martes, 24 de junio de 2008

UN CABALLERO EN MI CAMA - CAPITULO1 3

CAPÍTULO 13

La Isla de los MacKinnons.

Su costa rugosa estaba suavizada por la distancia, sus acantilados profundos se suavizaban por el brillo luminoso del crepúsculo Hebridean, la fortaleza de MacKinnon apenas parecía amenazante .
Pero la carga negativa que esa isla despertaba en Isolde la hizo sentir un sabor amargo en su boca .
Un gusto más amargo que los vestigios persistentes de la poción de anti atracción de Devorgilla que aún quedaban en su lengua. Por Dios , la bruja si que había aumentado la potencia de la poción.
Desafortunadamente, todavía parecía no funcionar.
O tal vez el pecho desnudo de Donal, el atrevido simplemente era demasiado atractivo como para resistirse?
Isolde soltó un suspiro . Simplemente Debía ignorar las palpitaciones agradables de su entrepierna. Mantendría su atención fija en una cosa incapaz de conmover sus sentidos.
Ella humedeció sus labios con la punta de su lengua amarga.

¿"Alguno de ustedes ha mirado por esta ventana?" ella preguntó con frialdad . ¿"Saben lo que se ve en el horizonte ?"
Uno de los hombres, ella sospechaba que Donal , dio un gruñido burlón .
" No hace falta ver algunas cosas para saber que están allí," habló Donal . " Su influencia nos alerta de su presencia, y en algunos casos, su ... olor nos alerta de su presencia ."
Isolde parpadeó sorprendida ante la frase de doble sentido.
Donal había notado la presencia poción y había querido que ella supiera eso .
"Mi lady ," intervino Gavin MacFie, "le aseguro que habríamos mirado por la ventana si no estuviéramos esposados a la pared." Había un rastro de ironía en sus palabras dichas con cortesía .
Una pequeña sonrisa curvó en los labios de Isolde. Gavin MacFie era un galán, y ella comenzaba a entender por qué Evelina pensaba tan bien de él.
"Nuestras cadenas son demasiado cortas para permitirnos disfrutar de la imagen que tanto te fascina ," él añadió, e Isolde casi podría oír la sonrisa en sus palabras.
Ella giró. "Esta imagen no es una que me guste , mi lord ," dijo ella, deliberadamente dirigiendo su mirada a sir Gavin . "Pero no la puedo evitar. Me saluda cada amanecer ."
¿"Hablamos de la misma imagen ?" él dijo . ¿“La isla de los MacKinnons?"
Isolde asintió.
La luz de la antorcha echó reflejos sobre su cabello brillante, negro y destacó la anchura de sus hombros. "Caramba" él dijo, sus ojos oscuros intensos, "no podrías mencionar un tema que me fastidie más."
¿“Deseaba hablar sobre Ian?" Sir Gavin lo cortó , obviamente tratando de aliviar la tensión que había entre ella y MacLean.
Ella lanzó una mirada a Gavin. Casi tan alto y bien formado como Donal, poseía una chispa de alegría iluminaba sus ojos color avellana, un salpicado de pecas y una sonrisa fácil, que lo hacían simpático.
Isolde se encontró sonriéndole.
Y confiando en él.
¿"Qué querrías saber sobre Ian?" él preguntó.
Isolde tomó una respiración profunda para hablar, pero antes de que pudiera hacerlo , Donal se movió abruptamente en su manta. " Ya Le he dicho todo lo que tiene que saber sobre Ian," dijo él con un tono de advertencia. "Ian es inocente."
Ella arriesgó otra mirada hacia él, reposado de manera distendida sobre la manta, que le quitaba el aliento. Donal había doblado sus brazos detrás de su cabeza, y la contemplaba con sus ojos oscuros y ardientes . ¿"Puedes jurar que las manos de tu hermano no están manchadas con la sangre de mi hermana?" ella le desafió.
Como lo había hecho antes.
Y, como en la anterior ocasión, él apretó sus labios y simplemente la miró de manera penetrante.
Ojos conocedores.
Como si él supiese que ella había pasado noches insomnes reviviendo su beso, ansiando más besos , y ansiando otras cosas también.
La clase de cosas ella había aprendido con Evelina.
¿"Por qué me preguntas a mí cuándo viniste a hablar con sir Gavin ?" él replicó, con voz irritada.
Algo en su tono envió una chispa de emoción al corazón de Isolde. Él parecía disgustado de un modo totalmente diferente a otras veces en las que ella le había preguntado sobre su hermano. ¿Podría estar perturbado por el deseo de ella de hablar con su amigo?
