miércoles, 24 de septiembre de 2008

LA TRAMPOSA - CAPITULO 8

Capítulo 8


La caminata a la casa le llevó mas tiempo de lo que Nicholas esperaba . Suponía que no debería haber sido tan exigente respecto al catre que había comprado para su nueva criada , pero no sentía que era adecuado disfrutar la comodidad de un gran colchón mientras Desirée dormía en la paja. Aunque esa muchacha traviesa hubiese intencionalmente quemado la cena.
Después de todo, lo que el alguacil había dicho era cierto. Ninguna criada aceptaría vivir con un funcionario . Lo mínimo que podía hacer era darle un lugar decente donde dormir.

Entonces después de una comida sabrosa y una copa sidra de pera con especias , él había pasado de visita con un comerciante de muebles . Ninguno de los colchones rellenos de paja le habían parecido suficientemente suaves , pero tampoco estaba dispuesto gastar en un colchón de plumas de ganso . Finalmente , había acordado comprar uno relleno con plumas de gallinas y había tenido que esperar mientras el comerciante rellenaba el colchón .

Ya estaba oscuro cuando le había pagado al comerciante, había cargado el colchón sobre un hombro, y se dirigió hacia su casa.

Tanteando torpemente la puerta de la casa bajo el peso del colchón , Nicholas no vio ninguna de las velas encendidas y el fuego se había apagado. Se preguntó si Desirée realmente había comido la espantosa comida que había cocinado para la cena. Se sintió un poco apenado porque la muchacha estaba flaca y huesuda.
No podía darse el lujo de prescindir de una comida. Pero Desirée r sólo había traído su propio castigo sobre sí misma. Al amanecer, él se aseguraría que ella comiese un abundante tazón de gachas de avena .

¿Dónde estaba la muchacha? Seguramente ella no había sido tan tonta como para escaparse.

Él bajó el colchón fuera de su hombro, apartándolo de un empujón a un lado de la chimenea, y se quitó la capa. Él miró alrededor del cuarto oscuro. Había algo sobre la mesa, un pergamino. Abriendo
el postigo, lo sostuvo para iluminarse con la luz de la luna.
Era una lista. Aparentemente, Desirée podía leer y escribir, lo cual lo asombró inmensamente. Era una capacidad infrecuente entre las mujeres, y aun más infrecuente entre los campesinos. Mientras escudriñaba los artículos, Nicholas sonrió burlonamente y sacudió con la cabeza . Ella sabía como despilfarrar el dinero. De manera extravagante.
Él enrolló el pergamino, luego avanzó a tientas hacia su dormitorio. Quizás la criada se había muy en serio sus responsabilidades y ya estaba haciendo su trabajo, lustrando sus muebles .
Sí, él pensó, y quizás algunas de las prostitutas del burdel era virgen.
Vio a Desirée de inmediato, con la luz de la luna filtrándose a través de los postigos. Ella estaba dormida, desgarbadamente cruzada a través de la manta como un gato con el estomago lleno de crema.
“Oh, No! , ” él protestó. Podía sentir lástima por una muchacha huérfana, pero él no estaba dispuesto a dejarla usurpar su cama. “Desirée, ” él llamó.
Ella no se movió.
“Desirée!!.”
Todavía sin respuesta.
Él se acercó , pero no lo suficiente en caso que ella le lanzase un puñetazo a su mandíbula, pero suficientemente cerca como para ser oído.
“Desirée!.”

Ella no se movió, pero Azrael, quien estaba enrollado detrás de una de sus rodillas, levantó la cabeza.
Nicholas frunció el ceño. había algo de atado alrededor del cuello del gato. Algo claramente femenino.
“¡Por Dios ! ¿Qué le has hecho a mi gato?”
Eso la despertó. Ella se incorporó sobre sus codos, sus ojos somnolientos . “¿Qué pasa ?”

