradura.<br />— ...nada es más importante de que eso... — Sterling le había dicho al amarla.<br />Era lisonjero, pero no habría un dejo de cinismo en esa declaración? Por primera vez, en varias semanas, Treasure pensó en el futuro.<br /><br /><br />Considerando el modesto tamaño de la casa de lord Serrelton en la ciudad, el número de invitados para esa noche era exagerado. Era un grupo selecto, una élite, más conocido en círculos bancarios que en reuniones sociales. Sterling miró a su esposa antes de responder a la invitación por escrito.<br />— Lo prometí... No me acercaré a las mesas de juego... Ellos tienen mesas de juego, no ?<br />— Treasure... — Sterling frunció el ceño.<br />— Oh, sólo miraré. Crees que lord Harry estará presente? — Treasure preguntó, sonriendo.<br />— Prometerlo — Sterling la miró muy serio. — Podrás bailar con cualquier hombre que esté conversando con vos, pero sin mencionar cosas en latín . Y no podrás acercarte a las mesas de juego.<br />Ella suspiró, se acercó y le hizo una caricia en la cara.<br />— Lo prometo.<br />Larenda miró a Sterling y a Treasure tomados de las manos en el interior del carruaje que los conducía a la casa de lord Serrelton, suspiró y desvió la mirada. En el último mes había presenciado la intimidad de la pareja, sus miradas apasionadas y sus contactos furtivos, y eso a hacía sentirse extraña. Un calambre en el estomago, una presión en el pecho e, inevitablemente, se acordaba de lo que Treasure le había dicho sobre que Sterling era un hombre muy cariñoso.<br />Suspiró nuevamente sin mover mucho la cabeza para no despeinar la elegante peluca que usaba. Sentía orgullo del comportamiento de Treasure, del cual era particularmente responsable. Pero cada vez más, a pesar de ser muy bien tratada y siempre incluida en los programas de la pareja, se sentía sobrando. Y ese sentimiento a veces la irritaba, y ni los trabajos manuales parecían aliviar su tensión. Ni la lectura ni el reposo durante las tardes eran suficientes para hacerla olvidar que sola estaba en el mundo. Larenda se sentía diferente, extraña. Qué le estaría pasando?<br />La presencia de ellos nos salones londinenses ya no era tan comentada. La gente se estaba habituando a ellos. Pero esa noche, un par de ojos los focalizaron con redoblada atención.<br />Larenda se dio vuelta inquieta y vio a Wyatt Colbourne acercarse para saludar a Sterling y a Treasure y para dirigirse a ella con galanteos. Nerviosa, desvió la mirada y se encontró con Vance Montreaux.<br />— Vance... — ella empalideció.<br />— Dulce lady Larenda... Sterling — él los saludó con exagerada reverencia, ignorando a Treasure, lo que fue notado por Sterling, quien abrió enormemente los ojos . — Y, por supuesto, tu esposa de las colonias — Vance agregó a tiempo. Sujetó a Larenda por el brazo y continuó: — Me enteré que no estabas en Rothmere y me vine a encontrarte aquí en Londres, mi querida. Permíteme este baile y la oportunidad de escuchar tus... aventuras. Por favor, discúlpennos.<br />Ruborizada, Larenda se apartó con Vance Montreaux.<br />— Qué maleducado . Ni siquiera esperó a ser presentado a Wyatt — Treasure comentó.<br />— A Vance no le gusta la gente de las colonias y no disimula eso — Sterling murmuró entre dientes .<br />— Un sentimiento del cual acabarán se arrepintiéndose . Nosotros, das colonias, debemos quedar unidos — Wyatt declaró, en lo que fue apoyado por una sacudida de cabeza de Sterling, lo que dejó a Treasure muy orgullosa y con los ojos brillando de alegría.<br />Larenda agradeció a Dios el baile fuese un minué , pues sus pasos complicados no dejaban tiempo para que Vance pudiese conversar. Las palmas de las manos de él eran demasiado húmedas , y sus ojos oscuros no se desviaban de ella. Su mirada era penetrante, lo que la hizo querer abandonarlo en el medio de la danza.<br />— Treasure es nueva en sociedad y creí que mi presencia sería de mucho valor para ella aquí en Londres — Larenda justificaba no haberse quedado en Rothmere para recibirlo.<br />— Un sentimiento de gran generosidad de tu parte, mi querida, aparecer con ellos y enfrentar los comentarios. Pero un tanto condenable. Tu continua aparición con ellos en público afectará tu reputación. Tienes que pensar en el su futuro como lady de Rothmere. No quiero que mi futura esposa sea blanco de rumores.<br />— Pero ... Vance... yo — Larenda se sintió irritada, pero tragó en seco y no respondió. Vance era famoso por sus opiniones groseras.<br />Larenda no podía soportar su toque, sus miradas e su arrogancia. De acuerdo con su opinión, ella no debía continuar relacionándose con un hombre con el cual había noviado y que se había casado con otra.<br />De modo general, las personas tenían razón. Ella había quedado pegada a Sterling por... seguridad. Se había permitido continuar en la casa de su suegro y aceptar la sugerencia de casarse para evitar las inseguridades de enfrentar la vida sola. Y ahora, parecía que había dejado que las cosas fuesen demasiado lejos . El único remedio para eso sería otro casamiento... con el heredero... con Vance Montreaux.<br />Ellos continuaron bailando hasta que Sterling se acercó para una contradanza con ella. Larenda se seintió aliviada por la protección de Sterling y , cuando, poco después, Vance la sacó para bailar nuevamente, ella ya no se sentía intimidada.<br />La noche continuó con Vance monopolizando a Larenda, Sterling haciendo contactos con importantes caballeros del mundo de negocios y Wyatt yendo a todos los ambientes que Larenda ocupaba. Treasure observaba a Larenda con Vance y notaba que ella estaba completamente desatenta.<br />Ella ya había comentado con Treasure que no le gustaba de Vance y que no quería casarse con él. Le mencionó eso a Sterling, quien miró a la pareja con genuina preocupación.<br />Vance había bebido demasiado y intentaba apretar a Larenda. El alcohol había disminuido sus escrúpulos, y él justificaba la reticencia de Larenda como siendo parte de un juego de seducción, lo que aumentaba todavía más su deseo por ella.<br />— Qué caluroso está aquí dentro — Vance protestó. — Vamos encontrar un lugar más aireado para descansar los pies. — Y sin esperar la respuesta condujo a Larenda a otra sala donde no había nadie.<br />— Debes partir para Rothmere inmediatamente — Vance la enlazó por la cintura continuando con sus órdenes. — Yo te seguiré en una semana para que las proclamas del casamiento sean publicadas. Luego haremos los votos de la manera más rápida y decente posible. Ya esperé demasiado tiempo, Larenda. — él le besó os labios de modo sensual, Larenda intentó se desprender, pero no tuvo éxito.<br />Cuanto más intentaba alejarse, más fuerte se hacía su abrazo, y él buscaba separar sus piernas con la rodilla, a pesar de la falda y las enaguas.<br />— No... Vance... — Larenda continuaba intentando desprenderse de él.<br />Pero el joven atrevido no desistía fácilmente, por el contrario, buscaba penetrar su boca con la lengua y sus dedos veloces intentaban acariciarle los pechos.<br />— Quieres, sabes que quieres. Seguramente hacías este juego con Sterling también; viven en la misma casa hace mucho tiempo, y él es un famoso...<br />— No, Vance... por favor — Larenda balbuceaba. — Por favor, para<br />— Ya esperé demasiado para probar las delicias de tu cuerpo. Ahora tendré el título y a vos para calentar mi cama.<br />Larenda logró ver una sombra en la puerta y empujó a Vance con más energía.<br /><br /><br />Wyatt había dejado Sterling y a Treasure. La noche era un desastre total , por varios motivos. Sterling lo había presentado a algunos hombres importantes, pero era con Sterling que ellos querían conversar. Sólo había bailado una vez con lady Larenda, quien había pasado la noche escoltada por un hombre a quien Sterling consideraba un oportunista . Y , cuando vio a Montreaux conduciéndola a una sala aislada, decidió seguirlos. Los encontró abrazados, aparentemente divirtiéndose, pero cuando vio los bellos ojos azules de Larenda mirarlo como pidiendo socorro, decidió intervenir.<br />— Lady Larenda... — él tenía los puños cerrados — te he buscado por todos lados.<br />Vance giró la cabeza para observarlo.<br />— Cómo se atreve a interrumpirnos, caballero? — él preguntó, sin disimular su rabia.<br />— Cómo se atreve usted — Wyatt se aproximó, parándose al lado de Larenda — a comprometer la reputación de una dama exponiéndola al riesgo de ser descubierta? Se volvió loco? Por favor, lady Larenda, permite que te acompañe fuera de esta sala, inmediatamente!<br />— Quién se piensa que...<br />Pero antes que Vance pudiese concluir la frase, Larenda ya se había apartado con las manos en el brazo de Wyatt.<br />— Cómo se atreve a interferir? — Vance gritó. — Larenda! Vuelve aquí!<br />Wyatt la abrazó, dejándola por algún tiempo llorar con la cabeza apoyada en su pecho<br />— Realmente querías irte de allá, no ? — él preguntó, levantando el delicado mentón de Larenda.<br />Ella sacudió la cabeza afirmativamente, gruesas lágrimas caían por el rostro delicado, lágrimas que Wyatt intentaba secar con sus largos dedos.<br />— Yo no quería... — Larenda cerró los ojos . — él me forzó, y no pude escapar...<br />— Está bien — Wyatt continuaba amparándola —, ese cretino no te tocará nuevamente. Lo prometo. Hablaré con él y ...<br />— No, no debes hacer eso. Habría un escándalo y podrías salir herido. No quiero que seas herido por mi causa.<br />Entre tantas personas que podrían rescatarla, tenía que ser él... Pero su abrazo era reconfortante y envolvente, y sin duda Wyatt era un hombre atractivo y gentil. Sin darse cuenta , pasó los brazos alrededor de la cintura de él y una vez más apoyó a cabeza en el pecho anc ho.<br />Era ese contacto tierno y amoroso que él quería de Larenda desde el primer momento en que la había visto. Entonces, movido por un impulso, se inclinó para apoderarse de sus labios.<br />El beso de Wyatt era firme , y Larenda se sintió increíblemente bien.<br />— Eres muy linda, lady Larenda... Doce Larenda... — Wyatt le besó el cuello , llegando cerca del contorno de los pechos, que aparecían en el limite del escote.<br />Larenda se entregaba a esas caricias que, por primera vez, despertaban su femineidad. Sólo las prendas impedían que se uniesen completamente. Y fueron esas barreras que trajeron a Wyatt de vuelta a la realidad .<br />Lentamente, él se levantó, tirando a Larenda por las manos.<br />Su expresión era de consternación, y ella luchaba por entender por qué él la dejaba cuando todo parecía estar tan maravillosamente bien .<br />Avergonzado, Wyatt hizo que ella se sentase en un diván que estaba en el largo pasillo.<br />— Yo ... — él miró a su alrededor para evitar la mirada de Larenda. Dios, qué había hecho? La había salvado de Vance para infligirle el mismo tipo de ofensa? — Lady Larenda... Por favor, disculpame. Voy a acompañarte de vuelta al salón de baile.<br />Larenda lo miró confundida, los labios rojos y el pecho jadeante . Parecía incapaz de moverse.<br />— Por suerte , nos detuvimos a tiempo. Disculpame.<br />Sin esperar una respuesta, Wyatt la condujo de vuelta al salón principal . Ella no decía nada , lo que sólo aumentaba el arrepentimiento y la culpa que lo asolaban.<br />Cuando llegaron al salón donde se encontraban Sterling y Treasure, Wyatt se sentía el último de los hombres. Tenía que aprovecharse de una dama que acababa de ser molestada por otro hombre. Había pedido disculpas, pero ella permanecía muda y se quedó así hasta el final de esa noche.<br />Larenda, siempre había sido tan gentil y, parecía estar paralizada.<br />Treasure y Sterling intercambiaron miradas preocupadas cuando la llevaron de vuelta a la casa. Era obvio que algo había sucedido, pero qué?<br /><br />— Ella dijo algo? — Sterling preguntó más tarde, con el ceño fruncido, mientras se quitaba el saco.<br />— Ni una palabra. Pero mañana descubriré que? sucedió. Nosotros, los filósofos, tenemos nuestros propios métodos.<br />— Hum — él murmuró. — Claro que los tienen — Y diciendo eso se acercó la cama donde Treasure ya se encontraba acostada. — Quieres aprender más formas de amarse?<br />Treasure se rió y abrió los brazos para él.<br />Quiero aprender todo lo que puedas enseñarme , marido. <br /><br />No muy lejos de allí , acostada en su cama, Larenda miraba el techo, sin poder dormir. Se sentía en el centro de un huracán, recordando la deliciosa sensación de estar en los brazos de Wyatt Colbourne, de sus labios y sus manos sobre su cuerpo. Nunca había experimentado un sentimiento tan intenso y poderoso, ni se imaginaba que ciertas sensaciones realmente existiesen, aunque Treasure ya hubiese hecho alusiones al respecto. Ni siquiera Robert, su finado marido, había sido capaz de despertarle semejante nivel de deseo. Ahora veía a Wyatt Colbourne, el abogado de las colonias, con otros ojos.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-40569149752017748632010-11-17T12:06:00.000-03:002010-11-17T12:09:21.794-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 23 - BETINA KRAHNCAPITULO 23 <br /><br />Una semana después, Treasure apoyaba la mano sobre el brazo de su marido en la puerta de lord y lady Duncan.<br />Treasure había elegido un traje especialmente elegante para la ocasión y había sujetado sus cabellos con mucha gracia. Larenda le prestó un collar de rubíes y no dejó que se olvidase el abanico . Cuando estuvo lista, ella miró a Renville y lo sorprendió observándola con un brillo de aprobación en sus ojos grises.<br />Cuando sus nombres fueron anunciados en voz alta y prístina, Treasure, soltó un largo suspiro y se preparó para entrar en el salón de baile de uno de los nobles más importantes de Londres.<br />Todos los presentes se volvieron para observarlos. Era su debut en la sociedad londinense, y ella estaba determinada a ser una perfecta dama esa noche. Un murmullo recorrió el salón cuando Renville entró escoltando a su esposa y a la muchacha que algunos llamaban "la prima viuda ". Los tres estaban muy elegantes, y lord Duncan fue a darles la bienvenida, sin esconder su indudable curiosidad.<br />El objetivo de Treasure en esa noche era debutar en las mesas de juego. En los últimos días había presenciado las idas y venidas de los acreedores y había tomado la decisión de ayudar Renville, quisiese él o no. De ese modo, casi no estaba con él durante el día, pero as noches eran de ella. Y qué noches! Las dificultades económicas no atentaban contra el apetito sexual de Renville. Pero Treasure tenía consciencia que, antes de resolver su situación económica, él no sería completamente suyo . Por supuesto que, orgulloso como era, su marido no tocaba el tema , y si no hubiese escuchado esa conversación entre él y Wyatt, podría jurar que no tenían ese tipo de problema. Por eso, se preparó para hacer su mejor esfuerzo para ayudar, pero sin llamar la atención de nadie.<br />— Oh, si , mi lord, gracias — Treasure le decía a lord Duncan ya en la segunda contradanza.<br />La primera danza había sido con su guapo marido, y ella estaba segura que él se había sorprendido con su habilidad. Además de se bella, Treasure era muy graciosa, y muchos caballeros la invitaron a bailar: el duque, Lord Thomas Bassingstoke, sir Willard Gunn, todos muy respetuosos, pero bajo la vigilancia cerrada de Sterling.<br />Con el paso de las horas, Sterling se relajó y , sin perder a Treasure de vista, circuló por el salón conversando con todos y bailando también con Larenda.<br />Al ver a Sterling conversando en privado con lord Serrelton, Treasure comprendió su oportunidad para dejar de bailar con el canoso lord Harry Eagleton.<br />— Tengo los pies doloridos, mi lord, y me encantaría descansar un poco disfrutando de las mesas de juego en su compañía. Usted sabe mucho a respecto a eso , mi lord?<br />Lord Harry se sintió contento de complacer su pedido. Como Treasure esperaba, el viejo noble le explicó los diferentes tipos de juego en marcha.<br />Treasure se detuvo en una mesa de veintiuno y los dos comenzaron a hacer cálculos matemáticos sobre las probabilidades de ganar o perder.<br />Cuando surgió una mesa vacía , ella y lord Eagleton se sentaron. Treasure lo observó y , finalmente, preguntó si podría hacer una apuesta. Pronto ganó dos fichas doradas, y todos fueron unánimes en decir que era suerte de principiante. Continuó ganando , y lord Harry estuvo encantado con la suerte y la gracia de su compañera de juego . Los comentarios corrieron y pronto muchos decidieron acercarse a la mesa de juego para disfrutar el nuevo fenómeno. De tan absorta que estaba , Treasure no se dio cuenta que atraía tanta atención<br />— Por Dios , hombre, pronto serás dueño de la mitad de Londres — dijo un joven, acercándose a Sterling, quien discutía de política con lord Gravely y el señor Edmond Halleran.<br />— Qué quieres decir ? — Sterling preguntó, frunciendo el ceño .<br />— Tu esposa, la baronesa. Renville — el muchacho sonrió insolentemente. — ella va a derrotar a todos en la mesa de juego.<br />Sterling se quedó mudo y pidió permiso para ver qué estaba sucediendo. Treasure debía estar tramando algo. Al acercarse a las mesas de juego, la vio rodeada por una pequeña multitud. Maldijo en voz baja por haberse dejado seducir por ella. Sonrojado y con los ojos brillantes, se abrió camino y vio a Treasure jugando animadamente, ladeada por el viejo lord Harry Eagleton y por lord Serrelton.<br />Todos se apartaron para que él pudiese acercarse a la mesa. Su corazón se aceleró cuando vio la pila de fichas delante de Treasure. Ella le dijo algo a lord Harry que lo hizo lanzar una sonora carcajada. Pero Treasure se congeló , al sentir la mirada de Renville. Tragó en seco y ni siquiera oyó el comentario de lord Harry. Sólo entonces se dio cuenta que había una grande falla en su plan : no había considerado la hipótesis de ser atrapada in flagrante.<br />— Treasure... — Renville dijo, muy serio. — Es hora de volver a casa.<br />— Dios , Renville, no puedes sacarla del juego ahora, casi está haciendo saltar la banca! — lord Harry se rió . — E hice apuestas que me harán rico.<br />Hubo risas y palabras de aliento, y a pesar de la expresión seria de Renville, la partida recomenzó.<br />Treasure recibió una carta, después dos, y Sterling se movió en dirección a ella en el momento en que la vio pedir una tercer carta. Se detuvo y puso las manos en sus hombros, viendo as cartas que ella tenía. La mesa contuvo la respiración y el salón todo se quedó en silencio, esperando lo que iba a suceder.<br />Treasure giró las cartas, una por una. Un rey, una dama y un as. Veintiuno!<br />El elegante salón estalló en risas y aplausos celebrando una victoria más de Treasure Renville. Lord Harry reía, deleitado como un chico que acababa de ganar un regalo , pero Treasure sólo sentía las manos de Sterling apretando sus hombros. Alguien preguntó a lord Harry cuánto había ganado Treasure y él informó que debería ser algo entre ocho y diez mil. En ese momento, Renville intervino.<br />— Damas y caballeros, ustedes ya se están divirtiendo , pero no es posible continuar. Pueden tomar su dinero de vuelta y les agradezco por haber entretenido a mi esposa. Ustedes han sido muy generosos.<br />— Imposible, Renville — Serrelton habló, ignorando la reacción de Sterling. Era impensable y una ofensa ofrecer de vuelta el dinero que había sido perdido en una mesa de juego. Implicaría decir que las personas en cuestión no tenían esa cantidad para perder. — A ningún hombre de esta fiesta le importa perder con una dama tan encantadora.<br />Era una especie de acuerdo tácito entre la sociedad londinense, y todos aprobaron al unísono. Ante eso, Renville no tenía argumento.<br />— Qué harás con el dinero que acaba de ganar, señora Renville? — preguntó una voz femenina.<br />Treasure miró a Renville, quien , obviamente, estaba furioso.<br />— Haré lo que cualquier mujer haría. Se lo daré a mi marido <br />La reacción de aprobación fue unánime. Pero Renville sólo quería marcharse de allí.<br />— Lord Eagleton — Sterling se dio vuelta hacia el viejo lord — puede hacerse responsable del dinero? El no estaría en mejores manos.<br />— Me sentiría honrado — el viejo caballero sonrió. <br />Sterling sacó a Treasure de la mesa de juego y caminaban hacia el hall de entrada cuando fueron interceptados por Edmond Halleran.<br />— Suertudo! — él dijo, riendo.<br />Pero Renville no se detuvo . Pidió los abrigos al mayordomo y continuó sujetando firmemente el brazo de Treasure<br />— No podemos irnos ahora — ella murmuró. — Qué van a pensar todos ?<br />— Es un poco tarde para pensar en las apariencias, señora Renville!<br />— No me voy ! — ella declaró, entre dientes .<br />— Vas a a casa ahora... Aunque tenga que cargarte — él casi gritó.<br />Las personas que iban saliendo de la sala de juegos presenciaban todo: un marido furioso poniendo a su esposa sobre el hombro y cargándola afuera. La falda de Treasure cubría su visión, pero incluso así él logró llegar al patio, donde los carruajes estaban parados, y pidió que le trajesen uno de ellos. Sterling la había cargado como una bolsa de papas. Y Treasure también estaba furiosa.<br />— Para ! — ella gritó. — Ponme en el piso !<br />— De ningún modo!<br />El carruaje llegó, Renville la puso en el asiento y se sentó al lado de ella, dando la orden al cochero de volver a casa. Llegando allá , puso nuevamente a Treasure sobre el hombro y la llevó directamente al cuarto, cerrando la puerta detrás de si. El cuarto estaba inmerso en oscuridad,y él encendió las velas de un candelabro.<br />— Tenías que dar un espectáculo, verdad? Delante de todo Londres! Bien... esta fue la última vez, escuchaste ? — vociferó y se acercó a ella.<br />Treasure trató de huir, pero no logró salir del lugar.<br />— Y qué vas a hacer? Golpearme ? — ella lo enfrentó. <br />Renville se dio cuenta que en realidad no sabía qué haría.<br />Sólo sabía que le daría una lección que Treasure difícilmente olvidaría. Necesitaba descargar su rabia o estallaría.<br />— No se puede para vivir con vos, y Dios sabe que lo intenté! Voy a llevarte de vuelta a Rothmere y a encerrarte ! — él gritó. — Pero no antes de tener la satisfacción de darte una zurra!<br />— Oh... No! — Treasure murmuró horrorizada.<br />— Oh, si — él se rió y la puso de bruces sobre sus rodillas. <br />Pronto se dio cuenta que la había colocado en el lado equivocado. Tendría que usar la mano izquierda, y él no hacía nada con la mano izquierda.<br />— No... Renville no... Por favor! Yo sólo... hice esto por vos ! Necesitabas dinero, y sé que juegas cuando precisas.<br />Renville la ayudó a levantarse y ella secó sus lágrimas. Nada de lo que hacía le agradaba a él. Nada de lo que pudiese hacer iba a hacerlo olvidar que ella era una pobre campesina de las colonias.<br />— Sé que me odias, pero tienes modos muy peculiares de demostrarlo, y siempre me dejas confundida. Por qué simplemente no puedes confesar lo que sientes, Renville? No puedes mantenerme encerrada para hacer que pague por haber intentado ayudarte . Ya me hiciste pagar mil veces por mis pecados. Pero nunca más me pondrás las manos encima. Nunca mas! Si salgo viva de este cuarto me iré directamente a Bristol y pediré prestado o robaré dinero para volver a casa. Podrás decirle a todos que me morí y podrás continuar con tu amada vida de caballero! Prefiero estar muerta a vivir con vos y no tener... — jadeante, ella estalló en lágrimas, que le turbaron la visión. Se sentía humillada y tremendamente desgraciada.<br />Sterling, por su parte , no sólo sentía rabia por Treasure, sentía rabia por su debilidad , por desearla tanto. Y cuando la vio correr en dirección a la puerta para intentar huir, la inmensa falda impidió sus movimientos y él saltó sobre ella como si fuese un gato. La agarró y la llevó a la cama.<br />— Vos no vas a ningún lugar !<br />Déjame ir, Renville, por favor — ella susurró, luchando por respirar. Cerró los ojos , y las lágrimas fluyeron libremente. Sus fuerzas comenzaron a flaquear, y ella murmuró:<br /><br />— Sólo déjame ir, y te juro que...<br />— Crees que es tan simple ? — él la sujetó por los hombros. — Sólo te marchas y yo digo que te moriste? Acabaste con mi vida, arruinaste mi futuro, impediste que tomase posesión de mi herencia, me ridiculizaste delante todo Londres y ahora simplemente quiere huir? No vas a ningún lado , muchacha. Tienes muchas respuestas que darme . Todavía me debes...<br />— El dinero que gané con los naipes probablemente será suficiente para pagar lo que te debo y mi viaje de vuelta a Culpepper.<br />— Crees que unos míseros centavos comprarán su libertad? — Renville la sujetó por el hombro, desesperado con sólo pensar en la posibilidad de que podría perderla para siempre. — Me debes mucho más que sólo dinero, Treasure Barrett!<br />— Yo no tengo nada más, Renville — ella logró decir, a través de lágrimas. — Ya te di todo lo que tenía de valioso. Hice lo posible para convertirme en una dama, intenté parecer elegante y actuar con educación. Intenté agradarte y ayudarte con sus problemas. Vos no me quieres , Renville. Por qué me mantienes aquí? Por favor, déjame volver a casa... a Culpepper.<br />Sterling vaciló. Estaba nuevamente sucumbiendo a los encantos de Treasure. Se sentía perdido y conmocionado con la sinceridad de ella. Ella tenía razón. Se había esforzado bastante. Pero por qué? Un pensamiento lo dejó pasmado y tembloroso. Amor! Sería posible que Treasure lo amase?<br />— Realmente me dejarías, Treasure?<br />— Aprendí a caminar con un libro sobre la cabeza — ella continuaba llorando —, a usar corset, a bailar y usar todos esas porquerías. Pero vos sólo te fijaste en los gastos de la ropa , no viste nada mas allá de lo obvio. No puedo transformarme completamente. Intenté ser una dama por vos — Ella abajó las largas pestañas y se mordió el labio.<br />Sterling se estremeció. Había amargado el corazón sensible de Treasure con su inflexible negativa a darse cuenta cuanto ella había intentado agradarlo . Si , por más que hubiese sido ciego, ahora tenía que reconocer que Treasure había hecho todo aquello, había aprendido todo, no por vanidad, sino por él. Para ser notada, para que la viese como mujer. Dios, como podía ser tan ciego?<br />El la amaba, la quería, y la necesitaba . Pero temía quedar muy vulnerable. Nunca se le había ocurrido que Treasure pudiese estar sintiendo lo mismo por él. Amar a alguien podría ser incierto y doloroso, pero tener ese amor correspondido, compartido, era muy diferente. Dos personas enamoradas podían cambiar el curso de los acontecimientos, lo podían todo.<br />— No dejaré que te vaya — él dijo , cuando la vio abrir sus encantadores ojos violetas.<br />— Oh, por favor, Renville — ella sollozó. — Por favor...<br />— No dejaré que te vayas, Treasure Barrett, porque... te amo .<br />Renville sentía los ojos arder y el corazón hecho añicos. Pero se sentía libre y liviana ahora que su secreto podría ser compartido. Abrazó a Treasure e intentó besarla.<br />— No... — ella giró la cara.<br />El le sujetó el mentón e hizo que lo mirase.<br />— Te amo, Treasure Barrett... mi bella y dulce Treasure — Esa vez la confesión salió con más facilidad.