miércoles, 16 de abril de 2008

MARAVILLOSA - CAPITULO 4

Capítulo 4


El Castillo Camrose
Glamorgan, The Marches Galés

La vieja Gladdys juró a cualquiera que la escuchara que ella era una druida.
Esto a pesar de que el culto druida había desaparecido varios número de siglos atrás . La vieja galesa afirmaba que era una adivinadora; que tenía ‘el don de la visión’.

Cuando dos cuervos a los que se les ocurrió dormir en un olmo cerca de la casa del tonelero, la vieja Gladdys le dijo a la viuda sin hijos del tonelero que ella daría a luz gemelos. Todos se habían reído hasta que la viuda y visitó la feria de Michaelmas, y allí se casó con un herrero de Brecon.

Antes de que tres cosechas hubieran pasado, ella había tenido cuatro hijos saludables, nacidos de dos a la vez. Por las semanas después de ese episodio las mujeres del pueblo marcharon como corderos a lo de Gladdys para que les hiciera predicciones acerca de todo, desde partos hasta el futuro en el amor.

Las aldeanas no eran personas constantes, y la pronto Vieja Gladdys y sus profecías pasaron al olvido. Pero si alguien les hubiera preguntado quién era la criada más fea del valle, entonces hasta el último aldeano hubiese respondido que era Gerdie la chica - ganso, quien tenía la gran desgracia de parecerse a sus gansos.
Lo que nadie más sabía era que Gerdie había visitado a la La vieja Gladdys durante una noche de luna llena.
Pronto la chica - ganso se levantaba cada mañana y se lavaba la cara con el rocío de un penacho de valeriana rosada que crecía sobre una roca en el Río Wye, luego desayunaba con sopa nabos.

Unas dos semanas más tarde, el trovador más guapo que alguna vez visitara el pueblo de Clawdd se enamoraba perdidamente de Gerdie la chica - ganso y prometía solemnemente tocar su lira para cantarle al mundo de la extraña belleza de la muchacha . Lo último que los aldeanos supieron de ellos fue el día después del casamiento , cuando el trovador y una Gerdie sonriente partieron en una carreta, llevándose el grupo de gansos que graznaron hasta desaparecer en el horizonte.

Desde ese entonces , las profecías de la vieja Gladdys rara vez eran ignoradas. Si ella señalaba seis cisnes negros y decía que eso era un augurio, todos preguntaban si era un buen o mal augurio . Si el viento se alteraba repentinamente, entonces las mujeres entraban de espaldas a sus casas . Si había una luna naranjada , entonces todos dormían con una pluma de gorrión debajo de sus almohadas para prevenir que las pesadillas se convirtieran en realidad.

Pero para el hermano Dismas , el monje del Castillo de Camrose, la vieja Gladdys era una hereje. Y si alguien equivocadamente menciona que la vieja galesa poseía ‘el don’ , el Hermano Dismas se santiguaba y decía unos
Padrenuestros, y luego extendía sus plegarias por una hora mas . Él toleraba a Gladdys por piedad a su enfermedad mental , por benevolencia y por caridad … y también porque Dios se lo había dicho.
Parecía que Dios le hablaba al Hermano Dismas. Todos los días.

Por eso esa misma noche, cuando alguien sonó la campana en los portones del castillo después de la medianoche, la vieja Gladdys se sentó en su manta de dormir y gritó, " Problemas! '¡ Son problemas! ¡Cuatro campanas significan problemas "!
Nadie quería responder a la llamada.
Excepto el hermano Dismas . La profunda voz de Dios le había ordenado que lo hiciera.
La campana de los portones sonó y sonó, como si alguien golpease el metal con un martillo de guerra. El hermano Dismas tomó una vela gruesa de uno de sus altares y la encendió con una antorcha fijada en la pared de la capilla. Caminó arrastrando los pies a través del patio y se movió hacia la casa del guardia, preguntándose por qué Dios no lo dejaría dormir esa noche.
Bostezando, tropezó con unos cuantos perros durmiendo y buscó al guardia nocturno . Oyó un ronquido fuerte. En lugar de estar custodiando la entrada, el guardia estaba dormido en un banco de piedra en un rincón oscuro , con una jarra de cerveza vacía en su mano relajada.

