jueves, 7 de mayo de 2009

LA DONCELLA ASTUTA - SARAH MCKERRIGAN - CAPITULO 25

CAPITULO 25


Una vez que Rand se repuso del shock , cuando finalmente aceptando el increíble hecho que la Sombra era Sung Li, se dio cuenta que estaba frente a un dilema muy grave.
Él había jurado atrapar al forajido.
También había jurado proteger a Miriel.
Nunca se había imaginado que aquellos dos objetivos entrarían en conflicto.
Ahora podía ver que Sung Li había engañado a Rivenloch, pero más considerablemente, ella había engañado a Miriel. La criada se había congraciado con la muchacha inocente , ofreciéndole su amistad , encantándola , subyugándola con su obsequiosidad, y había usando esa confianza para ganar acceso y conocimiento.
Pero Sung Li había terminado traicionando a Miriel, mordiendo la mano de quien le había dado de comer.
Rand caminó impacientemente delante de la criada con el ceño fruncido , frotándose la nuca, preguntándose qué mierda hacer con ella. Todavía le era muy difícil creer que esa bruja vieja y marchita podía moverse con semejante velocidad, agilidad y gracia. Pero lo había visto con sus propios ojos. Ella había derribado a Hob-Nob y a Wat-Wat al piso en un segundo .
Quizás realmente fuese una bruja . Tal vez tuviese un pacto con el Diablo, o era un engendro del Diablo como Wat-Wat había dicho. O tal vez ella sólo era la hija de un gran guerrero de quien había heredado sus talentos. Independientemente de lo que fuera , claramente Sung Li era una amenaza.
Y ahora, con su identidad descubierta, ella incluso sería una amenaza aun mayor . Ella no podría volver a su vida cómoda en Rivenloch. Y si ella no tenía ningún lugar donde vivir y ningún modo de sustentarse, ella podría desesperarse y volver a cometer robos.
Rand había conocido cientos de forajidos, hombres que alguna vez habían sido gente decente, pero que habían recurrido al robo y hasta al asesinato por necesidad.
Rand no podía simplemente dejarla marcharse . Sung Li podía no haber matado a nadie aún, pero sin duda tenía las habilidades para cometer un asesinato . Cuando las circunstancias fuesen extremas, Sung Li recurriría a la violencia. Y entonces nadie, ni los viajeros , ni la gente de Rivenloch, ni siquiera Miriel podrían estar al reguardo de sus talentos letales.
No tenía ninguna otra opción, mas que entregarla en Morbroch. No se atrevía a volver a Rivenloch primero, pues seguramente Miriel lloraría y le pediría que dejase en libertad a la vieja criada. Miriel nunca entendería el peligro. Y ella nunca lo perdonaría.
¿"No te das cuenta de lo que has hecho?" él gritó con frustración. ¿" En la posición en que me has puesto ? ¡Vieja de mierda!"
Sung Li le contestó con una sonrisa inescrutable. "Para ser un mercenario contratado , usted es increíblemente ciego."
Rand se puso rígido. ¿Cómo mierda sabía esa criada que él era un mercenario contratado ?
"Ah, sí," dijo Sung Li . "Sé quién usted es, Rand la Nuit."
Rand apretó su mandíbula. ¿ Sung Li lo había reconocido? Si ella sabía su nombre, sabía que era un mercenario, y sabía de su reputación, se lo había contado a Miriel?
"Sé por qué ha venido," siguió Sung Li . Entonces su boca arrugada se torció en una sonrisa satisfecha. "Pero usted todavía no sabe quién soy yo ."
Rand ya había soportado bastante de su atrevimiento . Se plantó delante de la vieja . "Yo solamente sé que usted es mi cautiva, señora ."
"No soy una señora."
¿"Qué?"
"No soy una señora." Sung Li siguió contemplándolo con una sonrisa satisfecha.
Rand frunció el ceño con incredulidad. Seguramente la criada mentía . "No", él susurró, estudiando la cara arrugada de Sung Li .
"Sí."
La posibilidad que Sung Li en efecto pudiera ser un hombre, y que, aprovechándose de la inocencia Miriel, se hubiese hecho pasar por " una criada personal", encendió la ira de Rand.
Él agarró las solapas de la ropa de Sung Li y hizo que la criada se pusiera de pie con un tirón. Luego, con otro tirón violento, le rasgó la parte superior de la ropa negra, exponiendo su carne pálida .
Una náusea subió a su garganta mientras sacudía al viejo .
Era verdad entonces. Ese degenerado era un bandido de la peor calaña. Y la inocente y confiada Miriel había sido su víctima. Ese gusano miserable la había engañado. Y había engañado a todos en Rivenloch.
Las manos de Rand temblaron con el impulso de sacar su daga y acabar con Sung Li de una vez y para siempre. Pero Rand resistió esa fuerte tentación .
En cambio, lanzó a Sung Li al suelo , extrayendo su espada para apuntar al anciano .
No había dudas ahora. Llevaría a ese engendro directamente a Morbroch y dejaría que los Lord hicieran con él lo que se les antojase . En la mente de Rand, la horca no era suficiente castigo para los delitos que la Sombra había cometido contra su amada
Miriel.

