lunes, 28 de julio de 2008

MALICIOSA - CAPITULO 9

Capítulo 9


" ¿Compromiso? " Sofía miró a la reina, que no dijo cuando ella la guiaba a través de la multitud.

La charla de la gente en las mesas y la música llenaba el recinto, donde un gran fuego ardía en la enorme chimenea en el extremo norte. Los músicos tocaban sus laúdes y pipas mientras que un juglar entonaba una canción lírica que hablaba de amor y madreselvas .

Mi amor me hiciste mal,
Cuando me echaste descortésmente.
Yo te amaba y adoraba tu compañía.
Las madreselvas eran mi alegría,
Las madreselvas eran mi placer
Las madreselvas eran mi corazón ,
¿Por qué me dejaste ir mi lady Madreselvas?

La reina no hablaba , entonces Sofía caminó entre los bancos y mesas , sintiendose como un fantasma en un cuarto abarrotado. El rey hablaba en voz baja con uno de sus hombres, después lo despachó , y su mirada se fijó en ella mientras cruzaban la multitud.
Sofía le lanzó una mirada de completa indiferencia, y le dio su sonrisa más melosa. No dejaría que él la viese preocupada ni derrotada.

Él frotó un dedo pensativamente sobre su labio y después agitó un brazo en el aire. " ¡Ahí está ella ! " Él miró a Eleanor y le dijo, " Gracias, mi querida ."

El cuarto repentinamente se silenció ante las palabras del Rey. Edward tenía una voz rica y profunda que siempre capturaba la atención de quienes estaban a su alrededor, y esta vez no fue diferente. Sofía sintió todos los ojos enfocados en ella. Pero no miró a la gente ni a las mesas . Era cobarde. No quería ver qué había en sus caras. No quería ver el mar de rostros de la gente de la corte esperando ansiosamente ver a la traviesa e infame Lady Sofía caer de rodillas.

El rey dio vuelta hacia un hombre que estaba sentado cerca y le dijo algo.

El vientre de Sofia se oprimió con pavor. Desvió la mirada de su primo y observó al hombre. Era un hombre alto, de hombros anchos , pero su cara era delgada, y algo familiar. No podía identificarla exactamente. Tenía una barba y cabello oscuro, que estaban encaneciendo . Estaba tan bien vestido como Edward . El extraño era un hombre guapo, pero demasiado viejo para casarse. Era tan viejo que podía ser su propio padre.

Su mirada encontró la suya. Sus ojos eran intensos y extrañamente familiares. Sofía estaba segura que lo conocía de alguna parte, pero ella no podía recordarlo. Ella mordió su labio por un segundo, pensando frenéticamente. ¿Quién era él?

Él se estaba parando lentamente, su mirada fija en ella, estudiándola . Sofía decidió que ese hombre no la golpearía, lo cual era una ventaja si iba a ser su marido .
Él no dijo nada , sólo la observó. Era tan alto como Edward, a quien llamaban “Piernas Largas” debido a su considerable altura . Sofía siempre había pensado que era una de las cosas que hacían que su primo fuese un tirano tan autocrático y arrogante. Pues se elevaba sobre todo , como un dios, y por lo tanto él asumía que era Dios.

El extraño hizo una breve reverencia , después, para su sorpresa, le dio su guiño astuto y travieso antes de sentarse otra vez .
Sofía frunció el ceño, porque eso era una cosa extraña y no sabía qué pensar.

Su vientre se retorció con ese pensamiento. Marido, la palabra hizo eco en su cabeza. Marido. Marido. Marido, como los golpes rítmicos del martillo del herrero.

Eleanor agarró su mano helada más firmemente y la llevó hacia el extremo contrario de la mesa, donde estaban los escalones para acceder a la tarima y donde ella tendría que tomar asiento.

Caminaron lentamente y ella pido sentir los ojos siguiendo sus movimientos . Su piel ardía con esas miradas. La estaban haciendo desfilar delante de toda la corte . Como un cerdo que iba a ser sacrificado. Como un esclavo exhibido en una subasta. Como una mujer que iba a ser entregada a un hombre sin poder decir nada al respecto . Nunca se había sentido tan absolutamente desamparada en su toda la vida.

Pasaron delante de Edward. Sofía se dio vuelta y lo miró . Su expresión era demasiado contenta y satisfecha. Sofía reconocía el aire de triunfo cuando lo veía.
Ella quería salir corriendo.

Eleanor leyó sus pensamientos y se inclinó para susurrar . " No te atrevas. Edward te cortará la cabeza, querida."
" ¿ No voy a poder decir nada sobre esto? "

" Quédate tranquila, querida. Edward ya ha tomado su decisión." Ella acarició la mano de Sofía . " Todo estará bien. Lo prometo."

