domingo, 5 de octubre de 2008

LA TRAMPOSA - CAPITULO 20

Capítulo 20


¿Yo ? ¿ Vos? ¿El brazo recto y honesto de la ley?” La voz de Desirée tenía un tono sarcástico mientras traía la cena a la mesa. Pero ante su silencio, ella se dio que él hablaba en serio. Ella colocó la fuente y le lanzó una mirada desconfiada. “¿Nicholas, qué has hecho ?”
No podía contarle . No después que había estado alardeando acerca su reforma moral . Nicholas se encogió de hombros. “No es nada , realmente.”
Ella se inclinó hacia adelante y murmuró conspirativamente, “ No robaste algo, verdad ?”

Él frunció el ceño. “No.”

“Hiciste trampa en una mesa de juego ?”
“¡No!”
La muchacha persistente no iba a rendirse. Ella lo fulminó con la mirada . “Lo descubriré tarde o temprano, Nicholas. Sabes que lo haré.”
“’La conversación no es apropiada para la mesa de la cena.”
Ella se sentó en el banco, su ojos , muy anchos. “ No . . . ¿Asesinaste a alguien , verdad ? Digo. . . aparte de lo usual. . .”
Él frunció el ceño . “No.” Nicholas levantó la daga, teniendo intención de cortar una porción abundante de pescado. “No exactamente.”
Ella repentinamente le alejó la bandeja de su alcance. “¿No exactamente? ¿Qué significa eso?”
En contra de su voluntad , su boca se curvó con diversión mientras recordaba su astuta treta .
Ella arqueó una ceja . “ No tendrás la cena hasta que me digas. Todo.”
Más hambrientos que atacado por el remordimiento, Nicholas accedió. Mientras relataba los detalles, los ojos de Desirée brillaron intermitentemente con travesura, diversión, y - Dios salve su alma pecaminosa - con admiración.
“Déjame entender bien esto, ” ella dijo. “¿Golpeaste con los puños a un pedazo de carne de un animal ?”
“Sí.”
“¿Y les dijiste que era el muchacho?”
“Sí.”
“¿Y te creyeron ?”
“Sí.”
“ Es brillante ! ” ella gritó, poniendo la bandeja en el centro de la mesa.
“Es ilegal, ” él argumentó, negando con la cabeza como censurándose a sí mismo.
“Es justo , ” ella replicó, riéndose con deleite. “Admítelo. ¿ El engaño no te causó placer?”
Él se encogió de hombros, sirviéndose el pescado .
Ella se apoyó mas cerca. “Vamos. Confiésalo.”
“ Tal vez , ” él admitió.

Ella sonrió abiertamente. “ Fuiste más listo que los demás y le salvaste la vida a un muchacho inocente.”
“Pero uno no puede ejecutar la ley con su propio criterio y con su propia mano , no puede ser así para siempre.”
“¿Por qué no?”
“ Está. . .” Él frunció el ceño. “... mal .”
Ella arqueó una ceja . “ Dijiste que era la cosa correcta que se debía hacer.”
Nicholas suspiró. Desirée confundía sus ideas, no sólo por el modo en que ella daba vuelta sus palabras, sino por el modo en que ella tenía lo miraba , sus ojos era un destello de luz y su sonrisa encantadoramente maliciosa. “ Eres una mala influencia para mí.”
Ella le dio una sonrisa astuta, murmurando, “ Te convertiré en un delincuente.”
Él frunció el ceño . Eso era exactamente lo que él temía.
“Tengamos nuestra cena, ” ella sugirió. “Luego si Quieres , te enseñaré los trucos más finas de robo de bolsillos .”
“No deseo aprender como robar el dinero de la gente .”
“ Y Qué hay de los codiciosos lame culos de los barones que explotan a los pobres granjeros muertos de hambre?”
Nicholas gruñó.
Ella lo miró con inocencia. “Por ejemplo.”

