jueves, 2 de octubre de 2008

LA TRAMPOSA - CAPITULO 16

Capítulo 16


Nicholas se sentía mareado.

La vajilla rota, la cena quemada, y la capa chamuscada era una cosa, pero esto. .. .
Él quedó confundido cuando Desirée abruptamente estalló en risas. “Por Dios ! ” ella gritó . “No pensarás que. . .”
Él ya no sabía qué pensar.
Desirée cruzó sus brazos y sacudió la cabeza , frunciendo el ceño con disgusto fingido. “¡Por el culo de Satanás! Gasté mucho de mi dinero en esa perdiz cuando simplemente podría haber asado tu gato.”
“¿Perdiz?”
Ella asintió con la cabeza, luego gritó, “ Copo de Nieve ! Sal , muchacho. Tu amo teme que he hecho picadillo con vos.”
El gato apareció obedientemente , saliendo del dormitorio, cada uno de sus bigotes en su lugar, y Nicholas se sintió un tonto. Se agachó y alzó a la bestia peluda , rascándolo debajo del mentón .
“Gato asado ... , ” Desirée dijo con una sonrisa afectada, yendo hacia la chimenea para mover la olla.
Repentinamente Nicholas reflexionó acerca de lo que ella había dicho. Estaba asando perdiz, su plato favorito, y había gastado su dinero para comprarla.
Desirée continuó quejándose mientras movía la perdiz .
“Después de tu comentario, me parece que me la voy a comer todo yo.”
“¡No!”
“ Muy bien , quizá comparta un poco con Copo de Nieve .”
Él colocó en el suelo a Azrael otra vez y se acercó a la chimenea. Su boca se hacía agua ante la imagen de la perdiz, dorada , brillante y goteando con jugo delicioso .
“¿ No Hay nada que pueda hacer para volver a ganarme tu favor?” Él se rascó el mentón . “Haría cualquier cosa por un poco de esa perdiz.”
Ella arqueó una ceja y lo miró. “¿ Cualquier cosa ?”
Él inclinó la cabeza. Después de todo, qué podía pedirle ella que él no le daría gustosamente? Ya le había provisto un techo , un empleo honesto , y, en el día de hoy, una túnica nueva que él mismo había escogido, una túnica de su color favorito.

Desirée sonrió abiertamente. “Nunca me había dado cuenta del poder de negociación que tienen las perdices .”
“Oh, sí, ” él dijo con gravedad fingida. “Muchos hombres darían sus vidas por una perdiz.”
Una risa ahogada se le escapó . “No creo que te vaya a pedir que des tu vida.”
“¿Qué? Entonces, mi lady Mataré a un dragón por vos ? ¿ Debo traerte el Espíritu Santo? ¿Capturar la luna y las estrellas para tu corona?”
Ella rió nerviosamente. “¿Todo eso por una perdiz?”
Él miró el fuego. “ Mientras no esté quemada.”
Ella le dio una mirada pícara de una seductora, murmurando, “
No te preocupes . Estará asada a la perfección.”
“En ese caso, dime cuál es el precio, mi lady .”
“Hmm. ” Ella cruzó sus brazos , considerando sus opciones. “Ah, ” ella se decidió. “Déjame cortarte el cabello.”
“¿Mi cabello?”
“Sí.”
““¿Qué hay de malo con mi cabello?” Él tomó un rulo entre sus dedos.
“Está desparejo , y te cuelga hasta los hombros. ¿Cuándo fue el última vez que lo cortaste?”
Él se encogió de hombros.
Ella sonrió burlonamente. “ No me parece que te falten tijeras.”
Él arqueó una ceja . “Esas tijeras no son para cortar el cabello.”
“ Muy bien , pero pueden prestar servicio un propósito útil.”
“Bien, ” él hizo una concesión con un gruñido. “Pero presta atención a la tarea y no me cortes la cabeza.”
Desirée sonrió abiertamente, cambiando la posición de la asadera mientras Nicholas afiló la cuchilla de trinchar en una piedra .
“¿Cómo fue tu día, mi lady ?”
“Sin incidentes. El regateo usual con los comerciantes y soportando la lluvia . ¿Y el tuyo?”
“Metí a una mujer en la cárcel por una hora.”
“¿Por?”
“ Por blasfemar en la iglesia.”
“Ah. Ella debería hacer como yo y permanecer fuera de las iglesias.”