<br />— No digas eso, por favor. No me amas... sólo dices esas cosas cuando quieres... provocarme . Y yo ya no quiero que me toques... No puedo soportar más esta situación.<br />Sterling estaba pasmado. Treasure no creía en él. Se apartó de ella, observando sus ojos hinchados de llorar. ?l había sido un pésimo ejemplo. La amaba , pero sólo le demostraba cariño en la cama. Palabras de amor eran para el acto sexual, y ahora... ella ya no creía en él. <br />Renville se sintió confundido. Cómo iba a convencerla de que decía la verdad ? Se sentó en la cama y pasó su mano por sus cabellos.<br />— Yo tampoco creería si fuese vos — él murmuró. — Por algún tiempo tampoco lo creí . Enamorarme de una joven que nunca usaba zapatos y que citaba proverbios en latín y fábulas como si fuese el mismo Esopo. Vos me enloquecías de rabia cada vez que te veía, pero mi día no estaba completo sin tus confrontaciones. Después vi tu cuerpo y me juré que lo tendría en pago por todo lo que me habías causado , por mi enojo y por la humillación que me infligías. Pero cuando te veía, me trastornaba. Honestamente, intenté dejarte en Culpepper...<br />Treasure lo miró y vio la verdad en esa mirada sombría y en la tensión de su bello rostro.<br />— Pero cuando te vi, sentada rodeada de esa pila de libros... la mirada tan triste... No, no pude partir sin vos y cuando huiste , en Filadelfia... A bordo del barco, cuando te enfermaste ...casi enloquecí ante la posibilidad de perderte .Yo no quería amarte , Treasure Barrett , vos no eras mujer para mí. Eras demasiado determinada , demasiado fuerte , demasiado inteligente. Y crees que no sos suficientemente buena para mí ? Lo siento mucho, Treasure, me equivoqué . Dios me ayude. Todavía te quiero. Realmente te amo y no sé qué hacer a partir de este momento.<br />Hubo un profundo silencio antes que Treasure dijese con mucha calma:<br />— Soy una campesina de las colonias, Renville.<br />— Una adorable campesina, habría que decir.<br />— También soy una intelectual .<br />— Una intelectual diabólica e inspirada.<br />— Y soy irritantemente filantrópica.<br />— Una verdadera fuente de soluciones.<br />— Y sólo tengo dieciocho años.<br />— Lo sé . Sé muchas cosas sobre vos, Treasure Barrett.<br />— Si ? Qué, por ejemplo? — ella ya no lloraba , y se sentó en la cama al lado de él.<br />— Amas las naranjas y a Santo Tomás de Aquino; odias la falsedad, pero espías por el agujero de la cerradura y robas chocolate de la cocina. Sos fuerte como un bulldog y frágil como una mariposa. Sos sabia y una excelente profesora y ... te libraste del corset hace por lo menos media hora.<br />Treasure miró hacia abajo y vio sus pechos desnudos por sobre el corset. Avergonzada, intentó cubrirse, pero Sterling se rió y la sujetó por las muñecas.<br />— Para qué molestarte con eso si voy a desnudarte en cuestión de segundos?<br />— Renville!<br />— Otra cosa. Mi nombre es Sterling. Para una persona que habla latín , francés y portugués eso no debe ser tan difícil — él la atrajo y le besó los labios. — Dime qué sientes — él la estrechó en sus brazos. — Nunca más voy a afirmar algo sobre vos. Es muy peligroso.<br />— Te amo , Ren... Sterling. Te amo más que a Santo Tomás, más que a las naranjas, más que a Culpepper y más que mi querido barón. Vos me hiciste mujer de una manera que nunca me había imaginado. Vos me hiciste aprender cosas que ni siquiera imaginaba que existían , me hiciste más completa. Algunas cosas fueron difíciles, pero el placer y el amor... son maravillosos. Si no hubieses ido a Culpepper, no te habría conocido. Pero, a veces , sos un hombre muy duro, Sterling Renville. No hablas conmigo, no me cuentas sobre tus preocupaciones. Tengo que descubrir todo sola y escuchar detrás de las puertas para saber qué está sucediendo. Otras veces sos tan tierno y tan gentil. Me enseñaste conocer nuestros cuerpos y a amarnos sin reglas.<br />— Sólo as reglas del amor nos orientará , de ahora en adelante — él acarició su cara. — Sólo vamos a amarnos y a cuidarnos mutuamente.<br />— Y a conversar — ella agregó. — Hablarás conmigo, Renville?<br />— Sterling — él la corrigió, sonriendo. — Conversaré con vos, mi Treasure. Prometes escuchar?<br />— Lo prometo.<br />Sterling la besó, sellando el compromiso como si fuesen votos nupciales.<br />— Te gustó mi vestido dorado con volados en las mangas? — ella preguntó.<br />— Qué? — él se rió, mirándola desconfiado.<br />— Es sólo curiosidad. No dijiste nada respecto a mi apariencia. Parecía una dama ante tus ojos? Y el vestido rojo, y el de brocado?<br />Ele se rió nuevamente, deleitado.<br />— Sos mucho más dama de lo que piensas. El vestido dorado... — él miró sus pechos desnudos. — Antes o después que te bajases el corset ?<br />— Sterling! — ella dio una palmada en el hombro , él se rió todavía más, empujándola contra si y llevándola a la cama. La besó hasta que ella casi perdió la respiración y entonces respondió:<br />— Estaba increíble, eras la mujer más bonita de la fiesta. Y temía que algún hombre inconveniente intentase sacar provecho de tu inocencia. Tendría que pelearme — La solemne expresión de la cara de él hizo que Treasure comprendiese que estaba diciendo la verdad. — Y , respondiendo a su pregunta anterior, realmente me gusta ese vestido, Treasure — él dijo, bajando a cabeza para besarle los pechos .<br />Treasure cerró los ojos y arqueó el cuerpo, ansiando a Renville. Esa vez iban a amarse de otra manera, de una manera mucho más completa: con amor.<br />Se desvistieron y se acariciaron con los ojos y con las manos. Renville cubrió su desnudez con su cuerpo. Sus besos eran calientes y seductores, y ella se preparó para recibirlo como una novia en la noche de bodas, pues sólo ahora su unión estaba siendo efectivamente consumada.<br />— Todavía estás enojado porque gané todo ese dinero? — ella preguntó, antes de abandonarse completamente a la pasión.<br />El abrió los ojos , como se estuviese saliendo de un sueño.<br />— No hables más de eso, mi divino tesoro. No soportaría ser mantenido por una mujer.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-6507895781420930342010-11-16T11:10:00.000-03:002010-11-16T11:11:37.133-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 22 - BETINA KRAHNCAPITULO 22 <br /><br />— Wyatt? Wyatt Colbourne? — Treasure descendió la escalera de la casa de Londres, excitada por la oportunidad de ver un rostro conocido en medio de tantas personas que venían diariamente visitar Sterling.<br />Los dos días que siguieron a la llegada de ellos a la corte inglesa fueron de mucho frío y lluvia, y ellos habían podido tener un poco de sosiego para poner la casa en orden y descansar. Pero después las visitas comenzaron a aparecer , interesadas por la noticia de que ahora los Renville, marido e mujer, estaban en Londres.<br />Treasure se quedó sorprendida con tanto movimiento.<br />— Ellos vienen a ver Sterling — Larenda le explicó sucintamente.<br />— Por qué? — Treasure preguntó, mientras Larenda llenaba la tercer tetera de té y el cuarto plato con dulces.<br />— No estoy muy segura. Negocios, pienso. Dios cómo le gusta comer y beber a esta gente . Tendré que pedirle a Huddleston que busque más licor de cereza.<br />De ese modo, los días transcurrieron rápidamente. Cuando Sterling no salía de casa, permaneciendo encerrado con alguien en la biblioteca, mientras las esposas y las hijas de los visitantes tomaban té con las dos damas Renville. Todavía, Treasure era el foco de la apenas disimulada curiosidad de los aristócratas londinenses, y pronto se sintió asqueada de tanto tomar té y de necesitar preocuparse tanto con tanta etiqueta. Siempre que podía escapaba a una sala íntima para leer un buen libro. En ese lugarcito por lo menos, se sentía verdaderamente realizada; su marido además de ser un amante maravilloso, era también un hombre culto, y la biblioteca de la casa incluso era mas grande y mejor provista que la del barón en Culpepper.<br /><br /> Pero como todo en la vida, también había un lado negativo en Londres, veía poco Renville y tenía la sensación de que él siempre estaba ocupado, incluso para hacer el amor. Claro que cuando eso sucedía era maravilloso, pero Renville solía pasar las noches inclinado sobre los libros de contabilidad. Tal vez hubiese sido mejor haber vuelto a Rothmere. La única compensación eran las visitas que él le hacía de noche, cuando ella ya se había retirado a su cuarto.<br />Entonces , esa tarde, cuando supo que la visita era Wyatt Colbourne, se había olvidado de toda etiqueta y había corrido para verlo y darle un abrazo.<br />— Tre... Treasure! — él exclamó contento . — Dios... Sos vos ? — Wyatt se sintió un poco avergonzado y Treasure notó que el mayordomo miraba sorprendido el efusivo encuentro de los dos.<br />Wyatt le tomó la mano entre las suyas y se apartó para estudiarla.<br />— Dios! Sos vos ? No te habría reconocido.<br />— Oh, Wyatt, qué bueno es verte — ella lo tomó por el brazo para conducirlo a la sala de visitas donde Larenda los aguardaba pacientemente para servir el famoso té inglés.<br />— Estás encantadora, lady Renville — Wyatt no cesaba de admirar a Treasure. — Veo que, finalmente, Sterling fue persuadido de hacer las cosas adecuadamente en relación a vos.<br />— Si ahora tuviese que ser la señora Renville para vos, volveré a vestirme como antes, inmediatamente.<br />— No, por favor, Treasure — él se rió . — estoy aliviado, tu espíritu no sufrió la drástica transformación de tu apariencia.<br />— Tal vez — ella suspiró — hubiese sido mejor si hubiese cambiado también. Es muy cansador ser una dama.<br />— Bien, no logro imaginarte como una persona formal — Wyatt sonrió. — Apenas pude creer cuando me enteré que Sterling había llegado a Londres en compañía de su esposa que había traído de las colonias. La ciudad no tiene muchas novedades, y la noticia de tu llegada se esparció rápidamente.<br />Wyatt no mencionó, por supuesto, los rumores que acompañaban la noticia : que Sterling estaba tan enamorado de su esposa que no permitía que ella se fuese dormir sola ni dejaba que la gente se aproximase a ella. Los nuevos criados tenían la costumbre de distribuir rumores, y , mientras los antiguos criados no llegasen, las noticias continuarían corriendo .<br />— Quieres decir que no has visto a Renville antes de ese viaje?<br />— No sabía que él estaba aquí — Wyatt frunció el ceño. — Y no estaba seguro que a él le gustaría verme cuando partimos de Bristol... — la caballerosidad le impedía de hablar con franqueza, pero era obvio que Treasure sabía lo que había ocurrido entre los dos amigos. — Bien, sabes... <br />Treasure suspiró y lo condujo a la sala de visitas. Larenda se dio vuelta ante la llegada de ellos, con la tetera en las manos. Acabó tropezando con Wyatt, y la tetera cayó en la alfombra y Larenda habría caído también si Wyatt no la hubiese sujetado con firmeza. En el instante siguiente, Renville apareció en la puerta de la biblioteca junto de lord Serrelton. Presentaron a Larenda y a Wyatt rápidamente, y Larenda subió al cuarto para cambiarse de ropa, salpicada de té . Treasure iba a acompañarla, pero Larenda le dijo que no ser necesario. Cuando ella volvió a la biblioteca, lord Serrelton ya se había retirado.<br />— Treasure no es asunto tuyo — Sterling dijo.<br />— Yo sólo la estaba saludando, Sterling. Te olvidas de los buenos modales ? — Wyatt preguntó.<br />Le siguió un breve silencio.<br />— Aparentemente me olvidé — Renville murmuró. <br />Treasure lo imaginó pasando la mano por su cabello como frecuentemente hacía cuando contrariado. <br />— Siéntate, Wyatt. Ambos necesitamos un coñac.<br />— Ese era lord Serrelton... — dijo Wyatt.<br />— Si, él mismo. Tienes idea de lo que es ver a un hombre enriquecerse con tus consejos mientras yo cuento centavos? El dinero atrae al dinero, Wyatt. Y en este momento, todo lo que consigo juntar es para pagar los gastos diarios . Cuando volví a Devon, el tío Philamon había hipotecado Rothmere para financiar el cultivo de sus frutas exóticas! Te das cuenta ? Hipotecar Rothmere por esas frutas! Y Larenda gastó casi su mesada anual para redecorar su maldito cuarto!<br />— Larenda?!<br />— Ninguno de ellos tiene la mas mínima noción del valor de las cosas ni cuan cerca están de perder el techo que les da abrigo. Pasé la mayor parte de estos últimos dos meses lidiando con los acreedores para obtener más plazo. Entonces, fui a la casa de Eiderly y descubrí que gastaron una pequeña fortuna en la compra de ropas para Treasure.<br />— Ellos gastaron ? Quieres decir que no fuiste vos ? — Wyatt preguntó, sorprendido.<br />— Por qué esa obsesión con la ropa de mi esposa, Wyatt? Desiste de tu celibato y consigue una esposa para vos.<br />Wyatt se levantó de la silla bruscamente, y Renville se dio cuenta que había exagerado.<br />— Oh, por favor, Wyatt, termine de tomar el coñac. disculpame, fui grosero con vos. Estos últimos días han sido difíciles, un problema detrás de otro. Serrelton quiere que evalúe unos candidatos para marido de sus hijas. Está analizando las mejores ofertas! Es muy bueno poder conversar con alguien que no tenga segundas intenciones.<br />— Entonces debo retirarme — Wyatt dijo, lentamente. — pues también vengo a pedir tu ayuda.<br />El concepto de Renville respecto a ganancias y ventajas afloró en la mente de Treasure. Según él, todas las conductas en la vida tenía que ser dirigidas a un objetivo provechoso entonces, pensó, por qué daba consejos para que otros se hiciesen ricos? Y por qué no abandonaba al tío Philamon y Larenda a su propia suerte ? Renville ya no tenía ninguna esperanza de recibir la herencia y de conseguir un título de nobleza, y continuaba involucrándose con ella cada vez más.<br />— ...nadie me verá. He caminado por los corredores de la Bolsa de Cereales intentando hablar con la secretaria de la secretaria del director. — Las palabras de Wyatt habían traído Treasure de vuelta a la realidad. — Qué manga de imperialistas son ! Estoy en la cuerda floja, Sterling. Hace dos meses que no consigo ninguna respuesta a las peticiones que hice en favor de los clientes que represento.<br />— Es ese maldito embargo — Wyatt continuó: — Está estrangulando a nuestros plantadores. La Bolsa de Cereales teme que la producción de granos caiga en manos de los franceses. Prefieren mantener la cosecha en los puertos con el peligro que se pudran y arruinar a nuestros granjeros a arriesgarse a que esas cargas sean enviadas a Francia.<br />— Estamos en guerra con Francia... Primeramente por causa de las colonias que pidieron protección, y ahora están reclamando por los inconvenientes que eso le acarrea.<br />— Escucha, Sterling, los hombres están perdiendo sus tierras, su sustento, sus vidas, por ese embargo demencial . Para qué protección si no tienen nada más que defender? Siempre habrá crápulas que negocian por unos centavos, pero la mayoría es honesta y quiere vender sus productos por el precio justo. Vos sos uno de los plantadores, Sterling. Por qué crees que tu mercadería no tiene precio en el mercado?<br />Hubo un profundo silencio al final del cual Sterling se levantó de la silla, enfurecido.<br />— Yo no soy un plantador, ni un granjero, ni pertenezco a las colonias. Eso no tiene nada que ver conmigo!<br />— Tiene todo que ver con vos. Tienes tierra fértil en ese valle. Es tu herencia! Es todo lo que tienes y no vale nada, a no ser que le paguen el valor justo. No hallarás comprador en la actual coyuntura.<br />Renville se acercó a la ventana todavía con la copa de coñac en la mano. Tembloroso, se acordó de Culpepper, de todo lo que había vivido allá, del olor a heno y del delicioso coñac de anís. Las colonias todavía formaban parte de su vida, y las impresiones eran demasiado fuertes . Allá, Treasure había conquistado su corazón.<br />Wyatt sabía que había ido demasiado lejos. Notaba la rabia de Sterling en cada centímetro de su cuerpo robusto . No había nada que enfureciese mas a Sterling que el recuerdo de su conexión con las colonias. ?l se levantó , miró la copa vacía y se preparó para marcharse.<br />— Sabe qué es lo peor, Sterling? — Wyatt puso la copa vacía sobre la mesa. — Algún lord gordo y viejo de la Bolsa de Cereales está, indudablemente, interesado en mantener la producción de granos de las colonias fuera del mercado inglés. El embargo está acabando con nuestra economía, chupando nuestra sangre y probablemente engordando los bolsillos de una minoría. Por eso no quieren oír nada, codiciosos de mierda . Si Inglaterra no se despierta y no se da cuenta del daño que está causando a las colonias, va a arrepentirse un día. — Wyatt se dio vuelta para salir, contrariado. — Disculpame por haberte incomodado, Sterling. Por favor, enviale mis consideraciones a tu encantadora esposa.<br />— Mierda, Colbourne! — Sterling se interpuso entre la puerta y su amigo para bloquearle la salida. — Cómo te atreves a venir aquí decir todas esas cosas y marcharte sin darme la oportunidad de una respuesta? Qué carajo quieres de mí ?<br />— Tienes influencia, Sterling... Tienes contactos. Puedes conseguirme una audiencia... Tal vez hasta con alguien simpatizante de la causa, en la Bolsa de Cereales.<br />— Alguien simpatizante? — Sterling abrió enormemente los ojos . — Sos demasiado ingenuo , Wyatt. Realmente crees que alguien se va a interesar en defender a una minoría?<br />— Presentaré números, precios, cuentas y hechos.<br />— Y volverás a Filadelfia con todo eso. Puedo conseguirte una audiencia, Wyatt, pero s todo lo que haré .<br />— Te lo agradezco, Sterling. Será suficiente. <br />Sterling miró a su amigo, consumido por la lealtad y el espíritu de justicia en relación a las colonias que amaba. Los dos eran completamente diferentes, pero la amistad que los unía era sincera y fuerte. Y a Renville le gustaría mucho poder ayudar a Wyatt y a sus colonias, y , de esa forma, a Treasure y su gente .<br />— Será necesario más que sólo una conversación. Necesito ayuda. Deberá haber algo que haga que esas personas reformulen el problema y que decidan cambiar sus posiciones. Algo que haga que ellos comprendan las desventajas de este embargo.<br />— Si acepto ayudarte , Wyatt, no tendré nada de tus ideas moralistas — Sterling apuntó un dedo a su amigo — Y quiero eso bien claro. No existe ninguna nostalgia respecto a la propiedad que posee en tus amadas colonias. Será estrictamente para obtener alguna ganancia , y cuanto más rápido, mejor. Entiendes lo que quiero decir? Tus necesidades políticas y mis necesidades económicas coinciden . Si no te ayudo , tal vez tenga que quedarme con a propiedad de Culpepper por el resto de mi vida.<br />Treasure no oyó la respuesta de Wyatt. volvió a la escalera sin notar que había dejado sus zapatos cerca de la puerta de la biblioteca. Estaba confundida con todo lo que había escuchado . El duque estaba sin dinero, y los acreedores estaban golpeando la puerta. Sterling era escuchado por personas importantes, pero no obtenía ningún provecho para él. Todavía poseía Culpepper, odiaba las colonias, pero ayudaría a Wyatt. Eran muchas cosas para pensar .<br />Treasure sentía que había algo más profundo en Renville además de sus dotes físicas. Y ahora sabía qué era. Las personas venían a él para pedirle consejos, para discutir problemas y , a su manera, su amado marido ayudaba a todos. Le gustase o no, Sterling Renville también era un pensador y consejero , y eso la enorgullecía , no se había enamorado de un idiota sino de un hombre de gran valor.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-61328958057649216472010-11-15T11:32:00.000-03:002010-11-15T11:33:03.096-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 21 - BETINA KRAHNCAPITULO 21 <br /><br />— Viniste a controlarme, Renville? — Treasure preguntó, desafiante .<br />— No — él entró y cerró la puerta. — Parece que no hay cuartos suficientes. Tendré que pasar LA noche aquí. Dormiré en el piso .<br />Treasure se ruborizó, y Renville interpretó eso como una demostración de rabia.<br />— La camarera de Larenda vino ayudarme a desvestir y encontró la puerta trancada. Tuve que decirle que no precisaría de ella esta noche — ella cruzó los brazos sobre el pecho. — Pero no puedo desaprender la espalda del vestido. Necesito tu ayuda.<br />Sterling tragó en seco y se aproximó. Nunca sabía qué iba a suceder cuando estaba cerca de Treasure. Soltó los ganchos y Treasure se dio vuelta para agradecerle. Notó un brillo en la mirada de Renville, un brillo que ella conocía muy bien.<br />Entonces, se acercó al guardarropa y comenzó a desvestirse bajo la mirada atenta de Renville, quien se había sentado en una poltrona. Ella se sentó delante del tocador para soltar sus cabellos, y el recuerdo del perfume que exhalaba de los bucles lo perturbó .<br />Hechizado, Renville la vio acercarse y decir algo sobre cordones. Se dio cuenta que ella le daba la espalda nuevamente y quitaba el cabello a un costado para que desate el corset. ?l se levantó y obedeció.<br />Sin notar el efecto que causaba en él, Treasure se quitó el corset como si fuese una segunda piel . Sus movimientos eran naturales y fluidos, como en esa primera noche en la orilla del río. Sin ninguna duda, estaba delante de una mujer muy deseable. Y esa era su esposa!<br />Treasure se sentó para quitarse los zapatos, pero él le impidió hacerlo.<br />— No. Ya que te estoy ayudando, también voy a sacarte los zapatos — Renville murmuró, poniéndose de rodillas y sujetando el pie entre las manos.<br />Antes que ella se hubiese dado cuenta de lo que estaba sucediendo, Renville le levantó el pie y besó el tobillo, la pierna... el muslo . Treasure apenas podía respirar. A continuación, repitió las mismos caricias con el otro pie y , sin avisar, la tomó en brazos y la llevó a la cama. Se acostó y se sentó al lado de ella. Levantó la camisa y corrió la liga que sujetaba sus medias, y mientras la media se deslizaba , él besaba su piel desnuda. Cuando el pie quedó libre, lo besó también.<br />Treasure había llegado a su limite. Sujetó la cabeza de él entre sus manos e hizo que él la mirase. Los ojos de Renville brillaban de deseo, y ella lo acercó para besarle los labios con ansiedad. En ese momento, sabían que habían llegado a un punto desde donde no había más retorno, estaban ambos dominados por el deseo, y sólo les restaba dar rienda suelta a las sensaciones que incendiaban sus cuerpos y torturaban sus almas.<br /><br /><br />Sterling despertó primero. Cerró los ojos e pensó nos meses que había pasado deseando Treasure y luchando contra su orgullo.<br />Treasure se movió en los brazos fuertes y lo miró .<br />— Eres maravilloso, Renville — murmuró, como si hubiese hecho un feliz descubrimiento . Cuando lo vio reír, ella se sonrojó y preguntó: — Tus masajes en los pies fueron increíbles. Cómo sabes eso?<br />— Yo ... Practiqué.<br />— Oh... — ella se mostró decepcionada.<br />— Aunque últimamente no he practicado mucho.<br />— Sabes, cada vez que estamos juntos yo aprendo algo — ella confesó, sonriendo cándidamente.<br />— Es verdad. Aprendes, y cómo aprendes.<br />— Quiero decir, sobre los tobillos y los dedos de los pies y ... las otras partes. Nunca pensé que ciertas partes pudiesen ser tan sensibles. Sientes lo mismo?<br />— Yo ... no sé. Es decir , nunca... — él tragó en seco, debido al rumbo que la conversación estaba tomando. — No es común para una esposa. Quiero decir, los hombres no hacen eso con sus esposas.<br />— Nadie nunca te hizo eso ? — Treasure preguntó, sorpresa.<br />El aristocrático Sterling Renville se sonrojó hasta la raíz del cabello. Su silencio fue la respuesta.<br />Treasure descendió hasta las piernas de su marido y comenzó a hacerle masajes circulares en los dedos de los pies.<br />— Treasure, no... — Renville murmuró, pero se calló, incapaz de continuar.<br />Y Treasure empezó a besarle los pies, llegando hasta las rodillas y muslos musculosos. Cuando ella trató de apartarse, él murmuró su nombre, y no fue sorpresa para Treasure cuando Renville se acostó sobre ella, devorándole los labios.<br />Cuando logró respirar nuevamente, Treasure preguntó:<br />— Te gustó ?<br />— Hum — él gimió, e hizo el amor con ella de una manera que nunca había hecho antes.<br /><br /><br />Treasure despertó y no vio Renville en la cama. Se sentó, creyendo que él se había marchado. Pero el baúl de cuero con sus pertenencias continuaban allí. Súbitamente, miró a su alrededor y miró uno de los rincones del cuarto.<br />El estaba sentado en una poltrona, con las piernas extendidas, la cabeza apoyada en el respaldo y los ojos cerrados.<br />Ese era el momento que Treasure temía. ?l la amaba y después volvía a colocar la enorme barrera entre los dos.<br />Pero no esa vez! Esa vez ella no permitiría que lo hiciese. Salió de la cama. Hacía frío y sus pezones se pusieron rígidos. fue al guardarropa y tomó un camisón de seda. Se sentó frente al espejo y cepilló sus cabellos. Un minuto después, sintió las manos de Sterling en sus hombros. Lo miró , sorprendentemente parecía muy sereno. Treasure sintió un gran alivio. ?l todavía era de ella.<br />— Pedí café y chocolate — él dijo. — No comiste mucho anoche .<br />— Estaba... muy nerviosa — ella susurró —, intentando recordar como hacer todo correctamente.<br />El dejó de acariciar su espalda, y Treasure se arrepintió de haber dicho aquello.<br />— Hay muchas cosas que recordar , no ? — Renville preguntó, sin dejar de acariciarla. — Estás maravillosa con ese camisón — él pasó los dedos por el contorno de sus pechos.<br />— Larenda lo escogió — ella susurró. — Ella dice que a los hombres les gusta estas cosas.<br />— Si ? Ella tiene razón . No esperaba eso de Larenda.<br />— Me vas a amar otra vez?<br />— Estoy considerando esa posibilidad.<br />— Bien, si lo decides, prometeme una cosa...<br />— Qué? — él levantó el mentón de ella.<br />Qué podía querer Treasure después de las cosas que le había hecho la noche anterior? Renville nunca había sentido tanto placer. Si ella decidiese cobrarle , él pagaría cualquier precio.<br />— Prometa que no... te arrepentirás después.<br />— Lo prometo — él murmuró, besando sus labios, nariz y frente.<br />A continuación la tomó en sus brazos y la llevó a la cama, donde la amó con mucha ternura.<br />Renville cumplió la promesa que había hecho y no pareció arrepentirse de haber hecho el amor. Su conducta superó las expectativas de Treasure. Pero sus esperanzas fueron destruidas cuando lo oyó dar órdenes para que trajsen a carruaje del duque.<br />— Voy a llevar a Treasure a Rothmere — él le explicó a su tío —, después vuelvo a Londres, donde tengo por lo menos un mes de trabajo. Debes quedarte unos días más para mantener las apariencias.<br />El duque sacudió la cabeza, pareciendo decepcionado, y Larenda no dijo nada. Treasure miró a Sterling repentinamente irritada porque él quería llevarla de vuelta a Rothmere para dejarla sola.<br />— Puedes llevarme de vuelta a Rothmere si es lo que quieres , pero yo no lo haría — Treasure declaró, mirando significativamente a Larenda. — Fui educada para comportarme de un modo más libre si no estoy bajo la supervisión adecuada.<br />— Vos ... qué? — él frunció el ceño, sorprendido.