Él quería decirle que ella era una muchacha deshonesta , que había estado criada con principios morales errados y que iba a terminar en el infierno con esa línea de razonamiento. Pero la verdad era que Desirée tenía un buen punto. ¿Qué era la justicia, después de todo? ¿Era lo que la corona inglesa establecía como correcto? O lo que Dios decretaba era justo y compasivo?
Nicholas le dio una sonrisa maliciosa. “ Fue placentero ver la expresión de shock en la cara del molinero.”
Ella separó unos pocos bocados de pescado para Azrael, quien se paseaba entre sus pies. “ Tomas muy en serio la letra de la ley. Tu corazón sabe que es lo correcto. Tal vez del mismo modo que yo supe que no era correcto robar esas monedas el hoy.”

Nicholas inclinó la cabeza, luego se rió ahogadamente.
¿Debía escuchar los consejos de una ladrona? Una ladrona reformado, él se corrigió.
Sin embargo él no podía confiar completamente en su corazón. Después de todo, su corazón le había dicho algunas cosas muy alocadas últimamente. Cosas como que le gustaría establecerse en la vida . Tomar una esposa. Criar una familia.
Todo era culpa de Desirée. Tenerla en su casa le había demostrado claramente lo que se había estado perdiendo . Esa zorra irreverente era una compañera perfecta para él.
. ¿Cómo podría dejarla partir?
¿Cómo podría mantenerla prisionera en su mundo sombrío?

Desirée colocó la cinta deshilachada sobre la cabeza de Copo de Nieve mientras ella y Nicholas estaban sentado delante del fuego. El gato jugó un poco con la cinta , luego se echó a su lado, demasiado lleno por la cena como para jugar.
Ella se rió. “ Se cansó de ser un gato.” Ella levantó la cinta para atarse el cabello. “¿ Y vos, Nicholas? ¿Estás cansado de ser un funcionario?”
“¿Cómo ?” Él extendió la mano para rascar el estomago de Copo de Nieve .
“ Digo, verdaderamente disfrutas tu trabajo?”
Él frunció el ceño. “ No es un trabajo para ser disfrutado.”
“ Entonces , ” ella dijo, terminando el moño, “ por qué no dejas que otra persona lo disfrute?”
“ No es tan simple.” Copo de nieve lanzó un zarpazo a su mano . “¡Ay!”
“Oh, sí lo es . Yo lo he hecho. He cambiado . En el periodo de dos semanas, he pasado de ser una delincuente vagabunda a una criada eficiente .” Ella le guiñó el ojo.
Él sacudió la cabeza . “No entiendes.”
“¿Qué no entiendo?”
Él suspiró. “Tengo una reputación. Soy Nicholas Grimshaw, el funcionario de Kent.”
Ella bufó. “ Copo de Nieve no sabe que eres un funcionario . Él piensa que eres el rey de los gatos.” Como para probar su devoción, el gato comenzó a rozarse contra su muslo. “ Yo tampoco pienso en vos como un funcionario . Pienso en vos como. . . el hombre al que derroto en las damas todas las noches.”

“El hombre a quien engañas en las damas todas las noches.”
Ella se acercó a él y su rodilla casi rozaba la rodilla de él . “Sabes , si cambias tu profesión, ” ella dijo, estirándose hacia adelante para intentar atar las cintas sueltas de su camisa, “ Podrías conseguir la esposa que el destino te prometió.”
Él levantó una mano defensivamente , deteniéndola.

Ella lo regañó con una mirada , palmeando su mano para que la bajara . Pero mientras tomaba las cintas para hacer un nudo , una idea completamente diferente pasó por su cabeza. Se Había sentido tentada por ese triángulo delicioso de piel durante toda la noche. En lugar de cruzar las cintas, ella las abrió , dejando al descubierto su pecho.
Lo miró el tiempo suficiente como para que un estremecimiento de deseo le recorriese el cuerpo .
Pero cuando ella estudió sus ojos otra vez, algo poderoso y peligroso ardía allí, algo tan potente como brasas en la chimenea.
Nicholas la deseaba.
Ese conocimiento causó una puntada de anhelo en su pecho, como una flecha perforando su corazón, un ansia que se propagó a través de su cuerpo tan rápidamente como un fuego en un campo seco, haciéndole arder los pezones y la carne entre sus muslos.
Debería haber tenido miedo. Nicholas clavó sus ojos en ella como si pudiese marcarla con sus ojos.
Pero en lugar de miedo, ella sintió una exaltación curiosa. Su corazón acelerado, y un hormigueo extraño comenzó en la boca de su estómago.
Nicholas la deseaba . Y, por todos los santos, ella lo deseaba a él.
Desirée soltó una de las cintas y colocó una mano plana sobre su pecho. Su piel era mas cálidamente seductora de lo que había imaginado, y podía sentir su respiración temblorosa bajo la palma de su mano. Sus fosas nasales se inflamaron, y un músculo se tensó en su mandíbula.
Pero no tenía miedo. Estaba entusiasmada.
Sosteniendo su mirada fija, ella deslizó su mano lentamente y descaradamente dentro de su camisa.

