jueves, 25 de febrero de 2010

LA VIUDITA - CAPITULO 6 - GEORGINA GENTRY

CAPITULO 6


Cash estaba de buen humor al ir visitar a la señora Pendigast, en los límites de la ciudad. Se decía que ella estaba dispuesta a alquilar un terreno , suficientemente grande como para montar un ring , vestuarios y un estacionamiento para los carruajes y carros que vendrían.
Había perdido algunos comerciantes temerosos, pero la mayoría todavía estaba con él. Eso porque él les había asegurado que a mediados de esa semana todas esas mujeres ya estarían dejado la ciudad, inclusive la irritante señora Purdy. Pero Cash no podía imaginarse que su humor pronto cambiaría. Cuando llegó a la casa, notó un carruaje y se preguntó de quién sería . Cuando se apeó del caballo, la señora Purdy salió. Por la expresión de ella, no parecía muy contenta do que él .
- Bello día, señor McCalley - Bonnie lo saludó sin sonreír.
- No sabía que conocía a la señora Pendigast.
- Somos viejas amigas.
- Ya se iba ? - No quería que ella entrase de nuevo para estropear sus planes.
- Así parece, no? Pasamos una tarde muy agradable.
- En ese caso, déjeme ayudarla. - Pareciendo aliviado, Cash se aproximó al carruaje.
- Soy perfectamente capaz de subir sola - Bonnie afirmó, mirándolo de soslayo. - Además, soy capaz de controlar un caballo incluso mejor que usted.
- Lo dudo, pues yo fui vaquero. - Jamás había conocido una mujer más desafiante que ella, Cash pensó apretando los dientes .
- Y dejó ese empleo decente por su actual ... ocupación?
Cash no entendió muy bien lo que Bonnie quería decir con aquello, pero , como buen texano, no podría intercambiar insultos con una dama.
- Sólo estaba intentando ayudar a una viuda de mediana edad a...
- Mediana edad !? Entérese que sólo tengo veintiséis años ... recién cumplidos !
Carajo , esa vez , si que estaba en apuros. Cómo podría reparar esa situación?
- Mil perdones, señora. Es que, ... oh bien. .. con los cabellos atados ... y esa ropa ... yo no estaba seguro ... - balbuceaba y se confundía cada vez más,.
- Qué pasa con mis cabellos? - El tono de voz de Bonnie subió todavía más,.
- Son... lindos, pero es que el ...
- Déjelo ahí . - ella parpadeó y se ruborizó intensamente . - Yo tengo una apariencia ... conservadora, una apariencia que condice con mi condición de viuda respetable. Pero creo que usted no entiende eso.
El se enderezó .
- Mi madre, que Dios la tenga en la gloria , era una mujer muy respetable.
- Entonces, me imagino que debe estar revolcándose en la tumba!
- Sin duda. - él sonrió .
- Que pase bien, señor. - Bonnie parecía molesta y apresurada . Cuando levantó la falda para subir al carruaje, el taco del zapato se enroscó en el ruedo, y ella se habría caído si no fuese porque Cash la sujetó. - Saque sus manos de mí, bruto!

