domingo, 7 de diciembre de 2008

LOBO DOMADO - CAPITULO 23

CAPITULO 23



Casarse con el Lobo? Marion se quedó mirándolo , sintiendo calor en la cara. Ese hombre sólo podía estar bromeando . Dunstan estaría dispuesto a compartir el resto de su vida con una mujer sólo para cumplir con la palabra empeñada? Marion quería gritar - no sabía si de alegría, de enojo o de simple histeria. Quería golpearlo por haber hablado con tanta frialdad respecto al matrimonio... y por ser tan idiota y terco respecto al cumplimiento de una tarea encargada por el padre.

Eso era el colmo de la ridiculez . Él realmente no quería desposarla, y ella... Oh, Dios. De sólo pensar en casarse con el Lobo Marion se quedaba sin aliento. Cómo iba a pasar el resto de su vida enamorada de un hombre pero sabiendo que él no sentía nada por ella ? Unica respuesta lógica: viviendo lejos de él Tal vez soportase el dolor de la ausencia , pero estando casada con él, viéndolo todos los días, no soportaría ver su desamor...
- No - murmuró Marion.
Dunstan la miró con la frente fruncida , como si no hubiese oído bien .
- No, Qué ?
- No - ella repitió .
Se hizo un silencio tan largo que Marion llegó a pensar que Dunstan se había dormido, pero finalmente los párpados de él se levantaron y ella pudo ver el asombro que había en esos ojos. Los de Burgh eran muy seguros de sí mismo - casi bordeando la pedantería - pero el Lobo era todavía más arrogante que los otros. Difícilmente entendería que una mujer rechazase un pedido de matrimonio de él.
Sin duda iba a querer saber el motivo. Marion se encogió cuando esos ojos verdes se posaron en ella, pero se obligó a enfrentarlo.
- Sería muy peligroso - ella explicó, sin dejar de mirarlo. - No puedo permitir que continúes arriesgando tu vida. Con las joyas, podré mantenerme durante un buen tiempo y armar una nueva vida en alguna ciudad . Será mucho más simple , Dunstan. Vos te desentenderás de la tarea que recibiste de tu padre y podrás ocuparte de tus propios problemas.
Orgullosa por haber logrado hablar con tanta convicción, Marion hasta ensayó una sonrisa . Pero evidentemente toda esa elocuencia era inútil. El semblante de Dunstan mostraba con claridad que, en su opinión , las palabras que ella acababa de decir eran una tontería propia del razonamiento femenino.
- Pavadas, mujer - él dijo, otra vez cerrando los ojos.
- Escúchame bien, Dunstan de Burgh! - gritó Marion, casi al borde de la desesperación . - No me voy a casar con vos!
Dunstan ni siquiera abrió los ojos. Sólo mostró una de esas sonrisas irreverentes que tanto la irritaban.
- Guarda los gritos para nuestra cama matrimonial - él le recomendó.
Marion pensó en protestar pero acabó desistiendo. No ganaba nada discutiendo con el Lobo. Autoritario y arrogante como era él quería que todo fuese hecho a su modo , sin importarle si tenía razón o no ! Cómo podía querer obligarla a casarse con él sólo por sentir una responsabilidad hacia ella, o sólo por creer que era una cuestión de honor?
Marion cerró los puños, luchando contra su propia desesperación . No podía casarse con Dunstan! Tenía que haber una salida que no fuese esa... entonces lo miró . Dunstan respiraba pausadamente , como si dormitase. Tenía la costumbre de hacerlo en cualquier momento y lugar que le fuera posible.
Si él realmente estaba dormido... La mente ágil de Marion pensó en un plan , examinando las posibilidades. No sería la primera vez que conseguiría huir de Dunstan. Y ahora, ya que ellos ya no se estaban dirigiendo a Baddersly, él no pensaría que ella intentaría una fuga. Allí estaban los dos absolutamente solos. Sólo necesitaría levantarse y partir . Tomaría rumbo este, en busca de alguna villa y se presentaría como la viuda de un soldado. No sería fácil viajar sola, sin la protección de nadie , pero tal vez lograse contratar a un criado...
Dinero! Dios! Necesitaría las joyas, que estaban en la pequeña bolsa colgada en el cinto de Dunstan. Todavía no se las había pedido de vuelta. Marion casi pronunció una de las palabrotas que el Lobo acostumbraba a usar . Antes de partir necesitaría tomar las joyas. Y tendría que hacer eso sin despertarlo. Sujetada al cinto de Dunstan con una tira de cuero, reposaba la bolsita sobre uno de los muslos de él.
Marion respiró profundamente y se aproximó . Él continuaba inmóvil , con la respiración pausada y regular . La belleza de ese hombre le causó un escalofrío y ella vaciló, pero en seguida extendió la mano.
En el instante siguiente Dunstan la agarró por la muñeca, con un movimiento tan veloz que dejó a Marion sin reacción. Ella sólo se quedó mirándolo . .
- Buscas algo , Marion?
Dunstan evidentemente estaba furioso, lo que la hizo pensar que corría un serio peligro , pero de alguna forma Marion reunió el coraje para responder.
- Sólo quería tomar mis joyas.
Dunstan sonrió , con un mezcla de ironía y ferocidad
- Me decepcionas , inocente Marion . Creí que quería agarrar mi miembro para darle un masaje personalizado como el que ayer ...
Como no oyó ninguna respuesta Dunstan le soltó la muñeca y soltó una torrente de palabrotas . Marion se frotó la muñeca, mirándolo con los ojos agrandados.
- No te avisé que no deberías intentar huir de nuevamente, Marion?
Marion asintió con la cabeza.
- Si, pero ahora es diferente, Dunstan - ella argumentó, cuando volvió a encontrar su voz. - Vos me rescataste de mi tío, por lo que estoy muy agradecida, pero no precisas hacer nada más . - Entonces ella retrocedió y levantó las dos manos defensivamente , como si las chispas que saltaban de sus ojos pudiesen alcanzarla. - Y no me mires de ese modo . Yo sólo estaba intentando protegerte del peligro que vos representas para vos mismo ! Desde el principio vienes repitiendo que no veías la hora de librarte de mí, que yo soy sólo una encomienda importuna.
Horrorizada, Marion sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas y sus labios temblaban . Ah, no, Oh no ... No podía comenzar a llorar en ese momento . Con gran esfuerzo ella se controló y , como Dunstan no respondió nada, retomó a palabra, pero sin mirarlo.
- Es una locura pretender unirte a mí por el resto de tu vida.
Entonces Marion sintió en su mentón los dedos de él, presionándolo levemente para que ella lo mirase a los ojos . Cuando levantó a cabeza, vio que Dunstan ahora tenía el rostro relajado. Tal vez ella inadvertidamente hubiese hecho o dicho algo para había aplacado la ira del Lobo .
- Vos no te aflijas por eso, muchacha. Estoy perfectamente conforme con la decisión que tomé.
Después él pasó su pulgar por la cara de ella, lo que le causó un estremecimiento , y en seguida Dunstan sonrió ... una sonrisa presumida, irritantemente masculina.
- Vamos a partir antes que me hagas probarte mi satisfacción - él dijo levantándose.
La única opción de Marion fue seguirlo.
Dunstan marchaba por la orilla del río, alerta a cualquier peligro , pero con frecuencia la mujer que lo acompañaba se entrometía en sus pensamientos. Por qué mierda ella lo había rechazado? . Él era un noble, propietario de tierras, no era un pobretón. Era mas guapo que la mayoría de los hombres . Le había salvado la vida en más de una ocasión y la había hecho gritar de placer en la cama . Qué razón podría tener Marion- o cualquier otra mujer- para rechazarlo? . Por Dios... Si Marion le había entregado su virginidad, por qué no quería aceptarlo como marido?
Entonces él soltó una palabrota por la inquietud que sentí . Por qué todo lo que se relacionaba con esa mujer tenía que ser complicado? A Dunstan no le gustaban las complicaciones. Y Marion era la campeona de la mentiras! Por qué no le decía la verdad ? No, ella tenía que recurrir a una mentira.

