Capítulo 5
Alguien lo había ahorcado. El Inglés estaba tirado boca abajo al pie de un árbol de castañas. Había una soga alrededor de su cuello, una venda negra anudada en su cabeza. Sobre el suelo , a corta distancia de su cabeza, había una rama rota del árbol con el otro extremo de la cuerda todavía atado allí . La rama se había quebrado por el peso del cuerpo .
Teleri se cubrió la boca con la mano , se quedó sentada allí, asimilando lo que estaba viendo. Era un hombre robusto , y junto con el peso de la cota de malla debía haber sido demasiado peso para la rama del árbol. La imagen de ese hombre vestido con cota de malla , con los ojos vendados y con una soga al cuello le drenó de sangre de la cara.
Congelada de horror, sólo podía mirar fijamente el cuerpo. La bota de él estaba debajo de su pie. Ella había tropezado con su pierna. Las espuelas del caballero aún se le clavaban en el tobillo.
Teleri cerró los ojos. Unas lágrimas inesperadas rodaron por sus mejillas, que de pronto estaban calientes, y luego frías . Se sentía húmeda. Su cuerpo estaba bañado en sudor frío y tuvo la sensación de que le faltaba el aire .
Tomó varias respiraciones profundas, intentando no ahogarse, luego se arrastró lejos del cuerpo y puso su mano sobre su estomago repentinamente descompuesto . Minutos después vomitaba entre los arbustos. Una y otra vez.
Cuando su estomago estuvo vacío, rodó alejándose y enterró su cara en sus brazos. Y se quedó allí, llorando con tanta intensidad que no podía tomar aire.
Un sonido se oyó detrás de ella.
Su cabeza giró velozmente . Observó al hombre muerto.
Él yacía quieto como una piedra. Como un muerto.
Entonces ella se dio cuenta que la persona que había hecho eso aún podría estar allí. Miró lentamente a su alrededor, luego tomó la rama y se puso de pie con ayuda de ella . Teleri se movió hacia los arbustos y revisó cada uno de ellos . No había nadie allí.
Entonces se movió más cerca del cuerpo , sus ojos estaban clavados en su espalda, esperando ver algún movimiento de vida pero no vio ninguno.
Tenía miedo de darlo vuelta . Miedo a ver la muerte en su rostro. Ella había oído que las personas solían reunirse en los ahorcamientos públicos como buitres hambrientos deseosos de ver a los moribundos.
Pero hasta ese momento, ella nunca había visto a alguien ahorcado. Personas con almas , con corazones y con mentes podían hacerle este tipo de cosa horrible a otras personas su propia especie. Si la gente podían apedrear ,colgar y hasta matar a otra persona .
Con el miedo que ella le había tenido a ese hombre que había sido su enemigo, ella misma podría haberlo matado . Es cierto que él la había perseguido, pero ella no iba a huir y a dejarlo allí, de ese modo , sin dignidad alguna , sin compasión, sin aunque sea honrar el hecho que ese hombre alguna vez había vivido en ese mundo.
Era necesario enterrar ese cuerpo. Un entierro digno . Luego construir una pira o algo que guardase su memoria .
Hay que quitar la soga, ella pensó , y empezó a acercarse a él, pero tiró su mano hacia atrás cuando vio que ella estaba temblando peor que una hoja en una tormenta.
Teleri esperó, y esperó, hasta reunir coraje para hacer esa tarea. Mientras tanto hablaba consigo misma . Ahora Teleri… Él no puede hacerte daño . Él es sólo un hombre. Alguien como vos . No seas tonta ! Ya has tocado animales muertos. Cuervos, zorros, incluso un lobo. Esto no puede ser diferente.
Teleri tomó una respiración profunda y estiró la mano hacia el nudo de la cuerda.
Su cuerpo se movió .
Ella gritó y saltó hacia atrás con su mano presionando contra su boca.
Él estaba vivo?
Ella ladeó la cabeza y lo estudió.
Tal vez si . Tal vez no. Cuando era muy pequeña, la vieja Gladdys había matado un pollo para la comida, le había cortado la cabeza . Pero el cuerpo sin cabeza había perseguido a Teleri por todos lados , como una sombra, hasta que de repente el pollo se detuvo y cayó muerto .
