CAPITULO 3
Levantando los ojos de los papeles que acababan de serle entregados, Campion se recostó en la silla y suspiró, por el contenido de esos escritos. El invierno había sido largo y con muy poca actividad, pero misión llevada a cabo meses antes por el grupo de hombres bajo el comando de Simon y Geoffrey comenzaba a dar frutos. Pero ahora... ahora él prefería que eso no estuviese sucediendo.
El conde sabía que a veces la más simple de las decisiones desencadenaba eventos que se escapaban al control, y era eso lo que había sucedido durante el otoño, cuando él había resuelto acoger a una mujer que padecía amnesia .
Llegando a una decisión, Campion puso sus manos sobre sus rodillas recorrió con los ojos a sus hijos. Se llenaba de orgullo al verlos reunidos en el solar patriarcal. Había pasado mucho tiempo desde la última vez en que sus siete hijos habían estado juntos. Los muchachos habían proporcionado a su padre esa satisfacción en el último verano, o había sido durante la primavera?
Campion se alegraba con el hecho de que el mensajero da corte hubiese ido primero a Wessex, entregando los mensajes a Dunstan. De otra forma, su primogénito no estaría allí en ese momento . No podía haber otro motivo para la visita de Dunstan, que se había vuelto distante y reservado desde que había resuelto asumir la administración de sus tierras.
Ahora el mayor de los siete hermanos era un hombre hecho y derecho , tenía su propia vida, y eso provocaba en Campion una mezcla de respeto y un sentimiento de pérdida. Aunque sus hijos tuviesen sus defectos, todos eran buenos hombres, honrados, instruidos y capaces. Entonces Campion se concentró en el asunto en cuestión y rezó para poder contar con uno de ellos para hacer lo que era necesario hacer.
- Parece que tenemos un problema - dijo Campion sin más preámbulos. - Ustedes deben acordarse que, poco después de la llegada de lady Marion, envié a la corte un anillo perteneciente a ella con la esperanza de que alguien pudiese identificarlo.
Campion hizo una pausa mientras los muchachos sacudían afirmativamente sus cabezas, dejando en claro que todos estaban atentos a las palabras del jefe de la familia.
- Pues bien. El anillo fue reconocido por un tal Harold Peasely, quien afirma que se trata de una joya que pertenece a su sobrina Marion Warenne. La muchacha en cuestión ha estado desaparecida desde que partió en una peregrinación religiosa el último otoño. Peasely es el guardián de su sobrina y la quiere de vuelta... inmediatamente.
Campion miró a su alrededor , observando la reacción de su hijos. Algunos rostros, como el de Reynold, estaban tensos y sombríos, mientras otros mostraban un mezcla de rabia y repulsión . Perfecto . Era obvio que ninguno
sus hijos quería que la muchacha se fuese . Ahora tendría que lograr convencerlos de mantenerla en el castillo, pero eso significaría un sacrificio .
- Por qué Marion no recordó eso? inquirió Simon. - cuando la encontramos en el camino ella cuando dijo que no sabía nada y continua afirmando que no se acuerda ni de su propio nombre.
Campion se rascó la cabeza, pensativamente.
- No creo que la muchacha quiera volver a su antigua vida - él respondió, hablando lentamente . - Ella siempre pareció resistirse a todo lo que pudiese ayudarla a recordar su pasado. Hasta me arriesgaría a decir que se siente mucho más feliz aquí de lo que era antes.
Campion vio que Robin sacudía la cabeza expresando su acuerdo , mientras los demás emitían suspiros o murmullos, todos en apoyo a lo que él acababa de decir.
Se ella no quiere volver, entonces no la mandes de vuelta - sugirió Stephen, haciendo un gesto casual con la mano, En verdad pareciendo querer esconder su preocupación.
- Desgraciadamente, estamos en una situación muy delicada - consideró Campion. - El tal Peasely amenazó con enviar un grupo de hombres armados si no devolvemos a Marion inmediatamente.
Robin silbó y sacudió la cabeza.
- Pretende atacar el castillo de Campion! - vociferó Simon.
- Pero quién mierda se cree que es ese desgraciado? - quiso saber Reynold.
