domingo, 21 de septiembre de 2008

LA TRAMPOSA - CAPITULO 5

Capítulo 5


NICHOLAS revolvió la olla sobre el fuego, cauteloso, sospechando que atrás de él, Desirée probablemente estaba considerando su muerte o, al menos pensando en qué artículos de valor que podría robarle. Lo que ella no había notado era que él había colgado una cuchara de metal pulido sobre la chimenea y que podía observar cada uno de sus movimiento en el reflejo. Hasta ahora, ella no se había movido del banco, sólo acariciaba a Azrael, quien le había tomado una afecto curiosa a la muchacha y que en ese momento se fregaba continuamente contra sus faldas húmedas.
“ Ten cuidado. Él tiene garras afiladas, ” él dijo por encima su hombro.
Ella no le contestó. En vez de eso, ella provocativamente rascó al gato detrás de las orejas , produciendo como respuesta un ronroneo fuerte, luego murmuró al oído de la mascota, “ Te gusta eso, Snowflake * ?” (* Nota de traducción: Snowflake significa copo de nieve)
Nicholas bufó. “¿ Copo de nieve? Su nombre es Azrael.”
“¿Azrael? No es . . .”

“El ángel de la muerte.”
Ella se detuvo por un momento para pensar . “Voy a llamarlo Snowflake.”
Nicholas se estremeció. era bueno que el gato no pudiera hablar su lenguaje. El felino orgulloso se sentiría altamente insultado.
Él vertió las gachas de avena en el único tazón y se lo llevó a Desirée.
Ella colocó una cucharada en el piso para Azrael, quien la comió a lengüetadas como si fuese la ambrosía más dulce.
“Usted echará a perder a mi gato, ” él regañó.
“No estaré aquí tiempo suficiente como para malcriarlo .”
“Sí, debemos hablar de eso.” Él empezó a pasearse mientras ella revolvía sus gachas de avena para enfriarla. “Sin duda tendrás gusto en saber que su abuelo ... Hubert me hizo una petición final antes de morir . Como no tienes a nadie , él me pidió que cuide de vos.”
La cuchara cayó ruidosamente en su tazón, y sus ojos fueron hacia los de él. “¿ Vos? ¿ Un funcionario de Kent?” Después de un momento, ella le dio una sonrisa afectada de dudosa naturaleza. “Por supuesto que lo hizo.”
“Él podría no haber sido tu abuelo, pero estaba preocupado por tu bienestar.”
“Si ese bribón estuviese preocupado por mi bienestar, entonces no me habría dejado en las manos de un asesino.”
La mandíbula de Nicholas se tensó bruscamente. “No soy. . .” Él gritó, luego moduló su tono. “No soy un asesino. Soy un funcionario. Hay una gran diferencia .”
Su risa fue sin humor. “¿ Te parece?”
Nicholas apretó sus puños . Odiaba sentirse a la defensiva. ¡Maldición!
Él no era un asesino. Sí, presidía las ejecuciones, pero si él no lo hiciese , alguien con mucho menos piedad lo haría en su lugar.
“Que alguien viva o muera no está en mi voluntad. Soy meramente un instrumento de la ley. Incluso Hubert entendió eso.”