Sofía lo intentó otra vez. " Pienso que sería mejor que me ejecuten. La ejecución y el compromiso matrimonial tienen el mismo atractivo para mí.”
Eleanor se rió entre dientes . " Sofía . Puedes Luchar esto hasta el final, pero no puedes cambiarlo."

" No puedes esperar que disfrute mientras Edward le entrega a alguien una dote a alguien que me acepte como esposa." Sofía no pudo ocultar la amargura de su voz y no lo intentó. Dejó que Eleanor viese cómo se sentía. Quizás la culpa la atormentaría .

" Es así como se hacen estas cosas, y vos lo sabes. No tienes poder sin una dote. Esto no tiene nada que ver con vender o comprar a alguien ."
" ¿Cuánto oro le darán a ese viejo ? "
" ¿Viejo? " Eleanor la miró sorprendida .

“ Si . Él me guiñó el ojo . Puede no parecerte viejo a vos , pero él es muy viejo para mí. Sé lo que está sucediendo aquí. No soy la idiota del castillo. No tengo que sentir la brisa para saber desde donde sopla el viento ."

Eleanor no perdió la calma mientras caminaban y daban vuelta en el extremo de la mesa.

Sofía se rehusó a mirarla. Ella subió los escalones de la tarima. Estaba dolida internamente porque no podía creer que la reina, una de sus personas preferidas en el mundo, la había traicionado. Siempre había pensado que Eleanor la amaba . O eso había asegurado la reina.

Después de un momento Eleanor dijo, " Edward quiere verte casada."
" Edward quiere. Edward quiere. No es justo . ¿Por qué él tiene que opinar y mandar sobre mi boda? Por qué yo no puedo opinar sobre esto?."

" Edward tampoco pudo decidir sobre su propio casamiento , Sofía. Él se casó conmigo porque su padre le dijo que debía hacerlo ."

" Pero vos sos una santa. ¿Cómo podría no amarte? Él tuvo mucha suerte de casarse con vos . Además vos no eras una vieja ".
“Él es el rey. Eres su ahijada y su responsabilidad . Nadie elude el castigo con todas las travesuras y maldades que vos has hecho . Tienes 17 años y debes casarte pronto. Ya no puedo seguir defendiéndote Sofía , ni salvarte del castigo por tu conducta . La oferta matrimonial llegó. Es un buen candidato . Y Edward ya ha tomado su decisión. "

Sofía quería salir corriendo . La iban a casar con un viejo y lo llamaban “un buen candidato”. Ciertamente era un hombre viejo atractivo, pero seguía siendo un viejo y no un joven caballero. Ella tendría que dormir con ese viejo . Tendría que darle hijos . Él la vería desnuda y la tocaría. Ella viviría con él para siempre jamás...

Nunca podría contarle sus secretos a un viejo. No podría sentir ninguna emoción o entusiasmo por él. Ella no aceptaría con agrado sus besos.
No, no podría. Esto no le rompía el corazón, porque su corazón había sido destruido dos años antes.

Los pasos de ella se hicieron más lentos y más pesados. No podía mirar a nadie . Miró fijamente las puntas de sus zapatos. Oh! Dios del cielo, mi vida ha terminado en este segundo . Por favor , sólo déjame morir joven. Preferiblemente antes de la boda.

Se movieron hacia el rey, donde había sillas vacías. Todos los hombres en la mesa se levantaron al unísono. Sofía frunció el ceño cuando Eleanor se detuvo antes de llegar al asiento vacío cerca de su futuro marido.

¿Por qué ella no se sentaba al lado del viejo hombre? Era la tradición para compartir la bandeja con su prometido . Ella miró fijamente la silla delante de ella, sus brazos y su espaldar tallados. Había un almohadón rojo en el asiento.

Un escalofrío repentino le recorrió el cuerpo.

Había un hombre alto salió de los cortinados laterales sobre la tarima. Y un segundo después sir Tobin de Clare estaba parado allí. Se daba vuelta y le decía algo al arzobispo de Canterburry.

Ella cerró los ojos por apenas un segundo y sintió que sus rodillas se aflojaban . Eleanor afortunadamente la agarró por el hombro. Sofía se estabilizó, sus manos se aferraron al borde de la mesa y a la parte posterior de la silla. Sintió la mano de Eleanor acariciando su brazo .. Podía sentir la mirada de preocupación de Eleanor, pero no se atrevió a no mirarla por miedo a hacer algo completamente humillante … como llorar.