- Por lo que dice el mensaje, se trata de un pequeño proprietario de tierras, hermano de la madre de Marion, pero tiene la autorización para administrar los bienes de ella, los que no son despreciables.
- Pues yo digo que ese cretino se vaya a la mierda - gritó Simon, golpeando con su puño derecho cerrado contra la palma de su mano izquierda. - El que intente meterse con los de Burgh , verá con quien se está metiendo!
Campion levantó la mano para callar el coro de voces enfurecidas que se hizo oír. Poco después miró a su hijo mayor , esperando alguna opinión sensata, pero Dunstan sólo observaba la escena con una expresión de desagrado. Obviamente no estaba interesado en el destino de la muchacha y veía con preocupación el desperdicio de energía de sus hermanos. Campion suspiró al darse cuenta que se quedaría sin ese apoyo de mucho peso.
- La cuestión no es tan simple , muchachos - él argumentó. - La verdad es que no tenemos ningún derecho legal sobre la muchacha. aunque ella quiera quedarse con nosotros , no podremos mantenerla aquí. - Un murmullo de protesto se hizo oír, lo que obligó a Campion a una vez más levantar la mano, exigiendo silencio. - Peasely es el guardián de Marion. No hay nada que podamos hacer para cambiar eso... al menos, claro, que ganemos el derecho de retenerla con nosotros de un modo perfectamente legal.
Campion hizo una pausa y examinó cada uno de los rostros, esperando que por lo menos uno se mostrase dispuesto a ayudar Marion. Pero todos parecían sorprendidos con la sugerencia , todos menos Dunstan, quien murmuró algo y giró su rostro, con una sonrisa burlona. Campion no le dio importancia a eso, ya que Dunstan ni siquiera conocía bien a Marion. Alguno de los otros muchachos tendría que tomar la decisión que el hermano mayor evidentemente consideraba una idiotez.
- Pero... cuál sería la forma legal de la que estamos hablando ? - preguntó Nicholas curiosamente .
- El matrimonio - respondió Campion, sin rodeos, haciendo otra pausa para examinar la reacción de sus hijos. - Cuál de ustedes estaría dispuesto a tomarla como esposa?
Un silencio pesado dominó el salón.
Ahora, todos allí parecían haber perdido el coraje de mirar a los ojos de su padre. La expresión cerrado del guerrero Simon era una clara negativa, así como las rezongos incomprensibles de Reynold. Stephen, como acostumbraba hacer últimamente, se ocupó de llenar la copa de vino. Mientras Robin parecía muy concentrado en examinar las puntas de sus botas, al mismo tiempo que Nicholas acomodaba la faca en su vaina y Geoffrey, como siempre, parecía tironeado entre el sentido común y la compasión.
Campion frunció el ceño . Le había afecto a esa joven que padecía de amnesia y ahora no soportaba la idea de no tenerla más en su casa. Había pensado que ese plan sería la solución, pero el hecho era que nadie allí se ofrecía para el matrimonio demostraba el rotundo fracaso.
- Entonces ninguno de ustedes la quiere tomar como esposa ? - él inquirió , con una voz que no escondía su decepción. - Ninguno de mis hijos es capaz de darme nietos que merezcan el apellido de Burgh?
Todos los ojos se bajaron menos los de Simon, quien parecía tener argumentos para enfrentar a su padre.
- Por qué será que ella nunca se casó ? - él preguntó . - Parece que hace rato já pasado la edad para casarse.
Campion no vaciló en dar su respuesta.
- No es difícil de imaginar que su tío quiere mantener para siempre el control sobre las tierras de ella. Siendo así, seguramente se habrá ocupado de impedir que ella se case. Los términos del mensaje llevan a esa conclusión. Es más que probable que a nuestra Marion haya sido una prisionera en su propio castillo.
Campion examinó nuevamente la reacción de cada uno de los hijos, esperando que el sentimiento de culpa pudiese influenciarlos, ya que la consciencia del deber y el afecto no los había movilizado .
- Debe tenerla amenazada - dijo Nicholas, con la cabeza baja.
- Por qué crees eso ? - inquirió Simon, en un tono cortante.
Nicholas se encogió de hombros.
