miércoles, 13 de agosto de 2008

MALICIOSA - CAPITULO 28

Capítulo 28




El día de la boda amaneció frío. Una capa de escarcha blanca cubrió el pasto alrededor del castillo de Windsor. Sofía salió de la cama y se puso de pie . Las baldosas de piso estaban heladas y le causaron un escalofrío en sus piernas desnudas. Saltó por el piso hasta su cama y temblando se tapó con las mantas, hasta que una criada entró y colocó los carbones de madera calientes en la chimenea.

Ella se quedó allí, tapada por las mantas , e intentado hacerse creer que verdaderamente ese era el día de su boda. Miró alrededor del cuarto.
Nada era diferente. Pero debería serlo . El sol debería haber salido por el oeste y la luna debería haberse escondido por el este; los ríos debería correr revés y el tiempo debería detenerse. El mundo debería estar patas para arriba, porque ella sabía que después de ese día , nada en su vida sería igual otra vez.
Hubo un rasguño en su puerta. "
¡Entre ! "
Edith asomó su cabeza en la puerta. " ¿Sofía ? "
" ¡Edith! ¡ Estás aquí! ¡Verdaderamente aquí! " Sofía voló de la cama y corrió a través del cuarto. Se abrazaron. “ Te he extrañado tanto."

" Esto ha estado demasiado tranquilo desde que te fuiste , Sofía ." Edith la soltó. " Demasiado tranquilo incluso para mí."

" Entra ." Sofía la mano tomó de Edith y la llevó a la alfombra cerca del fuego. " Cuéntame todo lo que haya sucedido."
Edith se quedó de pie por un momento, mirándola como si quisiera decirle algo.
" ¿Quién es él? "
Edith evitó sus ojos, después miró hacia arriba, su cara ruborizada y su sonrisa suave. " Mi prometido ha vuelto."
" ¡Hmph! Era tiempo. Él es muy afortunado de tenerte, porque ninguna otra mujer hubiera sido tan paciente."
" Quieres decir que vos no habrías sido tan paciente."
“ Si . Vos sos una santa."
" No En verdad ." Edith se quedó pensativa, después habló otra vez, " No te dije algo sobre él, un secreto que me guardé ."
" ¿Qué secreto? "

“ Fue simple esperarlo, porque él me envió misivas el todo el tiempo que estuvo alejado. Cada pocos días me llegaban sus mensajes."
" ¡Edith! ¿Por qué no me los dijiste? " Edith se encogió de hombros . " Eran mensajes hermosos y quise guardármelos para mí."
" ¿Qué hay de las misivas? ¿Quieres contármelo ahora? Qué hace o escribe un hombre que dice amar verdaderamente a una mujer para que ella le crea? "
" Él elogia mis ojos y mi cabello cobrizo. Me dice cuan maravillosa soy. Me dice que piensa en mí todas las noche antes de irse a dormir. Que su corazón está lleno de mí y solamente de mí."

Sofía miró a su amiga y podía ver la alegría en su cara. Edith sabía que ella era adorada por el hombre con quien debía casarse.
Por apenas un momento Sofía sintió una punzada de envidia y de vacío también, pues era algo que ella nunca sabría. Después le sonrió a Edith. " Estoy tan contenta por vos . Verdaderamente . ¿ Vos y Lord Robert han tenido ocasión de estar a solas desde que él ha vuelto? "
“ Si ." Edith no la miraba. " Casi todos los días."
" Él finalmente te besó? "
Ella asintió y mostró una sonrisa enorme, una que Sofía conocía. Oh, él la había besado. Edith tenía la mirada de una mujer que bien amada y bien besada.
" Porqué, Edith?. Lo amas?! "
" Por supuesto que lo amo. Él va a ser mi marido."
" Oh, no amor del deber. Me refiero al amor de verdad."
" Él es un buen hombre, Sofía . Me casaré antes de Pascua"
" Pero falta tanto tiempo . ¿Cómo Puedes soportar esperar?
" Edith sonrió. " Puedo esperar."
" Si, supongo que si . Tienes paciencia."
" Tengo un hombre que me muestra su corazón."
Sofía se dio que Edith tenía razón. Si uno no tenía ninguna duda de que es amado y adorado , no importaba cuanto tanto tiempo estuviera separado.