Que mujer más insoportable ! Qué había hecho para merecer semejante reacción?
- Señora Purdy, solamente estaba intentando ayudarla. Lamento haber sido mal interpretado.
Bonnie se sintió todavía más avergonzada y balbuceó :
- Entonces. .. soy yo quien debe disculparse. Fui muy brusca.
El la reconfortó asegurándole que no había actuado correctamente al ayudarla sin su consentimiento, le pidió disculpas una vez más yle preguntó se podría auxiliarla. Colocó las manos en la cintura fina y , de cerca, se dio cuenta que ella era, de hecho, más joven de lo que aparentaba.
- Que tenga un buen día, señora Purdy.
- Buen día, señor McCalley. - Bonnie de repente, parecía muy frágil.
Cash se rascó el mentón al darse cuenta que ella poseía un punto débil . Si había una cosa que él conocía eran las mujeres. Pensando en eso, tomó una caja de chocolates de la alforja y subió las escaleras de entrada. Pronto una señora de cabellos blancos atendió la puerta.
- Entre, por favor, señor McCalley.
- Que bueno ver a una dama tan encantadora. - Le Entregó los chocolates.
- Oh, cuánta gentileza! Por favor, siéntese. La criada traerá el té . Gusta?
- Me encantaría - Cash mintió, pues prefería el whisky.
- Por poco no se encuentra con una querida amiga mía , la señora Purdy. Hacia mucho tiempo que ella no venía a Dallas.
El intentó sonreír, pero se preguntó qué había venido a hacer esa zorra allí.
- Nos encontramos cuando ella partía. Es una dama adorable. - Sólo esperaba que Dios no lo castigase por mentir tan descaradamente.
- Verdad? Pobrecita, no tuvo suerte con los hombres: enviudó dos veces.
Deben haber muerto para librarse de ella, Cash pensó, pero solamente sonrió , solidariamente . En ese momento el té fue servido.
- Sé como les gusta a los hombres el té. - La mujer guiñó un ojo y le agregó una dosis de whisky.
- Señora Pendigast, usted vivirá para siempre en mi corazón. - Después de un buen trago, Cash se sintió más generoso con el mundo, inclusive con la señora Purdy.
La señora Pendigast continuó con la historia:
- Bonnie tuvo mala suerte con los maridos. A los dieciséis años se casó con un hombre mucho más viejo para huir de su padre. Después Hans acabó muriendo en una pelea. El segundo fue muerto unas horas después del casamiento.
- Pobrecita - comentó Cash, pensando en la suerte que el hombre había tenido.
- Como él murió hace cuatro años, Bonnie podría buscarse otro marido. No entiendo por qué continua usando ropa de viuda - La vieja dama comentó.
- Tal vez lo amó mucho.
- Puede ser... Ingenua como es, no debe haberse dado cuenta que él era un canalla . Por lo que supe , él no se ocupaba mucho de ella.
Por lo que Cash se recordaba de Clint, a él le gustaba otro tipo de mujer. Debería haber estado borracho cuando dijo "si " en el altar.
Después de un poco más de té y de conversación , él entró en el tema que lo había llevado hasta allí.
- Estimada señora, vine a traerle los papeles para el alquiler del terreno para el evento de boxeo.
l Ah, la pelea de boxeo , Si... Sabe que usted me gusta, verdad?
l Algo en el comentario de la mujer lo hizo desconfiar .
- Y usted me gusta, señora.
- Es por eso que todo esto se me hace más difícil... - ella comentó. Cash presentía que sería derrotado por una anciana.
- Hay algún problema? Pensé que habíamos resuelto todo.
- Vea , Bonnie me explicó todo sobre la pelea de boxeo... me dijo que sería sangrienta.
- Pero los hombres van a usar guantes de boxeo . No creo que vaya haber mucha sangre ....
- No fue eso lo que Bonnie me dijo . Ella vino aquí especialmente para explicarme como ese evento perjudicaría a la ciudad.
Dios ... por qué no había ahorcado a esa viuda en vez de ayudarla.
- No será posible que ella esté exagerando los hechos por alguna razón personal ?
- Está diciendo que la presidente de las Damas de la Estrella Solitaria es mentirosa o manipuladora ? - La anciana lo miró . - Yo misma soy miembro de ese club .
l No lo sabía. - Desanimado, Cash se reclinó en la silla, con los documentos en las manos. Esa viudita no era tan ingenua después de todo . Hasta podría ser una excelente jugadora de póker.
l - Señora Pendigast, piense en todas las personas que vendrán a la ciudad y en las ganancias y prosperidad que podría traer a los habitantes.
- Mujeres que venden sexo , carteristas y apostadores , según Bonnie. Y ella debe tener razón . Pensándolo bien, el boxeo no es un deporte apropiado para que una dama de la Estrella Solitaria, como yo , apoye.
- Pensé que teníamos un acuerdo. No tengo ningún otro lugar disponible para este evento - reclamó Cash.
Ella se encogió de hombros y volvió a tomar té.
- Lo siento mucho , pero después de hablar con Bonnie, no puedo cederle mi terreno.
Cash argumentó, pidió, imploró, se rebajó pero , finalmente, salió de la casa sin el contrato firmado.



