jueves, 24 de julio de 2008

MALICIOSA - CAPITULO 4

Capítulo 4


Ella miró a Edith desaparecer entre la multitud. Sofía quería desaparecer, que la tierra la tragase en ese instante . Pero tuvo que quedarse allí parada delante de sir Tobin de Clare y actuar como si su corazón no estuviese palpitando alocadamente , como si nada de lo que hubiese sucedido en el pasado importase en ese momento , como si ella estuviese tan tranquila como el agua de un estanque.

" Hay algo entre nosotros."

¡Mierda! Él lo sentía, también.

" Tenemos una deuda pendiente."

Entonces todo lo que ella sentía era absurdo. Él no hablaba de esa atracción extraña que ella sentía, sino de una deuda ella le debía.

Enfrenta al diablo, ella se exigió. ¡Hazlo ya !
Sofía se dio vuelta hacia él lentamente, sacudió la cabeza y levantó su mentón. " Vos hiciste trampa."

Él ladeó su cabeza y frunció el ceño un poco, como si hubiera esperado que ella dijera cualquier cosa menos eso " Había una gran cantidad de testigos ese día ." Él le dio una sonrisa maliciosa . " Dime exactamente cómo podría haber hecho trampa delante de todos esos testigos."

" No lo sé ." Ella agitó una mano en el aire. " No tengo una mente tramposa y perversa para saber esas cosas."

" ¿Vos ? ¿Lady Sofía Howard? ¿ Una mente tramposa y perversa? " Él rugió de risa, mientras Sofía estaba parada allí, mirando fijamente las uñas de su mano derecha.
Nadie podía decir que Sofía hacía las cosas con poco entusiasmo. Y mentir no debía ser la excepción. Si iba a mentir, la mentira no debía ser endeble.

Él obviamente la encontraba muy graciosa, porque todavía se reía suavemente. Ella no supo si eso le gustaba o no.

Él dio un paso más cerca de ella. " Dime , dulce Sofía, cómo lograste ese día para que la reina te llamase en el momento exacto en que estaba a punto de cobrar mi deuda? "

Ella nunca le admitiría que no había hecho nada, que había sido pura casualidad . Lo dejaría pensar que ella tenía poderes sobrenaturales y que era astuta.

" Vamos. Confiesa."

Ella le dio una sonrisa. " Te lo diré, si vos me dices cómo lograbas perseguir solamente a las muchachas que tenía ... , " ella se detuvo brevemente, " ... pechos grandes."

Él se encogió de hombros , sin negar o admitir nada, una táctica que ella conocía bien ya que ella la usaba con frecuencia .

Él mantuvo una mirada penetrante . " Durante estos últimos dos años he pensado que tu mente alimentaba la noción de que gané solamente porque hice trampa."

" Tres años, " ella dijo. " No dos años. "

Su risa repentina hizo un sonido victorioso que le dijo que ella había caído en una trampa de sus palabras. Él sabía que eran tres años, pero la estaba poniendo a prueba.

Él se movió mas cerca de modo que sus caderas rozaron su costado. " Me corrijo , mi lady . Durante los últimos tres años, convenientemente has decidido que no me debes nada porque puedes crees que yo hice trampa ."

" No hay nada conveniente respecto a mi memoria. Yo Sé que hiciste trampa . Y también sé que nadie podría haberse movido tan rápidamente como vos lo hacías, especialmente en mi dirección." Ella se en su lugar . Era incómodo tenerlo a pocos centímetros de ella. Le impedía pensar agudamente.

Pero ella sabía que él intentaba intimidarla con su altura y el tamaño de su cuerpo . Los hombres hacían eso, utilizado fuerza física para compensar su carencia de inteligencia . Ella inclinó la cabeza y lo miró directamente a los ojos , lo que generalmente sorprendía a hombres arrogantes porque ellos estaban acostumbrados a las mujeres mansas. Ella nunca bajaba su cabeza sólo miraba a cualquier persona a los ojos.

Sin embargo, Tobin no aparecía sorprendido, lo que la molestó mucho . Por qué ese hombre no hacía cosas previsibles?.
" Creo saber lo que piensas , Sofía, piensas que nadie puede moverse tan rápidamente como vos . Estás manejada por tu orgullo .
Crees que eres la única con una mente rápida e incluso con pies rápidos”. El canalla dio un paso más cerca . Él casi estaba parado sobre sus pies. Ella podía sentir el calor de su respiración cuando él hablaba.

Ella se alejó . " Lo que creo es que hiciste trampa . Ahora si me excusas, debo ir a ver las carrera." Ella se dio vuelta con su nariz bien en alto , levantó el borde su vestido y planeó marcharse con una dignidad propia de la reina Eleanor .

