sábado, 16 de agosto de 2008

MALICIOSA - CAPITULO 32



Capítulo 32


Era tiempo de la sidra, a finales de octubre, cuando Camrose olía a manzanas maduras y uno podía percibir su dulzor en el aire .

Sofía estaba en la cervecería con Lady Clio y la vieja Gladdys , la bruja druida que residía en Camrose . La vieja era un personaje , vestida totalmente de negro , con el cabello blanco crespo como un cardo y una cara tan fea que una vez el conde Merrick había asegurado si uno lo miraba de cerca podría quedar ciego .

Pero esa anciana era parte de Camrose tanto como Clio. Y Sofía sospechaba que a esa mujer orgullosa le gustaba ser extraña, se ufanaba de sus peculiaridades, y se divertía haciendo comentarios agudos y haciéndoles bromas pesadas a los hombres del castillo.

Tildie y Maude habían venido con ellas, los hijos pequeños de Clio estaban durmiendo la siesta . Las gemelas eran como sombras siguiendo a Clio y a Sofía. Era bueno estar con ellas y ver cómo habían crecido . Pero no fue su crecimiento en altura y peso lo que hizo que Sofía se sintiese satisfecha; era el crecimiento interior de ellas, porque eran niñas felices, dulces, rápidas para reírse y sonreír , curiosas e inteligentes . Observaban a Lady Clio como si ella fuese una diosa, copiaban sus acciones y sus gestos, y Clio las trataba como si fuesen propias hijas.

Una prensa para machacar manzanas para sidra estaba ubicada en un rincón del cuarto, y por todas partes, incluso afuera, había cestas con manzanas maduras , esperando para ser comprimidas y mezcladas para fabricar sidra para el invierno. En el cuarto, estaban las cubas conteniendo la última partida de la cerveza de Lady Clio fermentándose , mientras ella probaba cada una, revolviéndolas con un palo largo y agregaba una substancia u otra a las cubas. Luego ella le gritaba los ingredientes colocados y la viejo Druida las escribía en un libro enorme, cuando ella no estaba escribiendo le contaba a las niñas y a Sofía los cuentos y supersticiones druidas.

" Nunca he oído nada tan absurdo, " Sofía decía. " Dices que hay que pelar una manzana, sin cortar la cascara . Luego sacudes la tira de la cascara en el aire y cuando caes ves la forma de la primera letra del nombre de tu amor verdadero. ¡Hum! "
Sofía había intentado el truco tres veces.
" ¿Funcionó? " Clio levantó la vista de una cuba de cerveza . " ¿Qué letra salió? "
" Nada. Yo no Veo ninguna letra." Sofía dijo, no queriendo admitir que cada vez que había lanzado la cascara había salido una letra " T."

Clio le dio una mirada larga que le decía a Sofía que ella no la engañaba ni por un segundo, y Maude se rió mientras ayudaba a la viejo druida a pelar una manzana.
" Ven, Sofía. Aquí, " Clio dijo, dándole un tarro de algunas hierbas potentes. " Puedes ayudarme con la condimentación de esta tanda de cerveza ."

Sofía le dio a Clio las hierbas , pero su mente no estaba en la tarea. La mente de Sofía sólo parecía estar concentrada en su marido recientemente.

Ella no quería admitir que estaba tan enamorada , que su corazón le había pertenecido a Tobin por mas tiempo del que nadie podría suponer. Sofía guardaba ese conocimiento secreto en su corazón, porque tenía miedo de que si cualquier persona se enterase , ese sentimiento desaparecería.

Desde que habían llegado a Camrose, desde el día que se había casado, ella se encontraba más y más profundamente y desesperadamente enamorada de él . La intensidad de ese sentimiento la asustaba terriblemente, porque no tenía ningún control sobre él. Apenas estaba allí, como el sol y la luna estaban en el cielo, como cosas que uno no podía controlar.

Había intentado alejarse de eso que sentía, incluso había intentado negar su existencia ,pero era imposible . Ella lo amaba desesperadamente. Tobin estaba allí, adentro de ella, el hombre que le había robado el corazón tan fácilmente como Eva había arrancado esa manzana del árbol. Y había veces en que Sofía sentía que las repercusiones de ese tipo de amor terminaban siendo calamitosas.