¿Tal vez estuviese celoso?
Por alguna razón inexplicable, la idea la complació.
"Sí, vine a hablar con sir Gavin ... no con vos ." Ella lo estudió cuando dijo las palabras. La tensión de su mandíbula se hizo un poco más obstinada, su postura ya no era tan distendida .
Él estaba celoso.
Antes de que su sonrisa pudiera extenderse desde su corazón a su cara, ella se dio vuelta hacia Gavin. "Caballero, puedes decirme si los rumores que he oído son verdaderos? ¿Iain MacLean posee un carácter incontrolable?"
Cierta incomodidad apareció en los rasgos juveniles} de Gavin. Él abrió la boca para contestar, pero Isolde habló primero. "Entonces es verdad," dijo ella, su corazón se hundió.
¡"Sí, es verdad !" Donal se puso de pie bruscamente con fuego en sus ojos. "Oh si los hombres de MacLean tienen un temperamento fuerte , pero no asesinamos a nuestras mujeres ."
Isolde se estremeció ante su furia negra. ¿"Y el MacLean que comenzó la enemistad entre nuestros clanes ?" ella prosiguió. ¿"El MacLean que ahogó a su esposa MacInnes en la isla de Lady Rock ?"
¡"Qué la ira del de Dios hunda ese maldito islote debajo el mar!" Donal replicó y contempló el techo. Cuando él la miró nuevamente, había una máscara fría sobre su hermosa cara. "Eso pasó hace tantos siglos que dudo que algún MacLean o MacInnes recuerde los nombres de aquella pareja desdichada."
"Pero conocemos los nombres de Ian y de Lileas," un demonio le hizo decir a ella .
Donal desvió su mirada. Sus grandes hombros se tensaron con la agitación, y cuando él se pasó ambas manos por su cabello, Isolde habría jurado que sus dedos temblaban. "Mi hermano amó a su esposa," afirmó él, volviendo a enfrentarla.
"Los hombres de MacLean son de pasiones fuertes," afirmó él, su tono confirmaba lo dicho . "Cuando un MacLean ama a una mujer, la ama hasta con el último aliento de su vida , le da todo lo que posee y la protege con su vida. Esa mujer que ama es su vida."
Isolde dio un paso atrás, casi tambaleándose por la furia de su arrebato. De reojo , ella vio a Gavin ir hacia ella. "La estás asustando , Donal, por favor ... él comenzó a hablar , pero Donal aferró del codo a su amigo, parándolo a mitad camino .
Y a mitad de su oración.
"No la asusto." Donal le frunció el ceño a Gavin. "Ella es una muchacha con corazón valiente y tiene más acero en las venas que sus dos tontos guardias juntos. Le digo lo que ella quiere saber : ¡la verdad!"
Isolde tragó en seco , su corazón galopando en su pecho. Ella no quería admitir, ni siquiera ante ella misma , que, en efecto, su exhibición de ferocidad - y de pasión - la había excitado más que asustado .
Que el la llamara "una muchacha con corazón valiente" envió una oleada de calor a su cara y sus palabras tuvo el mismo efecto que sus abrazos y sus besos de caballero.
Conservando su mirada en ella, él soltó el codo de sir Gavin y dobló sus brazos sobre su pecho. ¿" Realmente Viniste para oír la verdad, cierto?"
Isolde lanzó una mirada a Gavin. Como ella, él contempló a Donal, la alegría continua de Gavin había sido sustituida por una mirada extraña que ella no podía definir . Él parecía tan cautivado por la furia de MacLean y pro sus palabras como ella.
Donal le arqueó una ceja en . ¿"Bien? Responde "
"Por Dios , Donal, deja de intimidarla con tu ceño fruncido," dijo sir Gavin . "Es claro que ella vino a buscar respuestas honestas."
Donal le lanzó una mirada letal a su amigo.
"Ella ha oído la verdad varias veces , pero se niega a escuchar," dijo él, caminando delante de ella.
El corazón de Isolde se paralizó. El poder viril que palpitaba en él la mantuvo clavada en el lugar como si una cadena la sujetara.
Tomando su mentón, él levantó su cara hacia la suya. ¿"Buscas la verdad, Isolde de Dunmuir? ¿Escucharás si te la digo?"
Ella sólo podía mirarlo.
Él pasó su dedo pulgar a lo largo de su mentón .¿"Vas a hacerlo ?"
Su pulso latía en sus oídos, y ella asintió con la cabeza.
Su semblante feroz se suavizó inmediatamente, pero la llamarada del triunfo viril en sus ojos era tan inquietante como su ceño fruncido .

