Capítulo 19
¿ Necesita ayuda para cargar eso ?”
Desirée debería haber sabido que no debía detenerse. Pero se balanceaba torpemente con el pescado enorme, el pastel, y una botella de vino . Acostumbrada a conseguir la ayuda de los hombres con el simple revoloteo de pestañas, ella le sonrió al par de muchachos que la seguían como cachorros obedientes.
Cualquier otro día, ella podría haberlos despachado con una respuesta cínica. Pero hoy, sintiéndose resplandeciente con su túnica nueva y habiendo resistido tres veces la tentación del robo, se sentía santa y generosa de espíritu, y no podía pensar correctamente. Seguramente los muchachos sólo tenían la intención de ofrecer su ayuda y quizá ganarse una palabra amable por sus esfuerzos. Y ella necesitaba esa ayuda.
“ Son muy amables, caballeros, ” ella contestó.
Un muchacho tomó el pesado pecado . “ Yo Soy John.”
El otro tomó el pastel. “ Yo también me llamó John.”
“¿Si ? Buen día , John y John .”
“¿Y cuál es tu nombre, mi lady ?”
“ Yo Soy Desirée.”
“Desirée, ” el primer John repitió cuidadosamente, como si tuviese la intención de aprenderlo de memoria.
“¿Vives cerca?” El segundo John preguntó. “No te he visto en Canterbury antes. ¿ Y Vos, John?”
“No, no la he visto antes.”
“Yo tampoco. ¿Cuánto tiempo llevas viviendo aquí?”
“No mucho tiempo, ” ella contestó, “ unas dos semanas.”
“¿Qué asunto te trajo a Canterbury?” El primer John preguntó bruscamente .
El segundo John frunció el ceño . “Estás yendo muy rápido.”
“Lo siento.”
Desirée arrugó su frente. ¿Yendo demasiado rápido? ¿Qué significaba eso?
“’¿ Es un día precioso, verdad?” El segundo John preguntó.
Desirée miró las calles, todavía estaba sombrío por la niebla. “¿te parece?”
“Cualquier día es precioso para caminar al lado de una doncella bella como vos.”
Desirée resistió el deseo de reírse burlonamente.
“Estoy sorprendido de que no tengas un escolta, ” él dijo. “ No hay nadie que ...”
“¿ Tienes marido?” Al primer John aparentemente le desagradaba usar muchas palabras.
“¡John!” El segundo John le dio un codazo.
“¿Qué? ¿No es lo que quieres saber?”
“Perdona a mi amigo, ” el segundo John dijo. “ No tiene modales.”
“Estás perdonado, ” ella dijo. Pero no contestó su pregunta. De hecho, Desirée se puso repentinamente cautelosa con tanto interés. Antes, ella siempre había tenido a Hubert para interceder si los hombres demostraban demasiado interés en ella. Ahora no tenía la ayuda de nadie.
Ella se detuvo . “Quizás debería continuar mi camino .” Ella trató de agarrar el paquete del pescado .
Él lo apartó. “No, mi lady . John no quería perturbarte . Además, vos no puedes caminar por estas calles sola . Son peligrosos. Todo tipo de ladrones y sinvergüenzas vagan por aquí .”
Una alarma interna le advirtió a Desirée que los Johns no eran personas confiables . Después de todo, ayer mismo, Odger y un grupo de pillos le habían robado gran de una comida sabrosa. No quería que eso ocurriese otra vez.
“Considéralo , ” él urgió. “¿John no dirás otra palabra, verdad, John?”
“ Supongo que no, ” él dijo tristemente.
“¿Ves? Y te llevaremos sana y salva. . . con tu marido.” Él vaciló, obviamente esperando que ella confirmase o negase su declaración.
Desirée se rehusó a morder el anzuelo. Quizás si sospechaban que ella tenía un marido, entonces dejarían de interrogarla . “Muy bien.” Ella continuó caminando.
“ Te dije que ella era casada, ” dijo el John que debería estar silencioso.