“¿Lo Hizo ? ¿Y cómo sabrías eso?”
Nicholas frunció el ceño . Debía desafiarlo esa muchacha a cada segundo? “Porque pasé su última noche con él. Ahí fue cuando él me pidió que cuidase de vos.”
Ella lo estudió, como si la calibrase si decía la verdad. “Él estaba enfermo. Él no sabía lo que decía.”
“Sí, él estaba enfermo. Pero estaba en su sano juicio.” Él
sacudió con la cabeza . “ Tan sano mentalmente como para engañarme y llevarme a pensar que eras una niña indefensa.”
Una leve sonrisa triste se dibujó en sus labios. “Hubert siempre tuvo talento para el engaño.”
Ella comió una cucharada de gachas de avena , luego otra, y luego otra mas. Nicholas se preguntó cuánto tiempo había pasado desde que la pobre niña abandonada había comido.
No tiene importancia, él pensó. No era su responsabilidad velar por cada criatura muerta de hambre que llegaba arrastrándose hasta su puerta. Él ya había recogido a Azrael.
No necesitaba otra boca para alimentar.
“Oye, ” él dijo, cruzando sus brazos sobre su pecho. “Hice una promesa , y tengo la intención de mantenerla . No fallaré . Pero la verdad es que no puedo tenerte conmigo por mucho tiempo .” Él continuó paseándose delante de ella . “La vida de un funcionario es muy ajetreada . Trabajo casi todos los días, viajo de un pueblo a otro. Y podrías ser blanco de un abuso. No es el tipo de vida adecuado para una jovencita , y ...”
Ella empezó a reírse, casi escupiendo el último bocado de gachas de avena. Si claramente ella se estaba riendo de él, pero Nicholas encontraba ese sonido musical extrañamente agradable.
Él descruzó sus brazos y frunció el ceño. “¿Qué pasa ?”
Cuando ella hubo recobrado su compostura, le dijo muy claramente,
“ No necesitas preocuparte. Preferiría pudrirme en un convento de monjas que vivir con un funcionario de la ley.”
“¿ Es Cierto?” Nicholas malhumoradamente arrebató el tazón vacío de ella, llevándolo a la fuente para lavarlo . “ Muy bien , ” él masculló, su enojo avivado por semejante insulto, “ Hubert obviamente me consideró un guardián adecuado.”
“Por el contrario.” Ella se puso de pie y tomó el tazón de las manos de él. “Hubert sabía que vos nunca me acogerías.” Ella sumergió el tazón para lavarlo vigorosamente . “El vio que vos eras un hombre de cierta riqueza y con la conciencia sucia. Él sólo te hizo hacer la promesa para esquilarle de tu dinero.”

Ella cruzó hacia la chimenea, lanzando el agua sucia encima de los carbones, que lanzaron un humo negro. Luego ella lo enfrentó, tendiéndole el tazón vacío y arqueando una ceja . “¿Es eso lo que
Vas a hacer, verdad? ¿Ofrecerme dinero ?”
Cuando Nicholas no tomó el tazón de sus manos , ella lo colocó en la mesa.
Nicholas frunció el ceño . Ciertamente, eso era exactamente lo que había pensado. Había planeado darle a la muchacha una buena suma de dinero , lo suficiente como para mantenerla vivo por varias para semanas, el tiempo suficiente para que ella encontrase un empleo o un marido adecuado.
Hubert lo había tomado de tonto? Le había parecido tan sincero. La súplica del viejo había sido sincera, de eso estaba seguro.

“No te preocupes, ” Desirée dijo, sus párpados cayendo sobre ojos malhumorados. “No aceptaré tu dinero. Tienes razón . No soy una niña. Yo Puedo sobrevivir .” Ella lo miró desdeñosamente. “Además, tu dinero está manchado de sangre .” Con eso, ella pasó rápidamente a su lado y se apresuró hacia la puerta.
Usualmente semejante desprecio le resbalaba como el latín hablado en misa, oía pero no lo absorbía. No pasaba un día sin que alguien lo insultase.
Pero, por alguna razón, sus palabras lo hirieron profundamente , como cuando ella le había arrojado la piedra .
¡Maldita muchacha ! Él era un buen hombre, un hombre de bien, y lo ultrajaba que ella creyese lo contrario .
Era su propio culpa, él supuso. Había cultivado una reputación de dureza y frialdad . Era eso lo que lo ayudaba a mantener su empleo.
Pero la verdad era que Nicholas no tenía un hueso frío en su cuerpo. Y saber que la muchacha pensaba que él era un asesino despiadado lo ultrajaba.

