viernes, 26 de febrero de 2010

LA VIUDITA - CAPITULO 8 - GEORGINA GENTRY

CAPITULO 8


Cash se despertó con un gemido, rodando de la cama. Miró el reloj. Las cuatro . De la mañana o de la tarde? Estudió la posición del sol por la ventana. Cuánto tiempo había dormido? Se acordaba vagamente de una partida de cartas, de Fifi , del whisky. Mucho whisky. Había necesitado ahogar sus penas. Esa viudita lo estaba haciendo perder mucho dinero, y a los hombres do Texas, mucha diversión. Lo que llamaban una mujer respetable siempre acababa siendo una aguafiestas empeñada en terminar con la alegría de los hombres y empeñada en domesticarlos. No permitiría que algo así le sucediese a él.
Notó su propio estado: a medio vestir y con la cabeza latiendo como si una tribu de indios le estuviese haciendo una danza de guerra en el cerebro. Quería continuar durmiendo , pero el Consejo Deliberante se reuniría a las seis y debía estar allá. Cuando consiguiese el permiso, la señora Bonnie Purdy y su grupo de mujeres respetable se tendrían que ir a la mierda . Pronto el encuentro anual terminaría e ellas volverían a sus cocinas, al lugar de donde nunca deberían haber salido, y la irritante señora Purdy retornaría a su biblioteca. No hay que dure cien años, Cash se dijo.
Con la cabeza latiendo, bajó al restaurante, atento a la presencia de esas mujeres. Afortunadamente ellas no se encontraban allí . Pidió un jugo de tomate y siguió con un bife grande y huevos revueltos . Puso la cabeza entre sus manos y gimió.
Consiguió tragar la comida, pero no estaba seguro de cómo le sentaría en el estomago. Llamó al camarero y le pidió:
- Joe, sé bueno y tráeme un whisky doble .
- Tal vez café sea mejor - el camarero sugirió .
- Más tarde. Ahora, el whisky, por favor. - mirando a su alrededor , dijo: - No vi a ninguna señora de las Damas de la Estrella Solitaria. Será posible que ya se hayan marchado del hotel?
- No creo. Ellas almorzaron aquí. - El muchacho se encogió de hombros y fue a buscar el whisky . Cuando volvió, Cash lo tomó en un solo trago.
- Ah! - Saboreó la bebida y suspiró. Ya se estaba sintiendo mejor.
Hablaría en el Consejo, formado en su mayor parte por viejos amigos y compañeros de juego. Era seguro que le darían el permiso. Los boxeadores ya debían estar preparándose para llegar a Dallas, armar los campamentos e iniciar los entrenamientos.
No lograba parar de imaginarse el dinero que ganaría y comenzó a pensar en todos los detalles de la organización.
Se dio cuenta que no lograba concentrarse con todo ese ... barullo. Pero, qué sería ? Parecía que una multitud entonaba himnos. Una procesión religiosa? Una acto patriota? Le preguntó al camarero si había alguna celebración en la ciudad.
- No tengo la menor idea - respondió Joe.
Los cánticos se aproximaban, y , con un dolor de cabeza, era todavía más difícil para Cash aguantar los cantos desafinados . Suspirando, se levantó , fue hacia el frente del hotel y siguió a los otros curiosos para ver qué sucedía.
- Qué pasa ? - él preguntó .
- No sé - respondió un hombre a su lado. - Parece un grupo de sacerdotes.
Entonces Cash vio que, en la línea del frente, algunos religiosos que ssotenían un enorme cartel que decía :
ASOCIACI0N PASTORAL DE DALLAS. EL PECADO DEBE SER EXPULSADO