“¡Y yo te dije que te calles ! Además, ella no dijo si lo estaba o no fue.” Él le guiñó el ojo a Desirée. “ Tal vez ella prefiere. . . Dejar abiertas sus opciones.”
Desirée sonrió, preguntándose qué dirían los muchachos si ella les dijese que era la criada de un funcionario de Kent.
Mientras marchaban a través de la niebla, alejándose del centro mas poblado de pueblo, ella se dio cuenta que tendría que perder a los muchachos. No quería que ellos supiesen dónde vivía Nicholas. Pero el segundo John continuó con su charla, haciéndole preguntas que ella contestaba tan vagamente como era posible, ella escogiese una casa amurallada en una calle lateral y se detuvo delante de ella , indicando que era su casa.
John , el silenciado, se rascó la cabeza. “¿Aquí? ¿El funcionario vive aquí?”
“¡Imbécil !” John lo regañó.
Desirée miró a los dos hombres. Sus ojos estaban entre alarmados y culpables. Ahora algo la alertó , ella empuñó sus manos alrededor de la botella de vino, lista para usar la cosa como un arma, si fuera necesario.
“¿Qué dijiste?” Ella preguntó.
El segundo John trató de tomar a risa la situación. “No dijo nada . Él está confundido .”
Desirée no fue engañada ni por un instante. “¿Qué dijiste del funcionario ?”
El primer John dio una respuesta ininteligible, luego sus ojos se volvió llenaron de pánico. Dejó caer el pastel y se abalanzó, agarrándola por la cintura.
Desirée se aferró al vino. No estaba dispuesta a perder una segunda botella de vino.
“¡John! Qué. . . ?” El segundo John murmuró, mirando para ver si había testigos. “¡Basta! Infierno maldito . . . ”
Pero el primera John parte no la soltaba , y Desirée estaba teniendo un mal rato tratando de repelerlo , pues estaba desesperadamente aferrada al vino . “Suéltame , hijo de ...”
John número dos colocó una mano sobre su boca . “Shh, muchacha. Estarás bien. Lo Prometo.”
Ella mordió sus dedos.
“¡ Mierda !” Él sacó bruscamente su mano , pero tan pronto como ella tomó aire para gritar, él dejó caer el pescado y la atacó desde atrás, cerrando su brazo alrededor de su garganta.
Desirée no tuvo otra alternativa mas que sacrificar el vino. Le dio al primer John una rodillazo veloz a la ingle. Mientras él se caía al suelo absolutamente pálido , ella revoleó la botella sobre su hombro y asestó un golpe a la cabeza del segundo John .
Para su deleite, la botella no se rompió, y su asaltante quedó mareado con el golpe.
El primer John levantó la vista desde donde estaba doblado por el dolor. “¿ No eres la esposa del funcionario , entonces ?” Él respiró con dificultad. “ Sos su puta. ¿Cierto?”
Desirée se quedó sin aliento por el insulto , luego cerró su puño y le dio un puñetazo fuerte en la nariz. Él se tambaleó hacia atrás, gimiendo , una mano sobre su entrepierna, y la otra sobre su nariz.
“Estúpido , ” el segundo John expresó entre gemidos. “Ésta no es su casa. Ella dijo eso para despistarnos.”
. “Entonces ella vive con él.”
Desirée ya había tenido bastante. Los nudillos le dolían, y su cena estaba desparramada en el suelo . Confundida por sus preguntas y encolerizada por el ataque , ella echó hacia atrás la cabeza y gritó, “ Sí, vivo con el funcionario !”
Ella estrechó sus ojos en el primer John y le dio una sonrisa perversa. “Y cuando él sepa que ustedes me atacaron . . . John. . .”
Sus ojos observaron a alrededor con aprensión. Con un sonido que era mitad de gemido y mitad chillidos él se alejó completamente tambaleándose por la senda, todavía cubriéndose con las manos las partes de su cuerpo doloridas.