“¿Qué le hiciste a Azrael?”
Ella miró abajo al gato, como tratando de recordar. Luego sus labios se curvaron hacia arriba en una sonrisa que era pura travesura. “¿Él está bonito, no crees? , ” ella dijo, acariciándolo , “ Verdad que eres bonito , Copo de Nieve ?”
Nicholas agarró a Azrael, quien maulló protestando , e inmediatamente desató la tonto cinta , y lo dejó caer encima de la manta.
Desirée ignoró sus acciones y se acurrucó de debajo las mantas. “¿ Viste mi lista?” Ella murmuró.
Él le dio a Azrael una palmada de consuelo y lo colocó en el piso . “¿Tu lista? ¿ Te refieres a esa tontería sobre velas , lavanda y azúcar ? ¿Sabes cuánto cuesta el azafrán?”
“Vamos, Nicky, no puedes esperar que maneja una casa si no tengo los materiales necesarios.”
“Me parece que yo la manejé bastante sin ellos. Y basta de llamarme Nicky.”
“¿Qué preferirías ? ¿Vuestra Majestad?”
Nicholas emitió un gruñido, tratando de recordar que había sentido lástima por esa diablilla molestoso. “ Te he comprado un
colchón . Lo he colocado al lado del fuego.”
“Mm .... bien, ” ella ronroneó. “Me molestaría pensar que pasas frío de noche.”
Él parpadeó . La audacia de esa muchacha era asombrosa. Incapaz de pensar en una respuesta verbal apropiada, Nicholas resolvió dejar que sus acciones hablasen por sí mismas. Abrió las mantas e, ignorando sus chillidos indignados, la levantó en sus brazos .

“¡Suéltame!”
“No pasarás la noche en mi cama.” Él fue hacia la puerta.
“¡Pero yo llegué primero!”
“Es mi cama.”
“No lo estabas usando.” Ella se aferró con las manos al marco del puerta , tratando de impedir a partida.
“Bien , es la cama que voy a usar ahora.”
“’¡No es justo !”

Él no tenía ganas de sostener una discusión absurda con una muchacha que pretendía expropiarle su cama enorme mientras él yacía doblado en dos sobre un pequeño colchón cerca del fuego.
“La única forma en que vos duermas en esa cama, ” él murmuró malvadamente, “ es que la compartas conmigo.”
Con un jadeo de revulsión, ella soltó sus brazos del marco de la puerta para que él pudiese llevar a través del umbral .
Pero cuando alcanzaron la chimenea, ella vio el colchón y masculló, “ Estoy segura que es tan duro como una roca y que me va a pinchar la piel .”
Su paciencia había llegado a su fin, Nicholas abruptamente la dejó caer sobre el colchón, produciendo como respuesta de ella un chillido de shock. Luego él se encogió de hombros. “Me parece lo suficientemente blando .” Mientras ella gruñía su afrenta, él le dio una sonrisa afectada y breve reverencia caballeresca . “Buenas noches.”
El colchón era más confortable de lo que Desirée esperado. Ciertamente no era de plumas de ganso, pero era la cosa más cómoda en la que ella había dormido en toda su vida . Se quedó profundamente dormida en minutos, y cuando se despertó al siguiente amanecer, se sintió alarmada al darse cuenta que Nicholas ya había partido.
Se preguntó a dónde habría ido. Probablemente a algún pueblo vecino para torturar a alguna otra desafortunada alma. Ella esperaba que él se acordase de comprar las cosas de la lista antes de regresar . Pues no tenía intención de quemar la cena otra vez y necesitaría algunas especias para hacer una comida sabrosa.
Pero cuando ella se enderezó y miró hacia la mesa, vio que él había dejado un pergamino allí. Y cuando se levantó para tomarlo, ella descubrió que él había escrito en el reverso de su lista.
“Alimenta al gato. Quita el polvo y las telarañas. Lava la ropa y ponla a secar. Cambia la ropa de la cama. Barre el piso . Friega las paredes. Prepara la cena . Regresaré tarde.”
La ira hirvió en sus venas. ¡Cómo se atrevía a dejarle esas órdenes como si ella fuese su criada!
Desirée frunció sus labios. Maldición , ella era su criada.
“¡Mierda!”

