jueves, 31 de julio de 2008

MALICIOSA - CAPITULO 13

Capítulo 13


Para Tobin, ese momento era como cuando enfrentaba al enemigo en un campo de batalla. Había la misma tensión en el aire. Ella estaba parada enfrente de él, sin moverse. Su mandíbula parecía tan apretada como la suya propia.

Los únicos sonidos a su alrededor eran los ruidos que venían de las jaulas de los halcones. Algunas plumas flotaban hacia fuera de una jaula próxima. Se escuchó el sonido chillón y gutural de un cuervo, y el chillido agudo de un halcón. Pero ningún sonido humano.

El aire se puso denso y tenso como cuando estaba a punto de llover o de nevar. Ella parecía congelada, su mano apoyada contra la piedra de la entrada, sus facciones rígidas como una estatua de mármol. Solamente se veía el movimiento de su pecho subiendo y bajando con cada respiración que tomaba.

Había sido un día largo de batallar con ella, esa mujer que él había elegido para ser su esposa, la mujer cuya mano él se había ganado con sus servicios al rey. Pero cuando él la miraba y recordaba las noches congeladas del norte, la lluvia , la nieve y el hielo cayendo sobre su cabeza , la escasez de alimentos y todo lo que había pasado , ahora le parecía que valía el precio que había pagado.

Sofía era una belleza. Cada vez que la miraba, una necesidad extraña y compulsiva dentro de él, entendía por qué todos esos nobles jóvenes la habían querido como esposa. Entendía su frustración cuando ella los había rechazado . Y Entendía la necesidad de ellos de vengar su orgullo herido cuando fueron rechazados.

Pero después de dos años largos al servicio de los caprichos del rey Edward , él había tenido éxito donde otros habían fallado . Sofía era suya. El compromiso estaba establecido, firmado, y bendecido por la iglesia, y nada podría romper ese pacto entre el rey y su padre.

Ella estaba parada allí intentando parecer perfectamente cómoda, pero no lo estaba. Ella intentó mostrarse indignada y manipulada.
Tobin casi rió porque pues no estaba seguro de quién había manipulado a quién ese día. Finalmente decidió que ya le había causado bastantes problemas por un día, entonces se se aplacó y habló primero. " Querías verme."
Ella no habló, se quedó allí, sin mostrarse enojada o petulante, sino una poco perdida, como si acabara de despertar y no supiera donde estaba. Esa faceta de ella, ese lado vulnerable que él no había visto antes, lo hizo ceder


Tobin cerró la distancia entre ellos lentamente, acercándose a ella de misma la manera en que se acercaba a los caballos mas salvaje de los de Clare. Le habló suavemente, no con amenazas. Sólo dijo su nombre con un suspiro, varias veces .

Ella se dio vuelta y lo miró con esos ojos violetas , sus labios suaves y húmedos esperándolo. En ese momento No quería otra cosa más que cerrar sus brazos alrededor de ella y besarla hasta que ambos necesitasen algo mas que tocarse con sus bocas y sus lenguas

Él extendió un dedo y levantó su mentón suavemente, inclinó su cabeza, moviendo su boca hacia la suya. Dios ... deseaba . Cuando sus labios casi tocaron los suyos ella parpadeó , como si nunca antes lo hubiese visto.
Ella lo empujó hacia atrás. " ¡No lo hagas! "
Su voz era chillona, casi como si estuviera asustada. Pero Sofía Howard no era alguien que se asustase fácilmente, por lo que Tobin ignoró de eso.
Ella pareció recomponerse rápidamente. " Debemos hablar." Su voz incluso ahora era más tranquila.

Él soltó una risa aguda. " Si vamos a hablar porque los dos necesitamos hablar. No sé por qué usted me convocaste”. Ella masculló algo entre dientes .
" Sofía. No puedo oírte. Mírame ."
Ella lo hizo, después sus ojos se estrecharon como si ella lo culpase porque no podría encontrar las palabras que quería decir . " Quería hacerte una pregunta."
" ¿Qué pregunta ? "
Ella alzó sus hombros y levantó su mentón tan alto como una reina. " ¿Por qué pediste casarte conmigo? "

Así que ese era el tema que la inquietaba . Tobin se preguntó qué haría Sofía si le dijese la verdad: que la deseaba porque ella era una belleza rara de encontrar , porque todos los hombres que él conocía la deseaban, porque ella era un desafío y porque a él le gustaban los desafíos, y por alguna otra razón que no podría explicar, había decidido la primera vez que la había visto que ella sería suya.

Si le mintiera y le hiciera una promesa del amor imperecedero, estaría haciendo el papel del tonto enamorado , y ella usaría esa promesa contra él y nunca le daría paz. Sería una debilidad exponerse de ese modo. Ella no era la clase de rival a la cual un guerrero inteligente le cedería algo de terreno.