Sus ojos se ampliaron, pero ella continuó, deslizando su palma sobre la piel tersa. Conteniendo el aliento, ella rozó sus dedos sobre su pezón, y sus ojos se ensombrecieron en respuesta. Nicholas emitió un gemido suave mientras se ponía rígido bajo su toque.
Él ahogó una respiración entre sus dientes y agarró su muñeca .
Era una advertencia. Pero Desirée rara vez prestaba atención a las advertencias.
Su corazón galopaba con intrepidez, lentamente ella zafó su muñeca capturada , trayendo su mano hacia adelante. Ella la abrió la palma e hizo que Nicholas posara su mano sobre el pecho femenino
“ No deberías. . .”
Ella devolvió su mirada intensa con una mirada de lujuria imperturbable. “ Lo Sé.”
Luego ella volvió colocar su palma y acarició su pecho.
Un sonido vino de él, casi como un gruñido de dolor, y él miraba su mano , como si realmente no pudiese entender cómo había llegado a estar allí.
Después de un momento delicioso, él trató de retirarse pero ella no lo permitiría.
Ella cubrió su mano con las dos de ella. Una mujer empecinada con salirse con la suya. Desirée mantuvo su mirada atrevidamente en sus ojos y lentamente forzó su mano a ir más allá y más abajo dentro del escote de su camisa, hasta que Nicholas abarcó completamente unos de sus pechos.
Él exhaló con fuerza, cautivo contra su voluntad
Sus párpados se pusieron pesados mientras ella gozaba el calor de su palma. Sus dedos acunaron perfectamente la curva de su pecho mientras ella sujetaba su mano cerca de su corazón.
Luego Nicholas comenzó a acariciarla por propia iniciativa.
Con una ternura ella nunca hubiese esperado, él movió su pulgar sobre su piel. Apretó su pezón muy suavemente, y ella se quedó sin aliento ante la fricción tierna de sus dedos callosos contra su pezón. A pesar de la sutileza de su caricia , su cuerpo respondió con una prisa impresionante.
Cada nervio pareció cobrar vida inmediatamente . La lujuria encendió el fuego de su carne e inundó sus venas con una necesidad imperiosa. Ella gimió mientras el deseo la invadía .

No podía reunir ni la determinación ni la fuerza para detenerlo . Su toque más que saciar la sed de curiosidad dentro de ella. Aumentaba su deseo.
Con un suspiro jadeante , ella se inclinó hacia él, cerrando la brecha entre ellos para posar labios hambrientos sobre los de él.
Ella había saboreado beso con desesperación antes. Los hombres a menudo la robaron los besos con una prisa frenética, seguros de que serían castigados al siguiente momento de su contravención. Y siempre lo eran.
Pero esta vez . . . No había desesperación. Había necesidad, un deseo muy arraigado, una emoción llena de riesgos muy poderosos . Era como ser arrastrada dentro de un remolino.
Y ella tenía pocas ganas de resistirse. Era una corriente en la cual gustosamente se ahogaría.

