miércoles, 23 de julio de 2008

MALICIOSA - CAPITULO 3

Capitulo 3


De cerca , era incluso más atractivo , el hombre de sus sueños cuya mirada intensa le hacía hervir la sangre y la dejaba mareada.

Él ahora la miraba , pero hablaba con Edith. " Lady Edith. Su amiga parece haber perdido algo. "

Si, He perdido mi corazón.

" Ella no ha perdido algo, sino a alguien ." Edith sacó un higo de su bolsa y agregó relajadamente , " Ella está buscando a un hombre ." Edith mordió en el higo . " Un hombre Hermoso.”

El caballero se rió.

Con que ganas le metería el paquete entero de higos, o mejor la bandeja completa , o incluso toda la tienda en esa bocaza de Edith!, pensó Sofía . Pero en vez de hacer eso, desvió su mirada por apenas un momento, sólo para dar el primero de los diez pasos que le permitirían bajar de esa maldita cerca .
El primer paso estuvo muy bien.


El segundo paso no fue .

La piedra se agrietó y se hizo polvo .

Sofía se bamboleó, dio un chillido agudo , y después se cayó. Todo Sucedió demasiado rápido y ella cerró los ojos y esperó golpear el suelo , por su mente se cruzó el pensamiento desgraciado de que se rompería el cuello y probablemente moriría pues finalmente había encontrado su amor verdadero.

Pero no fue contra el suelo que golpeó.

Ella cayó exactamente en un par de brazos fuertes. Sus brazos.
Ella parpadeó , mirando su cara, sabiendo que no tenía tiempo para ocultar su propia sorpresa.
Él la había atrapado tan fácilmente. Era como si no pesara n más que una pluma.

Ella tomó una respiración profunda, después otra, buscando algo para decir. Pero sus pensamientos y palabras la abandonaron cuando su olor llenó a su nariz, a su boca, a su cabeza y a su corazón. Él olía a varón limpio, a buen cuero español, y y a sueños que se hacen realidad.

" ¿Ella está buscando a un hombre, verdad ? " Su voz era tan profunda, como si viniera de su alma o del cielo, o quizás, Sofía pensó, después de ver el destello oscuro en sus ojos, quizás su voz profunda venía directamente del infierno.

No podía pensar en nada inteligente o malicioso que decir. Ninguna broma bajó de su mente a sus labios. Ningún pensamiento travieso. Ningún chiste que hacer.


Sofía Howard tenía su lengua paralizada ¡!

No había pensado que eso fuera posible, ella que se enorgullecía de su velocidad con las palabras. Incluso no estaba segura de poder encontrar su voz. Era como si su capacidad de hablar hubiera desaparecido .

Él nunca quitó sus ojos de ella mientras apretaba su asimiento , resbalado una palma sobre la parte exterior de su muslo, tirando de su vestido en el proceso. Entonces él dijo suavemente, " Soy un hombre. "

Ella no podía desviar la mirada . No podía pensar. No podía hacer nada mas que mirarlo fijamente . Era uno de esos raros momentos en que el tiempo parecía congelarse.

Sin habla, muda e indefensa, ella solamente podía mirar esos ojos azules, tan azules ... Y mirarlos de tan cerca hizo que su corazón y su respiración se aceleran. Sus ojos eran del color de la túnica, el mismo azul del cielo en una mañana de verano. Entonces Sofía vio algo allí , una chispa de diversión, y después una mirada que le decía que ese diablo arrogante sabía exactamente a quién ella había estado buscando.

Sofía rogó para que su cara no revelase lo que pensaba: qué difícil estaba era para ella estar frente a ese hombre , el primer hombre en años cuya opinión significaba algo para ella.

Sofía no se ruborizó. Ella nunca lo hacía, y estaba agradecida por esa rara habilidad. Era algo que le permitía actuar atrevidamente incluso cuando interiormente no se sentía valiente u osada . Y le servía para ocultarle al mundo cómo se sentía verdaderamente. Como ahora, cuando ella no tenía nada mas que una máscara de frialdad para ocultar la verdad: había encontrado a un hombre en el mundo al que deseaba y ese conocimiento la asustaba tan terriblemente que la hizo temblar hasta los huesos.

"Bájame , sir." Ella encontró su voz perdida, y afortunadamente sonó mucho más fría de lo que se sentía. Ella esperó que él obedeciera. Pero Él no hizo nada.

" Ahora ." Su tono era agudo y se alegró por eso.

Su expresión cambió, como si quisiera decir algo, pero él no habló. En lugar de eso , uno de sus brazos que la sostenía desapareció, el brazo que estaba debajo de sus rodillas.