Nicholas sonrió. Se entendían mutuamente ahora. Un delincuente estaba tan importuno en una iglesia como el funcionario que implementaba la asistencia obligatoria.
Ella revolvió las verduras. “Me temo tendrás que conformarte con col y cebollas. Mientras volvía del mercado , le di los puerros a unos niños muertos de hambre.”
Él sacudió la cabeza . “Pobres almas. Inglaterra está llena de ellos. Y llena de comerciantes inescrupulosos, también . Hoy hice marchar a un panadero por las calles de Chartham con pesas falsas colgadas de su cuello.”
Ella chasqueó la lengua.
Qué conversación tan curiosa, fue el pensamiento de Desirée. Aunque su tono era familiar e indiferente, ella estaba mintiendo a mas no poder acerca de un ataque que podría haberla matado, y Nicholas hablaba informalmente acerca de su ocupación de infligir castigos. Ciertamente eran una pareja muy extraña.
Copo de Nieve se relamió, y Desirée tuvo misericordia de él, y colocó en un tazón las entrañas de la perdiz el piso antes de preparar la mesa para la cena.
Nicholas comió con tanto gozo como su gato, relamiéndose sus labios y chupándose los dedos, y Desirée decidió que su dinero había sido correctamente gastado.
“Exquisito , ” él le dio un último mordisco a la perdiz.
Ella sonrió mientras levantaba la mesa. “Espero que hayas dejado lugar en tu estomago para la natilla.”
“¿Natilla?” Sus ojos se iluminaron como si fuera un niño.
Ella sacó la olla del baño María, colocándola en la mesada , luego le colocó mantequilla en la superficie , y esta comenzó a derretirse inmediatamente sobre la natilla caliente.
“ Me estás malcriando , muchacha, ” él le dijo .
“¿Estás quejándote?” Ella preguntó, poniendo miel sobre la mantequilla fundida.
“En verdad, ” él le dijo . “Me acostumbraré a jugar damas , a comer perdiz y a tener compañía cerca del fuego.” Ella le dio una mirada. Nicholas miraba fijamente su cerveza. “¿Cómo me las arreglaré sin vos ?”
“¿Sin mí?”

Su corazón vaciló en su pecho. Ella había rezado para que él se olvidase de la partida de ella .
Sí, pero él específicamente había dicho que ese era un arreglo temporal. Sí, y él sólo la había contratado por piedad y honor en primer lugar. Y cuando sus asuntos en Canterbury estuviesen concluidos, él esperaba que ella partiese.
Pero Desirée había esperado que todo eso hubiese desaparecido de su mente.
Ella mordió su labio, observando la capa de miel sobre la natilla, dulce , caliente y tentadora.
Maldición , si ella pudiese ser dulce , caliente y tentadora. No iba a rendirse tan fácilmente. Lo haría cambiar de idea, aunque para eso necesitase usar cada gramo de su encanto.
De hecho, él tendría que rogarle se quede. Forzando una sonrisa brillante en su cara, ella llevó la natilla a la mesa.
“Por Dios ! ” ella dijo. “ Deja de llorar en la cerveza. Tendrás el placer de librarme de mí, y lo sabes.”
“¿ Placer?”
“Sí.” Ella le guiñó el ojo. “Te cansarás de que te gane continuamente en el juego de la cadena.”
Nicholas le dio una sonrisa triste que realmente no llegó sus ojos. Por todos los santos, él gustosamente dejaría que la muchacha le ganase en todos los juegos si ella aceptase quedarse y jugar con él todas las noches.
Por supuesto no era algo justo . Desirée había llegado a su casa por desesperación, no por propia elección. Si tuviese la elección, ella ciertamente nunca habría aceptado vivir con un funcionario de la ley .
Además, ella tenía un futuro alentador por delante . Ella era joven , bella, encantadora e inteligente. ¿Qué soltero con objetivos honorable no la perseguiría como un perro de caza persigue a una zorra?
No, Desirée lo dejaría. Tal vez no esta semana, si era afortunado, pero bastante pronto.
Pero ella tenía razón . No tenía sentido ahogar el llanto en cerveza. Él tenía que gozar de su compañía mientras ella estuviese aquí.
Era ciertamente una compañía agradable.
La muchacha descarada levantó una ceja tentadoramente y sumergió una cuchara en la natilla. La llevó a sus labios, y Nicholas tomó el bocado, cerrando sus ojos para saborear esa delicia.