La campana sonó otra vez, aun más fuerte que antes. El hermano Dismas se sobresaltó cuando el sonido le hizo rechinar los dientes. Sostuvo la vela cerca de la mirilla y la abrió de un tirón . Se quedó con la mirada fija hacia afuera, nadie se movió, luego alzó la vela más alto y tomó
otra mirada .
Un segundo más tarde él hizo la señal de la cruz y levantó la vista hacia los cielos. " Oh Dios Santo creo que te olvidaste de decirme algo ""

Clio estaba dentro del solar en Castillo de Camrose , de pie delante de una columna esculpida con la imagen de William el Conquistador . Los galeses que había ocupado el castillo hasta hacia poco habían usado esa columna de roble para colgar sus dagas.
Ella dio un paso hacia atrás y contempló el parecido con William por un momento.
William , el Conquistador ahora tenía dos hoyuelos.

Ella giró y caminó impacientemente por un minuto o dos, las advertencias de la vieja Gladdys todavía frescas en sus oídos .

"Prendan las velas nuevas esta noche," la Vieja Gladdys había dicho. "Hubo tres halcones dando vueltas alrededor de la torre al amanecer, el viento al amanecer venía del este, y el cocinero encontró gusanos en la levadura""

Clio le había preguntado qué significaban esos signos, pero la vieja Gladdys sólo había dicho que ese era un conocimiento exclusivo para ella y que Clio debía descubrirlo . Adularla no había funcionado. La vieja Gladdys había ido a una ladera cercana, había encendido una hoguera, luego había bailado alrededor de ella y había entonado unos cánticos con voz fuerte que hicieron que el Hermano Dismas se encerrara en la capilla. Él había pasado la mayor parte del día de rodillas rezando

Durante la cena, Clio había dejado pasar el pan sin tomarlo , en su mente sólo veía la levadura agusanada cada vez que miraba miró una hogaza de pan. Ella sólo comió un pedacito de queso y un potaje con guisantes verde. Ahora, tenía acidez en el estómago y ni siquiera la leche calentada con miel le permitía dormir.

Ella caminó inquietamente por el cuarto, estaba aburrida y ansiosa. Cuando ella pasaba al lado de la vela hacía que la luz titilara proyectando sombras fantasmagóricas sobre las paredes de piedra. Ella las observó por un segundo, luego apretó sus puños y se dio vuelta para salir.

Sobre la muralla, el silueta en forma de campana se sacudía, parecía el cuerpo del Hermano Dismas cuando él se reía, su barriga gorda temblaba como una gelatina.

Ella soltó sus puños y se movió , cruzó sus manos por sobre la cabeza y miró su propia
La sombra parecía un pájaro remontando vuelo sobre las paredes , tenía la forma de un halcón .
Podía recordar haber observado a las aves desde la ventana de su cuarto pequeño en el convento y haber deseado ser un halcón o una alondra y poder emprender su vuelo.
Una mujer de la nobleza no tenía libertad. Ella había nacido para obedecer los deseos de hombres.
Por centésima vez se preguntó cómo sería su vida si no hubiese nacido mujer.

Clio caminó hasta una pequeña ventana del castillo y abrió el postigo de madera . Se quedó mirando fijamente el cielo oscuro y se preguntó cómo sería ser libre como los hombres. ¿Cómo sería participar de una cruzada, dormir bajo las estrellas en el otro extremo del mundo y conocer lugares y personas exóticas ?
Se preguntó cómo sería ser un caballero, y qué había hecho su prometido durante todos esos años. Ella intentó imaginarse cómo sería él.

¿Tendría un mentón afilado como un hacha, manos gordas como jamones , y cicatrices por todo su cuerpo ? ¿Se llamaría León Rojo porque su cabello era y abundante como el del herrero ?
Esperaba que no .Al herrero le salían pelos desde adentro de sus orejas y de su nariz .

Tantas preguntas atormentando su cabeza que era posiblemente conciliar el sueño en ese estado .
No importaba cuantas veces lo había intentado. Ella yacía completamente alerta en la cama , como le había sucedido en todas las noches desde que había llegado al castillo que alguna vez había sido su hogar .

