miércoles, 9 de julio de 2008

HECHO CONSUMADO - CAPITULO 6

Capítulo 6

Amaury abrió los ojos y miró detenidamente a su lado la cama vacía, luego maldijo y se sentó. Su esposa otra vez se había escabullido mientras él dormía. Parecía que ella carecía de la capacidad de obedecer .
Maldiciendo por lo bajo, se levantó, sintiéndose aliviado porque por una vez el cuarto no giró a su alrededor . Al parecer el descanso lo había ayudado en algo. Estaba luchando con su ropa, cuando Blake entró en el cuarto.
- Tu esposa no estará contenta cuando sepa que te levantaste, - comentó él con diversión.
Amaury gruño y tiró su túnica sobre la cabeza.
- ¿Ella está bastante preocupada por vos , sabes? - Blake comentó ahora, la malicia brillando en sus ojos. - Ella teme que la herida en tu cabeza pueda haberte… eh… afectado de alguna manera, y desea que te hable para ver si noto algo … eh… anormal.
Amaury quedó inmóvil ante esto, levantó la cabeza con horror y sorpresa.
-¿Qué?
- No hay ninguna necesidad de gritar, Amaury. Estoy parado delante de ti y te escucho
Sus ojos se estrecharon.
- Estás bromeando, - Amaury lo acusó.
Blake se encogió de hombros .
- No lo creas si no quieres.
- Sí. - Amaury asintió con la cabeza. - No te creo, - murmuró él, volviendo su atención a arreglar su túnica. -¿Dónde está ella?
- Abajo, en la cocina, sin duda, dirigiendo al cocinero. O cosiendo en un rincón. ¿No es así cómo la mayor parte de las mujeres pasan el tiempo?
- ¿Cómo diablos puedo saberlo ? - murmuró Amaury, mirando detenidamente sobre su espalda. - ¿Dónde está mi escudero?
- Muy probablemente con tu esposa. Alden raras veces se alejaba de su lado desde que fuiste herido. Realmente ella ha contribuido a mejorar su confianza, podría añadir. Él ya no tartamudea, ni se tropieza .
Amaury simplemente se encogió de hombros ante estas noticias sobre su torpe escudero, y se puso rápidamente de pie, maldiciendo cuando el cuarto giró a su alrededor .
- Cálmate, amigo. - Blake tomó su brazo. - Deberías quedarte en cama. Te has puesto pálido de repente.

