martes, 22 de abril de 2008

MARAVILLOSA - CAPITULO 14

Capítulo 14

"Lord Merrick ha salido, mi Lady ""

Clio se quedó con la mirada fija en Sir Isambard, un hombre gordo con largo cabello marrón rizado y una nariz ancha bajo unos ojos amarillos que se parecían a los de un lobo. Su cara severa nunca mostró lo que pensaba; siempre lucía la misma apariencia seria.
Él se encargaba de los soldados de Merrick, y aunque no fue alto como Merrick y Sir Roger, él era macizo como el toro y parecía como si él solo pudiera luchar contra un ejército .
¿"él ha salido"? Clio se puso en puntas de pie para mirar por sobre Sir Isambard y ver el campo más allá. La tienda ya no estaba, junto con algunos de los hombres y de los caballos.
¿" A dónde"?
"Él no lo dijo, mi Lady "" El caballero corpulento se paró delante de los portones del castillo. Su enorme espada estaba extendida sobre la parte abierta del portón para detenerla si quería pasar.
Ella dio un paso atrás, luego preguntó, "Dónde el Maestro James"?
"Inspeccionando el muro , mi Lady ""

"Bien, entonces lo encontraré "" Ella levantó su vestido y se movió para dar la vuelta alrededor de la espada.
El caballero se movió , bloqueando el paso.
Ella le dio la misma mirada que ella había recibido de Eleanor, ahora la reina de Inglaterra, y de la abadesa, la prima de Eleanor. "Déjeme pasar""
"El conde dio órdenes para que no se le permita abandonar el castillo""
¿" Qué hizo qué"?
"Dijo que usted debía permanecer dentro de los muros del castillo""
" Claro que no "" Ella comenzó a agacharse rápidamente para pasar por debajo de la espada, pero el caballero la bloqueó. Quite ese arma de mi camino"" Clio sacudió una mano como si estuviera espantando una mosca molesta.
" Lo siento, mi Lady , pero no puedo. Tengo mis órdenes ""
" Le acabo de dar una orden"
"Sí""
Ella dio un paso hacia los portones .
Él movió la espada. " Lo lamento pero no puedo obedecer su orden""

Clio se quedó con la mirada fija en él. Era como conversar con una muro de piedra. Esperó un momento, pero ninguna idea se le cruzó por la cabeza, entonces se dio vuelta y se marchó , su mente funcionando frenéticamente . Desaceleró sus pasos, sus manos enlazadas detrás de su espalda. Ella se detuvo, luego se volvió . ¿"Le gustaría una cerveza, caballero"?
"Sí," él contestó estoicamente.
"Muy bien "" Ella sonrió. " mandaré a una de las criadas que le traiga una jarra""
" Estaría agradecido, mi Lady ""
¡Ah-ha! Clio pensó, y refrenó una sonrisa de satisfacción absoluta. Algunas veces los hombres podrían ser tan fáciles. Uno solamente debía encontrar su debilidad.
" La tomaré Tan pronto como termine mi turno ," Sir Isambard agregó.
Ella gimió internamente , luego hizo otro intento . ¿"No está sediento"?
"Sí""
“Bien, la iré a traer -" Ella se dio vuelta .
" Pero no tengo sed de cerveza, mi Lady . No mientras esté de guardia ""
Ella se detuvo. El hombre tenía integridad. Asombroso. Ella comenzó a marcharse llena de frustración.
¿"mi Lady "?
Ella hizo una pausa y miró por sobre su hombro.
"Un poco agua sería bienvenida""
"Agua ," ella repitió en un tono monótono.
" Sí. Agua del pozo nuevo de mi Lord ""
Ella inclinó la cabeza. Agua , ella pensó. Del pozo nuevo del Lord . Ella volvió caminando hacia la fortaleza , luego envió a un criado con el agua de Sir Isambard.
Unos pocos momentos más tarde ella estaba subiendo los escalones hacia las habitaciones superiores. Hizo una pausa y miró hacia abajo , a los portones . El viejo caballero estaba en posición de guardia todavía, rígido e inamovible como el portón de reja detrás de él.
Entonces el Lord había dado órdenes que ella no debía dejar el castillo. Ella miró con el ceño fruncido el portón . Era una prisionera.
No era una perspectiva feliz. Y ella resintió la forma despótica en que él se manejaba . No había razón por la que ella no pudiera salir fuera de los portones . Tenía tiempo suficiente como para recoger hierbas y raíces en bosque. ¿Qué temía él? ¿ Que una tropa de turcos se acercara a los muros para secuestrarla ?
Eso no era Tierra Santa . Él había pasado demasiado tiempo bajo el sol y demasiado tiempo en guerra. ¿Pensaba que todo el mundo estaba en guerra con él?
Suspirando con frustración, ella cruzó sus brazos sobre el antepecho de la ventana y apoyó su mentón sobre ellos. Clavó los ojos en el guardia de los portones . No había modo de que la dejara pasar.
Frustrada, golpeó ligeramente sus dedos impacientemente contra la piedra. " Me pregunto qué pasaría si yo me pusiera en el muro justo encima del guardia y le volcara un cubo de … hmmmm … digamos un cubo de anguilas vivas? Quizás. Tal Vez … "
Finalmente, Clio no tuvo que verter las anguilas sobre la cabeza del caballero leal para ganarse su libertad.
En lugar de eso ella había hallado una idea verdaderamente maravillosa!