- Bien... es sólo porque ella vive diciendo que se siente muy bien aquí , que es bueno formar parte de una familia, que se siente protegida. Marion siempre muestra una enorme sonrisa cuando habla de la suerte que vos y Geoffrey la hayan encontraron.
Miradas furtivas y avergonzados fueron intercambiadas entre los muchachos, pero aún así ninguno de ellos se mostró dispuesto a tomar a Marion como esposa. Campion concluyó que la culpa de eso era exclusivamente de él.
Debería haberse vuelto a casar hacia mucho tiempo, para que los hijos supiesen cuan bueno era tener la compañía de una mujer. Sin embargo, con la muerte de su segunda esposa poco después del nacimiento de Nicholas, se le había hecho difícil involucrar su corazón en un nuevo matrimonio. Por eso sus hijos habían crecido sin la ternura femenina. Y ahora él se recriminaba por haber creado un hogar lleno de varones solteros aparentemente incapaces de proveer lo que más faltaba allí : nietos.
Sus hijos estaban ciegos y no percibían los cambios ocurridos en su padre y en ellos mismos desde la llegada de Marion? En el espacio de pocos meses ella simplemente se había convertido en indispensable para el castillo, arreglando y decorando todo , ocupándose de la limpieza y de que se sirviesen comida más sabrosa. Y no era sólo eso, porque ver la gran sonrisa de Marion era algo de un valor inestimable.
Tal vez él mismo debiese casarse con ella... Campion se rió solo con esa idea. Aunque ya hubiese pasado la edad en que las muchachas en general se casaban, Marion podía ser su hija y seguramente ella soñaba con un hombre más joven para comenzar una nueva familia. Ella merecía tener un marido joven y vigoroso que le diese muchos hijos. Alguien como alguno de sus hijos .
Otra vez Campion recorrió con su mirada a los jóvenes que lo rodeaban .
- Si nadie quiere tomarla como esposa, ella tendrá que partir . Cuál de ustedes la escoltará hasta Baddersly?
Otra vez silencio le siguió a las palabras del patriarca. Robin observó nuevamente las puntas de sus botas, Nicholas volvió a meter la faca en la vaina y Stephen se quedó mirando fijamente el contenido de su copa. Reynold masajeaba su pierna renga, lo que siempre hacía cuando estaba inquieto, y Simon miraba fijamente la ventana, como si esperase que alguna respuesta cayese del cielo.
- Y entonces? - insistió Campion, en un tono que dejaba muy claro que estaba furioso.
Reynold levantó sus ojos hacia padre.
- Geoffrey es el preferido de ella - él observó.
Geoffrey se quedó muy sorprendido al oír eso... mas bien perplejo.
- No! Yo no puedo . Que sea Simon.
- Eso! - lo apoyó Stephen, riéndose. - Simon es el más indicado para protegerla.
- Basta! - exclamó Campion, interrumpiendo la guerra de palabras que comenzaba a desarrollarse.
Los muchachos continuaron a intercambiando miradas , transfiriéndose la responsabilidad mutuamente, sin que ninguno de ellos se ofreciese como voluntario para lo que hasta parecía ser un sacrificio. Campion creyó que ya no debía sentir orgullo por sus hijos. En verdad se encontraba contemplando un grupo de cobardes. e iba a decirles eso sin medias palabras cuando se dio cuenta que ahora los muchachos mezclaban murmullos con las miradas que intercambiaban . Hasta que todos los rostros se volvieron hacia el mismo punto.
- Dunstan! - exclamaron seis voces al mismo tiempo.
- Eso! - declaró Simon. - Dunstan podrá protegerla mejor que yo!
Campion reflexionó sobre lo que acababa de oír. En otras circunstancias, Simon hubiese preferido morir a reconocer eso.
- Claro! - apoyó Stephen. - Dunstan no la conoce y podrá fingir que no siente nada por ella... aunque lo sienta.
Dicho eso el muchacho petulantemente soltó una carcajada.
Campion miró a Dunstan, quien observaba la cena con un aire de desinterés. Hasta parecía no formar más parte de esa familia. Pero había un problema que tenía que ser resuelto:
- De hecho, Dunstan es muy bueno cuando se trata de liderar una caravana - observó Campion.
