domingo, 25 de enero de 2009

LA APUESTA - CAPITULO 17

CAPITULO 17



Birdi despertó bajo un débil rayo de sol y olió el aire. El invierno estaba llegando. al darse vuelta en dirección a la luz, vio a Angus desperezándose delante de la ventana abierta. Él había aparecido cuando ella había terminado de curar a esa criatura, pero Birdi no se acordaba de más nada. Qué estaría pensando Angus ahora? Y la mujer? Habría guardado el secreto? Y hacia cuánto tiempo se encontraba en ese lugar? Se acordaba vagamente de haber tomado un caldo, de Angus aplicándole compresas frías en el cuerpo, de acariciarla cada vez que se despertaba asustada.
- La lluvia cesó ?
Angus se volvió e sonrió .
- Cesó. - Angus se aproximó a la cama y se arrodilló al lado de ella. Tenía el pecho desnudo, y Birdi tuvo ganas de tocarlo.
- Cómo te sientes? - Apoyó su mano en su frente.
- Como si una vaca se hubiese sentado en mi pecho. Viéndolo mirarla con extrañeza, ella sonrió .
- No te preocupes, Angus. voy a estar bien. Me Perdí la cena?
- Absolutamente.
Ella hizo una mueca e intentó sentarse . Angus la sostuvo y la ayudó a poner las piernas afuera de la cama.
- Tienes hambre ?
- Mucha. Dónde está Ian?
- Abajo, coqueteando con una de las criadas.
Una oleada de alivio la inundó. Si ninguno de los dos había partido, significaba que Angus no había presenciado la sanación y que la mujer había mantenido su palabra. Su secreto estaba a salvo.
Preguntándose como estaría el bebé, Birdi pasó los dedos por sus cabellos enmarañados. Miró a su alrededor y vio una mancha azul en el piso , cerca de la pared.
- Puedes darme mi vestido, por favor? Tengo frío.
- Me temo que esté un poco arrugado. Necesitas ayuda?
- No, gracias.
- Entonces voy a ver si consigo algo para que comamos.
Birdi estaba atando sus cabellos , cuando Angus entró, cargando una bandeja llena de comida. La depositó sobre la cama.
- Después de comer, debemos conversar.
- Sobre qué?
- Quiero saber si estás en condiciones de cabalgar. Quiero llegar a Inveraray mañana al anochecer . Pero sólo si te sientes bien. - Angus Partió un pedazo de pan y se lo entregó . - Si dices que no, te voy a entender.
- Estoy bien. Podemos partir.
- Estás absolutamente segura ?
- Si . - Cuanto antes partiesen , mejor, Birdi pensó , acordándose, con un estremecimiento, de la cruz que la mujer llevaba.
Comieron en silencio. Tan pronto como Angus terminó la comida, abrió la bolsa de cuero que traía sujeta a la cintura.
- Toma.
Birdi tomó lo que él le extendía. Al darse cuenta que se trataba de un peine de hueso, soltó un gritito de alegría.
- Bendito seas Angus MacDougall!
El sonrió , observándola mientras ella soltaba sus cabellos sobre un hombro y luchaba con los nudos. Un golpe en la puerta lo hizo llevar la mano a la espada.
- Entre!
Ian se detuvo en el umbral , resplandeciente en un atavío negro y dorado.
- Buen día, Lady MacDougall! Que bueno que estés mejor. - Ian se dio vuelta para Angus: - El posadero quiere saber si nos vamos a quedar una noche más.
Por qué mierda lan insistía en llamar a Birdi lady MacDougall? Eso sólo empeoraba las cosas.
- Dile que partiremos en poco tiempo .
- Entonces voy a ensillar los caballos.
Angus arreglaba cuentas con el posadero, cuando sintió un estremecimiento en la nuca. Se dio vuelta y vio que un extraño no le sacaba los ojos de encima a Birdi. No podía culparlo d. Ella estaba espléndida, como siempre, sus largos cabellos ahora sujetos en una trenza. Pero algo en la expresión del sujeto, lo hizo traerla mas cerca de él. Con la mano sobre la empuñadura de la espada, la empujó hacia la salida.

Fegan fue hasta la ventana. Manteniéndose oculto en las sombras, se preguntó por qué la hechicera estaba vestida de esa manera. Ni siquiera lady Macarthur se vestía así ! Qué intentaba probar ese bastardo? Por qué hacia que ella llamase tanto la atención ?
Tan pronto la pareja dobló la esquina, Fegan dejó la posada y atravesó la calle corriendo. Ocultándose detrás de los árboles, fue al encuentro de su hermano , en el establo.