<br />— ?ltimamente, debes haber notado, Larenda está actuando de un modo diferente. Y el duque, bien... ?l es bastante permisivo en relación a mí. Estás seguro que puedes confiar en mí ?<br />— No seas absurda, Treasure. vas a a Rothmere y te vas a comportar como una dama.<br />— Yo ? Una dama? Te estás olvidando, Renville. Soy una libre pensadora . Por otro lado, probablemente yo hallaría Londres bastante atractivo . Con tantos descubrimientos para ser hechos estaré demasiado ocupada como para comportarme mal. Y bajo tu eficiente orientación estoy segura que aprenderé mucho.<br />Treasure intentaba hacer que él la considerase su esposa no sólo para el placer.<br />Renville puso las manos en la cintura y se quedó pensativo. Tendría que aceptarla en su vida o perderla para siempre. Y la vida sin Treasure era impensable.<br />Cuando la miró nuevamente, Treasure dio un paso hacia él. Su expresión era serena, como si estuviese preparada para lo peor. Renville miró esos ojos encantadores y capituló .<br />— Mandaré el carruaje de vuelta de Londres en uno o dos días para llevarlos — él le dijo al y a Larenda.<br />— Oh, gracias, Renville! — Treasure arrojó los brazos alrededor del cuello de su marido y lo besó en los labios.<br />Dos grupos de personas se detuvieron en el pasillo para observar la escena. Renville la abrazó rápidamente e intentó no mostrar vergüenza.<br />— Una cosa mas — Treasure le guiñó un ojo a Larenda. — Si no llevamos a Larenda con nosotros ella probablemente hará algo desesperado , como escapar con Vance Montreaux, por ejemplo.<br />— Oh — Larenda balbuceó. — estaba pensando en eso justamente !<br />— Está bien — Renville miró a Larenda. — Quieres venir con nosotros también? — él le preguntó a su tío.<br /><br /><br />La casa del duque de Rothmere en Londres era una pequeña, pero muy elegante , instalada entre otras casas suntuosas. Londres era el centro del mundo, pero, al mismo tiempo, un lugar donde todos se conocían y las historias se esparcían rápidamente.<br />Huddleston, el mayordomo, no esperaba a Renville de vuelta tan pronto y acompañado. Había dado día libre a los criados y no había en la cocina provisiones suficientes para una buena comida. La solución fue preparar una cena fría.<br />Pronto, todos se enteraron de la llegada del barón Renville y sus acompañantes.<br />El mayordomo canoso los llevó a los aposentos que Renville estaba ocupando y prometió que, a la mañana siguiente, abriría toda la casa para ventilarla.<br />Larenda investigó las condiciones de los otros aposentos, mostrando a Treasure parte del segundo piso.<br />Se hizo evidente que Renville sólo había usado su cuarto y la biblioteca, y Treasure se sintió aliviada. No debía haber llevado compañía femenina allí, lo que, por si solo , ya era un avance.<br />— Por Dios , Sterling — Larenda debería haber llegado a la misma conclusión — Estás aquí hace dos meses y no abriste toda la casa?<br />— Mis necesidades eran sencillas. Sin anfitriona no recibí nadie.<br />Hubo un extraño intercambio de miradas entre Sterling y el mayordomo cuando Treasure dijo que su baúl debería ser colocado en el cuarto de Renville.<br />— Qué hice mal ? — Treasure le preguntó a Larenda, cuando el mayordomo se alejó.<br />— Los caballeros y sus esposas no suelen compartir el mismo cuarto. Fue culpa mía . Olvidé decirte eso .<br />— la pareja no duerme en el mismo cuarto? Y como ellos... — Treasure vio a Larenda ruborizarse. — Robert y vos dormían separados?<br />— No estuvimos casados durante mucho tiempo; menos de seis meses, y él no era... un marido muy exigente. Había señales, como una bata extendido en la cama o vino en la mesa de luz para... Bien, ya sabes. <br />— Qué extraño. En Culpepper una pareja siempre duerme en la misma cama.<br />— Si ? — Larenda pareció sorprendida. — Bien, creo que aquí eso no funcionará. Imagine al caballero viendo a su esposa desvestida y con el cabello despeinado... Sería muy vergonzoso.<br />Fue el turno de Treasure de sentirse admirada. Renville era un perfecto caballero, pero nunca se había sentido avergonzado por verla desvestida y despeinada. Tal vez fuese Larenda quien tuviese esa opinión, o su marido Robert.<br />Era mejor acabar con el tema . Entonces, esa noche, Sterling fue a la cama tarde, después de quedarse durante un buen tiempo en la sala de visitas tomando coñac. El cuarto estaba a oscuras, y Treasure se aproximó a su marido en silencio.<br />— No sabía sobre los cuartos separados... disculpame — ella se sentó sobre el regazo de Renville, apartando el cabello del rostro anguloso. — Larenda dice que debemos dormir en camas separadas para que vos no te sientas avergonzado, y que hay ciertas señales para...<br />— Tengo que agradecerle a Larenda por haber sido tan útil — él murmuró, abrazándola. — Si, hay señales... Esta es suficiente?<br />Los dos se besaron y , como siempre, Treasure se abandonó a las caricias de él, quien la cargó a la cama donde iniciaron otra noche de amor. Las caricias se intensificaban en el afán de consuma el acto de amor, pero Renville súbitamente se detuvo , se quedó de costado y miró a Treasure.<br />— Algo... mal ? — ella preguntó.<br />— No — él susurró, acariciándole los pechos. — Sólo deseo prolongar tu placer.<br />— Puedes... hacer eso?<br />— Claro que puedo — él la besó tiernamente. — Sabes, hay miles de maneras de hacer el amor!<br />El modo en que Treasure lo miró lo hizo inclinar a cabeza hacia atrás y soltar una sonora carcajada.<br />— Si ? Tantas ?<br />— Por lo menos un millón , mi tesoro — él continuaba riendo.<br />— Y ya te diste cuenta que hasta ahora sólo usamos siete maneras? — Treasure preguntó, riendo también.<br />— Dios... — él cerró los ojos — Ella las contó!Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-47239162254135707182010-11-14T10:19:00.001-03:002010-11-14T10:19:53.784-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 20 - BETINA KRAHNCAPITULO 20 <br /><br />Glenmoral, la majestuosa casa de campo del marqués de Eiderly tenía arcos clásicos y estaba rodeada por jardines y árboles frondosos.<br />Treasure había encontrado dos maravillosos libros sobre arquitectura en la biblioteca del duque y ahora intentaba apreciar todo lo que veía, para disminuir la tensión respecto a lo que podría tener que enfrentar.<br />Otros invitados circulaban por el gran hall de entrada y prestaron atención a su llegada, curiosos por conocer a la joven esposa de Sterling Renville. El mayordomo le pidió el abrigo, y Treasure repasó mentalmente su ropa por enésima vez desde que había salido de Rothmere, esa mañana.<br />La conversación animada se redujo a un susurro cuando la llegada de ellos fue anunciada.<br />— El duque de Rothmere, lady Larenda Winderleigh-Avalon Renville y la señora de Sterling Renville.<br />Treasure extendió la mano al marqués de Eiderly, sonriendo.<br />— Esta es la esposa que Sterling trajo de las colonias? — el marqués preguntó, sonriendo deleitado al observar la cara encantadora. En una única mirada él evaluó su vestido, así como su cuerpo perfecto. — Ella es una joya, Rothmere. Pero Sterling siempre tuvo un fino gusto para las mujeres. Y él... No está con ustedes ?<br />Mi sobrino llegará más tarde — el duque informó, mirando a sus dos acompañantes.<br /><br />El duque había recibido la invitación del marqués y se la había enviado a Sterling, en Londres. Últimamente, Philamon no frecuentaba reuniones sociales, y por eso Sterling estaría pensando que debía sería el único representante de la familia y se sentiría na obligación de asistir.<br />Entraron en le gran salón, el marqués ladeado por Larenda y Treasure, tomado del brazos de ellas. Pronto el salón era sólo comentarios por la aparición del duque, por la belleza de la señora Renville y por la generosidad de Larenda Avalon Renville en comparecer, a pesar del rompimiento de su noviazgo con Sterling.<br />Treasure sonrió y trató de recibir estoicamente las felicitaciones por el matrimonio. Pronto fue conducida a un sofá cerca de la chimenea y <br /> se vio rodeada por elegantes caballeros. Todos querían hablarle y llamar su atención, pero fue un caballero que se sentó a su lado quien se hizo oír.<br />— Es difícil creer que venga de las colonias. Su inglés es refinado y muy bueno , señora Renville.<br />Treasure se dio vuelta y respondió con un proverbio... en latín.<br />— Cielos, Ponsenby, ahora sé como ella lo capturó — lo provocó uno de los caballeros, sonriendo.<br />Todos rieron , y el marqués, que se aproximaba, también sonrió y ofreció el brazo a Treasure para apartarla del grupo animado. En pocos minutos, todos sabían que la señora Renville hablaba latín , lo que suscitó mucha curiosidad y admiración entre los presentes.<br />Larenda y el duque se aproximaron y , sutilmente, la muchacha le recordó a Treasure usar el abanico para apartar a los curiosos que se acercasen demasiado.<br />Treasure continuó siendo presentada a la gente , hasta que no soportaba más el dolor en los pies. Suspiró aliviada al retirarse al cuarto de huéspedes para vestirse para la cena.<br />Durante la cena, fue interrogada por el marqués y por el influyente sir Alfred Patten, de la Bolsa de Cereales de Londres, sobre as colonias e sobre su familia. Ella ya había ensayado todas las respuestas, y su padre se transformó en un gran agricultor y el querido barón Renville un viejo amigo de la familia.<br />Todo estaba saliendo muy bien , Larenda afirmó, abrazándola en el momento de retirarse . Su alumna había sido un éxito, pero Treasure estaba demasiado cansada como para saborear esa pequeña victoria.<br /><br /><br />— Veo que volviste de las colonias triunfal — dijo el marqués, al saludar a Sterling a la tarde del día siguiente. — Sos un hombre de suerte, maldito canalla!<br />Sterling se sintió confundido y frunció el ceño.<br />— Tu esposa, la señora Renville... Ella es encantadora!<br />Si él ya estaba confundido, se sintió todavía más perplejo después de oír ese comentario, y pronto se vio rodeado por un grupo de personas que repetían las palabras del anfitrión. Agradecía todas, pero continuaba sin entender nada. Treasure se encontraba allí ? Cómo eso era posible? Tío Philamon había enloquecido ?<br />Decidió buscarla. recorrió los salones, fue a la biblioteca, al comedor y a los otros cuartos, pero no la encontró. Sólo entonces se acordó que buscaba a una mujer mal vestida y con los bellos cabellos castaño dorados sueltos o sujetos en una enorme trenza. Continuaría vestida como cuando la había dejado?<br />Dios , cómo ella había llegado allí ? Y cómo iba a sacarla de allí sin crear una escena?<br />De repente, Sterling fue interceptado por lord Clayton James, y la palabra "bella" fue repetida varias veces. Por primera vez, se dio cuenta que todos hablaban en belleza y elegancia, sin escarnio o desprecio.<br />— Dónde puedo encontrar a mi esposa? — finalmente le preguntó al marqués.<br />Le indicaron el gran salón, y fue allá hacia donde Renville se dirigió. Pronto la vio en el medio de una rueda, conversando y ... para su gran sorpresa, ella parecía completamente diferente. Usaba un vestido de seda coral, cuyo escote realzaba el pecho perfecto. Los cabellos estaban sujetos en un rodete bajo y flojo, con algunos bucles cayendo a los costados del rostro de piel aterciopelada. Los ojos violeta brillaban, y ella se abanicaba graciosamente . Todos en la rueda, hombres y mujeres, rían, y ella estaba levemente ruborizada.<br />Si , ahora definitivamente ella era Treasure Renville, y él sintió el corazón dar un salto dentro del pecho, experimentando una mezcla de orgullo y admiración por esa mujer. Sintiéndose observada, Treasure miró a su alrededor y lo vio . Sus miradas se encontraron y ellos se miraron por un largo momento antes que Sterling diese un paso en su dirección, primero lentamente, después más rápido, y más rápido, como si no pudiese aguantar la ansiedad . Todos dejaron de conversar para ver al buen mozo Sterling Renville acercarse a su adorable esposa.<br />— Sterling? — Treasure le ofreció la mano, que su marido tomó y llevó a los labios. Al sentir la breve caricia, ella se estremeció, y su reacción fue observada por lord Edgar Trexel, un famoso chismoso.<br />— Mi Treasure — Renville la saludó. — Debo hablar con vos, querida. Les pido permiso , pues hace algún tiempo que no tengo el placer...<br />La frase fue acompañada por sonrisas masculinas maliciosas y Renville tomó el brazo de su esposa y la condujo afuera del salón.<br />— Puede caminar más lentamente? No puedo acompañarte. Estoy descalza y pateando los zapatos debajo de la falda.<br />— Y eso no es natural para vos ?<br />— No pude evitarlo. Me sorprendiste. Y me había sacado los zapatos un poco para descansar los pies. Según Larenda, todas las mujeres hacen eso. Es común.<br />Renville miró a su alrededor y vio un pequeño sofá cerca de una ventana. La Condujo allá.<br />— Ponte los zapatos y después ve a preparar tus cosas para partir.<br />— No puedo. No puedo agacharme.<br />— Siéntate!— él le ordenó, hincándose sobre una de las rodillas para calzarle los zapatos.<br />Cuando terminaba de ponerle le segundo, una joven pareja se aproximó y vio a Renville arrodillado, con la mano por debajo de la falda de Treasure, sujetando su tobillo.<br />La dama emitió un jadeo de sorpresa y la pareja se retiró, como si los hubiese sorprendido en una situación impropia.<br />— Lo siento mucho, Renville, yo no...<br />— Dios del cielo, deberías haber dicho algo. Pronto todos sabrán que yo te estaba sujetando el pie en público. Si no te conociese mejor diría que fue a propósito.<br />— Pero yo ...<br />— Después de esto, ya no puedo llevarte a casa esta noche. Tendremos que quedarnos por lo menos hasta mañana. Con quién viniste?<br />— El duque nos trajo, a Larenda y a mí . llegamos ayer.<br />— Y qué hiciste para adquirir tanta notoriedad ? — Pero antes que ella pudiese responder él dijo: — Eso no importa ahora. No quiero saber. Vamos.<br />Los dos se dirigieron al gran salón y se quedaron uno al lado del otro como dos estatuas. Fue así como Larenda y el duque los encontraron , unos minutos más tarde.<br />— Entonces, viniste ? — preguntó el duque, de buen humor .<br />— Si — Renville los llevó a un salón vacío y cerró la puerta. — Qué significa esto?<br />— Bien — el duque buscaba una respuesta plausible —, gracias a Treasure mi huerta está maravillosa . Además , recibimos un invitación irrechazable. Te la envié a vos y te estábamos esperando.<br />— Y nos pareció una perfecta oportunidad para presentar a Treasure en sociedad — Larenda sorprendió a todos interviniendo.<br />— Entonces tal vez pueda explicar lo que significan esas ropas extravagantes que Treasure está vistiendo.<br />— Si, puedo — Larenda lo enfrentó. — El duque y yo compramos un guardarropa para Treasure con algo dinero ahorrado . Pero qué pasa, Sterling? Nunca te vi tan contrariado. Después de todo , lo gastamos para la presentación de Treasure en sociedad...<br />— Fue una pérdida de tiempo y dinero. Treasure no frecuentará la alta sociedad. Ella vuelve a Rothmere mañana, cuando amanezca, y permanecerá allá. Todo lo que han hecho fue inútil.<br />Treasure abrió la boca, pero nada dijo. No soportaba ese tipo de situación. Discutían sobre ella como si ella no estuviese presente. Ofendida, levantó el mentón y se retiró con pasos rápidos. Ni el llamado de Renville la hizo volver.<br /><br />Después de una larga conversación consigo misma, Treasure apareció para la cena con un vestido de terciopelo dorado que acentuaba el color de sus cabellos y el brillo de sus maravillosos ojos violeta. Renville la había desmerecido . Había si do devastador, pero ella había pensado mucho en sus nuevas conquistas y en la manera en que todos la habían aceptado como una dama y decidió que no era momento de volverse atrás. Sólo Renville la rechazaba.<br />Sólo había una explicación para la conducta de él. Sterling no quería aceptar su transformación. Era lo mismo que cuando él la amaba físicamente. Él la deseaba, pero se odiaba por eso. Él la quería a pesar de que el casamiento hubiese sucedido contra a su voluntad. Y ella lo quería más que a cualquier otra cosa en el mundo. Debía haber algo que pudiesen hacer para resolver el problema. Dios, el amor era muy complicado. Como actuaría otra mujer , no siendo una intelectual ?<br />Cuando fue hacia la enorme escalera para bajar para la cena, Treasure estaba determinada a luchar para tener a Sterling Renville a cualquier precio. Con el razonamiento lógico de siempre, llegó a la conclusión de que podría usar los temores de Renville en relación a su conducta para vencer sus defensas. Cuando Sterling la recibió al pie de la escalera, ignorando todas las convenciones para escoltarla al comedor, ella sonrió disimuladamente.<br />Las atenciones fueron desviadas cuando el duque se levantó y anunció la presentación de un regalo para el anfitrión. Él introdujo en la sala dos criados que traían una bandeja de plata cubierta. Descubrió la bandeja y mostró una enorme ananá, fruta rara en Inglaterra, en razón del clima adverso.<br />El marqués se levantó para apreciar el regalo del duque, en medio de aplausos por la su habilidad como horticultor.<br />— El crédito no es sólo mío — Philamon Renville dijo, ruborizado. — Mi sobrina, Treasure, fue una inspiración. Ella entiende mucho de agricultura.<br />— Si ? — el marqués y todos los demás miraron a Treasure. — Y usted se atribuye el éxito, señora Renville? Trajo algún secreto da colonia?<br />— Oh — ella se sonrojó, pero se mantuvo firme, a pesar de que Renville le estaba apretando el brazo. — No, mi lord. Sospecho que sólo sea la alta calidad del estiércol inglés.<br />Todos rieron con la respuesta, disfrutando del ingenio súbito de ella.<br />Después de la cena, Sterling trató de conducirla a la escalera para que subiese al cuarto.<br />— No seas absurdo, Renville, si no aparecemos para conversar habrá comentarios.<br />— Entonces no converses con nadie, escuchaste ? Sólo quedate a mi lado.<br />— Debo seguir tu ejemplo y ser ruda con sus amigos y tiranizar a tu familia? Tal vez sea mejor que me vigiles para asegurarte que me comporto bien. — ella aprovechó su momento de sorpresa para desprenderse de él y dirigirse al salón principal.<br />Segundos después Renville se apostó a su lado nuevamente.<br />Después de quedarse en el salón conversando un poco, Renville dijo que era hora de retirarse y la acompañó hasta la puerta del cuarto, avisándole para estuviese lista para partir a la mañana siguiente. Treasure se sintió en el fondo del abismo. Durante toda la noche se había comportado como una perfecta dama, pero él había mantenido su mirada de desdén . Sería que sus esfuerzos habían sido en vano? No tendrían la menor oportunidad de ser felices juntos?<br />— Bien, por supuesto... Sólo pensé que ... — Sterling hablaba con el mayordomo a respeto a las acomodaciones para esa noche.<br />— Tenemos la casa llena — el criado dijo —, y nos tomamos la libertad de colocar sus pertenencias en el cuarto de la señora Renville. Le pido disculpas por la inconveniencia.<br />— No, por supuesto... entiendo. Olvídelo .<br />Dios, qué contratiempo. Era dormir con Treasure o ser atrapado durmiendo en un sofá a la mañana siguiente y pasar por humillación más. No tuvo otra alternativa a no ser subir al tercer piso para compartir el cuarto con su esposa. Se detuvo por un largo momento en la puerta, antes de insertar la llave en la cerradura.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-13169652898896120022010-11-13T12:13:00.001-03:002010-11-13T12:13:58.737-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 19 - BETINA KRAHNCAPITULO 19<br /><br />Dos días más tarde, Treasure enfrentaba una situación con la cual nunca se había encontrado antes. El descubrimiento de su inmenso amor por Renville sólo sirvió para demostrarle cuan difícil su situación era. Por primera vez en su vida no sabía qué hacer ni lograba pensar lógicamente . Sólo sentir. Sentir dolor, mucho dolor.<br />Todavía ayudaba al duque en los jardines y en la huerta, pero sin el entusiasmo de antes. Vagaba por los jardines y por la casa como si estuviese inmersa en una neblina espesa e impenetrable hasta que un día, pasando por el pasillo que llevaba a la sala de visitas, oyó voces angustiadas. Llegó a la sala a tiempo de ver a Larenda luchando y empujando a un hombre para alejarlo .<br />— Discúlpenme — ella finalmente logró decir. — No sabía que la sala estaba ocupada. No me demoraré mucho , sólo voy a tomar un libro.<br />— Cómo te atreves a entrar sin pedir permiso? — el desconocido vociferó, soltando el brazo de Larenda y dándose vuelta hacia la puerta con una mirada beligerante. — Sal inmediatamente!<br />— Saldré cuando haya tomado mi libro. Larenda, puedes ayudarme ?<br />— Cómo te atreves? — él la enfrentó, obviamente tomándola por una de las criadas.<br />— Oh, no... — Larenda intervino. — Vance, por favor... Esta es tu nueva prima, Treasure Barrett, la esposa de Sterling. — Ella se apresuró a ponerse al lado de Treasure y a tomarle la mano. — Treasure, este es el otro sobrino del duque, Vance Montreaux. ?l es hijo de la hermana del duque, Meredith.<br />— Esta es la esposa de Sterling? — Vance no pudo esconder su sorpresa. — Disculpa , señora Renville — él se acercó elegantemente, sin lograr disimular su arrogancia. Era más bajo que Sterling y tenía cabellos oscuros. — La confundí con ...<br />— Estoy vestida para hacer jardinería, señor—Treasure dijo, mientras el dandi tomaba su mano con reverencia.<br />— Oí decir que el primo Sterling se había casado... en las colonias, y vine directamente desde Sussex para darle mis felicitaciones. — Miró a Larenda de una forma atrevida. — Y espero que pronto él pueda felicitarme por el mismo motivo.<br />— Está por casarse también? — Treasure preguntó.<br />— Todavía no fue formalmente anunciado, pero tengo confianza en que pronto será — dijo en un tono burlón, antes de ir hacia Larenda, tomarle la mano delicada y colocarla sobre su propio pecho. — Mientras esté aquí, aprovecharemos para conocernos . — él miró a Treasure. — ahora, si me permiten , debo saludar a mi tío. Sólo los deberes del título hacen que me aparte de mi futura esposa — él atrajo a Larenda y la besó apasionadamente. — Mi querida, apenas puedo esperar para verte nuevamente en la cena — él gimió y se retiró , sin mirar a Treasure.<br />Larenda se quedó inmóvil, y Treasure la condujo a una silla.<br />— Vos... vas a casarse con él ?<br />— él... quiere — Larenda pasó un pañuelo de encaje por las sienes húmedas y por el cuello. — Es un modo de presionarme . No soporto cuando me toca. Estoy segura que...<br />— Que no podrías ser su esposa ? — Treasure completó.<br />— Vance es sobrino del duque, el mismo grado de parentesco que Sterling, y siempre deseó heredar el título. ?l no tenía posibilidades , pues yo me iba a casar con Sterling. Pero ahora... bien, hay que convenir que es rico, tiene amigos influyentes, no es feo y está interesado en mí. No sé por qué me siento de ese modo en relación a él. Pero no puedo evitarlo .<br />Treasure no pudo dejar de pensar que era un problema mas que su matrimonio con Renville había provocado.<br />En la cena de esa noche, Vance Montreaux observaba a Treasure y a Larenda. El duque parecía distraído y no paraba de explicar a su sobrino sobre las plantas que había importado para su nueva huerta. Vance prestaba atención, sin esconder su impaciencia.<br /><br /><br />En los días que siguieron , Larenda no había dejado que Treasure se alejase de ella durante el día, e después de la cena siempre alegaba cansancio y se retiraba al cuarto, donde se encerraba. Sin poder presionarla, Vance decidió partir a Cornualles , lo que alivió a Larenda visiblemente .<br />— Me gustaría tener tu fuerza, Treasure — ella murmuró. — Me gustaría enfrentar a Vance del modo que vos lo hiciste . Gracias a Dios vos te casaste con Sterling. ?l me habría hecho pasar un infierno en la noche de bodas.<br />— No, él no haría eso. — Treasure miró a Larenda. — Sterling es maravilloso, un amante cariñoso... — ella se detuvo y parpadeó. — Me gustaría tener tu educación, Larenda. Tal vez , si supiese como comportarme, Sterling no habría partido.<br />— Mira , Treasure. Parecemos patéticas.<br />— Larenda, eso es absurdo. Vos tienes todas las cualidades que una buena mujer debe tener. Sos educada, bondadosa y tienes muchos talentos.<br />— Oh, no creo que tenga talentos.<br />— Claro que los tienes . — Treasure pensó un poco y continuó: — Sos una artista. Sabes pintar y bordar. Y tienes modales impecables. Sos bella, Larenda! Sos generosa y tienes un buen corazón. Y cuidas del duque con mucho cariño. Posees todas las cualidades que una mujer debe tener. Lo que te falta es mas confianza en vos misma . Y eso puede ser resuelto.<br />— Te parece? <br />Hablar sobre el problema de Larenda hizo que Treasure pensase en su propia situación. Si la confianza en uno mismo podía ser adquirida, por qué no los buenos modales ?<br />— Larenda, es muy difícil convertirse en una dama?<br />— No lo sé, yo nací así.<br />— Bien, es más difícil que... digamos, que aprender el Teorema de Pitágoras?<br />— No tengo ni la mas mínima idea.<br />— Yo aprendí francés y portugués en un año. El barón decía que yo puedo aprender cualquier cosa que me proponga. No nací dama, pero tal vez pueda transformarme en una. Quizás... si no avergüenzo a Sterling, él pueda comenzar a... aceptarme.<br />— Bien, tu apariencia puede ser mejorada — Larenda observaba a su amiga. — Me di cuenta que pareces usar siempre el mismo vestido. También debes aprender modales en la mesa, el uso de los cubiertos , el modo de caminar y ... tus cabellos son lindos, pero podríamos...<br />— Entonces me vas a ayudar? Soy una intelectual , Larenda, puedo aprender cualquier cosa. Y yo te ayudaré a ser más confiada . Podemos hacer eso. Sé que podemos!<br />Las dos pasaron la tarde planeando como serían las clases que darían una à otra. Le contaron al duque y a él pareció gustarle la idea. Pero había algunos costos involucrados para que lo planeado funcionase. El duque llegó a la conclusión que podrían ahorrar con los jardineros, y con algunos gastos de Larenda, y todos consideraron que podrían tener éxito.<br />Larenda llamó a su costurera, madame Dupree, de Bristol, y le encargó un guardarropa completo. Madame estudió a Treasure, su color de piel, sus ojos y su cabello. Había traído una gran variedad de telas maravillosas y parecía que todo combinaba con la tez clara y los ojos violeta de Treasure.<br />Larenda resultó ser una consumidora cuidadosa, evaluando la cualidad de las telas, además de su belleza, y Treasure admiró su habilidad.<br />— Cielos, Larenda, no logro respirar... — Treasure susurró, al probar su primero corset.<br />— Claro que puedes. Respira más veces y menos profundamente. Y , cuando hables, su voz deberá ser una especie de susurro. Los hombres lo encuentran irresistible.<br />Era la primer clase. La segunda clase fue como caminar como una dama.<br />— Da pasos cortos y siéntate con cuidado, para no arrugar la ropa. Siéntate en el borde del sofá y recuéstate con delicadeza.