- Es así! - se entusiasmó Nicholas, quien idolatraba a su hermano mayor . - él conoce todos los caminos y nunca se pierde!
Campion pensó mejor en la idea. Tal vez Dunstan fuese el más indicado para esa tarea. Era un caballero prácticamente sin defectos y sabría enfrentar cualquier problema que Peasely resolviese crear. Además de eso, poseía el título de barón y sabría actuar con diplomacia, algo que definitivamente le faltaba a Simon. Para completar el cuadro , no estaba involucrado afectivamente con la muchacha, lo que significaba que no sufriría nada cuando la entregase al tío.
Campion se levantó y anunció la decisión que acababa de tomar.
- Si Dunstan está dispuesto, entonces que sea él.
- Si, padre - respondieron los seis muchachos, en una sola voz, apoyando a su padre al mismo tiempo que dejaba en claro el alivio que sentían por haber sido dispensados de esa tarea.
Campion suspiró. Ya recuperado por la falta de apoyo a la primera idea propuesta, pero todavía decepcionado cuando vio que sus hijos se levantaban ansiosos por alejarse del problema. Ellos sólo se detuvieron cuando oyeron la voz de Dunstan.
- Esperen! - él dijo, con una voz llena de autoridad. - Llamen a la muchacha y despídanse de ella. Partiremos dentro de una hora.
Campion no escondió su sorpresa al oír eso. - Pero acabas de llegar. Naturalmente querrás descansar un poco antes de comenzar un nuevo viaje.
Eso lo dejaba con el corazón oprimido. Después de todo , hacia casi un año que no veía a su primogénito. Por qué Dunstan quería partir tan pronto?
- Si quieres que escolte a esa muchacha , padre, tendré que partir pronto - declaró el mayor de los hijos de Campion. - Mi presencia es necesaria en Wessex.
Aunque no pareciese muy contento con la tarea que acababa de recibir, Dunstan la aceptó sin protestar. Campion lo observó con atención , intentando ver el cariz mas íntimo del hombre en que su hijo había se transformado. Pero la mirada del joven barón era impasible y no revelaba nada. Campion, sintió una nueva oleada de tristeza al pensar en el hecho de que Dunstan había preferido volver rápidamente a su propio castillo, que era ahora era su nuevo hogar .
Después de tragar en seco , Campion miró a sus otros hijos.
- Díganle a Wilda que traiga a Marion aquí.
Nadie se movió y la decepción de Campion aumentó. Esos pendejos no eran merecedores del apellido de Burgh, porque ninguno de ellos tenía el coraje suficiente para encarar a Marion. Ah, miserables cobardes! Bien... era comprensible. El mismo Campion no se encontraba preparado para esa confrontación. Después de todo , era debía reconocer que él también le había tomado mucho afecto a la cautivante Marion.
Aún así , era necesario decirle a ella que había llegado la hora de partir . La convocatoria de Campion dejó a Marion azorada. Por algunos instantes se quedó paralizada, como le había sucedido al despertar en medio del camino sin saber donde estaba o quien era. Después , poco a poco, buscó convencerse de que o conde sólo quería planear una cena especial en honor a la presencia de Dunstan o presentarla a su primogénito. Por otro lado, la ausencia de memoria había desarrollado al extremo los sentidos de Marion. Y por eso intuía que había algún otro motivo.
Cuando llegó al salón, siguiendo a Wilda, Marion sintió una nueva oleada de temor . Todos los de Burgh estaban allí, pero el silencio dominaba el ambiente Campion estaba rodeado por sus hijos, pero no había nada parecido a el barullo de voces que siempre ocurría en ocasiones así.
Los seis muchachos que ella había aprendido a amar como si fuesen hermanos estaban concentrados alrededor de su padre, pero todos mantenían sus cabeza agachadas, sin mirarla . Sólo Dunstan, estaba separado del grupo y estaba recostado contra la pared, y la observaba con el rostro medio escondido por las sombras.
- Siéntate , por favor, lady Marion - la invitó Campion, ahora mirandola .
El conde parecía esforzarse por hablar con naturalidad, pero algo en su voz denotaba tristeza, algo que le oprimió el corazón .