Cuando el camino que bordeaba el lago Fyne se volvió más estrecho por la floración de rocas, Angus pasó el caballo de lan.
- Cansada, Birdi?
- No.
Ella había estado muy callada desde que habían dejado la posada. Angus esperaba que no fuese por algo que él hubiese dicho, pero las mujeres solían distorsionar las palabra en los momentos más extraños. Por eso él huía del matrimonio hacia tanto tiempo. Por más que fuesen divinas, ellas podían enloquecer a un hombre con sus extrañezas.
Angus se dio vuelta para hablar con lan, cuando avistó dos caballeros aproximándose al galope, blandiendo sus espadas. Angus le gritó a su amigo, antes de espolear a Rampante detrás de uno de los conjuntos de rocas.
- Qué pasa ? - preguntó Birdi, asustada.


- Problemas. - Sin más explicaciones, Angus la hizo descender . Sacó un puñal de su bota y se lo puso en las manos de ella. - Escóndete detrás de las rocas, allá arriba a la derecha. Sube lo más alto y lo más rápido que puedas.
- Pero, por qué? Qué está sucediendo?
La respuesta vino con un grito de lan y el tañido una espada chocando contra otra espada.
- Escóndete , Birdi, ahora!
En el momento en que ella le dio la espalda , Angus giró a Rampante y lo espoleó . Entró en el escenario de lucha en el momento en que lan caía y mucha sangre manaba de su hombro derecho. Gritando su odio, Angus golpeó con su espada al hombre que lo había abatido. Veterano de batallas, Rampante empinó sus patas para golpear el lomo de su oponente. El otro caballo relinchó y cayó por tierra, arrastrando consigo al jinete. Angus volvió a bajar la espada, esa vez en el lateral del cuello de su enemigo. El hombre cayó sin emitir ningún sonido. Con los ojos agrandados, el otro caballero miró a su compañero muerto; luego partió al galope. Angus fue detrás de él y lo alcanzó antes de la primera curva. Más alto y más fuerte, no tuvo dificultad en derrumbarlo. Tan pronto su oponente tocó el suelo, su caballo huyó . Angus frenó y saltó hacia el suelo. El hombre se puso de pie , con la espada en su mano .
Jadeante, su enemigo se movió hacia la derecha, y Angus, hacia la izquierda, las hojas silbando en el aire.
El hombre embistió por la derecha. Angus se movió en dirección opuesta y lo alcanzó con la punta de la espada. El sujeto saltó hacia atrás , lanzando una mirada rápida hacia su manga rasgada. Volvió a enfrentarlo, con los ojos chispeando. - Entonces, eres tan bueno como dicen ... Por Cristo! Habían intentado matar a lan sólo para poner a prueba sus habilidades ? Cuando su espada volvió a silbar, Angus ya no pensaba en nada más. Con un grito, embistió contra su enemigo. Instantes después , el hombre yacía, tirado en medio de un charco de sangre. Angus bajó la cabeza y vio su propio pecho teñido de rojo. En el segundo siguiente, la espada se resbaló de su mano.

La piel de Birdi se estremeció cuando el grito vino del lago e hizo eco en las montañas a su espalda .
- Angus! - sin pensarlo dos veces, bajó resbalándose por las rocas dirección al camino. - Por favor, Gran Diosa, que no sea él ! - Con los brazos extendidos para no chocarse con nada, ella corrió como pudo, su cabeza y su corazón retumbando con la certeza de que alguien había muerto . - Madre, te lo imploro!
Birdi tropezó, se cayó, se levantó y fue entonces que vio un cuerpo en el camino. Había manchas de sangre por todos lados.
Jadeando, ella se dejó caer de rodillas delante del hombre. Unos ojos miraban el vació . Quién era ese?
No importaba. Angus debía estar en algún lugar, y ella necesitaba encontrarlo. Se levantó y apenas había dado un paso, se tropezó con otro cuerpo. La ropa negra y dorada no le dejaron dudas.
- lan! - Birdi se agachó al lado de él y tanteó buscando alguna herida. Ella retrocedió afligida, al tocar un líquido viscoso sobre el hombro derecho de su amigo. Pasó sus dedos por el cuello de lan y percibió un pulso débil y demasiado rápido . Gran Madre, qué podría hacer? Quedarse allí e tentar salvarlo o ir en busca de Angus?
Cuando lan dejó escapar un gemido, el alivio invadió a Birdi.
- lan, puedes oírme?
El giró la cabeza, y los ojos azules la miraron por un segundo, inundados de lágrimas.
- Dile a Angus... que lo siento mucho - Ian murmuró, antes de perder el conocimiento .
- lan, No! - Birdi golpeó su rostro . - Óyeme, confía en mí!
Para su alivio, él volvió a abrir los ojos. No parecía estar viéndola , pero debía ser suficiente. Birdi se incorporó y plantó sus pies sobre tierra y, cruzando una palma sobre la otra, presionó el corte del hombro , haciendo que lan gimiese de dolor.