“¡John! Regresa aquí ! ” su compañero lo llamó. “¡Cobarde!”
Desirée se volvió hacia el otro John , acercándose de modo amenazador con la botella levantada hasta que él tuvo su espalda contra el muro de la casa. “¿Quién te envió?”
Él tragó en seco . “Nadie.” Él parpadeó nerviosamente. “¿John no te lastimó ? Si lo hizo, entonces juro que ...”
“Quién te mandó ?”
Él levantó sus palmas en un gesto defensivo, claramente asustado de poner un solo dedo sobre ella, por temor a que el funcionario fuese por él. Ni siquiera quería contestarle .
Él necesitaba más incentivo. Sin querer arriesgarse a romper la botella, ella rápidamente la colocó en el piso , simultáneamente recogiendo el paquete del pescado . Luego lo alzó hacia y lo abofeteó en la cara con el pescado.
Él dijo se quedó tambaleando por el golpe.
“¿Quién te envió?” Ella repitió.
Él sacudió la cabeza . “ Ya te dije todo , no ...”
Ella lo golpeó con el pescado en la otra mejilla.
“Ah, Dios Mío.” Él gimió disgusto. “Por favor, mi lady , no ...”
Otro golpe.
“¡Oh!”
Esta vez el olor a pescado le llegó con toda su fuerza .
“Dímelo , ” ella advirtió .
“Bien, ” él dijo sofocándose . “Bien. Pero no me golpees con esa cosa apestosa otra vez.”
“¿ Bien ?”
“ Fue Odger, el encargado de establos y de los halcones en Torteval.”
“¿Odger?” Desirée bajó al pez. “¿Qué quiere él?”
“Él quería saber por qué el funcionario estaba con vos.”
“¿Por qué?”
Él se encogió de hombros. “Quizá él quería cortejarte?”
“Lo Dudo . Le mostré el lado afilado de un daga ayer.”
Él la miró con horror. Aparentemente, Odger había omitido ese hecho cuándo había contratado a esos hombres para hacer su trabajo.
Ahora que ella lo tenía arrinconado , y creía que podía como interrogarlo . “¿ Vives en Torteval?”
Él apretó sus labios.
Ella sacudió al pescado.
Él se sobresaltó.
Ella repitió, “ Vives en Torteval?”
“Sí.”
“¿Dónde estabas en el momento del asesinato?”
Sus cejas se subieron rápidamente. “¿El asesinato? ¿Quieres decir el del abogado?”
“Sí.”
“ Yo estaba durmiendo con los perros de caza. Soy el cuidador de los perros.”
“¿ Viste algo ?”
Él sacudió la cabeza .
“¿ Y el otro John?”
“No lo vi tampoco.”
“No. ¿ él vio algo?”
“Él pasa las noches en los establos.”
Desirée se mordió los labios pensativamente. Por Qué insistía en investigar el incidente, no lo sabía. Después de todo, Hubert estaba muerto. Según Nicholas, él había querido ser ahorcado por ese asesinato.
Pero había que no encajaba del todo. Ella todavía no creía que su viejo compañero fuese capaz de asesinar, ni siquiera en una muerte accidental.
“¿Por qué quieres saber sobre el asesinato?” John preguntó.
Ella le clavó sus ojos fríos. “Mi abuelo fue ahorcado por eso.”
John se congeló, y sus ojos lentamente se abrieron. “Mierda . Quieres decir, eres la nieta de un . . . de un. . .”
Con un empujón desesperado, él la apartó de su camino . Luego se apartó de la pared y se lanzó a correr por la senda tan velozmente como sus piernas podían llevarlo, sin nunca mirar atrás.
Por un momento, Desirée siguió pensativamente con la mirada al hombre mientras desaparecía en la niebla.
Algo curioso pasaba en Torteval. ¿Qué se traía entre manos Odger? Obviamente él había enviado a alguien más para hacer lo que él no se atrevía a hacer por sí mismo. Sino, por qué él se preocuparía por su relación con Nicholas?