Marion asintió con la cabeza y se sentó en el borde de una de las sillas.
- Marion - comenzó Campion. - seguramente sabes cuanto tu presencia aquí nos há hecho felices .Vos llenaste un vacío en esta casa, no sólo actuando como castellana sino también alegrando con tus sonrisas y tus palabras nuestras vidas . Si sólo dependiese de nosotros, vos nunca te irías de este castillo. Marion sintió la sangre congelarse en sus venas y se quedó inmóvil . Lo que más temía estaba a punto de suceder. Sería alejada de ese castillo ! Pero, a dónde podría ir? O qué podría hacer una mujer sola, sin amigos, sin familia, sin ningún recuerdo de su propio pasado?
- Sin embargo, parece que no somos las únicas personas que te quieren . Aunque no lo recuerdes, hay por lo menos un pariente tuyo que no se olvidó de tu existencia... es tu tío.
Campion se quedó parado, como si esperase una respuesta... pero qué respuesta podía dar ella. Tío? Qué tío?
- No conozco a ningún tío - declaró Marion, finalmente, en un tono casi inaudible.
Forzando sus músculos inertes ella juntó sus manos
en el regazo para fingir una postura de serenidad.
Sé que todo esto puede parecerte muy extraño,
mi querida - prosiguió Campion. - Pero estoy seguro que tu memoria acabará volviendo con el paso del tiempo, y el proceso será más rápido cuando estés en tu casa.
Ahora el pánico se mezclaba con rabia y Marion apretó sus manos. Ser entregada al cuidado y la voluntad de un desconocido sería incluso peor que haberla dejada sola y abandonada en medio del camino. Necesitó respirar profundamente para acompañar las palabras que Campion dijo en seguida.
- Eres Marion Warenne, la heredera de una enorme fortuna - él dijo, ensayando una sonrisa , como si estuviese dándole una gran noticia.
El nombre no significaba nada para Marion, menos todavía la herencia.
- Pero... lord Campion, usted mismo me aseguró que podría quedarme aquí por el tiempo que quisiese - ella protestó, procurando controlar el temblor de su voz.
La solidaridad que surgió en el rostro del conde y la asustó más que si la reacción de él fuese de indiferencia.
- Lo sé , mi querida, y créeme que esto me pone muy triste. Si continuases siendo una persona sin identificación, yo seguramente prolongaría infinitamente mi hospitalidad. Sucede que ahora está tu familia y tu tío está ansioso por tenerte de vuelta.
Horrorizada, Marion no encontró palabras para negar lo que el conde acababa de decir. Sólo se quedó paralizada, con los ojos muy abiertos, intentando controlar el temblor de sus labios. Comenzaba a tomar conocimiento de las cosas de su pasado... y del miedo que ahora sentía había estado muy presente en épocas anteriores.
Campion se inclinó hacia adelante , como si se diese cuenta de la desesperación de ella.
- No te preocupes, Marion. Estamos tomando todas las providencias para que nada malo te suceda. - Entonces él hizo un gesto en dirección a Dunstan, quien continuaba recostado contra la pared. - Mi hijo mayor , Dunstan, te escoltará hasta tu casa. Él cuidará para que vos llegues allá perfectamente segura .
Marion sospechó que Campion le estaba dando una orden a su hijo al mismo tiempo que procuraba confortarla, pero ahora eso no tenía mucha importancia. Sabía que en el instante en que saliese de ese castillo y dejase la convivencia con los de Burgh, no tendría la más mínima seguridad . Sería una idiotez pensar lo contrario.
Y lo peor era ver que los hombres que idolatraba como héroes la abandonaban.
Aún así reunió todas las fuerzas para una última tentativa de resistencia.
- Esto me deja en una situación desventajosa, mi lord , ya que no puedo defender mi punto de vista de manera coherente. Es verdad que no recuerdo nada, pero siento un miedo muy grande acerca de lo que me puede estar esperando. Por eso le suplico, mi lord , que no me haga ir.
Por un buen tiempo Campion se quedó mirándola , pensativamente. Después se rascó el mentón . Marion sabía que no podía tener esperanzas y se quedó aguardando la decisión en una postura tensa en la silla.