Pero Camrose no era el mismo lugar que ella recordaba de su adolescencia . El castillo había sido capturado por los galeses poco después de la muerte de padre. Ella había pensado que había perdido el castillo para siempre.
Hasta que había leído el mensaje que su prometido había enviado a la abadesa un año atrás.
Camrose había sido recuperado por Edward, quien había sido coronado rey un año antes.
Ahora ella y sus tierras pertenecían a su futuro marido por orden real.

Ya no sentía el castillo como su casa. Era un lugar extraño para ella, frío y oscuro aun con la luz del día. Las paredes estaban más altas que antes y ahora estaban hechas de piedra más gruesas, más pesadas, las paredes la hacían sentir como si estuviera encerrada en una torre .

Hubo postigos sólidos en las ventanas en lugar de simples cortinas de cuero . Ahora aun en por las mañanas la habitación estaba oscura y olía a humo y humedad.
Los muebles eran enormes, pesados y toscos . No había quedado nada delo que había pertenecido a su familia.
Ninguno de los tapices. Ninguna de las alfombras. Ningún arcón o ninguna de las finas sabanas de lino . La cama era de madera y el colchón era paja que se clavaba en su piel cuando dormía . Encima del colchón una áspera manta de lana que le causaba aún mas comezón sin mencionar a las pulgas.
Los gorriones y las palomas que antes anidaban en los alféizares ahora volaban libremente por todos los cuartos dejando sus deposiciones en los pisos. Les Había llevado algunos días a ella y a unos pocos criados que había regresado al castillo para limpiar todo esa porquería.

Había poco de lo que una mujer pudiera enorgullecerse . Sus hijos, quizá su marido, y seguramente su casa. Por el orgullo y la dignidad de las mujeres que antes habían habitado ese lugar , ella quería que Camrose volviese a ser lo que había sido. Quería que su casa fuera hermosa. Pero no lo era , entonces ella se mantenía recluida en los viejos aposentos , atendiendo sus propios asuntos mientras esperaba que su prometido llegara.

Ella intentaba reprimir el profundo miedo que sentía al pensar que finalmente encontraría al hombre cara a cara, un hombre conocido como el León Rojo. Ese no un apelativo que invocase una imagen agradable y amable.

Por mas que lo intentara , no podía dejar de lado su aprensión . Estaba allí, en su mente, presente y real como una pesadilla de la cual uno se quiere despertar para poder olvidarla. Pero ella no podía olvidar , más ya que ella pudo olvidarse que su vida y su futuro descansaron en las manos de un desconocido completo.

Así es que ella había resuelto encontrarle en igual tierra. Ella quiso caminar hacia él con el mismo movimiento gracioso de las damas de la corte de la reina, sin miedo, con única confianza. Su orgullo le hizo a ella querer mostrarle exactamente lo que le había preferido más bien a él insensiblemente ignorar.

Ella golpeó ligeramente su dedo en contra de su boca, cerró sus ojos, y pensó en esas damas elegantes. Ella intentó de describirlos a ellos en su mente, para captar la imagen correcta.

Después de un momento ella dio dos pasos atrás, luego otros dos. Tomó una respiración profunda y levantó su mentón, inclinó su cabeza para adoptar un aire confiado y ligeramente arrogante, luego deslizó sus pies hacia adelante con un movimiento que parecía el de un cisne sobre un lago .
Unos pocos pasos y se sobresaltó. Las suelas de sus zuecos chirriaron contra el suelo de piedra y produciendo un sonido igual al acero siendo afilado contra una piedra. El sonido le hacía rechinar los dientes.
Ella inclinó su cabeza, y dijo
"Bienvenido, caballero "" Ella comenzó a bajarse en una reverencia, luego se enderezó , golpeando un dedo impacientemente contra su mejilla. "No, no, es así como se hace , " ella masculló con el ceño fruncido .
Ella dio marcha atrás otra vez, enderezó sus hombros, y extendió una mano , luego la dejó caer relajadamente para una imagen de debilidad femenina - antes de avanzar lentamente .
" Sir Merrick . Es maravilloso conocer a un caballero de tanto renombre "" Ella hizo su reverencia, luego se levantó con sorprendente gracia. ¿" Me podría decir, mi Lord , en qué se ha entretenido estos últimos cuatro años? ¿Cortando cabezas "? Ella hizo una mueca con su lengua saliendo por la esquina de su boca.
¿"Hirviendo personas en aceite"? Ella tomó una palangana de cerca de una ventana y la vertió hacia afuera mientras fingía una risa malvada.
"O" Ella se dio vuelta y con ambas manos empuñó un arma imaginaria; luego ella hizo una mueca de disgusto. … ¿" Simplemente partiendo en ... " - ella movió el arma hacia abajo y gruñó ruidosamente - " ... en dos a los ateos con su hacha de guerra?

