jueves, 29 de abril de 2010

ESCANDALOSOS - CAPITULO 25 - BARBARA METZGER

Capítulo 25

Quien haya dicho que la oportunidad sólo golpea una vez a tu puerta no sabía que Sir Henry Lytell estaría en el Club de Caballeros Jackson esa mañana.


Recordando su cita con Skippy, Galen se detuvo en la sala de boxeo después de comprarle un helado a Ansel en Gunther. El niño estaba empalagado, su ropa pegajosa y su estomago a punto de estallar , y Margot , agotada, y usó la excusa de llevarle un helado a Ruff para acabar el paseo .
El carruaje de Galen también estaba pegajoso. Entonces Él caminó hacia el Club.

Skippy no estaba en la sala , pero el hombre que se había escapado con la prometida de Galen el día de su boda estaba .

Galen tenía una deuda de eterna gratitud con Sir Henry por haberlo liberado de un matrimonio de terror, pero - por otro lado - estaba enojado con él porque el muy cobarde no había terminado bien el trabajo. Galen tenía una esposa que lo complacía mucho más que Florrie pero él todavía tenía a esa bruja malcriada bajo su responsabilidad . Lytell se había llevado a Florrie - había tomado su inocencia y manchado su reputación, - y luego la había abandonado como quien abandona a una mascota después de haberse divertido unas horas.
Si, Galen tenía una deuda con ese hombre.

Sir Henry estaba bromeando con sus amigos cuando Lord Woodbridge entró , el hombre se reía de su milagroso escape de las cadenas del matrimonio .
Por primera vez en la vida una de las pequeñas injusticias de la vida cotidiana irritó a Galen:
Florrie estaba arruinada , se había convertido en una paria a la vista de todos los que ella conocía, y ahora el hombre estaba de regreso en la ciudad, divirtiéndose con sus amigos como si nada malo hubiese sucedido. Bien , no disfrutaría por mucho tiempo más .
Uno de los amigos de Lytell se rió. " Supongo que tendrás que buscarte otra heredera, eh?" Luego él vio a Galen acercándose. " He oído que tu hermana está en la ciudad, Woodbridge. Es cierto que posee cuarenta mil libras ?"
Galen se quitaba el saco y la corbata. " Lo que ella tiene es un padre y un hermano que protegerían sus intereses y su reputación con sus propias vidas. Te molestaría no volver a repetir el nombre de mi hermana otra vez ?"

No tuvo a nadie que le festeje la ironía, sólo unos pocas sonrisas nerviosas. "Se te ha ocurrido poner tu atención en mi hermana, Lytell? Te recomiendo conservar tus trucos bajos en tu propia familia ""
El barón retrocedió . " Claro que no . La niña es demasiado joven para mí. Resolví conseguirme una viuda, una sin papá. O hermanos ""

" Ah, pero igualmente creo que necesitas practicar boxeo , por si acaso la viuda tiene un primo o un tío … o un prometido. Sube al ring antes de que te alce y te meta ahí adentro ""
Lytell casi tenía la misma altura y peso que Galen , pero no podía equiparse a sus habilidades o a su condición física. En ese instante habría corrido dirección opuesta a Galen , si hubiese tenido dos peniques para alquilar un carruaje o un caballo , y si tuviese alguna parte a donde ir. Pero sus amigos ya estaban haciendo apuestas , y aunque que sentían cierta admiración por un hombre que trataba de mejorar su situación económica consiguiéndose una prometida rica, no eran tan caritativos con un cobarde que declinaba un desafío, o uno que huía como una comadreja . El barón se quitó la ropa y subió al ring.


Galen lo derribó, demasiado pronto para su propia satisfacción, luego ayudó a Lytell a ponerse de pie. Luego lo derribó nuevamente. Con el gentío arengándolo , Sir Henry se puso de pie. Galen lo dejó lanzar unos pocos puñetazos antes de ponerlo fuera de combate y fuera del cuadrilátero . Sus amigos lo ayudaron a pararse y lo dirigieron hacia Galen, cosa que no habrían hecho, si fuesen verdaderos amigos. Si el barón tuviese algo de materia gris, se habría quedado abajo, pero alguien lo suficientemente estúpido como para escaparse con Lady Florrie Cleary no podía ser considerado un ser humano de inteligencia promedio . El estúpido se tambaleó justo a la izquierda de Galen.
No se conseguiría una viuda rica en el futuro cercano, no con esa nariz rota.