Ella estrujó el pergamino y lo dejó caer al piso. Copo de Nieve trotó para olerlo, luego la miró impacientemente, como si le recordarse la parte de “ Alimenta al gato ” de la lista.
“Sí. Sí. Lo haré.”
Ella ignoró sus fastidiosos maullidos el tiempo lo suficiente como para lavarse la cara y atar su cabello en una trenza, luego cortó pedazos de tocino para el gato y comió un poco de pan con manteca como desayuno.
Luego se sentó, tamborileando sus dedos desocupados en la superficie de la mesa . Nicholas Grimshaw la podía haber chantajeado para que se convertirse en su criada, pero eso no quería decir que ella tenía que ser una criada obediente. Desirée sonrió pícaramente. No estaba dispuesta a dejar que la lista de su Majestad esclavizase su vida.

En un día habitual de Desirée, cada hora de la luz del día le presentaba una oportunidad para hurtar dinero por medio de un engaño de algún tonto. Su comida y hospedaje dependían de su capacidad de no desaprovechar ni un solo minuto. Pero ahora, liberada de las presiones de Hubert, con un techo sobre su cabeza, un colchón cerca del fuego, y comida en la alacena, todo esa urgencia había desaparecido . Era un sentimiento extraño el experimentar el ocio una vez en la vida, y tenía intención de disfrutarlo a fondo.

La primera hora fue agradable. Desirée observó al gato comer, contemplado en las llamas oscilantes del fuego , luego estudió en el el frío mudo exterior través de los postigos. Bostezó con la boca bien abierta , estiró sus brazos sobre su cabeza, y se estudió las uñas. Cuando se cansó de estar sentada, fue al cuarto, y observó en detalle las piedras de la chimenea, las formas de las lanzas y las grietas en la pared .

Cuando recorrió por quinta vez la casa, comenzó a sentirse molesta con la densa telaraña que había entre el barril de cerveza y la pared. Increíblemente esa telaraña perturbaba su sensación de paz. Agarrando rápidamente una tela de lino, le dio un golpe y arrancó la maraña. Con un gesto de aprobación, caminó con pasos lentos hacia la chimenea. Había otra telaraña entre dos piedras del techo . Ella arrancó esa telaraña. Y mientras daba vueltas por el cuarto, se dio cuenta que se había aprendido de memoria la posición de varias telarañas. Sería un trabajo de unos pocos minutos sacarlas a todas ellas .
Luego podría recostarse y disfrutar el ocio.


En esos poco minutos, ella se dio que las paredes estaban mugrientas .
Y mas cerca del fuego estaban peor, pues estaban renegridas por el hollín. Pero también había otras manchas en las paredes , salpicaduras de aceite , de cerveza y sabe Dios de que más. Supuso que no sería difícil fregarlas, ya que parecía no tener otra cosa de interés que hacer en la casa .
Pronto se encontró fregando las paredes y barriendo los pisos, y cuando vio la lista arrugada en el camino de la escoba, le dio una mirada casual para ver qué otras cosas podía hacer para ocupar su tiempo libre .
El ocio, rápidamente Desirée descubrió, era más deseable en la teoría que en la práctica.
Para una mujer acostumbrada a trabajar con los bolsillos ajenos , detectando a los mas tontos de a calle , y lidiando con las autoridades, quedarse sentada sola en una casa con un gato era mortalmente aburrido.
A pesar que hacer labores domesticas estaba en contra de su intención de antagonizar con su captor, ella supuso que le adeudaba algo por el hospedaje de la noche.
Además, Desirée pensó, arqueando una ceja astutamente , sólo porque estaba haciendo eso en contra de su voluntad no quería decir que no pudiese aprovechar esa oportunidad para añadir sus toques personales a las labores.

* * *

Nunca se le había ocurrido a Nicholas mientras caminaba con paso pesado hacia casa después de un día de trabajo en la cárcel de Canterbury que su nueva criada podría desobedecer sus órdenes. Después de todo, nadie desafiaba ni contradecía a Nicholas Grimshaw. Ciertamente, cuando abría la puerta de su casa , haciendo una pausa para limpiar sus botas embarradas en la entrada , vio lo que se venía. Las paredes estaban limpias, los pisos barridos y lavados , y las ropas mojadas estaban colgadas de unas cuerdas estratégicamente colocadas cerca de un fuego crepitante.
Lo que no anticipó él el horrible olor . Un vapor emanaba de sus camisas , su ropa interior y sus medias impregnando el aire con un empalagoso perfume de rosas.
Cuando atravesó la puerta, el perfume pesado le irritó las fosas nasales y le causó un gran estornudo, sobresaltando a Azrael , quien se retiró apresuradamente hacia el dormitorio.
“¿Qué diablos sucede aquí ?”
“Buenas tardes , Nicky.”