Él bajó su cabeza ligeramente y su corazón martilló contra sus costillas ... él iba a besarla! Pero Donnall simplemente inclinó su cabeza para leer en sus ojos su rendición. Para su desilusión, él quitó su mano de su mentón y retrocedió .
Volviendo a su manta, él se puso de pie al lado de ella, y apoyó un hombro contra la pared. "Que MacLean matase a su mujer significaría matarse a él mismo también," dijo él, su voz baja, neutral , y segura.
", Isolde de Dunmuir, esta es la verdad. Mi hermano no asesinó a tu hermana. Él la amó."
Para su completo asombro de Isolde, ella le creyó.
O quería hacerlo .
Pero la cara dulce de Lileas surgió ante ella, moviendo sus labios pálido, intentando desesperadamente decirle algo, pero la imagen se alejó en un espiral nebuloso.
Ella soltó un suspiro profundo. Sabía lo que Lileas quería - ella procuraba advertir a Isolde de no enamorarse de la perfidia de una lengua mentirosa.
Ignorar su atractivo físico.
Un obstáculo indiscutible le impedía aceptar las palabras. Y ese obstáculo era el frío y silencioso cadáver de Lileas en su tumba.
Donal MacLean la observó , sus ojos exigiendo una respuesta. Ante el silencio creciente de ella , la seguridad de él comenzó a desvanecerse .
"Quiero creerte,” ella dijo finalmente. "Realmente , quiero."
"Podría saber qué te impide reconocer la verdad?"
Isolde lanzó una mirada a la pequeña ventana. "Eso que no vi, mi lord ."
¿"Qué es lo que no viste ?" Él indagó levantando una ceja.
"Déjalo así , Donal," intervino Gavin. "Ella creerá en la inocencia de Ian y en la culpabilidad de los MacKinnons cuando esté lista, no antes."
"Ella habla enigmáticamente ." La máscara la indiferencia de Donal desapareció para revelar su frustración. ¡"Ella no cree debido a lo que no vio!" Donal se pasó una mano por cara. " Todo esto no tiene sentido ."
Parpadeando Isolde se negó a dejar caer sus lágrimas , y se volvió hacia la ventana. El crepúsculo casi había caído completamente sobre la Isla de los MacKinnons.
"No hablo enigmáticamente ni digo tonterías." Ella agarró el borde áspero de la ventana. "Lo que no vi fueron los barcos de los MacKinnons pasando por nuestras aguas. Si ellos fueran los culpables, como ustedes quieren que yo crea, mis guardias los habrían visto navegar en nuestras aguas ."
Ella dio un gran suspiro. "Ese hecho simple, caballeros , es la razón por la que no puedo creer que tu hermano es inocente. Nadie más podría haber cometido el crimen ."
Ambos hombres inhalaron bruscamente, y ella podía sentir que la mirada de MacLean le perforaba , pero se quedó de espaldas a ellos.
Enfrentarlos sólo podría significar rendición .

Un sonido metálico de una cadena rompió el silencio, seguido rápidamente seguido de un insulto.
Donnall.
Él haba tratado de ir hacia ella , y su corazón se sobresaltó en la implicación de ese acto.
"Odio tener que preguntar, pero debo hacerlo ," dijo él entonces. ¿"Qué estás insinuando exactamente?"
"Yo no Insinúo nada." Ella presionó sus dedos contra la piedra fría de la repisa de ventana.
El mero acto de poner sus sospechas en palabras ponía en peligro su valentía.
Y ella mostraría una fragilidad que no quería exponer.
"Todo lo que he hecho es exponer un hecho que ustedes no consideran ," dijo ella. "Los MacKinnons nunca han sido nuestros amigos, pero ellos no ahogaron a mi hermana en la isla de Lady Rock .”
"Ni mi hermano," fue su respuesta ferviente.
¿"Entonces quién lo hizo?" ella preguntó. "Por favor , dímelo ,yo necesito saberlo."
Un silencio denso y oscuro le contestó.
Y no le gustó el sonido de ese silencio.

*******

Varias mañanas después que Ian MacLean y todos los guerreros MacLean habían podido abordar el barco recién reparado , pisaban la playa arenosa de la Isla de MacKinnons y observaban...
No había ninguna señal de la renombrada compañía guerreros MacKinnons. Ni un soldado a la vista.
Pero había mucho para ver de su formidable flota de barcos
Estaba completamente destruida.
Lo que alguna vez un grupo de barcos orgullosos, ahora era una pila de ruinas .
Algunas de las ruinas estaban desparramadas por la playa. Y el resto flotaba tristemente en el agua , y otra parte seguramente yacía hundida en el mar , creando una imagen patética en ese día sol brillante y cielo despejado.

