domingo, 26 de octubre de 2008

SALVAJE -CAPITULO 13

Capítulo 13

Oh , qué le sucede al caballero
Que se lo ve solo y pensativo ?
Ha conocido a una dama absolutamente hermosa ,
La mas bella muchacha ,
Su cabello es largo, sus pies delicados,
Y sus ojos son salvajes.

John Keats



Las palabras no salían de su garganta.

Roger yacía sobre el colchón intentando de encontrar su voz perdida. Si intentaba habla con rapidez, los sonidos eran incomprensibles como agua burbujeando entre las rocas. Si hablaba despacio, las palabras recuperaban su forma pero sonaban como gruñidos , y no se parecían en nada a palabras. A pesar de que podía sentir la reverberación de la voz en su pecho.
Azotó su puño contra el piso de tierra y cerró los ojos con tanta fuerza que le dolió . Sus oídos latían por el enojo que sentía, ese enojo corría por su cuerpo es como si fuera parte de su sangre.

Estaba en esa cabaña , como un tullido que no podía hablar, que sólo podía renguear y no caminar . Siempre había creído que podía lidiar con cualquier enemigo, ya que eso es lo que había hecho en los campos de batalla y en los torneos. Siempre había tenido la arrogancia necesaria para ser un caballero, pues los hombres que vivían en guerra tenían una firme creencia, en el fondo de sus almas, se sentían invencibles.

Él no era invencible. La verdad lo había golpeado rápidamente y sin ningún tipo de piedad , un trago amargo debía beber , el trago tenía el sabor de algo que cualquier hombre orgulloso odias, tenía el sabor a cobardía.

Entonces yació allí por un tiempo, con su confianza debilitada , su mente llena de enojo y auto conmiseración . Se sentía derrotado. Ese sentimiento se había iniciado como una grieta en su orgullo y se había extendido rápidamente hasta consumir su mente y su corazón. Le erizaba la piel y lo hacía temblar de vergüenza e ira. Le hacía arder los ojos por la humillación y parecía drenarle todas sus fuerzas .
No se suponía que un hombre como él sintiese las cosas. Orgullosos y fuertes. Guerreros. Eso era lo que se suponía que los hombres eran.
Teleri entró la cabaña en ese momento , en el peor de todos los momentos posibles.
"Buenos días , Inglés." Ella se detuvo y lo miró con su ojo sano, su postura arrogante , un puño plantado en su cadera. "Todavía acostado, veo".

Él no hizo nada, sólo la miró parada en el umbral de la puerta, su voz sonaba alegre y optimista , mientras él todavía estaba sumergido en la oscuridad de sus sentimientos . El cerdo entró y le olisqueó los pies . Ella lo alejó con un palo que tenía en una mano.
"Te he traído esto." Ella extendió el palo.
Él notó entonces que no era la horqueta. Parecía ser la rama de un olmo, larga y fuerte con una V en la parte superior donde la rama había estado unida al tronco.
"Una muleta", ella explicó como si él no tuviese cerebro como para descubrir de que se trataba .

"No me mires como si quisieras hervirme en aceite, inglés. Vos no podes hablar, por lo tanto yo no sé si me entiendes. Si no quieres que te explique mis ideas y mis acciones , luego sacude la cabeza, levanta la mano, o haz algo de manera que yo sepa que me entiendes. "
Era brujita atrevida y bocona teniendo en cuenta que ella no tenía la horqueta para defenderse . Una parte perversa de él se preguntó qué haría si él lanzase en cuatro patas y la agarrase por las piernas.
Cuando él no hizo nada para tomar la muleta, dijo, "Es un día cálido afuera . Deberías salir".
Él no respondió rápidamente, pero finalmente sacudió la cabeza.
Ella mordió su labio por un breve instante, su coraje iba desapareciendo.
Roger se preguntó si ella se daba cuenta que, es a mujer de repente ya no parecía tan valiente como sus palabras.

"Si quieres andar por acá , necesitarás esto . Yo no puedo obligarte a usarlo , entonces la voy a salir aquí." Ella apoyó la muleta contra la pared, le lanzó un vistazo extraño que contenía disgusto y pena, luego se dio vuelta , con el cerdo olisqueando impacientemente sus faldas mientras ella salía por la puerta abierta.

No supo cuánto tiempo estuvo acostado allí, mirando fijamente la muleta, sin saber si quería romperla o usarla. Desvió la mirada entonces, molesto con todo en general. Estaba sentado con su espalda apoyada contra la pared y sus manos apoyadas sobre sus rodillas levantadas, luego hizo una mueca y extendió la pierna del pie herido delante de él.

