viernes, 7 de noviembre de 2008

SALVAJE - CAPITULO 27

Capítulo 27


Después que Teleri atara al cerdo para que él no la siguiera , después de darle agua y comida a los animales de las jaulas, entró a la pequeña habitación trasera y se dirigió directamente hacia un gran baúl de madera que había en un rincón . Corrió el pestillo y levantó la tapa.
Las bisagras de hierro oxidado crujieron , prueba de que tenía pocas razones o deseos de abrir ese baúl. Se inclinó y corrió a un costado sus viejas prendas de vestir. Mas abajo había una silla de montar de cuero que había estado colocada en el caballo cuando ella lo había encontrado.

Teleri nunca lo había cabalgado con montura y nunca había pensado que ese caballo volvería a usar una montura nuevamente. Tocó las manchas más oscuras , las huellas de todas las personas que la habían utilizado.

En la parte delantera había unos marcas aún más oscuras. Una de las flechas galés había golpeado al caballo cerca de la montura.

Teleri cerró los ojos, y un segundo después llegaron las lágrimas. Escondiendo su rostro en sus manos, se hundió en el rincón del baúl y sólo sollozó pues ya no le quedaban lágrimas . Realmente no sabía si estaba llorando por ella misma o por el Caballo. Tampoco sabía que le dolía mas , si perder al animal que había llegado a considerar como propio o perder su corazón que , casi sin saberlo, le había entregado a un caballero desconocido.
Frotándose los ojos y la nariz, tomó una respiración profunda y levantó la pesada montura del baúl . Se tambaleó bajo el peso de la montura de la misma manera que se tambaleaba bajo el peso de la vida.
La colocó sobre la cama . Se volvió y cerró el baúl , luego tomó las bridas colgadas de una clavija de la pared y las puso sobre la montura.
Unos minutos más tarde estaba afuera, cargando la montura y en dirección al gran árbol cerca el arroyo. Usaba ese camino a propósito , no quería volver a ver a Roger.

Cuando estuvo cerca del arroyo, silbó. El sonido de los cascos del caballo cruzando el puente de piedra se oyó un momento después . Teleri vio al Halcón posado cómodamente entre las orejas paradas del caballo como si naturalmente perteneciera a ese lugar .

A los pocos minutos Teleri ya había ensillado al Caballo . Apretó la correa que rodeaba su cuerpo en el mismo momento que el Halcón chillaba y saltaba fuera de la cabeza del caballo , él cayó en el cabello de Teleri y se quedó colgado allí, hamacándose monótonamente . Ella agarró al Halcón
"Ven , Halcón . Ven". Ella lo miró mientras se posaba en su mano. "¿Te quedarás aquí conmigo? O vas a regresar al lugar de donde vienes ?"
El ave chilló y sacudió las alas que nunca había usado para volar, y luego se movió inquietamente de una pata a la otra, graznando como si estuviera algo vital que decirle a su ama .

Teleri siempre había hablado con sus animales, pero les hablaba porque ellos porque eran lo único que tenía para romper el silencio de la soledad de su existencia. Ellos eran sus únicos amigos, los únicos amigos que ella había podido hacer . Y eran lo más parecido a los seres humanos que ella conocía.

Los árboles y las flores no tenían corazón o almas. Las piedras de la colina, o del arroyo no tenían mente o capacidad para hablar. Los animales lo hacían . Ella podía hablarles y hablarles y ellos respondían con sus sonidos , sacudiendo sus cabezas, la seguían, dormían con ella o respondían a su silbido.

Pero en verdad, a pesar del mundo mágico en que vivía , a pesar de todas sus ilusiones al respecto , los animales no podían entender sus palabras, no más de lo que ella los podía comprender .
Teleri miró al caballo, al Halcón , quien se había acomodado en la montura y picoteba una bolsa con comida y agua que Teleri había preparado . Ella agarró las riendas del caballo y lo guió hacia el frente de la cabaña.

Dio vuelta la esquina, con el caballo siguiendola . Roger estaba vestido con su cota de malla , parecía más alto y mas delgado . Y no se parecía en nada al hombre que la había besado, que se había reído con ella y que la había tocado, que había hecho arder su cuerpo y su mente . Y se parecía mucho mas al hombre que le había mentido y que la había llamado ‘ mi amor’.

El terminó de aborcharse el cinturón y luego le dio un vistazo . Su expresión era un ceño fruncido . "¿Qué estás haciendo con el árabe ?"
Sin responderle , Teleri montó el caballo, luego miró a Roger. "Sígueme. Te mostraré el camino para salir del bosque." Cuanto antes él partiera, más pronto podría retomar su solitaria vida, y podría llorar en la cama hasta que ella ya no pudiese llorar más. E intentaría olvidar ese episodio como si jamás hubiese existido.

Espoleó el caballo con sus talones y lo llevó al camino norte , donde tuvo a que agachar la cabeza por debajo de las ramas bajas . Allí un sendero se hacía en visible. Teleri se movió lentamente, pues Roger la seguía a pie y en silencio. Ella no hablaba, y ni una vez miró hacia atrás.
En el momento en que llegaron al extremo norte del bosque de Brecon , ya era de tarde. A lo lejos se veía la cordillera y la meseta donde estaban las piedras azules , donde todo había empezado.

