martes, 2 de noviembre de 2010

DIVINO TESORO- CAPITULO 8 - BETINA KRAHN

CAPITULO 8

Buck Barrett estaba listo para la visita del barón Renville. Había trabajado horas preparando el pago. La mayor parte de la producción, Buck la guardaba en una caverna en los fondos de la propiedad. Ese lugar era mantenido en secreto, y de allá él traía sólo algunos barriles para vender. De acuerdo con la sugerencia de Treasure, los muchachos llevaron casi todo a la caverna . Por eso, habría poca producción cuando Renville viniese a cobrarle.
— Disculpe, barón — Buck levantó los hombros y mostró los barriles. — Esto es todo lo que tenemos.
Quiero ocho barriles, Buck, o lo mandaré a prisión, juro por Dios que
lo haré! — Renville le hizo una seña a Alf y a Hanley — Revisen el lugar!
— Está bien. Está bien. — Buck no tuvo otra alternativa mas que ceder. — Venga a mi destilería — dijo , antes de conducir a Renville a un galpón junto al granero.
— Aquí tenemos siete barriles, Barrett. Uno más y pagará su deuda. Ciérrelos. Me los llevaré.
— Pero , barón, esos barriles no...
— Nada de lo que diga me impedirá hacer mi voluntad , Barrett. Perdí una fortuna por culpa de ustedes y tendré la satisfacción de recibir el pago de usted y su hija. — Renville miró atentamente a su alrededor . — Dónde está ella?
— Quién?
— Su hija... Donde está?
— Bien, qué día es hoy?
— Sábado . — Renville miró a Buck. — No importa, sé donde encontrarla.
— Pero barón, este coñac todavía no está... — Buck corrió detrás de Renville, quie se preparaba para montar el fogoso animal.
— Listo — Renville terminó la frase. — Ya sé eso. Pero los demás no lo saben , y eso no será problema mío .
— No, quiero decir que...
— Todavía no se puede beber? También sé eso . — Renville tomó varias pagarés de la alforja de cuero y las arrojó a los pies de Buck, antes de acomodarse en la montura. — Le estoy avisando, Buck. No impida que mis hombres hagan su trabajo. No será bueno para usted.
— Pero, barón...
Sin darle oídos, Sterling Renville espoleó el caballo y se alejó.
Ah, una vez más Treasure había acertado, Buck pensó sonriendo, mientras veía al barón alejarse por el camino sinuoso, dejando una inmensa nube de polvo detrás de si.


Había sido una semana muy larga para Treasure, pero finalmente estaba llegando a su fin . Además de los quehaceres diarios, había enfrentado al arrogante Sterling Renville, y lo mejor de todo era que se sentía victoriosa.
Riéndose sola, salió del agua fría y estaba por tomar su ropa cuando alguien se anticipó a ella.
— Pierre! — rápidamente cubrió sus pechos con los brazos. — Qué estás haciendo aquí? Vete . Es la segunda vez que te atreves a espiarme , y yo no olvidaré eso fácilmente.
— No... — Pierre se rió con un sonido gutural. — No quiero que lo olvides , Treasure Barrett. Hace mucho tiempo deberías haber aprendido para qué sirve una mujer. Esta vez, te enseñaré para qué Dios creó a los hombres y a las mujeres.
— No seas loco. Vete a tu casa, Pierre. No empeores tu situación.
— Vos no sos problema para mí, Treasure. Ahora ya sos una mujer hecha y derecha esta noche será nuestra. — Mirándola con codicia, él se aproximó a la roca que los separaba, tomó el vestido azul que estaba allí y lo arrojó lejos.
Treasure se estremeció.
— Pierre, lo que estás haciendo está mal , y también es pecado mortal — ella intentó convencerlo, dando una vuelta alrededor de la roca para intentar escapar.
— Entonces rezaré para pedir perdón a Dios... Pero eso cuando sea más viejo, no ahora, porque hace mucho tiempo que quiero sentir tu cuerpo vibrando junto al mío — él se rió descaradamente.
Y, sin una palabra más , la agarró y la arrojó al suelo , acostándose sobre ella.
Treasure luchaba, pero sabía que el muchacho era mucho más fuerte. De cualquier forma, tenía que luchar e intentar escapar.
Pierre le sujetó la cabeza y la besó , forzándola a abrir la boca para recibir sus labios. Sujetó sus puños y separó sus piernas con una de las rodillas de un modo violento , y , con la mano libre, levantó su camisa mojada.