Sofía miró fijamente sus pies e intentó recomponerse, después exhaló profundamente el aire que había estado conteniendo. El salón dejó de girar a su alrededor y repentinamente fue consciente otra vez que era el centro de atención.

Gotas de sudor aparecieron en su frente y su vientre se oprimió con dolor . Ella tomó otra respiración profunda. Todo adentro de ella gritaba que debía darse vuelta y salir corriendo tan rápidamente como pudiera. Escapar lejos , a Francia o a Alemania o a Escocia, a algún lugar donde Edward tuviese enemigos. Sería más fácil hacer eso que casarse.

Eleanor se inclinó cerca y le susurró, " Estarás bien . ¿Ves, querida ? Él no es un hombre viejo . Él es joven y guapo. Eres fuerte, Sofía. Levanta tus ojos . Sonríe. Encuentra tu orgullo y muéstraselo a todos.”
Le llevó todas sus fuerzas a Sofía para levantar su cabeza . Pero lo hizo, y y una sonrisa apareció en sus labios fruncidos y secos.

“Mi lady ." Sir Tobin tomó su mano entre las suyas. El shock de su contacto hizo que Sofía quisiera gritar. Él hizo un breve reverencia . Ella miró fijamente su cabeza inclinada. Sintió el impulso repentino de tomar un copa de estaño y golpearle la cabeza.
Demuéstrale que no te importa. Demuéstrale que lo que él te hizo no fue algo importante . Demuéstraselo.
Sofía miró hacia arriba lentamente, reuniendo su orgullo, y le dio la sonrisa brillante, una sonrisa para hacerlo caer de rodillas. Una sonrisa que lo mataría y nunca le dejaría saber cuanto la había lastimado . Una sonrisa que nunca le dejaría considerar que ella recordaba cada detalle de lo que había sucedido en el pasado.

" Sir Tobin, " ella dijo con su vo más dulce , una que goteaba miel. Ella se hundió en una profunda reverencia respetuosa, reprimiendo el impulso de patearlo.
No lo dejaré verme débil. ¡No!

" Lady Sofía , " él dijo en voz alta, después agregó en voz baja , " Dulce Sofía ." Su voz era igual, ese sonido profundo e inquietante que ella recordaba. Su respiración quedó atrapada en su garganta, y a pesar de toda su necesidad amarga de odiar a ese hombre por haberla humillarla, no pudo detener su reacción hacia él, y eso la asustó terriblemente, tener tan poco control sobre algo tan importante.
" Ven, te presentaré a mi padre."

Él la llevó hacia Edward y Eleanor y viejo atractivo y ahora ella supo por qué su cara le era tan familiar. Se parecía a Tobin, solamente unos veinte años más grande.

Su padre estaba parado y se arqueó en una reverencia , después se enderezó a su altura completa y la observó . Él sonrió; era una clase de sonrisa menos predatoria que la de su hijo . "Lady Sofía , Un placer conocer a una dama tan encantadora y enérgica. Mi hijo es la muy afortunado." Él levantó su mano hacia sus labios, doblándose sobre ella y depositó un beso suave allí.

Ella pensó oír un refunfuño de Tobin . Su voz tenía un sonido irritado , y le lanzó una mirada rápida. Él estaba frunciendo el ceño a
su padre , todavía inclinado y todavía besándole la mano.

Ella volvió a mirar al conde de Gloucester, quien se enderezó y le dio otro guiño de ojo pícaro , el cual le hizo su ceño fruncido .
¡Era un viejo diablo ! Está coqueteando conmigo!.
Ella le sonrió brillantemente , después miró a Tobin, quien miraba ferozmente a su padre.
" Mi lord . Es un honor conocerlo ." Ella se hundió en una reverencia profunda, mirando directamente a los ojos del conde. Ella no jugaría ese un juego con él, no cuando él tenía un centelleo maravilloso y divertido en sus ojos .

" Había oído hablar de tu belleza, Mi lady , pero las palabras apenas puede descubrir tu glorioso cara.”
Un galán. El padre de Tobin era un galán encantador.

Antes que ella pudiera agradecerle, Tobin hizo un cierto sonido de repugnancia. “ Ven , " él murmuró . " Nadie puede empezar a comer hasta que nos sentemos ." Él casi la arrastró de nuevo a su asiento.

Ella hizo una pausa delante de su silla, después se obligó a tranquilizarse, acomodó su vestido con una mano y se sentó serenamente, pareciendo como si no perturbada en lo mas mínimo por los acontecimientos de ese día. Ella estaba teniendo éxito en su charada , cuando Edward se inclinó y arruinó todo.