Fue el turno del hombre de preguntar:
- Y las mujeres, qué están haciendo?
- Qué mujeres? - Cash se estiró para ver; la marcha era mayor de lo que había imaginado . Una fila de mujeres determinadas, con los distintivos rojos, blancos y azules de las Damas de la Estrella Solitaria, marchaba detrás de los pastores y los sacerdotes. Las Damas cargaban un cartel que decía:
POR UN TEXAS CIVILIZADO. CIVILIZACION O BARBARIE - DIGA NO A LA DEGRADACION HUMANA
El no sabía bien lo que a palabra "degradación " significaba. Parpadeó al reconocer a Bonnie Purdy en medio de la fila, sujetando el cartel .
Cuando ella lo vio, lo saludó con una inclinación de cabeza.
- Sabía que era demasiado bueno como para ser verdad. Pensé que ya se habían ido - dijo, gimiendo al oír una pequeña banda musical improvisada que pasaba, golpeando ollas, y las mujeres que cantaban:
- Marchamos por la paz ,marchamos por el bien , marchamos por amor nuestra comunidad...
- Esta es la mayor marcha que haya visto en esta ciudad - el hombre comentó. - A dónde estarán yendo?
Cash tuvo una terrible sospecha; parecía que iban en dirección a ... la alcaldía. Abriéndose camino entre la multitud, intentó alcanzar la marcha . Esa perra maldita y las brujas de sus compañeras habían conseguido involucrar a las iglesias y habían sumado muchas personas a su protesta. La viudita lo había pasado como alambre caído . Admítelo, Cash . Si no estuviese tan furioso, tal vez admiraría su astucia. Podría ser una perfecta jugadora de póker, pero , por lo visto, ella no jugaba ni al dominó . Debía alcanzarlos y confrontarlos antes que entrasen a la alcaldía, pero se hacía difícil avanzar por entre la multitud.
Tenía que detener a esas malditas . Con la presencia de decenas de sacerdotes y centenas de mujeres virtuosas e indignadas, el Consejo lo pensaría dos veces antes de aprobar cualquier cosa de naturaleza pecaminosa , aunque todos los hombres del a ciudad estuviesen a favor.
Llegó a la primera línea de la marcha al mismo tiempo en que un grupo de periodistas hacía anotaciones en sus libretas. La marcha se detuvo y un sacerdote gordo levantó las manos, pidiendo silencio.
- Como la señora Purdy dice, si Dios lo permite, hoy tendremos la oportunidad de salvar a Dallas de un evento brutal y pecaminoso. Ahora, recemos y sigamos adelante para confrontar a los miembros del Consejo.
Cash pensó que podría enfrentar a las mujeres y a los religiosos , pero poner a Dios en el juego no le pareció muy justo. Entró en el edificio de la alcaldía junto con Bonnie Purdy .
- Si fueses un verdadero caballero, estarías sujetado la puerta para que yo pase primero - ella dijo.
- Si no fuese tan caballero te cerraría la puerta en la cara se . Por qué vos , y ese grupo de locas , no vuelven a sus cocinas en vez de amargarle la existencia a unis pocos hombres que sólo quieren diversión ?
- Sos un cerdo machista y chauvinista!
- No tengo la menor idea de lo esas palabras significan , sólo entendí lo de cerdo.
- Eso es suficiente.