En ese tiempo, Bonnie, ya estaba de vuelta en el hotel, observaba su reflejo en el espejo, acordándose de las palabras de McCalley. Aunque él no le simpatizaba , su comentario la había amargado. Cómo había podido pensar que ella era una mujer de mediana edad ?
Comenzó a verse a través de los ojos de él. El cabello oscuro estaba sujeto tan firmemente que le estiraba anormalmente la piel de la cara. El vestido negro, además de estar fuera moda, estaba descolorido. Parecía mismo una bibliotecaria tímida. Pero esa apariencia había sido elegida justamente para protegerla de hombres como Clint Purdy. Y , aun así, su orgullo había quedado herido por las palabras de McCalley.
Nunca se había considerado bonita, por eso no perdía tiempo con la ropa y su apariencia. Observándose ahora, un poco de vanidad surgió en Bonnie . Jamás sería como Fifi, pero tampoco era una mujer para descartar.
Qué mal le haría probar un nuevo peinado? Llamó a la recepción y pidió algunos pertrechos. Después de lavar sus cabellos, comenzó a enroscarlos, marcando bucles.
Mientras se arreglaba, oyó pasos en el corredor, la puerta al lado fue abierta y cerrada con violencia. En seguida, escuchó a Cash McCalley caminando impacientemente por el cuarto, soltando una serie de improperios. Parecía estar furioso.
Bonnie sonrió . La señora Pendigast había cumplido con lo prometido, y el gusano no estaba acostumbrado a que una mujer contrariase su voluntad contrariadas . Se merecía eso, pues, además de insultarla, había hecho que se comportase como una niña tonta, balbuceando y tropezándose. Respiró profundamente y se acordó de la colonia que él usaba . No había notado lo grande y fuerte que Cash era hasta que la había sujetado por la cintura para colocarla en el carruaje.
Después algunos minutos más de insultos , Bonnie oyó ruido de agua. El debía estar lavándose para calmarse. Se imaginó como se vería sin camisa. Se ruborizó con ese pensamiento. Por poco no sacó el pañuelo de la cerradura para espiar , pero se contuvo, horrorizada con ese comportamiento. Oyó cuando él dejaba el cuarto. Probablemente iría a alguna taberna, quizás a encontrarse con Fifi. Esa idea la irritó y se sintió molesta .
Terminando de arreglar su cabello , se estudió en el espejo. El cabello caía en bucles , amarrado con una cinta a modo de vincha . Se sintió un tanto infantil , pero por lo menos ahora parecía más joven. Satisfecha con su nueva apariencia, bajó para cenar.

En el restaurante, vio Cash. siguiendo al camarero , intentó pasar rápidamente por al lado de la mesa de él, pero Cash se levantó, le bloqueó el camino , y la sujetó por la muñeca.
- Qué bueno que vayas a unirte a mí para la cena, Bonnie - él dijo sin sonreír.
- Estoy viendo unas mis amigas allá en el fondo. - Bonnie intentó se libertar. - Estoy segura que me han reservado un lugar para mí . Suélteme, canalla.
Cash se dio vuelta , asintió y le sonrió a las damas. Todas le sonrieron en respuesta , suspirando.
- Viste ? Ellas a consideran que tienes mucha suerte de poder cena conmigo, entonces siéntate . Ya .
El camarero los miró y después le preguntó a Bonnie si todo estaba bien.
El salón estaba repleto y todos parecían observarlos. Ella no quería causar un escándalo. Una cosa era luchar por una causa justa, otra manchar su reputación.
- Si, todo está bien - respondió al camarero .
- Me alegra que pienses así. - Cash sonrió con malicia. Corrió la silla y , después de un momento de vacilación, Bonnie se sentó.

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