Ella se enderezó otra vez para adoptar su postura femenina , miró hacia la columna, y sonrió dulcemente. ¿" Una maza, te parece ? ¿ una maza con pinches de metal ? Si,, por qué no? "" Ella agitó sus pestañas como una dama boba . ¿"Qué es que lo que me pregunta"? Ella sonrió . " OH! sí, caballero . Puedo ver sus músculos muy bien formados ""

Haciendo una pausa, ella ensanchó sus ojos con admiración fingida. ¿" Si me gustaría tocarlos?
“Ciertamente, caballero, pero tendrás que arrodillarte, porque no puedo alcanzar su cabeza llena de aire desde aquí. Soy sólo una mujer pequeña, débil, y una buena para nada que no puede esperar casarse ""

Clio lanzó un suspiro exagerado y apretó firmemente sus manos contra su pecho. " Esperar a un hombre es una prueba muy difícil . ¿Podría decirme , caballero , qué lo hizo dignarse a venir y a casarse conmigo "?
Ella miró suplicantemente la columna. "Quizá estaba preocupado porque yo me estaba haciendo demasiado vieja como para ser madre "" Ella inclinó la cabeza, levantó un dedo en el aire como si le hablara a todos ; luego ella se dio vuelta .”OH! Sí, es así. Un hombre debe tener un heredero, verdad? Un hijo varón , por supuesto. ¿Y qué harás con nuestra hijas mujeres "?

Ella golpeó su brazo en el aire como si espantara una mosca molesta.
"Sin duda lanzar a esas criaturas inservibles al foso del castillo hasta que nazca un hijo varón que puedas entrenar para ser tan insensible y grosero como vos""

Clio puso una mano sobre su mejilla fingiendo preocupación . "OH! Dios mío!, me olvidaba. Qué tonta que soy . Por supuesto mandarás a tus hijos varones a alguna fortaleza lejos de casa para que algún otro idiota grosero los entrene y para que ellos nunca conozcan el amor de una madre. Porque seguramente una madre los criaría para ser cobardes llorones y no hombres de verdad""

Ella levantó el borde de su túnica con sus manos. "Nosotras las mujeres somos criaturas tan tontas e inservibles, sólo útiles para dar a luz y para llevarlas a la cama "" En puntas del pie, ella se dio vuelta en círculos, como si estuviera luciendo un vestido de seda, luego se bajó en una reverencia más profunda.
Fue en ese mismo momento que ella oyó un aplauso. Un aplauso fuerte.

Ella se enderezó y giró tan rápidamente que la llama de la vela se movió violentamente .
Dos caballeros altos estaban de pie en el umbral de la habitación . Uno de ellos estaba apoyado contra el marco de la puerta. Él se reía.
El otro hombre lo miraba como si él nunca se hubiera reído en su vida.

Ella se quedó paralizada , sus pies repentinamente se habían convertido en dos rocas . Ella miró a uno y al otro, finalmente eligió observar al hombre guapo de cabello rojizo que estaba riéndose y caminando hacia ella.
Él tomó su mano, luego se inclinó de modo respetuoso . "Sir Roger FitzAlan de Wells, mi Lady ""
Él se enderezó y le dio un guiño malicioso. " Y mi compañero" - él inclinó la cabeza haciendo un gesto al otro hombre - "El conde de Glamorgan""

Más tarde cuando ella pensó en ese momento, supuso que cuando había oído el título "conde," ella había hecho una breve de cortesía, pero no estaba segura. Pues era un momento terriblemente vergonzoso y a ella le habría gustado poder olvidarlo . Entonces ella había conservado su mirada fija en el guapo caballero pelirrojo.
Todavía sonriendo, él se volvió al otro hombre y le dijo, "Ella no necesitará su hoja de afeitar""
Y continuó sonriendo ampliamente.
El otro caballero no estaba nada divertido.