Era una cosa simple . Sólo conociéndose se puede amar. ¿Era así cómo el amor unía a dos personas ?
Ella nunca sabría, porque Tobin no la amaba. Todo lo que tenía entre ellos era una cosa apasionada y evasiva que ni el uno ni el otro podían controlar. Pero eso no era amor. Eso era deseo. Eso era querer. Eso era necesidad. Pero no era amor.
" Lo conocerás, hoy, " Edith le dijo . " Lord Robert está aquí. "

" Será un gusto conocerlo ." Sofía se quedó parada allí, torpemente , porque sentía que no podía hablar con Edith sobre Tobin. Ella no se atrevía a contarle cuan doloroso era amar a Tobin de Clare y que él no correspondiese su amor .
" ¡Pienso que toda Inglaterra estará aquí para tu boda! ¿Has visto a la gente ? "
" ¿Gente ? " Sofía sacudió la cabeza. "Llegamos anoche ." Ella frunció el ceño. " ¿Hay mucha gente ? " Edith asintió .
¿Cuántos estarán aquí en la boda? Ella no había pensado en multitudes de personas mirándola como se casaba con Tobin de Clare. Su vientre se apretó .
Un momento más tarde la puerta se abrió bruscamente . Y entraron ”Las Lanzas” .
" Estamos aquí para ayudarte a vestirte, Sofía, " Mavis dijo, después soltó un peine grueso , hebillas y cintas sobre la cama de Sofía.
. Jehane marchó más allá de Mavis, y tomó a Sofía por los brazos y comenzó a arrancarle el camisón de lino. " Deja de demorarte, muchacha. Necesitas ser sangrada, lo juro por San Pedro y San Pablo . Ven . Ven . La reina estará aquí pronto." Ella tiró la ropa de Sofía hacia la puerta como si fueran trapos de descarte y pidió que entrasen el agua caliente y la tina.
Sofía cedió y gimió, " No otra vez…"
Después de ser dolorosamente fregada y friccionada por lo que pareció ser horas, Sofía levantó la vista para ver a Eleanor entrar a su cuarto. La reina le sonrió. " Estás hermosa, niña. Aunque supongo que ya no debo llamarte ' niña' . Te convertirás en una esposa hoy y en la castellana del castillo de Clare."

Ella se dio vuelta hacia las Lanzas . " Han hecho un buen trabajo . Sir Tobin será envidia de todos los caballero en este día ."
Sofía usaba un vestido de seda , color violeta oscuro que hacía juego con sus ojos. Una borde de armiño blanco ajustaba las mangas, y adornaba el dobladillo, y llevaba una capa negra con halcones de plata bordados , iguales al diseño del escudo de Clare. Cintas plateadas atravesaban su cabello , que casi le llegaba a los hombros ahora, haciéndola parecer un arcángel rociada con estrella.

Eleanor estudió a Sofía con su cabeza levemente ladeada . Ella frunció el ceño. " El collar de esmeraldas está mal ." Ella quitó del cuello de Sofía . "A ver esto . " Ella se lo dio a Mavis y volvió a Sofía. " Dónde están las perlas de tu madre'? "
" No puedo usarlas. Me quedan mal."
" Déjame verlas, " la reina dijo. Sofía tomó d una caja madera de una mesa , y después se la dio a la reina. "Siéntate aquí. " Eleanor señaló un pequeño banco. Sofía apretó la boca y mantuvo sus manos en su regazo con los puños apretados.
Ella sabía lo que sucedería. La misma cosa que sucedía siempre. Las perlas no se veían bien en ella.

Eleanor comenzó a envolverlos el cuello de Sofía con el collar de perlas . " Allí." La reina dio un paso atrás y la estudió.
Sofía no se movió. No respiró. Se quedó sentada allí, esperando que Eleanor sacudiese su cabeza
. Eleanor le dio un espejo . " Mira. Se ve perfecto."
¿Perfecto? Sofía cerró los ojos mientras levantaba el vidrio redondo. Tomó una respiración profunda, y luego los abrió. No pudo hablar por un momento. Su voz se había ido
. Su mano tocó las perlas perfectas ,que daban tres vueltas en su cuello. Parecía tan encantadora. Por un momento casi no podía comprenderlo. Miró fijamente la imagen en el espejo como si no pudiera despegar sus ojos, como si se viese por primera vez, y le gustase lo que veía allí.
Ella se dio vuelta hacia la reina. " Se ven perfectas." Eleanor asintió . "

“ Así era como Rosalynde las usaba siempre, tres vueltas alrededor de su bello cuello , largo como el tuyo. No sabías que la llamaban ' el cisne ' debido a su altura y su elegancia. Su piel era como la tuya, hacían juego con esas perlas." La reina dio una pequeña sonrisa y miró a los ojos de Sofía. " Nunca olvidará la primera vez que la vi con esas perlas exquisitas, con su cabello negro. Todas las cabezas del salón se dieron vuelta y todos se silenciaron cuando entró ." Eleanor levantó el mentón de Sofía un poco y la estudió, y luego la soltó.
“Perfecta”.
Sofía miró nuevamente su reflejo, intentando ver la imagen de su madre.
" Nadie dudaría que vos sos su hija, Sofía. Ella estaría tan orgullosa de vos ."
Pero entonces, Sofía ya no pudo ver más la imagen que la miraba el espejo . Sus ojos se inundaron con lágrimas . Ella desvió la mirada , tragó en seco , y puso el espejo en el suelo, después se puso de pie y cruzó hacia la ventana .
Podía sentir el peso de la capa de la boda, el peso del bordado que casi la cubría completamente , la sentía arrastrándose detrás de ella. Era extraño, como si cargase con algún peso o como si algo intentara retenerla. Los otros en el cuarto charlaron por un rato. Pero ella no tenía nada que decir. Tomó varias respiraciones profundas y se quedó parada allí por lo que pareció una eternidad.
" Debemos irnos, querida, " Eleanor dijo. " Edward está esperando. Sabes que es impaciente ."
Sofía miró por la ventana una última vez , limpió sus ojos con la parte posterior de su mano, y luego partió con la reina y sus damas.

