domingo, 10 de octubre de 2010

NO SOY SANTA - CAPITULO 11 - PAULA REED

CAPITULO 11



Mary Kate se estaba burlando de él !
Diego había concluido sus negocios y dejaba Habana apresuradamente , ansioso por entregar su seductora pasajera a las autoridades de Cartagena. En ese momento, mientras maniobraba el barco, dejando el puerto, hacía su mayor esfuerzo por fingir que la ignoraba, Mary Kate le dirigía miradas provocativas y se reía de él ! Qué estaría pensando ella que lo perturbaba tanto , al punto de querer evitarla porque tenía miedo de estar cerca de ella ?
Por causa de esa irlandesa había tenido unos sueños que tendría que confesar! Incluso bien despierto, como en ese momento, no se atrevía a pensar en ella porque el efecto sería notorio en sus pantalones.
Mary Kate sonrió maliciosamente. Diego era tan imbécil ! Qué importancia tendría para él acostarse con ella? Qué le costaba hacerle ese favorcito? La noche anterior ella le había dado a entender que ellos podrían pasar juntos momentos maravillosos, sin compromisos . Y él solamente estaría deshonrando a la novia de un inglés. Bastaba con eso para hacer la idea muy atractiva.
Pero el capitán Diego insistía en respetarla . Para Mary Kate eso era motivo de frustración pero también la conmovía. Nunca había imaginado que iba a conocer a un hombre tan honrado. Que a su vez era muy guapo. De pie , junto a ese grande timón, con las piernas separadas, el mentón erguido, el viento le agitando sus cabellos oscuros, estaba para comérselo . El hecho que hubiese agitación entre los tripulantes parecía no afectarlo ni alterar su determinación y don de mando . Diego nunca mandaba a azotar a uno de los hombres ni los menospreciaba por sus temores supersticiosos, pero exigía nada menos que respeto total por su autoridad.
Si , Diego Montoya Fernández de Madrid y Delgado Cortés era un buen hombre. Cualquier otro la habría dejado en Habana. Después de todos los problemas e inconvenientes que ella le había causado, él todavía quería ayudarla de la mejor manera posible.
Ah, si pudiese convencerlo de que el mejor modo de ayudarla sería satisfacer su propio deseo! La solución era tan fácil ....
Mary Kate se alejó de la baranda y subió los escalones de acceso al puente de comando meneando las caderas. Cuando llegó al timón, notó la transformación de Diego. Su rostro se había puesto severo y todo su cuerpo estaba rígido. Ella le sonrió de manera afectada.
— Soy un hombre ocupado. Si no tienes nada importante para tratar conmigo, te sugiero que vayas a la cubierta a tomar un poco de sol.
— Tengo algo muy importante para tratar con vos .Es un asunto que quedó sin resolver anoche.
Señorita 0'Reilly...
Diego, escuchame.
Su voz era apenas un susurro e hizo eco dentro del cerebro de Diego, atontándolo y haciéndole difícil de respirar.
— No — él dijo con un gemido.
— Diego! Qué pasa? — Mary Kate preguntó, preocupada, habiendo notado la palidez del capitán.
- Diego, tienes que escucharme .
— no!
— Qué está pasando? — Había una nota de pánico en la voz de Mary Kate.
Pero esa voz, que él conocía muy bien que era real, parecía venir desde muy lejos, mientras la otra era clara y sonora como un campana dentro de su cabeza.
— Déjame en paz! — él ordenó.
Está bien ! No hace falta gritarme ! Ya me voy .
— Ey , alguien que lo ayude! — Mary Kate gritó, pero todos que estaban en la cubierta quedaron paralizados al ver a su capitán con los ojos cerrados, mortalmente pálido, su cuerpo oscilando como si estuviese borracho.
- Diego, tienes que escucharme ! Hay un barco...
— No! Nada de barcos!
_ Debes navegar rumbo al norte! Ve al norte! Me oyes ?
— No voy a perseguir ese maldito barco!
— De qué estás hablando? No hay ningún barco — dijo Mary Kate.
Para Diego todo era oscuro. No podía ver a Magdalena ni a María Catalina, Pero sabía que las dos estaban con él.
- No, no debes perseguir ese barco, Diego! Tienes que huir, ahora!
— Voy a virar al norte cuando avistemos el barco.
- Será demasiado tarde ! Se trata de un barco muy rápido, comandado por un capitán impiadoso. Sé que estás dudando de mí, pero la vida de tus hombres depende de su decisión. Mary Katherine corre peligro!
— No!
- Ahora!