Sus piernas cayeron como rocas. Ella jadeó , pero su otro brazo la apretaba más arriba , sobre su espalda , sosteniéndola contra él, pecho contra pecho, mientras que sus piernas colgaban en el suelo.

Ella lo miró , atrapada contra su cuerpo. Se sentía como un animal acorralado . Él la miró con la misma expresión intensa y ardiente.
Ella tomó una respiración corta , pero para sus oídos sonó tan ruidosa como un grito.
Sus ojos estrecharon levemente cuando su mirada se dirigió hacia su boca, después lentamente él la dejó deslizar su cuerpo unos pocos centímetros , hasta que sus apenas pies tocaran el suelo y su boca estaba tan seca como la sal del mar.

Sofía dio un paso atrás y sacudió el polvo de su vestido.
" Caballero ." Ella le dio un asentimiento breve de agradecimiento sin encontrar sus ojos, porque si él la llamaba tonta simplemente se moriría. Allí mismo en el pasto . Caería derretida en el suelo y dejaría de existir.

" Debes agradecer a sir Tobin por salvarte de un cuello roto , " Edith le dijo distraídamente, frunciendo el ceño mientras revisaba el paquete de dulces vacío.

Sofía se congeló. Sus palabras salieron en un susurro. " ¿Qué
dijiste ? "

" Él es sir Tobin de Clare, " Edith dijo como si Sofía debiese reconocerlo. " Lo has encontrado antes."

La mente de Sofía quedó en blanco y lo miró fijamente. Su mirada no había cambiado.

" Voy a la tienda de dulces otra vez, Sofía . Estarás bien acompañada con sir Tobin como escolta . Te encontraré en las carreras , donde buscaremos a tu hombre. " Edith fue hacia las carpas, abandonándola completamente , dejándola a solas con Tobin de Clare, el hijo mayor del conde de Gloucester.

Oh, claro lo había encontrado antes.

Pero nunca había visto su cara.

Tres años atrás , en el castillo de Camrose

Sofía estaba parada fuera de las enormes puertas de roble del gran salón , lejos de la muchedumbre bulliciosa y festiva que llenaba el recinto , donde todos celebraban la boda de Lady Clio de Camrose y Lord Merrick, conde de Glamorgan, y el mejor amigo y vasallo de su primo Edward

Durante el banquete de la boda, los heraldos de Glamorgan habían entrado en el salón y habían capturado la atención de todos tocando notas triunfantes con sus cuernos, y luego Lord Merrick le había presentado a su esposa a un deliciosa y hermosa torta hecha con la forma del castillo de Camrose, las torres estaban hechas con azúcar, las piedra los muros con pétalos de rosas una base de crema de almendras, y debajo del puente levadizo había un foso color oro hecho con miel, en el foso había cisnes de azúcar . Todavía podía recordar a Lady Clio mirando tiernamente a Lord Merrick y luego sus lagrimas y gritos de alegría .

Sofía había comido dos porciones de esa torta deliciosa, tuvo que hacer un truco para que no la viesen , de otro modo la habrían acusado de gula - uno de los siete pecados capitales. Qué tontería ella había pensado . Ella no era una glotona ; sólo sucedía que le había gustado esa torta. ¿Cómo podía ser que una torta tan blanca y dulce fuese un pecado? Y menos un pecado mortal ...

Mientras ella intentaba conseguir su tercer porción de torta, había lanzado una mirada a su alrededor y para su sorpresa encontró que todas las personas de su edad, los mas jóvenes de los invitados, los escuderos , las hijas y los hijos de las familias nobles, sus amigos y otros muchachos que eran sus primos, había desaparecido del gran salón .

Entonces había salido a buscarlos afuera del salón y estaba parada cerca de la puerta preguntándose a dónde se habrían metido.

" ¡Ven, Sofía ! "

Ella se dio vuelta , reconociendo la voz de su joven prima.

La Princesa Eleanor la llamó también. " ¡Ven, únete al juego! "

Las voces venía del patio interno, entre el establo y la lechería , allí estaban sus amigos y el resto de los jóvenes invitados a esa boda.

" ' ¡Estamos jugando al gallo ciego ! ¡Ven ! ¡Rápido ! " Su prima, la hija mayor de Edward , Eleanor, estaba parada en un círculo grande con otros jóvenes .



En el centro de ese círculo estaba un muchacho alto . Tenía una puesta una capucha negra que le cubría la cabeza y los brazos que extendía hacia adelante. Él dio vuelta lentamente, cautelosamente, tanteó el aire con sus manos . Se detuvo cuando tocó apenas una mecha de cabello y repentinamente atrapó a Eleanor.