En el camino a su casa , Galen se detuvo en la joyería Rundell y Bridges. Quería comprarle a Margot una gargantilla, puesto que las joyas de la familia estaban guardadas en la caja fuerte de la propiedad del campo . Tendría que pedirle a su padre que las trajese cuando viniese a la fiesta . Mientras tanto , Lord Woodbridge deseaba comprarle una bonita gargantilla a su esposa, no porque ella se lo hubiese sugerido de la forma que Florrie siempre lo había hecho , ni como se esperaba que una esposa hiciese. No era que se le ocurría usar una joya para ganarse el afecto de Margot - llevar a Ansel al Anfiteatro de Astley esa tarde lograría más que cualquier diamante .
La conquista de su esposa venía bastante bien considerando el beso de despedida que ella le había dado , y la forma en que ella había murmurado su nombre esa mañana en el estudio. Galen no iba a apresurarla , aunque ni loco esperaría los seis meses del contrato original para compartir su cama. De cualquier manera se moriría de frustración en dos semanas si no lograse consumar el matrimonio.

No. Galen quería darle a su esposa un regalo solamente para causarle su placer. Le diría que era para recompensarla por las invitadas indeseable que habitaban la casa. Además , un hombre no podía comprarle un regalo a su esposa? De qué servía el dinero si uno no podía halagar a una esposa?

Le gustó todo lo que vio en la tienda. Margot probablemente inundaría el piso con lágrimas si le regalase la mitad de lo que deseaba comprarle . Cómo carajo haría para decidirse? Una amante siempre quería lo más caro; Florrie siempre quería lo más vistoso. Margot querría algo fino y elegante, de buen gusto sin ser ostentoso . El empleado comenzó a sacar bandeja tras bandeja de gargantillas, pero Galen no podía pasar todo el día en la joyería, bajo las miradas penetrantes de tres viudas nobles, dos petimetres, y un maricón. El mariquita acababa de rechazar una gargantilla sencilla de diamantes por ser demasiada "modesta" , entonces Galen le dijo al empleado que la envolviese para regalo .

Dejó la tienda silbando , planeando el resto de día y el resto de semana. Quería mostrarle a Margot muchas cosas, galerías de arte, Vauxhall a la luz de la luna, el laberinto en Richmond, Venecia a la luz de la luna. Comenzaría con el circo esa noche. Con tanto que hacer, Galen se dio cuenta que no estaba muy apurado por volver al campo y a los caballos. Necesitaban decidir cuestiones sobre Ansel, y realizar la maldita fiesta , pero no tenía prisa. Estaba feliz.

Margot estaba feliz. Para primera vez en mucho tiempo , podía sonreír por fuera y por dentro . Ansel estaba sentado con un libro de la biblioteca de Galen después de que habían tocado duetos, él en el piano y ella con su guitarra. Ahora Margot estaba sentada, sin coser , sin una nueva canción para aprender de memoria, sin el libro de cuentas haciéndola sufrir . Todo lo que tenía que hacer era vigilar a su amado hermano, y observar la ventana pues su marido estaba por regresar. ¡Qué alegría!

Con la mente aliviada , una pequeña chispa se había sido encendido en su corazón. Cada una de las sonrisas de Galen y cada uno de sus gestos de ternura atizaban esa chispa hasta que ella sentía un fuego desde la cabeza a las puntas de los pies, cuando pensaba en él. Cuando estaba con él, la fuego amenazaba con convertirse en un incendio, y sus besos podían producir una conflagración.

En un momento ella consultaría al mayordomo y el ama de llaves, porque ella quería asegurar la casa de Su Señoría era tan confortable y tan operante como ella lo podía hacer. ¿De qué otra forma debió ella exteriorizar a Galen su afecto creciente?
Margot quería asegurarse que él no tuviese arrepentimientos, que él no pensase en disolver su matrimonio o en vivir separados en el futuro . Margot quería ser la madre de sus hijos.

Ansel estaba muy feliz. Iba a ver un número de destrezas a caballo esa noche, y mañana quizá su pony llegaría para que él pudiese practicar todos esos actos osados que Galen le había descripto. La música , el arte y los libros estaban bien , pero un tipo que podía mantenerse de pie sobre el lomo de un caballo galopando era alguien especial, sin importar lo que Margot dijese. Simplemente no le contaría nada a ella sobre sus planes.