Ella intentó de disimular su temor. No sabía quienes eran esos hombres ni por qué estaban lalí. Incapaz de desviar la mirada, se quedó con la mirada fija en la facciones duras y los ojos azules helados del hombre alto de cabello negro , buscando una respuesta.
¿" Es el conde de Glamorgan"? Ella preguntó, casi sobresaltándose cuando su voz salió tan baja. Pensó que había sonado asustada y entonces levantó su mentón e intentó mostrarse digna y valiente.
" Recibí el título de conde un año atrás ""

Ahora que él finalmente hablaba , notó que tenía una voz profunda y tan helada como la mirada en sus ojos. Él caminó lentamente hacia ella, pareciendo más alto y mas grande con cada paso que daba . Ella se rehusó a retroceder , si bien su instinto le decía que echarse a correr tan pronto como pudiera.
Él se detuvo cuando estaban apenas a un metro de distancia .

Todos y todo parecieron desvanecerse. El ambiente se puso repentinamente pesado como si los postigos hubieran estado cerrados y faltara el aire .
Un segundo más tarde hubo un movimiento en la puerta. El conde se dio vuelta tan rápidamente que casi se desmayó . Su mano estaba en la empuñadura de su espada y había sacado una daga con su otra mano.

Thud , con toda la gloria de su torpeza, entró en el cuarto, vistiendo un camisón de lana. Sus piernas delgadas como patas de un pollo y sus pies demasiados grandes asomaban debajo del borde de la prenda.

Él se detuvo rígidamente . " Yo la protegeré , mi Lady "" Él llevaba una antorcha sacada de la pared como si fuera una espada.

Sir Roger levantó una mano. " No hay necesidad de prendernos fuego , muchacho. Nadie será dañado ""

Por un segundo ella pensó que había oído al conde decir algo entre dientes , y fijó mirada en él. Sus ojos estaban todavía en Thud, pero había guardado la daga.
Thud miró a ambos hombres escépticamente. ¿"Por qué debería creerles "?
"El conde de Glamorgan no miente"" Él habló por segunda vez.
¿"Un conde"? Thud sólo había visto un caballero en su vida, un acontecimiento acerca del cual él hablaba constantemente. Thud se quedó con la mirada fija en el conde con la misma expresión que un peregrino tendría, cuando miraba una reliquia santa por primera vez .
"Sí," Sir Roger dijo. "Pero es un título muy nuevo, muchacho ""
Thud todavía clavaba sus ojos en el caballero moreno. ¿"Recibió el título por su valor, Mi Lord "?
Roger extendió la mano y despeinó el cabello marrón de Thud. " Fue así . El rey rara vez otorga títulos de conde a los cobardes, muchacho ""
El conde no dijo nada esta vez.
El momento de silencio pareció prolongarse por una eternidad.
Si él golpeaba al niño, ella lo patearía, luego correría a ponerse detrás de Sir Roger que parecía un hombre protector . Ella dudaba que él los mataría. No estaría aquí a menos que quisiera algo. Parecía el tipo de hombre que fácilmente tomaría lo que fuere que deseaba .

No dudaba que ese caballero alto podría ganar diez títulos de conde en el campo de batalla. Cuando ella lo miró, quiso desaparecer.
Podía imaginarse lo que sería confrontarlo cuando él estaba montando un enorme caballo y teniendo un arma en la mano.

