jueves, 25 de febrero de 2010

LA VIUDITA - CAPITULO 5 - GEORGINA GENTRY

CAPITULO 5



El domingo a la mañana, Bonnie tomó el desayuno en el cuarto, compareció a las plegarias realizadas en el salón de baile del hotel, organizadas para las damas da convención, y , más tarde, se unió a sus compañeras para un almuerzo liviano en el restaurante. Cash también apareció con algunos compañeros. Pasando por al lado de Bonnie, se curvó y la saludó .
- Qué hombre más encantador! - dijo una señora al lado de ella, mientras otras suspiraban.
- Es un mal bicho - retrucó Bonnie. - Deberían haber visto lo que hizo ayer.
- Qué hizo ? - todas preguntaron, curiosas.
A Bonnie no le gustaban los chismes. Miró a Cash, quien le sonrió , irritándola.
- Mejor dejémoslo ahí . Recuerden que tenemos la reunión con los clérigos.
Observó a Cash. Como siempre, él comía un enorme y suculento bife mientras conversaba con los hombres a su lado. Por cierto eran hombres de negocios que procuraba tener como aliados. Todo aquello se había vuelto muy personal. Bonnie sonrió al imaginarse la reacción de McCalley cuando supiese de la inminente asociación con los sacerdotes y pastores.

Después del almuerzo, las damas se reunieron con los clérigos en una de las iglesias de la ciudad. Había unos veinte hombres.
- Señora Purdy, de qué se trata esta reunión? - El hombre alto y delgado la miró por sobre sus lentes.
- Supongo que algunos de ustedes ya habrán oído hablar de Jack McCalley, cuyo sobrenombre es Cash.
- Muchas jóvenes han venido a confesarse conmigo, asumiendo los pecados que cometen con el señor McCalley - un padre comentó.
- Aparentemente, él es irresistible para algunas mujeres - Bonnie afirmó, asqueada.
- Gracias a Dios! Qué bueno es saber que todavía hay mujeres decentes inmunes a ese pecador - dijo el reverendo Tubbs, un hombre bajo y gordo, con mejillas rosadas.
Intentando no pensar en el hombre alto y viril, Bonnie continuó :
- El problema no son las mujeres. Como deben saber, McCalley tiene intención de promover una pelea de boxeo en Dallas.
Dos de los sacerdotes, que hasta entonces parecían dormitar, súbitamente se mostraron curiosos.
- Una pelea sanguinaria entre dos hombres que se supone pertenecen al mundo civilizado - ella prosiguió.
- Señora Purdy - el sacerdote más viejo dijo -, los texanos siempre han peleado. Creo que está en la sangre de ellos.
- Mas hay dinero de por medio! Tal vez no lo sepan que pero yo he sufrido inmensas pérdidas a causa de peleas como esa. - Hans y Clint estaban indirectamente conectados, pero Danny... - Es muy doloroso, prefiero no comentar - ella declaró, a pesar del interés de los presentes. - Lo que me molesta y me preocupa son las personas que serán atraídas por ese evento: jugadores, mujeres vulgares, bandidos., alcohólicos ...
- Ah, finalmente un poco de diversión en esta ciudad ! - el padre alto comentó y todos se volvieron para mirarlo.
- De dónde viene , padre? - preguntó Bonnie.
- De Gainesville, me mudé hace poco .
- Ah, eso explica todo ! - ella concluyó .
Gainesville quedaba al norte de Texas, lo que había al sacerdote prácticamente un yanqui o , al menos, un liberal. Ella se jugó su última carta:
- Señores, reflexionen conmigo. Si no nos ayudan, buena parte del dinero local será gastado en esa pelea en vez de ir a las colecta de sus iglesias.
Aquello definitivamente los afectó.
- Mi Dios! - exclamó un padre gordito. - Debemos hacer todo lo posible para evitar esa pelea. señora Purdy, díganos qué podemos hacer?
- Podrían unirse a nosotras en una marcha hasta la alcaldía. Y qué les parece llevar a la gente de sus congregaciones?
- Siento mucho informarles que muchos de los hombres parecen muy interesados por esa pelea - dijo el más viejo.
- Entonces lleven a las mujeres. Sabemos que ellas se opondrán a cualquier acto que involucre mujeres sórdidas, juego, apuesta y alcohol . Pero también debe haber algunos hombres dispuestos a apoyarnos también .
- Tiene razón - declaró el reverendo Tubbs. - Las mujeres van en contra de cualquier cosa que los hombres consideren divertido. Concuerdo con que nuestra congregación debe apoyar al movimiento liderado por la señora Purdy.
Por fin, llegaron a un acuerdo de que marcharían todos juntos hasta la alcaldía el miércoles a la tarde.

Bonnie se sentía realizada mientras se dirigía hasta a estación. Llegando allá, vio un platito con restos de comida. Alguien más estaba alimentando a Tom? Lo llamó y el gato apareció, pero sin aproximarse . Qué pena que el gatito no confiase en ella. Cuando terminase su trabajo, volvería a su casa y le gustaría mucho poder llevárselo . Entonces pensó en McCalley. Qué mujer habría intentado domesticarlo? Apenas podía esperar para ver la reacción de él cuando descubriese lo que estaba por venir.

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