Él fue detrás de ella, bloqueando su salida. Nada alteraba el hecho que él le había hecho una promesa a Hubert, una promesa que
tenía intención de honrar, aunque tuviese que meter las monedas en el corpiño de la muchacha.
Él cruzó sus brazos sobre su pecho y habló desafiantemente . “¿ Vas a rehusar mi ayuda?
¿Le negarías al pobre Hubert su último deseo ? El hombre que te llamó nieta. El hombre cuyos últimos pensamientos estuvieron dirigidos a tu bienestar. El hombre que ...”
“¡ Mierda !” Ella estrechó sus ojos. “¿No entiendes ? Has sido estafado. Engañado. Traicionado. Burlado. Él te contó todo eso para sacarte dinero .” Ella sonrió burlonamente. “Ni la muerte podría detener a un embaucador profesional como Hubert Kabayn . Fuiste su último robo.”
Él descruzó sus brazos y empezó a buscar en su bolsillo . “No tiene importancia. No abandonaré a un niña huérfana en el frío sin dinero.”
“No me abandonas. Me voy de propia voluntad . Si te corres de mi camino.”
“No hasta que aceptes el dinero .” Él tendió un puñado abundante de monedas de plata.
Ella palmeó su mano corriéndola a un lado, y las monedas cayeron a al piso , sobresaltando a Azrael quien dormía una siesta al lado de la chimenea .
“No seré comprada, ” ella replicó . “Hubert murió injustamente. Si piensas que dándome una bolsa lleno de monedas de plata puedes lavar la sangre que hay en sus manos y puedes aliviar tu culpa, entonces estás equivocado. Ahora apártate .”
Él ignoró su orden. “¿Dónde piensas que irás? ¿Qué harás ? ¿Cómo sobrevivirás ?”
“Es no es asunto tuyo .”
“¿Tienes alguna habilidad?”
Ella le lanzó una mirada de fuego.
“¿Habilidades legales?” Él corrigió.
“ Te vas a correr para dejarme pasar, o tengo que hacer ...”
“No dejaré a una delincuente libre en Canterburry.”
Ella arqueó una ceja . “¿No crees que pueda llevar una vida honesta?”
Su silencio respondió.
“Fuera de mi camino ! ” ella gruñó .

Detrás de ella, el gato maulló como si estuviese apoyando a Desirée.
“Mierda , ” él masculló.
Muy bien . No podía obligar a la muchacha a aceptar el dinero , pero no iba a resignarse a fallar en su juramento.
¡Maldita muchacha! ¿Por qué ella no podía acatar sus órdenes exactamente como todos los demás?
Él levantó un dedo en advertencia a ella. “Óyeme, muchacha empecinada. Te dejaría ir ahora mismo , pero no he terminado con vos. Tengo amigos en todo Canterburry, y oigo que te has metido en algún tipo de ...”
“¿Amigos?” Ella puso sus ojos en blanco. “Oh, sí, sos el héroe mas popular de la ciudad ¡!. Nicholas Grimshaw ¡! El recaudador de impuestos favorito de la gente ¡! . Me parece oír a las damas clamando tu nombre en la puerta en este mismo momento.”
Sus palabras eran como puñales clavándose en sus intestinos, pues eran más exactas de lo que ella suponía. Las únicas personas que alguna vez hablaban con Nicholas Grimshaw eran el alguacil y los desgraciados condenados a muerte . Nadie voluntariamente socializaba con un funcionario de Kent.
Con sus ojos ardiendo y sus manos cerradas en puños, después de un silencio largo, él se hizo a un lado y la dejó pasar.
Ella bajó el tono de voz mientras recogía su bolsa y murmuró reticentemente , “ Gracias por las gachas de avena .” Como ella
abrió la puerta y salió al mundo congelado y hostil, ella dijo por encima de su hombro, “ Adiós, Snowflake.” Luego cerró la puerta con un sonido hueco.
Por mucho tiempo, Nicholas sólo estuvo contemplando la puerta. Luego, por hábito y sin pensar en lo que hacía, caminó hacia el barril y se sirvió una taza de cerveza. Sentándose pesadamente en el banco, él tomó el brebaje en una serie de grandes tragos , luego colocó con un golpe la taza vacía al lado de él.
Eructó, y Azrael huyó del cuarto asustado.
Lo que había dicho la muchacha era cierto. Nadie le quería a Nicholas Grimshaw. Él servía un propósito. Era hábil en su trabajo. El rey estaba agradecido por sus servicios, en su mayor parte porque conservaba las arcas reales llenos y las manos limpias. La gente de Kent agradecía a Nicholas por mantener las calles libres de delincuentes . Pero, quién verdaderamente podría apreciar al hombre que confiscaba parte de sus ganancias y que metía a sus vecinos en la cárcel ?
Los hombres nunca lo miraban a los ojos, y las mujeres agarraban firmemente a sus hijos a sus faldas cuando él pasaba. Él inspiraba furia en los muchachos jóvenes, y terror en los niños. Ciertamente, sólo los bebés inocentes y puros de corazón, alguna vez le sonreían .
Eso nunca lo había molestado. Había aprendido a soportar el desdén como un monje estoico . Incluso a veces él mismo había promovido una reputación de miedo, porque eso era lo que hacía que la gente se comportase civilizadamente .
Él se había amparado en el manto de la justicia, se había distanciado de la gente por su empleo , y se había acostumbrado a parecer más que un mero mortal. Se había elevado y distanciado de la gente a propósito.
Pero ahora las palabras ultrajantes de una muchacha le había recordado lo que era, después de todo, un ser humano. En alguna parte, debajo de su capa negra y amenazante , latía un corazón humano con sueños humanos. Sueños de matrimonio. Sueños de bebés. Y sueños de una casa llenas de risas.
“¡Bah!”
Él no podía darse el lujo de pensar en ese tipo de cosas.
¡Jesucristo ! Tenía ida de dos delincuentes en la cárcel hoy y tres prisioneros para interrogar. Era un maldito funcionario de condado muy ocupado . Por Dios ¡.
Nicholas se puso de pie y se sirvió otra taza de cerveza. Para el día desagradable que tenía por delante, necesitaba toda la fortaleza que pudiese reunir.