A menos que, ella meditó , él quisiera deshacerse de ella permanentemente y necesitase asegurarse de que no despertaría la furia del funcionario con su proceder.
Desirée tembló, repentinamente deseando haberles dicho que Nicholas era su amante, un amante muy posesivo. No obstante, los tres asesinos había encontrado habían probado ser muy torpes, cobardes, y estúpidos . Suponía que no debería tener miedo de ellos.
Sacudiendo sus faldas nuevas, esperando no haberlas arruinado con ese altercado, Desirée escudriñó el suelo . La botella de vino estaba intacta, pero el pastel había aterrizado cabeza abajo.
“Mierda.”
El pescado medio se había salido de su envoltura, y aunque parecía bastante presentable a pesar de los golpes dados a John, ella necesitaba envolverlo correctamente . De otra modo, llegaría a la casa oliendo como una pescadera.
No queriendo abandonar el pastel de pera, ella colocó el pescado debajo un brazo y cuidadosamente tomó el pastel cubierto con una tela de lino. No estaba sucio . Sólo se había partido. No permitiría que eso fuese a arruinar otra cena.
***
Nicholas no había sentido tan bien por un largo tiempo .Caminó hacia casa en la niebla, había una levedad en sus pasos, y una sonrisa débil en sus labios.
Sabía que lo que había hecho no era correcto . Pero era justo . Y la satisfacción que sintió cuando dejase el pueblo de Sturry había valido la pérdida de sus honorarios.
Se preguntó qué habría dicho la pequeña tramposa acerca de su desviación de la ley. Nicholas sacudió la cabeza . Desirée era definitivamente una mala influencia para él.
Su engaño había sido fácil de implementar . Desirée tenía razón . La distracción era una herramienta muy útil.
Había desenganchado una res muerta en el ahumadero y la había vestido con la ropa del joven. Luego, junto con el muchacho, había golpeado la carne hasta reducirla a pulpa con las herramientas que él había llevado. El corte cuidadoso que había hecho en la mano del muchacho proveyó un poco de sangre para hacer la escena mas creíble.
Había hecho que el muchacho se escondiese dentro de la paja mientras Nicholas con arrepentimiento le explicaba a las autoridades que una vez que había descubierto que la muchacha y su bebé habían sido brutalmente asesinados, había perdido el control y. . .
Cuando les mostró la escena cruento en el ahumadero, nadie cuestionó sus acciones. Nicholas Grimshaw, después de todo, - se sabía - es un individuo oscuro con un carácter cruel. ¿Quién lo podía culpar por descargar su furia en el muchacho?
El molinero no podía quejarse. Hasta donde él sabía, Nicholas sólo había adelantado la ejecución inevitable de ese muchacho. Y el pueblo se había ahorrado de pagar los honorarios de un ejecutor.
Naturalmente, Nicholas le había dado al muchacho una advertencia severa. No importaba cuán injusto pareciese , no importaba cuan tentando estuviese de cobrar venganza con el molinero, esa retaliación no tendría ningún propósito. Nada traería de vuelta a la muchacha y a su bebé. Debía olvidarse de la venganza, debía dejar Sturry al anochecer, y nunca debía regresar. Cuando Nicholas terminó de hablar con el muchacho, Nicholas estaba confiado en que el joven agradecido seguiría su consejo.
Sin embargo, ahora que Nicholas había ejecutado la ley con sus propias manos, sería una gran tentación de hacerlo nuevamente. Era muy satisfactorio enmendar un agravio que ser el funcionario de una justicia injusta.
Entendía ahora cuan difícil debía ser para que Desirée resistir el deseo de robar un un bolsillo aquí o embaucar a alguien cuando las ganancias eran sacadas a sinvergüenzas que probablemente merecían perder el dinero .Pero no tenía intención de hacer una costumbre esa interpretación tan personal de la justicia . Y no tenía intención de que Desirée supiese lo que había hecho.
