martes, 14 de octubre de 2008

LA TRAMPOSA - CAPITULO 29

Capítulo 29


NICHOLAS HABÍA APRENDIDO A NUNCA subestimar la desesperación de un animal acorralado. Preparado para cualquier cosa , vio la mano de Philomena balancearse hacia adelante y la esquivó a tiempo para evitar el ataque .Pero sintió que algo rasgaba la parte delantera de su camisa.
Ella avanzó otra vez con un gruñido frustrado, y él la esquivó retrocediendo nuevamente. Pero ahora que ella había perdido el elemento de sorpresa, estaba en desventaja.
Él podía golpearla en respuesta. Con un solo golpe de su puño, Nicholas podría estampar a la mujer contra la pared. Pero no estaba en su naturaleza ser un hombre violento.
Y la necesitaba consciente para revocar la orden judicial.

Entonces él dio un paso atrás otra vez cuando ella se le abalanzó nuevamente . Pero esta vez , él atrapó la hoz entre las aspas de las grandes tijeras abiertas y cortó parte de la empuñadura.

Un acceso de furia deformó la cara enrojecida de Philomena . Un escupitajo voló de su boca mientras le lanzaba insultos ininteligibles. Luego, como un demonio escapado del infierno, ella avanzó con la mitad de su arma , apuntando directamente para su corazón.
Después de eso el tiempo pareció enlentecerse .

Nicholas se apartó del camino de ella mientras Philomena se abalanzaba hacia él. La hoja rozó la manga de su camisa, y él sintió/ sentía la agitación de aire como su momento le llevase a su pasado vertiginoso él.

De reojo , él la vio patinarse con el polvo gris que se había derramado en el piso. Philomena luchó por no perder el equilibrio .

Por un instante largo , pareció que lo lograba . Pero el pie que ella plantó para equilibrarse se apoyó encima del frasco que se había caído y su rodilla lentamente colapsó debajo ella.
Nicholas dejó caer las tijeras y extendió su brazo en un acto reflejo tratando de agarrarla. Las puntas de los dedo rozaron la larga manga de su vestido , pero Philomena ya se había caído mas allá de su alcance.
Cuando Nicholas vio a donde se dirigía su caída , ya era demasiado tarde.
Con un ruido sordo , ella aterrizó encima del bolso de herramientas abierto , y se clavó un aspa afilada .
“Jesús ! ” él gruñó .
Se apresuró a acercarse .
Precipitándose , Nicholas la agarró adelante por la cintura. Usando todo su fuerza, la levantó, cuidadosamente librando su cuerpo del aspa afilada.

Pero ella estaba demasiado herido para sobrevivir. Sangre manaba a borbotones de su estomago , y por su respiración dificultosa , Nicholas supo que sus pulmones habían sido perforados. La colocó sobre el suelo . En segundos con una mueca cruel de incredulidad, ella exhaló una respiración.

Nicholas se derrumbó en el suelo al lado de ella , observándola con horror.
La imagen de la sangre no le causaba repulsión. Era capaz de tolerarla.
Y aunque lo intentó, no pudo sentir culpa por su muerte. Había sido un accidente, y él había tratado de salvarla. Si la justicia hubiese tenido oportunidad de prestar sus servicios, lady Philomena habría terminado colgada en la horca.
Su horror provenía del hecho que ahora no había modo de exonerar a Desirée.
Peor todavía, él mismo tenía bastante sangre en sus manos como para asegurarse un arresto y una ejecución en la horca.
¿Qué iba a él hacer?