Su abuela le había asegurado que el ave había estado muerta todo el tiempo durante el cual la había perseguido. Teleri todavía no creía ese cuento y nunca más había comido pollo nuevamente .
Se obligó a levantar la soga que seguía atada a su cuello. El cuerpo no se movió . Lentamente aflojó el nudo y entonces pudo sacar la cuerda por encima de su cabeza y ponerla a un costado.
Ella observó su nuca , y luego , por partes, su mirada fue hacia sus hombros y sus caderas. Teleri cerró los ojos tan fuerte como pudo, y a continuación, intentó dar vuelta el cuerpo .
Mover las enormes piedras azules hubiera sido más fácil que esa tarea . Tomó una respiración profunda y lo intentó nuevamente . No pudo .
Finalmente agarró la cota de malla con su puños, fijó sus pies descalzos en el suelo y tiró con todas sus fuerzas.
Sintió que el cuerpo cedía y se daba vuelta. Un instante más tarde su brazo cubierto por la cota de malla golpeó el pecho y casi le cortó el aliento de . Se sentó allí, con los ojos todavía cerrados porque tenía miedo de ver. Movió el brazo del muerto y tomó dos respiraciones profundas.
"No puedo mirar tu cara, inglés." Ella se quedó sentada allí. Buscó reunir la valentía para abrir los ojos. Y contó. Cuando llegó a cien finalmente encontró el coraje para abrir los ojos. Observó el tronco del árbol.
Él gimió y ella miró hacia abajo.
Ese sonido ronco no era un truco del viento. El sonido procedía de su boca.
Teleri colocó sus dedos contra su garganta, la soga le había producido una profunda quemadura en el cuello.
Él estaba vivo. Por el sol y la luna, estaba vivo!
Su corazón latió débilmente contra las puntas de sus dedos , tan débilmente como el corazón del faisán, lo que no era un buen augurio para ese hombre, pues el corazón de un pájaro era mucho más pequeño que el de un hombre.
Teleri se inclinó sobre él. "Estás vivo, inglés. ¿Puedes oírme? ¡Estás vivo!" Ella palmeó sus mejillas cubiertas por una barba prolijamente recortada - que escondía la mayor parte de su mentón .
Sus ojos permanecieron cerrados. Ella palmeó sus mejillas nuevamente .
"Inglés!"
Nada. Estudió su rostro. La piel alrededor de sus pómulos estaba azulada, pero no era el color gris de la muerte. Solamente estaba muy pálido y teníaa tierra y hojas pegadas .
Teleri le limpió las mejillas . Su piel estaba caliente al tacto.
Él vivía. Por ahora.
¿Y ahora qué? No podía moverlo ella sola, pero tenía que hacer algo.
"Caballo…", susurró en voz alta. Haría venir al Caballo.
"Quédate aquí", ella dijo como si el caballero pudiese entenderla, luego se detuvo , sacudiendo la cabeza y murmurando , "¿Qué piensas , Teleri, que este hombre moribundo va a levantarse y marcharse caminando?"
Entonces ella se dio vuelta y corrió, corrió tan rápido como sus pies descalzos se lo permitían , saltando arbustos, ramas, hojas y espinas . Corrió durante mucho tiempo, sus pasos golpeaban rítmicamente , como tambores. Correr! Correr! Correr! Correr!
Finalmente tomó el camino que conducía a su cabaña. Respiraba agitadamente . El pecho estaba empezando a arderle. Parecía no tener aire suficiente para silbarle al Caballo.
Después de un par de respiraciones profundas consiguió aire suficiente para silbar. Pero salió tan débilmente que se sorprendió cuando el caballo levantó su cabeza y la miró .
"Ven, caballo! ¡Ven!"
El animal se movió hacia ella.
Ella acarició su hocico una vez, luego lo montó y atravesaron el puente que llevaba a su cabaña, allí agarró una cuerda y la única manta de su cama.
Un momento después estaba nuevamente sobre el caballo, la manta y la cuerda sobre su regazo mientras se internaban en lo profundo del Bosque del Diablo . Teleri rezaba para que el caballero siguiese con vida.
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