El orgullo era un tema aquí, pues siempre estaba entre ellos. Ella ya tenía una altísima autoestima . Y Él no se la alimentaría. Tobin se inclinó hacia atrás , contra una columna alta, cruzó sus brazos y sólo la miró .
Ella esperaba su respuesta, mientras que él intentaba encontrar la apropiada. " Estoy esperando."
" Puedo ver eso. "
" ¿ Estás inventando alguna mentira? ¿Es por eso que vacilas? "
“ No . Te lo diré. Tienes muchas tierras y riqueza, Sofía. Y gracias a tus innumerables travesuras de los últimos años, el rey estaba desesperado por verte casada." Ella no mostró expresión en su cara. " Como yo lo veo, si yo no me casaba con vos , nadie lo haría."
Ella tomó una respiración profunda.
" Tienes que admitir que has echado a patadas cada pretendiente que tuviste. Me parece que yo soy el último que queda en la lista de posibles candidatos . Calculo que si yo no hago el sacrificio, entonces ..."
" ¿Sacrificio? " Su cara se empalideció , y luego su cuello comenzó a enrojecer. "

“Sabes lo que quiero decir . Alguien tenía que hacerlo, si no Edward estaría viviendo un infierno . Cada vez que vos rechazabas a un pretendiente, Edward imponía un nuevo impuesto a sus vasallos para que poder agregar más oro a tu dote. La verdad de es que ninguno de nosotros podía seguir pagando esos impuestos por mucho más tiempo. Y además, por qué no te aceptaría como esposa ? Puedo tolerar casi cualquier cosa a cambio de una rica dote , incluso mujer malcriada y caprichosa con demasiado tiempo libre para hacer maldades."
Ella se ruborizó intensamente y apenas respiraba.
" Maldades como lanzar tripas de cerdo llenas con agua o poner sapos en mi cama." Él se alejó de la columna y apoyó una mano.
" Y antes de que digas cualquier cosa , sé que le pagaste al muchacho del establo para que pusiera los sapos allí."
Ella parecía tan enojada como para escupir sapos. Por un momento él se preguntó si su necesidad de sofocar la rebeldía de ella , de ponerla en su lugar , no había llegado demasiado lejos.
" ¿Terminaste de hablar ? " La palabras eran seca . Ella enderezó los hombros , y sus manos estaban enlazadas firmemente . " Creo que eso cubre todas mis razones."

“ Bien ." Ella se apartó y caminó lejos de él. Su alto cabeza en y sus pasos medidos y regulares . Él la miró alejarse , observando el control con el cual ella caminaba a través del patio y cruzada la arcada donde estaba puerta que llevaba hasta las escaleras de la torre y a su cuarto altos en el piso superior.
Por apenas un momento, él se preguntó si él acababa de cometer un error.
***

Ella había cometido un error . Se había permitido creer que alguien podría amarla.
Alejarse de él con la cabeza en alto y los ojos secos había sido una las cosas más difícil que jamas hubiera hecho .
¡Un tonta! ¡Un tonta! Eso era lo que gritaba su mente mientras daba cada paso.
Sus labios comenzaron a temblar y ella los presionó firmemente juntos. La humedad que creció en sus ojos. Ella parpadeó las lágrimas y subió las escaleras lentamente, un escalón a la vez, hasta que finalmente estuvo dentro de su cuarto donde las velas todavía no habían sido encendidas y el cuarto estaba a oscuras en todos sus rincones. La luz exterior lanzaba una sombra leve en el piso mientras ella se daba vuelta y cerraba la puerta con tranca.
Un momento después se lanzó sobre su cama, enterrando su cara en sus manos y lloró . Él no la quería . Él quería un rey apacible y satisfecho y su valiosa dote.
Sofía sollozó con tanta fuerza que su respiración se trabó en su pecho. Lloró por todo lo que nunca antes había llorado . Lloró por lo que había perdido. Lloró porque nunca podría tener algo bueno y dulce, como el amor. Lloró porque no le había quedado nada adentro mas que mil lágrimas .

Lel levó un largo tiempo poder incorporarse. Para entonces la luna ya brillaba intensamente en el cielo nocturno . Se sintió avergonzada, porque ahora sabía la verdad : ella no era lo bastante buena como para que alguna persona la amase. Su padre no había podido amarla. Tobin no podía amarla.

Todos esos pretendientes la querían solamente por su apariencia externa , y ella lo sabía. Todos ellos habían fallado en la prueba; ninguno pudo probar que la querían por algo más que solamente por su belleza. Ella era para ellos una posesión. Un bello adorno para colgarse del brazo y mostrárselo a otros hombres.
Se había olvidado de la lección que había aprendido muy temprano en su vida, se la había enseñado su padre.

En su necesidad desesperada de querer que Tobin de Clare la amase, se había olvidado que no podía darse el lujo de necesitar nada ni a nadie , particularmente aquellas cosas o personas que nunca podría tener.
Ella no tenía un padre o una madre; entonces no podía darse el lujo de necesitarlos. No tenía amor; y no darse el lujo de necesitar amor.
Había sido una niña abandonada, había aprendido la lección entonces. Pero luego la había olvidado. Se había olvidado del por qué se había distanciado de quienes declaraban querer ayudarla. La verdad era que no había nadie en quien pudiera confiar plenamente, sólo ella misma.

