sábado, 1 de noviembre de 2008

SALVAJE - CAPITULO 19

Capítulo 19
Kent, Inglaterra


Era casi el amanecer cuando una figura se movió silenciosamente en el patio interior de Castillo de Leeds , luego siguió a lo largo del muro donde estaba los guardias cumplían su última y agotadora hora de vigilancia nocturna . Dos guardias cargando ballestas se cruzaron en el muro y se detuvieron para hablar sobre un grupo de artistas que había llegado al castillo ese día y luego charlaron sobre la nueva lavandera , una joven de pechos grandes , cabellos rojo y mirada caliente . Los hombres se rieron de alguna broma grosera y luego continuaron transitando el muro.

La figura oscura se deslizó y corrió a lo largo del muro hacia un arco de piedra que llevaba al patio exterior . Había una luz tenue proveniente de una antorcha colocada en un sujetador de hierro en el muro y el guardia cerca de ella descansaba con los botas pies sobre un barril mientras afilaba su daga.

Hubo un repentino sonido áspero , de metal rozando piedra . El guardia levantó la mirada , su mano fue hacia la empuñadura de su sable. No se movió pero estaba alerta . Dejó de respirar. Esperó , escuchando atentamente .
Pero no se oyó otro ruido . Cauteloso todavía, él tomó la antorcha de la pared y fue hacia el arco para revisar el patio interior . No vio nada, y
está allí mirando por más tiempo del necesario .
Sacudiendo la cabeza, se volvió y desapareció debajo del arco, sólo para reaparecer nuevamente cuando un pequeño grito vino de algún lugar en las cercanías. El guardia se movió por el patio , sus oídos y sus ojos, alertas.
Hubo movimiento en el patio. Una sombra se movió cerca del muro opuesto. El hombre extrajo su espada y se movió con cautela, se detuvo cuando oyó un ruido que venía de los fardos apilados en la esquina sur este.
Cerró la distancia con los fardos lo mas silenciosamente que pudo, llevaba la antorcha en la mano y su arma preparada. Rodeó a los fardos de heno y encontró un par de ojos mirándolo fijamente .

El guardia detuvo la espada que ya descendía para dar un golpe y maldijo a la estúpida cabra que lo observaba fijamente . Arrastró la cabra hasta el corral, luego volvió a su puesto, donde había poco que hacer hasta el próximo cambio de guardia.
El centinela se sentó sobre el barril y volvió a afilar su daga para mantenerse entretenido.

No vio la figura en el patio exterior , la figura que se había pasado por debajo del arco mientras él arrastraba la cabra. Nadie vio a esa figura cruzar la puerta del molino , ni la vieron escaparse a través de una puerta trampa que había en el piso del molino, donde una serie de antiguos escalones de piedra conducían al foso que rodeaba el castillo y luego al río que estaba más allá.

La figura cruzó el agua, y luego desapareció en el bosque donde un caballo lo esperaba. Unos minutos más tarde, la figura desaparecía, cabalgando por las colinas de Kent en dirección a las salvajes fronteras galesas .


En ese momento tranquilo antes de dormir, cuando la mente vaga por las experiencias del día, Teleri estaba sentada en la oscuridad escuchando al Cerdo roncar y recordando algo que la vieja Gladdys le había dicho cuando era mas joven.

Ella le había contado una leyenda druida en la que había hadas que se ocultaban dentro de los árboles, y si uno ponía su mano sobre el tronco puede sentir el ritmo de ellas bailando.
Teleri sabía que no era cierto. Las hadas no vivían en los árboles, sino que vivían en las manos , los labios y los ojos del inglés, porque esa era la única explicación que podía imaginar para explicar como él la había hecho sentir.
Tenía que ser hadas. Tenía que ser eso .

Teleri soñó con besos. Besos largos y cálidos que la hacían sentir embriagada y que le calentaban la sangre. Se despertó con un sobresalto, sintiéndose húmeda y sudada. Ella parpadeó , perpleja por un momento, luego se dio cuenta que el inglés la estaba mirando.
Él estaba de pie al lado de ella.
Teleri frunció el ceño por un momento, luego se frotó los ojos. Aún estaba oscuro y el olor a lluvia entraba por la ventana abierta por encima de ella.
"Vete a la cama," él dijo .

Ella miró a su alrededor. Estaba acostada en su cama de paja, durmiendo en el mismo lugar donde había dormido desde que lo había encontrado. "Estoy en mi cama."

"Vaya", él dijo nuevamente . "Puse el colchón de paja en tu cama ". Él señaló la otra habitación. "Ahí adentro ."
Ella dio un vistazo al rincón donde ella había colocado el colchón. Ya no estaba . Se volvió nuevamente a él. "¿Dónde vas a dormir?"
"Aquí. Sobre la paja. Me siento suficientemente bien ahora y vos puedes usr la cama. Vete".