Él se sobresaltó. Ella revolvía para la cena algo sobre el fuego, pero todo lo que él podía oler era un abrumador aroma floral. Ella levantó la vista con su llegada, usando su antebrazo para correr las mechas cayendo sobre su frente. Era el perfecto retrato de una criada trabajadora, pero había una chispa de malicia en sus bellos ojos verdes que la delataban.
“Dios Santo . ¿Qué has hecho ?” Él demandó , quitándose la capa de sus hombros.
“¿ Respecto a qué?”
“¿Por qué mi casa huele como un burdel?” Él dejó abierta la puerta, esperando dispersar el olor invasivo, pero eso no le impidió estornudar otra vez.
“¡Jesús!” Ella frunció su ceño con falsa preocupación.
“ Madre de Dios , te agarraste un resfrío?”
“¿Qué es este olor inmundo?”
“Es sólo la lavandería.” Ella dejó la chimenea para cruzar hacia la mesa. “Me ordenaste que lave la ropa .” Ella puso un énfasis distinto a la palabra “ ordenaste, ” luego recogió el pergamino que él había escrito, que de alguna manera se había arrugado. “Sí, aquí está, ” ella leyó. “Lave la ropa y cambia la ropa de la cama.”
“¿ Con qué la lavaste ? ¿ Con orina de cabra?”
“Agua de rosas .”

“ Rosas. . .” Él pasó una mano sobre su cara. Seguramente la criada astuta lo sabía. Un funcionario no podía usar ropas oliendo a rosas. Nicholas protestó entre dientes .

“Pero si Quieres , ” ella agregó con inocencia tímida, “ usaré orina de cabra la próxima vez.”
Nicholas apretó sus dientes. Por Dios . Ni siquiera sabía que poseía agua de rosas . Por supuesto, probablemente el perfume ya se había acabado . Sin duda ella había usado toda la botella para perfumar su ropa.
“La próxima vez usa lejía , ” él replicó .
Ella se encogió de hombros y fue a buscar un par de frascos de arcilla.
Él dejó a un lado su bolso con herramientas y abrió su chaqueta . Sus ropas estaban mojadas. Había estado de vigilancia por la cárcel bajo una lluvia torrencial. Por costumbre, se quitó la chaqueta empapada y la tiró sobre el banco, después le siguió la camisa de lino.
Desirée levantó la vista . Su cara se puso pálida, y dejó caer los frascos. Estos se estrellaron en el piso.
Mierda! . Se había olvidado. Estaba acostumbrado a vivir solo, donde un hombre podía andar por la casa medio desnudo sin ofender a nadie.
Nicholas tomó su chaqueta otra vez, y se tapó el pecho con ella . “Lo siento, ” él refunfuñó. “Yo ...”
“No, ” ella dijo torpemente, dirigiendo su mirada a otro sitio. “Es mi culpa .”
“Debería tener mas ...”
“Es tu casa, después de todo, y ...”
“Lo haré . . .” Nicholas se puso la chaqueta otra vez.
Él se movió hacia a ella, en un intento de agarrar la primer camisa seca que encontrase. Pero la muchacha no se movió de su camino. Ciertamente, ella parecía clavada en el piso , su mirada fija en él, como si nunca hubiese visto el pecho de un hombre antes.
Desirée podía sentir el rubor subiendo a sus mejillas, y no había nada que pudiese para prevenirlo . Y tampoco parecía poder apartar su mirada del hombre.
No era que ella nunca hubiese visto el pecho desnudo de un hombre. Había vivido en lugares pequeños con Hubert, y el viejo no había poseído un gramo de decencia o pudor . Pero Hubert tampoco había poseído un gramo de músculos . Ahora, observando a Nicholas Grimshaw, ella se daba cuenta que era como si esos dos hombres pertenecieran a razas de animales completamente diferentes.