- Gran madre, soy yo , Birdi. Te imploro por la fuerza... - cerró los ojos, respiró lenta y profundamente y esperó la llegada del calor. Al sentirlo recorrerle el cuerpo , Birdi se relajó. Había llegado el momento. - Gran Diosa, yo , Birdi, tomo para mi cuerpo esta herida. - Ella recitó entonces, una antigua plegaria de agradecimiento .

Cuando vio que la tarea estaba hecha, sacó las manos del hombro de lan y sintió una sombra detrás de sí. Luchando contra el dolor lacerante que comenzaba a invadirla, se dio vuelta lentamente y se encontró con el rostro lívido de Angus.
- Birdi... - El cayó exhausto de rodillas al lado de ella. Birdi estaba segura que, esa vez , que él había presenciado la sanación.
- No me odies - Birdi dijo en un susurro, antes que una inmensa oscuridad descendiese sobre ella.
Con los ojos fijos en la sangre que brotaba de su hombro delicado Angus apena tuvo tiempo de sostenerla.
- Virgen María... Dime que esto no está sucediendo! Jamás había dado oídos a las historias sobre los dioses paganos. Pero no tenía cómo negar lo que sus ojos estaban viendo . No quería admitirlo. Quería que Birdi fuese normal; que no fuese otra cosa que una huérfana bonita y desamparada. Sin secretos, sin poderes, sin miedos. Sólo una mujer normal.
Pero la sangre continuaba manando del hombro de ella. Birdi se estaría muriendo?
Por favor, Dios, no lo permitas!
Miró a su amigo todavía acostado en medio de un charco de sangre. Tenía la ropa teñida de rojo y, sin embargo , ahora lo miraba con sus ojos azules muy agrandados, su piel antes cenicienta recuperaba el color.
- Ella es una hechicera - declaró Ian, incorporándose milagrosamente sobre un codo. - Presiona su herida! - le ordenó.
Angus hizo presión sobre la herida en el hombro de Birdi, sintiendo su estomago oprimirse Santo Dios... No bastaba con que ella fuese pagana ? También tenía que ser una hechicera?
Ian miró incrédulo su propio cuerpo. A pesar de la sangre, era como si no hubiese sufrido nada.
- Los bastardos murieron?
Angus se lo confirmó con un asentimiento con la cabeza.
- Pensé que vos también habías muerto ... - Ian se paró.
Ian tragó en seco.
- Dónde está mi caballo? - Ian miró a su alrededor . - Necesitamos detener la hemorragia.
Angus silbó. Era probable que los animales estuviesen juntos.
Menos de un minuto después , Rampante llegó al galope, acompañado por el garañón negro de Ian.
Ian no perdió tiempo. Sacó de las alforjas una camisa de seda blanca y la rasgó en tiras.
- Sácale la capa , Angus, rápido!
Angus obedeció. Un corte profundo, de cerca de veinte centímetros, apareció en medio de la sangre.
Al notar el shock de Angus, Ian tomó la iniciativa. Secó la herida y, mientras su amigo sostenía a Birdi, la fajó con cuidado, le volvieron a poner la capa, y Angus la levantó en sus brazos.
- Estamos a pocos kilómetros de Clachan.
- Perfecto . Desde allá será apenas un día de cabalgata hasta Inveraray, donde podemos pedirle asilo al duque de Argyll - planeó Ian.
- Es mejor ir directamente a Blackstone.
Angus apartó los cabellos del rostro de Birdi, su corazón se apretó al verla todavía inconsciente .
- Ella no está en condiciones de hacer un viaje así.
- Podemos tomar una barcaza y atravesar el lago Awe, en Potsonchan, lo que nos va a ahorrar dos días de viaje; después seguimos hacia el oeste.
Ian movió su hombro derecho, todavía no podía creer que estaba curado. Angus lo miró pensativamente. Sólo ahora entendía el por qué das cicatrices de Birdi.
Vamos a sacarla de aquí.

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