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La feria era un lugar misterioso de noche. Los puestos, las tiendas sus colores brillantes , todo silenciados, parecían figuras fantasmales.
Miriel se deslizaba subrepticiamente a lo largo de las veredas y entre los pabellones
Los actores eran fáciles de encontrar. Ellos dormían detrás de la plataforma que servía de escenario . Pero no había ninguna señal de Rand o de Sung Li .
Tan silenciosa como la muerte, Miriel se coló por detrás de ellos, extrajo su shan , y la colocó contra cada una de sus gargantas.
¡"Shhh!" ella susurró.
Ellos se despertaron sobresaltados.
¡"No se muevan !" ella murmuró. "Y no hagan ruido. Denme lo que quiero, y no les haré daño ."
Wat-Wat susurró, "el dinero está en mi bolsita ."
Hob-Nob replicó , "No te preguntó donde está el dinero ."
¿"Soy el único amenazado con una espada en mi garganta?"
"Ella dijo que no nos haría daño."
¡"Shh!" Miriel les ordenó. Esperaba que nadie hubiese oído a los actores charladores. "No estoy interesado en su dinero . Quiero información. ¿Dónde está Rand de Morbroch?"
¿"Quién?"
"Rand de Morbroch," dijo ella, "el hombre que dejó Rivenloch con ustedes esta mañana ."
"Ella habla de Rand la Nuit ."
¿"Quieres decir Rand la Nuit ?"
Miriel frunció el ceño. ¿Por qué esas palabras le sonaban familiares? ¿" Cómo es su nombre ?"
"Sí. Rand la Nuit, el mercenario."
La memoria de Miriel de repente reunió las últimas piezas del rompecabezas . Rand la Nuit era en un mercenario, un famoso cazador de criminales y forajidos, un hombre que la gente de la nobleza poco escrupulosa a veces contrataba para misiones no muy morales . Pero seguramente Rand , su Rand, no era esel hombre.
¿"Dónde está él?"
Ellos vacilaron, y ella los pinchó con la punta de las hojas.
"Se fue ," ambos contestaron.
¿" A dónde?"
"Él no nos dijo."
"Sólo agarró a ese ladrón y .... "
¿"Qué?" ella preguntó con un sobresalto en su corazón. ¿"Qué ladrón?"
"La Sombra . "
"No, la Sombra."
"No, no, estoy seguro que era la Sombra."
"Si yo fuera un ladrón, no me llamaría la Sombra."
"Y a quién mierda le importa como te gustaría llamarte?"

El corazón de Miriel latía ferozmente con el altercado, y unos pensamientos oscuros comenzaron a arremolinarse en su cabeza, derribándola como un huracán mortal.
Si Rand de Morbroch fuese Rand la Nuit, el mercenario...
Si él había capturado a la Sombra, o a quien él creía era la Sombra …..
¡Jesús!
Rand la Nuit. La Nuit. La Noche.
La Noche se ha tragado a la Sombra.
Miriel no podía respirar.
Rand la había engañado .
Sung Li se había sacrificado.
Y Miriel había sido una tonta.
Los actores todavía discutían cuando ella se escabulló en el bosque.
Durante mucho tiempo Miriel caminó por un sendero , sin estar segura de a donde iba, demasiado estupefacta como para hacer algo más que mover un pie delante del otro.
¿Cómo podía haber estado tan ciega?
¿Cómo no se había dado cuenta que Rand era un sinvergüenza?
Él no había venido a Rivenloch para unirse a las fuerzas de Cameliard. Él había venido para ganarse una recompensa por capturar a la Sombra.
Su pecho se sentía oprimido como si estuviera siendo aplastado entre las ruedas de molienda de un molino, apretando su corazón y haciéndoles casi imposible respirar. Ni siquiera sus sollozos se podían escapar de la prisión de su pecho.
Maldición con ese hombre . Ella le había confiado su corazón. Ella se había prometido en matrimonio.
¡Por Dios! Hasta podría estar llevando un bastardo de él en su vientre.
Y ahora estaba pagando por la locura que había vivido.
Pero Sung Li estaba pagando el peor precio.

De alguna manera, Miriel logró seguir moviéndose. Finalmente, quizás por instinto quizás por destino, se encontró en el camino hacia Morbroch. Rand la Nuit podía no ser un caballero, pero él probablemente no había mentido al decir que estaba al servicio del Lord de Morbroch. Era allí donde Rand cobraría su recompensa .
El dolor de la traición se ulceró dentro de su pecho convirtiéndose en rabia.
Toda su energía estaba concentrada en un solo objetivo. Todos sus pensamientos se centraron en una venganza. Con cada respiración Miriel exhalaba lo poco que le quedaba de piedad. Con cada gramo de su voluntad, Miriel deseó verlo muerto.
Miriel nunca había matado a un hombre.
Pero sabía como hacerlo . Sung Li le había enseñado como terminar con la vida de un hombre en un instante y también como prolongar la agonía de su muerte . También su maestro le había enseñado que era un acto de cobardía matar cuando no era necesario.
Pero por primera vez en su vida, Miriel sintió que no sólo era necesario, sino que lo deseaba. Y cuando Miriel imaginó enterrando su arma filosa en el corazón mentiroso de Rand , una oleada de satisfacción perversa le sirvió como bálsamo temporal para su alma herida.
Fue su hambre de castigo lo que la mantuvo despierta toda la noche, lo que la mantuvo caminando resueltamente hacia Morbroch.
En verdad, Miriel durmió y comió muy poco en los días siguientes, por a miedo a fallar en su misión de salvar a Sung Li , y de perderse la oportunidad de matar a Rand la Nuit .

Durante el crepúsculo del tercer día, ella se arrastró sobre un montículo que formaba de un círculo de pequeñas colinas que rodean el Castillo de Morbroch.
Ahora que sabía que Rand estaba al alcance de su mano , ahora que sabía que conseguiría la venganza que buscaba, Miriel se sintió invadida por el agotamiento acumulado. Su mente encontró un nuevo foco, y cuando miró fijamente el castillo de piedra, comenzó a formular un plan.
Esperaría hasta el anochecer. Después de todo, la noche era el escenario perfecto para la Sombra .

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