Ella se bajó en una reverencia refinada, con la cabeza profundamente inclinada a modo de respeto. Luego ella se levantó y lo contempló. ¿"Qué lo trae a Camrose, Mi Lord "? Cuando él no le contestó , ella ofreció una respuesta . ¿"Albergue"?
Él inclinó la cabeza .
" Ya Veo"" Ella hizo una pausa, pero él guardó silencio. ¿"Provisiones"? Ella agregó.
Otra inclinación de cabeza.
Ella no sabía si e desease que él le hablara o solamente que se fuera . " Sólo he estado en el castillo de Camrose por unos pocos días, mi Lord . Desconozco lo que tenemos de provisiones ""
Ella comenzó a dar un paso, pero él extendió la mano y le aferró el brazo.
Él se quedó con la mirada fija en ella. " No hay prisa. Estaremos aquí por mucho tiempo ""

Ella recorrió con la mirada su mano y su brazo y luego miró sus ojos estrechados.. ¿"Qué le hace pensar que es bienvenido, Mi Lord "?
Él la soltó. "Este castillo es mío""
" Este castillo pertenece al Lord de Camrose , quien es mi prometido. No Creo que Sir Merrick ni el rey le den permiso de quitarme Camrose, Mi Lord ""
Hubo destello de luz en sus ojos que ella no pudo identificar. Ese hombre podría sacar su espada y hacerle un tajo en la cabeza de un momento a otro.
" Soy Merrick De Beaucourt""
Los ojos de Thud se abrieron aun más grandes. ¿" El León Rojo? "
"Sí"" Él se apartó de Thud e inmovilizó a Clio con una mirada letal . "El León Rojo con ' cabeza llena de aire.' "
Ella deseó el piso de piedra se abriera y la tragara.
Él dio un paso hacia ella.
El mero instinto la hizo dar dos pasos atrás.
Él la siguió.
Ella dio dos pasos más, y él se movió con ella como si estuviera asechando a una presa.

Ella dio un paso más y chocó contra la pared fría del lado de la ventana. Ella apoyó sus manos contra la piedra y levantó la mirada hacia él.
Él llevó su mano hacia la cara de ella .
"No me golpees"
Ella oyó a Sir Roger ahogar una risa y ella le lanzó mirada desespera . Roger sacudió la cabeza ligeramente, diciéndole con un gesto que Merrick no la dañaría.
Su prometido clavó sus ojos en ella, silenciosamente, su mano cerca de su mejilla. " No golpeo a las mujeres indefensas""
En lugar de aliviarla, sus palabras la molestaron, la hicieron sentir débil , estúpida e incapaz de lograr algo sin ayuda. Por un breve momento ella casi deseó que él la hubiera abofeteado en lugar de decir eso. Un golpe fuerte no pareció tan malo comparado con las palabras condescendientes que él usó.

Él tomó su mentón, de modo que ella no tuvo alternativa mas que mirarlo a la cara. No era un hombre bello. Era un guerrero. Un hombre cuya vida eran la armadura , la guerra y las armas. Y una mirada a él no dejaba duda que su virilidad se había formado en un campo de batalla.

Su cabello era tan negro como los legendario cuervos de la profecía de Gladdys, y sus facciones parecían talladas en piedra. Una cicatriz delgada cruzaba su sien y contrastaba con el color moreno de su piel , producto de la exposición al sol desértico de las tierras de Oriente .

Él era moreno. Todo en él era oscuro . De su coloración hasta su expresión negra.
Excepto sus ojos. Eran azules. No celestes como el cielo de verano. Ni grises como el mar al atardecer. Sino azul transparente , como el hielo que se formaba en el techo del establo en las mañanas más frías de invierno.

¿Quién ese hombre en cuyas manos ella debía colocar sus vida y sus tierras? Era obvio que él era un hombre para ser temido. Ella había visto a algunos guerreros como él antes, pero los había conocido bien . Él sólo parecía ser un guerrero, una cota de malla fría y un hacha de guerra, alguien sin emociones humanas.
Se preguntó si encontraría un corazón dentro de él o sólo una imagen borrosa y distorsionada de lo que una persona debería ser.

Él se movió más cerca de ella y plantó sus manos a cada lado de ella , inmovilizándola entre sus brazos que eran del tamaño de troncos.
Ella solamente se quedó allí con la espalda contra la frías pared de piedra, incapaz de moverse mientras luchaba por encontrar algo para decir.
"Estás muy cerca de la ventana, mujer""
La razón parecía haberla desertado.
"No te pongas tan cerca de la ventana"" Él le dio una sonrisa sin humor y rozó su mejilla desde la sien hasta el mentón con su dedo calloso. " No tengo mucha práctica en lanzar a criaturas inservibles al foso del castillo “

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