Casi le llevó al heraldo del Rey una hora recitar todo lo que formaba parte de la dote de lady Sofía Howard . Luego, las puertas de la iglesia fueron abiertas de par en par . Adentro , las velas parpadeaban como centenares de estrellas, lanzando su luz contra los cristales de colores de las ventanas que también recibían la luz del sol y dándole a la iglesia un resplandor celestial.

El rey llevó el caballo blanco de Sofía hasta los escalones de la iglesia. Le entró a Tobin una rienda de plata, un gesto que simbolizaba el regalo de esa mujer para él.

Tobin la miró sobre el caballo. Por un momento casi no pido verla, tal era el aura plateada en su cabello y en el bordado en su capa.
Él había bebido demasiado la noche anterior , y había dormido poco. Ahora se sentía los efectos de anoche . Puso sus manos en la cintura de Sofía y la bajó de la silla .
Como él la soltó ella plantó sus manos en sus hombros y lo observó , sus ojos violetas y sus labios carnosos y húmedos. Y Tobin sintió el shock de sentirse vivo.
Ella era malditamente hermosa.
Él se preguntó , en ese mismo el instante, en qué pensaba ella, qué pensamientos se ocultaban detrás de esos ojos violetas. Sabía lo que él pensaba: la quería . La quería como jamas había querido algo en toda su vida .

Pero había algo más allí, algo que él no podía nombrar, algo tan efímero y elusivo como el viento , pero algo presente . Estaba dentro de su mente y de su cuerpo. De alguna manera eso lo ataba a la mujer que tenía en sus manos.
Ella inclinó su cabeza y lo miró fijamente con su cara ilegible.
Tobin le dio un guiño rápido. N habría podido explicar por qué, solamente lo hizo . Parecía como si ella necesitase un guiño, algo de él. Se sentía alegre . Sofía sonrió, una sonrisa verdadera y brillante, una que casi lo puso de rodillas.
Sin pensamiento , plan o una sola palabra, él soltó sus manos y fue hacia donde las damas de la corte estaban paradas sosteniendo ramilletes de flores que lanzarían cuando él y Sofía salieran de la iglesia.

Él estudió los ramos, no vio lo que quería , después mirado hacia arriba y tomó una flor azul de una guirnalda sobre el alero de la capilla . Volvió a Sofía , la mujer que sería su esposa.

Ella parecía confusa, su frente levemente fruncida.
Y él que pensaba ser la única persona que estaba confuso.

Un momento más tarde él se bajó sobre una rodilla y le extendió la flor, sus ojos nunca dejaron los suyos.
Sofía extendió la mano y tomó la flor.
Lo que él vio en su cara hizo que deseara que la boda, los festejos y el banquete ya hubiesen terminado. Quería estar a solas con ella , a solas con Sofía .
Una aclamación creció en la multitud. Todos estaban sorprendidos por ese gesto romántico : él de rodillas y la mujer parada en los escalones de la iglesia, delante del mundo, y delante de Dios.
Ella levantó la flor para aspirar su olor, y le dio la más suave de las sonrisas. Una sonrisa verdadera, que lo valía todo. Tobin se levantó y tomó su brazo, y juntos entraron en la iglesia.

Tobin la sentó al lado de él en un pequeño banco . Su mano se apoyó sobre su muslo, que apenas rozaba el suyo. El rey y la reina entraron, al igual que su padre con su esposa actual. Luego vinieron el conde Merrick y su esposa, Lady Clio , y la hermana Judith.
Cuando todos estuvieron sentados el arzobispo comenzó la misa.
" Deja que esta mujer sea amable como Raquel, sabia como Rebecca, y fiel como Sarah."
Tobin tomó las manos de Sofía .
Ella lo miró brevemente, y después enlazó sus dedos en los suyos.

" Deja que sea honesta en la verdad, venerada por su modestia , y sabia en las enseñanzas de Dios ." El arzobispo giró y todos cantaron el Agnus Dei.
Tobin se levantó y avanzó hacia el altar, donde recibió el beso de la paz. Se volvió hacia Sofía, que, en un momento mas , sería su esposa ante los ojos de Dios.
Él extendió su mano hacia ella.

Ella se levantó con gracia , esa mujer que ahora era suya, y se movió para unirse a él. Era tan bella que Tobin se preguntó si ella era verdaderamente existía. Y allí, a la derecha del gran crucifijo, él la tomó en sus brazos y le dio el primer beso a su esposa.

Tobin la soltó y su visión se empañó repentinamente. Él parpadeó varias veces , porque era la única cosa podía suceder era que tuviese una partícula de polvo en sus ojos húmedos .