viernes, 17 de octubre de 2008

SALVAJE - CAPITULO 1

Capítulo 1



¿Qué oportunidad es esta? ¿Cómo es que te veo aquí?

Estás en mi poder por fin . Estás en mi poder.

Pero no me temas aunque me llamen Salvaje.

- Idilios del Rey Alfred, Lord Tennyson



Galés, Marchlands, 1280

Las leyendas nacieron aquí.

Y con buena razón.
Las altas montañas adoptaban formas extrañas como la de la corona del rey Arturo , la mano gigante del Diablo, e incluso el perfil de Dios. Antiguos círculos de piedras misteriosas marcaban el campo. Era aquí donde los druidas habían vagado alguna vez, y donde las hadas enterraban sus tesoros debajo de las ramas de los robles que parecían extender sus brazos para alcanzar el cielo.

A veces, cuando el salvaje viento soplaba colinas abajo , los árboles del bosque sonaban como si tratasen de cantar, las estrellas fugaces caían directamente del cielo, y la vida de las personas podían cambiar en el lapso de una noche sin ellos nunca lo supieran.

Si uno miraba hacia abajo desde lo alto de la montaña llamada Craig y Ddinas, la somnolienta aldea de Bleddig sólo parecía ser un grupo de cabañas con techos de paja, una red de caminos sinuosos, y algún que otro jardín colorido aquí y allá, rodeada por grandes campos destinados a la agricultura.

Pero esa aldea estaba en Gales.

El pueblo situado tan inocentemente estaba rodeado por colinas y un denso y oscuro bosque. Sobre el pueblo , sobre una meseta, se erguía un de grandes piedras azules . Ese círculo había estado allí por mas tiempo del que cualquier persona podía recordar.

Cuando alguno de los aldeanos supersticiosos miraba hacia arriba y veía a una joven caminando hacia ese enorme y misterioso
círculo de piedras, se persignaba y murmuraba para sí mismo todos los nombres de los santos, porque ese era el lugar donde Teleri de los bosques conjuraba su magia negra .

¿Saben que ellas puede recurrir a poderes curativos de la misma manera que bruja recurre al Mal de Ojo ? Si, ella puede. Ella afirmaba que el poder provenía de las piedras, pero ellos, los aldeanos, sabía como eran las coas . Una bruja, eso era lo que Teleri era.
Algunos de los aldeanos habían amenazado con apedrearla , porque ellos trataban de matar todo lo que era diferente.
Otros no la amenazaban ; directamente le arrojaban piedras.

Cada vez que la joven salvaje llamada Teleri miraba su propio reflejo en el agua de un arroyo o en un charco del bosque , veía una pequeña cicatriz en forma de estrella justo debajo de su ojo derecho donde una piedra la había alcanzado . Se trataba de una cicatriz que iba mucho más profundo que la mera marca blanca en su piel.
Ella hablaba con los animales del bosque, porque los animales no lastimaban a la gente sólo para sentirse mejor. A diferencia de las personas, los animales sólo atacaban para proteger a sus crías o si se hallaban acorraladas y temían por sus vidas.
Ella se quedaba fuera de la aldea de Bleddig. En cambio ella vivía en la parte más oscura y profunda del bosque de Brecon , un lugar donde las luciérnagas bailaban salvajemente en las noches de verano, un lugar donde los árboles gemían al son del viento, un lugar donde los insectos cantaban tan fuerte que mantenían al resto del mundo a distancia.

Con el tiempo, Teleri de los bosques se convirtió en parte del folklore local. Los aldeanos alegaban que ellos acechaba las noches sin luna, para robarse sus almas. Si el trigo crecía lentamente , ellos dirían que era porque ella había pisado ese terreno. Ella tiene los pies planos como el Diablo, ellos afirmaban .
Era más fácil para ellos inventar cuentos y hacer circular mentiras que entender una joven cuya alma era tan pura que podía simplemente mirarlos y ver la malevolencia oculta en lo más profundo de sus corazones.
Algunos niños del pueblo asustaban a otros niños mas chicos con historias de terror que relataban en sus camas las noches oscuras de invierno:

... Si ella viene a vos durante una noche de luna llena, te convertirás en una estatua de piedra. Si su sombra se cruza con tu camino, te convertirás en un ave silvestre, destinada a volar para siempre. Un beso de ella es tan malvado que el simple toque de sus labios te puede convertir en un sapo.
A veces los niños cantaban una rima en el borde del bosque, cantaban y le lanzaban palos y piedras.
" Huye de Teleri!".
" Corre ! Corre ! O estarás muerto !"
Ella es la semilla del Diablo !
La hija de Satanás!
Pero Teleri de los bosques no era la hija del Diablo, porque si lo fuera, al menos habría sabido quien era su padre.
Su madre había sido Annest, hija de la druida Gladdys , una belleza salvaje que los hombre podían domar, a pesar de que muchos lo habían intentado. Un día Annest simplemente había desaparecido.
Se decía que un misterioso caballero con una armadura de oro había descendido hasta las cuevas de las colinas en un caballo blanco con crines y cola negras . El caballero había detenido a su caballo en el momento en que había visto a la bella Annest. Su caballo había retrocedido y levantado las patas en el aire en señal de protesta. Pero el caballero sólo se había inclinado y le había extendido su mano a ella.

Annest había aceptado su mano y juntos habían cabalgado hacia los cerros altos . Ella había regresado a su casa meses más tarde , sola y esperando un niño.

El mismo día que Teleri llegó al mundo, su madre Annest lo dejó, llevándose con ella el secreto mas anhelado por Teleri. La identidad de su padre.



Brecon Beacons, Gales

Sir Roger FitzAlan cabalgó a través de toda la región de Marches de Galés por orden del rey, un honor que hoy no celebraba. Porque Roger tenía una debilidad. Amaba a las mujeres, y en especial, a las mujeres equivocadas. Y la noche anterior había pasado demasiado tiempo en la cama con una.
Hoy tenía una tarea que realizar: conocer las tierras que el Rey Edward en persona había elegido para la construcción de un castillo en la frontera sur de Gales. A Roger también se le había concedido el honor de supervisar la construcción. Una vez construido, el castillo sería suyo.
Pero en ese momento no se sentía con ganas de construir nada sólo quería apilar un montón de almohadas donde apoyar su cabeza palpitante.

Unos pasos detrás de él cabalgaban sus soldados . Uno de ellos llevaba el estandarte, que se agitaba con el viento . Esas sacudidas producían un ruido rítmico , que se repetía una vez otras más y y otras más...
El sonido le hacía latir los ojos . Su cabeza ya le dolía por la falta de sueño y el incesante tintineo de las campanillas de oro que adornaban su caballo . Un molesto adorno que realmente servía un propósito. El sonidos de las campanillas alertaba a la gente que ellos viajaban por orden del Rey Edward .
Ring! Ring! Ring! Tin! Tin! Tin! Track! Track! Track!
Hola mundo! Soy yo Sir Roger FitzAlan ¡ . Vengo enviado por el
rey !
Ring! Ring! Ring! Ring! Tin! Tin! Tin! Track! Track! Track!
Rey Edward quiere castillo construido en la frontera!
Maldición! Carajo ! Maldición!
Sir Roger quería una nueva cabeza.
El se detuvo y dejó que su caballo descansase , se inclinó hacia abajo para dar acariciar el cuello del animal . Casi se resbaló de la silla de montar.
Miró hacia el suelo y gimió .
Debía lucir tan descompuesto como una de las damas de la reina.

Puso su pie en el estribo y se enderezó . Estaba estudiando la montura cuando Sir Tobin de Clare, el hijo del conde de Gloucester cabalgó hacia él.
Roger le dio un vistazo.

De Clare se puso rígido en su silla de la manera que siempre hacía antes de que decir algo que hacía que Roger quisiera estrangularlo . La cara de Tobin de Clare tenía la expresión presuntuosa que un hombre va perdiendo con la edad y la experiencia. " Estás tratando de conducirnos a todos a la muerte , o sólo a mí ?"
" A Vos ?" Roger se rió . Se acomodó en su montura resbaladiza y apoyó las riendas en su muslo . "¿Por qué iba a querer hacerte algo malo a vos ?"
"Elizabeth es mi hermana."
"Un lamentable accidente por el cual nunca la he culpado ."
"Por Dios , realmente puedes ser un asno!"