— Qué le pasa ? Con quien él está hablando? — Mary Kate preguntó .
Galeno, quien se había acercado al capitán, respondió :
— él habla con alguien que sólo ve él .
— Satanás — agregó Enrique.
— No! — Galeno protestó.
— Barco a la vista! — gritó el vigía.
- Vira al norte, Diego! Al norte. O quieres que todos mueran ?
Inmediatamente Diego abrió los ojos. Se dio vuelta hacia Mary Kate y se dio cuenta que ella estaba asustada. A continuación comenzó a gritar órdenes que fueron prontamente obedecidas. La proa del barco fue direccionada hacia el norte y el Magdalena, con las velas infladas por el viento, se deslizó sobre las olas, apartándose del peligro.
Mary Kate se dio vuelta hacia Galeno.
— Qué está sucediendo?
— El capitán sabe muchas cosas. Ella se volvió hacia Diego.
— Qué sabes?
— Baja a la cabina , Mary Kate.
— Qué te pasó ?
— Galeno, llevala de aquí.
El muchachito tragó con dificultad y extendió o brazo, pero tuvo temor de tocar a Mary Kate.
— No me obligues a forcejear con él, Diego.
— Por favor, no hagas esta situación más difícil de lo que ya es .
— Estamos en peligro? Cómo sabes eso?
— Es... Es muy complicado. Tengo muchos problemas, María Catalina.
Ella miró a su alrededor . Los hombres estaban asustados y por la expresión de cada uno de ellos , era claro que no solamente era de los piratas que tenían miedo.
— Quédate con Dios, Diego — ella murmuró y se dirigió a Galeno. — Puede bajar sola.
— Dios me ayude — Diego rezó.
Magdalena no había mentido al advertirle sobre o peligro, Diego concluyó . El barco pirata avanzaba cada vez más velozmente . Era muy grande, tenía tres mástiles y estaba fuertemente armado. Un barco como ese era el sueño de todo pirata y la pesadilla de los marineros de barcos mercantes.
Diego tomó el catalejo y analizó la cubierta del barco enemigo. Setenta hombres, tal vez noventa, dependiendo de cuantos habría en la cubierta inferior. Con esa superioridad de hombres y de armas, sería más prudente no permitir que el Magdalena fuese abordado.
— Más barcos! — anunció el vigía. — Son cinco muy grandes.
Por un momento Diego quedó paralizado. Sería que, al ordenarle que fuesen hacia el norte, Magdalena los había conducido a una emboscada?
— Son enormes , capitán! Deben ser galeones.
Nuevamente Diego miró por el catalejo y casi se rió de alivio. Galeones! Magdalena le había enviado la protección de una flota española!
— Galeones! — el vigía confirmó. — Y tienen nuestra bandera!
Los tripulantes gritaban vivas.
— El barco pirata está huyendo! — el vigía gritó, eufórico. Nuevos vivas entre la tripulación.
Diego recorrió con los ojos la cubierta y se sintió reconfortado al ver la alegría en la cara de los tripulantes. Todo indicaba que sus hombres habían recuperado la confianza en él. Iba a pedirle a Enrique que se quedase al comando del timón, pero se detuvo al notar una mirada helada en los ojos de su inmediato.
— Qué pasa? Algún problema?
— Ningún Problema , capitán — Enrique respondió , pero su voz era tensa.
— Entonces ven conmigo — dijo él. Llamó a otro hombre para ocuparse del timón y le recomendó : — Sigue en dirección de nuestros compatriotas.
Diego reunió a los tripulantes y les sugirió que hiciesen una plegaria. Todos se sacaron sus sombreros, se arrodillaron e inclinaron sus cabezas. Diego agradeció a Dios por la protección y las gracias recibidas, después rezó un padrenuestro. Los tripulantes lo acompañaron reverentemente y cuando terminaron, se persignaron .
Durante la oración, Diego notó los músculos del mentón de Enrique temblando , como si él estuviese inquieto. De hecho, cuando su inmediato se puso de pie , preguntó :
— Se siente bien, capitán?
— Si. Por qué no habría de sentirme bien ?
— Parecía estar... en problemas.
— Es cierto. Pero ahora estoy bien.
Lo hombres que estaban más cerca del capitán y de Enrique oyeron la breve conversación entre los dos e intercambiaron miradas desconfiadas. El inmediato tenía razón. Cómo explicar el extraño comportamiento do capitán? Cómo podía saber él que, siguiendo hacia el norte, iban a encontrar una flota española? Qué clase de hombre era el capitán Montoya y qué precio tendría que pagar por saber de antemano lo que iba a suceder?

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