Su prima se rió zafándose de su asimiento y el muchacho solamente atrapó el aire.

Eleanor se cuidaba de alejarse de su alcance y se reía como lo hacían las otras muchachas, provocando y llamando al muchacho con la cara cubierta, su primo se agachó y las manos del joven golpearon contra la pared de la lechería.

Todos se rieron .

El joven se dio vuelta , después se enderezó y se rió también. Él hizo una reverencia . " ¡Ah! ¡La princesa Eleanor es demasiado rápida para el lento hijo de un humilde conde! "

Su broma hizo que todos estallasen en carcajadas porque sabían quién era él.
Sofía lo miró intensamente , por un momento pensó que nunca antes había conocido a Tobin . Su voz le resultaba desconocida. Y sin duda ella habría recordado a alguien tan alto.

Pero no era una sorpresa, pues la mayoría de los hijos de los nobles eran enviados a otros castillos a ser entrenados como caballeros a la edad de siete años.


Mientras que Sofía intentaba ver quien era el “gallito ciego”, Eleanor se rió otra vez con su risita tan distintiva, después se cubrió la boca con su mano y se movió para que él no la atrapase.

Él dio vuelta y se movió rápidamente hacia ella otra vez. Después de alguno intentos fallidos para atrapar a la hija del Rey', el muchacho con la capucha se dedicó a perseguir a alguien mas, y la princesa le hizo señas a Sofía para que se agachara.

Sofía comió rápidamente la tercer porción de torta , llenando su boca hasta que sus mejillas parecían a punto de estallar , después agarró el borde de vestido y corrió para unirse al juego . Ella todavía masticaba la torta cuando ella enlazó su mano con la de Eleanor y miró al joven alto en el centro persiguiendo a otros participantes.

Después de un rato de mirar el juego y después de observar como se movía el encapuchado Sofía se inclinó cerca de su prima y le susurró, " Viste , Eleanor, cómo este gallito ciego solamente busca atrapar muchachas con pechos grandes? "

" ¡Sofía! " Su prima estalló con una carcajada, un sonido que hizo que el enmascarado fuese hacia ellas.

" ¡Ustedes se están riendo ! " él dijo, moviéndose hacia ellas

Sofía hizo el contrario de todos ; ella dio un paso hacia él, sus manos colocadas en sus caderas y su mentón elevado . " ¡ Yo opino que este gallito ciego no tiene bien tapados los ojos ! "

El muchacho no se movió, apenas se dio vuelta para enfrentarla ella. Él ladeó su cabeza. " ¿Cuan ciego esta joven dama desea que esté? "

" ¡ Lo suficientemente ciego para que no solamente agarres a las muchachas que tienen pechos grandes ! "


Hubo un estallido de risas estentóreas. " ¡De Clare! ¡Ella te desafía! "

Sofía sabía que de Clare era el apellido del conde de Gloucester . El enmascarado debía ser su hijo.

El muchacho hizo una reverencia. " Alguien aquí no está ciego, por lo que veo."

" ¡Ah! Ven ¡ Allí tienen . Él acaba de admitir que puede ver." Sofía no pudo refrenarse. Le encantó dar vuelta las palabras a su favor.

" ¿Ver? " Él no se movió, sino que se quedó parado donde estaba, su mano frotando su mentón fingiendo que pensaba. " Supongamos que te digo que tengo un don especial y puedo ver con mi mente."

" Supongamos que yo puedo volar."

Todos se rieron.

" Mi lady duda de mi capacidad de percepción."

" Yo creo que la tela de la capucha no es suficientemente gruesa."

Sofía lo miraba directamente , sabiendo por instinto que él podía verla.

Él se rió otra vez . " Quizás mi lady quisiera taparme lso ojos ella misma."

" ¡Hazlo, Sofía! "

" ¡ Si ! ¡Aquí tienes un pedazo de tela más gruesa para taparle los ojos! ¡Será suficiente para que no vea nada ! " Uno de los jóvenes sacudió la faja de su túnica hecha de seda de negra.

Sofía aceptó el desafío del enmascarado, y avanzó disfrutando de su victoria en esa pelea verbal con el joven. " Debes arrodillarte delante de mío, gallito ciego , pues no soy un gigante tosco”.

Él se rió de su burla, y después se arrodilló delante de ella.

Ella se acercó .

" Has cuestionado mi honor." Su voz era baja, solamente para sus oídos. "

¿ Es honorable engañar? ' La voz de ella no era baja. Sofía quería que todos oyeran. No había victoria en el secreto y en las amenazas susurradas.
" ¿ Estás diciendo que hago trampa? "

“ Si ."

" Suenas muy segura, Mi lady ."