Desirée pensó que debía ser la tonta más grande que laguna vez había pisado la Tierra . Avanzando con dificultad a través de la nieve, ella casi podía oír a Hubert gritándole desde la tumba.
¿Por qué no había tomado el dinero del hombre? Él se lo había ofrecido voluntariamente. Y por la cantidad de monedas de plata esparcidas en el piso, era una sima considerable, lo suficiente como para proveerle un cuarto y comidas por el resto del invierno.

Su estúpido orgullo había interferido . Eso y el saber que ya le había robado bastante al hombre. Después de todo, él le había dado hospedaje por una noche, un entierro decente para Hubert, y un desayuno saludable sin cobrarle ni un cuarto de penique.
Pero ahora ella no tenía nada. Debería pedir limosna , pedir prestado, o cometer un robo. De esas tres opciones, el robo siempre era la mas preferible. Pero, dónde diablos encontraría una víctima ingenua con ese mal clima?

Pero aunque encontrase a una víctima, era casi imposible sacarle dinero sin actuar con un cómplice. Cuando Hubert y ella se involucraban en tales trucos, Desirée usualmente había sido la distracción. Ella era quien aplaudía con regocijo, quien sacudía las pestañas seductoramente , quien le lanzaba sonrisas a los jugadores mientras Hubert hacia sus “trucos de magia” o cambiaba un dado por el dado cargado.
Ella cerró la capa mas cerca de su cara, observando subrepticiamente los callejones y las tiendas mientras paseaba con paso lento por las calles, yendo en busca de una oportunidad.

Unas pocas horas de frío más tarde, ella comenzó a pensar en la casa del funcionario con cierto tipo de tristeza desesperada . No había sido tan malo. El hombre sabía encender un fuego y preparar gachas de avena . A pesar del hecho de que había estado atada con cadenas contra su voluntad , la cama había sido notablemente confortable y extravagantemente grande. Aparte de esa horrible colección colgada en la pared, sus muebles eran bastante agradables.
Y tenía un gato amigable para mantener a distancia los ratones.
Desirée comenzó a pensar seriamente en tragarse su orgullo antes morirse de frío esa noche. Ciertamente, ya había dirigido sus pies con rumbo a la casa del funcionario cuando dos borrachos vinieron tropezando hacia ella saliendo de una posada, sus bolsillos hinchados de monedas.
Era una señal , ella decidió, abandonando todos los pensamientos de regresar con Grimshaw. Ella saludó a los hombres con una sonrisa encantadora que habría enorgullecido a Hubert.

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