Pero no consiguió caminar más que unos metros

Su mano se cerró alrededor de su brazo . " Me complacerá escoltarle hasta las carreras , lady Sofía , " él dijo en voz muy alta. . Él casi había gritado como un heraldo grita un anuncio del Rey.

La gente a su alrededor se dio vuelta para observarlos.

Él hizo una breve reverencia , mientras enlazaba su brazo con el suyo, ocasional, del modo que un cortesano cortejaba a una dama . Pero en verdad él aferraba su brazo con fuerza para que ella no pudiera escaparse, cosa que ya había intentado dos veces.

Él comenzó a caminar con pasos largos , ella casi tuvo que correr para no quedarse atrás . " ¿Puedes caminar mas despacio ? "

" Solamente si vos no intentas soltarte de mi mano."
Ella se relajó su mano y dejó de forcejear , por lo que él bajó la velocidad de sus pasos. Lo haría pensar que había ganado.

Sofía caminó en silencio, mirando fijamente sus brazos, sus manos, buscando el momento perfecto para escaparse y correr como el diablo.

Pero ese momento no llegó. Ella no corrió . No podía lograr soltar su mano . Miraba fijamente su mano apoyada sobre su antebrazo, después apretó fuertemente sus dientes y lanzó una mirada a todos a su alrededor . Se dio cuenta que los observaban como si fueran cualquier otro caballero y cualquier otra dama que caminaban entre la muchedumbres. Salvo que las otras señoras no tenían un escolta gigante que les impedía alejarse.

" Quizás, Mi lady , juntos… " él apretó su mano; “… podamos encontrar al hombre que estabas buscando."

Morir . Ella se quería morir, pero nunca se lo dejaría saber. Con un tono informal, ella dijo, " Quizás . Eres bastante alto como para ver por encima de la multitud."

Halágalo . Dile que es alto. El va creer que es superior. La mayoría de los hombres adoraban pensar que eran superiores, y mientras él alimentaba su vanidad , ella idearía una manera de escaparse. Alguna manera...

Continuaron Caminando , la mano de Tobin sobre la suya, su mente buscando frenéticamente un objetivo. Ninguno de los dos hablaba , lo que era bueno porque ella no quería ninguna distracción mientras pensaba . Los sonidos de los vendedores ambulantes y la alegría de la gente lo envolvía. Sonidos normales que interrumpían sus pensamientos. Sonidos de entusiasmo . Pero interiormente ella pasaba por un momento oscuro; tenía la horrible sensación de que nada sería nunca verdaderamente normal otra vez, ciertamente no mientras sir Tobin de Clare estuviese cerca de ella.

Su olor. Sus respiraciones. Su caminar. Todo eso la atontaba. Y lo peor, su mano casi quemaba debajo de su contacto. Ella
tragó en seco y continuó caminando con él.

" Por lo que recuerdo… " él dijo en un tono pensativo y lento, " le dijiste a Lady Edith que ese hombre que buscabas tenía el cabello negro como un ."

Él la había oído la descripción que ella le había hecho a Edith. ¡Mierda ! ¡Mierda! ¡Mil veces mierda! Casi podría sentirlo mirándola fijamente. Ella sabía que si lo mirase vería eso su sonrisa arrogante. Sofía contempló a un juglar que balanceaba unos pernos de madera sobre su nariz. Ella señaló el juglar. " Desearía poder hacer eso. Tener el equilibrio de ese hombre. Sería divertido ." Ella cambió de tema, un método que generalmente le funcionaba . Si no tienes una buena respuesta, debes confundir al enemigo.

"Interesante."

“ Si . Es interesante la manera en que pueden sostener tantos objetos al mismo tiempo . Piensas que es difícil aprender esos trucos de malabares? Probablemente, si " ella se contestó rápidamente antes que él pudiera. " Creo que los malabaristas son los mejores artistas."

" No hablaba de malabaristas."

" Oh." Ella no preguntó de qué hablaba él.

" Hablaba de ese hombre que estás buscando . Lo encuentro muy interesante ."

Entonces Ella lo miró . " ¿Por qué? ¿Prefieres la compañía de hombres a la de las mujeres ? "

Sus ojos se estrecharon levemente y ella reprimió una pequeña sonrisa de satisfacción.

"Lo Que encuentro interesante es que el hombre que buscas tenga cabello negro ."
" Debe haber cientos hombres aquí que tienen cabello negro ."

“Es verdad” . Él se detuvo brevemente, después agregó, " Incluso yo tengo el cabello negro ."
Ella continuó caminando como si todo estuviera bien y restándole importancia a su comentario.