<br />— Es como vivir dentro de un barril! — Treasure protestó horrorizada. — Ni siquiera puedo agacharme .<br />— Bien, no debes agacharte . Tienes criados para eso. El uso de corset está restringido a fiestas y bailes, pero mientras no te acostumbres a él, lo usarás diariamente.<br />En ese momento Treasure se dio cuenta que Larenda sabía dar órdenes y tomar decisiones.<br />— Por qué usar tantas enaguas y ropa interior que resaltan los pechos? — ella preguntó, curiosa.<br />A los hombres les gusta — aseguró Larenda. — Pero nunca levantes tus faldas de modo de exhibir tus tobillos. Eso es considerado como una invitación a los avances masculinos.<br />— Si ? — Treasure se mostró sorpresa.<br />— Ninguna dama hace eso. Oh, los codos también.<br />— Qué pasa con los codos ? — Treasure se acordó de como se presentaba delante de Renville. No era casualidad que él la considerase una mujer vulgar.<br />Larenda también enseñó un vocabulario que Treasure desconocía. Y gestos que podían tener varios significados.<br />Hasta el modo de usar el abanico tenía varias interpretaciones. Era terrible! Una tarde, Treasure suspiró aliviada al ver que Larenda la llevaba a la biblioteca para tomar un libro. Pero grande fue su sorpresa cuando supo que el libro no era para leer, sino para llevar sobre la cabeza! Desolada, Treasure caminó varios días vestida como una reina cargando libros en la cabeza.<br />Cierta mañana, muy temprano , Treasure huyó al jardín, pero Larenda la encontró y la miró con reprobación, haciéndola sentirse culpable. Después de todo , las dos habían hecho un trato que debería ser respetado. Sin embargo, cuando Larenda dijo que una dama no salía de casa sin usar polvo de arroz en los cabellos, Treasure protestó y amenazó con desistir de ser una dama. Por eso decidieron dejar el cabello de Treasure al natural.<br />Las clases siguientes fueron el respeto a las conversaciones informales y el baile.<br />— Nunca menciones la ropa de otra persona, principalmente si no está vestida acorde a la circunstancia . No hables sobre religión y política y , principalmente, no seas responsable de ningún tipo de humillación . Eso es lo mas detesta un caballero inglés . Si alguien comete un error, ignoralo y nunca te disculpes, pues eso sólo empeora la situación.<br />— Oh... — Treasure otra vez tenía ganas de desistir. Ella avergonzaba y humillaba a Renville con frecuencia, a pesar de hacerlo involuntariamente.<br />— Cierta vez, lady Moxelton volcó té en la manga de terciopelo del duque de Marbury. Ella miró al duque y simplemente dijo : "Parece que su manga se interpuso en el camino de mi té ". El duque se rió y no hubo ninguna vergüenza.<br />A pesar de todo, los días transcurrían rápidamente, y ella hasta se divertía con sus lecciones de buenos modales . Pero, por la noche se ponía a pensar dónde estaría Renville y qué estaría haciendo. La posibilidad de que él estuviese con otra mujer la aterrorizaba. Pero un hombre tan seductor y tan atractivo seguramente no podría ser un ermitaño. A pesar de eso, la mera idea de que él tocase a otra mujer la trastornaba, era un dolor tan grande como si alguien le estuviese clavando un puñal en el pecho. Por otro lado, también fue eso lo que le dio ánimo para continuar aprendiendo, con la esperanza de que él no se enamorase de otra mujer antes que pudiese verla transformada en una dama.<br /><br /><br />Dos meses pasaron hasta que Treasure Barrett se transformase en Treasure Renville.<br />Ella continuaba mirando de frente a los hombres cuando conversaba con ellos, pedía disculpas por algún desliz y a veces usaba el cabello despeinado y levantaba las faldas para sentarse con las piernas cruzadas . Pero no le quedaba duda de que su progreso era impresionante.<br />A mediados de diciembre , después de una cena en la cual las nuevas habilidades de Treasure habían sido colocadas a prueba, el duque propuso un brindis por el éxito de la joven dama Treasure Renville.<br />— Tengo tanto que agradecerles — Treasure dijo, todos con las copas levantadas.<br />No más que yo — replicó Larenda, con los ojos brillantes. — Me siento mucho más confiada y más fuerte también. Hace años que no tengo una amiga. Había olvidado de cuan lindo es eso .<br />Treasure, quien nunca había tenido una amiga, ahora tenía a Larenda, con quien podía conversar y confesarse . Y eso era tan bueno como aprender un teorema nuevo en los libros de ciencia.<br />Hasta entonces ka educación que había recibido no le permitía llorar. Su relación con el padre Vivant servía para estimularla intelectualmente. Sólo con el barón podía ejercitar su sentido de intimidad y amor. Pero había sido el aristocrático y arrogante Sterling Renville quien le había demostrado la alegría y la desesperación de la cual la humanidad era capaz .El proceso de cambio había sido peligroso, pero ahora Treasure sabía que funcionaría.<br />— Tu debut como la señora Renville — el duque brindó. — La Navidad se aproxima y Sterling debe llegar de Londres para los festejos en familia.<br />Treasure se estremeció y miró al duque y luego a Larenda ansiosamente.<br />— Creo que estás lista para recibirlo — declaró Larenda, sonriendo.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-89962819139977832922010-11-12T13:33:00.001-03:002010-11-12T13:38:33.308-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 18 - BETINA KRAHNCAPITULO 18 <br /><br /><br />En tres días, todos en la mansión Rothmere habían conocido a la exótica esposa de Sterling Renville, y la mayoría fue receptiva a su naturaleza práctica y mística. En la cocina, Treasure había sugerido un modo de sacar las manchas de las ollas. En los establos, había enseñado al encargado cual era la mejor manera de poner una cataplasma en la pata de un caballo, y en el momento del ordeña de los animales había fabricado una correa para una vaca que solía dar coces a todos los que se le aproximaban. El duque le mostró toda la propriedad, su vivero y , principalmente, la huerta.<br />Treasure estaba empezando a gustar mucho del hermano del barón, Philamon. ?l era bastante curioso e interesado en saber como era la flora de Maryland y todo lo que ella sabía respecto a horticultura. Era sincero y tenaz como su hermano, aunque menos práctico. Ella nunca había conocido otro duque, pero intuyó que Philamon Renville no era snob como la mayoría de los nobles. Trabajaba la tierra con sus propias manos y , a veces , parecía un muchacho.<br />Treasure se daba cuenta que Sterling la evitaba, teniendo cuidado de no estar en el mismo lugar que ella. En la cena , su apuesto marido siempre parecía estar muy preocupado y hablaba poco. Ella dormía sola y lo extrañaba .<br />Una semana después haber llegado a Rothmere, Treasure terminó el desayuno y fue a buscar al duque. Al acercarse a la biblioteca oyó voces.<br />— Pero él es el capataz de mi vivero de , Sterling. Cuidó muy bien de mis mudas, que podrían haber muerto cuando llegaron de la India. ?l merece un aumento de salario. Además, la esposa está por dar a luz a su cuarto hijo.<br />— Eso no hace a menor diferencia — Renville respondió, exasperado. — él ya gana bien y no podemos pagar más. Y los dos jardineros que contrataste tendrán que ser despedidos.<br />— Oh, no. No puedes hacer con que los despida. Por Dios, Sterling, yo os trajo de los jardines de Eiderly y seré motivo de mofa si tuviese que echarlos por falta de fondos.<br />— Entonces, yo mismo haré eso. No ganarás, tío, discutí mucho con Delaney, conseguí una prorroga para después de la cosecha. Estoy haciendo todo lo que puedo, pero vos tendrás que hacer concesiones. Fui claro? — Hubo un pesado silencio, y el duque concordó, como un chico que acaba de ser reprendido. — Y esta cuenta? — Sterling continuó, mostrando una hoja de papel. — No teníamos suficiente?<br />Treasure observaba todo desde la puerta, y finalmente fue vista por Sterling.<br />— Qué estás haciendo aquí?<br />— Buscando al duque — Treasure cruzó los brazos y levantó el mentón.<br />— Y espiando — él acentuó cada sílaba. — Espera al tío Philamon en los jardines. — Al verla vacilar, él gritó: — Vete!<br />Treasure obedeció, e Renville cerró los ojos después que ella salió.<br />— Una mujer, un perro y un nogal — el duque afirmó — Cuánto más los golpeas, mejor se vuelven .<br />— También Se te ha dado por citar proverbios?<br />— A veces ...<br /><br /><br />Exasperada, Treasure entró en el jardín de invierno pensando en voz alta.<br />— No puedo creer que lo dejé hacerme eso ! Cómo se atreve a gritarme y a darme órdenes como si fuese dueño de todo y de todos? Tirano!<br />El sonido de alguien aclarando la garganta hizo girar a tiempo de encontrarse con Larenda, quien , sentada cerca de la ventana, trabajaba en un tapiz.<br />— Oh... disculpame, pensé que no había nadie aquí.<br />— Es Sterling el tirano a quien te refieres? — Larenda preguntó sonriendo, dejando el bordado.<br />— Pensé que era sólo a mí que me trataba como si fuese una campesina estúpida, pero lo encontré en la biblioteca haciendo lo mismo con el pobre duque... Su único tío. Dios Santo , es un déspota.<br />— El duque estuvo gastando más de lo que debería nuevamente, verdad? — Larenda preguntó, como si ya supiese la respuesta.<br />Treasure la miró sorprendida.<br />— Generalmente es eso lo que saca lo peor de Sterling . Los gastos del duque. Tu marido es el único que puede controlarlo. Mi suegro no tiene cabeza para las finanzas. Es un soñador que vive preocupado con sus frutas y sus flores y que se olvida que precisamos dinero para mantener la propiedad.<br />— Pero Renville se pone muy grosero.<br />— Querida, no debes ser tan dura con Sterling. El duque pasó por tres abogados antes que Sterling decidiese hacerse cargo de los números. Y realmente es mucha bondad por parte de él continuar siendo nuestro guardián ... dadas las actuales circunstancias.<br />— Guardián? Como es eso ? Sterling es tu guardián?<br />— Bien, no legalmente, pero maneja nuestros negocios. Las cosas no están muy bien y , a veces , Sterling tiene que socorrernos . Como en el caso de ese terrible señor Delaney.<br />— El acreedor?<br />— Si. Yo no recibiré mi herencia antes que cumpla veintiséis años o antes que vuelva a casarme. Por eso , no puedo contribuir mucho. — Larenda suspiró. — Por eso ellos creían que la solución era casarme con...<br />— Sterling — Treasure completó.<br />— Eso resolvería el otro problema, el título. mi marido, Robert, era el único hijo del duque, y él decidió que como no habíamos tenido hijos, el título quedaría para mi futuro marido. Sterling fue a elección lógica.<br />— Quieres decir que o él se casaba con vos o perdería el título — Treasure llegó a la conclusión , recordando lo que había leído sobre la nobleza inglesa.<br />— Pero Sterling es un hombre hábil, con muchos talentos, — Larenda intentó amenizar la situación. — Estoy segura que tendrá un excelente futuro. En algún lugar, de algún modo.<br />Entonces era por eso que él tanto quería conseguir la anulación del matrimonio. Treasure pensaba que él amaba a Larenda, pero ahora sabía que el matrimonio de ellos dos le daría a Renville cosas que él deseaba mucho: un título, un futuro!<br />En agonía, intercambió una o dos palabras mas con Larenda, antes de girar sobre sus talones e ir a la salita íntima que quedaba en el piso superior de la mansión. Necesitaba estar sola para poner sus pensamientos en orden . Desde la inmensa ventana podía ver las tierras verdes de Rothmere. La propiedad del duque era casi del tamaño de su querida Culpepper. Y , para ser dueño de todo aquello, Sterling tenía que casarse con Larenda.<br />Cuánta ironía!, pensó, cerrando los ojos por un breve momento. Después de todo , él había ido a Culpepper para tomar posesión de su fortuna y había vuelto con las manos vacías, y , peor aún , con una esposa a quien nunca había deseado . Desolada, Treasure apoyó la frente en el vidrio de la ventana. En Culpepper era amada y respetada, pero Sterling no daba valor a sus cualidades de pensadora . En realidad, sus conocimientos sólo servían para avergonzarlo... pero eso tenía que tener un fin.<br />Sos una pensadora , Treasure Barrett, murmuró para si misma. Comienza a actuar como tal! Tienes cosas que hacer, un mundo entero que explorar y muchas personas para ayudar. Auto compasión es pecado.<br /><br />Unos días más tarde, Sterling observaba a Treasure con el duque, los dos arrodillados en el jardín, trabajando. ?l estaba en la ventana de la biblioteca con un libro en los brazos cruzados.<br />Treasure usaba un vestido enorme que le había prestado una de las criadas, y sus cabellos sueltos brillaban con el débil sol de otoño.<br />La última semana había sido terrible. Durante el día él la buscaba para mirarla a distancia. Por la noche, daba vueltas en la cama sin poder dormir. Insomne, iba a la biblioteca para servirse coñac, que no era tan bueno como el de los Barrett.<br />Pero , la noche anterior, había tomado una decisión. No sería posible tener una vida social con Treasure. Le gustaba mucho ella como para someterla a situaciones para las cuales no estaba preparada. La única solución para eso era mantenerla apartada del público, tal vez en una casa pequeña en las afueras de Rothmere. Ella podría estar con Larenda y con el duque siempre que quisiese, tendría acceso a los libros que amaba y podría cuidar de las personas, como le gustaba hacer. Tal vez eso fuese suficiente para hacerla feliz y , quizás, él pudiese visitarla... Cuando no soportase más estar lejos de ella .<br /><br /><br />— Cómo ? él está mudando sus cosas al ala oeste? — Sterling preguntó al ama de llaves después de decir que quería ver a Crandall, el mayordomo, inmediatamente.<br />— él está llevando las cosas al ala oeste, señor, para darle lugar al viejo Edward y Horace Smyth. <br />— Y con orden de quién? — Renville preguntó, sorprendido e irritado. — Oh, el duque aprobó las instrucciones dadas por madame Treasure.<br />— Madame Treasure?! Ella le dijo que se mudase ?<br />— De ese modo, Edward y Horace pueden tener los cuartos grandes de Crandall en el piso principal — dijo la señora Frenoble, empalideciendo al darse cuenta que el barón no había sido consultado. — El viejo Edward padece reuma , y usted sabe, las escaleras son malas para el corazón de Horace. Y Amos y Frieda tendrán a conexión con los cuartos de Edward e Horace, como siempre tuvieron . Y Deborah e Hazel, la criada y la segunda cocinera, se mudarán al cuarto grande.<br />— Y quién se va a quedar con los cuartos del sótano? — Sterling preguntó, furioso. — El duque de York?<br />La señora Frenoble bajó la cabeza.<br />— Ned Pawley, el jardinero, y Owen Tremble, el encargado de la caballeriza.<br />— Si ? Y dónde está el duque ahora?<br />Nadie respondió a esa pregunta, y sólo después de mucho insistir Sterling descubrió que su tío Philamon había sido visto llevando herramientasy material de jardinería a los establos. Pero, cuando fue allá, él ya no se encontraba.<br />Finalmente, fue informado que el duque y "madame" Treasure habían ido a una pequeña casa de veraneo que reservaban para los huéspedes que venían visitarlos en el verano.<br />Se acercó al chalet de cortinas color de vino, rodeada de robles y olmos. Pronto vio que dos niños jugaban en el frente de la casa y no le prestaron atención al hombre alto que se detuvo cerca de ellos.<br />Renville tenía otros planes. Ese era el lugar ideal para Treasure. Entró en el chalet con pasos largos y la llamó en voz alta.<br />Treasure arreglaba la leña en la chimenea y la dejó caer al oír su nombre.<br />— Qué está pasando aquí? — Sterling perdió el control en el segundo en que posó los ojos en ella.<br />Treasure intentó explicar que la hija de Harvey Dedham, Ernestine, quería casarse con el joven Charlie Montesen, pero no tenían un lugar donde vivir . El chalet era ideal. También habría otras tantos cambios, pero antes que hubiese terminado de enumerarlos , el duque y el encargado de la caballeriza llegaron a tiempo de oír la respuesta de Sterling.<br />— De ningún modo. En este exacto momento vas a hacer que todos... Todos vuelvan a sus antiguos lugares. Hay excelentes razones para que mis empleados se queden donde están , y vos no has estado aquí el tiempo suficiente como para saber eso.<br />— Qué pasó? — preguntó una mujer en adelantado estado de gravidez.<br />— Ustedes van a volver a sus lugares inmediatamente.<br />— Pero Sterling, no podemos discutir eso más tarde? — preguntó el duque. — Treasure tiene un plan maravilloso y ...<br />— No hay nada que discutir. Si alguien me hubiese preguntado sabría que tengo planes para este chalet. Vos — él miró a Treasure —, vuelve a casa en este instante. Conversaremos más tarde. Ya !<br />Después de un largo momento, ella se dio vuelta y salió del chalet.<br />— Vos también, tío. Vuelve a casa, por favor. <br />Tío y sobrino ya se encontraban fuera de la casa cuando Wayburn apareció corirendo, diciendo que había empezado el trabajo de parto de su esposa. El duque corrió adentro, y Wayburn ayudó a su Beatrice a ir al cuarto, donde había un colchón de paja.<br />— Ella no puede ir a ningún lugar — Wayburn gemía. — Nuestros hijos nacen muy rápido. Precisa ayuda. Pueden quedarse con ella mientras voy a buscar la partera?<br />— Realmente va a dar a luz ahora? — Sterling miró al jardinero y se oyó un gemido y un lamento venidos del cuarto. — Oh, no importa. Voy a llamar a Treasure.<br />Sterling salió y pronto la encontró.<br />— Es la mujer de Wayburn... llegó el momento.<br />Los dos volvieron rápidamente, y cuando llegaron a la casa , Treasure empezó a dar instrucciones para que trajesen agua y trapos limpios.<br />El duque fue a sentarse en un banco en el frente de la casa, y el futuro padre se quedó parado en el medio de la sala, retorciendo sus manos.<br />— Preciso ayuda — Treasure miró a la cara aristocrático de Renville.<br />Después de unos segundos, un pálido Renville se quitaba el saco y subía las mangas de su camisa.<br />El trabajo de parto prosiguió bien hasta que pareció detenerse abruptamente. Treasure examinaba y conversaba con Beatrice Wayburn y aguardaba.<br />Sterling, sentado en un banquito al lado de la cama, humedecía la cara de la mujer torpemente, permitiendo que ella apretase su brazo musculoso. Y observaba los cambios en la expresión de Treasure.<br />— No te preocupes — él le dijo a Beatrice. — Estás en buenas manos con madame Treasure.<br />Treasure se ruborizó levemente al oír ese comentario.<br />Beatrice tuvo un fuerte espasmo , después de una contracción muy intensa y un grito más , ella finalmente dio a luz un bebé enorme<br />Treasure puso al recién nacido en los brazos de Renville, quien sujetaba una tela limpia para recibirlo, y le ordenó lavar al bebé mientras terminaba de ayudar a la madre.<br />Muchos hombres se desmayaban al ver un bebé nacer. Pero no fue ese el caso de Sterling, quien tomó al chico con destreza y hasta lo miró con cierto cariño.<br />Treasure se secaba las manos cuando notó que Sterling la miraba atentamente. Sus miradas se encontraron durante unos segundos, hasta que Wayburn entró en el cuarto para conocer a su hijo.<br />Treasure examinó a Beatrice una vez más y se preparó para salir, prometiendo mandar a alguien para ayudar a la familia. Wayburn tocó el brazo de Sterling, invitándolo a visitar al pequeño Sterling cuando quisiese.<br />— Pequeño Sterling? — Renville preguntó, ruborizándose.<br />— Beatrice quiso ponerle su nombre al bebé. Espero que no le importe.<br />Sterling asintió ruborizándose, mientras miraba de reojo a Treasure.<br />Cuando, finalmente, volvían a Rothmere, ella dejó escapar una sonora carcajada.<br />— Tienes un pequeño Sterling ahora — se rió . — El primero.<br />— Y único — él declaró.<br />Súbitamente, Sterling dejó de caminar y miró a Treasure. No quería pelear con ella. Sólo quería aprovechar ese momento de intimidad. Quería amarla. La estrechó en sus brazos y besó los labios rosados y sensuales. Y , como siempre, Treasure se entregó sin reservas. Sterling miró a su alrededor, buscando un lugar donde pudiesen amarse. Sólo había un pequeño granero. El local estaba desierto y , sin darse cuenta que estaba actuando como un adolescente enamorado, fue allá que la llevó.<br />Se acostaron sobre el heno suave y se besaron con pasión. Con manos ávidas e impacientes, se libraron de las ropas y se abrazaron, perdiéndose en caricias que revelaban cuanto se deseaban mutuamente .<br />Sterling temblaba mientras le besaba el cuello suave , y de allí bajó a la curva generosa de los pechos redondos e firmes. Un gemido ronco escapó de los labios de Treasure cuando lamió la parte más íntima de su cuerpo, haciéndola vibrar de placer.<br />Finalmente se movieron juntos en una danza sensual hasta alcanzar el ápice del orgasmo , cayendo saciados en brazos uno del otro.<br />Pasaron varios minutos antes que Treasure y Sterling abriesen los ojos y volviesen en si.<br />— Tienes frío — él se sentó y la ayudó a ponerse el vestido, no sin antes besarle los pechos y el abdomen plano.<br />Había un costado gentil en la personalidad de Sterling que era casi palpable en los momentos en que se amaban. A Treasure le gustaría que ese costado durase para siempre y que él no volviese a ser el hombre duro y arrogante que mostraba ser en algunos momentos.<br />Los dos se levantaron y se miraron, sin decir nada. Entonces, de repente, los ojos grises se pusieron fríos y distantes.<br />Sucederá nuevamente, pensó Treasure. ?l la había amado y ahora iba a dejarla.<br />— Cuando llegues en casa es mejor que vayas directamente al cuarto a acomodarte el cabello . — él le tocó el brazo con delicadeza y sonrió. — Voy a pedir que una de las criadas suba para ayudarte a preparar un baño caliente. Después de todo lo que sucedió hoy,creo que merece descansar, madame Treasure — dijo , besándola en la punta de la nariz y , una vez más , sorprendiéndola con sus actitudes extrañas.<br />Después de un delicioso baño preparado con esencia de rosas, Treasure bajó para la cena invadida por sentimientos confusos. No lograba evaluar lo que realmente estaba sucediendo entre ella e Renville. Y se sintió todavía más perpleja cuando, ya en el comedor, el mayordomo informó al duque que Sterling había partido a Londres en viaje de negocios, y que no debería ser esperado para la cena . El barón planeaba abrir la casa de Londres para el invierno. El duque y Larenda la miraron de reojo .<br />— Vos no sabías que él iba a partir?— el duque preguntó.<br />— No hemos conversado mucho... últimamente — Treasure respondió, sintiéndose muy desgraciada.<br />— ?l se sintió contrariado por los cambios que hicimos, pero creo que ese no fue el motivo que lo llevó a viajar — ponderó Philamon Renville. — algo debe haber sucedido. Ustedes se pelearon ?<br />Ella sacudió la cabeza, negando.<br />No, ellos no habían peleado. Se habían amado apasionadamente...<br />Treasure se esforzaba por no llorar, pero no tuvo éxito y sus ojos se nublaron con lágrimas. Se acordaba de los dos en el granero y sintió como se estuviese cayendo en un pozo muy profundo, del cual nunca más saldría.<br />Por qué Renville había llegado al extremo de irse de la casa para alejarse de ella? Sabía que se había sentido muy contrariado con su conducta , pero por qué no mandarla de vuelta a Culpepper? Por qué la amaba con tanto entusiasmo y pasión para después mirarla con semejante resentimiento?<br />Súbitamente, las lágrimas corrieron libremente por el rostro de Treasure, y el duque se apresuró a ofrecerle un pañuelo.<br />— Creo que sabes el motivo por el que Sterling nos ha dejado — él dijo con delicadeza.<br />Treasure volvió al presente y aceptó el pañuelo que el duque le ofrecía.<br />— Puedo intentar explicarlo . Ustedes ya saben que la situación entre nosotros es espantosa . No sé qué les contó Renville , pero él fue forzado a casarse conmigo. ?l no acepta que yo provenga de una familia de las colonias, que sea una ... una simple campesina. Renville está acostumbrado al lujo y le gusta convivir con damas elegantes de la alta sociedad.<br />— Pero no sos ... una campesina — el duque protestó.<br />— Gracias por intentar hacer que me sienta mejor — Treasure sonrió por entre las lágrimas —, pero lo soy , si . En verdad , eso no me importa . Todos tenemos que ser algo en esta vida. Pero lo que empeora la situación es que fui criada y educada para ser una intelectual . Renville no soporta el hecho que sepa latín , trigonometría y que me ocupe de los enfermos. Yo no lo puedo evitar. Cuando veo a alguien sufriendo, tengo que ayudarlo . Y él me odia. Qué más podría justificar su partida a Londres después de...<br />Larenda entendió el motivo del sufrimiento de Treasure, intercambió miradas con el duque y se acercó a ella, tomándole una de las manos con cariño.<br />— Lo amas mucho, no , mi querida? — preguntó a la muchacha de largos cabellos dorados.<br />Amarlo? Atónita, Treasure miró la cara delicada de Larenda, sintiendo un gran vacío en el pecho.<br />— Estás bien, Treasure? — el duque preguntó, con delicadeza. — Tal vez fuese mejor que te recostases un poco.<br />Exhibió una sonrisa triste. Si , era verdad, amaba a Sterling Renville, respondió internamente , aunque esa fuese la primera vez que pensaba seriamente sobre el asunto. Lo amaba hacia mucho tiempo, sólo que ahora ya no tenía como negarlo. <br />Amor... Era eso lo que poetas y filósofos intentaban definir, cuantificar y entender. Y lo más cerca que habían llegado había sido definirlo como "maravillosa locura". Ese era su caso; ahora entendía bien por qué desde que Sterling había llegado a Culpepper todo su mundo había quedado patas para arriba . El amor, realmente, hacía eso en la vida de las personas, les cambiaba las perspectivas, la personalidad, los sueños...<br />Sufocando un gemido, Treasure pidió permiso , y ya estaba cerca de la puerta cuando el duque la llamó.<br />— Treasure, "un caballo que deja su pesebre con la puerta abierta no se libera" — el duque filosofó y sonrió enigmáticamente.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-55657526116135967022010-11-11T06:54:00.000-03:002010-11-11T06:55:58.819-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 17 - BETINA KRAHNCAPITULO 17 <br /><br />Finalmente, después de muchas millas y polvo, vieron una enorme casa de piedras surgir en el horizonte.<br />— Rothmere — Sterling anunció.<br />— Es ahí donde vives ? — ella preguntó, admirando la mansión rodeada de árboles y jardines, teniendo en uno de los costados un pequeño lago, cuyas aguas cristalinas reflejaban la luz del sol.<br />Puertas dobles fueron abiertas a la llegada de ellos por un criado vestido de azul. El hall de entrada era de mármol negro y blanco, y la escalera que llevaba al piso superior era imponente, con lustrosos pasamanos dorados.<br />Sterling fue saludado por el elegante mayordomo que los recibió.<br />— El duque estará muy contento con su llegada y ...<br />El mayordomo fue interrumpido por tres caballeros que se aproximaron, hablando en voz alta.<br />— Ahora no, ya dije... Salgan de aquí — dijo uno de los hombres con brusquedad.