sábado, 27 de febrero de 2010

LA VIUDITA - CAPITULO 9 - GEORGINA GENTRY

CAPITULO 9


Cash estaba tan perplejo que no lograba sacar los ojos de la viudita mientras los periodistas se aproximaban, preguntándole qué haría a continuación.
- Esta no es la única ciudad de Texas - Cash declaró. - Encontraré otro lugar para realizar la pelea . Son los hombres quienes mandan y gobiernan este Estado, y eso no va a cambiar ahora. - En seguida, salió de la alcaldía con pasos largos y furiosos.
Maldita Bonnie Purdy! Era casi tan astuta como él. Tal vez cuando la conferencia se acabase y las mujeres volviesen a sus ciudades, podría pedirle al consejo que reconsiderase la decisión .Si eso no funcionaba , no estaba muy seguro sobre como actuar. Todavía había mucho que hacer para organizar el espectáculo .
Lo peor de todo fue ser derrotado por una mujercita de la altura de una niña.
Bonnie estaba satisfecha al dejar la asamblea. Había logrado evitar la pelea de boxeo que amenazaba con corromper Dallas, a pesar de que se sentía obligada a aceptar que no se trataba de una ciudad tan inocente . De cualquier forma, impediría que jóvenes como Danny muriesen por causa de peleas sangrientas. La conferencia de las Damas pronto terminaría, pero ella decidió permanecer algunos días más para asegurarse que ese canalla no influenciaría a los miembros do consejo de volver atrás en su decisión .
Anochecía, pero , aún así, fue hasta la estación. Casi se chocó con Cash, quien salía de allá.
- Señor McCalley. Está partiendo de la ciudad ?
- No, pero puedes darme la alegría de decirme que sos vos quien se va ? En ese instante, el gato apareció maullando.
- Ey! , Tom, te traje comidita. Ven con mamá!
- Ese gato es mío ! - exclamó él. - Y su nombre es John L.
- Claro que no es suyo , él está abandonado y yo lo llamo Tom. - Aproximándose, Bonnie dejó un pedazo de carne cerca del vagón. - Pretendo amansarlo y llevarlo conmigo cuando vuelva a mi casa.
- Soy yo quien lo alimenta, y entérate que John L. no puede ser domesticado. El es andariego y libre.
- Eso lo veremos. Creo que a Tom le va a encantar estar acostado delante de una chimenea con mi gatita Spottie.
- Mariconadas ! - él bufó y comenzó a marcharse de la plataforma. - Este gato es texano, y los machos texanos no pueden ser domados!


Bonnie estaba furiosa al verlo montar su caballo gris y partir. Sería que él tenía algún otro motivo para estar en la estación? Se dirigió al muchacho del telégrafo y le preguntó :
- El señor McCalley estuvo aquí ?
- Acabó de llevarse un telegrama.
- De quién ?
- Del alcalde de El Paso.
- Podrías decirme qué estaba escrito? - preguntó , abriendo la cartera.
- No puedo, está prohibido.
Bonnie reflexionó . El soborno era ilegal e indigno, pero tratándose de un vilano como McCalley, tendría que hacer cosas que normalmente no haría.
- Sería de mucho valor para mí . El muchacho vaciló, mirando a su alrededor .
- Creo que no habrá problema. - él tomó el dinero. - Era una respuesta del alcalde , diciendo que aceptaba que la pelea de boxeo se realice allá.
- Y cuándo McCalley va a partir?
- Mañana a la tarde. El tren sale a las cuatro.
Bonnie sonrió . La conferencia terminaría al mediodía, pero la batalla no sería perdida.
- Quiero comprar un pasaje.
- Se va a con Cash? - él preguntó sorprendido .
- Ah, toma una monedita más . Es para que no le cuentes al señor McCalley que voy a El Paso. Quiero darle una sorpresa. Oh! También debo enviar unos telegramas. - Bonnie tomó una pluma. - Tal vez vaya estar afuera por algunos días. Podrías alimentar a ese gato por mí ? Te voy a dejar dinero ...
- Es el gato de Cash. El siempre le trae comida - el muchacho le informó.
- Si fuese de él, el señor McCalley se lo llevaría a su casa - Bonnie retrucó, molesta, y continuó escribiendo a la sede de las Damas de la Estrella Solitaria y a la Asociación religiosa de El Paso. Terminó los telegramas, compró el pasaje y subió al carruaje para volver al hotel. Si McCalley creía que podría engañarla, apenas podía esperar lo que estaba por venir.
La conferencia terminó al día siguiente con Bonnie alentando a las damas a sumarse al movimiento sufragista y de defensa de los derechos femeninos, lo que causó cierto tumulto, las Damas consideraban que ella era un tanto liberal. También le pidió a las mujeres de la ciudad continuasen alerta, en caso que McCalley intentase realizar la pelea de boxeo allí después de la partida de las demás. Después subió a su cuarto para preparar el equipaje .
Se encontró con Cash en el corredor. El parecía confundido y le preguntó :
- Estás buscando a alguien ?
- No... creo que ella ya partió. - Bonnie intentó despistarlo , pues no deseaba que él supiese que ese cuarto era suyo.
- La conferencia ya se acabó ? - él sonrió contento .
- Si, pero no pienses que bajaremos los brazos . Algunas Damas continuarán aquí.
- Estoy seguro de eso. No te preocupe, Bonnie , aprendí mi lección .
Si ese sujeto sospechase que ella sabía sobre la situación en El Paso... Iba atener que evitarlo durante el viaje, entonces la sorpresa sería todavía mas grande al llegar allá.
En la recepción, informó que se ausentaría durante algunos días, pero que deseaba continuar en la misma suite cuando retornase.
- Esa suite normalmente pertenece al señor McCalley. El siempre lleva...
- Ahórreme los detalles sórdidos - ella lo cortó. - De cualquier forma, si ese caballero está dejando la ciudad por algunos días, no precisará el cuarto.
Pagó la cuenta y vio que todavía tenía algún tiempo de sobra antes de tomar el tren. Fue a una tienda y miró su reflejo en la vidriera . Detestaba tener que admitir que McCalley tenía razón. El vestido estaba un tanto gastado y fuera de moda. Además, después de cuatro años, ya no había necesidad de llevar luyo, especialmente si quería casarse otra vez. Ya se había casado con dos texanos, que Dios la librase de uno más ! Herbert era una elección segura. Oh, se había olvidado por completo de él! El tren para Shot Gun partiría en pocos minutos antes que el iba hacia El Paso, y Herbert le había dicho que la despediría en la estación. No estaba muy ansiosa por eso, más ahora que tendría que tomar un tren a escondidas.

Entró en la elegante tienda. La vendedora la estudió, intentando decidir si ella estaba en condición de hacer compras allí.
- Soy la señora Clint Purdy, de Shot Gun, y necesito algunas cositas.
- Como no, señora. En qué puedo ayudarla?
- Tengo poco tiempo, pues pronto tomaré un tren. Necesito de un conjunto completo, algo conservador en gris o azul marino.
- Claro . A pesar de que tengo varios modelos en celeste que combinarían a la perfección con sus ojos. Está de última moda: se vienen los colores pasteles, sabía?
Bonnie no lo sabía, pues nunca se había interesado en la moda. Vaciló, pero pidió:
- Muéstreme algunos, entonces.

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