“Hummm. ”
Era dulce y tentador, tan suave como el terciopelo. Nicholas abrió los ojos para decirle que así era ella, pero las palabras quedaron atrapadas en su garganta. Desirée tenía los ojos clavados en su boca, y había un hambre inconfundible en sus ojos . Nicholas bajó su mirada a sus labios, los cuales se abrieron en una sonrisa, y por un momento perverso, él se preguntó si serían tan dulces como la natilla.
Antes que pudiese hacer algo que luego podría lamentar, Nicholas tomó la cuchara de su mano y sirvió una cucharada abundante de natilla para ella, la introdujo entre los labios de ella.
Una cucharada un poco demasiado grande , y ella se rió mientras la natilla se resbalaba entre dientes. Pero el sabor la hizo gemir , y ese sonido despertó el deseo en entrepierna.
Con una sonrisa intrigante, ella agarró la cuchara y sirvió una porción enorme. Él sacudió la cabeza , pero igualmente avanzó con la cuchara. “Abre bien la boca, ” ella bromeó.

Incapaz de resistirse a su desafío malicioso, él accedió, y ella empujó la cuchara cargada en su boca. La natilla se rebalsó por los costados de su boca y goteó por su mentón .
Ella se rió y se inclinó sobre él para sacar la natilla de su mentón con un dedo. Luego ella hizo llevó ese dedo a su boca, Nicholas chupó la natilla.
Él casi gimió en voz alta. ¿ Esa muchacha maliciosa sabía lo que estaba haciendo? ¿O él estaba tan hambriento por las atenciones de una mujer que se excitaba ante la más leve provocación?
Nicholas tragó la natilla, lamiendo el resto de miel de la esquina de su boca.
Ella debió haber detectado la lujuria en su mirada , pues repentinamente se silenció llevando la punta del dedo a sus labios.
Estaban tan cerca , separados por centímetros . Él podía ver el reflejo de la luz de la vela bailando en sus ojos verdes, podía oler el aroma sutil de la lluvia en su cabello , podía percibir su respiración mas leve. Sólo necesitaba acercarse unos centímetros para capturar sus labios con los suyos.