Sterling Renville desmontó y amarró el caballo a un árbol, preparándose para bajar a la orilla del río, donde seguramente Treasure debía estar bañándose. Había llegado el momento de cobrar otra deuda más .
La brisa suave trajo el sonido de voces hasta él y, aunque no fuese posible entender el significado, se dio cuenta que ella no estaba sola.
Al llegar al río, se encontró con una escena que lo dejó estupefacto. Treasure forcejeaba con uno de los muchachos de la villa, quien la sujetaba por las muñecas e intentaba desvestirla a cualquier costo.
Movido por un impulso, Renville corrió hacia ellos y tiró al agresor por la camisa.
— Levantate , bastardo cretino! — gruñó entre dientes, mientras arrojaba al muchachote bien lejos.
Pierre se puso de pie, furioso por haber sido interrumpido y , al mismo tiempo, sorprendido por estar frente a frente al arrogante barón. Sin embargo, no hubo tiempo para protestar o explicar , pues Sterling Renville ya estaba con los puños levantados y no permitió que eludiese sus golpes.
— Desgraciado de mierda ! — Renville gritó, mientras Pierre caía. — Nunca más te atrevas! — prosiguió y , cuando Pierre se levantó , lo acertó otra vez, esta vez en la nariz.
Treasure se apoyó en sus codos, incapaz de creer lo que estaba viendo. Sterling Renville sujetaba a Pierre por la camisa y lo sacudía como si fuese un muñeco de trapo.
— Imbécil! — Renville repitió. — Si pones los ojos en ella nuevamente, vas a arrepentirte de haber nacido.
Recobrando un poco la compostura, Treasure se sentó, deseando alejarse de allí inmediatamente. De pie , cubrió el cuerpo semi desnudo con sus brazos. Oyó su nombre siendo llamado, pero la única cosa que quería era huir y volver a su casa.
— Treasure Barrett! — Renville la llamó al verla correr hacia los árboles. — Detente, muchacha! — él insistió, y , cuando no obtuvo respuesta , corrió detrás de ella.
Demoró un poco, pero pronto la tomó por la camisa .
Treasure forcejeó hasta que se sintió inmovilizada, con Renville enlazándola por la cintura.
— No! — ella gritó, asustada. — No! Suéltame, por favor! Quiero volver a mi casa — ella gimió como una niña atemorizada.
— Quieres correr a tu casa semi desnuda después de haber abandonado a tu novio?
— Novio?! — ella lo interrumpió, jadeante. — Pierre no es mi novio. Él vino aquí para... forzarme a hacer algo que yo no quería. Si no hubieses llegado... — Treasure se calló y comenzó a llorar, desistiendo de luchar contra él. — Nunca tuve nada con Pierre. Ni siquiera lo alenté — ella repitió entre sollozos, meneando la cabeza.
Inexplicablemente, Renville sintió un grande alivio. Por alguna extraña razón, no le agradaba pensar que Treasure pudiese estar involucrada con alguien.
Suspirando, la llevó cerca de los árboles, a lo que ella no opuso resistencia.
— Déjame ir, por favor.
— No. Te quedarás aquí hasta que yo entienda qué sucedió. Quién era ese chico atrevido?
— Pierre... Fayette. Él estaba aquí esa tarde... La tarde cuando vos... y me vio ...
— Decidió que podría sacar provecho de la situación — Renville terminó la frase por ella. Movido por un impulso, se arriesgó a apartar una mecha de cabello que cubría los ojos violetas .
Y , cuando ella levantó la cara para observarlo, la inocencia de su mirada lo hizo sentirse culpable . Después de todo , había sido su deseo de venganza lo que la había expuesto a la lujuria de los demás.
— Pierre es muy atrevido. Dice cosas raras y siempre me está observando. Hoy dijo que iba a ... Enseñarme a... — Treasure se calló. Un sollozo le sacudió el cuerpo, y las lágrimas, ahora, se deslizaban libremente por el rostro delicado.
— Él te lastimó ? — Renville la sujetó por los hombros, forzándola a mirarlo. — Te lastimó, muchacha?
— Si... — balbuceó, pero súbitamente entendió lo que él había querido decir y se corrigió : — No, quiero decir, no. No tuvo tiempo.
Renville le levantó la cara y la miró atentamente. Esa simple imagen lo perturbó. Ella parecía tan joven, tan vulnerable. Sin saber por qué, la abrazó y la mantuvo en sus brazos por unos segundos.
Lentamente, Treasure se fue relajando, y él se dio cuenta que no le gustaría de estar en ningún lugar del mundo a no ser allí, reconfortándola y protegiéndola como a un bebé.
Por qué Pierre quiso forzarme sabiendo que yo no lo deseaba? — gimió Treasure, mirándolo desoladamente. A pesar de todo el conocimiento que extraía de los libros, nada en el mundo la había preparado para enfrentar la lujuria de los hombres.