- Es solamente por que me puse de pie demasiado rápido. - Amaury tragó la bilis que subió su garganta, luego giró para moverse despacio y cautelosamente hacia la puerta.
- Emma realmente no estará contenta con esto, Amaury. Ella se preocupará.
- Ella es mi esposa. Es su deber preocuparse por mí.
- Oh, sí. - Blake no se molestó en ocultar su diversión cuando se apresuró adelante para abrirle la puerta, luego lo siguió abajo por el pasillo a la escalera que conducía al salón.
Amaury consiguió descender solo c la escalera, aunque estaba blanco como un papel y con una fina capa de sudor cubriendo su frente cuando él alcanzó el último peldaño.
-¡Mi marido !- Emma hizo una pausa en la entrada del castillo, la preocupación reflejada sobre su cara cuando lo descubrió de pie de la escalera. Dándole a Alden la cesta con corteza de sauce que ellos habían estado recolectado afuera, ella lo abandonó en la puerta con Maude y se apresuró a acudir al lado de Amaury. - No deberías levantarte, mi Lord . Es demasiado pronto.
- Te dije que ella se preocuparía, - Blake murmuró antes de que ella los alcanzara. - Buenos días, mi lady. Eres aún más bella con el beso del sol sobre tus mejillas.
Emma apenas oyó el elogio, su atención se enfocó en su marido, quien fruncía el ceño mirando a su amigo.
- Por favor, siéntate , mi lord. Estás terriblemente pálido.
Amaury dejó de fruncir el ceño a su amigo para decir en tono acusador.
- Me abandonaste en la cama.
Emma suspiró ante su expresión.
- Sí, mi lord. Yo no podía dormir, entonces pensé que…
- No es tu obligación pensar, esposa - interrumpió él con irritación. - Tu deber es hacer lo que le dicen.
Emma quedo bastante rígida ante aquel anuncio. Blake hizo una mueca y se preguntó cómo salvar la situación cuando la pequeña criada , Maude, se precipitó para salvar la tensión.
- Mi lady, si me permite Le Traeré a Mi lord una silla, entonces él podrá descansar. - Ella dejó la cesta en la mano de su ama, quien vaciló, pero abrió sus puños para tomarlo, luego Maude corrió a la esquina del cuarto, volviendo poco después con una silla pesada en la que generalmente se sentaban ante el fuego. -Aquí tiene, mi lord. Descanse un poco.
Amaury miró a su alrededor para discutir, luego cedió ante las demandas de su cuerpo y se sentó pesadamente en la silla con un suspiro.
- Le dije que no debería levantarse , - anunció Blake, tratando de distraer a la esposa de su amigo.
Amaury lo miró airadamente.
- Pero él no me escuchó - añadió Blake. - Me Temo que pueda estar dolorido por estar tanto tiempo en la cama, ya sabes, el vientre no se mueve de la misma manera que cuando uno está de pie. Sabes que el estreñimiento causa mal humor ...
La mandíbula de Amaury cayó ante la grosera mentira. Entonces se enrojeció ligeramente cuando la mirada fija de su esposa inmediatamente fue a su trasero, ahora que apoyado en la silla.
- Eso no es verdad - comenzó a decir él, pero hizo una pausa, rojo de furia cuando Blake se inclinó más cerca a su esposa para murmurar.
- Es un tema delicado para un hombre, mi lady. Los hace muy irritables también. Y aun mas si la cabeza le duele también. Déjalo a mi cuidado y yo te veré seguramente en la mesa. Estoy seguro que estarás deseado hacer algo con el contenido de esta cesta.
- Oh, sí - jadeó Emma, preocupándose por su marido de nuevo. - El té. Tendré uno listo justamente en un momento, esposo. - Ella se alejó rápidamente hacia la cocina, Alden y Maude se precipitaron detrás.
- ¿Dolores?
Blake giró su atención de mirar a Emma que se balanceaba sensualmente a través del pasillo para lanzar una mirada a su amigo.
- Puedes agradecérmelo más tarde.
- ¡Agradecértelo ! - Amaury se ahogo con su propia ira, y Blake le dio una palmada en la espalda antes de asentir.
- Sí. Ya que pareces carecer de conocimiento y y de tacto , mi amigo, permitirme informarte que uno nunca le dice a una mujer que su tarea no es pensar.
- Bien, no lo es… Ese es mi… - Él hizo una pausa cuando Blake hizo una mueca y comenzó a sacudir su cabeza.
- Vos lo sabes, y yo lo sé, pero un hombre nunca deja que su esposa sepa esto, - Blake le dijo.
Amaury frunció el ceño.
- ¿Por qué?
- Hiere sus sentimientos.
- ¿Sus sentimientos?
- Sí, esto les hace daño. Las mujeres son criaturas sensibles.
- Oh - Amaury se rascó la cabeza. - La verdad no lo entiendo. Cuando le pedí que se quedara en la cama esta mañana, ella me preguntó si deseaba hablar.
Blake se encogió de hombros .
- A algunas mujeres les gusta hablar antes…
- No. Mi cabeza palpitaba demasiado fuerte como para molestarla con esto. Quise que ella descansara, pero cuando vio que yo no estaba dormido, ella preguntó si yo deseaba conversar con ella. Y yo me pregunté, ¿de qué podría hablar yo con una mujer?
Blake lo consideró brevemente, luego se encogió de hombros.
- Por lo general yo les hago elogios. Eso generalmente funciona.
- Lo hice, pero ella no estaba muy impresionada, - confesó él con disgusto
- Quizás no eran los elogios adecuados. ¿Qué le dijiste?
- Le dije que era bonita.
Blake esperó un momento, pero cuando Amaury simplemente lo miró detenidamente, él suspiró.
- No puedes solamente decirle a una mujer que es bonita.
- ¿No puedo? ¿Por qué?
- A las mujeres les gustan las palabras floridas cuando les haces un elogio.
- Palabras floridas, - murmuró Amaury, rascándose otra vez la cabeza.
- Sí. Debes decir cosas como… tu pelo es del color del oro, tus labios tan dulces como una rosa, tus ojos como los de un ciervo. Pero debes decirlo con tus propias palabras.
Amaury arrugo la nariz disgustado y gruñó otra vez, luego miró lejos de su amigo para ver a su esposa cruzar el salón hacia ellos.
- Aquí está, esposo. Esto debería aliviar el dolor de tu cabeza.
Amaury miró fijamente la taza que ella le ofrecía, y casi gimió en voz alta. ¡Por Dios santo y la Virgen María! Juraría que esa cosa putrefacta sabía a orina de caballo. Era bastante malo tener que tomarlo cuando la cabeza le dolía realmente, pero él en ese momento, gracias a Dios, no sentía el dolor y sin embargo ella lo presionaba a tomar esa cosa asquerosa. Y todo gracias a las mentiras de Blake, pensó él, lanzándole a su amigo una mirada letal.
- Yo me ocuparé que él lo beba, - Blake le aseguró a Emma elegantemente, tomando la taza. - Estoy seguro que tienes asuntos mucho más apremiantes?
- Gracias, mi Lord, realmente deseo hacer algún bálsamo para… eh… para mi lord eh… para el mal que lo aqueja - Ella susurró la última palabra, luego se alejó rápidamente.
Blake la miró fijamente después de la confusión
- Me pregunto qué quiso decir ella…
- Mis malditos dolores no existen , - Amaury le recordó con gravedad.
- Oh, sí - Blake rió ligeramente cuando vertió la taza del té en la chimenea. - Me pregunto qué pensará ella cuando vea que no hay ninguno.
-¿Qué significa “cuando vea que no hay ninguno”?
- Bien, supongo que ella quiere aplicarme el bálsamo ya que ha ido a traerlo.
- ¿Directamente aquí? - Amaury lo miró fijamente horrorizado ante el pensamiento, imaginándola de vuelta y ordenándole desvestirse i en medio del abarrotado salón. Su esposa había mostrado una creciente tendencia a darle órdenes ahora que pensaba que no estaba bien. Definitivamente tendría que poner un fin a esa tendencia de ella.
- Cuando ella vuelva con el bálsamo, lo demoraré hasta el final de la cena; entonces puedes ofrecerte a ayudarme a aplicarlo, - decidió él firmemente.
-¿Yo?
- Sí, vos - dijo Amaury secamente. - ¿No deseas que ella sepa que has mentido, verdad? Eso podría hacerle daño a sus sensibles sentimientos.

