CAPITULO 10
Finalmente Bonnie acabó comprando más de lo que planeaba: dos vestidos, un conjunto de montar, zapatos, ropa interior , además de un bello sombrero con plumas que combinaba con la ropa .
Se miró en el espejo. Además de elegante, parecía más joven que con el antiguo vestido negro.
Usando el conjunto de montar y el sombrero, fue hacia la estación, después de despachar el resto de las compras para el hotel. Casi gimió en voz alta cuando vio que Herbert la aguardaba en la plataforma.
- Bonnie, querida - él dijo, intentando sujetarle las manos. - Estás hermosa! Qué cambio tan sorprendente! Me enorgullece que hayas hecho esto por mí . Debes estar considerando mi pedido de casamiento.
Pensándolo bien, ella ni había pensado en su prometido al hacer las compras. Miró a su alrededor .
- Bien. .. Herbert... No por el momento.
- Pero puedo tener esperanzas? - él se inclinó para besarla, pero se rozó con las plumas del sombrero y comenzó a estornudar. - Las plumas! - exclamó y se apartó.
- Lo siento mucho , no me acordé de eso. - Pero por lo menos así lo mantendría lejos .
El tren para El Paso ya echaba humo. En ese instante, otro se aproximó.
- Es mi tren, Herbert. Puedes irte ahora - ella dijo, intentando librarse de él.
- Ni pensarlo . Voy a ayudarte con el equipaje. - Y subió al vagón. - Tal vez deba quedarme hasta el tren parta .
Ella aceptó resignada. Si no fuese una dama, podría insultar de rabia. Miró por la ventanilla.
- Estás buscando a alguien ? - Herbert preguntó , irritado.
- No. - Se pudiese salir, tendría que esconderse para no encontrarse con McCalley. Bastó con que Bonnie pensaba en el canalla para que él apareciese , tomado del brazo de Fifi. Ella también iba a viajar ?
El tren pitó. Bonnie se sobresaltó .
- Dios, Herbert, ya debes bajarte , el tren ya está partiendo - ella le avisó, empujándolo hacia afuera.
El comenzó a estornudar y protestó :
- Ten más cuidado cuando compras ropa. Acuérdate de mis alergias.
- Discúlpame . Ahora baja . Por qué no vas a mi casa en algunos días para que cenemos juntos? - ella lo invitó, pensando en librarse de su presencia.
- Perfecto, debo visitar a algunos clientes en esa región. - Herbert murmuró, mientras ella prácticamente lo lanzaba fuera del vagón.
- El tren está partiendo!
- Ya voy, ya voy ! - él dijo, irritado.
- Adiós, Herbert. No necesitas quedarte para ver el tren partir. Cuando él se fue , Bonnie miró por la ventanilla. McCalley estaba allá, con la rubia entre sus brazos, besándose escandalosamente. En público!
Apresuradamente , llamó al muchacho del equipaje y le pidió que la ayudase con la maleta , afirmando encontrarse en el tren equivocado. Atravesó la plataforma y entró en otro vagón. Cuando miró hacia atrás, el tren para Shot Gun ya partía. Había sido por poco! Vio también que McCalley todavía se despedía desvergonzadamente .
Estaba fascinada con el espectáculo, pero se acordó de que él pronto subiría, y fue rápidamente a su cabina. Le dio una propina al muchacho y se sentó , exhausta. Miró afuera y vio a Fifi agitar con un pañuelo nostálgicamente , a pesar que el vividor no la miraba . Corrió la cortina para no ser descubierta. Si McCalley supiese que ella estaba allí, se pondría furioso. El tren pitó y comenzó a moverse.
No se sorprendió al oír a McCalley, en el pasillo , preguntando dónde quedaba el bar. Abrió la ventanilla y miró afuera. En ese momento, Fifi la vio y comenzó a correr por la plataforma, gritando y llamando a Cash . Debía estar pensando que la viuda era su amante y que lo acompañaba en el viaje. Pero no pudo alertarlo por el ruido del tren.
