sábado, 6 de diciembre de 2008

LOBO DOMADO - CAPITULO 22

CAPITULO 22


Dunstan se levantó con cierta dificultad, apretando los ojos debido a las primeras luces de la mañana. Por Dios... Marion lo había dejado agotado y saciado , lo que lo había hecho dormir como una piedra. Y ahora debían retomar rápidamente la caminata. Esa preocupación se disipó cuando Dunstan puso sus ojos en ella. Marion dormía plácidamente. Él necesitó mucho autocontrol para no ceder a la tentación de tomarla nuevamente.
Apartándose con cuidado de ese cuerpo tentador, Dunstan consideró que un baño frío le serviría para despertarlo como para aplacar el ardor sexual después de tomar en de su bolso un pedazo de jabón entró en el riacho bajo y comenzó a bañarse.
Aun sintiendo los efectos del agua fría Dunstan volvió sus ojos hacia el lugar donde Marion estaba acostada. En ese instante ella despertó.


Se incorporó parcialmente , apoyándose sobre los codos en una pose de inocente sensualidad. Dunstan sintió que su falo se erguía . Ella lo miró con los cabellos despeinados , la cara levemente colorada y los labios entreabiertos. Dunstan emitió un sonido que, definitivamente, no era un "buen día". Pero Marion entendió sin dificultad, tanto que se levantó y caminó hacia donde él estaba.
Dunstan se preguntó cuando se saciaría de esa mujer.
- Se quieres tomar un baño, sería bueno que te apresures porque tenemos que partir inmediatamente - él advirtió , sabiendo muy bien que debería salir pronto del agua para vestirse.
Pero en vez de hacer eso continuó donde estaba como un jovencito libidinoso e inexperto.
Marion se paró a pocos pasos de él y comenzó a desvestirse. Después de dejar las ropas en el suelo , entró en el riacho, con las manos extendidas.
- Algún enemigo mío debe estar pagándote para enloquecerme , Marion! - protestó Dunstan, cuando ella lo alcanzó.
En vez de retirarse , Marion le brindó una de esas sonrisas luminosas que sólo ella sabía mostrar, con hoyuelos y todo.
- Bien... entonces vamos a apurarnos, porque debemos partir pronto - dijo Dunstan, antes de besarla en la boca.
Bajando las manos él sujetó los muslos de Marion e hizo que ella lo envolviese con las piernas. esa posición facilitó la penetración, que ocurrió inmediatamente.
Después de unos pocos movimientos de vaivén Marion se estremecía de placer al mismo tiempo que recibía en su entrañas la semilla de Dunstan, quien tembló violentamente al mismo tiempo que deseaba permanecer dentro de ella para siempre .
Sólo un buen tiempo después él volvió a respirar con normalidad. Oh, Dios... jamás había pasado por nada semejante. Había considerado la primera relación sexual de ellos excepcionalmente buena... quizás producto de la inocencia de Marion y de la magnética atracción que existía entre ellos... pero lo de la noche anterior había sido todavía mejor. Y ahora, después de algo que sólo había durado algunos minutos, se sentía mucho más satisfecho que si hubiese pasado muchas horas con la más experta de las cortesanas.
Sin preocuparse en averiguar los motivos de eso, Dunstan consideró que lo que estaba pasando entre ellos, fuese lo que fuese, necesitaba continuar. Él quería sexo pasional todas las noches con esa mujer, aunque intuía que ni eso sería suficiente. Quería que esos momentos se repitiesen en cualquier lugar y en cualquier momento del día.
Por Dios, quería eso para siempre, por el resto de sus días y de sus noches. Era algo irresistible e increíble.
Pura necesidad .Pura pasión.
Dunstan parecía saber a donde ellos estaban yendo y Marion lo siguió por la orilla del riacho. Aunque moverse le fuese difícil, ella estaba demasiado eufórica como para quejarse. Después de varias semanas de incertidumbre y miedos, esas horas idílicas pasadas con Dunstan parecían un sueño.
Aunque ella se ruborizase de vergüenza cuando recordaba los actos osados que se había permitido la noche anterior, era evidente que eso había agradado mucho al Lobo. Y, en esa mañana, el sexo de ellos en la agua había sido rápido pero intenso, principalmente el momento en que Dunstan la había agarrado por los cabellos , obligándola a levantar a cabeza, para mirarla con esos ojos verdes y le había murmurado : “Oh, muchacha, sos mi perdición . .."
Sintiendo las piernas debilitadas cuando recordó eso , Marion necesitó de un renovado esfuerzo para acompañar los pasos largos de Dunstan. El Lobo caminaba silenciosamente, con la gracia salvaje del animal que le daba su nombre, atento a todo, a veces deteniéndose para identificar algún ruido pero pronto siguiendo adelante. Obviamente no creía que ellos ya estaban libres de la amenaza que los soldados de su tío representaban, un pensamiento que ponía a Marion nerviosa.
Pero no dijo nada. En verdad ellos habían conversado muy poco . Todas las preguntas que Marion quería hacerle desde Baddersly permanecían guardadas y sin respuesta. Cada minuto de descanso ellos lo usaban para hacer el amor, con un ansia que parecía nunca aplacarse. Seguramente más tarde las cosas entre ellos acabarían acomodándose de un modo más prosaico y ella podría preguntarle a Dunstan a dónde estaban yendo.
Marion no estaba muy ansiosa por saber eso. Aunque en el fondo deseaba volver para a la casa de Campion, sabía que eso no sería prudente y tenía miedo de examinar las alternativas. Una vez le había pedido a Dunstan que la dejase en la aldea más cercana. Sería ese su plan ? .
Marion carraspeó para formular la pregunta pero las palabras no salieron. En verdad no quería que ese sueño terminase. Sería mucho mejor pasar el resto de la vida vagando por el bosque al lado del Lobo que enfrentar un futuro lejos de él.
El estomago de Marion ya comenzaba a protestar de hambre cuando Dunstan decidió que harían una parada, dirigiéndole una sonrisa . Sentándose a la sombra de un gigantesco sauce, le entregó un pedazo de pan que sacó de su bolso .
- Me gustaría de ofrecerte una comida de verdad, algo caliente - él dijo, seguramente queriendo reconfortarla.