***

- Tu pelo es del color del oro, tus labios son como… eh… son rojos como una rosa, y tus ojos como los de un ciervo- Amaury recitó las palabras rápidamente cuando ellos se sentaron en la mesa para la cena, luego asintió con satisfacción mientras esperaba la respuesta de su esposa.
Lady Emma se quedó quieta a medio llevar la jarra a su boca, sacudió levemente la cabeza, luego siguió comiendo.
Amaury frunció el ceño.
- Esposa, te dije que tu pelo es del color del…
- Oro. Sí, lo sé, esposo. Lord Blake me dijo eso antes.
Dejando caer de golpe la cerveza sobre la mesa, Amaury giró hacia su amigo y lo fulminó con la mirada.
- Te dije que usaras tus propias palabras, - dijo Blake inmediatamente, habiendo escuchado el intercambio .- Yo solamente te di ejemplos.
Murmurando maldiciones por lo bajo, Amaury volvió a su comida y comenzó a apuñalar la comida con su daga.
- ¿Ocurre algo malo, esposo? - preguntó Emma, una sugestión de risa estropeaba su preocupación. -¿ Te duele la cabeza? Voy a preparar más…
- ¡No! - Amaury controló su furia y suspiró. - Gracias, pero no, no necesito más té. - Se estremeció con solamente pensar en eso, luego suspiró y se sentó atrás ligeramente, habiendo perdido el apetito. También comenzaba a estar un poco cansado después de su corta excursión. Eso probablemente tenía que ver con toda la discusión y preocupación que había tenido desde su llegada a la escalera. Había sido una verdadera batalla conseguir que su pequeña esposa aceptase aplicar el bálsamo a la hora de acostarse. Ella podía ser muy testaruda cuando se trataba de temas de salud. No estaba seguro si debería estar contento por eso o no. Quizás lo estaría si Blake no hubiera explicado que ella probablemente estaba tan preocupada por él porque temía la necesidad de casarse con Bertrand si Amaury muriera. No era un verdadero elogio ser preferido por encima de Bertrand
- Me Temo que estoy cansado de todo este ajetreo. Solamente me retiraré a la cama y dormiré, - anunció él echando un vistazo expectante en su amigo.
Asintiendo, Blake siguió comiendo. Fue Emma quien se levantó inmediatamente para ofrecer su ayuda.
- Desde luego. Yo le acompañaré arriba y te aplicaré el bálsamo.
Amaury miró airadamente a Blake ante eso, pero cuando su amigo simplemente siguió comiendo, él agitó su espalda a la mesa.
- No, esposa. Puedo hacerlo yo solo.
- No puedes ponerte el bálsamo solo , esposo, - dijo Emma con sensatez.
- Blake se ocupará de ello - anunció, dándole un codazo mientras hablaba.
- ¡Oh, sí! Frotaré su espada - Blake metió su daga en su propia vaina y se levantó rápidamente, ofreciendo una sonrisa. - Yo lo cuidaré, mi lady. Debes seguir comiendo para fortalecerte.
- Pero vos no has terminado de comer- protestó ella.
- No, pero me he alimentado bien estos días pasados, mientras que vos no has tocado casi nada por estar preocupada por tu pobre esposo, - indicó él.
Amaury miró con el ceño fruncido a su esposa disgusto al oír esto.
- ¿ No has estado comiendo?
Emma cerró la boca ante la protesta que ella había estado a punto de dar a Lord Blake, y en cambio lo miró airadamente antes de darse la vuelta hacia su marido.
- Sí, mi Lord , lo hice. - Cuando él frunció aún más el ceño fue más difícil sostener la obvia mentira, ella añadió con un suspiro poco dispuesto, - No demasiado. No te preocupes por los trastornos de mi apetito.
- Come, - fue todo lo que él dijo antes de darse vuelta y dirigirse a la escalera.
Ella lanzó una mirada de disculpa, Blake agarró una pierna de cordero de la bandeja y la saludó con ella.
- Solamente tomaré esto para nutrirme mientras me ocupo de mis deberes con mi amigo.