" Esta cuba tiene dos puñados de brezo azul, " Clio le gritó a la vieja Gladdys , que anotaba afanosamente la receta.
" Cinco manzanas maduras y sin carozo, tres puñados de manzanilla, un dedo de canela , uno de romero y uno de tomillo, dos nueces moscadas molidas y dos enteras y un poco de pimienta."

" ¿Qué? Ningún ojo de murciélago y nada de sangre de dragón? " El conde Merrick estaba inclinaba contra la puerta, haciendo una mueca y sus ojos fijos en su esposa.
La vieja Gladdys se rió traviesamente y cerró el libro . “ No , mi lord ." Ella se levantó y atravesó el cuarto, su ropa negra voluminosa se movía con ella. " Esos ingredientes preciosos sólo los ponemos en la cerveza de su amigo Roger , el marido de mi nieta."
" Pobre Roger!." Merrick se rió.
La vieja druida siguió caminando y agregó, " La sangre de dragón es un ingrediente perfecto… si quieres marchitar un el miembro viril de un hombre ."
La vieja Gladdys se marchó y Merrick frunció el ceño, después se dio vuelta hacia su esposa y dijo en un tono que era medio afirmación y medio pregunta, " Ella está ..... bromeando ...?."

Clio levantó la vista y le frunció el ceño . “ Se suponen que deberías estar en el entrenamiento de tus hombres en los campos."

" Ya terminamos ." Merrick se enderezó y miró a Sofía. " Tu marido venció a ocho de mis hombres con la lanza hoy. Él se siente absolutamente invencible. Le dije que tendremos que ensanchar los pasillos del castillos para que su cabeza quepa allí."

" ¿Tobin? " Sofía levantó la vista .
" ¿Alguien me llamó? " Su marido se paró al lado de Merrick.

Las gemelas corrieron hacia los hombres, que las alzaron y les contaron todo sobre los acontecimientos del día . Esa escena había llegado a ser un ritual, porque las niñas adoraban cabalgar sobre los hombros de los caballeros.

Mientras Sofía estaba parada allí , observándolos. Luego miró a Clio, quien hizo una mueca y dijo en voz baja , “ No es una cosa fácil para una mujer ver tanta terquedad y tanta belleza masculina junta en un cuarto tan pequeño."
Sofía se rió.

Maude dijo que algo al conde Merrick y él levantó la vista . " No sabía que vos podías hacer juego de malabares, Sofía ."

" Sofía puede hacer juegos malabares… " Tobin se detuvo brevemente. “ ... cuando está consciente."
Sofía le dio una mirada aguda. " No comiences, marido."

Pero el tonto continuó . " Sabías, Merrick, hay una taberna en el camino occidental donde todavía se cuentan las hazañas que ella que hace con las bolas de malabares Y en Londres, los cerdos salvajes hablan de ... "
“ Les mostraré como hago malabares, " Sofía lo interrumpió
" Ella puede hacer malabares, " Tildie dijo seriamente. " Obsérvenla."
Sofía tomó tres manzanas duras de una cesta y comenzó a lanzarlas al aire.

" ¡Ven! " Maude dijo en un tono emocionado y las niñas comenzaron a aplaudir como lo habían hecho cuando Sofía estaba aprendiendo.
Sofía estuvo un gran rato, lanzando perfectamente las manzana. De reojo podía vera Clio y a Merrick que la observaban con un poquito del temor y la tonto mueca en la cara de Tobin.
" ¡Dame una cuarta manzana! " ella gritó .
Maude tomó una manzana de una cesta y la deslizó en la manga de Sofía.
En un instante ella hacía malabares con cuatro manzanas y sonreía triunfal.
Le demostraría a Tobin que podía hacer juegos de malabares, ella pensó, y se movió hacia él, bailado ligeramente. Lanzando las manzanas más alto y más alto, haciéndole muecas y como diciéndole “Ves. Te Gané”.
En el momento en que estaba delante de él, ella gritó , " ¡Haré malabares con cinco! "