Luego se dio vuelta y estudió la muleta. No tenía voz, pero podría haber jurado que había oído al objeto llamándolo , diciéndole cobarde, cobarde ……… cobarde
Era una tontería. Sólo era un pedazo de madera.

Intentó algo diferente, pronunció cada insulto vil que podía recordar, pero a sus oídos sonaban como débiles gemidos y súplicas en lugar de malas palabras dirigidas a todos los santos.
Desvió la mirada , su mandíbula tensa, los puños cerrados. Luego encontró que su mirada nuevamente era atraída por ese pedazo de madera .
Un palo apoyado contra la pared lo miraba fijamente .
Cuando no podía soportar eso por más tiempo, se arrastró hacia la muleta.

Unos coles estaban perfectamente alineados en el lado oeste de la cabaña, donde daba la luz del sol. Teleri se agachó para examinarlos. Un momento después el cerdo salió del arroyo y corrió hacia las filas de repollos , pisoteándolos , olisqueándolos y siendo mas molesto que una plaga de mosquitos .

" Cerdo ! Fuera de aquí !" Ella lo espantó con las manos , luego recogió las hojas aplastadas y sacudió la tierra de los repollo que el cerdo había pisado.
Las coles habían crecido y sus hojas se estaban abriendo .
Ahora todo lo que necesita hacer era impedir que el Cerdo destruyese el jardín. Teleri se dio vuelta y lo vio . Él estaba sentado en el patio, sus patas estiradas delante de él y su hocico entre ellas. Sus ojos cerrados.
Sin duda él estaba soñando, seguramente con coles y nabos. Teleri sacudió la cabeza y su mirada se dirigió mas allá del arroyo.
En el prado , el caballo estaba pastando mientras el Halcón estaba apoyado sobre su lomo , sus alas estaban extendidas como si estuviera punto de tomar vuelo, algo que él nunca había hecho, pues el Halcón no volaba.

Ella había encontrado al halcón y con el caballo herido y había traído al ave a la cabaña . Halcón se había quedado en su casa desde entonces, convivía amigablemente con otros animales, algunos de los cuales deberían haber sido sus presas naturales. Pero él pasaba sus días posado en los lomos del cerdo o del caballo. A veces se colgaba de la cola del caballo y se hamacaba.
Sacudiendo la cabeza, Teleri arrancó un repollo gordo para la comida y lo dejó a un lado, luego se inclinó para verter un cubo con agua en la tierra oscura alrededor de las coles. Luego se puso de rodillas, y se estiró hacía donde estaban las zanahorias y los nabos, removió los terrones de tierra, luego se incorporó y colocó el repollo en una cesta de mimbre que ya estaba llena con bayas, hortalizas e hierbas recién cortadas.

Luego sacudió la tierra de su túnica , donde la húmeda tierra húmeda había formado dos círculos marrones a la altura de sus rodillas. Levantado el borde de la falda examinó los pies descalzos.
Tenía barro entre sus dedos de los pies y hasta en los tobillos. Se bajó la falda y con la manó tiró hacia atrás una mechas de cabello rizado, que le caían sobre la cara. Hasta tenía barro en las manos, también. Usó el delantal corto delantal para limpiarlas pero sólo logró ensuciarlo con barro.
Teleri miró fijamente las palmas sucias y arrugó la nariz. Necesitaba lavarse el cabello y bañarse. El arroyo estaba tan cerca y hacía bastante calor .
Miró la ventana de la cabaña y escuchó , preguntándose si el inglés seguiría acostado . No se oía ningún sonido, entonces dio dos pasos y muy cuidadosamente espió dentro la cabaña.
El estaba en cuatro patas, la muleta extendida al lado de él.
Ella contuvo el aliento .
Él avanzó apoyándose en sus rodillas , luego agarró la muleta y la usó para ayudarse a ponerse de pie.
Lo hizo! Ella bajó la cabeza rápidamente, por temor a haber hablado en voz alta. Ella se quedó agachada debajo de la ventana por un momento, una mano cubriendo su boca. Había pasado la mayor parte de la mañana haciendo esa muleta. Quería que le fuese útil a él.
Hubo un golpe suave . Ella lo escuchó gruñir. Lentamente Teleri levantó nuevamente la cabeza de modo que sólo sus ojos estuviesen a la altura del alféizar de la ventana. Él estaba sentado en el piso , la muleta caída a su lado, y la estaba mirando ferozmente
Lo intentó una vez más, su rostro tenía una expresión decidida y feroz. Primero se puso de rodillas y luego de pie.
Lo logró ! Teleri dejó salir el aliento contenido y sonrió .