Finalmente el conde suspiró, con un aire de contrición en el rostro.
- Lo siento mucho, Marion, pero tu tío pronto se enteraría si resolviésemos retenerte aquí. Y él ya declaró que despacharía una tropa de soldados para atacarnos si no fueses inmediatamente devuelta.
Guerra! Marion sintió un aprieto en el pecho y se dio cuenta que no podía cuestionar la decisión de Campion. Naturalmente no podía causar trastornos a esas personas que la habían acogido con tanto cariño.
Por supuesto yo no me intimido por amenazas, mi querida - declaró Campion, abriendo sus brazos y frunciendo la frente . - Pero es necesario reconocer que no tenemos ningún derecho sobre vos.
Marion se dio cuenta que no podía haber esperanzas. Después de permanecer por un largo momento en silencio resolvió hablar, lo que hizo en el tono más impersonal posible, como si sólo conociese de vista a aquellos hombres... esas personas tan queridas.
- Ya entendí - ella declaró, mirando con seriedad al conde. - Y cuándo debo partir?.
Campion se quedó en silencio por algunos instantes, aparentemente entristecido. Era la primera debilidad que Marion veía en ese hombre siempre altivo.
-Tan pronto arregles tus cosas - respondió el conde, finalmente. - Dunstan está ansioso por partir. Él sirvió de guía a las expediciones del rey durante muchos años, antes de convertirse en barón. Por eso conoce todas los caminos del reino. Como te dije, él te mantendrá perfectamente segura .
Como si respondiese a las palabras de su padre, Dunstan salió de las sombras y se aproximó a la mesa. Marion continuaba sentada, lo que hizo con que él pareciese tan alto como el más alto de los árboles. después se dio vuelta de espaldas y caminó hasta la ventana, transformándose en una silueta gigantesca. En ese instante Marion lo odió.
- Vamos a partir pronto, lady Warenne - él dijo, volviéndose y lanzándole una mirada de desdén. - Quiero partir lo más pronto posible.
Marion se levantó e inmediatamente se vio rodeada por los otros de Burgh. Robin y Geoffrey intercambiaron miradas culposas.
- Dunstan sabrá cuidarte , Marion - le aseguró Geoffrey.
- Eso es verdad - confirmó Robin, extendiendo su mano para sujetar la de ella. - Él es el mejor de todos nosotros. Buen viaje.
- Cuídate - le recomendó Geoffrey.
Marion asintió con la cabeza y miró a Stephen, quien levantó su copa para despedirla.
- Adiós, Stephen - ella logró decir, superando el nudo que sentía en la garganta.
Cuan difícil era despedirse de esos amigos. Reynold, por ejemplo, parecía haber perdido la voz. Sólo sacudía la cabeza hacia adelante y hacia atrás , al mismo tiempo que masajeaba su pierna.
- Adiós, Reynold - dijo Marion.
Nicholas dio dos pasos en dirección a ella, sacudiendo la cabeza y sis ojos brillando con humedad.
- Es muy malo que tengas que partir , Marion - murmuró el muchachito . - Pero creo que con Dunstan, estarás en buenas manos. Él no dejará que nada malo te pase.
Marion buscó fingir una indiferencia que no sentía.
- Gracias por la gentileza de todos ustedes.
- Adiós, lady Marion - dijo el conde. - Espero que pronto volvamos a vernos .
Marion creyó que comenzaría a llorar, pero en el instante siguiente sintió en su brazo los dedos de Dunstan, empujándola hacia afuera. Entonces consideró mejor no mirar atrás .
Como no miró hacia atrás, Marion no vio el abatimiento que dominaba a los de Burgh. Un pesado silencio siguió a la salida de ella. Incluso Stephen resolvió hablar.
- Hubiese preferido que ella reaccionase como una lavandera indignada , gritando, pataleando, en vez de mostrar la dignidad propia de una dama de la nobleza.
- Tienes toda la razón - apoyó Campion, con el ceño fruncido . - Marion debería haber soltado un montón de palabrotas para demostrar lo cobardes que todos ustedes son.
- Estoy de acuerdo - concordó Geoffrey con un murmullo.
Nadie opinó diferente . Otra vez todos los de Burgh estaban de acuerdo.
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