jueves, 24 de abril de 2008

MARAVILLOSA - CAPITULO 18

Capítulo 18


Clio durmió inquietamente, sentía como si estuviera entre de dos mundos: el real, que pareció como un sueño porque no era mas que una pesadilla de dolor. Y el mundo de sueños, un lugar donde todo era seguro y dulce y real que, durante la noche y las estrellas brillaban encima de ella, muchas mas estrellas de las que una persona podía contar.

Algunas de esas estrellas quedaban lejos. Pero otras estaban tan cerca que ella pensó que podría extender la mano y torcerlas con las puntas de sus dedo.
Nunca había visto estrellas como esas, algunas moviéndose al oeste y otros al Este, mientras una nube brillaba intermitentemente como los zafiros en la corona de la Reina Eleanor.
En este sueño extraño, ella estaba de pie en el borde de un abismo ; era tan profundo que ella no pudo ver el fondo. Solamente un enorme abismo negro que era terroríficamente vacío.
Al otro lado de ese abismo profundo estaba Merrick, montado sobre su caballo enorme, que golpeaba el suelo con sus cascos y bufaba como queriendo saltar. Detrás de él, hombres armados alineados y listos para la batalla, podía ver los estandartes con el leones rampantes rojos.
Repentinamente los leones se volvieron reales, estaban vivos. Bajaron de los estandartes en manadas y rondaban en círculos sobre el terreno, luego saltaban a través del ancho abismo como si tuvieran alas.
Aterrizaron uno al otro lado, cerca de Clio, y en el momento en que tocaron la tierra, sus patas se transformaron en pies humanos desnudos.
Rugían continuamente, entonces todo a su alrededor comenzó a girar.
Ella vio la intención destructiva en sus ojos, y corrió.
Sus rugidos eran bien con gritos humanos. ¡Mátenla! ¡Tráiganla! ¡Deténgala!
Ella dio una mirada rápida sobre su hombro y vio la manada de leones rojos se había transformado en forajidos galeses con arcos y vestimentas del cuero y eran más atemorizantes que los felinos.
Er cof es Gwent ! un galés gritó .
Le Disparaban flechas mientras ella trataba de escapar. Siguió corriendo. Cuando las flechas se clavaban en los árboles cercanos, pronto se derretían como si los árboles estuvieran heridos y sangraran.
A lo lejos podía oír voz de Merrick. Lejos, muy lejos, el llamado su nombre, una y otra vez, pero ninguno de los dos podría cruzar el abismo profundo. Cuanto mas se acercaba al borde, mas se ensanchaba el agujero negro entre ellos p.
Hasta que finalmente, cuando sus pies y su aliento se agotaban, el abismo oscuro se convirtió en un agujero negro que emergió como un dragón negro enorme para tragársela.
Clio se despertó temblando.

Sus ojos se abrieron y ella posó los ojos en el cielo raso de madera de su dormitorio, parpadeando . Ella intentó incorporarse, sosteniéndose en sus codos como lo hacía cada mañana , pero un dolor le atravesó como un relámpago el hombro derecho, luego le ardió como fuego en el brazo.
Gimió tan profundamente que sonó como un gruñido , y cayó hacia atrás contra el colchón . Unos pocos momentos más tarde abrió sus ojos otra vez. Su visión era borrosa por las lágrimas causadas por el dolor punzante.

Sus ojos se aclararon cuando el dolor en su hombro se convirtió en puntadas, y pronto menguó a algo tolerable. Le dolía, y ella cerró sus ojos y sintió sus lágrimas derramarse.
Una brisa fría pasó sobre su cara. El aire secó los cabellos húmedos cerca de sus sienes y sus mejillas.
Ella giró la cara ligeramente entonces pudo ver que uno de los postigos había quedado abierto. Era de noche afuera. Podía ver el cielo oscuro. Ningún signo del crepúsculo. Ningún signo del amanecer. Solamente la noche, profunda y oscura y casi tan negra como el abismo de su sueño.
Al lado de la cama había un brasero. La mesa.
Encima de ella había una palangana con telas y algún tipo de bálsamo en una olla de la vieja Gladdys.
Clio se movió más cerca del borde de la cama entonces pudo sentir el mas del aire fresco . Se relajó un poco
un poco mas , luego escudriñó la habitación oscura.

Una vela titilaba su luz dorada en un rincón próximo a la puerta, dónde Merrick estaba sentado desgarbadamente en una silla. Sus piernas largas estiradas delante de él y sus codos apoyados sobre los brazos de la silla, mientras su cabeza caía hacia un lado.
Él dormía. Tenía puesta una túnica azul.
Una parte suya estaba desilusionado.
A ella le gustaba el taparrabos.
Podía mirarlo detenidamente , observarlo sin la tensión de él investigando sus ojos. Había veces que la mirada penetrante de él le hacía sentir como si sus ojos le leyeran la mente.
Un pensamiento atemorizante.
La mente de una mujer era el único lugar que le era verdaderamente propio. Allí se podía soñar , hacer sus planes y tener ideas maravillosas. El mundo exterior desaparecía en la mente . Y Allí ella podía ser la reina de las ideas. Controlar sus pensamientos y sus fantasías, y no había ningún hombre interior a quien obedecer, nadie para decirle lo que podía o no podía hacer.