Cuando atravesó el portón del jardín era el atardecer . El humo salía por la chimenea, y aun desde el jardín , podía sentir el olor agradable del pescado asándose. Se le hizo agua la boca , y se dio que no había comido desde esa mañana .
Desirée lo estaba malcriando rápidamente . Se estaba acostumbrando a volver a su casa para ser recibido con una cena caliente. Desde que había sido un adolescente nadie le había cocinado. La mayoría de las noches demasiado cansado como para preparar una comida , él solía cenar carne ahumada, un pedazo de pan, y varias jarras de cerveza. Ahora le era difícil pensar en regresar a ese tipo de vida otra vez.
Entonces optó por no pensar en eso. Al día siguiente , comenzaría a pensar en la partida inevitable de Desirée. Pero esa noche, tenía intención de celebrar. . . Su recientemente descubierto sentido de justicia, una cena deliciosa con Desirée, la captura exitosa de un ratón, todas sus victorias, grandes y pequeñas.
En el momento en que él atravesó el umbral hacia el olor a salsa de vino sazonada con pimienta , Desirée giró hacia él.
“¡Estás en casa!”
Su expresión de puro placer sería lo que Nicholas guardaría en su corazón después que ella partiese.
Un recuerdo que sólo podría servir para calentar su alma por semanas .
Ella chasqueó su lengua. “Supongo que tendré que darle a Copo de Nieve las malas noticias.”
Él apenas se había bajado la capucha cuando ella se acercó para desabrochar su capa. “¿Malas noticias?”
“Parecería que él no obtendrá tu ...” Ella se detuvo bruscamente, clavando sus ojos en el centro de su pecho.
Nicholas miró hacia abajo. Manchas de sangre en su camisa. Se había olvidado.
Rápidamente agarró la tela en una mano, como si pudiese encubrir la prueba.
Pero era demasiado tarde..
“No es lo que parece, ” él trató de explicar.
Ella evitó su mirada , pero aunque Desirée trató de mantener su sonrisa, algo en ella había cambiado .
Él hizo un segundo intento . “Es sólo ...”
“Quizás podrías cambiarte la camisa antes de la cena, ” ella dijo rápidamente, pero su modo de caminar era rígido cuando empezó a ir hacia la chimenea.
Sus hombros se combaron. Debería haber pensado en la sangre. No podía esperar que Desirée se olvidase de los años de ser un ejecutor. Él no era mejor que Azrael, trayendo un ratón muerto, con la intención de impresionar .
Desalentado, Nicholas fue rápidamente hacia su dormitorio, llevando el bolso con herramientas.
Afortunadamente , se había detenido a lavar las herramientas antes de hacer el viaje de vuelta ..
La verdad era que su vida demasiado dura y cruenta para una muchacha. Ni siquiera podía fantasear en compartir semejante vida con una mujer, con cualquier mujer.
Nicholas se sacó la camisa y la estrujó en una pelota, colocándola detrás del catre , fuera de la vista. La lavaría más tarde . Hubiese deseado poder descartarla, lanzarla al jardín para los cuervos, de la misma forma que había hecho con el ratón.
Desirée sabía que debería decir algo. El silencio entre ellos se espesaba mas y mas , y si no decía algo pronto, nunca podrían avanzar hacia una conversación.
“Compré una botella de vino, ” ella comentó alegremente desde el cuarto vecino , tratando de fingir que había olvidado la camisa ensangrentada.
“Ah!. ”
¡Maldición! No había querido actuar de modo tan repugnante . Por sólo un momento, ella se había olvidado lo que Nicholas hacía para ganarse la vida. Tener la prueba de la violencia que él había perpetrado ese día mostrado tan vívidamente la había agarrado con la guardia baja.
Ella sabía que eso era parte de su trabajo. En verdad, el regreso a la casa Nicholas con una camisa manchada con sangre no era diferente a la vuelta a la casa de un curtidor con las manos manchadas de tintura .Pero ella no podía evitar imaginarse lo que el derramamiento de sangre podía hacerle al alma de un hombre.