Teleri se recostó con la cabeza apoyada en el lomo del cerdo, quien estaba completamente dormido . Ella bostezó , escondiendo su cara entre sus manos y , luego cerró los ojos. "Me siento bien aquí, Inglés."
" Estás durmiendo con un cerdo."
“ Si ", dijo en un medio suspiro.
Un segundo después ella lo oyó arrodillarse junto a ella. Aturdida, Teleri abrió los ojos justo a tiempo para ver se mano yendo hacia su hombro.
"¿Qué estás haciendo!"
Él le agarró la mano en su puño de acero y la alzó. Con un gruñido él se puso de pie , poniéndola boca abajo sobre uno de sus hombros.
"Bájame ,inglés! ." Ella hablaba desde su espalda.
"No" Él extendió la mano y agarró la muleta que estaba apoyada contra la pared, luego la metió debajo de su brazo.

Teleri tenía dos opciones: podía luchar contra él y él todavía la llevaría a su cama, o podría aceptar ese hecho pacíficamente. La única razón por la cual no estaba dispuesta a caminar hasta su cama era porque estaba demasiado cansado, ser cargada le pareció un buen sustituto .

"Para ser un hombre que casi murió ahorcado por una soga y que tiene un pie hinchado, estás bastante vigoroso , inglés." Ella miró hacia abajo y vio su cabello colgando casi rozando el piso de tierra.

Cuando él no respondió nada, y sólo siguió rengueando hacia la parte posterior de la habitación como si cargase una pluma, ella murmuró , "Debe ser porque comiste suficiente estofado como para alimentar a todo una aldea."
"Tanto vigor debe ser por tener que enfrentar a una obstinada galesa", Roger dijo.
"Yo no soy testaruda. Vos sos el obstinado . Yo estaba perfectamente feliz durmiendo donde estaba, pero vos , por algún errado sentido de caballerosidad, sientes que debes ocuparte de mi comodidad."
Él gruñó algo ininteligible.
"Yo estaba cómoda donde estaba."
"No es verdad."
"Bájame ."
"Yo vivo sólo para servirla …" él la arrojó sobre la cama e hizo una reverencia exagerada "… mi lady de los bosques." Roger se enderezó y le dio una sonrisa arrogante y machista.
Teleri frunció el ceño , luego se arrastró hasta el borde de la cama miró el pie de él . Seguía hinchado. "¿Cómo hiciste eso sin tanto esfuerzo ? ¿Acaso no sientes un dolor terrible?"
Él hizo una flexión de piernas y se levantó con facilidad. "Un guerrero debe ser inventivo. Debe ser capaz de pensar con sus pies en la tierra, incluso si sólo tiene un pie sano."

El cerdo llegó entró en e pequeño cuarto gruñendo y jadeando de modo que ambos lo miraron . Se detuvo a pocos pasos y con algo similar al dolor porcino miró a su amas.
"Oh, no! No te abandoné, cerdo". Ella enderezó y señaló al Inglés. "Esto es autoría de él."

Cerdo dirigió en sus ojos al inglés llamado Roger, luego gruñó y resopló un par de veces. El Cerdo dio pocos pasos, hizo una pausa , tomó carrera y luego saltó a la cama junto a su ama.

El Inglés sacudió la cabeza. " Sigues durmiendo con un cerdo ."
“ Si . Yo siempre duermo con un cerdo."
"Algunos de mis hombres han dicho lo mismo sobre mí", Roger murmuró .
"¿ Cómo es eso?"
"No es nada." Él la miró y sacudió la cabeza. Observó fijamente al cerdo. "Él cree que es un perro."
"No, pero le gusta salirse con la suya ." Cuando él la miró , añadió, "Pero es un cerdo y es obstinado como vos ".
Roger la miró fijamente por un momento. Teleri sonrió , y luego comenzó a reírse. Después de un minuto su risa se interrumpió y ellos se contemplaron uno al otro.
Teleri tenía miedo de esa mirada , incluso en la oscuridad podía leer lo que pasaba entre ellos, se trataba del mismo sentimiento fuerte que los había desbordado en el arroyo. Ella estudió su boca, la firme línea que era visible en la oscuridad.
Había estado soñando con besos. Besos de es boca. Besos brujos . Ella desvió la mirada en ese momento incómodo, luego dijo: " Quédate con la manta".
Roger comenzó a protestar, pero ella lo detuvo levantando su mano. "El cerdo me mantiene caliente."
El no dijo nada.
"No me voy a dormir hasta que estés de acuerdo", ella dijo con cierta obstinación.
Él sonrió.
Teleri podía ver el blanco de sus dientes.
"De acuerdo." Roger se dio vuelta y se dirigió a la habitación principal, pero se detuvo y regresó.
Teleri contuvo el aliento .
"Buenas noches, Teleri".
Ella sonrió y exhaló . "Buenas noches, inglés."

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