Él la besó con un fervor dominante, separando sus labios con los suyos, explorando los rincones más íntimos de su boca.
Los oídos le latían con fuerza. Sus pezones se tensaron. Su corazón latía locamente . Y un foco de necesidad se encendió entre sus muslos.
Ella deseaba . . .
Mierda , no sabía lo que deseaba.
Jadeante por el beso , y aún hambrienta por más, Desirée se arrodilló dentro del círculo de sus piernas, enterrando dedos en su cabello, inclinando su cabeza para ganar mejor acceso a su boca. Sus lenguas se enmarañaron , y ella gimió contra sus labios. Madre de Dios , nunca había saboreado una ambrosía más dulce.
Ahora sus manos vagaban por sus pechos, apretando, acariciando , estimulando sus pezones hasta que ella se quedó sin aliento por el deseo .
“Oh, Dios Mío, Desirée.”
Él la sentó sobre sus muslos, luego resueltamente deslizó su mano bajando su escote hasta la cintura. Él metió su mano yendo hacia abajo y continuó con sus caricias. Desirée contuvo su aliento cuando Nicholas iba más cerca y más cerca del lugar donde mas sentía deseo.
Nunca había dejado que un hombre la tocase allí, y muy pocos habían hecho el intento. Se había vuelto una reacción instintiva en ella cerrar fuertemente sus piernas ante la primera señal de ese intento. Sin embargo, esta vez, bajo la acometida de los besos intensos de Nicholas , sus muslos se abrieron dándole la bienvenida a las caricias intimas.
Cuando él exploró entre sus piernas, ella se arqueó contra su palma, y pareció que su cuerpo iba a explotar de fiebre. Se presionó con fuerza contra él, desesperada por aliviar el ardor allí.
Él la acarició lentamente , y ella acomodó sus caderas para darle lugar, mientras se besaban apasionadamente .

Gradualmente, Nicholas levantó la tela de su vestido, dejando al descubierto sus piernas, y ella no hizo nada por detenerlo .
Cuando sus dedos entraron en contacto con su carne desnuda, una oleada de calor la invadió , sonrojando sus mejillas, cortándole la respiración, estremeciendo su sexo . Ella gimió con horror, y por un instante horrible, él retiró su mano.

* * *
Nicholas apretó sus dientes. Sabía que había ido demasiado lejos. Mierda , había ido demasiado lejos cuando la había besado por primera vez. Nunca debería haber dejado que ella lo tocase.
Pero Desirée era imposible de ser resistida. Había pasado demasiado tiempo desde que había tenido una mujer.
Y nunca había tenido una mujer tan bella. Y dispuesta . Y la sangre tan caliente.
Pero había llegado demasiado lejos. . . Demasiado lejos para detenerse. Desirée estaba sin aliento y gimiendo su queja, su frente tensa por la acumulación de deseo. Un minuto mas , y ella estaría aferrándose a su camisa y demandándole que continuase. No podía dejarla insatisfecha.
Tenía que terminar lo que había comenzado . Sólo esperaba acordarse cómo se hacía.
Nicholas Lamió dos de sus dedos, instantáneamente se excitó con el sabor a excitación femenina en ellos, mientras Desirée lo observaba a través de sus párpados pesados. Luego Nicholas metió su mano entre los dulces pliegues debajo su vientre, acariciando suavemente a sus punto más sensitivo.
Con un jadeo de shock , ella se colapsó contra su hombro. Él apoyó su mejilla contra su cabello sedoso mientras continuaba acariciándola tiernamente entre sus muslos. Nicholas cerró sus ojos, le y escuchó las sílabas mudas de pasión mientras ella mecía sus caderas en respuesta a su toque.
Desirée gimió débilmente bajo sus caricias, como si él la estuviese torturando, y él pudo adivinar que ella no resistiría por mucho tiempo esas caricias antes de rendirse a la pasión.

Cada suspiro que ella lanzaba contra su oído le causaba un estremecimiento de lujuria en sus huesos.
Dios lo ayudara , Nicholas esperaba que ella terminase rápidamente, pues su ropa interior estaba a punto de explotar, y no sabía cuánto tiempo podría resistir en esa tormenta de lujuria.
Ni cuanta la cerveza se vería obligado a beber para olvidar su deseo .
Otro momento, él pensó, mientras ella se tensaba sobre sus muslos, y todo estaría terminado.
Otro momento, y él estaría libre.
Pero Nicholas no contaba con la inclinación de Desirée a cometer travesuras. Para el momento en que ella metió su mano entre sus piernas, acariciando descaradamente su miembro , era demasiado tarde para refrenar a la bestia rebelada.
Desirée no sabía qué la impulsaba a hacer semejante intrepidez. Pero el gemido de Nicholas mientras ella lo acariciaba la llevó al borde del éxtasis.
Nunca había sentido una sensación tan poderosa . Era tan sorprendente como meterse en un lago de agua helada de pleno invierno, una sensación que la dejaba absolutamente jadeante. Y al siguiente momento, parecía como si se hubiese sumergido en un maravilloso bañado caliente . Desirée se estremeció con el poder de liberación del placer , gritando su asombro.
Por mucho tiempo, no hubo en el cuarto ningún sonido mas que el chisporroteo del fuego y su respiración jadeante mientras ella se recobraba de su lujuria y alimentaba la de Nicholas.