Quizá podría hacer un desagravio por su actitud y distraerlo contándole las aventuras de ese día. Una parte mínima de sus aventuras.
Ella sirvió el vino. “Nicholas, nunca adivinarás lo que. . .” Ella cambió de dirección ante su entrada y prontamente olvidó lo que iba a decir.
Nicholas no se había molestado cerrarse la camisa. La prenda colgaba flojamente, exponiendo un triángulo delicioso de piel y le daba un aire de peligro a su apariencia. Pero era un tipo intrigante de peligro.
“¿Sí?” Él preguntó.
“Yo. . . yo. . .. Me gusta esa camisa, ” ella terminó débilmente.
“¿Esta?” Él arrugó su frente.
Ella se sintió una tonta . Era sólo una camisa de lino, después de todo, tan común como las otras camisas de lino. No era tanto la camisa sino lo que haba ah dentro . Azorada, ella cruzó el cuarto y apartó de un empujón la botella de vino. Para su horror, se derramó por el borde y se habría volcado encima de Nicholas si él no hubiese dado un paso atrás.
Desirée se quedó sin aliento. ¿Por Dios , qué estaba mal con ella?
“Lo siento. No sé que ...”
Él atrapó la muñeca de una mano y cuidadosamente tomó la botella de ella con la otra, colocándola sobre la mesa. Confundiendo su distracción por susto, él habló en un tono sereno . “Oye, muchacha. No necesitas temerme . He cambiado mi camisa. Ya no soy el funcionario , solamente Nicholas.”
Ella parpadeó con sorpresa. “No te tengo miedo.”
“¿ No?”
Ella sonrió burlonamente. “ Un poco.” Aun si él hubiese derramado sangre ese día - y ella no tenía intención de preguntarle acerca de eso - Desirée estaba segura que sólo había sido como un último recurso. Él ya le había probado que era un hombre bondadoso, paciente , y misericordioso. “¿Cómo puedo tenerle miedo a alguien a quien puedo vencer en las damas?”
Su cara floreció lentamente con una sonrisa aliviada. “¿Eso es un desafío?”
Dios, sus ojos brillaron como joyas.
“Ciertamente.”
Temiendo que si ella se demoraba allí podría sucumbir al deseo descabellado de meter sus dedos en la camisa abierta , Desirée regresó a la chimenea para atender la cena.
“¿Qué es eso que tenías para contarme?” Él dijo, levantando la copa de vino y bebiendo un sorbo.
. “Oh. Una cosa maravillosa. Mientras iba a comprar el pescado al mercado hoy, me robé una monedas del bolso de una mujer.”
Él casi se atragantó con el vino. “¿Qué?”
“Oh, se las devolví, ” ella le aseguró , y luego masculló, “ aunque no obtuve nada mas que una leve inclinación de cabeza de agradecimiento de la vieja.” Ella sirvió con ub cucharón la salsa de vino sobre la fuente del pescado . “Luego vi a un tipo delante de otra tienda. Su dinero prácticamente me imploraba ser robado .”
“No lo hiciste.”
“No, no , ” ella dijo orgullosamente. “Y luego, como si Lucifer en persona se presentase en mi camino, dos borrachos venían caminando por ahí, las monedas tintineaban en sus cinturones, eran víctimas perfectas, listos para ser robados.”
“¿Y les robaste?”
Ella se dirigió a él, su frente se arrugó. “No. ¿No lo ves ? Ese es el punto. No lo hice.”
“Gracias a Dios .”
“Y ni siquiera era sábado. Creo, Nicholas Grimshaw, que tu decencia se me ha contagiado . Ya me has convertido en una muchacha honesta .”
Desirée esperaba alguna palabra de alabanza o de felicitación por sus triunfos. No esperaba la risa lenta que comenzó a burbujear fuera de él.
Ella frunció el ceño. “¿Qué pasa ?”
Él sacudió la cabeza con cierta diversión . “Me temo, mi lady , que me has convertido en un hombre deshonesto.”
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