El humor negro de Ian quedó estupefacto al ver la devastación.
"Mi Lord , pero parece que algo está mal por aquí.", dijo Gerbert, el mayordomo del Castillo de Baldoon. Ian se rascó el mentón hirsuto. "Sí, muy mal."
¡"Maldición !" Ian , de repente , sacó su espada y lo empujó sobre la arena. ¿"Piensas que estoy ciego? Todo está mal." Su cara se oscureció con rabia, le frunció el ceño a Gerbert, el único hombre que había viajado y que no había sido traído por habilidad con la espada.
Y en este momento, Ian no pudo recordar para qué lo había traído .

Ian tomó un puñado de arena, luego levantó su puño apretado al cielo . "Los malditos de MacKinnon no se nos escaparán. ..."
Él bajó su mano. Abriendo sus dedos y con una maldición, lanzó la arena al mar .
Entonces él cayó rodillas y sepultó su cabeza oscura en sus manos. Sus hombres, y hasta el viejo Gerbert, conservaron una distancia respetuosa, quedándose de pie y observando los restos de la flota. Después mucho tiempo, Ian se puso de pie . Las sombras debajo sus ojos parecías aun más oscuras; sus ojos, parecían haber perdido su brillo.
Nadie habló.
Sin excepción, todos los hombres desviaron su mirada . Era mas seguro no mirar directamente a Ian MacLean durante uno de sus ataques de ira. Él tampoco los miró, para el alivio de ellos .

Ian miró el cielo por un largo tiempo
Él se sobresaltó cuando uno de sus hombres se acercó silenciosamente a su lado . "Mi Lord... " la voz del hombre era vacilante . ¿"Qué debemos hacer ahora?"
Ignorándolo , Ian clavó su espada de la arena .
“Hacemos lo que vinimos a hacer," dijo Ian con voz fría.
"Pero ... "
"Pero, qué ?" La mirada negra en la cara de Ian era suficiente para hacer callar al otro hombre.
Ian recorrió con la mirada a los hombres , su espada todavía clavada en la arena. Cuando nadie desafió su decisión , él envainó su espada .
"Un MacKinnon por cada año de la mi vida de esposa , y todo el resto de ellos por la pena que han causado," afirmó él, levantando su voz por encima del viento creciente. "Hemos tolerado sus provocaciones durante años. Pero esta vez ellos fueron demasiado lejos. Ahora ellos pagarán."
Pero en vez extraer sus armas y rugir su apoyo como ellos habían hecho en el gran salón de Baldoon, los hombres de Ian actuaban como mujeres nerviosas. Caminando agitadamente por la playa, revolvieron con sus pies en la arena, y observando los restos de la flota , mirando cualquier cosa menos a él.
Ellos parecían haber perdido sus lenguas también.
Ian gruñó. Un profundo gruñido arrancado del lugar más oscuro de su alma. Y luego le gritó al hombre cuyo conocimiento necesitaba.
Gerbert.
A diferencia de sus parientes más jóvenes, Gerbet no tenía miedo de encontrar la mirada de Iain. Ian lo observaba furiosamente.
Pero los ojos azules de Gerbert sólo sintieron compasión.
"Todavía piensas que puedes conducirnos a la fortaleza MacKinnon?" Ian le preguntó, su voz brusca, su corazón decidiendo ignorar la mirada en la cara de Gerbert.
"Bien, qué dices ? ¿" él presionó cuándo el anciano permaneció en silencio "Puedes ?"
Gerbert vaciló, pero sólo por un momento. "Sí, pero preferiría no hacerlo ahora que estamos aquí."
¿"Y por qué no?" Ian preguntó bruscamente, su manos se cerraron en puños mostrando su cólera creciente .
Su temor creciente.
Pues profundamente dentro suyo , él sabía por qué Gerbert no quería ir en busca de los MacKinnons.
¿"Por qué no?" Ian repitió,. ¿"Por qué no?"
Para su horror, los ojos del anciano se llenaron de compasión. “No sería sabio molestarlos, creo," dijo Gerbert, su voz cargada de pena. "Ahora que estamos aquí, queda muy claro que los hemos acusado falsamente."
¡"No!" Ian levantó sus manos para detenerlo , como si supiese lo que Gerbert estaba a punto de decir.
Lo que él no quería que fuese verdad.
“No." él dijo otra vez cuando viejo mayordomo se inclinó para tomar un pedazo de madera de un barco de la arena. "No".
Gerbert sacudió su cabeza y extendió la madera para que Ian la inspeccionase.
Ian desvió la mirada .
Ya había visto suficiente. No necesitaba oír a Gerbert poner en palabras esas pruebas indiscutibles para reconocer la verdad.
La tormenta que había dañado el barco de los MacLean no había sido la que había destruido toda la flota de los MacKinnons. La condición de los restos de los barcos eran la prueba irrefutable de que el vendaval que había azotado la Isla de MacKinnons con semejante furia había ocurrido hacía mucho tiempo .
Mucho antes que ellos pudiesen usar sus barcos para navegar a Doon para asesinar a Lileas.
Los MacKinnons no habían matado a su esposa .