Él no sonrió como ella hubiera hecho , no dejó escapar un grito de triunfo , sino que se quedó de pie allí, con el pecho hinchado como el Halcón hacía cuando sentía placer.
Inglés arrogante. Teleri sonrió con orgullo


Roger se dio vuelta y rengueó furiosamente hacia la puerta, donde tuvo que agachar la cabeza para no chocarse con la parte superior del marco de la puerta . Aún estaba enojado, enojado porque sentía que había recuperado su vida, pero que había perdido su capacidad para hablar , por lo menos para decir algo más que un gruñido.

Roger se quedó parado afuera por un momento, no se había dado cuenta hasta de cuanto necesitaba el aire fresco, y más aún, él pensó, que necesitaba privacidad. Miró a su alrededor buscando los arbustos más cercanos y más densos , donde pudiera aliviar sus necesidades fisiológicas.
Empezó a avanzar, su muleta se deslizaba en la tierra blanda. Luchó con ella, luego pudo avanzar con más facilidad porque la tierra es más dura al acercarse a los arbustos.
Le tomó un momento darse cuenta que ella estaba allí , moviéndose con él, dos pequeños pasos atrás de él .
Roger la miró , y luego dio otros dos pasos.
Ella caminaba junto a él.
Él se detuvo y le frunció el ceño . Seguramente no creía que iba a acompañarlo ?
Él dio otros dos pasos.
Ella dio dos pasos .
Roger no se movió , pero la miró . Cuando ella le devolvió la mirada, él sacudió su cabeza.

Por un momento ella lo miró como si estuviese confundida. Luego su ojo sano se abrió ampliamente . Ella no pudo ocultar su sonrisa , aunque fue lo suficientemente sabia como para no hacer un comentario .
Hirviendo de furia , Roger se dio vuelta y comenzó a avanzar cojeando.
"No es algo que yo no haya visto antes, inglés," dijo ella, caminando a su lado nuevamente .

Él plantó la muleta en la tierra con tanta velocidad como pudo. Estaba enojado . Pero no estaba seguro que lo molestaba más, el hecho de que ella quería acompañarlo a un lugar privado o el hecho que ella alegase tener un conocimiento íntimo de los hombres. Cosa que no debería importarle en lo absoluto.

"Inglés!"

Él se detuvo, apretando su mano sobre la muleta, y se dio vuelta lentamente para mirarla.
Ella estaba unos metros detrás de él, sus manos plantadas en las caderas y su mentón levantado en el aire . "¿Quién crees que te atendió cuando estabas enfermo?"
Roger la ignoró , y se volvió rápidamente y rengueó alejándose porque no quería que ella viese su rostro ponerse rojo como un tomate.

Mierda, él era un caballero. No un adolescente que se enrojecía cada vez que estaba cerca de una mujer. No sabía por qué se sentía avergonzado, a menos que cuando lo habían colgado también le hubieran hecho perder su masculinidad.
Mierda . Miles de mujeres lo había visto desnudo . No tenía nada de que avergonzarse. Si , tenía un falo entre las piernas . No era algo fuera de lo común para un hombre.

"En verdad, Inglés, la tuya no es diferente de cualquier otra que haya visto", dijo ella como si tuviese toda la experiencia del mundo respecto a hombres y miembros.
Roger siguió avanzando.
"Pero supongo que la tuya es algo diferente", ella le gritó.
Diferente ? Él la ignoró y se dirigió a los árboles.

"Es más pequeña que la mayoría".
Él se detuvo de repente como si hubiese echado raíces en el suelo. Lentamente se dio vuelta .
Ella no estaba sonriendo. Él podía ver que la cara que ella era completamente seria.
Más pequeña? Sus ojos se estrecharon y su aliento salió con el sonido de un silbido.
Se puso aún más seria cuando agregó, "Caballo lla tiene mucho más grande."

Él se quedó atónito . No estaba seguro si sentirse aliviado por lo había comparado con un semental. A ningún hombre le gustaba que le dijesen que la tenía cota.
Mierda. Eso no tenía ninguna importancia. Ella no iba a acompañarlo a los matorrales . Él extendió una mano y señaló con el dedo hacia el prado.

Ella lo observó , luego a su dedo, y volvió a mirarlo a la cara nuevamente . "Quieres que me vaya."
Él asintió.
"Estás seguro que no me necesitas?"
Él no dijo nada, sólo clavó sus ojos en ella en una señal de advertencia .