<br />Los tres dejaron de hablar al ver a los recién llegados.<br />— Sterling! Muchacho ! — exclamó el más viejo de ellos, exhibiendo una amplia sonrisa. — Dios Todopoderoso, llegaste !<br />— Tío... — Sterling le sonrió al duque de Rothmere y miró a los dos hombres que lo acompañaban - — Qué significa esto, Delaney?<br />— Bien... bienvenido, señor — murmuró Delaney, sonriendo. — No lo esperáramos...<br />— Por supuesto que no. — Sterling enderezó los hombros.<br />— Tampoco yo esperaba verlo aquí.<br />Después de proferir uno o dos comentarios inconexos los dos hombres que acompañaban al duque se despidieron y salieron apresuradamente. Las grandes puertas finalmente fueron cerradas.<br />— Buitres! — exclamó el duque de Rothmere. — Bien, muchacho , ven conmigo . Cómo fue tu viaje ? Espero que no haya sido muy malo . Cielos, estos dos han estado detrás mío día y noche en este último mes. Son mucho peores que los otros — protestó el duque, conduciéndolos al gran salón.<br />Alguien sujetó el codo de Treasure y carraspeó para llamar su atención. Ella se dio vuelta a tiempo de encontrarse con un criado que mantenía una de las manos extendidas hacia ella.<br />— Su abrigo, mi lady.<br />— Oh... — ella se relajó y permitió que él le retirase el pesado saco comprado en la reciente visita a la modista.<br />A continuación, fue detrás de Sterling, quien ya se encontraba en la gran sala elegantemente amueblada, con lustres de cristal, alfombras persas y carísimas piezas de porcelana.<br />El duque de Rothmere era un poco más bajo que el fallecido hermano, pero, en general, los dos se parecían mucho.<br />La misma complexión física, el mentón cuadrado, nariz aristocrática y cabellos canosos. los ojos eran más oscuros y las cejas más gruesas. Pero cuando él comenzó a hablar y a gesticular, Treasure sintió un calambre en el estomago. Eran los mismo gestos de su querido barón.<br />— Quién es esta muchacha? — el duque preguntó, frunciendo el ceño y aproximándose a ella.<br />— Es ... — Sterling también se aproximó — Es mi esposa.<br />— Esposa? — el duque parpadeó varias veces seguidas, como si no pudiese creer en sus ojos y sus oídos. — Esposa? Qué absurdo, Sterling. Ibas a casarte con Larenda en unos meses...<br />— Hubo un problema, pero por suerte no es de dominio público. De cualquier manera estoy irremediablemente casado... con ella.<br />— Pero ... exactamente por qué?<br />— No fue exactamente... — Sterling hizo una pausa, sin saber cómo explicar la situación a su tío.<br />— Él no quería... — Treasure intervino, ruborizándose.<br />— No quise preocuparte , tío. — Sterling la retó con la mirada. — Por esa razón no te avisé. Me pareció mejor explicarlo personalmente. Todo sucedió muy rápidamente y no pudo ser evitado.<br />— Casado. Estoy profundamente decepcionado, Sterling. Sabes que yo quería mucho tu casamiento con Larenda. Y te casaste con una muchacha de las colonias. Ella es hija de alguien importante que yo debería conocer? — quiso saber el duque, evaluándola de arriba a abajo .<br />— Ella se llama Treasure... Barrett. El padre de ella es uno de los...<br />— Soy una filósofa — Treasure interrumpió, irritada porque ellos hablaban como si no estuviese presente. — El barón Darcy era un amigo muy querido, mi gran mentor intelectual. Me enseñó muchas cosas, inclusive como ayudar a mi gente a resolver sus problemas.<br />— Darcy era tu mentor? Creí que él poseía tierras, pero no sabía que ejercía actividades intelectuales. — Philamon Renville miró confundido a su sobrino.<br />— Si, el barón tenía tierras — confirmó Treasure. — muchas tierras, pero no quiso casarme con Renville para... — ella fue interrumpida por una voz femenina.<br />— Sterling! — una muchacha rubia, de bella apariencia , irrumpió en la sala en ese instante. — Deberías habernos avisado de tu llegada. — ella se dirigió a Sterling con la mano extendida.<br />— Estás radiante como siempre, Larenda. — Sterling le tomó la mano y la besó, respetuosamente.<br />— Larenda, él trajo a su esposa consigo — el duque contó, considerando mejor contar todo antes que la situación se hiciese insostenible.<br />Boquiabierta, Larenda abrió enormemente los inmensos ojos azules.<br />— Esposa? Qué ... esposa? Dónde?<br />— Allí — el barón señaló a Treasure, quien levantó el mentón, a la defensiva.<br />Larenda se dio vuelta hacia ella y después hacia Sterling.<br />— Tu ... esposa? — la joven rubia preguntó con un hilo de voz, antes de perder el sentido y caer lentamente desvanecida en el piso .<br />Treasure nunca había visto nada igual. Las personas que ella había visto desmayarse caían al piso en un solo movimiento y pesadamente . Pero la muchacha llamada Larenda había caído suavemente y sujetando la mano de Sterling.<br />Los dos hombres presentes se quedaron estupefactos. Sterling la agarró, el barón se aproximó, llamándola por el nombre e intentando reanimarla.<br />— Déjame verla. — Treasure pasó por al lado del duque.<br />— Puedes dejarla , tío, ella es competente en esto .<br />— Creo que es mejor acostarla para que pueda examinarla mejor.<br />— No — intervino el duque. — Voy a llamar a mi médico particular.<br />— No será necesario. Treasure puede ocuparse de esto. <br />Renville, con Larenda en los brazos, subió la escalera que llevaba a los cuartos.<br /><br />Entonces esa era la mujer con quien él planeaba casarse. Treasure sintió el corazón oprimido. Era una dama, una dama que pertenecía al mismo mundo de Sterling Renville.<br />Ajeno a los sentimientos que la dominaban, Sterling acostó a Larenda en el centro de una inmensa cama con dosel, y Treasure le pidió al tío y al sobrino que se retirasen para que pudiese proceder al examen . Miró la ropa elegante y ajustada de Larenda, la puso de costado y desató el cordón que ajustaba el corset .<br />— Ella estará bien. — Treasure apoyó la mano en la manga de terciopelo del saco de Renville y miró a Larenda. — Yo cuidaré de ella.<br />Mientras él salía, Treasure se volvió para ver a su paciente, aprovechó para analizarla. Larenda no era tan joven como había imaginado al principio, pero era muy bonita. Cabellos rubios, alta y delgada. Piel de porcelana y lindos ojos azules. Era una mujer hermosa , sin duda alguna, de la cual cualquier hombre se enamoraría, incluso su marido. Ahora entendía por qué Sterling se había sentido tan disgustado con ese bizarro matrimonio que los unía.<br />No pasó mucho tiempo para que Larenda se moviese en la cama, balbuceando unas palabras inconexas.<br />Treasure se aproximó y vio que el color había vuelto al rostro de la joven dama.<br />— Estás bien. Creo que fue el shock y ... tu vestido, demasiado apretado. No debes ajustarlo de ese modo. No es bueno para tus vísceras — ella comentó en voz baja . Entonces, notando que la otra muchacha la miraba con asombro, intentó explicar: — Tus órganos, tu intestino...<br />Larenda abrió enormemente los ojos , pareciendo estar a punto de desmayar nuevamente.<br />— Vos... Él se casó con vos ? — preguntó, apoyándose sobre los codos y levantando un poco el cuerpo.<br />— Si, lo siento mucho. No sabía que Renville estaba comprometido. Nadie lo sabía. Pero es la realidad, y creo que poco se puede hacer respecto a eso .<br />— Oh, por favor, no quise insinuar nada... Sólo me quedé sorprendida.<br />Larenda se sentó y observó Treasure, intentando descubrir que misterios estaban ocultos detrás de los inmensos ojos violetas de esa que había conquistado el corazón de Sterling Renville, a punto de hacerlo casarse con ella.<br />— Disculpame por haber molestado a vos y al duque — Treasure volvió a lamentarse. — Me Puedo imaginar muy bien cómo deben estar de sorprendidos. Después de todo , no soy exactamente una dama de la corte.<br />— Si... No! quiero decir, no sentí tan preocupada. Suelo desmayarme con cierta frecuencia.<br />— Te desmayas mucho? — Treasure arqueó las cejas.<br />— No soy una persona muy fuerte. Si lo fuese, hubiese dicho algo cuando mi suegro, o duque, decidió que debería casarme con Sterling. Pero detesto las discusiones , no quiso decepcionarlo y no tuve el coraje de contradecirlo.<br />— Contradecirlo? — Treasure se quedó sorprendida. Cómo una mujer podría no querer casarse con un hombre guapo, fuerte y sensual como Sterling Renville?<br />— Dios ! Te acabo de contar mi mayor secreto y ni siquiera te conozco!<br />— Soy Treasure. Treasure Barrett... Renville, supongo.<br />— Qué nombre bonito. Treasure...<br />— No amas a Renville? — Treasure intentaba entender la situación.<br />— Oh, me gusta él. Pero amar es un poco fuerte. Respeto a Sterling. Él es inteligente, caballero y galante... Además de fuerte y guapo, por supuesto. Pero confieso que también hay ocasiones en que lo considero atemorizante.<br />— Renville... atemorizante? Arrogante, si , pero ...<br />— Oh, soy una tonta — Larenda continuó hablando , intentando tomar la mano de Treasure entre las suyas. — Disculpame. Te ofendí. Olvida lo que dijo, por favor.<br />— No, no me ofendiste . Puedo no haber entendido, pero estoy aliviada por saber que no seré la causa de tu inquietud.<br /><br /><br /><br />Más tarde ese día, en el cuarto que le había sido destinado, una versión menor del bello cuarto de Larenda, Treasure pasó cierto tiempo observando todo a su alrededor , desde la textura del papel de la pared hasta los delicados objetos de decoración.<br />Se quedó así hasta que una criada fue avisarle de que la cena sería servida en breve. Treasure intentó imitar el peinado de Larenda, pero no sabía como hacerlo. Entonces, sujetó el cabello en un rodete y bajó.<br />Cuando entró en el comedor, Sterling la saludó con un gesto educado.<br />Durante la cena, observó que Renville miraba a Larenda con cierta frecuencia y se sintió extrañamente incomoda. Tuvo que esforzarse mucho para no salir corriendo de allí y volver al cuarto . Sólo su tenacidad la mantenía pegada a esa silla.<br />Sterling, por su parte , había pasado la mayor parte de la tarde intentando explicarle a su tío el motivo de ese inesperado casamiento, escondiendo ciertos detalles, como el mosquete de Buck Barrett y los puños de Lem Hodgson, así como también el deseo feroz que sentía por Treasure.<br />Ahora, para no dejarse traicionar , fijaba la mirada en Larenda, quien se había sentado delante suyo . Por primera vez analizaba a Larenda como a una mujer y no como a una dama. Él la había besado una sola vez, y ella había respondido con frialdad y recato. Era muy diferente a Treasure, quien se entregaba a sus caricias con la misma intensidad con que él la buscaba.<br />— Cuéntanos un poco sobre tu familia, mi querida — el duque dijo, volviéndose hacia Treasure con un brillo de curiosidad en la mirada.<br />— Mi padre es... Él tiene una granja.<br />— Es un granjero? — los ojos del duque brillaban bajo al luz del candelabro.<br />— No exactamente — Treasure sacudió la cabeza. — él no posee tierras, pero conoce de árboles frutales como nadie y también fabrica un delicioso coñac de frutas.<br />— Delicioso , Dime, y las frutas que tienen son suficientes?<br />Si. mis hermanos lo ayudan , y hacemos también aguardiente de manzana<br />— Y como hace tu padre la poda y nutrición de los árboles? <br />Fue suficiente para que los dos entrasen en una larga conversación sobre podas y cosecha, qué acabó dejando a Renville inquieto. Hasta que finalmente él no soportó mas , se levantó e hizo que Treasure también se pusiese de pie para que pudiese apartarle la silla.<br />— Fue un día cansador, principalmente para Treasure. Por favor, permite que ella se retire.<br />Tomó a Treasure por el brazo y la condujo al cuarto.<br />— Tienes ... tienes un placer perverso en humillarme delante de otros, verdad? — preguntó él, al abrir la puerta del cuarto.<br />— Yo sólo estaba conversando con tu tío sobre...<br />— Te oí y no me gustó .<br />— Bien, fue él quien comenzó la charla . Yo sólo respondí sus preguntas. Pensé que querías que fuese educada...<br />— Ser educada no significa responder a todas preguntas idiotas que te hacen .<br />— Te entendí. Sólo debería haberme quedado ahí sentada como una idiota mientras vos...<br />— Mientras yo qué?<br />— Por... favor — Treasure no pudo hablar, y sus ojos se llenaron de lágrimas. — Lo siento mucho por Larenda. Vi como la mirabas. — Se mordió el labio para contener el llanto. — Debe haber algo que se pueda hacer para... Para que te divorcies... o ...<br />Renville la miró sorprendido. Dios , había fijado la mirada en Larenda para desviar el deseo que sentía por Treasure, y ella había entendido todo mal . De repente fue invadido por una enorme oleada de cariño y , sin saber qué demonios lo movían, la abrazó y la apretó junto a su pecho musculoso.<br />— Oh, Treasure, qué voy a hacer con vos? — murmuró, abrazándola con delicadeza.<br />Treasure se abandonó en los brazos fuertes de Renville y , en el instante siguiente, sus labios ya se encontraban en un beso apasionado.<br />Súbitamente, Sterling se contuvo y la apartó .<br />— Entiendo como te siente, Sterling. Es por Larenda. Sé que debes estar sufriendo.<br />— No, no es Larenda. Y tampoco voy a divorciarme de vos, Treasure Barrett. Sos mi esposa. Buenas noches.<br />Renville se alejó rápidamente para no ser subyugado por el deseo de llevarla a la cama.<br />Con las piernas temblorosas, Treasure se cambió y se acostó en la enorme cama con dosel que la hacía sentirse con una princesa de las historias que gustaba leer. Él la había dejado nuevamente. Pero, no estaba muy triste. Por lo que Sterling había dicho, no amaba a Larenda y no quería el divorcio.<br />Fue suficiente para que la esperanza se instalase en su corazón. Pero, si vivir con Sterling Renville ya era tan difícil, se imaginaba como sería amarlo más que a su propia vida! Si , porque era eso lo que sucedería si él continuase tocándola de esa manera tan seductora.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-55663810593811406942010-11-10T11:46:00.000-03:002010-11-10T11:47:01.764-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 16 - BETINA KRAHNCAPITULO 16 <br /><br /><br />Todos los días Sterling llevaba a Treasure a la cubierta para tomar un poco de aire para ayudarla a recuperarse mas rápidamente. Ellos eran saludados por toda la tripulación, por los oficiales y demás pasajeros. La curiosidad de Treasure respecto al barco era grande, y pronto ella ya sabía el nombre de cada parte del barco, la historia de la navegación y sus progresos. Y cuando vio la inmensidad de agua le preguntó al comandante como irían a encontrar Inglaterra, él sonrió, abrió sus mapas y le explicó como usar los aparejos de navegación.<br />— Dios ! — Wyatt exclamó, vendo Treasure observar el sol para saber la posición del barco. — Ella aprendió a usar los números como el comandante explicó ?<br />— El comandante es un hombre sensato, y ella no entiende nada de triangulación. ?l sólo está queriendo ser amable .<br />Los dos amigos estaban recostados en reposeras, y Renville levantó la cabeza para observar a Treasure. En poco tiempo el color iba volviendo a su su bello rostro. Renville continuaba durmiendo en el piso para dejarla más cómoda y pasaba la mayor parte del tiempo intentando convencerse de que lo que sentía por su joven y bonita esposa sólo era sentimiento de culpa y sentido de responsabilidad.<br />— Creo que... voy a descansar un poco — Treasure dijo, al acercarse a los dos amigos. — No deberías exponerte al sol por mucho tiempo sin un sombrero , Renville.<br />— No te preocupes. Estoy bien, gracias.<br />Ella se apartó y , después de unos segundos, Renville se levantó .<br />— Tal vez ella tenga razón. Voy a la cabina buscar un sombrero . <br />Wyatt se rió al verlo alejarse . Después de todo , era obvio que lo que lo llevaba a la cabina era mucho más que un simple sombrero . Sólo un imbécil como Renville no podía reconocer que estaba perdidamente enamorado.<br /><br /><br />El puerto de Bristol estaba repleto de barcos, y tuvieron que esperar un día para atracar. Encantada, Treasure observaba todo, contenta por estar en la tierra natal de Renville y también de su viejo y extrañado mentor, el fallecido barón. Al pensar en eso, extrañó mucho a su familia, al padre Vivant y la villa de Culpepper.<br />Wyatt la distraía con anécdotas de su tiempo en la escuela y con las evidentes diferencias entre la corte inglesa y las colonias americanas. Treasure escuchaba todo con atención, pero cuando Renville se aproximó ella pidió permiso y se alejó.<br />Sterling frunció el ceño, y Wyatt notó su irritación.<br />— Pensé que te ibas a quedar en Bristol por algún tiempo antes de partir a Devon.<br />— No. Partiré después de mañana, cuando contrate un cochero.<br />— Tonterías . Precisarás unos días para comprarle ropa a Treasure y para contratar una buena criada.<br />— Ropa ?! — Renville exclamó, genuinamente sorprendido. — No seas absurdo!<br />— Me cago en vos , Renville. Nunca hablé tan en serio. La negligencia con que la tratas es vergonzosa, sólo disculpable porque estábamos en alta mar. Pero ahora, en tierra firme, sería imperdonable no proveerle un buen guardarropa, inmediatamente. Examina tu consciencia, ella usa la ropa vieja de mis criadas, todavía usa trenzas, y apuesto a que pasa la mayor parte del tiempo descalza. — Los desgraciarás a ambos si la llevas en ese estado a tu casa. Ella no merece eso.<br />— Eso no es asunto tuyo, Colbourne!<br />— Ella es tu esposa, hombre de Dios!<br />— Un hecho que no debes olvidar, mi querido amigo. Treasure es mi esposa, mía y de más nadie. Ella es lo que es, y nada modificará eso.<br />Hubo una pausa incómoda , y Renville trató de controlarse.<br />— No te preocupes por visitarme en Bristol. No permaneceré el tiempo suficiente para recibirte — Renville dijo en voz baja. A continuación, se dio vuelta y se alejó. Sólo entonces se dio cuenta que Treasure había escuchado todo. Y la tristeza que vio en los ojos violetas lo dejó arrasado.<br /><br /><br />Renville y Treasure se hospedaron en un hotel en la región elegante de Bristol. Y , después hacer un largo discurso sobre los peligros de aventurarse en una ciudad grande y desconocida, dejó a Treasure en la suite y fue a contratar un carruaje para llevarlos a Devonshire.<br />Treasure se sentó en el sofá y observó el lujo de todo lo que la rodeaba, incluyendo la alfombra gruesa bajo sus pies calzados con los zapatos viejos de la señora Evans.<br />Una camarera entró trayendo una gran bandeja de plata y arregló una mesa con un mantel de lino y finos platos. Sterling hacia salido había poco, e Treasure llegó a la conclusión que a comida era para ella.<br />Sintió el aroma a comida, pero sólo tomó un crustáceo, a pesar de tener / mucha hambre. Se sentó nuevamente en el sofá y no tocó nada, sólo miró todo con gran atención. La suite estaba tan ricamente decorada como la mansión Renville en Culpepper, pero era mucho más intimidante. Era el tipo de lugar al cual su marido estaba acostumbrado, ella pensó, desolada.<br />Si , un aristócrata elegante como Renville sabía usar platos de porcelana, cubiertos de plata y copas de cristal. Era el mundo de él. Y además, un mundo que ella desconocía.<br />Si Sterling le hubiese comprado un vestido decente, sería sólo una aldeana bien vestida, pero aún así una simple aldeana. Había sido eso lo que él había dicho esa mañana, poco antes de desembarcar . Con otras palabras, por supuesto, pero el sentido era el mismo. Ella era lo que era y nada podría cambiarla.<br />Cuando la camarera volvió, Treasure ya había puesto su mente fértil a trabajar. La muchacha usaba un vestido gris de muselina, delantal almidonado y una toca también almidonada Treasure había decidido hacer todo lo posible para parecer lo mas respetable puando llegase a Devon.<br />— Tu vestido es bonito — Treasure dijo, sonriendo. — Debes tener otro que quieras vender.<br />— Puede ser que si — respondió la camarera, mirando la ropa de Treasure. — Si el precio fuese interesante .<br />Era lo que Treasure esperaba. La muchacha tenía varias verrugas en la cara, y Treasure prometió sacárselas a cambio de la ropa. Había sacado verrugas toda la vida y le dio su palabra a la joven camarera de que ellas desaparecerían en una semana.<br /><br /><br />A la mañana siguiente, Renville salió y , cuando volvió, a la tarde, la encontró parada en el centro de la sala vestida con la ropa que había comprado , el mentón erguido, esperando la reacción de él.<br />— Qué... hiciste? — él preguntó, atónito.<br />— Me pareció que estaría más presentable vestida así.<br />— Dios! — él exclamó, sin saber si reír o llorar . En las colonias todas las mujeres se vestían de la misma manera, pero en Inglaterra, especialmente en la clase alta , era diferente. Las empleadas vestían ropas especiales, que las distinguían de las damas de sociedad. Exactamente la ropa que Treasure usaba ahora.<br />— Dónde... Dónde conseguiste eso? — él se quitó el saco. — No importa, no quiero saber.<br />Fue la expresión decepcionada que vio en la cara bonita lo que lo hizo darse cuenta que ella había escuchado la conversación con Wyatt.<br />— Devuelve esa ropa mañana a primera hora — él ordenó.<br />— Pero no puedes ... me... — los ojos violeta estaban nublados de lágrimas. Era demasiada humillación. — Negocié de un modo honesto.<br />Entonces, sorprendentemente, lo que Wyatt no había logrado con sus palabras de indignación, Treasure lo logró con la belleza de sus ojos nublados de lágrimas.<br /><br />No lo necesitarás — él afirmó con delicadeza, yendo a su propio cuarto para evitar tomarla en brazos. — Mañana te llevaré a una modista para que compres ropa adecuada .<br /><br /> Y así lo hizo. Cuando, a la tarde siguiente, habían salido del elegante atelier de una famosa modista, Treasure estaba apropiadamente vestida.<br />No se sentía muy cómoda , pero eso fue superado cuando Renville le sonrió y le dio a mano para que subiese al carruaje.<br />En el camino de vuelta, Treasure se preguntaba si realmente parecía una dama y si Renville un día se enorgullecería de haberla como esposa.<br />El carruaje alquilado pasó por campos y granjas. Treasure no podía comparar lo que veía con el valle fértil de Culpepper, pero aún así debía admitir que Devon era una región muy bonita.<br />Se atrevió a hacer algunas preguntas a Renville, quien le respondió de mala gana . Entonces, prefirió recostarse en el asiento al lado de él, suspiró y no dijo nada más. Era obvio que Renville estaba ansioso por llegar y encontrar a su tío, el hermano mayor de Darcy Renville. Una de las muchas sorpresas que ella había tenido desde el día de su casamiento. El viejo barón nunca había mencionado que tenía un hermano, pero , incluso ante el asombro con que había recibido esa noticia , Treasure no tuvo el coraje de preguntar nada a su marido, y habían hecho el largo trayecto en un silencio casi ensordecedor .Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-19353919058372402162010-11-09T11:30:00.001-03:002010-11-09T11:30:57.820-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 15 - BETINA KRAHNCAPITULO 15<br /><br />Horrorizado, Sterling Renville cabalgaba por las calles buscando Treasure. Alternaba sentimientos de rabia y de pavor de que algo pudiese haberle sucedido a ella. De a ratos tenía ganas de matarla. Huir de esa manera, qué pensaba que estaba haciendo?<br />Habían descubierto la fuga cuando ella no apareció para la cena. Después una breve investigación, una de las criadas afirmó que la había visto salir de la casa corriendo.<br />Renville había pasado la mayor parte de la noche cabalgando por las calles desiertas y acabó dirigiéndose al puerto. Mierda, por qué la había traído? Debería haberla dejado en la villa, que era su tierra natal. Por qué siempre actuaba impulsivamente cuando se trataba de Treasure?<br />Entonces, poco después del amanecer, la atención de Renville fue atraída por un grupo de soldados hablando e riendo alto. Se levantó en su caballo para intentar ver qué estaba sucediendo, pero no tuvo éxito. Aún así, su intuición le decía que debería ir hasta ese punto en que el grupo de soldados formaba un semicírculo. Desconfiado, saltó de su imponente animal y metió su mano debajo del saco para tomar la pistola.<br />— Ven , muchacha — decía uno de los soldados, riéndose libidinosamente —, Tratanos bien y nosotros te llevaremos de vuelta a tu casa, no es, muchachos?<br />— Basta .. Déjenme ir! — Treasure intentaba sacar las manos de los soldados de uno de sus pechos.<br />— Vamos, querida — otro soldado decía —, A Freddy no le importará compartirte un poco con nosotros.<br />Un sórdido coro de risas acompañó la envestida del soldado.<br />— Sacale las manos de encima, cretino! — Renville gritó, con el arma apuntada al grupo de hombres. — Suéltenla inmediatamente!!.<br />— Quién dice eso? — El soldado sacó las manos del cuerpo de Treasure y miró el arma de Renville.<br />— Yo — Renville gruñó entre dientes , dándose cuenta , de repente, que podría estar se metiéndose en serios problemas. Después de todo , eran ocho contra uno.<br />— Y quién sos vos? — preguntó el joven que se atrevía a tocar el cuerpo de Treasure con intimidad.<br />— Soy el marido de la joven dama que estás intentando importunar, mi querido. Y si no le sacás las manos de encima en este instante, tendré el inmenso placer de matarte.<br />— Renville — Treasure murmuró, extendiendo los brazos en dirección a él.<br />En el instante siguiente se vio protegida por el brazo libre de Renville.<br />— Ustedes deberían ser azotados, bastardos. Atacando a una dama como si fuesen perros hambrientos. Llevaré esto ante sus superiores.<br />Antes que los hombres pudiesen reaccionar, Renville montó en el caballo y extendió la mano para ayudar a Treasure a hacer lo mismo. Con movimientos rápidos, espoleó el pura sangre y lo hizo salir en disparada por las calles de Filadelfia.<br />— Estás segura que no te lastimaron ? — Renville quiso saber. — Cómo tuviste el coraje de huir en una ciudad que no conoces?<br />— Yo ... Sólo quiero volver a casa — ella finalmente respondió. — Por favor, quiero ir a casa. Freddy ya partió ?<br />— Si. Partió esta mañana.<br />El resto del trayecto hasta la casa de Colbourne fue hecho en silencio. A pesar de las objeciones de Treasure, Renville la cargó en brazos hasta la puerta, donde el abogado los esperaba. Luego la llevó al piso superior.<br />Wyatt Colbourne, quien los acompañaba para saber detalles de lo sucedido, abrió la puerta del cuarto y Renville entró con ella. Una vez en el interior del aposento, Renville cerró la puerta en la cara de su amigo, la acostó y se quedó a un lado de la cama.<br /><br />— Por qué querías huir? — preguntó .<br />— Ya te dije, quiero volver a Culpepper. Cómo volveré a casa después que consigas la anulación? — ella preguntó, mirándolo ansiosamente. — Por favor, llevame de vuelta al lugar a que pertenezco.<br />Como él no respondía , Treasure se sintió todavía más preocupada. Tal vez la hubiese ido a buscar para que ella testificase que ellos no se habían acostado y así conseguir la anulación del matrimonio, pensó, sintiendo el corazón apretado en el pecho.