“ Si . lo estoy ." Ella sacudió la cabeza .

" Ya Veo. Esto es un desafío."

Los otros comenzaron a murmurar.

Ella no retrocedía ante un desafío.. “ Si ." Su voz era firme y ella levantó su mentón y miró a su prima, sintiéndose muy convencida.

" Entonces como mi desafiante , debes pagar una prenda si pruebo que estás equivocada."

Ella lanzó su cabeza hacia atrás observando a su alrededor y luego lo miró fijamente . ¿Era un tonto?
" Asegura que puedes atraparme con los ojos tapados con dos telas? " Ella se rió con ganas.

" Si, " él se jactó con una seguridad que habría sido inquietante si no fuese tan intrigante.

Ella nunca se retractaría de un desafío. Pues ella era una mujer, y su orgullo era casi todo lo que poseía. Sofía lo estudió durante un tiempo. Podía sentir los ojos de él en ella, aunque él usaba la capucha negra. Miró la tela seda en su mano. Esa segunda venda era el doble de gruesa e incluso era más oscuro que la capucha que él usaba. Sofía alzó la tela contra la luz del sol , no se podía ver nada al trasluz. No había riesgo . Era un desafío que ganaría seguramente.

" Estás vacilando, " él la provocó .

Él fanfarroneaba. Típico bufón.

" Si puedes atraparme con dos vendas cubriéndote los ojos , te pagaré cualquier apuesta." Ella levantó su mentón y miró directamente a la capucha negra, directamente a la altura de sus ojos.

" Entonces ata la segunda tela." Él se arrodilló y dobló su cabeza para que ella procediese. Mientras ataba el nudo, Sofía se preguntaba por qué hacía una apuesta que seguramente iba a perder. Miró fijamente la capucha negra, preguntándose por un instante cuál sería el color de su cabello . ¿ Cómo sería su cara ? ¿ Y Sus ojos? Su voz era profunda, no como la de los otros muchachos adolescentes , cuyas voces se agudizaban ocasionalmente.
Era muy alto, seguramente estaba en los últimos años de su adolescencia y probablemente fuese un escudero . No cabía duda de que provenía de una familia rica, por el tipo de ropa fina que usaba . Sus botas eran de un cuero suave , delicado y muy caro.

Por lo que él había dicho , ella sabía que era el hijo de un conde. O por lo menos él había dicho eso.

Mientras acababa de atar el nudo, Sofía miró su cabeza encapuchada y se maldijo por no haber prestado más atención durante la comida del banquete, cuando todas los invitados estaban sentado en las mesas en el salón y ella, que estaba sentada en la mesa principal sobre la tarima, una posición excelente para ver a cada huésped. Si hubiera puesto mas atención ahora sabría cual era su apariencia.
Sofía se alejó del encapuchado .

" ¡ Dinos cuál es tu apuesta, gallito ciego! ", alguien gritó.

Él no dijo nada, se quedó parado allí tan alto y derecho una torre. Repentinamente ella se sintió pequeña, y eso la molestó. No quería sentirse frágil y vulnerable.

Sofía esperó, y esperó.

Él se mantuvo en silencio.

Ella se preguntó qué esperaba él. Cuando De Clare no dijo nada ella miró a su alrededor , a los otros participantes , después se encogió de hombros y relajó su postura. " Quizás cuando está bien vendado que el gallito ciego no puede pensar ni hablar."

Todos se rieron otra vez.

Entonces su voz cortó las risas. " Exijo tres besos de mi desafiante ."

" ¿Tres besos? ' ella susurró, paralizada como un ciervo atrapado en una tormenta de nieve . " ¿Qué tipo de apuesta es esa? "

" El mejor tipo de apuesta ."
Hubo más risas y gritos de los otros, lo que la molestó profundamente . ¿Besos? Quién pensaría en apostar besos. Esa idea ciertamente nunca se había cruzado por su mente. Piensa, Sofía se exigió a sí misma . Y pensar fue lo que hizo, rápidamente, y también habló rápidamente, " ¿Tres besos? ¿No es eso gula, gallito ciego? "
" Menos gula que tres porciones de torta, " él dijo en voz baja .

Sofía quedó paralizada y en silencio en el centro del círculo por un rato , hasta que ella se dio cuenta de lo que hacía. Entonces cerró su boca con fuerza, una acción que le hizo doler los dientes y la mandíbula.

Ella no dejó de mirarlo con furia. " Muy bien. Tres besos es la apuesta, " ella convino con una voz acortada, después giró y marchó a unirse al círculo de participantes. Plantó sus manos en sus caderas y levantó su cabeza arrogantemente . " Atrápame si puedes , gallito ciego ."