Los hombros de Nicholas eran anchos, su pecho sólido , y sus brazos expuestos revelaban las curvas de sus músculos. Su abdomen plano estaba perfectamente formado .
Una fina capa de vello negro conectaba sus pezones planos y descendía hasta su ombligo y mas abajo.
“Por favor podrías. . .” Él murmuró.

Sólo entonces ella se dio cuenta que estaba mirándolo fijamente . Y tampoco se había corrido para dejarlo pasar.
Observó su espalda también, como él se estiró para alcanzar una camisa limpia. Era una belleza de espalda .
“Oh ! ” ella repentinamente se dio cuenta . “No están secas. Las colgué hace poco .”
Él se dio vuelta , y ella tragó en seco. ¡Por todos los santos ! Ese hombro macizo era el mismo sobre el cual ella había sido transportada hasta la plaza del pueblo una semana atrás?
Para un momento incómodo, él se veía tan avergonzado como ella se sentía . Él miró la ropa colgada. “¿ Toda la ropa fue lavada, entonces ?”
Ella asintió con la cabeza.
Él frunció el ceño con disgusto . “Podría ponerme la camisa mojada otra vez.”
“¡No! No.” Ella no podía permitir que él hiciese eso. Por otra parte, si se veía forzada a contemplar su torso desnudo. . .
Como si le leyera la mente, él se tapó con un brazo el pecho, en un gesto de vergüenza . “No tuve la intención de. . . distraerte.”
Ella encontró su mirada y vio un tenue brillo de presunción en sus ojos. ¡Patán arrogante ! Él sabía qué efecto estaba produciendo en ella, y estaba disfrutando su turbación.
Ella no podía aceptar eso.

“No te sonrojes por mi culpa, ” ella dijo despreocupadamente, inclinándose para recoger los pedazos de los frascos rotos , una excusa perfecta para evitar mirarlo y recomponerse . “ No tienes nada que yo no haya visto antes.”

Era una mentira absoluta. Ella nunca había visto un cuerpo tan perfectamente formado.
Aparentemente, azotar gente y perseguir comerciantes deshonestos permitía desarrollar los músculos.

“Ah, ” él dijo, aunque ella supo por su sonrisa que él no le había creído . “ Muy bien , si es así. . .” Él tomó sus palabras literalmente, y con el pecho descubierto caminó atravesando el laberinto de la ropa lavada para llegar al barril de cerveza.
De alguna manera Desirée logró conservar su compostura mientras terminaba de cocinar el guiso de arenque, pero no fue fácil. Nicholas no dejaba de. . . Hacer cosas. Como lanzar su cabeza hacia atrás para terminar su cerveza. Inclinarse para acariciar el gato. Y cargar leña para agregar al fuego. Cada movimiento que él hacía exteriorizaba la perfección de su cuerpo .
Cuando Desirée llevó la cena a la mesa, su piel ardía , y no era por haber trabajado al lado de la chimenea.
Mientras él se sentaba en el banco, ella recogió su capa y la colgó sobre las piedras cerca del fuego para que se secara. Luego, tomando asiento frente a él en la mesa, ella fijó su mirada en su plato , usando toda su fuerza de voluntad para resistir observar su torso.
Cuándo el silencio se convirtió en algo demasiado incómodo, Desirée preguntó, “ Cómo está el guiso?”
“ Tiene un sabor un poco. . . Floral.”
Desirée no había metido agua de rosas en el guiso, pero agregaría esa idea a su lista.
Evidentemente el olor que impregnaba la casa se había infundido en el guiso.
“Es humo, ” él agregó.
“¿ Humo?”
“ Humo!!.” Él se levantó parcialmente fuera del banco.
Ella olió su guiso. No olía a humo para ella. Entonces vio que él miraba algo sobre su cabeza.
Ella se dio vuelta para mirar. Algo se quemaba en la chimenea. Cuando ella se puso de pie, él ya se había abierto camino alrededor de la mesa.