Sofía comenzó a llorar otra vez, llorando por todos esos momentos tontos en los que había soñado que su vida podía ser diferente. No podría esperar nada de nadie excepto de sí misma. No podía hacerlo , porque ellos seguramente la decepcionarían.

Caminó hacia la pares encendió una vela , y la secó de su sostén de hierro y la llevó la mesa. La superficie de la mesa era de metal pulido , allí revisaba su cabello cada mañana. Sofía se inclinó y se miró, vio las lágrimas rodando por su cara, los labios hinchados , los ojos rojos y la piel manchada por las lágrimas . Lágrimas que nunca debería haber derramado
Ella se alejó un poco y miró su cara en el espejo de mano , la cara que todos aseguraban que era tan hermosa. La cara era la razón por la que la gente la miraba .
Se miró fijamente por un rato largo , después lo lanzó a través del cuarto. El espejo golpeó contra la pared de piedra con un sonido ruidoso.
La belleza era una cosa sin valor. Nunca le daría una madre. No había mantenido su padre a su lado. No hacía que él la amara. La belleza nunca le había dado nada mas que problemas
Cruzó el cuarto, se agachó , y tomó el espejo de metal. Después fue al arcón cerca de su cama y sacó su caja de costura. Buscó las pequeñas tijeras, y volvió a la mesa y apoyado el espejo contra la pared.
Se miró fijamente durante mucho tiempo . Luego tomó las tijeras y la pequeña daga . Las estudió , preguntándose cuál haría mas daño. Tomó la daga y la llevó a su cara. Se miró en el espejo con la daga agarrada en su puño. Las lágrimas vinieron a sus ojos y empañado la imagen delante de ella. Agarró un puñado de cabello y lo rebanó. Luego asió otro ; y lo cortó. Y otro, y otro y otro . Su largo cabello negro cayó al piso en montones, una puñado tras otro.

Cuando terminó, colocó la daga y utilizó las tijera para cortar más cabello, hasta que el pelo que quedaba en su cabeza se elevaban como un arbusto seco.

Entonces se agachó y tomó un bolso de cuero , y guardó todo el cabello negro , y luego ató las tiras del bolso en un nudo apretado .Lo puso debajo de la cama y se acostó en posición fetal abrazándose . Tenía los ojos cansados y le ardían por todas las lágrimas . Cerró los ojos y un momento más tarde estaba dormida.

***
Fue bastante después de las Seis del día siguiente cuando Parcin, el capitán de los soldados de Tobin , fue a encontrarlo en los establos, donde su caballo masticaba heno y sin dar muestras de cojera.
" ¿Sir Tobin ? "
Tobin se dio vuelta . " ¿ Si ? "
Su hombre sostenía una bolsa de cuero marrón.
" Me dijeron que esto para usted."
" ¿ Para Mí? " Tobin frunció el ceño. " ¿De dónde lo sacaste? "
" Temprano esta mañana, como partíamos para caza, un muchacho se me acercó en los portones y me dijo que usted lo había comprado esto. Me preguntó si se la entregaría a usted."
Tobin no había comprado nada.

Él tomó la bolsa y comprobó su peso, viendo si era una broma. Sabía a un hombre a quien le habían entregado una bolsa , diciéndole que era un regalo y había una serpiente adentro. No pesaba como una serpiente. No era abultado. Dejó caerla bolsa a tierra, se arrodilló y desató las tiras. Adentro había algo negro.
Tobin frunció el ceño, dio vuelta la bolsa.
Mechas de cabello del negro brillante de Sofía cayeron sobre la paja amarilla .
Él lo miró fijamente , se estremeció en silencio, después se enderezó y maldijo . Se dio vuelta y un segundo después golpeaba su puño contra la pared de madera. Su hombre retrocedió. Tobin se dio vuelta .
" ¿Qué muchacho ? ¿Dónde está? "
" No sé quién él era, sir. Él usaba un sombrero rojo de ala ancha , como los de los granjeros . Pelo corto y oscuro. Usaba una túnica de lana marrón y pantalones ."
" ¿A dónde fue ella ? "
" No sé. Yo no ... " Él se detuvo brevemente. " ¿Ella? "
" Si, ese muchacho era mi prometida ." Parcin no sabía que responder " No sabía que era ella. Yo… … "
Tobin levantó su mano. "
“ No es tu culpa . Pero piensa. ¿Qué más viste? "
" No la vi después de que ella corrió fuera del portón."
Tobin habló en voz baja .
" Eso significa que ella dejó el castillo casi al mismo tiempo que los carros con provisiones”.
Tobin sacudió la cabeza. Ahora era tarde por la tarde y ella llevaba casi un día completo de ventaja . Él dejó el establo murmurando algo sobre mujeres y cabello , sobre su terquedad y sus tonterías. Sus manos se cerraron en puños mientras caminaba hacia los aposentos del Rey Edward para contarle lo que ella había hecho.

A la distancia, cerca de Canterburry y a algunas millas de distancia de Leeds, un joven muchacho de cabello oscuro con un sombrero rojo y tosca ropa de lana , con la cara manchada con cenizas , iba en viaje a Londres con una pequeña caravana de actores.