<br />— No importa — ella continuó. — caminaré hasta allá si es necesario. Pero, sólo dime una cosa: a quién debo decirle que nunca me amaste ?<br />— Nunca te amé? — Sterling estrechó los ojos .<br />— Que nunca me llevaste a la cama — explicó ella. — Juraré que vos nunca me tocaste . Y , si ellos me examinan , diré que fue ... Freddy. Eso será suficiente? A cambio me ayudarás a volver a Culpepper?<br />Renville no respondió y continuó observándola con severidad.<br />— Por Dios , Renville, qué más quieres que haga para puedas volver a Inglaterra para casarte con ... no me acuerdo cuál es el nombre de ella — ella dijo, cuando no pudo soportar más el pesado silencio que había descendido sobre ellos.<br />— Cómo sabes eso?<br />— Yo sé... muchas cosas. — ella levantó el mentón, sintiendo su orgullo retornar. — Sé que me odias y creo que tienes razón. Ayudé a mi gente a esconder cosas de vos, cosas que legalmente son tuyas. Pero no tuve nada que ver con el casamiento. Si lo tuviese, te lo diría.<br />Renville miró la cara pálida de Treasure. Probablemente ella decía la verdad. En ese instante, se dio cuenta que tenía sentimientos conflictivos en relación a Treasure Barrett, pero, sin duda, odio no era uno de ellos .<br />— Si prefieres , hago una declaración por escrito. — Treasure iba a levantarse y ahora estaba del otro lado de la cama.<br />Renville trató de cubrir el espacio que os separaba y la vio intentar correr en dirección a la puerta. Pero fue más rápido, la agarró y la empujó contra su cuerpo . Entonces, cerrar la boca de Treasure con un beso le pareció la cosa más natural del mundo.<br />— Treasure... — él murmuró, tocando las mejillas de piel aterciopelada. — Me quedé tan preocupado.<br />Instintivamente, ella pasó los brazos alrededor de su cuello y lo besó.<br />Renville, entonces, la cargó en sus brazos y la llevó a la cama. La desvistió , y en seguida también se desvistió . Sin perder tiempo, la cubrió con su cuerpo.<br />— Sos tan deliciosa... — él murmuró, mientras le besaba los pechos hinchados.<br />Desde ese momento en adelante, ninguno de los dos pensó en nada más, concentrándose sólo en el inmenso placer que sentían .<br /> Mucho tiempo después, cuando ya habían saciado el deseo, oyeron un golpe en la puerta.<br />— Renville, abre la puerta, vamos! — Era la voz de Wyatt Colbourne.<br />Sterling se incorporó y miró a Treasure. Todavía estaban abrazados. Si Wyatt los atrapase en esa situación...<br />— Oh, Dios! — él gimió, le dio un beso a Treasure y se levantó rápidamente. buscó la ropas y , cuando abotonaba el último botón de la camisa, la puerta se abrió.<br />Wyatt Colbourne apareció, rígido. Los ojos castaños brillaron al observar a Treasure, que intentaba cubrirse.<br />— Los quiero en mi oficina en cinco minutos. A los dos! — Wyatt se dio vuelta y se retiró pisando fuerte.<br /><br /><br />Más tarde, en la oficina de Wyatt, Renville ordenó nuevamente que Treasure se sentase, pero ella cruzó los brazos sobre el pecho y lo miró con altivez.<br />— Siéntate! — Wyatt vociferó para o amigo. — Vos también, Treasure, siéntate.<br />Los dos obedecieron . El ambiente estaba tenso.<br />— Después de lo que presencié esta mañana, puedo decir con autoridad que ustedes están y continuarán irrevocablemente casados.<br />— Pero Wyatt...<br />— Ya oí tus argumentos, pero no los considero válidos. recuerda que te acostaste esta chica sólo hace unos minutos.<br />— No, él no hizo eso! — Treasure dijo horrorizada. — Nunca hizo eso!<br />— Jovencita , qué edad tienes? — Wyatt intentaba mantenerse calmo.<br />— Yo ... En qué mes estamos? — ella preguntó.<br />— Septiembre ... Creo que día seis.<br />— Cumplí 18 años el primero. Por favor, no me entiende. No soy una mujer común y corriente . Soy una intelectual , y mi gente me precisa .<br />— No. — Wyatt se movió en la silla, su paciencia se agotaba . — Creo que sos vos la que no entiende . Estás casada . Casada! Y , de acuerdo con la ley, perteneces a él — Wyatt señaló a Renville. — Ducunt volentum fata, nolentum trahunt7.<br />— Séneca no estaba se refiriendo al matrimonio cuando escribió eso.<br />Colbourne abrió enormemente los ojos .<br />— Te avisé que ella sabe un montón — Renville intervino. — Ves con quien estás queriendo unirme por el resto de mi vida?<br />Colbourne miró a los dos y , de repente, estalló en una sonora carcajada.<br />— Oh, cielos, Renville. Esperé mucho tiempo par ver esto! Estás casado, amigo. Y te haré cumplir todas las cláusulas del contrato.<br />— Pero no quiero estar casada con nadie... mucho menos con él ! — Treasure se puso de pie, con la cara ruborizada de indignación. — ?l es arrogante, ignorante y dice muchas blasfemias.<br />Wyatt se rió nuevamente, sin sacar los ojos de ella.<br />— Oh, eso no es incurable. Además, puedo decir por experiencia propia que con el tiempo él acabará gustándote — le aseguró , divirtiéndose con la situación. — Por Dios, Sterling! Esta muchacha es la mujer ideal para vos. No tengo la menor duda de que ella conseguirá domar tu mal humor, mi querido.<br /><br /><br />El barco Indulgence estaba anclado en la bahía. Transportaba tanto pasajeros como mercadería , entre Inglaterra y sus colonias en América. Los pedidos de Treasure para volver a Culpepper habían sido vehementemente negados.<br />Además, había visto Renville tan poco en los últimos días que no había tenido oportunidad de intentar convencerlo de que ese matrimonio era la peor cosa que podría haberles sucedido. Ahora, mientras caminaba por el muelle , Treasure observaba el barco y el ir venir de los marineros. La carga de mercaderías era una novedad para ella y aguzaba su inteligencia prodigiosa. Aunque todo un mundo nuevo estuviese esperándola , no lograba ignorar el dolor que le apretaba el pecho al pensar en sus padres, sus hermanos y la gente de Culpepper. La separación era muy dolorosa, y , para empeorar las cosas, temía nunca más volver a verlos.<br />Ajeno a los sentimientos que la dominaban, o, tal vez , importándole poco eso, Renville la condujo al barco donde Colbourne ya se encontraba y la dejó durante unos instantes para consultar sobre mercadería que estaba enviando a Inglaterra.<br />Los largos y relucientes cabellos castaños estaban sujetos, pero no trenzados. En la pequeña maleta que le habían dado sólo había dos mudas de ropa. Todavía llevaba una cesta de mimbre con hierbas y frutas secas que la señora Evans les había preparado , y una grande nostalgia en el pecho.<br />Entonces, mientras intentaba absorber todas las novedades, buenas y malas, que había en su vida, se quedó allí, parada al lado de Wyatt Colbourne, observando los últimos preparativos antes que el barco zarpase.<br />Súbitamente, un barril cayó de una pila y rodó en dirección a los marineros. Uno de ellos fue alcanzado y pronto los demás se aglomeraron alrededor de su compañero, que gemía y gritaba de dolor.<br />— Déjenme pasar — Treasure pidió, yendo rápidamente hacia el lugar . — Puedo atenderlo . — Se acercó , se agachó y comenzó a examinar sus heridas.<br />Después de un cuidadoso examen, suspiró aliviada.<br />— No tiene ningún hueso roto, pero se hizo un corte muy feo .<br />Ella no había visto a Wyatt aproximarse, de tan ocupada estaba dándole instrucciones a los marineros.<br />— Si pueden traerme un poco de coñac o ron, hilo y aguja, voy a ...<br />— No, vos no vas a nada!! — gritó Renville, surgiendo a su lado y fusilándola con la mirada.<br />— Pero él necesita atención ...<br />— El barco tiene un médico a bordo. Vamos a irnos de aquí . — Sin una palabra más , Renville la arrastró alejándola , seguido por murmullo de descontento de los marineros.<br />Wyatt tomó la cesta que Treasure cargaba y la llevó a la cabina que les había sido reservada.<br />— No te quiero caminando por ahí tocando a otro hombre! — Renville decía, cuando Wyatt llegó a la cabina.<br />— Yo no soy una dama ni una esposa común. Soy una campesina y puedo curar a la gente con los conocimientos que adquirí con la india que me crió. Sólo iba a ...<br />— Sé lo que ibas a hacer. De ahora en adelante, te prohíbo atender a quien quiera que sea.<br />— Eso es absurdo! Es un deber cristiano ayudar al prójimo y ...<br />— No es más tu deber cristiano. Ahora sos mía y harás lo que yo diga . Y eso incluye mantener tus manos lejos de otro hombre y conservar un poco de decencia y decoro! <br />En el pasillo , Wyatt cerró los ojos y sacudió la cabeza. Había insistido para que Renville mantuviese su matrimonio, pero no había pensado en las consecuencias de eso. Treasure no era una muchacha común y corriente , y , por lo poco que había podido notar, parecía tener una buena educación y un carácter tan fuerte como el de Renville. Era sólo una cuestión de tiempo hasta que ella se rebelase . Suspirando, Wyatt esperó un poco y golpeó la puerta, que se abrió inmediatamente. Le entregó la cesta a Treasure y salió de la cabina, acompañado de Renville.<br />— No te quedes mirándome de ese modo como si hubiese actuado mal.<br />— Sólo creo que fuiste demasiado rudo.<br />— No la conoces. Dale una mano y se agarrará de todo el brazo . He visto hombres temblar de miedo por lo que ella podría hacerles ante el menor insulto.<br />Wyatt sonreía.<br />— Es verdad ! Ya verás.<br />— Ya he visto muchas cosas, Sterling.<br />— No me vengas con discursos. No sabe nada sobre mujeres y matrimonio , sos un solterón convencido.<br /><br /><br />Treasure se sentó en la cama estrecha y miró la pequeña cabina. Sería su casa por algún tiempo. No sería del todo malo , si no extrañase a su familia y sus amigos.<br />Los cabellos largos sujetos sólo por un lazo que la señora Evans había insistido en hacerle usar y la estaban incomodando, por eso, decidió sujetarlos con la trenza habitual. En vez del vestido azul marino de siempre, usaba un elegante traje rosa que le moldeaba la cintura fina y los pechos firmes a la perfección. En verdad se estaba se sintiendo un poco sofocada por la ropa, pero sin la señora Evans cerca podía, por lo menos, usar los cabello como le gustaba. Después de todo , eran muchos cambios para asimilar en tan corto tiempo.<br />Renville observaba sus pertenencias siendo acomodados en la bodega del barco cuando vio a Treasure en la cubierta . Sin entender que sentimientos lo movían, fue hacia ella con pasos largos.<br />— A dónde piensas que vas ? — preguntó, agarrándola por el brazo, y, al darse cuenta que el barco ya había zarpado , se sintió ridículo.<br />Treasure no respondió. Pero su mirada era tan triste que Renville vaciló.<br />— Los veré nuevamente? A mi familia? — ella susurró, mirando a América que iba distanciándose en el horizonte.<br />Decir que no vería más todos a quien amaba sería muy cruel. Pero tampoco quería mentirle . Entonces, no respondió. Quería abrazarla y decirle que sería su familia de allí en adelante, y que jamás la dejaría sola. Le acarició la cara de piel aterciopelada y , al sentir la caricia cariñosa , Treasure lo miró con un brillo de esperanza en la mirada.<br />Se quedaron así, absorbidos uno por el otro, durante un largo rato, sin darse cuenta que Wyatt Colbourne los observaba a una pequeña distancia.<br />— Bien, estamos camino a Inglaterra — Wyatt declaró, al acercarse a la pareja.<br />Sólo en ese instante Renville volvió en si y se dio cuenta que todavía sujetaba la cara de Treasure. Apartó la mano y miró a el cabello de ella con el ceño fruncido.<br />— Qué pasó con tus cabellos?<br />— Es... más cómodo usarlo así .<br />—Por favor, ve a arreglarlos del modo en que estaban cuando llegamos al barco — le pidió, observando a Wyatt acercarse. — Te quiero ver elegante y presentable.<br />Treasure dio un paso atrás y lo miró con un brillo indignado en la mirada. Después, sin decir nada , volvió a la cabina. Golpeó la puerta y comenzó a deshacer la trenza.<br /><br /><br />Al día siguiente amaneció gris y lluvioso y continuó de ese modo durante toda la mañana.<br />Renville y Wyatt estaban en la cabina del capitán cuando un marinero fue a llamarlos.<br />— El marinero vino a avisar que Treasure no se siente bien — Wyatt informó.<br />— Y quién se siente bien ... con este temporal? — fue a respuesta de Renville.<br />— No vas a verla? — Wyatt preguntó.<br />— No.<br />— Los primeros viajes en barco pueden ser terribles , y todavía más con esta tormenta. Si no vas a verla , voy yo — dijo Wyatt.<br />Renville entró en la cabina con su amigo siguiéndolo. El olor a vómito era fuerte, y Treasure yacía inerte sobre el lecho estrecho.<br />— Treasure... Treasure — Renville empezó a llamarla, pero no obtuvo respuesta. — Treasure, di algo. Qué hacemos?<br />— Cielos, Renville, ella es tu esposa, haz algo. Cambiale la ropa mojada y dale algo para beber. Voy a ver si encuentro al médico del barco.<br />Wyatt salió y cerró la puerta detrás de si. Cuando volvió, Renville había arreglado a cama, había pasado una toalla húmeda por la cara de Treasure, la había cubierto con una manta y la sujetaba, torpemente, en los brazos.<br />Los dos amigos intercambiaron miradas significativas, como si uno supiese exactamente lo que el otro estaba pensando, y Wyatt notó que Renville parecía desesperado.<br />Treasure deliraba y hablaba sobre su padre, su madre, y repitió varias veces que quería ver al barón. Pero era obvio que hablaba de su padre y no de él.<br />De repente, Sterling Renville sintió celos de todos los que ella amaba y también remordimiento por haberla hecho tan infeliz durante el poco tiempo en que se conocían. Ella había curado a tantas personas y ahora no tenía a nadie mas que a él para cuidarla. No era justo.<br />Esa noche, por primera vez, pensó en la posibilidad de perder a Treasure, y tal posibilidad lo desesperó tanto que la abrazó, murmurando: <br />— Por favor, Treasure, no me dejes. <br />Por la fiebre alta, ella decía palabras incoherentes, qué sólo aumentaba la desesperación de Renville. Fue entonces que él hizo un juramento por todo lo que le era más sagrado: si Treasure se recuperaba , la llevaría de vuelta a su casa...<br /><br /><br />Finalmente la tormenta había pasado y , unos días después, cuando Wyatt entró en la cabina, lo encontró durmiendo y , con gentileza, tocó el hombro de Sterling para ofrecerle un jarro con té caliente.<br />Renville se sentó en la cama y tocó la frente de Treasure. Ya no estaba tan caliente como antes. Parecía que la fiebre había cedido.<br />— Treasure? — Renville la llamó-, tomándole la mano entre las suyas.<br />— Vos... estás... aquí? — ella balbuceó. — Pen... Pensé que estabas en la cabina del capitán.<br />— Hace tres días que él no se separa de vos — Wyatt le informó.<br />— Me siento tan ... rara... y tengo tanta sed .<br />— Que tal un poco de té caliente?<br />— Estuve enferma ?<br />— Si, pero ya estás bien . Tienes hambre ?<br />Treasure pensó por un momento y sacudió la cabeza afirmativamente. Para sorpresa de ella, Renville pidió que le trajesen un caldo fuerte y la alimentó en la boca, con una ternura que nunca había pensado ser capaz de demostrar.<br />De ese modo , en poco tiempo ella fue se recuperando y , dos días después, ya era podía alimentarse sola. Todavía dormía por largos períodos, siempre con Sterling a su lado. Y mientras mejoraba, percibía con tristeza que Renville se iba poniendo más distante.<br />El capitán le hizo una rápida visita y preguntó si podría hacer algo por ella.<br />— Tal vez ... Si tuviese algún libro que pueda prestarme...<br />Poco después él mandó un marinero a entregarle un libro sobre navegación, pidiendo disculpándose por no poder ofrecerle algo más interesante.<br />Renville se rió y Treasure lo miró también sonriendo.<br />— Te estás riendo de mí ? — preguntó, abriendo el libro sobre las piernas.<br />— No — él se aproximó a la cama estrecha. Había perdido ese aire aristocrático y parecía más humano.<br />— Fuiste muy amable conmigo mientras estuve enferma . Gracias.<br />— Amable ? Nunca hago cosas para ser amable . No es algo lucrativo.<br />— Por qué la ganancia siempre es tan importante para vos?<br />— Porque es esencial. Todo debe ser hecho para progresar .<br />— Todo?<br />— Todo. Hasta las fortunas de los nobles pueden aumentar y disminuir en poco tiempo. La vida es sorprendentemente precaria para las personas más privilegiadas.<br />— La vida también es precaria para los pobres, Renville — ella comentó. — Por eso mismo creo que tanto los grandes como os pequeños deben decidir lo que es realmente valioso en su vida.<br />Por primera vez, desde que se habían conocido, Renville se dio cuenta de la sabiduría contenida en las palabras de ella.<br />— Descansa , Treasure — murmuró, en voz baja y cariñosa, antes de salir de la cabina y dejarla sola con sus pensamientos.<br />Era muy agradable oír su nombre pronunciado por él. Entonces, Treasure se recostó sobre las almohadas y cerró los ojos . Qué ganancia esperas de mí, Sterling Renville?, ella preguntó a si misma.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-1078916446938488402010-11-08T11:57:00.000-03:002010-11-08T11:58:16.355-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 14 - BETINA KRAHNCAPITULO 14 <br /><br /><br />El carruaje seguía en disparada por el camino polvoriento. Treasure y Renville hablaban en voz alta, e Freddy, el conductor, prestaba atención a todo. Seguramente iba a temer mucho que contar cuando volviese a Culpepper.<br />Cuando llegaron a una pequeña posada en Baltimore, tarde por la noche, Treasure no tenía más fuerzas ni energía para discutir. Ni cuando Renville la hizo comer algo y después la encerró en un cuarto sin ventanas para pasar la noche.<br />Al día siguiente, ella estaba resentida y determinada a volver a su casa, pero Renville declaró que sólo volvería después de que el matrimonio fuese anulado. Pasados cinco días, que fue el tiempo que llevó el viaje a Filadelfia, Treasure estaba exhausta. Pero eso no le impidió que, maravillada, mirase por la ventanilla para apreciar la gran ciudad de la que había oído hablar durante toda su vida. Renville protestó y la hizo sentarse derecha para que no estuviese asomada a la ventanilla como una campesina que viajaba por primera vez,<br />Era el final de la tarde cuando llegaron a una bonita casa de ladrillos a la vista, en una bonita calle arborizada, en la parte mas elegante de la ciudad.<br />Renville descendió del carruaje, dando órdenes para retirar el equipaje. Ayudó a Treasure a salir del carruaje y la condujo a la puerta blanca con herrajes durados. Golpeó insistentemente, siempre agarrando a Treasure por el brazo.<br />— Señor Renville! — una empleada abrió la puerta y se apartó para que ellos entrasen, mirando admirada a Treasure.<br />— Dónde está Colbourne? — él preguntó.<br />— Está en la oficina, señor. Voy a avisar que...<br />— Yo mismo aviso. — Renville se apartó, sin soltar el brazo de Treasure, quien se sentía humillada por estar siendo arrastrada como si fuese una criatura desobediente.<br />Molesta, afirmó los pies descalzos en la gruesa alfombra y logró librarse de Renville.<br />— Mantén tus manos lejos de mí ! — ella advirtió. Pero él la tomó por la cintura, abrió la ancha puerta de nogal y la empujó adentro.<br />— Comportate, o te juro que te amarraré — él dijo, golpeando la puerta y apoyándose en ella.<br />— Santo Dios... Renville! — un hombre alto y delgado, sentado en un escritorio también de nogal , levantó la vista de una pila de papeles.<br />— Colbourne, preciso tu ayuda... Con urgencia — Renville le dijo a su amigo, sin sacar los ojos de Treasure. — Siéntate! — él ordenó, con el dedo erguido señalando un elegante sofá estilo reina Ana , cerca de una chimenea de mármol .<br />— No. Hace días que estoy sentada! — ella respondió, cruzando los brazos sobre el pecho.<br />— Siéntate! — él gritó, dando un paso en dirección a ella.<br />Treasure se puso roja de rabia, pero obedeció. El cuarto parecía una oficina o una biblioteca. Las paredes tenían estantes llenos de libros, lo que atrajo la mirada de Treasure inmediatamente. El ambiente estaba iluminado por grandes ventanas, el escritorio era imponente y tenía dos grandes poltronas en frente.<br />— Por el amor de Dios, qué está sucediendo, Renville? — Wyatt Colbourne miraba atónito a la muchacha malvestida, sucia y descalza. — Te esperaba unos días atrás, tus barriles ya llegaron. El barco parte dentro de cuatro días y estamos...<br />— Fui retrasado por... un casamiento. — Renville miró airado a Treasure. — Mi casamiento.<br />— Tu... Casamiento? — Wyatt estaba perplejo. — Dios ! Contra quién?<br />— Con ella — Renville señaló a Treasure, con aparente disgusto. — Ellos me forzaron... Con una trampa . Quiero una anulación, rápido. Antes que volvamos a Inglaterra.<br />— Esta es... tu esposa?<br />— Es la muchacha con la cual me forzaron a casarme.<br />Boquiabierto, Colbourne continuaba mirando a Treasure, quien , avergonzada, intentaba quitar el cabello de la cara con una de sus manos.<br />— No entiendo... — Colbourne sacudió la cabeza. — Quién te forzó a casarte con ella y ... Cómo?<br />— La familia de ella y un sacerdote católico. Dijeron que la llevé a la cama y que la deshonré . Dios... Puedes imaginar...<br />— Bien, realmente hiciste eso?<br />— Hice qué?<br />— La llevaste a la cama?<br />— Wyatt! La cuestión aquí es que fui forzado. Y eso es indiscutible. — Renville mostró los cortes en la cara y la mancha oscurecida alrededor de uno de los ojos. — Ellos no tenían derecho a forzarme a casar con nadie... Por ningún motivo. Y ... yo no la llevé a la cama!<br />— Mentiroso — Treasure dijo con calma, agregando en latín: — En dictum 6.<br />— Ella sabe latín ? — Colbourne preguntó, sorprendido. — Y leyes?<br />— Mi querido padre le enseñó. Yo no la llevé a la cama. al principio creí que lo había hecho. Antes de saber la verdad. Wyatt... Eso no interesa en este momento . Pero fui forzado!<br />— Me llevaste a la cama, si, señor . — Treasure se levantó , furiosa porque él estaba negando un hecho que era muy importante para ella.<br />— Pero no antes del casamiento, muchacha. Una mujer sólo puede ser desflorada una vez, y las señales fueron evidentes. No podría haberte llevado a la cama cuando nos encontraron juntos, porque estaba intacta en nuestra noche de bodas! No había razón legítima para la farsa del casamiento. Fue una trampa! Una vil trampa!<br />— Me llevaste a la cama en la noche de bodas... Pero no antes? — Colbourne continuaba alarmado.<br />— Yo no quería ... no fue un acto consciente. Puedes imaginarme haciendo eso? — él señaló a Treasure.<br />— Bien... Ella no es tu estilo, Sterling. Lo admito.<br />— Quiero salir de este lío, Wyatt, y cuanto antes, mejor.<br />— Y qué quiere ella ? — Wyatt señaló a Treasure con la cabeza y ella se vio observada por dos pares de ojos, uno de ellos resentido y el otro con indisimulable curiosidad.<br />Dios, nunca se había sentido tan inferior y tan despreciada. Los dos hablaban como si fuese un objeto, cuya simple presencia los podría contaminar.<br />— Quiero... Tomar un baño — ella declaró con voz embargada, temiendo llorar delante de los dos.<br />— Bien, por supuesto. Vinieron de Culpepper, por caminos polvorientos. — él fue hacia la puerta y llamó al criado. — Puedes seguir a Thomas, él te llevará al cuarto de huéspedes, y la señora Evans te proveerá de lo que precises.<br />Cuando Treasure pasó por al lado Renville, él le agarró el brazo y miró a Wyatt, furioso.<br />— No la conoces... Ella podría huir.<br />Wyatt abrió la boca y miró a la mujer indefensa, lindos ojos violetas y sensuales labios rosados.<br />— Aceptarás mi hospitalidad, verdad?<br />Treasure asintió, Renville soltó su brazo y ella siguió a Thomas. Cuando la puerta cerró, Wyatt fue hacia el armario de bebidas, llenó dos copas de coñac y le entregó una a Renville, quien se había arrojado en una de las poltronas delante da escritorio.<br />— Dios, Sterling, qué te pasó en esa villa? Tienes una apariencia espantosa. Y , si estás intentando librarte de ella, por qué la trajiste con vos?<br />— No pude dejarla. — Renville tomó un gran trago de la bebida. — Ella tiene una mente diabólica. Ella y su familia me forzaron. Tienes que conseguir esa anulación, rápido.<br />— Un casamiento forzado puede ser anulado, pero ... Si te acostaste después... El asunto es serio, Sterling.<br />— No me vengas con tus discursos moralistas, Wyatt. No estoy dispuesto a oírlos. Haz algo, quiero volver a Inglaterra y casarme con Larenda. Hay algo de malo en eso?<br />— No, Renville, pero por el momento estás casado con otra mujer . — Cuando Renville abrió la boca para protestar, Wyatt levantó la mano — Veremos que puedo hacer.<br /><br /><br />Treasure se vio en un cuarto espacioso, amueblado con lujo, y fue atendida por una mujer de cuerpo rollizo, quien sacudió la cabeza disgustada al ver el estado en que ella se encontraba. La desvistió y la hizo entrar en una bañera de agua templada y perfumada. Le dio a Treasure una esponja suave y se puso a desenredar y a lavar sus cabellos. Después la envolvió en una toalla mullida y la hizo sentarse en un banquito.<br />Después de tener su cabello cepillado, Treasure recibió una camisa , y la criada la hizo acostarse para descansar.<br />Ya casi había oscurecido cuando la señora Evans reapareció con el vestido de Treasure lavado y seco y un par de zapatos pertenecientes a una de las criadas. Le cepilló nuevamente los cabellos, comentando como eran muy bonitos y negándose a trenzarlo nuevamente. Treasure le agradeció, pero evitó mirar a la mujer.<br />A continuación, fue dejada sola, siendo avisada que la cena sería servida en el comedor. Treasure se sentó y se quedó mirando a su alrededor, sintiéndose extraña y completamente descolocada.<br />Sos una filósofa, Treasure Barrett, ella murmuró, y los filósofos no se andan lamentando por estar lejos de su casa. Ellos aprovechan las oportunidades para aprender con una nueva experiencia. John Locke no sentiría pena de si mismo, ni Isaac Newton.<br />Enderezó los hombros y salió del cuarto. Caminó por la casa, admirando los finos muebles, los cuadros y los detalles arquitectónicos.<br />Siguiendo las instrucciones del ama de llaves , se dirigió al comedor, pero se detuvo en la puerta al oír la voz de Renville.<br />— Mierda, Wyatt, habla en serio.<br />— Te estoy hablando en serio, Sterling, Créeme. Pasé las dos últimas horas examinando mis libros y me parece que tendrás que permanecer casado, quieras o no. Pronunciaste los votos nupciales, no?<br />— Si, pero bajo protesta — él señaló las heridas de su rostro.<br />— Pero te acostaste con la muchacha aparentemente por propia voluntad . El matrimonio fue consumado y eso impide la anulación.<br />— Podemos jurar que nada sucedió. — Renville apoyó las manos sobre la mesa, mirando a su amigo ansiosamente . — Me olvidé de todo.Yo nunca toqué a esa muchacha.<br />— Creo que ella piensa diferente. Y no participaré de esta mentira.<br />— Mierda, Colbourne, es mi futuro lo que estamos discutiendo. Mi vida. Voy a casarme con Larenda! Mi futuro depende de eso.<br />Treasure no oyó nada más. Pálida, se apoyó contra la pared , intentando calmarse. ノl había afirmado que ya no se acordaba de lo que había pasado entre los dos. Lo que había sido un dulce despertar para ella, no representaba nada para él.