Marion se enterneció con esa inesperada demostración de solidaridad.
Dunstan comió rápidamente. después se recostó contra en el árbol, con las piernas dobladas y los brazos estirados sobre sus rodillas .
- Ese río debería llevarnos a Stile, donde conseguiremos caballos, una comida decente e incluso cama en una posada. Este último placer vale cualquier precio que halla que pagar - él completó cansadamente .
Esa mención casual a una cama hizo que Marion sintiese una oleada de deseo. Dios, lo amaba! Y era tan bello estar a solas con él, poder verlo reposar su cabeza en el tronco del árbol, recorrer con la mirada los sus rasgos tan atractivos ... súbitamente Marion sintió un nudo en la garganta.
- Fuiste a buscarme - ella murmuró.
Dunstan murmuró algo incomprensible, lo que era muy propio de él e hizo que Marion sonriese . Pero no se dejaría desviar del tema en cuestión: la relación de ellos dos.
- Después de hacerme viajar kilómetros para entregarme a mi tío , cambiaste de idea y fue hasta allá para rescatarme.
Dunstan respondió sin abrir los ojos.
- Seguí tu pista hasta Baddersly. Necesitaba saber si habías llegado sana y salva .
La explicación cortante , pronunciada sin ninguna emoción, hizo que Marion se acordase que estaba bajo la responsabilidad de él. No seas tonta, pensó, responsabilidad no es amor Ella sólo era una encomienda para ser entregada. Y el perfecto Dunstan se esforzaba por cumplir la tarea confiada por su padre. .. esa conclusión hizo que Marion se llenase de amargura y se arrepintiese de haber abierto la boca.
- Tu tío negó que vos estuvieses allí - prosiguió neutralmente Dunstan.
El comentario hizo que Marion sintiese un escalofrío. Entonces su tío planeaba matarla rápidamente, para después afirmar que ella continuaba desaparecida... y culpar a Campion. Esa conclusión la dejaba terriblemente abatida, porque también respondía a todas las otras preguntas.
Dunstan la había rescatado para proteger el buen nombre y honor
de su padre. había escalado la torre no porque tuviese algún sentimiento por ella o porque ya se había acostado con ella. Había arriesgado su vida sólo para proteger la molesta encomienda de la cual era responsable. Marion sintió la garganta seca y tragó con dificultad el pan que acababa de masticar.
Repetidas veces pasó las manos por su falda intentando demostrar tranquilidad, pero eso no era muy fácil. Se sentía vulnerable como una copa de cristal ya rajada : el más leve contacto podría destruirla .
- Una de tus criadas, una mujer anciana de cabellos blancos, me dijo donde podría encontrarte - le reveló Dunstan, hablando animadamente y seguramente sin darse cuenta del estrago que sus palabras anteriores habían causado.
- Fenella - ella dijo sorprendida y contenta con el hecho de que alguien en Baddersly hubiese intentado ayudarla.
Rezaba para que su tío no descubriese la complicidad de la criada, que sin duda le había salvado la vida . Pero, para qué? En la situación actual , qué podría depararle el futuro
El sueño había terminado y era momento de encarar la fría realidad .
Estoy muy agradecida con ella y con vos por haberme salvado la vida - declaró Marion, sin conseguir esconder completamente el temblor de su propia voz. - Pero creo que de un modo u otro yo me las habría arreglado para escapar . A dónde me estás llevando, Dunstan?
Ahí estaba había lanzado la pregunta mas temida y sólo le restaba aceptar la amarga realidad de la separación.
A Wessex.

Dunstan abrió los ojos y frunció el ceño . Probablemente otra vez estaba furioso con las demoras que ella había causado y que habían impedido que él volviese directamente a su casa. Y no era sólo por eso que Marion no se sentía inclinada a acompañarlo hasta allá. Qué podría hacer ella en Wessex aparte de soñar con una vida que jamás tendría ? Qué podría hacer ? Convertirse en una especie de criada de confianza y ser testigo del casamiento del lord del castillo con su esposa? Porque eso, en algún momento iba a ocurrir ...
Entonces ella sacudió la cabeza, sin preocuparse por esconder su tristeza.
- Mi tío seguramente me buscará allá, y eso sólo te causará más problemas.
Dunstan le dio una sonrisa malicioso.
- Antes que eso suceda, nos ocuparemos de que él no tenga más ningún derecho sobre vos.
- Cómo?
Nos casaremos.
Instantes después , como si sólo hubiese hecho un comentario sobre el clima , el Lobo volvió la apoyar a cabeza en el tronco del árbol y cerró los ojos.

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