Fenning estaba feliz. Quizá él no tan excitado como Ansel, ni con los ojos ensoñadores de Lady Woodbridge, ni con la cara de gato que acaba de comerse la crema del vizconde , pues él sólo era un mayordomo y estaba por encima de esas pasiones tan poco dignas. El vizconde estaba en casa para ocuparse de los detalles grandes; La vizcondesa se ocupaba de los detalles menores como si fuese una verdadera dama de la nobleza , cosa que por suerte lo era . Lo mejorcito de la sociedad Londres dejaba cartas e invitaciones en las manos de Fenning. El status de Fenning dentro de la casa era todo lo que debía ser. Además, sus sabanas eran planchadas del modo que él exigía, y sus platos favoritos le eran preparados en la cocina . Incluso podría atreverse a sonreír un día de esos.

La hermana de Lord Woodbridge no estaba feliz. Lady Harriet estaba enferma, sufriendo espantosamente. Bien , era una especie de justicia divina ,la insufrible sufriendo . Su hermano la odiaba ;
Su padre creía que todavía era una niña; Su cuñada mimaba excesivamente a ese niño débil en vez de estar sentada al lado de la cama de Harriet. Y todos ellos querían despacharla a Bath, con la Tía Matty y el horrible primo Harold. Nada podía ser peor, excepto la deformante herida en su cabeza. La cual , si hubiese sido un centímetro más profunda - el médico había asegurado - habría requerido puntos. Pero tal como era , había requerido un vendaje , una tisana, y el cuidado del doctor - mucho cuidado de ese doctor guapo . Él no creía que ella era demasiado joven. Harriet podía deducir eso por el modo en que él alisaba su cabello para observar la herida. El amable Doctor Hill nunca dejaría que la envíen a Jericó, no cuando Margot y Galen estaban organizando una fiesta aquí en la ciudad.


Harriet se aseguró que usar su bata más bonita, y un toque de polvo volátil de Margot en la cara para producir una palidez interesante, cuando el doctor la visitó esa mañana.
Ensayó el modo de recostarse en la chaise longue hasta que logró lo que ella consideraba la pose perfecta entre una sirena de diecisiete años y cisne enfermo.
Antes de que el médico pudiese declararla mas sana y fuerte que un toro, ella gimió e imploró, " Piensas que me haría mal estar sentada por horas en un carruaje en un viaje tortuoso , verdad, doctor? La cabeza me duele con sólo pensar en esa odisea "" Ella se colocó el dorso de su mano sobre su frente para dar énfasis a su mensaje tácito.
" Definitivamente no lo recomendaría, Lady Harriet. Una lesión en la cabeza podía causar un daño permanente con el traqueteo de un carruaje . Su memoria pordía quedar afectada para siempre""
"Cómo dijo que era su nombre , doctor? Oh, sí, Doctor Hill ""
"Ha habido casos donde una herida en la cabeza conduce a la pérdida de la vista""
Harriet lo miró de reojo. " No me diga?"
" La herida podría infectarse, sin higiene constante. Además, una joven con tu constitución delicada, habiendo sufrido semejante trauma, no debería ser sometida a ninguna situación tensa como el cambio brusco de ambiente ""
"O un primo impresentable""
El Doctor Hill sonrió. " Decididamente no un primo impresentable. Pueden ser tan perjudicial para tu salud, como tomar aire frío ""
" Podría empezar a debilitarme si tengo que dejar Londres, cierto ?"
"Si yo fuera un apostador , lo cual, te aseguro no soy, habiendo dedicado mi vida a la ciencia y al bienestar de todo el género humano, definitivamente apostaría que las posibilidades de una recaída o una complicación disminuyen con el reposo""
" Le podrías decir eso a mi odioso hermano? Ella agarró firmemente la manga de su saco.
"Le dirá que no puedo ni debo viajar hasta … hasta ... "
" Hasta que la herida esté completamente curada? Eso debería llevar unas dos semanas, por lo menos ""

Harriet se conformó con eso, pues quién sabía lo que podría pasar en esas dos semanas? Seguramente algo ocurriría , algo que le impediría pasar el verano en Bath. El mundo no podía ser tan injusto. El reuma de la tía Matty podía empeorar. No, Harriet no quería considerar esa posibilidad, pues su padre podría pensar que Harriet tenía el deber moral de acompañar a la vieja quejosa. El primo Harold podía ahogarse en uno de los baños termales. Sí, eso serviría como excusa para no viajar . Ahora Harriet se sentía feliz.

El doctor de buena familia, bien educado, pero escaso de medios económicos también estaba feliz. En dos semanas él podía facturar una buena suma a Lord Woodbridge, y quién sabe... quizás otro tesorito podría caer en sus manos ...
Lady Florrie no estaba feliz, y nunca iba a estarlo , especialmente después de que Galen le comunicó que debía abandonar la casa.

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