Bonnie se relajó en el asiento y suspiró. Finalmente se encontraba en camino de El Paso. No tenía idea de cuanto tiempo el viaje llevaría, pero las Damas de la ciudad habían sido alertadas y la estarían esperando con todo listo.
Se acordó de la cara de Fifi al reconocerla. Cuando el mujeriego volviese a Dallas, tendría mucho que explicar. Pensándolo bien, como esa descarada podría imaginarse que ella, Bonnie, se interesaría en un impresentable como Cash ? Eso la molestó .
Miró el reloj y pensó que podría pedir que le trajesen una bandeja, pero decidió que deseaba todo el servicio del vagón restaurante. Sin duda, McCalley continuaría bebiendo y jugando durante las próximas horas. Buscaría su cena y volvería a la cabina sin ser notada. Sólo quería ver la reacción de él cuando llegasen a la estación de El Paso y la encontrase "por sorpresa".
Pronto oyó el llamado para la cena e resolvió salir, creyendo que McCalley todavía estaría bebiendo. Abrió la puerta con cuidado y espió el corredor. Vacío. Verificó su apariencia en el espejo y salió elegantemente .
Cash estaba en el bar, feliz por haber encontrado dos hombres dispuestos a una partida de póker. Lo que había ganado le permitiría vivir cómodamente por algunos días. entonces fue al vagón restaurante. Bien Sabía que su autoestima estaba baja, principalmente por causa de esa viuda entrometida. Deseó haber traído a Fifi, pero no le faltaría compañía femenina en El Paso. Llegando a la puerta, vio una mujer levantarse y su figura le pareció familiar. Una terrible sospecha lo asaltó. Pero no ... sería imposible que la señora Purdy estuviese en ese tren. Además, esa mujer llevaba un vestido celeste y un sombrero con plumas. La viuda siempre estaba de negro.
Se sentó , tomó el menú y sonrió . Un buen bife, café y tal vez un cigarro , antes de ir a descansar. Al día siguiente estaría muy ocupado en El Paso.
Si Bonnie no hubiese reconocido la voz de McCalley conversando con el camarero , no habría tenido tiempo de levantarse y salir. Espió por la puerta y vio que él estaba muy contento , probablemente borracho. No podría volver a la cabina sin pasar por el vagón restaurante. Entonces tuvo la idea de ir hasta el otro extremo del tren, donde aguardaría que él terminase la cena. Sólo después se podría retirar.
Mientras disfrutaba la bella noche, Cash acabó de comer. Se sentía más animado, sus problemas no parecían tan importantes ahora que esa viuda había vuelto a Shot Gun.
Decidió fumar antes de retirarse. Fue a al último vagón y, cuando abrió la puerta, notó que había una mujer allí. Ella estaba de espalda y pareció asustarse con su llegada.
- Discúlpeme , señora. No quise asustarla. Solamente vine para fumar.
La mujer murmuró algo inaudible, pero no se dio vuelta . A la luz de la luna, él pudo ver que se trataba de la muchacha de vestido celeste del restaurante. Era menuda y delicada, y sintió un leve aroma a perfume. Debajo del sombrero, el cabello estaba sujeto con una cinta , dejando que algunas mechas cayesen por las espalda . Debía ser bonita. Entonces se aproximó.
- Hay algo que me suena familiar en usted. Ya nos conocemos?
Ella negó con la cabeza.
Una tímida, Cash concluyó . Le gustaba eso en las verdaderas damas.
- Linda noche, no?
La mujer murmuró asintiendo .
- Permítame presentarme - Cash dijo con su tono más encantador . - Soy Jack McCalley, de Dallas. Y usted es ,..
Ella dijo algo ininteligible.
Cash se sintió confundido. Estaba interesado en la mujer, pero no quería ser acusado de oportunista. Manteniendo la cabeza gacha, ella intentó pasar por al lado de él. La luz de luna iluminó la cara de la dama, y Cash sintió un escalofrío.
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