" ¡ Yo te daré la manzana ! " Tildie gritó y corrió hacia la cesta más cercana . Deslizó en la fruta en manga de Sofía. Un segundo después Sofía tenía cinco manzanas volando círculos en el aire. Estaba por asir la quinta manzana en el momento triunfante del círculo completo, cuando Tobin extendió la mano y arrebató la manzana en el aire.
Ella dejó caer las cuatro manzanas.
Él le hizo una mueca ,lanzó su manzana una vez, y le dio una mordida, y masticó ruidosamente y desagradablemente.
Sofía plantó sus manos en sus caderas y dijo, " ¡Maldición, Tobin! "
Él y Merrick comenzaron a reírse, con risa descortés. "Eso fue una maldad, " Clio lo regañó, pero ahora Merrick mordía su propia manzana y los dos hombres hacían muecas, después se dieron vuelta para salir engreídamente por la puerta.
Sofía tomó una manzana bien madura de la cesta, ella miró a Clio, le guiñó el ojo y lanzó la manzana fofa a la espalda de Tobin.
Lo golpeó en el hombro , manchándolo con jugo y pulpa.
Él se congeló, después giró lentamente, sus ojos se estrecharon en Sofía.

Clio lo golpeó en el pecho con otra manzana.
Las mujeres comenzaron a reírse.
Nadie sabía quién lanzó la siguiente, pero en segundos los hombres y las mujeres estaban en una guerra de manzanas , corriendo y esquivando manzanas voladoras.
Clio golpeó a Merrick con cinco de las manzanas más blandas que pudo encontrar, y luego ella se agachó detrás de un carro de heno, donde Sofía había arrastrado una cesta y atacaba a su marido.
¡Ten cuidado, Clio! ¡ Ellos se están acercando ! " Sofía gritó.
Merrick cayó sobre el heno ,asiendo a su esposa en sus brazos enormes.
Sofía salió corriendo, tan rápidamente como pudo , agitando sus brazos y sus pies mientras volaba por el patio. " Maldito Vestido , " ella murmuró, después se levantó el vestido sobre sus rodillas. Miró rápidamente por sobre su hombro , ahora tenía las piernas libres, y tomó realmente la velocidad al cruzar por las puertas.

" ¡Corre, Sofía! ¡ Corre ! " Ella oyó a Clio gritarle. Podía oír los pasos de su marido muy cerca. Más cerca y más cerca . Él se acercó tanto que podía oír su respiración.
Ella corrió más con fuerza y su ojo vio algo a la izquierda, donde la puerta de la torre norte estaba abierta. Su habitación estaba en lo alto del segundo tramo de escaleras.
¡Puedo hacerlo! ¡Puedo hacerlo!

Ella amagó con ir hacia los portones , haciendo equivocar a Tobin respecto a su verdadero destino . Luego ella dobló bruscamente hacia la izquierda y corrió a través de las puertas abiertas.
Pero no lo había engañado.

Ella corrió el primer tramo de escaleras y Tobin la pasó, sus piernas más largas tomaban los escalones de a tres a la vez. Él la enfrentó y se detuvo tan repentinamente que ella chocó contra su pecho manchado de manzana.
Sus brazos se cerraron sobre ella.

Ella lo miró .
Su respiración era más agitada que la suya
Él la empujó repentinamente y la colocó contra la pared de la torre , bloqueándola con su cuerpo, sus manos estaban colocadas a cada lado de su cabeza y su respiración caliente directamente sobre sus ojos y sus mejillas.
Su mirada se volvió intensamente sexual. Su boca se colocó sobre la suya. Pero no había dominación en la unión de sus labios.
Eran iguales. Ninguno de los dos dijo una sola palabra, pero ambos sabían lo que querían . Sólo un beso, pero un beso que le nubló los sentidos y le aflojó las piernas y las rodillas.

Uno de sus brazos se deslizó sobre su espalda , su mano tomó sus nalgas, las yemas de sus dedos se anidaron dentro de sus muslos. Sus cuerpos se tocaban y se presionaban juntos.
Ella se sentía tan suave contra su cuerpo duro. Tobin la hacía sentir femenina , necesitada y querida.
Su otra mano se había movido contra la piel desnuda del cuello. Su pulgar frotó ligeramente su mentón, y luego mas abajo.