Era una sensación extrañamente poderosa, tener a un funcionario temible literalmente dominado por las bolas . Pero ella sólo sentía un deseo de devolver su favor y darle tanto placer como él le había causado.
Sabía lo que tenía que hacer. Había observado a las prostitutas en callejones. Era una cosa sencilla.

Reticentemente ella sacó su mano , y lo urgió a recostarse hacia atrás hasta que su espalda se apoyó contra la pared detrás del banco , luego ella se arrodilló delante de él.
Mientras Nicholas la miraba con la mandíbula apretada y una frente surcada por arrugas, ella le dio una sonrisa seductora y comenzó a desatar los cordones de su ropa interior . Su cabeza cayó hacia atrás, golpeando contra la pared con un ruido sordo , mientras Nicholas la dejaba salirse con la suya .
El funcionario la vigilaba a través de sus pestañas mientras ella cuidadosamente liberaba su miembro . Su tamaño era mucho más impresionante de lo que ella había imaginado. Emergió de un nido exuberante de rizos negros, la piel caliente, tersa y vibrante. Cuando ella pasó su pulgar sobre su extensión , él respondió con una estocada suave de sus caderas.
Repitiendo el gesto anterior, ella pasó su lengua lentamente sobre sus propios sus dedos para mojarlos, luego lo tomó tiernamente dentro de su palma.
Nicholas gimió indefenso mientras ella lo enfundaba en su mano. Se sintió al mismo tiempo fuerte y vulnerable dentro de su palma. Sus caderas empujaban hacia arriba, guiando sus movimientos, y ella rápidamente aprendió el ritmo de su deseo.
Pronto sus dedos se aferraron la banco , y su cabeza se ladeó a un costado.
Era una emoción intoxicante, un tormento dulce de pasión que le calentaba la sangre. Otra vez, Desirée pensó . Como una glotona que acababa de levantarse de la mesa de un banquete y sólo deseaba otro, el cuerpo le pedía sentir el éxtasis otra vez.
Por un momento descabellado, Desirée se preguntó qué haría Nicholas si ella dejase de lado toda cautela, y lo recibiese dentro de su vientre para completar el acto.
Afortunadamente, no tuvo otro instante para considerar la idea . Con un grito primitivo, Nicholas se puso rígido , arqueándose en su mano una y otra vez, derramando su semilla.
Finalmente se colapsó contra la pared, lanzando resoplidos como los de un garañón sin aliento.

Cuando Desirée estudió su frente húmeda, sus fosas nasales activas, su pecho agitado , ella sintió una ola inexplicable de felicidad. Lo había hecho. Le había dado placer al funcionario de Kent.

Ella sonrió, como un gatito que veía un tazón de crema, y su voz se puso ronca cuando murmuró , “ Esto es mucho más entretenido que un juego de damas.”
Nicholas no pudo evitar una risa ahogada ante su comentario, pero él sabía que había cometido un terrible error . Nunca debería haberse tomado semejantes libertades. Ni permitírselo a ella.
Para Desirée, él probablemente era uno mas de la larga línea de hombres que aceptaban sus favores.
Pero Nicholas no podía recordar la última vez que le había dado placer a una mujer en sus brazos ni la última vez que una mujer le había dado placer. Pasaría una eternidad antes que pudiese olvidar los gemidos dulces de ella en el momento de la liberación y sus propios estruendosos gemidos .

Ella podía considerar lo sucedido esa noche meramente como otro tipo de entretenimiento , pero Nicholas no podía hacerlo . En poco tiempo Desirée dejaría su casa y seguiría su vida sin arrepentimientos ni recuerdos . En cuanto a Nicholas, maldito fuese su tonto corazón, nunca la olvidaría. De alguna manera se había enamorado desesperadamente de esa muchacha.