Las llamas comían la tela cuando ella alcanzó la chimenea, y Desirée extendió su mano, con la intención de arrebatar la prenda del fuego.
“No ! ” él rugió, golpeando su mano .
Agarrando el atizador, él recuperó la tela, dejando caer sobre las piedras, y apagó las llamas pisándolas con su bota. Cuando levantó la tela chamuscada , ella se dio que se había quemado el borde de su capa negra.
Desirée se mordió el interior de la mejilla.
Él suspiró. “ No está completamente estropeada , supongo.”
Su tono de voz irritó a Desirée. O tal vez fue el perfume de rosas que le hacía latir la cabeza dolorosamente . Había sido su culpa , ella había estado distraída y había puesto la capa demasiado cerca del fuego. Ella se masajeó su antebrazo dolorido.
“¿Te lastimé?” Nicholas envolvió grandes dedos alrededor de su
su muñeca delgada.
Ella se encogió de hombros y se apartó. “Supongo que me acostumbraré . Después de todo, la mayoría de los amos golpean a sus sirvientes.”
Él le dio una mirada desdeñosa . “No te he golpeado , muchacha. Evité que te quemases.”
“No iba a quemarme.”
Él le dio una mirada paternalista .
“No iba a quemarme ” ella insistió. Pero la verdad era que había actuado impulsivamente y no había pensado en esa posibilidad . Jesús , qué estaba mal en ella? Ella no era mejor que las víctimas de sus robos , se había cegado por una cara bonita y había perdido el juicio.
Avergonzada y contrariada con ella misma , Desirée dio media vuelta y regresó a la mesa.
“Lo Siento si le lastimé, ” él murmuró, antes de regresar al banco.
Ella levantó la vista y lo miró con incredulidad. ¿Una disculpa por causar un pequeño dolor viniendo de un hombre que torturaba prisioneros para ganarse la vida?

Ella tomó una cucharada de guiso, llevando la conversación a un tema más seguro. “Pudiste comprar los artículos que te pedí?”

“Algunos de Ellos.”
Desirée estaba sorprendida. Ella había asumido que él no se iba a molestar en tomar en cuenta la lista
Nicholas se encogió de hombros. “La canela. Los dientes de ajo. El vino español. Un delantal.”
Eran las cosas menos caras de la lista, pero ella quedó impresionada. “¿Y cuándo comprarás el resto de la lista?”
Él comió una cucharada de guiso, tragó, y luego le dijo , “ La próxima Semana, cuando el rey me conceda mi titulo de barón.”
Eso la tomó por sorpresa. Ella dejó de comer.
Luego él irónicamente arqueó una ceja. El muy desgraciado estaba bromeando.
“Por supuesto, podría sacar el gasto de las compras de tus sueldos, ” él ofreció.
Su ceño fruncido se hizo más profundo. Si él hiciese eso, entonces ella quedaría atada a una deuda con él para siempre y nunca podría dejar Canterbury.
Él le dio una sonrisa . “Estoy seguro que te las ingeniará muy bien sin las velas de cera de abejas y sin el azafrán.” Nicholas terminó su cerveza, luego murmuró, “ Y después de lo que has hecho a mi ropa hoy, no estoy dispuesto a comparar la lavanda.”

Él meneó su jarra vacía. Dándole una sonrisa insincera, ella arrebató la jarra de sus manos y se puso de pie para servirle cerveza . ¡Maldición con ese bastardo ! Su estrategia para reducir drásticamente sus ahorros y fastidiarlo para que la liberase no estaba funcionando tan eficazmente como había esperado. Tendría que aumentar sus esfuerzos al día siguiente .
Ella llenó su jarra y regresó a la mesa, esquivando a Copo de Nieve , quien se cruzó rápidamente delante de ella para ir a los pies de su amo.
Pero cuando ella se inclinó hacia adelante para colocar la jarra delante de Nicholas, cometió el error de mirarlo a los ojos. Su mirada bajó hacia su pecho, y rubor que subió a sus mejillas traicionó sus pensamientos demasiado claramente.
Desirée o estaba mirando donde ponía la jarra y le erró a la mesa. Puso la cerveza en el borde de la mesa , derramándola sobre su pecho magnifico , y luego empapando su entrepierna.