Su lengua entró en su boca cuando ella aflojó los labios y lo sintió contra su propia lengua. Su mano fue más bajo , dentro de su camisa . Ella podía sentir sus dedos callosos acariciar su piel desnuda. Sus pezones se irguieron como si repentinamente estuviera desnuda y sintiese frío.
Él se detuvo en sus pechos, amasándolos suavemente mientras su lengua penetraba a fondo en su boca, lamiendo y frotando sus dientes.
La besó larga y meticulosamente, cuando finalmente Tobin se separó, apoyó su cabeza contra la frente de ella, mirándola fijamente. " Sabes a manzana, esposa."
" Lo mismo que vos." Ella se lamió los labios. " Me gustan las manzanas."
" A mí también ." Él besó sus mejillas y su nariz, y luego sus labios y su frente.

Ella ahuecó su cara en sus manos, calmándose por un momento. Miró sus ojos azules, tan azules. " ¿Qué estamos haciendo? "
" Besándonos."
" Ya Sé eso, tonto. ¿Quiero saber por qué me estás besando? "
" Pensé que necesitabas unos besos."
Ella se rió y echó su cabeza hacia atrás, el su desafiar de la mirada. " Dices que pensas que necesito ser besada? "
“ Si ."
Ella sacudió la cabeza. " Si piensas que voy a creerme ese cumplido, entonces no me conoces."
" Entonces dime vos la razón."

Ella sacudió la cabeza, haciendo de todo eso otro juego, porque sabía reconocía la chispa de desafío en sus ojos. " Creo, marido, que la razón verdadera es que vos necesitabas besarme."

Él la miró por un momento largo, después admitió, “ Si .". Tobin la presionó contra él y se movió lentamente de la misma forma en que se movía cuando hacían el amor , frotándola contra su ingles mientras sus manos la aferraban por las nalgas.
Sofía no quería que él pensara que podía dominarla tan fácilmente, con apenas un beso, que ella era tan bastaba con besarla para someterse. Lo miró a los ojos y los vio ponerse oscuros por el deseo.
Ella deslizó sus manos entre su cabello y la besó con pasión .
Sofía estaba aprendido a usar los besos, la boca, los labios y la lengua como un arma para estimular el deseo y la pasión de su marido . Quería que Tobin estuviera tan caliente y necesitado como ella lo estaba.
Sofía había aprendido que esos juego previos eran mas placenteros si se realizaban suave y lentamente. Entonces lo besó en todas las partes de su cara, en sus ojos, en su cuello y en sus orejas. Luego Tobin la alzó mas alto contra la pared y enterró su boca en sus pechos, asió el borde de su camisa con sus dientes, y la rasgó con un tirón , y así tuvo acceso a sus pezones, jugó con ellos, estimulándolos con su lengua hasta ponerlos duros.

Unos segundos pasaron , y el sudor comenzó a cubrir su frente y su cuero cabelludo. Sofía podía sentir como su cuerpo ardía. Y ardía por él. Ardía como si estuviese en el purgatorio.

Repentinamente ya no sintió sus labios sobre su cuerpo . Ella abrió los ojos . Tobin estaba mirándola y ella supo que era una mujer libidinosa . Sus brazos se aferraron a sus hombros. " Hazlo ahora, " ella jadeó. " Hazlo, marido."

Él se movió y colocando muslo grueso para que ella lo montase a horcajadas, después tomó el borde de sus faldas en sus manos , con un rápido y sensual movimiento Tobin rasgó la tela de las faldas.

El aire frío golpeó su piel húmeda y Sofía jadeó, mirándolo con sorpresa, y luego se rió porque el sonido de la tela rasgándose hizo eco en la escalera en la torre, sonando tan ruidosamente como campanas de una iglesia. No le importó . Lo deseaba ahí y ahora.
Ella siguió su mirada, vio que Tobin se había desatado los pantalones
Él presionó su cuerpo contra el suyo, fijándola contra la pared otra vez con la fuerza de sus músculo, con la dureza de su virilidad que lo hacía un hombre. Él abrió sus piernas hacia arriba y hacia fuera, y luego entró profundamente en ella.
Sofía sujetó sus piernas alrededor de sus caderas, mientras lo besaba con toda su pasión.
Un momento después hacían el amor contra la pared de la torre.