Las personas los apretaban contra la puerta y Cash tomó consciencia del cuerpo de Bonnie pegado al suyo . Por un instante, olvidó a que ella era una tortura y tuvo que contener para no aprovechar el apretujón y pellizcarle las nalgas redondeadas. Con certeza Bonnie Purdy armaría un escándalo y él se ligaría una docena de golpes con parasoles femeninos .
Todos entraron a la alcaldía , la multitud todavía a cantando los himnos. Dentro del Consejo Deliberante , las sillas pronto fueron ocupadas, y muchas personas tuvieron que quedarse de pie sujetando los carteles . El alcalde golpeó el martillo, pidiendo silencio.
- Qué significa todo esto ?
Los sacerdotes hablaron al unísono:
- El pecado debe ser expulsado de esta ciudad !
- Amén ! - gritaron las damas.
- Compañeros! - clamó uno de los consejeros. - Nosotros, los texanos, siempre fuimos un poco indolentes y laxos en cuanto al pecado...
- Estamos hablando de violencia descarnada de un ser humano contra otro ! - Bonnie bramó. - Si permitimos que eso ocurra, lo que vendrá a continuación será Sodoma y Gomorra !
- Es una vergüenza exagerar de esa manera ! - Cash gritó, irritado. - Les recuerdo que el boxeo es un deporte reglamentado, no es violencia descarnada - le aclaró al Consejo.
- Ese tipo de espectáculo, donde se legaliza la violencia, es perjudicial para la imagen de Dallas! - Bonnie gritó.
- Señora, Dallas no es precisamente una escuela de señoritas cristianas .
- Les pido que razonen - ella pidió, subiéndose a una silla para que todos pudiesen verla. - Queremos que personas de otros estados compren casas y se muden a Dallas, para llevar una vida en familia y en paz. La época de juergas , de peleas callejeras y hombres retrógrados como Cash McCalley ya pasó.
- Bravo ! - apoyaron las mujeres.
Cash pidió silencio y se aproximó a Bonnie.
- Gente , esta pelea atraerá a millares de espectadores y tal vez nuevos habitantes para Dallas . Ellos necesitarán cuartos de hotel, comidas y un millón de cosas más .
El alcalde , amigo de Cash, quien también poseía un restaurante, concordó :
- EN eso él tiene razón.
Bonnie miró a su alrededor .
- Gente , ustedes pondrían la ganancia económica por encima de la moral?
- Estás hablando con texanos. Qué crees ? - retrucó Cash.
El ministro metodista avanzó y dijo:
- Señores consejeros, debo recordarles que nosotros , los ministros, podemos influenciar el voto de los ciudadanos decentes y devotos?
- Los jugadores y los pecadores también votan, y creo que somos mayoría - desafió Cash.
- Si, pero normalmente están demasiado borrachos como presentarse a votar - agregó Bonnie.
- Es verdad - él fue obligado a admitir.
Los periodistas anotaban el debate sin parar y la multitud volvió a cantar.
Los miembros del Consejo miraron a Cash; el alcalde se encogió de hombros , como si no pudiese hacer nada, y golpeó el martillo una vez más . Los sacerdotes dejaron de cantar, pero las mujeres continuaban sacudiendo los cartelones de protesta.
- Tal vez convenga organizar un comité para evaluar el problema - sugirió el alcalde .
- Ni pensarlo ! - protestó Bonnie. - Ya sabe lo que dicen, si quieres que algo quede en la nada, forma un comité. Ustedes están queriendo ganar tiempo hasta nuestra partida.
El dolor de cabeza de Cash sólo empeoraba. Quería agarrar a esa mujer , ponerla sobre sus piernas y darle unas buenas palmadas.
El alcalde parecía abrumado. Cash sabía que él planeaba comprar asientos en la primer fila y hasta hacer alguna apuesta.
- Señor McCalley, tendremos que hacer una votación.
Las mujeres y los religiosos celebraron.
- Espere un minuto! - él rugió. - Ustedes saben que hay más pecadores que gente religiosa en Dallas y que ellos quieren ver una buena pelea de boxeo !
- Piensen antes de votar - Bonnie previno a los miembros del Consejo -, piensen en el futuro de Dallas y en las próximas generaciones.
- Mierda , cómo es posible que una simple pelea de boxeo puede afectar a futuras generaciones? - Cash argumentó.
- Embriaguez, adicción al juego , violencia y promiscuidad. - ella levantó la voz. - Realmente quieren promover ese tipo de comportamiento en sus esposas e hijos? Dallas é ese tipo de ciudad?
- No! - gritaron las Damas.
- En Texas, siempre hubo alcohol , juego y peleas. Por qué cambiar ahora? - él tentaba hacerse oír por encima de los gritos.
- Señores consejeros, tendrán que darle explicaciones a sus esposas si votan a favor. Además, algunas de ellas están aquí presentes - amenazó Bonnie.
Cash gimió al percibir las expresiones en la cara de algunos consejeros. La simples idea de tener que enfrentar a sus esposas los amedrentaba.
- Una buena pelea de boxeo , eso es Texas! Ustedes son hombres , no ratas ! Recuerden a los héroes texanos , creen que Crockett, Travis y Bowie se curvarían delante de su esposas? - Cash los desafió.
- Sin duda, si conociesen a mi mujer - uno de ellos murmuró.


-Si , recuerden a los héroes de Texas - pidió Bonnie, agitando una bandera de Texas. - esos hombres murieron para que construyésemos un Estado libre de pecado!
- Miembros del consejo, no podrían postergar esta votación por algunos días? - Si Cash consiguiese librarse de las Damas de la Estrella Solitaria, estaría a salvo, pues aún los sacerdotes y ministros , siendo texanos, apreciaban una buena pelea.
- Voten ahora! Con el pueblo como testigo! - exigió Bonnie.
La multitud se animó y , en vano, el alcalde pedía silencio.
Finalmente , el Consejo votó contra la realización de la pelea, y los consejeros dejaron el edificio cabizbajos.

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