sábado, 23 de octubre de 2010

NO SOY SANTA - CAPITULO 28 - PAULA REED

CAPITULO 28




Al principio de la tercera semana en Londonderry, Mary Kate comprendió que, si continuase trabajando en el pub de Don 0'Byrne, jamás conocería a un capitán de barco . El pub era frecuentado casi exclusivamente por marineros ingleses que consideraban a las muchachas irlandesas fáciles e inferiores. Podría trabajar en el pub del señor Murphy cuya clientela era irlandesa en su mayoría . Pero precisaba dinero para su dote y eran los ingleses quienes tenían plata.
Mary Kate sacó un jarro de cerveza del barril y lo puso en la bandeja donde había otros nueve jarros. Cargar una bandeja tan grande y pesada era un perfecto ejercicio para los músculos. Después de esas dos semanas Mary Kate había logrado imponerse y los clientes habituales del pub ya sabían que la señorita 0'Reilly podía equilibrar una bandeja llena de bebidas y al mismo tiempo patear el trasero de un inglés atrevido si fuese necesario.
Pero Mary Kate no era tonta. Le sonreía a los hombres, coqueteaba con ellos y , siempre y cuando no tomasen libertades, sabía ser amable, simpática y terminaba las noches con los bolsillos llenos de propinas.
Llegando a una mesa, colocó el último jarro delante del marinero que lo había pedido, le guiñó el ojo y recibió una moneda de cobre. Cuando se acercaba a otra mesa, un grupo de hombres comenzó a golpear sus jarros para llamar su atención y un oficial arrogante le gritó que la comida que había pedido estaba demorando mucho. Mary Kate maldijo en voz baja y recogió los jarros vacíos.
En ese instante el capitán Fredrick Fielding entró en el pub. Freddy tenía veintiséis años, usaba peluca de cabellos castaños enrulados y un saco adornado con galones dorados. Le lanzó a Mary Kate una sonrisa que él suponía era encantadora, pero que para ella casi era una mueca. Por obligación, le sonrió en respuesta.
La presencia de Freddy generalmente alentaba el mal comportamiento de los amigos que lo acompañaban. Ellos se divertían al verlo ponerse rojo y correr en defensa de Mary Kate siempre que la provocaban. Cuando el pub iba a cerrar, él era el último en irse. Mary Kate levantaba la vista al techo y pedía paciencia a los santos.
Mary Kate continuó su trabajo. La espalda comenzaba a dolerle. En la bandeja siguiente estaban las bebidas y el guisado que llevó a la mesa de los ruidosos. A propósito entregó primero los jarros a los marineros y después el guisado al oficial, ignorando la jerarquía , sabiendo de que de esa mesa no recibiría propina. Se alejó y fue a atender Fredrick y sus amigos. Apenas se acercó a la mesa, uno de los compañeros de Freddy le pellizcó la nalga. Mary Kate se dio vuelta y acertó la bandeja vacía en la cabeza del atrevido.
— Puedes mirar todo lo que quieras, Stuart, pero mantén tus manos lejos de mi cuerpo.
— Sos una chica dura, Mary Kate — Stuart se lamentó , intentando imitar la musicalidad y el ritmo del hablar de un irlandés.
— Apuesto que vos sos todavía más duro — ella retrucó. Él sonrió maliciosamente .
— Por qué no intentas descubrir eso ?
— Si continuas comportándote así , continuarás estando duro y sin nadie que te alivie, a no ser que sea tu propia mano.
Todos lanzaron una carcajada. Fredrick se levantó .
— Hablando así, los alientas a comportarse como cretinos — dijo él en voz baja.
— Y vos los alienta todavía más siguiéndome como un perrito, Freddy. Sos un buen muchacho, me gustas, pero quiero a un irlandés.
— Sos medio inglesa, Mary Katherine.
— Mi mitad inglesa es lo mas malo que hay en mí.
— Mañana es domingo.
— Ya lo sé. Con permiso, debo atender otra mesa. Siéntate y toma tu cerveza.
Mary Kate iba a apartarse pero Freddy la sujetó por el brazo.
— Podemos ir juntos a la iglesia.
— Soy católica, Freddy.
— Entonces yo voy a tu iglesia.
— Suéltame. Tengo que volver al trabajo.
Ella se apartó y Freddy se sentó cerca de Stuart.
— Deja en paz a esa chica, Freddy. No tienes orgullo?
— Y vos nunca más pongas la mano encima .
— En tu lugar yo la llevaría a la cama, no a la iglesia!
El rostro de Freddy se ruborizó violentamente.
— Ella es una muchacha seria!
Es irlandesa. Qué vas a hacer? Convertirte al catolicismo y hacerte papista?
— Ella es medio inglesa. Puede cambiar.
— Imposible. Ya oíste la historia de ella. Luchó contra piratas, españoles y todo tipo de criminal que anda suelto por el mundo, sólo para escaparse de Inglaterra.
En ese caso, nos quedaremos aquí.
Stuart sacudió la cabeza.
— Sos un caso perdido.
Freddy continuó en el pub hasta que 0'Byrne lo echó . Y él no había convencido a Mary Kate de ir a la iglesia con él esa mañana. Pero Fredrick Fielding era persistente y continuaba pensando en un modo de conquistar a Mary Katherine 0'Reilly.

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