Envolvió su cabello en unas tela de lino y lo retorció para formar un turbante lleno .
Embadurnó su cara y sus manos con un aceite negra de unas frutas secas que se guardaban en el granero.
Cuando ella acabó con el disfraz , se parecía a un turco. Casi. El último toque fue una túnica a rayas que ella robó del lavadero del castillo.
Clio estaba dispuesta a atravesar despreocupadamente los portones del castillo montando el caballo árabe
favorito de Lord Merrick , previamente había tapado sus manchas blancas con el aceite negro.
Nadie había sospechado. Se felicitó a sí misma por el mas brillante de sus planes, pero en ese momento acertó a girar su cabeza por encima d su hombro.
Pitt se mecía en la cola del caballo. " Pitt !" ella dijo entre dientes . Bájate"
Pero él se aferró con sus garras meciéndose .
Ella miró hacia adelante. El último portones estaba a sólo unos pocos metros . Había sido afortunada de que nadie la había visto aún, pues sus mascotas eran temas de broma entre los hombres.

Ella se bajó del caballo, fingió que comprobaba un casco, luego se puso de pie y caminó hacia la cola de su caballo . Ella abrió su túnica y murmuró, Entra Aquí!" Ella agarró rápidamente a Pitt y lo escondió dentro de la túnica.

Después de volver a montar, ella espoleó al caballo hacia adelante y pudo sentir a Pitt anidarse cómodamente en su costado. Cabalgó hacia los portones sin dificultad, y se entremezcló con el gentío del mercado.
Esto es demasiado simple, ella pensó. Una vez que estuvo fuera de vista, saltó del caballo y abrió su túnica. Dejó que Pitt se posara sobre su hombro y comenzó a caminar.
Pitt saltó de su hombro a su brazo. Luego brincó encima de la cabeza del caballo árabe y se quedó allí, perfectamente feliz. Ella se rió de él. Pitt parecía sentir placer por la libertad como ella lo hacía.
Pocos momentos más tarde se arremangó la falda y caminó con las piernas expuestas al sol caliente.
¡Libre! ¡Ella era libre!
Invadida por la alegría se quitó los zapatos y corrió en círculos alrededor del caballo del árabe que la había seguido y pastaba en un valle entre dos colinas verdes .

Aun había rocío sobre las hierbas ; el suelo estaba fresco y le hacía cosquillas en las plantas de sus pies descalzos. Se rió en voz alta y dio vueltas 'con sus brazos extendidos como si fuera un molino.
Su risa era libre y fácil. Buscó con los ojos el cielos, luego los cerró, y disfrutó su libertad.
Era un día tranquilo. El cielo estaba azul , y las nubes eran de algodón . Se sentía tan viva. Sólo se oía el mas leve de los sonidos: el tintineo de la campana de unas ovejas y el grito distante de un chorlito.
Se dirigió a la ladera ella seguida por el caballo. Allí, mas cerca del bosque, el pasto era más grueso y denso .