Ella yació allí y lo miró dormir . Su sueño fantástico todavía estaba fresco en su mente.
Había algunas personas - la vieja Gladdys era una de ellas - que decían que los sueños contenían signos e indicios de lo que ocurrían en su vida. Pistas para ver el futuro o puertas que se abrían hacia el pasado.
Ellos afirmaban que en un sueño uno podía mirar las cosas desde una perspectiva diferente, era una fantasía donde no intervenían las dudas y los miedos humanos fuera y se veía con claridad un asunto o situación.
Era verdad, ella supuso, que ella y Merrick estaban como dos personas separadas por un abismo gigante. Estaban en lados contrarios de la vida con nada que los vinculara salvo el mismo abismo que los enfrentaba.
Se preguntó si todos los hombres y todas mujeres eran tan diferentes uno del otro. Las guerras verdaderamente le enseñaba a los hombres a concebir el mundo sólo en términos de defensa y protección? ¿O los hombres y las mujeres eran diferentes desde el primer momento en que eran concebidos? ¿ Por Naturaleza analizaban la vida desde perspectivas opuestas?

Las respuestas debían estar en algún lado, en cielo o en la mano de Dios. Quizá había un arcón dorado, un cofre de oro con una llave de plata , guardo muy alto en los cielos que contenía todas las respuestas para el amor y la vida y la respuesta a por qué Dios había creado a las mujeres tan diferentes de los hombres.
Ella suspiró , sabiendo que esas eran preguntas para las cuales nunca podría encontrar respuestas.
Su mirada vagó hacia afuera , donde la luna se había desplazado por el cielo y su luz que entraba por la ventana iluminaba a Merrick.

La luz de luna convirtió su cabellera negra en plateada, y ella pudo ver, aun desde la cama, cuan largas y oscuras eran sus pestañas cuando sus ojos estaban cerrados. Estaba sorprendida de no haber puesto notado eso antes.
Probablemente porque él usualmente la miraba furiosamente. Uno no puede dar una buena mirada a unos ojos furiosos.
En el sueño, sus facciones no eran tan tensas y severas. Él parecía ser mas joven y ella se encontró preguntándose cómo había sido Merrick en su infancia.

Recordó sus manos en el claro del bosque , enguantadas y cubiertas de sangre. En su imaginación reprodujo toda la escena otra vez. La violencia, la frialdad de la ejecución. Su miedo.

Hasta que lo había visto pelear con su espada, ella no había podido imaginar como había sido su vida . Recordó su deseo secreto de poder ser un caballero y viajar a tierras extrañas y tener la libertad para hacer lo que quisiera.

Qué deseo tan infantil , el tipo de deseo donde uno ve el mundo con ojos de fantasía en lugar de verlo como verdaderamente es . Un deseo absurdo.
Posó los ojos en su hombro dolorido, ahora sin la flecha. Estaba vendado con una tela , y Clio se alegró. Una parte suya no quería ver la herida para no revivir lo que le había sucedido.
Entonces posó los ojos en la manta de lana gruesa en su cama, tiró algunos de los hilos. Pero inevitablemente volvió a pensar en Merrick.
Hoy, por un breve momento, ella había sido testigo de su vida ruda. Y esa había cambiado. Entonces también debió haber cambiado a su prometido a lo largo de los años, una y otra vez, cada golpe dado con la espada, cada herida recibida ,cada persona muerta en las batallas.

La violencia que él había presenciado y en la había vivo inmerso , con la muerte posible en un mero instante, la indiferencia a la muerte, todo eso debía haber influenciado la forma que Merrick era. Y el modo en que veía al mundo.
Podía comenzar a entender a Merrick ahora, y ver por qué él pensaba todo en términos de guerra y defensa, por qué sentía la necesidad de proteger.
Porque después de todos esos años de guerra, Merrick sabía que era lo mejor para sobrevivir.

Clio había estado encerrada en su habitación por tanto tiempo que quería por la ventana y tratar de volar.
Pero en vez de eso ella demandó un baño.

Podrán imaginarse, las caras de los criados . Parecía que ella había pedido que le trajeran trono inglés. Después de intercambiar palabras entre ellos , decidieron que debían "verificar si el conde le daba permiso para bañarse""
El “conde Yo-soy-quien-da-las-órdenes” había prohibido que todas las persona menos una criada entrara a su habitación . Después de los primeros dos días ella se había comenzado a sentir como una prisionera. Para el fin de la semana que ella se sentía como la persona mas insignificante de la fortaleza y que la tenían encerrada como a un forajido.
Su hombro estaba perfectamente bien. Excepto cuando ella se desmayó porque intentó bajar las escaleras antes del tiempo de recuperación. Y excepto por las dos veces en que su herida se había abierto y el sangrado había comenzado de nuevo.