"Bien." Ella suspiró, y luego añadió . "Haz lo tuyo entonces . La letrina está detrás de los árboles. Allí. Después que entres en los arbustos sólo tienes que seguir dirección de tu nariz apuntando al bosque."
Roger se dio vuelta entonces, unos insultos se atragantaron en su garganta, pero salieron como más gruñidos.
"Voy a quedarme por aquí si me necesitas," ella le gritó con una voz alegre que sólo empeoró su mal humor.
Necesitarla? Él se metió lo mas rápido posible hacia el terreno en el bosque donde los árboles y los arbustos eran más densos.
Él no estaba dotado como un caballo, pero nunca había tenido ninguna queja. La mayoría de las mujeres se llevaban una agradable sorpresa cuando lo veían desnudo por primera vez, Roger pensó con orgullo, rengueando a través de los árboles y los arbustos a una buena velocidad.
Cualquiera con experiencia sabía que no se trataba del tamaño, sino de lo que uno hacía con el miembro . Y él era un hombre que sabía cómo manejar sus dos espadas.
"Inglés!" ella le gritó . "¿Cuánto tiempo piensas que tardarás?"

¿ Ella era infradotada ? El no podía hablar y mucho menos gritar . Rápidamente se ató los pantalones - antes que ella decidiese unirse a él, y volvió rengueando hasta que pudo asomar su cabeza fuera de los arbustos espesos.
"Oh! . No puedes responderme , ¿verdad?"
Él sólo la miró ferozmente .
"Oh", ella dijo una vez más mientras lo miraba con la primera señal de pudor . "Voy a dejarte solo entonces." Finalmente, ella se volvió y caminó hacia el puente de piedra.
Roger gruñó entre dientes todo el tiempo mientras terminaba el asunto que lo había traído a los matorrales .
Muy corto? Era más grande que su propia mano. Y en los próximos segundos se quedó allí… mirando su miembro .


Teleri se cruzó la pradera, riéndose porque el caballo la empujaba con su hocico. Se trata de un juego que hacían en los días de sol brillante como ese día . Él la siguió como un cachorro, paso por paso, desplazándose cada vez que ella lo hacía, y cuando ella se detenía, él la empujaba con el hocico para que avanzara hacia delante, y luego agitaba la cabeza y las crines como si se estuviera riendo de ella.

Pronto , cansado del juego , el caballo se marchó al trote para comer unas hierbas blandas que le parecían más atractivas. Los animales no son como las personas. Los animales se movían por la vida impulsados por una necesidad a la vez. Ellos no necesitaban todo al mismo tiempo , sólo lo necesario ese momento único.

Teleri atravesó el campo de hierbas, sólo para sentir su frescura en las plantas de los pies. En poco tiempo comenzó recoger flores salvajes para adornar la mesa y pronto sus brazos estaban llenos de flores de color blanco , azul , rosa y amarillo.
Luego se dio vuelta y vio, una gama con sus dos cervatillos. Teleri los conocía a todos ellos. Los cervatillos habían nacidos en la primavera y ahora ya estaban mas grandes y robustos . Ella se agachó en el prado y se quedó muy quieta.
No llevó mucho tiempo. La gama salió de su refugio entre los árboles y caminó hacia ella , y luego se detuvo , insegura, del mismo modo en que los viejos amigos o familiares vacilan cuando no se han había visto durante mucho tiempo.
Teleri extendió un tallo con una flor silvestre . Los cervatillos dieron unos pasos fuera de su refugio , irguieron sus orejas, sus ojos brillantes estaban fijos en la gama. Luego observaron como ella se comía la flor que Teleri le había extendido . Luego, la gama se dio vuelta para llamar a sus hijos.
Mientras tanto Teleri saco más flores de su canasta y algunas de las bayas dulces que había recogido. Ella puso en sus manos las grosella . Los cervatillos siguieron a su madre y pronto comían las bayas de las manos de Teleri.
Ella se rió, porque le hacían cosquillas y porque ella adoraba tocar sus sedosas pieles .

Estuvo sentada en la hierba fresca y los ciervos se sentaron allí con ella, no se sentían amenazados y uno de los cervatillos posó su cabeza en su regazo con un suave suspiro. Ella lo acarició por algunos minutos.
Luego levantó su cara al calor del sol. Se quedó así durante mucho tiempo, el tiempo suficiente para que sus mejillas se enrojeciesen . Entonces el ciervo se puso de pie y la miró con sus orejas paradas.
Teleri siguió la mirada de la gama .

El Inglés estaba en la pradera , apoyando su mano contra un viejo árbol. Él Sólo la miraba a ella, y su expresión era ilegible.

Teleri no tenía idea de cuánto tiempo había estado ahí, observándola . Una parte de ella deseaba poder desviar la mirar y pretender que él no estaba allí, pretender que nadie los observaba. Pero no podía.

Él se quedó mirándola . Se dio vuelta y rengueó de vuelta a la cabaña, dejándole una inquietud extraña, ella había pensado que era miedo, pero ahora se daba cuenta que otra cosa totalmente distinta , algo que nunca había sentido antes.

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