Él dio unos pasos mas y después agregó en un tono pensativo, " Ese hombre usaba una túnica azul, vos dijiste . Si, eso dijiste . Azul . Yo oí claramente."

Su apretón repentinamente se hizo férreo y ella no podía moverse.

Entonces Tobin se paró. Tan repentinamente como si se hubiera f chocado con una pared.

" ¿Por qué nos paramos? La carrera es por allá."
Él fruncía el ceño mirando su propia rosa . " Qué gracioso ... ." Él miró hacia arriba, su expresión era de inocencia fingida y malicia. " Yo Estoy usando una túnica azul ." Y esperó la respuesta de Sofía.

Ella esperó mucho tiempo , dejando que el tiempo le jugara a favor en vez de jugarle contra de ella. Ella parpadeó inocentemente, después le dio su sonrisa más grande. " Te Pido perdón, sir Tobin. No oí lo que decías , " ella mintió maravillosamente, sonando como si su mente estuviera en Londres en vez de aquí.

" Acabo de hacer una observación respecto a que estoy usando una túnica azul ." Él habló con su mandíbula y sus dientes muy apretados .

¡Había una esperanza!

" ¿Estás vestido de azul? " Ella dio un paso atrás y le dio una mirada a su ropa . " Es cierto ." Ella se detuvo brevemente, después agregó, " No lo había notado ."

Tobin no dijo nada más, pero comenzó a silbar suavemente, una melodía alegre y sumamente irritante mientras caminaban.

Ella miraba a todo lo que tenía delante suyo , un estandarte color escarlata con un león cerca del puente levadizo. Intentó pensar en una otra manera para cambiar de tema.

" Qué pequeño es el mundo, verdad ? "

Sofía estaba comenzando a odiar el tono informal de él. " ¿Un mundo pequeño, sir? " Ella se rió . " No lo creo . Creo que más de la mitad de la corte está presente hoy aquí y hay muchos otros nobles que han viajado desde muy lejos , yo no llamaría a esto pequeño, " ella dijo brillantemente. " Me Parece que esta es una multitud enorme.”
Él se rió suavemente y ella habría podido jurar que él , entre dientes, murmuraba las palabras: bruja y obstinada.

Ella se rehusó a mirarlo. Él todavía no conocía el verdadero significado de la palabra obstinada."

" Sofía." Él dijo su nombre suavemente y dejó de caminar de modo que ella no podía moverse. La única opción que tenía era mirarlo.

Pero no lo hizo. En lugar de eso ella se quedó parada allí, mirando a cualquier lado menos a él.

" Mírame ." Su voz era baja , pero el tono seguía siendo de comando.

Una orden . La cosa perfecta para que ella no hiciera caso. No le obedecería, aunque una pequeña parte de ella quería mirar hacia arriba.

" ¡Ah! " Él se chasqueó sus dedos . " Ahora lo Recuerdo ."

" ¿Qué? "

" Tienes miedo de mirarme a la cara porque te olvidarías de respirar."

Eso la consiguió mirarlo, en el mismo momento en que ella sintió que la sangre se drenaba su cara. Ésas eran sus palabras exactas, la confesión apasionada que le había hecho a Edith sobre el hombre de sus sueños. Sobre él.

Ella sintió una gran humillación , y quiso cerrar sus ojos para no ver la expresión la cara de Tobin , una acción de un cobarde. Entonces ella tomó el borde de su falda y dio un par de pasos .

Pero él no se movió. La movió de un tirón hacia atrás. Ella tropezó. Su brazo fue alrededor de su cintura, atrapándola y empujándola contra su pecho. La levantó unos centímetros del suelo.


Tobin inclinó su boca hacia su oído. " Ah, Dulce Sofía … debemos dejar de encontrarnos de este modo ."

Ella movió de un tirón su cabeza hacia atrás y alejándose de él. Con Su respiración y su voz todavía sonando en su oído ella no podía pensar claramente. " Entonces deja d abrazarme . ¡Ya! " Ella intentó zafarse , pero él era demasiado fuerte. " Bájame, ahora. "

Él la bajó , pero los dedos de sus pies apenas tocaron el suelo antes de que él se moviera otra vez, alzándola nuevamente y dando unos pasos.

Con los dientes apretados ella dijo, " ¡Detente! ¡Ponme…… abajo! "
Él la miró con preocupación fingida. Apenas una mirada . " No quisiera que te cayeras y te golpearas la cara. Es una cara tan famoso por su belleza. Podría romperte esa su pequeña y encantadora nariz."; Entonces él la miró fijamente. " Imagínate eso, dulce Sofía . Ningunos de tus pretendientes caerían a tus pies. Y , entonces , vos con qué te divertirías? "

" Exijo que me bajes."