“ Si “, dijo Roger en un tono indiferente. "Mi padre me entrenó bien en esa materia". Sus dedos acariciaron distraídamente las riendas, luego se inclinó más cerca del joven caballero. "Mi padre también me enseñó a ocuparme de los muchachos que tienen mas lengua que sentido común. Y hablaba de los asnos de la familia Clare", él añadió agudamente y casi se rió cuando de Clare le frunció el ceño , " Y no me molestes mas porque estoy ocupado cuidando mi culo para evitar caerme del caballo ."
De Clare lo miró confundido. Estaba molesto, pero muy confundido . Era fácil jugar con la mente de ese joven. Un juego placentero que Roger hubiese continuado si no tuviese que preocuparse por mantenerse sobre la silla de montar. Se acomodó nuevamente , luego murmuró para sí mismo. "Esta puta montura pareciera que hubiese sido engrasada con aceite de ganso."
De Clare hizo un sonido ahogado con su garganta y de repente desvió su mirada .
Los ojos de Roger se enfocaron en él . " Encuentras que eso es divertido?"
De Clare estaba mirando ausentemente hacia las colinas. No le respondió.
"Mírame cuando te hablo . El conde Merrick es mi amigo. Estás aquí conmigo a pedido de él. Y ahora estaremos atrapados juntos por los próximos dos años. Para bien o para mal . Y recuerda eso, hasta entonces, yo soy tu lord."
El joven caballero volvió a mirarlo . Tenía más la arrogancia que inteligencia . El tonto estaba sonriendo . "Si, mi lord ."
" No puedes ser tan idiota como para estar riéndote de mí."
"No, sir.”
"Entonces , de qué mierda te estás riendo ?"
"Me parece recordar que Thwack lustró tu silla de montar esta mañana."
"Ah,” dijo Roger, asintiendo con la cabeza . Ahí estaba la respuesta. Thwack era un muchacho de buen corazón , una especia de ahijado de Lady Clio, la esposa de Merrick. Thwack generaba accidentes desastrosos con la misma frecuencia que los conejos se procreaban .
"Apostaría a que usó grasa de ganso". De Clare todavía tenía la estúpida sonrisa en su cara . "¿Quieres que vuelca a Camrose y lo traiga?"
"No". Roger desmontó . "Lady Clio y Lord Merrick tendría mi cabeza en una bandeja si castigase al muchacho . No cabe duda , como de costumbre , que Thwack quiso hacer la tarea lo mejor posible ". Roger inspeccionó el terreno, luego agarró un puñado de hierba con la que comenzó a limpiar su montura .
"Si . Thwack es así ."

" Lástima que su empeño y sus buenas intenciones fallan y se convierten en un accidentes para alguno de nosotros." Roger terminó de limpiar la silla . " Esperemos que esto funcione , de otro modo enfrentaré la posibilidad de terminar tirado en el camino como un borracho de taberna ". Roger sacudió sus guantes. " No sería la posición más digna para un caballero del rey Edward , en particular uno que es representante directo del rey ." Roger montó su caballo.
De Clare estuvo en silencio por un momento, cuando Roger volvió a montar , y dijo, "Sir?"
“ Si ?"
" Respecto a Elizabeth ... "

Roger levantó una mano para interrumpirlo . "No ahora". Tomó las riendas de su caballo . " Mejor dicho, nunca. No quiero hablar de Elizabeth con vos o con cualquier otra persona. Espera aquí por el resto de los hombres." Roger espoleó su caballo y avanzó hacia las colinas cubiertas de hierbas, dejando a Sir Tobin de Clare y a los demás atrás.

Cabalgó cruzando las colinas mas bajas. Las malditas campanillas sonaban haciendo eco en sus dientes. Maldiciendo, arrancó la campana y la lanzó al aire como uno lanza el carozo de una manzana . La campanilla cayó entre los altos pastos para que alguna alma afortunada la encontrase.

Pero Roger no se preocupaba por la fortuna. Él había hecho algo para su propia buena fortuna y ahora sus dientes habían dejado de sonar. Gracias a Dios . El repentino silencio era casi mejor que una buena noche de sueño. Casi.

Se inclinó sobre su caballo gris mientras atravesaba el terreno, poniendo distancia con la campanilla . Sería el mas afortunado de todos los hombres si pudiese dejar atrás lo que realmente lo estaba torturando . De Clare sabía lo que molestaba a Roger. Pero Roger nunca lo admitiría delante de Tobin de Clare.
Elizabeth había roto la relación.
Era la primera mujer - excepto su madre y sus hermanas - que Roger jamas hubiese amado . Y la había amado desde que ella tenía quince años , había querido a la bella Elizabeth de Clare desde la primera vez que la había visto, en la fiesta de la Duodécima Noche , donde los dos había sido nombrados el Rey y la Reina de los Frijoles.
Había sido el destino el que hizo que hubiese recibido la rebanada del pastel que contenía el frijol? Para Roger eso había sido una acto de buena fortuna.