Solamente porque había recibido una flecha pequeña no significaba que ella no podía supervisar la fabricación de la cerveza . Los criados estaban en contra de ella y nunca tuvo la oportunidad de escapar del cuarto . Con algo de ingenio , había logrado observar la preparación de un huerto de hierbas sentándose en la ventana en su habitación y le gritó a Thud y a Thwack que trabajaban en el huerto.

Pero esa diversión terminó cuando Merrick la vio . Y allí estaba su problema. Merrick.
Aparte de entrar para gritarle , o amenazarla con atarla a la cama, ella no lo había visto mucho desde esa noche en que ella había despertado de la pesadilla.
A la mañana siguiente , la silla donde él había dormido estaba vacía. Por alguna razón ella no quería pensar en lo notable de su ausencia , pero sentía una extraña sensación de soledad y abandono.

Pero ahora era la mitad de la mañana , y Dulcie estaba parada detrás de una tina de madera. Clio estaba sentada adentro, sus rodillas dobladas contra sus pechos y el agua caliente le llegaba hasta las axilas. Había un sol brillante afuera y ella podía oír el canto de los pájaros.
" De vuelta la cabeza , mi Lady "" Dulcie estaba ocupada lavando el cabello largo de Clio con un jabón de menta. El perfume era casi tan relajante como la espléndida sensación de sus dedos masajeando su cuero cabelludo . Se sentía tan bien después de días de estar forzada a estar en la cama.
¿"Qué está haciendo el Lord en estos días"? Clio preguntó casualmente, imaginándolo caminando por su cuarto con un taparrabos. Y Amordazado.
"Él está reunido con el maestro constructor""
" Ah, Sí. Sin duda ha estado ocupado añadiendo más huecos de la muerte en el muro ""
" Sí, mi Lady . Eso y buscando a su caballo ""
Clio se sobresaltó ligeramente. Ella sentía un poco de culpa por el caballo. Eso muy bien el animal había desaparecido junto con los galeses que se habían escapado. Si ella no le hubiese robado el caballo a Merrick entonces ...
Bien , no se podía remediar lo que ya había sucedido.
Pero Merrick no le había dicho nada acerca de eso. Ni una palabra, lo cual le pesaba un poco en la conciencia . En su interior, que ella deseaba que él le hubiera gritado por la pérdida del animal y así no se sentiría tan culpable.

Clio hizo una pausa, una idea repentina se le cruzó por la cabeza . Ella miró la viga cerca de su cama. Estaba vacía. Cíclope estaba dormido en un rincón , pero Pitt no estaba d

¿" Dónde está Pitt, Dulcie? No le he visto. Él estaba conmigo cuando salí al bosque""
"Nadie ha visto el pájaro""
Ella se paralizó.
"Quizá finalmente creyó que era tiempo de volar," Dulcie sugirió.
"Sí," ella murmuró. "Tal vez "" Su pájaro se había ido, como el preciado caballo de Merrick.
Supuso que había algo de justicia en eso. Tenía que haber algún de tipo de castigo por sus acciones impulsivas. Solamente esperaba que ambos animales estuviesen sanos y vivos .

Dulcie enjuagó su cabello. " Pienso que Mi Lord está muy ocupado porque pasó mucho tiempo aquí dentro con usted esos primeros días""
" Lo sé," Clio dijo despreocupadamente. " me desperté y lo vi aquí una noche""
" Oh, no una noche, mi Lady . Él no dejó entrar a nadie hasta que estuvo seguro que usted estaría bien . Él mismo fue quien le sacó la flecha. El conde cuidó de usted "" .

Ella se puso de pie , absorbida en sus pensamientos , mientras Dulcie la secaba con una toalla , luego ella salió de la tina.
En alguna parte de su nebulosa memoria lo recordaba hablándole . Recordaba los labios sobre su frente y una manta que le colocaba cuando ella temblaba.

¿Eran recuerdos reales? Ella había pensado que eran sueños. Trucos de la mente. Ella se quedó con la mirando la espuma flotando en el agua, y ella sintió vergüenza.

" Veo que estás más recuperada, Clio""

Ella giró su cabeza hacia la voz profunda de Merrick. Las mechas mojadas de cabello se pegaban a su cara y a su cuerpo ... Porque su estúpida criada pobre había dejado caer la toalla.

"Lo siento, mi Lady ," ella dijo, tan horrorizada por el desnudo como Clio.

Clio le arrebató la toalla a su criada y torpemente lo envolvió alrededor de su cuerpo. No era muy grande y ella no estaba segura de qué debía cubrir primero.
" Tienes algo de color en tu piel," Merrick dijo con absoluta seriedad , pero ella sentía que él se reía detrás de esos ojos azules. Era extraño que ahora no parecieran fríos .

Su mirada se demoró mucho tiempo en ella, viajado desde su cabeza mojada a los dedos de sus pie desnudos.

Un impulso extraño la invadió. Ella tuvo que resisitirse al impulso de colocar su mano en la parte inferior de su vientre .
Con una atrevimiento que bordeaba la locura ella se enderezó, mantuvo su cabeza en alto.
Le devolvió la mirada a su prometido , y luego ella dejó caer la toalla.