<br />Y, lo peor, Renville quería volver a Inglaterra para casarse con otra mujer.<br />Desesperada, corrió hacia la puerta. Una vez en la calle desierta, continuó corriendo hasta que las lágrimas la cegaron. Se detuvo y se secó la cara. Miró a su alrededor y vio que estaba en un cruce transitado . A dónde podría ir? Cómo haría para volver a su casa?<br />Freddy había llevado el carruaje para reparar y recién volvería al día siguiente. Le pediría que la llevase de vuelta a Culpepper con él. Miró el cielo para orientarse por las estrellas y las constelaciones, pero en la ciudad eso era imposible. Intentó acordarse del camino que habían hecho, pero no pudo . Apretó el paso y vagó sin rumbo por las calles largas y apiñadas de gente. Encontró dos establos, pero Freddy no estaba en ninguno de ellos.<br />Aquella ciudad era muy grande, y Treasure se sentía desorientada. Caminó mucho, y pronto las calles se fueron llenando de gente. Pasó por tabernas, pensó en pedir orientación, pero tuvo miedo de hablar con extraños.<br />Agotada, Treasure se vio cerca del puerto , y se escondió en un pequeño barco cubierto por una lona para descansar un poco. Cuando amaneciese podría intentar encontrar Freddy.<br />Las calles estaban repletas de soldados con sacos rojos que desembarcaban de los barcos. Eran ingleses. Tal vez ellos la ayudasen...Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-4801066973581172422010-11-07T14:53:00.000-03:002010-11-07T14:58:56.101-03:00DIVINO TESORO -CAPITULO 13 - BETINA KRAHN -CAPITULO 13<br /><br />Treasure fue colocada, sin la menor ceremonia, en el piso del cuarto del barón.<br />Buck se frotó las manos y salió, cerrando la puerta del lado de afuera.<br />Renville dio varios puñetazos en la puerta, pero fue en vano.<br />Aunque a disgusto, los dos estaban encerrados en el mismo cuarto.<br />Renville estaba furioso. Debería haber sacado la llave de la cerradura, pero nunca podría haberse imaginado algo así , mucho menos algo así concebido por el propio padre de Treasure.<br />Furioso, la miró y se dio cuenta que la autoridad y la determinación <br />habían vuelto a su cara.<br />— Es mejor que no me toques! — Treasure exclamó, enfurecida.<br />— No haría eso por nada en el mundo. Vamos dejar las cosas bien claras desde el principio. Sé que planearon todo y esta noche dormirás en esa cama. Pero no te acostumbres porque no será por mucho tiempo. Y quedate fuera de mi vista . Fui forzado a casarme con vos, pero esto no es un "matrimonio".<br />— Planeamos? Fuiste forzado? No quieras ser mejor de lo que realmente sos, Sterling Renville — Ella levantó el mentón. — Yo no tengo nada que ver con todo esto!<br />— Creo que fue una coincidencia muy conveniente que fueses atrapada en la cama de un hombre que está vendiendo las tierras en que las que tu padre vive! Por qué clase de retardado me toman?<br />— Un tipo cruel y ambicioso — ella gritó —, y encima un creído! Como si yo desease casarme con vos... o con cualquier otro hombre! Tuvieron que llevarme a la fuerza! No lo viste?<br />— Mentirosa! No existe mujer que no desee casarse.<br />— Yo no soy una mujer común y corriente . Soy una filósofa! Y las mujeres que usan la cabeza no precisan casarse.<br />— No... Claro ... Sólo se desnudan en la orilla de un río cuando se les antoja.<br />Inesperadamente, ella lo abofeteó , y Renville dio un paso atrás. Treasure cubrió la boca con una de sus manos, horrorizada por la rabia que vio en los ojos cenizas, y esperó la revancha.<br />Pero Sterling Renville se enderezó , levantó la cabeza y llevó la mano una vez más a su cara. La bofetada había abierto la herida que él tenía en el mentón.<br />Treasure estaba aturdida. Nunca había sido violenta, y ahora había agredido a Renville en la noche de bodas. Lo peor era que él estaba sangrando!<br />— Yo ... ah — ella balbuceó avergonzada —, puedo tratar la herida.<br />— Creo que eso ya lo has hecho — él murmuró.<br />— Te estoy diciendo que puedo detener la sangre — ella explicó, tomándolo por el brazo e, ignorando su resistencia, lo llevó hacia una poltrona. — Siéntate, por favor.<br />Renville vaciló, pero acabó obedeciendo.<br />Con movimientos ágiles, ella tomó la bolsa de cuero que estaba en el piso <br /> , llenó la fuente de loza con agua y sumergió unas hierbas allí. A continuación, colocó la fuente sobre el regazo del barón e inspeccionó la herida. La única reacción de él fue una mueca cuando la vio lavar la herida con una toalla que había embebido en la infusión de hierbas.<br />— Disculpa , no planeaba lastimarte .<br />Renville no respondió. Nada en relación a Treasure Barrett tenía sentido. Ella era orgullosa e insolente, y al minuto siguiente, vulnerable e infantil. Para empeorar las cosas , los sentimientos que alimentaba en relación a esa mujer misteriosa que ahora era su esposa pasaban del odio a la atracción física en segundos.<br />Aunque estuviese concentrada en lo que hacía, Treasure lo vio apretar los brazos de la poltrona con fuerza.<br />— Nunca pensé que algún día iba a herir a alguien. Disculpame.<br />— Parece que mi desgraciado destino es ser la primera vez para muchas cosas en tu vida — Renville murmuró, antes de apartar la mano delicada de su cara. — Ya basta. Esto cicatrizará solo.<br />Pero sus dedos no lograron soltar los de ella. Fue necesario un esfuerzo sobre-humano para levantarse y apartarse de ella. El aposento estaba oscuro, siendo iluminado sólo por la luz de la luna que penetraba a través de las puertas dobles que daban al balcón .<br />— Ve a la cama, Treasure — dijo él, antes de abrir las puertas y salir al pequeño balcón.<br />Durante algún tiempo, Treasure continuó mirando la espalda ancha de Renville. Luego , cerró los ojos , intentando comprender el tumulto de emociones que la asolaban. De repente, experimentó una enorme sensación de vacío. Se sentó en la cama y tuvo que controlarse para no llorar. Si al menos el viejo barón estuviese presente para conversar con ella.<br />Renville continuó solo en el balcón. Deseaba a Treasure Barrett más de lo que jamas había deseado a otra mujer. Había desistido de intentar convencerse de que sólo era lujuria. Después de todo , desde esa noche en que la había besado , pensando trataba de una vagabunda ladrona, Treasure consumía sus pensamientos y atizaba fuego en su cuerpo y alma. Ella era sensual y fascinante. Y eso era o más increíble. Estaba acostumbrado a relacionarse con mujeres elegantes y su mundo era otro. Treasure tenía una aura rústica a su alrededor, lo que los hacía tan diferentes cuanto agua y vino.<br /><br />Soltando un profundo suspiro, Renville volvió al cuarto para enfrentar la noche que tenía por delante . Se encontró con Treasure sentada en la cama, amasando la falda y luchando para contener las lágrimas.<br />— Maldición ! — caminó hacia ella, con las manos apoyadas en las caderas en una clara demostración de impaciencia. — Se quieres llorar, llora de una maldita vez.<br />— Yo no lloro. — ella giró la cara hacia el costado . — Yo nunca lloro.<br />— No diga pavadas. Todas las mujeres lloran.<br />— Yo no soy una mujer común! — ella lo miró con expresión orgullosa. — Soy una intelectual, y los intelectuales no lloran!<br />Exasperado, Renville fue hacia ella, hizo que se levantase y la abrazó, besando los labios entreabiertos.<br />Treasure intentó desprenderse , pero la sorpresa y el indescriptible placer que los labios carnosos le proporcionaron la hicieron vacilar. Renville, por su parte , movía las manos sobre la espalda y la cintura delgada, explorando cada curva del cuerpo femenino. Entonces, con un gemido, se apartó y miró los inmensos ojos violetas .<br />— No puedes ser tan inteligente, Treasure Barrett, si no tienes consciencia de que sos una mujer bella y deseable.<br />Pareciendo no poder contenerse más , él la besó nuevamente y , esa vez, Treasure se abandonó en sus brazos. Cuando Sterling la soltó para deshacer la trenza que sujetaba los largos cabellos castaños, Treasure no pensó en escaparse.<br />Con gesto seductor, Renville desató el delantal de ella, que cayó entre los pies, y a continuación le sacó el vestido.<br />Treasure intentó protegerse con los brazos, al verse sólo con la fina y transparente camisa , pero él le impidió hacerlo. La besó y continuó con las caricias. En poco tiempo , Treasure fue perdiendo la timidez y apoyó los pechos en el tórax ancho de su marido.<br />Gimiendo, Renville la llevó a la inmensa cama de estilo colonial, le sacó las botas y la camisa y volvió a besarla con ternura, lo que hizo que Treasure pasase los brazos alrededor de su cuello , correspondiendo ardientemente a las caricias seductoras. Las manos atrevidas buscaban sus pechos, las caderas, y ella, instintivamente, se apretaba más contra el tórax masculino . Pronto , Renville terminó de quitarle la camisa y la cubrió con su propio cuerpo desnudo, en un preludio de una unión más íntima y plena.<br />Hasta ese punto Treasure sabía lo que estaba sucediendo. Después de eso, tendría que confiar nele e obedecer a sus propios instintos, que le decían para amar e dejar-se amar sin reservas. Después de todo , ahora eran marido y mujer...<br /><br /><br />Un poco antes del amanecer, Treasure, todavía anidada en los brazos de Renville, se despertó sintiéndose muy bien. Permaneció quieta. Él respiraba pausadamente, y el cuerpo musculoso era cálido y acogedor.<br />Entonces así era como el amor entre un hombre y una mujer se consumaba, ella pensó somnolientamente . Al contrario de lo que había imaginado , era un acto tierno y de entrega total, no sólo un comportamiento animal y pecaminoso como muchos decían.<br />Renville se movió lentamente, enlazándola por la cintura. Treasure se sentó lentamente y lo miró . Su marido era un hombre muy guapo. Alto, fuerte, musculoso, hombros anchos y un rostro aristocrático. Movida por un impulso, acarició el contorno de las mejillas angulosas y , de repente, notó que él giraba para verla mejor.<br />— Estás despierto. Pensé que... — ella balbuceó, avergonzada por haber sido atrapada en flagrante.<br />Renville sonrió. Treasure estaba linda, los cabellos sueltos le cubrían los pechos redondos y firmes. los ojos violetas estaban luminosos, y las mejillas blancas , teñidas de un leve rubor.<br />— Hum... Esta es una perfecta manera de ser despertado.<br />— Disculpa — ella murmuró. — sólo estaba observando tus heridas.<br />Sin decir nada, ella le tocó suavemente la cara, y cuando levantó la cabeza para observarlo, notó que los ojos grises estaban brillando de deseo.<br />— Mi dulce Treasure, con un caricia de esas podrías resucitar a un muerto.<br />Inesperadamente, Renville se dio vuelta , colocándose sobre ella.<br />— Sos muy linda, Treasure Barrett. Aliás, sos lo que todo hombre puede querer en una mujer... — la besó suavemente. — Y mucho más.<br />Embriagada con esas palabras inesperadas, Treasure lo abrazó , y Renville se preparó para poseerla una vez más . Era maravilloso el modo en que <br />sus cuerpos encajaban, moviéndose al ritmo de una melodía que sólo ellos eran capaces de escuchar y sentir.<br /><br /><br />La temperatura del cuarto estaba un poco más calurosa que lo habitual. Renville se desperezó en la cama, observó a Treasure y se acordó de todo lo que había pasado.<br />Ella dormía, con la cara en su hombro, los pechos apoyados en su pecho y una de las piernas insinuándose entre las de él.<br />Treasure Barrett era bella, y , a pesar de ser inexperta , también había probado ser una amante maravillosa. La noche que habían pasado juntos había sido una de las mejores de su vida, y sabía que, pasase lo que pasase, jamás la olvidaría. Aún así, no podía continuar con esa farsa. Sin despertarla, salió de la cama y la observó. Dios, qué había hecho amándola de esa manera?<br />Había consumado el matrimonio! Se había jurado a si mismo que no pondría un dedo en su joven esposa, porque sólo así podría conseguir la anulación. Sin embargo, esa resolución lo había abandonado cuando la había tocado. Perturbado, pasó la mano por sus cabellos claros y comenzó a caminar por el cuarto, buscando los pantalones o cualquier otra cosa que ocultase su desnudez.<br />Desde el día en que había llegado a Culpepper, había actuado de manera extraña. Había bebido demasiado y nada de lo que había hecho era propio de él. Estaba en constante estado de ansiedad, y siempre en conflicto con los propósitos que lo habían hecho trasladarse de Inglaterra a allí. Y la única causa de eso era Treasure Barrett.<br />Todas las veces que se encontraban era como si estuviesen trabando una silenciosa batalla. Era su futuro lo que estaba en juego. Toda su vida ! Y allí estaba él, caminando por el cuarto con Treasure Barrett durmiendo desnuda en su cama, después una maravillosa noche de amor.<br />Dios! Qué haría? Debía dominarse. Nada de lo que había sucedido podía alterar sus planes.<br />Estudiándola con atención, notó dos pequeñas manchas de sangre en el lecho nupcial. No podían ser de él, puesto que sus heridas ya estaban cerradas. Entonces eran de Treasure. Pero ... Oh, carajo!<br />— Dios mío ! — gimió al darse cuenta del significado de todo aquello. Ella era virgen , lo que quería decir que nada había sucedido la noche en que fueron atrapados juntos en la cama. Había sido doblemente engañado.<br /> Y todo lo que había sucedido ahora estaba encuadrado dentro de un matrimonio normal. La novia había perdido la virginidad en la noche de bodas. Renville se dijo que no hacía diferencia, pero sabía que intentaba engañarse a si mismo. Ningún magistrado le daría razón si pidiese la anulación del matrimonio, ni siquiera siendo él un aristócrata.<br />— No puedo creer que soy tan imbécil ! — él repitió, cerrando los puños.<br />Fue hacia la puerta del cuarto. Estaba sin llave . Salió en busca de la señora Treacle y del viejo Bailey.<br /><br /><br />Los Barrett dormían esparramados por la sala, y el padre Vivant apareció desde algún punto del corredor. En poco tiempo , fueron despertando al oír al barón dar órdenes para que preparasen el carruaje y su equipaje .<br />La señora Treacle y Bailey lo miraron asustados por la rabia que él demostraba.<br />A continuación , Renville volvió al cuarto para vestirse para el viaje.<br />Encontró a Treasure sentada en el centro de la cama , y mirándolo con una expresión alarmada.<br />Muchas preguntas se formaron en su mente, pero ella no tuvo coraje de formularlas.<br />Renville pasaba la navaja por la cara enjabonada con la mano temblorosa y una mirada determinada.<br />Treasure recordó la noche de amor que habían compartido, pero el hombre arrogante que ella veía ahora no era el mismo que la había acariciado y que la había besado con emoción y cariño. No era o mismo que la había poseído y que le había proporcionado tanto placer.<br />— Señor? — el viejo Bailey entró, y Treasure se encogió en la cama, intentando esconderse.<br />— Fuera, Bailey. Vuelve en cinco minutos. — él miró a Treasure. — Vístete.<br />Ella salió de la cama y comenzó a recoger la ropa que había sido arrojada en el piso la noche anterior, en el preludio que había antecedido al amor. Se vistió y se acercó a Renville.<br />— Qué estás haciendo?<br />— Afeitándome — él respondió bruscamente. — Pero ya sabes de eso, tienes experiencia con los hombres.<br />— Es... escuché voces. Qué está pasando? — Treasure tuvo la nítida impresión de que no le iba a gustar la respuesta.<br />— Nada que te preocupe demasiado — él hizo una pausa y la miró . — Ya conseguiste lo que querías. Estaré partiendo en una hora, esposa.<br />— Partiendo?<br />— A Filadelfia, y de allá a Inglaterra. — él pasó la toalla por la cara y continuó: — Y mientras esté en Filadelfia, planeo anular este matrimonio. Aprovecha los privilegios mientras puedas, Treasure Renville, antes que te conviertas en Treasure Barrett nuevamente. Y la venta de la mansión y de las tierras continuará en pie como lo había planeado. Puedes comunicarle a tu amada familia que la trampa falló.<br />—Te dije que no tengo nada que ver con lo que sucedió. No tengo conocimiento de ninguna trampa. Vas a vender la mansión y las tierras?<br />Renville la miró con desdén, pero sintió un calambre en el estomago al ver su cara pálida y los ojos brillantes.<br />Estoy vendiendo todo. Nunca más pondré mis pies en Maryland y<br />mucho menos en Culpepper. Y eso quiere decir que nunca más volveré a poner los ojos en vos.<br />— Nunca... — Treasure susurró.<br />— Nunca más — él arrojó la toalla y fue hacia el guardarropa. Tomó una camisa limpia y , cuando se dio vuelta , ella se limitó a observarlo, con los ojos violeta muy abiertos y la cara muy pálida.<br />Renville tragó en seco y miró el reloj.<br />— Bailey estará aquí en dos minutos para acabar de arreglar mis cosas, estando vestida o no.<br />— Te vas ? Ahora? Después de anoche?<br />— Especialmente después de anoche. Ahora sé cuan astuta sos , muchacha. Realmente sos mucho más que una filósofa. Hiciste muy bien tu parte... le pusiste ... entusiasmo.<br />El la vio estremecerse. Estaba provocándola deliberadamente, pero ella no reaccionaba como él esperaba. Quería, precisaba verla enfurecida. Quería que ella hiciese su partida más fácil.<br />La noche anterior, Renville la había convertido en una mujer, y ella estaba actuando como una. Vivenciaba una nueva experiencia.<br />Renville maldijo y se sentó na poltrona para calzarse las botas. <br />Sterling Renville estaba partiendo, exactamente como Pen había dicho que iba a suceder. No volvería más, vendería las tierras y ... Se libraría de ella. Una sensación terrible se apoderó de Treasure. En todo lo que podía pensar era en que nunca más lo vería, nunca más sentiría su cuerpo y sus caricias.<br />Se vistió con manos temblorosas, los sentidos dominados por una especie de sopor. Escuchó que Renville había salido del cuarto y se dio cuenta que Bailey entraba y se aproximaba a ella. Cuando vio la mirada pesarosa de Bailey, no soportó más. Arrojó su cabello hacia atrás con un gesto decidido y , con as piernas temblorosas, descendió al piso inferior.<br />El carruaje, con el bello caballo de Renville amarrado atrás, estaba parado en el frente de la casa.<br />Los empleados la observaban ansiosos, y Hanley y Alf pasaron por al lado de ella para tomar el equipaje del barón. Sólo había un lugar donde Treasure le gustaría estar en ese momento: la biblioteca, su refugio desde la infancia. Y hacia allá ella se dirigió. Ese lugar era un santuario para ella y un bálsamo para su alma atormentada. Descalza, fue a los estantes y pasó la mano por los libros. Tomó uno , después otro y otro más y los cargó al sofá. Se sentó, los abrió uno por uno y se puso a leer. Pero la lectura no llenó el vacío que sentía dentro de si.<br />Cerrando los ojos , sujetó uno de los libros contra su pecho y tuvo consciencia de una verdad terrible. Podía amar esos libros y todo el placer y sabiduría que ellos transmitían, pero nunca podría ser correspondida. Había necesidades que el conocimiento nunca podría llenar. Necesitaba sentirse abrazada y amada.<br />— Dónde está ella ? — Renville miró al viejo Bailey, en los escalones delanteros del pórtico.<br />Bailey sacudió la cabeza con tristeza, y Renville miró a la señora Treacle, luego a Buck, al padre Vivant y al resto de la familia Barrett. Todos negaron.<br />— Bien, me marcho ... — él caminó hacia el carruaje, pero acabó disminuyendo los pasos e murmurando: — Me cago en todo esto!<br />Volvió y entró en la casa, gritando el nombre de Treasure. La buscó en la sala de visitas, en el comedor, en la sala de música y nada. Ella no estaba en ningún lugar . La última puerta estaba entreabierta. Era la de la biblioteca. Donde más podría estar ... una intelectual ?<br />Abrazada un libro de Aristóteles, Treasure miraba el vacío. El sol de la tarde hacía que su cabello brillase y , cuando ella levantó los ojos violetas , su cara estaba tremendamente triste.<br />— Me voy — él dijo. Treasure sacudió la cabeza. — Mi abogado mandará los papeles cuando estén listos. — ella sacudió la cabeza nuevamente.<br />Renville dio un paso adelante . Qué estaba pasando con ella? Sentada allí, agarrada a un maldito libro, sin reaccionar?<br />Se acercó , la agarró por el brazo e hizo que se pusiese de pie, esparciendo los libros alrededor.<br />— Por favor, no... — ella pidió.<br />— Qué estás tramando, muchacha? — la empujó más cerca de si, sabiendo el peligro que corría. Ella giró la cara. — Estás planeando algo. Pero no ganarás nada con eso . Voy a librarme de vos y a vender todo.<br />Renville enderezó el cuerpo, sintiéndose un tirano por tratarla de esa manera cuando ella parecía tan indefensa. La soltó y dio un paso atrás, pisando los libros. A continuación, tomó el mentón de Treasure para hacer que ella lo mirase, pero lo soltó rápidamente, como si estuviese quemando.<br />Lágrimas corrían por el rostro de ella y caían en su vestido desabotonado. Ni histeria ni desprecio. Sólo lágrimas silenciosas y labios temblorosos. Él podía hacer sólo una cosa. Tomó su mentón nuevamente y cubrió sus labios con los de él.<br />Un dolor agudo alcanzó su pecho, cerca del corazón. Él sacó el libro de los brazos de ella y agarró su muñeca, arrastrándola al corredor principal.<br />— Para ... No... Qué estás haciendo? — ella se resistió, pero no logró impedirle llegar al pórtico, donde su familia asistía a todo, alarmada.<br />— Vienes conmigo — él declaró, enfurecido.<br />— Oh, no! — Treasure sacudió la cabeza con vigor.<br />— Oh, si!<br />Cuando ella pidió ayuda a Buck y a Pen y al sacerdote, Renville la tomó y la arrojó sobre el hombro, gritando que no se acercasen .<br />— Ahora ella es mía ... No fue para eso la farsa de anoche? Unirme irremediablemente a ella? — Renville se dirigió al carruaje y , al llegar cerca de la puertecilla abierta, se dio vuelta para hacer una declaración mas : — Vamos a ver como Culpepper sobrevive sin su filósofa!<br />Puso a Treasure dentro del carruaje, subió detrás de ella y le gritó a Freddy:<br />— Pon esto en movimiento ahora mismo!<br />Pen trató de correr detrás del carruaje, pero fue impedido por el padre Vivant.<br />— No, mi hijo. Treasure ahora le pertenece a él y debe ir a donde él quiera.<br />— Pero padre, él no la quiere ! — Buck protestó, observando el carruaje que desaparecía en una curva. — Por qué se la lleva lejos de nosotros ? Sólo para castigarnos?<br />Annis abrazó a su marido, llorando.<br />— Dios sabe — el sacerdote respondió pensativamente . — Debe ser parte de su plan .Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-54580590853224537482010-11-06T19:12:00.001-03:002010-11-06T19:18:30.715-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 12 - BETINA KRAHNCAPITULO 12 <br /><br /><br />El casamiento fue establecido para la noche siguiente, en la gran sala de visitas de la mansión en vez de en la pequeña iglesia del padre Vivant. Después de todo , no era propiamente un casamiento esperado, y las costumbres exigían que se realizase lo más rápidamente posible. Había sido dado un día y más de lo habitual sólo en concesión a la señora Treacle, quien necesitaba cierto tiempo para preparar una comida especial para los novios. Y, por supuesto, debido a la resistencia de la novia.<br />Encerrar a Treasure en el cuarto del barón fue de poca ayuda. Ni las órdenes de Buck, los pedidos de Annis o los argumentos del padre Vivant lograban convencerla. Y nadie tenía mucha esperanza cuando Pen entró en el cuarto, teniendo cuidado de pedir que cerrasen la puerta por el lado de afuera. Cautelosamente , se aproximó a su hermana y se sentó en la banqueta de brocado a los pies da cama.<br />— Bien — él comenzó a hablar —, te he visto cabalgar sin montura, pelear con los muchachos, treparte a árboles, y romperte un brazo en una caída. Pero nunca te vi asustada como ahora, Treasure Barrett.<br />— Asustada?! — Treasure abrió enormemente los ojos , molesta con el comentario de su hermano.<br />Pero, en el fondo sabía que él tenía razón. No era que tuviese miedo de Sterling Renville. Después de todo , el barón sólo era un hombre. Pero la había hecho sentir cosas raras, haciéndola consciente de ciertas partes de su cuerpo a las cuales nunca había prestado atención. En cada encuentro descubría cosas que ni siquiera sabía que existían hasta ese momento. Y algunas de esos descubrimientos eran terribles. Antes que Renville llegase a Culpepper, nunca había temblado de rabia, jamás había sentido vergüenza ni había querido venganza, y mucho menos había pasado noches en vela sintiendo una fiebre que la consumía. Si , él la perturbaba. Y , si aceptase casarse, qué mas iba a descubrir sobre si misma?<br />— Si, estás asustada, Treasure Barrett. — Pen miraba atentamente a su hermana.<br />— No estoy asustada! — ella exclamó asqueada.<br />— Asustada de Sterling Renville. Él es extravagante, usa ropas extravagantes y está acostumbrado a estar con mujeres extravagantes.<br />— No seas ridículo. Yo lo he enfrentado , o no lo he enfrentado ?<br />— Si, lo has enfrentado , pero él también te enfrentó vos. — Pen se rió ey Treasure se ruborizó.<br />De repente, el muchacho se levantó y trató de salir del cuarto.<br />Treasure lo agarró por el brazo.<br />— Ya te lo dije, no tengo miedo de él.<br />— Entonces por qué estás tan agitada? Una noche es todo lo que ustedes tienen que pasar juntos para que el matrimonio sea legal. Él se marchará a Inglaterra y las cosas volverán a la normalidad. Además , vos vendrás a vivir aquí, a esta casa maravillosa que siempre amaste .<br />— No ... No entiendes — Treasure balbuceó, perturbada.<br />— Pero vos si entiendes. Puede no gustarte él, pero lo deseas. Como cualquier mujer normal.<br />— Eso no es verdad ! — ella protestó cuando la puerta se cerró detrás de su hermano, pero sabía que estaba mintiéndose a si misma.<br /><br /><br />Al caer de la tarde del día siguiente, el padre Vivant celebró el casamiento en ka enorme sala de visitas de la mansión Renville, delante de la presencia de los Barrett, Lem Hodgson y los empleados de la mansión. Treasure se había negado a vestir cualquier prenda diferente a lo que solía usar o dejar que le arreglasen el cabello. Había insistido en decir que nunca sería una chica común y corriente y que no permitiría que nadie la obligase a ser lo que no era.<br />Usando su mejor ropa, Buck Barrett subió al cuarto para ofrecer el brazo a su hija, exactamente como padre Vivant le había aconsejado hacer.<br />— Debo conducirte al altar, Treasure — Buck afirmó, mirándola con cierto remordimiento. En el fondo, rezaba para haber hecho lo correcto.<br />— Deberías despacharme de acá — ella murmuró, rehusando el brazo de su padre y bajando con él la larga escalera de la mansión. — Es eso lo que los padres hacen cuando sus hijas avergüenzan a su familia.<br />— Yo jamás podría despacharte , hija. Vos sos mi divino tesoro, recuerdas?