Pero su padre se había reía de esa idea y lo había llamado tonto, y luego se había negado a arreglar ese matrimonio . Durante dos años, Roger había intentado de todo . Pero el Barón FitzAlan no aceptaría casar a su único hijo con la hija del Conde Gilbert .
El día que Elizabeth Clare fue prometida a otro hombre , Roger había dejado de hablarle a su padre. El día de la boda, Roger había dejado Inglaterra para participar de los torneos de Francia, donde se había encontrado con su amigo de Merrick Beaucourt.
Habían pasado mucho años desde que el Barón FitzAlan y Roger habían cruzado sus caminos. Roger sólo regresaba a su hogar para visitar a su madre y a sus hermanas cuando estaba seguro que su padre no estaba allí.

Roger cabalgaba velozmente , intentando alejarse de sus propios demonios. La tierra temblaba debajo de los cascos del grupo de doce hombres y sonaba como los tambores de guerra hizo llenaban el aire justo antes de una batalla.
Una vez más Roger casi se resbaló de la montura , entonces apretó su muslos , ajustó sus talones a los estribos y se concentró en mantenerse en la maldita montura.
Llevaba una pesada cota de malla ese día, se sentía como si estuviese sometido a un instrumento de tortura . Pero mucho peor sería la armadura completa, que se sentía como si uno cargase un buey en la espalda.
Sobre su cota de malla llevaba una prenda con colores de la familia FitzAlan: un escudo de oro sobre un fondo azul con el emblema del primer FitzAlan en lograr ser nombrado caballero: un halcón negro sobre una siniestra barra negra , la marca de un bastardo.
Un hijo ilegítimo de Alan, Conde de Caux, el primer FitzAlan había ganado su título de caballero y las tierras gracias a su astucia y a su espada, luego había tenido la buena suerte de casarse con la hermana del rey inglés y se había dedicado a producir herederos legítimos y generación tras generación la familia había mantenido estrechos vínculos con la Corona de Inglaterra.
Roger llevaba con orgullo los colores y el emblema de los FitzAlan, pero había alterado el escudo de su padre. Había invertido los color colores del marco y del fondo en un acto de desafío público que proclamaba que él no era como el Barón Sander FitzAlan.

El caballo de Roger aceleró su marcha . El se dio cuenta que todo su cuerpo estaba tenso con sólo pensar en su padre.
Una fracción de segundo más tarde Roger se rió amargamente , era irónico el hecho que el mero pensamiento de su padre todavía pudiese hacerlo sentir algo . No quería sentir desprecio, ni ira ni enojo . No quería sentir nada por su padre . Sin embargo, parecía que sus risas y sus burlas todavía flotaban en el aire a su alrededor.
Roger enfrentó con su rostro el aire frío como si se tratase de probar que no se debilitaba ante esas cosas mundanas y humanas como el agotamiento y el dolor .
Cabalgar sin yelmo en el aire fresco del otoño lo mantenía despierto.
Cabalgar sin yelmo hacía que el viento frío volase todos los pensamientos que era mejor mantener a distancia.
Cabalgar sin yelmo en las fronteras galesas era peligroso, pero era algo que su padre nunca habría hecho. Entonces Roger lo hacía.


Una figura sobre un caballo se erigía contra el horizonte occidental. Ni el caballo ni el jinete se movieron, pero el sol atravesó una nube blanca y mostró mas claramente del jinete.

El jinete levantó una mano, para bloquear la luz del sol, y luego miró a Sir Roger FitzAlan atravesando las colinas galesas . El cabello de Roger brilló como un centavo de cobre mientras descendía por el valle de Brecon, al norte del gran bosque de Brecon .
Estás tomando lo que no es tuyo , Roger FitzAlan. Y yo juro que voy a verte muerto por eso . Voy a verte muerto.

Pero el jinete no fue tras Roger , sólo se quedó sentado encima de su caballo sobre la colina desde donde se podía ver todo el paisaje , , desde las montañas hasta el mar distante, y cuando Roger se convirtió en un punto negro en la distancia, el jinete levantó un puño al cielo y se rió .

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