***
Tobin se despertó y extendió su mano hacia el lado de su esposa, pero la cama estaba vacía. Se incorporó sobre un brazo y exploró el cuarto. Estaba oscuro en el lado oeste del cuarto; el fuego había disminuido, y las velas se habían apagado . Las sillas y los baúles en el cuarto eran enormes sombras oscuras y en ninguna parte estaba la silueta de su esposa. Miró hacia el lado este.

Ella estaba parada cerca la ventana, alta y delgada, su cara de perfil, una mano apoyado en el antepecho de piedra, y la otra en el marco. Ella miraba hacia afuera. Parecía como si se hubiera vestido apresuradamente , porque su ropa estaba floja y ligeramente abierta.

Él se puso de costado y sólo la observó. Había más y más momentos como ese mientras los días y las semanas pasaban , momentos en los que él podía mirarla, y ella no sabía que era mirada.

Cada vez que estaba en una situación así sentía algo como asombro, admiración, o algo más fuerte que eso, un sentimiento mas fuerte para el que Tobin no tenía ninguna palabra para definirlo . Ella era su esposa, y siempre que él la mirara, como en ese momento , recordaba que tenían que pasar una vida entera juntos.

Era extraño cómo él iba descubriendo cosas de Sofía como la cadencia de su respiración, el pequeño lunar cerca de su oreja derecha, la manera en que ella frotaba sus pies repetidamente hasta que finalmente se quedaba dormida.

Cada día con ella era como un nuevo día, donde uno entraba en una tierra extraña , llena de cosas por descubrir. Y con ese pensamiento algo verdaderamente extraño le sucedía a él. Se sentía desbordado por la necesidad de conocerla de maneras que nunca había necesitado conocer a otro ser humano.

Quería respirarla. Quería retenerla, nunca dejarla ir. Quería llenarla de hijos y verlos crecer a su lado, cada noche, cada día, por siempre jamas.

Y cada noche, Dios… cada noche sentía algo que era mucho más que estar adentro de una mujer. No era sólo el acto sexual , la manera en que se unía a ella. No era sólo aliviar la tensión del día o algo para hacerlo sentir bien y dormir profundamente. Era más. Tanto más que si lo pensaba se asustaba.

Sofía había movido levemente, lo suficiente para que él pudiera ver un pecho redondeado contra la luz ambarina .

Echó hacia atrás la manta y saltó de la cama , desnudo caminó para colocarse detrás de ella.
" No quería despertarte." Su voz era suave y débil como si le costase hablar.

Él sintió su vulnerabilidad, una cosa muy rara, porque Sofía no se mostraba vulnerable a menudo.
Deslizó sus brazos a su alrededor y la empujó contra él, deslizando su mano dentro de la camisa para tocar su pecho, para sentir su peso en su mano. Se inclinó sobre ella y inhaló su olor. Ella olía como una mujer, su mujer. Presionó sus labios sobre la piel de su cuello. " Qué anda mal ? "
Ella sacudió la cabeza, negando, pero él la sintió ponerse rígida.
" Dime en qué estás pensando ."

Ella lo observó como si intentase tomar una decisión, después suspiró y cruzó sus brazos.

" Siempre que veo hogueras , pienso en mi madre. Todavía puedo recordar cómo los aldeanos encendían las hogueras de luto cada tarde por meses y meses. Hubo veces en que pensé que los cielos nunca mas serían azules.” Ella se detuvo brevemente. " Incluso ahora, cuando huelo el humo de una hoguera , me pongo tensa . Es casi como si fuera yo la persona que murió ." Ella apoyó su cabeza contra su hombro.
Él depositó un beso en su sien.
" Creo que el olor de esos fuegos debieron haberme despertado.
" ¿Quieres volverte a acostar? ¿ Intentar conciliar el sueño? "
Ella sacudió la cabeza. " No estoy cansada. Es extraño , no te parece? "
“ No . No lo es. Por mi parte tampoco quiero dormir, por lo menos no sin vos en la cama . Me quedaré parado aquí, con vos en mis brazos, hasta que se apaguen los fuegos y tus recuerdos dolorosos se hayan ido ." Ella cerró los ojos y suspiró, relajándose cómodamente contra su cuerpo. Sus manos se movieron en círculos sobre las suyas.

Y se quedaron parados allí , sólo los dos , un hombre y su esposa, mirando hasta que los fueran en las laderas desaparecieron y los cielos amanecieron azules.