<br />A pesar de la tristeza que la dominaba, Treasure le sonrió a su padre y lo besó levemente en la mejilla , antes de entrar en la sala en la que todos los esperaban<br />El semblante anguloso de Sterling Renville estaba más taciturno de que nunca, y en todo momento se tocaba la enorme herida que tenía en el mentón y en una de las mejillas.<br />Formaban la pareja más extraña que el padre Vivant jamas hubiese bendecido.<br />Entraron en la sala por separado y tuvieron que ser empujados en dirección al sacerdote. Ambos miraban hacia adelante , evitando todo contacto .<br />Molesto, después unos minutos el padre leyó la plegaria en latín, cerró el misal y cruzó los brazos, negándose a continuar con la ceremonia si la pareja no se miraba . Renville no obedeció hasta que oyó a <br />Lem Hodgson carraspear sugestivamente.<br />Treasure sintió los ojos de él y ese conocido calambre en la barriga se intensificó.<br />Fue obligada a girar hacia Sterling. Intentó desviar la vista, pero algo en ella no permitió que lo hiciese. Apenas oyó las palabras del sacerdote, quien había retomado la ceremonia.<br />Renville parecía haber chocado de frente con un muro . La cara aristocrática tenía marcas violáceas y rojas, y uno de los ojos grises estaba rodeado por una enorme mancha oscura.<br />El Padre Vivant hizo que los dos se diesen la mano , y los ojos violetas de Treasure, finalmente, encontraron los del barón. Lo que ella vio allí no fue rabia ni malicia. De repente, Treasure sintió sus piernas flaquear.<br />Renville notó su palidez y se sintió todavía más perturbado. Ella parecía delicada, femenina y muy desgraciada, y , por alguna extraña razón, tuvo ganas de tomarla en sus brazos y protegerla del resto del mundo. Tuvo que hacer un gran esfuerzo para prestar atención a lo que el padre decía. Mil pensamientos cruzaron su mente. Por un lado creía que todo eso no era mas que una gran trampa tramada por la propia Treasure, por otro lado se sentía asombrosamente atraído por ella. Sería que ese maldito pueblo estaba afectando su sanidad mental como había hecho con su padre?<br />— Amén ... ahora el novio puede besar a la novia — dijo el viejo sacerdote, finalizando la breve ceremonia.<br />Un pesado silencio se descendió sobre los presentes, que parecían temerosos respecto a lo que estaba a punto de suceder.<br />Renville miró a Treasure, deteniéndose en los labios levemente entreabiertos, y tuvo ganas de devorarla allí mismo. En vez de eso, se puso rígido, rezando para que ese deseo demencial lo abandonase. Después de lo que le pareció una eternidad, dijo con desdén:<br />— Creo que sólo fue un lapsus mental lo que me metió en esta situación absurda.<br />Treasure intentó reaccionar, pero fue impedida por Pen.<br />A continuación Buck abrazó a su hija, seguido por Lem, y cuando el padre Vivant se aproximó, Treasure ya se había controlado.<br />Renville se dio vuelta y siguió a una agitada señora Treacle a la sala de comer. Flores y manteles de lino adornaban la larga mesa; cristales, porcelana y cubiertos de plata completaban la decoración, que arrancó exclamaciones de admiración entre los pocos invitados.<br />Bajo el visible desdén de Renville, el ama de llaves indicó el lugar a cada uno de los presentes, quienes miraban todo con indisimulable curiosidad.<br />Como la ceremonia , la cena también transcurrió de un modo bizarro . Los Barrett llenaban las copas de vino sin parar, hablaban con la boca llena y contaban anécdotas sobre la extraña infancia de Treasure, quien permanecía rígida. Podía ver desprecio y asco en la expresión de Renville.<br />Finalmente, el barón no soportó más la situación, se levantó y arrojó la servilleta sobre la mesa.<br />— Este día fue particularmente cansador para mí. Me voy a retirar y a dejarlos disfrutar su ... fiesta.<br />Dio dos pasos, hasta oír la voz de Buck.<br />— Ve ... hijo, pero te estás olvidando a tu esposa. <br />Renville se dio vuelta y miró a Treasure con una mirada amenazadora.<br />— Oh, si, es verdad. Ven ... esposa.<br />Treasure cruzó los brazos y continuó sentada. El silencio se hizo opresivo.<br />— Ah, tendrás que tener mano firme con ella, barón — Buck sugirió. — Treasure ha vivido con mucha libertad y deberá aprender a respetar a su marido.<br />Aturdido, Renville la miró durante unos segundos, entonces, maldiciendo entre dientes, giró sobre sus talones y dejó la sala.<br />El Padre Vivant recriminó a Buck, que fue hacia su hija y la hizo levantarse, para luego arrojarla sobre su hombro .<br />— Uff.. No, papá .. No!... No puedes me...<br />Pero Buck la ignoró completamente y pronto llegaron a la escalera que llevaba al piso superior. Los demás invitados miraban estupefactos lo que sería el comienzo de la luna de miel de la filósofa de Culpepper.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-18176407379500528112010-11-05T12:38:00.000-03:002010-11-05T12:41:07.506-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 11 - BETINA KRAHNCAPITULO 10 <br /><br />— Santo qué? — Sterling Renville preguntó, cuando Robert Rennier entró en la sala de la mansión para invitarlo a una fiesta en la plaza de la villa.<br />— Boulangeron. — Rennier se esforzaba para que su sonrisa fuese convincente.<br />— Nunca oí hablar de ese santo.<br />— Él es muy querido por aquí... Es el patrono de Culpepper. Protege las cosechas y otras cosas. — Rennier no podía ser más específico respecto a un santo que no existía. — Siempre hacemos una fiesta en su día para agradecerle.<br />— Agradecerle ? Ustedes deberían agradecerme a mí por dejarlos continuar viviendo en mi propiedad aunque nunca hayan pagado por el arrendamiento de las tierras. La fiesta de San Sterling debería ser...<br />— También queremos agradecerle a usted , barón. Todos se pondrán muy tristes si no asiste a la fiesta.<br />— Pero que se pongan tristes! — Renville cruzó sus largas y musculosas piernas y se recostó en la poltrona. — No estoy de humor para fiestas.<br /><br /><br />Sin embargo, a la noche siguiente, después de un día agotador , Renville tuvo que admitir que necesitaba un poco de diversión. Había visto a la gente preparando la plaza para la fiesta y quería compañía. En la sala de cenar, un bufe frío había sido preparado para él, que no tenía hambre, y , por eso, se sirvió un poco de vino oporto y fue a relajarse a la sala de música, delante del piano.<br />— Con permiso , barón. — Era la señora Treacle, parada en la puerta. — Si no me precisa más , me gustaría ir a la fiesta. Está seguro que no irá?<br />— No estoy de humor para salir — Sterling mintió.<br />— Si cambia de idea, será bienvenido. Es una fiesta sencilla , pero muy animada — dijo el ama de llaves , antes de pedir permiso y retirarse.<br />Sin la presencia de los criados, la casa se puso todavía más silenciosa y melancólica que de costumbre. Renville intentó animarse diciéndose que pronto terminaría lo que tenía que hacer allí y se marcharía para siempre de ese lugar horrible. Entonces, de repente, sin saber qué extraños demonios lo impulsaban, salió de la mansión y comenzó a caminar en dirección a la pequeña plaza de la villa.<br />Un violinista y un flautista, acompañados por la cadencia exótica de un tambor, tocaban una música extraña, pero agradable, y la gente bailaba en una pista de danza rodeada por mesas repletas de comida de los más variados tipos.<br />Renville observaba todo sin ser visto. Por alguna extraña razón, sentía como si hubiese algo que no encajaba en esa escena. Le llevó unos minutos darse cuenta que era. La fiesta era exuberante , y la gente demasiado bien vestida para un pueblo que decía no tener dinero. Impactado, se quedó observando, hasta que Robert Rennier lo vio y se aproximó.<br />— Barón! Vino! Ahora la fiesta realmente será completa.<br />— Si — murmuró Renville, cuando los dos se arrimaron a una mesa al lado de la cual había muchas caras familiares.<br />Allí estaban la señora Treacle, Collette Rennier, Collin Dewlap, Benton Hegley y también Buck y Annis Barrett, quienes se levantaron para saludarlo con excesivo entusiasmo. Lo hicieron sentar , y Buck le trajo una copa de su famosa aguardiente de manzana.<br />Todos notaron la rígida postura del barón y sabían el motivo. Después de todo , era obvio que, además del día santo patrono , la gente de Culpepper también estaba celebrando el hecho de haberlo engañado y haber conseguido mantener parte de sus bienes. Allí, a la vista de todos , estaba la prosperidad que le habían escondido en las últimas semanas.<br />Renville no era idiota , y , seguramente, estaba furioso.<br />— Qué le parece , barón? — Buck preguntó, sentándose al lado de él.<br />— Creo que donde hay humo es porque hay fuego — respondió Renville, dejando a Buck confundido.<br />Qué quiso decir con eso?, Buck Barrett frunció el ceño. Después de todo , él era un hombre sencillo , no entendía indirectas o acertijos como su hija. Tal vez el barón y Treasure tuviesen algo en común. Por lo menos, hablaban la misma lengua confusa.<br />— Y dónde está su hija, Barrett... Su hija ... la inteligente?<br />— Ah — Buck miró a su alrededor —, Debe estar por ahí, conversando con la gente . Oh, ahí está ella! — exclamó, señalando a Treasure, quien conversaba con los Riccard.<br />Renville empalideció al ver a Treasure, quien lo observaba con una sonrisa triunfante en su bella cara .<br />Como siempre, usaba el vestido azul marino y el delantal blanco, y sus largos cabellos castaños estaban sujetos en una gruesa trenza que le caía hasta la mitad de la espalda .<br />Renville tomó la segunda copa bebida que le sirvieron , haciendo que Buck la llenase una vez más . Estaba enojado por haberse dejado engañar con tanta facilidad.<br />Y todo era culpa de Treasure Barrett. Debía haberla poseído cuando había tenido la oportunidad de hacerlo. Era un idiota importante . Debería haberlo hecho aunque sólo fuese para aplacar su lujuria. Pero no era demasiado tarde . Treasure Barrett tenía que pagarle su deuda , y cuanto antes, mejor.<br />Se levantó , ligeramente atontado, y fue hacia ella.<br />— Tu excepcional educación debe incluir el baile, sin duda — él la provocó, sacándola a bailar.<br />— No — Treasure levantó el mentón en un gesto desafiante . — Los filósofos no bailan . Afinan los instrumentos para otros bailen.<br />— Puede ser, pero, créeme muchacha, esta noche bailarás. Te escapaste de un trueno para ser alcanzada por un rayo.<br />Desde sus lugares, Buck y Robert Rennier intercambiaron miradas de complicidad y sonrieron al ver a Treasure y al barón conversando. Se sintieron todavía más animados cuando comenzaron a bailar en medio de las demás parejas.<br />Sin embargo, cuando la música terminó, Treasure se apartó de él y volvió a mezclarse con la gente. Renville la siguió, pero se dio cuenta de lo ridículo de la situación y volvió a la mesa.<br />Estaba tan molesto que ni siquiera se daba cuenta que ya había bebido en exceso , pues cada vez que terminaba de sorber el aguardiente de manzana, Buck llenaba la copa nuevamente.<br />La gente bailaba y cantaba. Todos parecían felices después de seis semanas de tensión.<br />A cierta altura, Renville vio a Treasure y se levantó para seguirla, pero estaba completamente atontado y las piernas no obedecían las órdenes del cerebro.<br />Entonces, como por milagro , Treasure apareció enlazada del brazo de Collette, para sentarse en la mesa.<br />Sin entender bien por qué, Renville sintió un frío en la barriga al verla tan bella y tan cercana. Si estirase el brazo hasta podría tocarla. Y , Dios , cómo quería tocarla, cómo deseaba besar los labios rosados y perderse en las curvas generosas de ese cuerpo suave !<br />Ah, Sterling Renville la odiaba, pensó Treasure, mirándolo por debajo de las largas pestañas. Era fácil leer la expresión de odio en los ojos cenizas. Claro que eso no debería afectarla... Pero la verdad era que la afectaba. Cuando había bailado con Renville, había sentido todo su cuerpo estremecerse, una sensación que nunca había experimentado antes.<br />Confundida, Treasure tomó la copa de Buck y tomó un gran trago del coñac que su padre servía generosamente a todos. Al terminar, pidió más, en lo que fue prontamente atendida. Estaba tan inmersa en sus propias emociones que ni siquiera se dio cuenta que, al contrario de lo que solía suceder, Buck permitía que bebiese cuanto quisiese. Durante un largo tiempo, Treasure se quedó allí mirando disimuladamente a Sterling Renville y sorbiendo la bebida refrescante.<br /><br /><br />Una hora más tarde, un carruaje se dirigía a la mansión, con dos personas durmiendo y algunos habitantes de Culpepper acompañando el vehículo.<br />Cuando el carruaje se detuvo cerca del pórtico de entrada, la señora Treacle entró para encender el candelabro y Lem Hodgson cargó al barón adentro, agradeciendo a Dios por no haber sido escogido para ser el hombre atrapado en la cama al lado de Treasure.<br />Buck y Pen se encargaron de sacar a Treasure del carruaje y después de llevarla a lo que todos habían convenido en llamar "lecho nupcial".<br />Trabajando en equipo , los miembros de la comunidad trataron de poner a Treasure y a Renville lado a lado en la enorme cama del barón.<br />Se detuvieron para mirar la escena mientras una pensativa Collette cruzaba los brazos sobre su pecho.<br />— No será convincente si los dos están completamente vestidos — comentó la ex camarera de la taberna.<br />Los otros la miraron horrorizados, pero Collette miró firmemente a Annis y a la señora Treacle.<br />— Ustedes deben salir — Annis le dijo a los hombres.<br />Ella vaciló en desvestir a su hija, pero fue alentada por la mirada firme de Collette.<br />Cuando Treasure sólo vestía la camisa interior , Annis vaciló una vez más .<br />— No... Eso no — ella susurró.<br />— Quién está bajo la lluvia es para mojarse, Annis Barrett. Si ella está desnuda no habrá duda sobre lo ocurrido — declaró decididamente Collette.<br />Annis cubrió a su hija con una sabana y fue hacia una cómoda para tomar un cepillo .<br />— Cielos, qué haces ahora? — Collette preguntó, viendo a Annis deshacer la trenza de su hija y soltarle los cabellos para que se esparciesen en ondas suaves sobre la almohada.<br />— A algunos hombres no les interesa tanto la desnudez, pero se excitan con los cabellos sueltos y perfumados.<br />— Está bien — Collette concordó, mientras se dirigía a la puerta para llamar a los muchachos para que se ocupasen de Renville.<br />Pronto el barón fue desvestido sin mucha ceremonia. A continuación, las mujeres colocaron las sabanas sobre los dos y ya se preparaban para salir del cuarto cuando Collette intervino nuevamente.<br />— Creo que los dos deben estar mas cerca uno del otro — Collette continuaba conduciendo la acción.<br />La obedecieron y observaron el resultado.<br />— No sería mejor si el barón estuviese mirándola? — Fue el turno de Pen hacer su sugerencia.<br />— Tal vez ... Él debería ... tocarla — Buck también resolvió participar.<br />— Buck Barrett! — Annis lo reprendió, molesta.<br />— Bien, yo siempre la toco cuando estamos en la cama — él se justificó.<br />— Intenten pasar un brazo de él alrededor de la cintura de Treasure — la señora Treacle sugirió, mirando a Annis como quien pide disculpas.<br />Pen hizo lo que ella sugirió.<br />— Está mejor — Benton Hegley aprobó. — Pero .. un poco más arriba .<br />— Más arriba — cuatro voces susurraron al mismo tiempo. Pen puso la mano del barón cerca de uno de los pechos de su hermana.<br />— Oh, por el amor de Dios! — Collette exclamó, adelantándose y acomodando la mano del barón sobre un pecho de Treasure.<br />Todos aprobaron y sonrieron, a excepción de Annis, quien estaba muy avergonzada. Pero una cosa no podía negar, ahora si que Treasure y Renville parecían dos jóvenes amantes.<br />Silenciosamente, el grupo de conspiradores salió del cuarto. La suerte estaba echada.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8193206072100559132.post-4340234867492447992010-11-03T07:13:00.002-03:002010-11-03T07:14:15.818-03:00DIVINO TESORO - CAPITULO 9 - BETINA KRAHNCAPITULO 9 <br /><br />Al día siguiente, Annis Barrett observaba a su hija vagar absorta por la quinta de la casa. Algo perturbaba a Treasure. Desde que había regresado del río, la noche anterior, estaba muy inquieta. Annis se había notado eso cuando había ido a llamarla para el desayuno . Ya no parecía la chica independiente y alegre que siempre había sido .<br />Eran cambios que tal vez sólo la mirada de una madre podría percibir. Durante todo el verano , Annis había notado algunas diferencias en su hija. Había llegado a pensar que Treasure era inmune a ciertas cosas, pero ahora reconocía que ella estaba floreciendo como mujer.<br />Emitiendo un largo suspiro, Annis llamó a su hija para que se sentase a su lado en un banco de madera, dispuesto bajo un gran árbol.<br />— Tengo un problema, Treasure — comenzó a decir, tomándole las manos entre las suyas y forzándola a observarla. — Es algo con mi hija mayor . Ella está muy perturbada y necesito saber el motivo. Nunca antes la vi así.<br />Treasure cerró los ojos , para pronto abrirlos nuevamente:<br />— Extraño al barón Darcy, mamá — ella confesó.<br />— Y qué más?<br />— Los libros.<br />Annis continuó mirando fijamente a su hija.<br />— Y Pierre Fayette fue al río anoche e intentó forzarme a hacer eso que a los hombres les gusta hacer — ella completó, dándose cuenta que, a su modo, su madre era una persona muy sabia.<br />— Dios! — Annis gimió. — él se atrevió a hacer eso?<br />— Si. El barón sacó a Pierre que estaba sobre mí y lo echó y luego ... Él me besó. Después nos peleamos. Él merece perder todo, todo! — Los ojos violetas brillaban con indignación. — Yo hice las cosas más difíciles para Sterling Renville, y él sabe que ha sido engañado.<br />Annis notó que su hija se trastornaba cuando hablaba del joven barón. Treasure era una joven bonita, aunque diferente de las otras muchachas de su edad, y el barón era un hombre guapo y viril, lo que hablaba por si solo. Con una sonrisa tierna, abrazó a su hija y le acarició los cabellos.<br />— El joven barón pronto se marchará de Culpepper, y si Pierre te molesta otra vez tu padre y tus hermanos hablarán con él.<br /><br /><br />Aquella misma noche, Annis le contó lo sucedido a Buck, y al día siguiente, en una reunión que los líderes de la villa hacían regularmente en la iglesia, <br />la pareja Barrett expuso el asunto.<br />Al principio , hubo un silencio general. El día que todos temían había llegado: Treasure, la filósofa de la villa, se había hecho mujer. Y ese era un hecho que nadie podría cambiar.<br />— Qué haremos, padre? — preguntó Rennier, el dueño de la taberna, frunciendo el ceño . — Ella ya no puede vagar por la villa de noche. Ya no puede dormir en cualquier lugar, ni nadar en el río o cabalgar con los muchachos. Y si algún hombre se enferma y Treasure tuviese que atenderlo?<br />— Espera, Rennier. — Collin Dewlap siempre veía el lado positivo de las cosas. — Tal vez no sea tan malo . Todos conocemos a Pierre. Sabemos que él estuvo con la mayoría de las chicas de Culpepper. Tal vez sólo sea él. Puede ser que los otros muchachos todavía no vean a Treasure como mujer.<br />En ese instante, todos se volvieron hacia Pen Barrett, el único representante de los jóvenes de la villa que participaba en la reunión. Pen suspiró y sacudió la cabeza lentamente.<br />— Hace unos días vi a un grupo de muchachos espiando a Treasure en el río. Mi hermana ya no es una niña — Pen habló, recordando también la escena que había presenciado en la biblioteca de la mansión, pero concluyendo que era más prudente no mencionarla. — Creo que ustedes tienen que preocuparse .<br />— Qué quieres decir con eso, Pen? — la señora Treacle quiso saber, alarmada.<br />— Él quiere decir que Treasure tiene todo en los lugares correctos — intervino Collette, una ex empleada de la taberna que, ahora estaba casada con el viudo Rennier, usaba vestidos cerrados hasta el cuello, pero mantenía la sonrisa pícara que todos le conocían. — Están ciegos? Treasure es una muchacha muy bonita. Créanme , los muchachos la desean y mucho.<br />Todos suspiraron y miraron para al sacerdote buscando ayuda.<br />— Qué haremos, padre? — Buck Barrett preguntó. — Es demasiado tarde para tratarla como a una chica común y corriente . Ella no lo aceptaría.<br />— Qué será de ella, mi Dios? — La voz de Annis, llena de angustia, hizo que los demás bajasen la vista .<br />— Treasure ya es mujer, verdad? — El sacerdote levantó el mentón. Su corazón estaba oprimido, pero él era el sacerdote y tenía que encontrar una solución. — Entonces deberá hacer lo que toda mujer hace ante Dios. Ella tiene que casarse.<br />— Casarse?! — preguntaron todos al unísono.<br />— Quién se casaría con Treasure? — Buck miraba aturdido al padre Vivant.<br />— No fue dicho aquí que... — Padre Vivant se sentía avergonzado — que los muchachos la desean ?<br />— Si, pero de ahí a querer casarse con ella ... son cosas diferentes — Buck respondió.<br />Hubo un profundo silencio, cada uno de los presentes pensando en un posible candidato.<br />Con cada nombre sugerido, todos sacudían la cabeza, desanimados.<br />Qué hombre de mente sana se casaría con una chica que andaba por la villa atendiendo personas, curándolas y orientándolas a cualquier hora del día ? Quién soportaría quedarse sin comer, porque su esposa estaba demasiado atareada , pensando en asuntos y problemas ajenos? Además, Treasure tenía un carácter fuerte y jamás aceptaría recibir órdenes de su marido, como era normal que sucediese.<br />— Bien, sé que el problema de Treasure es grave — la señora Treacle fue la primera en expresarse —, pero creo que ustedes tienen que saber todo de una vez. El barón quiere volver a Inglaterra y va a vender la mansión y las tierras que heredó. En cuanto a nosotros, podemos quedarnos o marcharnos — Ella bajó la vista , sacó un pañuelo del bolsillo del delantal y se secó las lágrimas.<br />La noticia dejó a los miembros de la comunidad trastornados. Nadie tenía dinero para comprar las tierras que arrendaban al barón. Durante años habían dependido de la generosidad del viejo barón Darcy, y el día del ajuste de cuentas finalmente había llegado.<br />— Dios del cielo! — Collin Dewlap abrió enormemente los ojos . — Y a quién le va a vender las tierras? Sabes el nombre?<br />— Oí decir que... Tendrá que dividir en lotes la tierra. Sólo un hombre muy rico estaría en condiciones de comprar todo, .<br />— Dividir en lotes? — Buck preguntó, espantado. — Debemos hacer algo!<br />— Llamen a Treasure — Benton Hegley sugirió.<br />— Perdemos a nuestra filósofa y ahora nuestras tierras — murmuró la señora Treacle. — Es demasiado ! Debe ser un castigo de Dios!<br />Estaban desorientados. Era como si Treasure hubiese muerto o los hubiese abandonado para siempre.<br />Pero , por lo menos, alguien entre ellos había mantenido el sentido común .<br />— No puedo creer en mis ojos ni en mis oídos! — protestó Collette Rennier. — Tienen la solución justo delante de sus narices — ella codeó a su marido y los miró uno por uno. — Vamos, piensen . Tenemos dos problemas y una sola solución. Y esa solución es casarla con el barón Renville. Si él vuelve a Inglaterra no la llevará, y Treasure precisará algún lugar donde vivir . Si se quedan aquí, ambos necesitarán un lugar para vivir, lo que significa que las tierras y la mansión no serán vendidas.<br />— Treasure... Casarse con el barón?! — Buck miró a Collette, atónito. — Pero ella lo odia!<br />— Y ? Muchas mujeres odian a sus maridos. Créanme, yo lo sé.<br />— Ella nunca aceptará esto — Rennier intervino. — Muchas chicas descubren que no les gustan sus maridos sólo después que casarse. Pero ese no es el caso de Treasure.<br />— Quién dice que ella tiene que aceptar? — Collette retrucó.<br />— Oh, no, no... — esa vez la intervención fue del padre Vivant, quien miró a Collette alarmado. — El matrimonio es algo sagrado. Treasure tendrá que concordar o no será un casamiento ante los ojos de Dios. Eso que está pensando es pecado, Collette, no puede estar hablando en serio.<br />— Bien, quién mejor que el barón para casarse con ella? — Collette miró al padre. — Diga el nombre de un hombre.<br />Se instaló un pesado silencio, y después Lem Hodgson aclaró su garganta y balbuceó:<br />— Bien... Yo ... Podría casarme con ella. No tengo miedo como los demás.<br />— Eso es muy noble tu parte, joven — Buck le dirigió una sonrisa al muchacho más fuerte de Culpepper —, pero no podemos dejar que sacrifiques tu vida.<br />Lem dio un suspiro de alivio, por lo menos había cumplido con su deber.<br />— Bien, aunque Treasure concuerde, el barón no concordaría — Benton Hegley comentó.<br />— Muchos hombres llegan al altar forzados — Collette rebatió.<br />— Podría funcionar — murmuró Pen, recordando que Treasure y el barón se habían besado en la biblioteca. Ella parecía haber disfrutado ese beso , y el barón era el único que no se sentía intimidado con la inteligencia de su hermana. — Treasure y el barón casados... Creo que puede funcionar.<br />Todos miraron admirados a Pen. Él era quien mejor conocía a Treasure, por lo tanto debería saber lo que estaba diciendo.<br />— Si ella tuviese que casarse, un hombre educado como el barón sería lo mejor — comentó Annis Barrett, hablando más para si misma que para los demás.<br />— Pero ellos nunca aceptarán esto — comentó Buck incrédulamente.<br />— Hay maneras de eludir ese problema, señor Barrett — Collette intervino nuevamente. — Si fuesen atrapados juntos en la cama tendrán que casarse.<br />Una vez más , todos se quedaron estupefactos, y el sacerdote <br />se santiguó.<br />— Dios prohíbe eso, Collette. Debes confesarte!<br />— No dije que tendrá que pasar algo más, padre. Ellos sólo tendrán que ser atrapados en la... misma cama.<br />— Y cómo puede suceder eso ? — Buck frunció el ceño.<br />— Los hombres bebidos, a veces , hacen cosas que nunca harían sobrios. Los emborrachamos y los metemos en la cama. Y cuando se despierten...<br />— Pero Treasure no bebe — Lem Hodgson les recordó.<br />— No bebe, pero , tiene hierbas que pueden hacerla dormir. — Collette tenía una respuesta para todo.<br />— No, no, no! — Padre Vivant se puso de pie. — Les prohíbo hacer algo así . Está mal . El casamiento tiene que ser un acto limpio y honesto y después deberá ser consumado.<br />— Es verdad, padre, pero Treasure no es completamente católica.<br />— Y quién va a saber si el matrimonio no fue consumado? Nadie puede saber por cierto lo que sucede entre cuatro paredes — Pen observó, acordándose de la escena que había presenciado en la biblioteca de la mansión.<br />— Pero ... Eso es un ardid para engañar a dos personas de bien. Es pecado! — el padre protestó nuevamente, pero con menos fervor esta vez.<br />— Es pecado mortal o venial, padre? — Buck Barrett quiso saber, arqueando sus gruesas cejas.<br />Oel padre frunció el ceño, pensando en una respuesta.<br />— Venial... Creo.<br />— Y cuál es el castigo para ese pecado? Una novena, dos, tres... qué?<br />— No sé decirlo con certeza. Depende de los otros pecados que acompañen a ese.<br />— Bien, por mi parte ,creo que podemos arriesgarnos — Buck le sonrió al sacerdote. — Creo que el TodoPoderoso entenderá. Dinos, Collette, qué debemos hacer?Unknownnoreply@blogger.com0