Ella detuvo el caballo y luego desmontó . Lentamente pasó su mano a lo largo de sus flancos y hasta su cuello. Deslizó sus brazos alrededor de su cuello elegante y frotó su mejilla contra su hocico .
Adiós. Ella murmuró.
Teleri se volvió, tomó las riendas, y se la entregó a Roger. " Lleva este caballo a donde pertenece."
Él la miró por lo que pareció una eternidad , como siempre, estudiando su cara como si fuera la cosa más importante que tenía que hacer, como si la verdad se encontrase en sus ojos.
Estar parada allí sin derramar una sola lágrima era la cosa más difícil que Teleri había hecho en mucho, mucho tiempo. Pero lo hizo.

"Pensé que habíamos hecho un pacto. Según recuerdo, tuve que jurar que no me llevaría el caballo árabe , bajo la amenaza de asesinado con una horqueta."
"Yo no sabía que el caballo pertenecía al conde de Glamorgan. El conde Merrick ha sido muy bueno con mi abuela. Sería una bajeza de mi parte quedarme con su valioso caballo. Si lo hubiese sabido antes, habría devuelto el caballo hace mucho tiempo."
"No quiero irme sin hablar. Vos me devolviste la vida, Teleri. Voy a estar en deuda con vos para siempre."
No era el pago de una deuda lo que ella quería. Lo que hubiera querido pera que él sintiese lo mismo que ella sentía. Quería que alguien la amase.
Pero él amaba a alguien llamada Elizabeth.
Teleri lo miró y encogió los hombros . "No hay deuda, inglés. Hice por vos lo mismo que siempre he hecho con cada animal que he encontrado herido. No es diferente. Una comadreja, un zorro o un inglés."
La comparación no le pasó desapercibida .
" Expresas tus opiniones muy claramente, Teleri", Roger dijo, y luego añadió en un tono tranquilo, "para ser una niña que se esconde en el bosque."
Tal vez era una buena cosa que los animales no hablasen, ella pensó , mirando sus manos, pues las palabras podían doler tanto como las piedras arrojadas.
Roger montó el caballo y el Halcón le chilló , y luego saltó sobre su hombro, batiendo sus alas como si de repente quisiera volar. Teleri llamó al pájaro, luego le acarició las plumas. Él se calmó y dejó de chillar.
"Hay comida y agua en la bolsa", ella le dijo a Roger, y luego buscó dentro de su túnica y sacó un cuchillo largo y pesado. "Aquí tienes . Yo no necesito esto". Ella se lo entregó .
Él la miró fijamente por un largo tiempo, sin decir nada, sin mirar el cuchillo, sólo a ella.
"Toma". Ella repitió .
Roger tomó el cuchillo y lo colocó en su cinturón. Miró hacia el este, hacia las colinas que llevaban de vuelta a la región oriental de Inglaterra .

"Adiós, inglés," Ella retrocedió unos pasos , luego se volvió y corrió por el bosque . Se detuvo cerca de un castaño con ramas suficientemente bajas como para poder treparse y ramas suficientemente densas como para ocultarlas. Las afueras de la aldea de Bleddig no quedaban demasiado lejos desde ese extremo del bosque .

Se trepó a una rama baja, luego subió más y más alto, hasta que encontró un lugar desde donde podía ver claramente el camino a la distancia.

Roger se movió lentamente al principio como si no supiese exactamente a donde ir. Ella lo vio mirar hacia las piedras azules , las contempló durante mucho tiempo, luego él y Caballo partieron hacia Marches, cabalgando rápidamente.
Su corazón quedó atrapado en su garganta mientras los veía atravesar las colinas. Parecían ser una sola bestia , mitad hombre , mitad caballo, y se movía con tanta rapidez que no parecía tocar el suelo. Como si fueran transportados por el viento.
Teleri cerró los ojos y se imaginó que era ella quien cabalgaba. Sentía los golpes de los cascos sobre los pastizales, sentía el viento volándole el cabello fuera de su rostro y sentía el aire fresco acariciando sus mejillas.
Unas lágrimas comenzaron a arder en las esquinas de sus ojos, porque e sabía que nunca mas cabalgaría ese caballo . Nunca mas vería a Roger . Pero no podía esconderse detrás de sus ojos cerrados para siempre, entonces los abrió y contempló el cielo azul, borroso por las lagrimas que no podía controlar . Tragó en seco y apretó sus ojos , intentando secarlos de esas lágrimas en sus ojos.
Cuánto tiempo había pasado ella no sabía, pero cuando finalmente miró el horizonte lejano, Roger y el caballo se había reducido a un pequeño punto negro.
Por encima de ellos la luna ya estaba apareciendo en el cielo , echando a un sol que ni siquiera había empezado a ponerse. Teleri inclinó su cabeza hacia atrás contra el tronco del árbol, sus manos todavía agarrando la rama sobre la cabeza.

Tal vez ella era como la luna , ella pensó , y el amor que tanto anhelaba era el sol poniente. . Miró a la distancia, sabiendo en su corazón que no importaba lo que pasara, Sol y Luna jamás se encontraban.

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