" Eres sabia al hacernos sentir orgullosos, Sofía ."

Ella se dio vuelta y miró al rey. " Su majestad. Primo ." Entonces ella le dio una sonrisa que debió haberlo preocupado . No funcionó. Edward ya no la miraba y se inclinaba y hablaba en voz baja con Eleanor.

Sofía se enderezó y miró de frente al salón. Encontró los ojos de Edith en una mesa de abajo. Edith parecía preocupada, culpable, y asustada, lo que era una cosa apropiada porque Sofía le iba a arrancar la cabeza cuando estuviesen a solas.
Uno de los músicos del Rey golpeó un tambor tan fuerte que el cuarto repentinamente se paralizó . Incluso los perros que yacían cerca del fuego no se movieron.

Edward se puso de pie . Levantó su copa con incrustaciones de piedras preciosas en el aire, los rubíes y las esmeraldas reflejaron la luz del fuego. " ¡Tenemos una buena razón para una celebración este día! Este banquete es en honor de dos grandes acontecimientos. Sir Tobin de Clare ha quebrado el asedio en Brookwood en las fronteras del norte y ha logrado la liberación del conde Wynton."
Hubo aclamaciones ruidosas para de Clare y brindis en nombre de sir Tobin. Los gritos venían de todas partes del salón y muchos de los hombres de de Clare se pusieron de pie , levantando sus copas .

Sofía estaba sentada tiesa y tensa , asustada e invadida por una sensación de desamparo que ella odiaba.

Edward bebió junto con los otros, después levantó su copa otra vez. " Los Hemos reunido aquí para celebrar esa victoria, pero hay otra razón para la celebración." Edward se detuvo brevemente y miró a Sofía.

Ella intentó parecer indiferente.

" Hoy, estamos orgullosos de que dos grandes familias se unirán para formar un nuevo hogar . Seremos testigos del compromiso de mi ahijada , lady Sofía Howard, hija de mi primo, el último barón Rufus Howard, Lord de Torwick, Boden y Runworth." El rey se detuvo por un breve un momento, y luego agregó, " Finalmente."

El cuarto pareció estallar en risas. Sofía se sentó aun más derecha, intentó una sonrisa frágil en su cara mientras deseaba que el piso de piedra se abriese y la tragase. Quería parecer que no sentía emociones, a pesar de que estaba sintiendo una amplia gama de emociones . Pero para la gente del salón ella quería parecer tan indiferente como los perros que dormían cerca de la gran chimenea. Le Puso una sonrisa boba de satisfacción al Rey para agradecer sus palabras.

Él pareció satisfecho . " Como les decía, lady Sofía Howard finalmente ha sido prometida en matrimonio a sir Tobin de Clare, hijo de Gilbert de Clare, conde de Gloucester, Lord de Berkeley, Mowbray, Sutton, y Greyfolk, Rudler, y Saltease." Él hizo un brindis el padre de Tobin . " ¡Para que estos jóvenes sean tan felices como nosotros estamos en este momento! Porque me siento contentos… y aliviado."
La risa se levantó en el salón otra vez.
Sofía estaba sentada con sus manos dobladas firmemente sobre su regazo y sus ojos mirando fijamente más allá de la muchedumbre, para no revelar el dolor y la vergüenza ella sentía.
La reina Eleanor dio un pequeño codazo al rey en las costillas y le susurró, " Basta ya . La estás humillando. Esto ya es bastante difícil para ella. Ten cierta compasión por la muchacha ."
El rey murmuró algo, pero le obedeció a su reina y dejó de reírse de Sofía y de su reputación.

Sofía no quería su compasión, o la cualquier otra persona . Eso era la última cosa que ella querría en el mundo . Su orgullo estaba herido , su mundo se derrumbaba a su alrededor tan rápidamente las miradas compasivas solamente harían todo peor. Tenía miedo de mirar a Edith, su íntima amiga , asustada de lo que vería en sus ojos, y también temía mirar a Eleanor.
" Ponte de pie y di algo bueno sobre ella, " Sofía oyó que la reina Eleanor le susurraba al rey.

Después de un momento, Edward se puso de pie otra vez y levantó su copa. " Por mi prima, Sofía, " el rey sacudió la cabeza hacia ella y sus ojos resueltos , por el más breve de los momentos ambos reconocieron que él había ganado esta batalla de muchos años, " ¡ Para que sea muy fértil y le dé a de Clare un ejército de hijos! "

Una aclamación ruidosa llenó el cuarto . Los gritos taparon lo que Sofía murmuró entre dientes , dijo la palabra más obscena que sabía. Nadie la oyó , excepto Dios y Tobin de Clare.