Era una gran tentación. Su boca se abriría deseosa , él supo, y ella tendría sabor a miel. Había pasado mucho tiempo desde había sentido la presión de un beso dulce de una mujer.
Pero , Dios lo ayudase , no se atrevió.
Desirée clavó los ojos en la gota de miel sobre su labio inferior. Ella sintió un deseo malicioso , y había tomado la suficiente cantidad de cerveza para alentar su coraje. Con una risa nerviosa , ella inclinó la cabeza hacia la de él y lamió la gota con su lengua.
Su gemido suave produjo un efecto delicioso en su vientre, y Desirée repentinamente se sintió temeraria, juguetona e impulsiva. En lugar de apartarse, ella le chupó el labio una vez. Y otra vez.
“Hummm, ” ella ronroneó, frotando su boca sobre la de él, “ Tienes sabor a ...”
Él cortó sus palabras, repentinamente la agarró por la Nuca y posó su boca sobre la de ella, besándola con un deseo agudo que era a la vez tierno y poderoso.
Desirée se quedó sin aliento . Por un momento el temor la invadió, como si se hubiese metido en aguas mas profundas de lo que esperaba. Pero él mantuvo el beso , y el pánico se desvaneció, sólo ser reemplazado por una sensación aún más peligrosa.
Deseo.
En la profesión de Desirée, ella había aprendido muy pronto que la acción de besar era una de las formas más efectivas de distracción. Ella había besado centenares de hombres con el objetivo de obtener ganancias.
Ninguno de ellos la había hecho sentirse así.
Su respiración era caliente sobre su piel, inflamando sus sentidos. Sus labios se cerraron sobre los de ella reclamándola, devorándola, y ella se estremeció con el deseo de responder del mismo modo. Una lujuria líquida corrió por sus venas e hizo que los latidos de su corazón se acelerasen.
Ella colocó sus manos sobre su camisa, arrastrándolo más cerca, profundizando el beso, deseando que nunca se acabe.
Pero con un gruñido de frustración, él separó sus labios y la apartó determinadamente. Tambaleando por la súbita sorpresa, Desirée se sentó pesadamente en el banco detrás de ella . Su codo rozó la olla con la natilla, y esta volcó sobre su regazo.

“¡Oh!” Ella se levantó de un salto, observando con horror el enchastre pegajoso sobre su túnica.
Nicholas se estiró a través de la mesa para ofrecerle su servilleta. “Oh ,lo siento . Es mi culpa .”
Ella levantó la vista . Sus ojos todavía estaban nublados por el deseo. Dios la ayudara , pero quería olvidarse de la natilla y besarlo otra vez.
“Nunca debería haber ...” él comenzó.
“No. Es mi ...”
“No tenía derecho a ...”
“Vos no ...”
Sus ojos encontraron con inquietud, luego ambos desviaron la mirada.
Lo que fuera que había pasado entre ellos había perdido su intensidad, y sólo quedaba una vergüenza y un silencio incómodo.
“Maldición! , ” ella dijo mientras daba toques ligeros a sus faldas pegajosas. “ Acabo de lavar ....”
“Un momento.” Nicholas arrastró el banco hacia atrás y fue hacia la puerta. “Me olvidé de darte algo que compré en Chartham. Un regalo.”
“¿Un regalo?”
Desenvolvió el paquete que había dejado cerca del barril y levantó el regalo. Era un túnica color verde , el tono de verde más bello que Desirée jamas hubiese visto , y por un momento, ella sólo pudo observar la prenda con admiración.
“¿Para mí?” Ella preguntó.

Él inclinó la cabeza. “¿Su color favorito, sí?”
“Sí.” Desirée estaba abrumada. Preparar una comida sabrosa para él no se comparaba en nada con la compra de una túnica nueva. Seguramente él no tenía intención de dársela a ella.
“¿Cómo la pagaré?”
“No es nada. Es un regalo.” Él miró su ropa sucia . “Y un regalo muy oportuno, según parece.”
Ella avanzó lentamente, tomando la prenda cuidadosamente de sus manos, luego frotó la tela suave contra su mejilla. Había pasado mucho tiempo desde que había tenido una túnica nueva.
No podía creer que Nicholas fuese tan considerado.

Luego se congeló. Un pensamiento repentino y horrible cruzó por su mente, lo suficientemente morboso como para hacerla empalidecer.
“¿Qué pasa?” Él preguntó. “¿No te agrada?”
Ella mantenía alejada la prenda ahora. “¿De dónde sacaste esto?”
“ Lo compré en Chartham. Te lo dije.”
Ella se mordió los labios. No podía pensar en ninguna forma educada para preguntar . “ Se la sacaste a la mujer de la cárcel ?”

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