****
A pesar de su rápido regreso , Desirée presintió que algo estaba mal en el momento en que Nicholas entró en la celda, arrojando el bolso pesado mientras el guardia cerraba la puerta detrás de él.
“Oh, no, ” ella dijo entre dientes .
Una vez que él se bajó la capucha, sus peores miedos fueron confirmados. Sus dientes estaban apretados, y había una desesperación poco prometedora en sus ojos.
Desirée tragó en seco . “¿Ella no retiro las acusaciones?”
Él negó con la cabeza .
La mano de ella impulsivamente fue hacia su garganta.
Él endureció su mandíbula. “¡ No te voy a ahorcar , Desirée!”
Él la tomó en sus brazos , besándola con fuerza , y en sus labios ella saboreó desesperación. Luego, Nicholas la soltó.
“Escúchame, ” él dijo. “ Cosas muy malas han ocurrido esta noche.”
“¿Cosas malas ? ¿ Qué cosas malas ?”
“ tienes que irte .”
“¿ Irme?”
Nicholas comenzó a caminar inquietamente por la celda , frotándose la mandíbula y planificando en voz alta. “Tendré que matar al carcelero. De otra manera, él alertará al alguacil. Eso debería darte un buen tiempo de ventaja . Te daré todo el dinero que tengo.
Si tomas la calle del norte ...”

“¡Un momento!” Ella bloqueó su camino. “¿Matar al carcelero? Qué ha ...”
“Tengo que ...” él comenzó a gritar, luego bajó la voz. “Tengo que hacerlo . No hay ningún otro .”
“¿Nicholas, de qué estás hablando ?”
Él habló con sencillez , como si le hablase a un niño. “ Tienes que dejar Canterbury. Ahora. No hay tiempo.”
“¿Yo? ¿ Y vos?”
Él extendió la mano para tocar su cabello, luego detuvo su mano. “No puedo irme con vos , Desirée. Vos estarás más segura sola que conmigo .”
“No puedo dejarte. No le dejaré.” Ella estudió sus ojos desolados y se dio cuenta de la verdad. “Si te dejo, no te volveré a ver otra vez.”
Por la tensión de su mandíbula, ella supo que tenía razón . “Pero al menos vos vivirás, Desirée, ” él dijo, extendiendo la mano para acariciar su mejilla. “Por lo menos vos vivirás.”
Ella apartó su mano bruscamente . “¿ Y para qué me sirve vivir si no puedo estar con el hombre amo?”
“Mierda , Desirée, ” él dijo entre diente , “ si no te vas ahora mismo, entonces morirás. Ambos lo haremos.”

Desirée frunció el ceño. “¿Cómo que ambos lo haremos?” Había algo que él no le decía . “¿Qué ha ocurrido, Nicholas? Dímelo . Me debes eso.” Ella cruzó sus brazos sobre su pecho . “Dímelo ahora, o juro que no pondré un pie fuera de esta celda.”
Con la frente fruncida por frustración , Nicholas rápidamente le relató lo que había sucedido.
Cuando él terminó, ella parpadeó con incredulidad. “Quieres decir que Philomena. . . ¿Ella está muerta?”
Él inclinó la cabeza. “Y todas las pruebas me apuntan a mí como su asesino.”
Era un cuento asombroso, y Nicholas tenía razón . Nadie creería que la muerte de Philomena había sido un accidente, y como Nicholas había sido el último en verla viva, él sería apuntado como el asesino. Parecía que eran ambos estaban condenados a morir en la horca.

Pero si había una cosa que ella había aprendido de Hubert, era que las cosas no siempre eran como parecían. Sin importar cuan enmarañado estuviese el nudo, usualmente había una forma de desenredarlo . Sólo era un asunto de mirar más allá de lo obvio.
“Desirée, ” Nicholas le imploró, “ tienes que irte. No puedo resistir ...”
“Shh, ” ella dijo, colocando sus dedos encima de su boca. “ Estoy pensando .”
Él quitó sus dedos. “Mientras piensas, ya pueden haber descubierto el cuerpo de Philomena.”
“¿Qué?” Ella levantó la vista “¿Qué dijiste ?”
“Probablemente se preguntarán qué ... .”
Ella estrechó sus ojos . “¿Qué hiciste con el cuerpo?”
Él apretó sus labios en una línea delgada, renuente a contestar.