En el borde de Great Forest , los pájaros se movían rápidamente de rama en rama. Los insectos zumbaban una constante melodía desde lo profundo del bosque como sirenas misteriosas gritándole , "ven, entra … ven, entra"
Ella amarró el fino caballo de Lord Merrick un árbol de castañas gigante.
. Ella alargó su mano hacia Pitt, pero él la ignoró.
Estaba feliz donde estaba, simplemente parado en el lomo del caballo . " Muy bien, mi amigo con plumas. puedes quedarte aquí ""
Ella salió corriendo hacia el bosque, sus faldas mantenidas a gran altura en sus manos mientras canturreaba desentonadamente una canción que hablaba de la ingeniosidad maliciosa de una mujer.

Estaba fresco dentro el bosque , por la humedad del aire; musgos y líquenes se veían frondosos como si pudieran darle a su cerveza el toque mágico que la hacía falta.
En la base de un árbol macizo, ella recogió algunas hierbas medicinales y raíces para condimentar comidas y las guardó en una bolsa del cuero que colgaba de la cadena de plata de su cinturón.
Luego avanzó más profundamente en el bosque.
Allí, los árboles eran tan densos que bloqueaban la entrada del sol. En los rincones húmedos del bosque crecían los hongos salvajes.
Luego Hizo una pausa para recoger algunas flores amarillas, les cortó las hojas exuberantes a los tallos, con nada en mente mas que sus sueños románticos respecto a Sir Merrick, el renombrado y valiente caballero que la abrumaría con su amor. Verdaderamente ella había creído que él sería un hombre de poesías y palabras delicadas, un hombre que le entregaría su corazón.
Pero él no era hombre de galanterías o palabras dulces. Él usaba pocas palabras, y sólo para dar órdenes o hacer preguntas. No era un hombre cruel, pero tampoco era amable y atento.
Él no había abierto su corazón y le había hablado . En verdad, ella no sabía quien era él . Sólo sabía que él era terriblemente diferente a ella. Y se preguntaba ahora si él tendría un corazón para entregar.

Ella suspiró por lo que podría haber sido, porque sus sueños habían chocado con la realidad y porque le preocupaba su futuro, una preocupación que algunas veces parecía como la oscuridad de un bosque profundo.
Dejó de perder el tiempo y siguió adelante. Pronto la oscuridad comenzó a desaparecer. El camino entre los árboles y los arbustos se veía más claramente ; el aire se puso más caliente y menos silencioso . Se veían rayos de mas adelante en el camino. .
Entre las vides la luz del sol penetraba forma de toboganes dorados, y las flores caídas flotaban en el arroyo como en un cuento de hadas. Era casi místico.
El camino desembocaba en un arroyo ancho que bajaba de las montañas distantes, todavía había pequeños pedazos de hielo en el agua.
Bajo la sombra de un árbol, ella se sentó y escuchó el sonido del agua golpeando contra las rocas.
Empujó sus rodillas contra su pecho y hundió los dedos de sus pie desnudos en el pasto exuberante mientras ella veía una nutria marrón pequeña correr por el borde del arroyo y perderse en un matorral de helechos .

El sonido del agua corriendo a través de las rocas era tan tranquilizador como el agua fresca de montaña en un día caluroso de verano. A través de las hojas del árbol, los rayos del sol calentaban sus hombros. Ella volteó su cara hacia el sol, luego recordó el aceite negro.

Riéndose de su exitoso plan , ella desenvolvió su cabello, luego se arrodilló al borde del arroyo. Una trucha saltó sobre la superficie y arrebató una mosca que estaba en el aire.
Se le ocurrió que la trucha sería una rica comida para esa noche.

Clio se inclinó y se lavó la cara y las manos con el agua fría, . Con sus ojos firmemente cerrados, ella tanteó con la mano el pasto , tratando encontrar la tela lino para quitarse sobre el aceite y el agua helado de sus ojos.
Ella giró , estaba sobre sus manos y sus rodillas, y se movió hacia donde había lanzado la tela. Su mano tocó el lino y lo agarró , luego se movió hacia atrás y se inclinó sobre la corriente de agua , su cabello suelto cayendo sobre su cabeza.
Cantó desentonada una balada acerca de un caballero místico con un caballo verde que se ganaba el corazón de su dama. Vigorosamente se frotó la cara, luego echó a un lado la tela y colocó sus manos sobre la superficie del arroyo.
Ella se inclinó y miró con atención su reflejo en el agua . Su cabello le obstaculizaba la visión , entonces lo acomodó detrás d de sus orejas y en espalda y se quedó mirando la superficie plateada.
Sobre su hombro derecho apareció la cara oscura de un hombre.
Clio tomó una respiración profunda y gritó.