Él no le hizo caso y caminó más rápidamente.

" Haz lo que te ordeno , o gritaré tan fuerte que las paredes de este castillo se derrumbaran."

" Inténtalo y conocerás mi mano ." Él la miró . " O mejor todavía, conocerás mi boca sobre la suya. No olvides que todavía me debes esos tres besos. Podríamos comenzar aquí. "

" Yo te digo que hiciste trampa . ¡Ahora déjame ir ! " Antes que ella pudiera forcejear , antes de que pudiera clavarle un codo en el vientre , él dio vuelta en la arcada que llevaba a uno de los cuartos de los guardias de en la torre cerca del muro exterior .

" ¿Adónde vas? " Ella miró en dirección a la pista de carreras . Iban en La dirección opuesta. " ¡Las carreras son allá! "

Él la cambió de posición debajo de su brazo de modo que ella no pudiera mover su cuerpo, sólo patalear inútilmente , después empujó la puerta y entró con ella colgando de su cadera como si fuera una bolsa de avena.

En el interior el aire estaba frío , oscuro y húmedo, y una escalera de piedra escarpada y estrecha conducía al de la torre de guardia . Ella no tenía ningún lugar a donde correr .
Tobin golpeó la puerta con el pie ; y luego esta se cerró con un ruido seco. Era el sonido de la derrota.

Él la puso de pie en el suelo. Sofía empujó su cabello enredado fuera de su cara con su mano libre y lo miró fijamente .
Su mirada no tuvo ningún efecto evidente en Tobin.

Estaban parados allí, mirándose fijamente uno al otro , peleando una nueva clase de batalla .
Después él avanzó, dando un paso hacia ella.

Ella se retiró, apenas un pequeño paso atrás. Su espalda golpeó con la pared de piedra . Repentinamente acorralada, ella levantó su mentón para mantener el contacto visual, para dejarlo pensar que no se sentía intimidada.

Él plantó sus manos contra la pared, a ambos lados de sus hombros.
Se inclinó adelante hasta que estuvo a solamente unos centímetros de su cara, lo bastante cerca como para que ella pudiera sentir su respiración caliente cuando él decía ásperamente , " Basta de juegos."

El silencio se extendió entre ellos, tenso como cuerda de un arco. Pronto su propia respiración se hizo un poco más rápida, y más corta, como si alguien le robase el aire que respiraba.

Debería agacharse debajo de sus brazos, debería tomar su faldas y debería correr tan rápidamente como podía. Sofía sabía eso, tenía ese pensamiento tan claro en su cabeza. ¡Hazlo!

Pero sus pies y sus brazos no obedecieron a su mente. Sofía no se movió.
Ninguno de los dos se movieron. Ninguno de los dos habló.
Pero algo cambió. Una cosa entre ellos comenzó a crecer más y más . Una cosa misteriosa que los forzaba a estar más cerca y más cerca . Era algo que ella no podía controlar. Los sonidos del mundo exterior se habían desvanecido y solamente existían ellos dos . Parados en este lugar oscuro y mirándose como si estuvieran atrapados dentro de un capullo de deseo y de palpitación.

Ella vio pasión, o algo así, en sus ojos, y pensó que así debía ser como se miraban los amantes, esa idea nubló su mente y su sentido común. Él vio lo mismo también. Y fue como si se mirasen en un espejo . Iguales necesidades. Iguales deseos. Ardiendo juntos, él y ella.

Sofía supo que recordaría ese momento por siempre, de la manera que uno recordaba todos los momentos importantes que componían su vida. Eso era amor, puro y verdadero. Deseo y pasión, también, cosas que ella había pensado nunca sentiría. Pero ahora las sentía.

Ella no correría. Y el hecho de que reuniese el valor para lo que iba a hacer a continuación la sorprendería por muchos años.

Pues el orgullo no era nada comparado con lo que ella sentía en ese momento . El orgullo no hacía hervir su sangre. El orgullo no aceleraba su corazón y no le cortaba su respiración. Oh, Dios! Y por supuesto el orgullo no era tan guapo como ese hombre .

Ella fue la primera en moverse. Sofía tomó su cabeza y la empujó contra su boca, besándolo con sus labios apretados y con su boca cerrada firmemente.

Y ella intentó engañarse, mentirse y pensar que ella era la persona que había comenzado eso, y que sería quien lo terminaría.

Te daré su beso .La apuesta que me ganaste . Te la daré, pero Te la daré en mis términos. Seré yo quien esté en control de la situación .