"Esta noche ," Isolde le remarcó a Niels y a Rory. "Si él no está allí antes de la hora de las plegarias de las nueve, lo traeré yo mismo."
A sus pies, Bodo miraba hacia arriba , a los dos guardias con una mirada fija como si los reprendiese por no prestar atención a sus deseos. Rory fulminó con la mirada al perro, luego sacudió su cabeza hacia la puerta de hierro detrás de ellos.

"Ya te lo dijimos," comenzó Rory, "Lorne se ha unido a nosotros durante las rondas nocturnas cada noche desde que sacamos a ese bastardo del calabozo de mar."
Él le lanzó una mirada cautelosa a Bodo. ¿" Cómo se supone que sacaremos a ese patán de la celda de MacFie, delante de los ojos Lorne, y que lo llevaremos hasta tu habitación, sin alertar todos de tu plan demencial ?"
Isolde levantó una ceja. ¿" Plan demencial?" Ella dobló sus brazos sobre su pecho . "Algunos dirían que mis objetivos son valientes y audaces, la ejecución de ese plan no tiene ningún costo para el clan , sólo para mí."
Ella se negó a decir que ella ya no veía la tarea de seducir a Donal , el atrevido como una tarea desagradable.
Rory apretó sus labios .
Niels se rascó el cuello. "No sé como lo sacaremos con Lorne observándonos ."
Isolde comenzó a golpear el piso con su pie. "Inténtenlo ".
¿ Estás un poco impaciente, no te parece?" Niels comentó.
"El diablo le ha echado un hechizo a ella," dijo Rory. " Y a Lorne, también."
"Sí," Niels concordó , "todos en Dunmuir parecen haber enloquecido últimamente ."
Isolde lanzó una mirada sobre su hombro , a la escalera que daba al gran salón . Había ruidos de cubiertos y de voces , una indicación de que la comida de la noche ya estaba en marcha.
Bodo lanzó una mirada hacia la escalera, también, sin duda pensando en las exquisiteces que podría estar comiendo.
Isolde se dio vuelta hacia los guardias. ¿"No pueden sugerir que Lorne custodie la entrada del calabozo al salón ? ¿La que comunica al pasadizo del sótano?"
Niels y Rory intercambiaron miradas incómodas.
¿"Qué pasa?" Isolde preguntó .
Rory apartó su mirada y comenzó a mascullar entre dientes .
Pasó una mano grande por su rebelde cabello rojo. “ Es que Lorne que no vigila a MacLean y a su amigo, Lorne nos vigila a nosotros," dijo él, ruborizándose .
¿"Vigilándolos ?”
“Te dijimos que todos han enloquecido ," dijo Rory. " Lorne está preocupado de que Struan y los demás nos hagan llevar a MacLean de vuelta al calabozo del mar cuando él no nos vigila ."
¿"Y ustedes lo harían ?" Isolde tiró una trenza sobre su hombro.
" Cielos Santos, nos encantaría ," confesó Niels.
Isolde asumió la mirada autoritaria de la jefa del clan . "Pero no lo harán , verdad?"
"No," Niels concedió con un tono descontento.
Rory escupió en el piso, afortunadamente no cerca de Bodo. "No, no lo haremos ," concordó él. "Pero ese canalla arrogante necesita que le bajen su orgullo desmedido."
Satisfecha, Isolde soltó el aliento que ella había estado conteniendo. "No hay mucho tiempo. Esta noche ... recuerden . No puedo perder más tiempo . No lo han traído a mi habitación por mas de una semana . Lo quiero allí esta noche .”
Con eso, ella levantó el borde sus faldas y se alejó, su perro saltando delante de ella. No había subido tres escalones antes que Rory la llamase. "No podemos prometer eso . Lorne ... “
Sin parar de subir , Isolde habló sobre su hombro, "Encuentren el modo . Quiero verlo."
Quiero ser besado con uno de sus besos de caballero.