“¿Nicholas, dónde está el cuerpo?”
Él se sobresaltó ante su disgusto , y su mirada recayó en su bolso .
Desirée se quedó sin aliento. “¿Allí dentro? Ella es. . . Vos. . . Pero ... por qué . . .”
Él frunció el ceño . “No tenía tiempo para enterrarla, y tampoco la podía dejar allí.”
Él se pasó una mano por la nuca .
“Después que vos te vayas, llevaré su cuerpo al cruce de calles y ...”
“Un momento.”
Eso lo cambiaba todo. Desirée mordisqueó la uña de su dedo pulgar mientras su mente repentinamente se llenaba de posibilidades.
“Desirée ! ” él dijo, para captar su atención.

Ella lo detuvo con una mano. En poco tiempo, una idea tortuosa comenzó a formarse en su cerebro. Ella miró el bolso . Mientras más lo pensaba, más convencida estaba que podía funcionar . Y sería el truco más magnifico alguna vez hubiese montado.
“ Cascaras de nueces y guisantes, ” ella murmuró.
“¿Qué?!”
Desirée se mordió los labios. Hubert le había enseñado bien. Necesitaría una gran distracción y excelente habilidad , pero juntas podrían funcionar.
Desirée se escaparía de la horca.

Nicholas lavaría la sangre de sus manos.
Y Philomena vería que se hacía justicia.



“ Nicholas, mi amor, ” ella dijo con un brillo esperanzador en sus ojos, “ te gustaría aprender el secreto de las Tres cascaras y un guisante?”

Desirée tragó en seco como la primera luz gris del amanecer se filtró a través de la alta ventana de la celda. Una cosa era diseñar un plan brillante, y otra muy distinta llevarlo a cabo . Sentada allí , se preguntó si ella había tomado la decisión correcta.
Miró a Nicholas, sentado al lado de ella, su cara se ensombreció al ver como él clavaba sus ojos en el piso, pensativamente. Ninguno de ellos había pegado un ojo.
Tendría que ser valiente, por su propio bien. Ella había convencido a Nicholas de que el plan funcionaría . Y no podía decepcionarlo .
Pero cuando las campanas comenzaron a sonar a la distancia , ella se sobresaltó ante el sonido, sabiendo que no tañían convocando a la misa , sino convocando a su ejecución.
Nicholas tomó su mano y le dio un apretón reconfortante. Ella le respondió con otro apretón, y por mucho tiempo se quedaron así, dándose fuerza mutuamente con ese mero contactos.
“¿Estás segura que quieres hacer esto?” Él murmuró.
“Sí.”
“ Todavía hay tiempo para huyas.”

Ella sacudió la cabeza y le dio una sonrisa temblorosa. “No te vas a deshacer de mí tan fácilmente. Además, a dónde encontrarás a otra criada que te queme la cena , te gane en las damas y. . .” Ella se interrumpió cuando su garganta se cerró inesperadamente.
“Escúchame.” Él colocó su mano e contra su corazón y habló ferozmente. “Haré que esto funcione . Te lo prometo.”
Desirée se mordió los labios para reprimir un estremecimiento. Mierda con esas lágrimas caprichosas. Tenía que ser fuerte para Nicholas.
Dios mío, ella esperaba que él tuviese razón . Debían haber repasado el plan cien veces.


Desirée le había acentuado a Nicholas la importancia de tomar oportunidad del momento y de aprovechar la distracción. Lo Habían practicado muchas veces hasta armar una coreografía sincronizada.
Pero siempre existía la posibilidad de fracasar. Un observador excesivamente sagaz, una error cometido con la lengua o con la mano, y todo el engaño podía quedar al descubierto.

Y esa vez, a diferencia de sus aventuras con Hubert, no habría una escapada fácil, no podría escaparse al siguiente pueblo. Si no podían lograr hacer funcionar ese truco . . .

Sintiendo sus dudas persistente, Nicholas extendió la mano y la forzó a mirarlo . “No te fallaré. Y no te dejaré morir.”
Ella asintió con la cabeza.
Él le dio un beso para sellar su promesa, y luego murmuró, “ Estás Lista ?”
Ella resopló . Tenía que concentrarse ahora. “Sí, ” Desirée dijo, poniéndose de pie . “Estoy lista.”