— Tal vez por rabia... U orgullo. Sos una muchacha autoritaria y orgullosa.
— Entonces, por qué simplemente no me retó por lo que soy ? No entiendo. Por qué un hombre quiere tocar a una mujer de esa manera si siente rabia por ella?
— Es... muy complicado — Renville murmuró, apartándola un poco. — Los hombres encuentran estimulante la conquista. — Él tragó en seco, sintiendo su cara ruborizarse. — Después de todo , placer es placer, de cualquier modo que se consiga.
— Pero no era placer para mí . Cuando yo ... En la biblioteca... Cuando me besaste — ella hizo una pausa —, yo tampoco quería, pero fue... lindo. E Y hoy odié cuando Pierre hizo lo mismo.
— Creo que debes hablar ese tema con alguien menos... involucrado.
Los comentarios de Treasure eran ingenuos y sería mejor apartarla . El corazón le estaba latiendo fuerte en su pecho,
Sterling no sabía por cuanto tiempo podría resistir.
— Pero estoy intentando entender...
— Escucha — Renville la apartó —, creo que sabes que sos una muchacha bonita y deseable. Eso hace que un hombre tenga... otras intenciones.
— Incluso si no le gustar la persona?
— Si. Pierre, por ejemplo, quería vengarse de vos, y yo ... No — él mintió.
— Entonces, qué quieres de mí, Sterling Renville? Por qué viniste aquí ?
En vez de responder, Renville le sujetó la cabeza entre las manos y le besó los labios de un modo gentil y cariñoso.
Treasure adoró el contacto y se anidó todavía más junto al pecho ancho.
Impulsado por un sentimiento mucho mas fuerte que la razón y el
sentido común , Sterling bajó la cara y pegó los labios carnosos a los de ella.
Al principio, Treasure no tuvo intención de corresponder al beso sensualmente , luego , mientras la lengua experta la forzaba a abrir los labios, recorriendo cada rincón de su boca, ella gemía en voz baja y lo enlazaba por el cuello.
Eso bastó para atizar el fuego del deseo . Hasta entonces, Sterling había logrado controlarse, pero ahora había perdido al mismo tiempo la noción de realidad y el sentido común . Obedeciendo a sus impulsos más básicos, la recostó sobre la arena de la estrecha playa que bordeaba el río y le acarició los pechos redondos y rosados.
Treasure gimió otra vez, sintiendo la sangre correr más rápidamente y el corazón latir descompasadamente . Qué era delicioso sentir los labios de Sterling deslizándose por su cara y su cuello! Nunca había imaginado que sería así cuando un hombre la tocase.
Sterling también estaba sorprendido con sus reacciones. Era un hombre con experiencia , que ya había tenido muchas mujeres en su vida, pero Treasure Barrett era diferente. Ella era bella, dueña de una inocencia peculiar, especialmente cuando tomando en consideración que era una filósofa y que debía saber más cosas sobre los hombres que cualquier mujer corriente. Además , cada pedacito de su cuerpo sensual cabía perfectamente en sus manos, como si hubiese sido hecho a medida para agradarle.
— Por favor, enseñame a ser mujer — Treasure susurró, acariciando la cara angulosa. — Quiero que me muestres como un hombre y una mujer deben amarse.
— Nunca hiciste ... eh... eso?
Ella negó con un leve meneo de la cabeza.
Dios , Treasure Barrett era una filósofa, y una filósofa virgen !
Aunque todo su cuerpo estuviese gritando para responder al pedido de ella, súbitamente Sterling se retrajo , pues se le ocurrió que Treasure podría estar intentando engañarlo, como ya había hecho otras veces.
— Basta de esto ! — él exclamó. — Qué clase de idiota te crees que soy ? Crees que no sé que me engañaste , que me ridiculizaste delante de toda la villa, impidiéndome recibir mi herencia? Y este sería el golpe final, no es cierto ? No soy el patético barón Darcy, que estaba senil y se dejaba manipular por todos, especialmente por vos.
Treasure se levantó de un salto, visiblemente dolida.
Si me encuentro con Pierre Fayette en el camino, le diré que estás... lista para aprender la lección — Renville la atacó mordazmente. Luego, dando unos pasos, tomó el vestido azul que estaba sobre la piedra y
lo arrojó hacia ella, antes de girar sobre sus talones y alejarse.
Treasure se quedó parada donde estaba, temblando de odio... Y también de deseo. Por primera vez en su vida estaba enamorada y no sabía como lidiar con la nueva emoción que asolaba su cuerpo y su alma. Después de todo , ningún libro en el mundo la había preparado para la grandiosidad del amor.

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