Desirée se sacó las botas y las medias y se puso una enorme capa que la cubría de pie a cabeza. Ya le habían quitado la ropa ensangrentada de Philomena y los zapatos, y habían vestido el cadáver con la camisa de lino de Desirée, y habían doblado el cuerpo de vuelta en el bolso .
Nicholas se puso su capa y sus guantes. Luego cuidadosamente colgó de su hombro el bolso pesado. Ella inclinó la cabeza para ver si no parecía sospechoso.
Nicholas levantó el puño y golpeó la puerta, llamando para que el carcelero los dejase salir.
En el mismo momento en que salieron , Desirée sintió el cambio en él. Repentinamente se sintió como si estuviese caminando al lado de un desconocido. Su amante tierno había desaparecido . En su lugar estaba el funcionario del condado de Kent, Nicholas Grimshaw. Y curiosamente , él había recuperado su confianza y su aplomo . Eso iba a funcionar.
Nicholas lucía magnifico y amenazador . En verdad, si Desirée no hubiese sabido que ese era el papel que él desempeñaba , se habría muerto de susto allí mismo.

En el momento en que salieron la cárcel, una oleada de espectadores burlones se lanzaron hacia ella, pero Nicholas los manejó expertamente.
“ Abran paso ! ” él gritó a todo pulmón . “¡Dejen paso al funcionario del condado de Kent , Nicholas Grimshaw,!”

Asiendo su codo firmemente , Nicholas caminó con confianza a lo largo de la calle para llegar a la plaza , y la multitud esparció delante de ellos como pollos asustados.
“¡Abran paso!”
Pronto se oyó un cántico “ Grimshaw! ¡Grimshaw! Grimshaw ! ” Desirée vio a Nicholas levantar su mano, como para reprimir sus gritos respetuosos de aliento .
Nunca había visto tanta gente congregada para una ejecución. Pero supuso que era porque no todos los días una mujer era enviada a la horca.
Desirée tembló. El suelo se sentía frío en sus pies desnudos. Una niebla densa descendió sobre ellos como la respiración de un dragón. Pero la niebla sería su aliada, ella supo, obscureciendo la percepción, nublando la realidad.
Repentinamente algo se cruzó velozmente delante de ella como un pequeño fantasma blanco, y Desirée se dio cuenta que era Copo de Nieve .
Antes que ella pudiese preguntarse qué hacía ese gato intrépido allí, los gritos con amenazas crueles comenzaron.
“Ahorquen a la bruja ! ” alguien gritó.
“¡ Súbanla bien alto en la horca!”
“¡ Que el cuello se le quiebre como una ramita!”

Los pasos de Desirée vacilaron , pero Nicholas nunca le dejó tropezar, gritándole a la multitud , “ Paciencia , buitres!”

Desirée agachó la cabeza mientras se acercaban al centro del pueblo , para no tener que mirar la estructura negra de la horca y al ominoso ejecutor con la capucha colocada esperándola. Pero el trayecto parecía interminable, y encontró que los susurros lejanos eran peores que los gritos.

“Ella es muy liviana . Va a estar colgada mas de una hora.”

“No. Grimshaw le quebrará el cuello. Probablemente le corte la cabeza .”
Por fin, Nicholas la detuvo, y Desirée levantó su mirada debajo de la capucha lo suficiente para ver los escalones al lado del poste de la horca. Como habían planeado, Nicholas dejó caer el bolso al pie de la escalera, cerca de la base de la horca. Él le dio a su codo un apretón reconfortante sutil y la soltó. Ahora era momento de actuar.

Desirée dejó escapar una respiración profunda . Con una plegaria bastante poco ortodoxa pidiéndole a Hubert un poco de su buena suerte, ella se dispuso a montar el engaño más complejo que alguna vez hubiese intentado.

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