Por supuesto que la opinión de Marion no iba a cambiar las cosas , porque estaba decidido que se casarían. Era la solución más lógica para neutralizar la amenaza representada por el tío de ella. Legalmente Peasely todavía era el guardián de Marion, y la forma más rápida y simple de sacarlo de esa posición sería que ella tuviese un marido. Y como no había a mano ningún candidato adecuado, la elección lógica era él. La única elección , mejor dicho , pues Marion le había entregado la virginidad . Con el matrimonio se solucionaban tres problemas al mismo tiempo: el tío de Marion , su propio cumplimiento de la misión y salvaguardar el honor de ella. Era tan fácil, tan simple que no podía entender que Marion comprendiese.
Es cierto que había una cuestión mas en juego , su propio gusto o disgusto con esa elección de esposa , pero a él le daba lo mismo casarse con ella o con cualquier otra. Él ya venía pensando en armar una familia. Ya era tiempo de tener un heredero y Marion todavía no había pasado la edad de tener hijos. En ciertos aspectos, particularmente en la cama, ella tendría un desempeño mejor que la mayoría de las otras mujeres. Después de haber experimentado el fuego de la pasión que ardía entre ellos, Dunstan no creía que pudiese satisfacerse con ninguna otra.
Marion sería muy adecuada para él, aún más cuando se instalase en Wessex. Era una arreglo mas que conveniente . El se ocuparía de sus propios asuntos y cuando llegase a su casa, ella lo recibiría con el abrazo caluroso de una esposa. No le sería difícil adecuarse al carácter de ella , pues él ya había logrado soportar las idiotices que de vez en cuando ella hacía, como ahora...
Dunstan apretó los dientes. La reticencia que Marion mostraba a casarse con él lo dejaba extrañamente inseguro , una sensación a la que no estaba acostumbrado . Pero eso no era suficientemente malo , para empeorar las cosas ella había intentado escaparse otra vez! La rabia de Dunstan creció con fuerza redoblada. Eso era como una traición, principalmente después de la noche anterior, cuando ella lo había buscado con dulzura y pasión.
Quizás jamás llegase a entender a esa mujer. En un momento ella se volvía hacia él con esos ojos enormes marrones llenos de amor ; y al instante siguiente parecía un animal herido y lloraba como si él la hubiese golpeado. Pero él no había hecho nada para que ocurriese ese cambio! Dunstan se rascó la cabeza. Era él, sin duda , quien tenía motivos para estar amargado.
Marion se estaba retrasando en la caminata y él se dio vuelta , ensayando una mueca. Si ella pensaba que conseguiría huir otra vez él estaba muy equivocada. Si fuese necesario él la ataría con una cuerda y la arrastraría como una mula. Y, cuando llegase a Wessex, la encadenaría a la cama.
Había algo muy tentador en esa idea pero Dunstan prefirió no profundizar . Continuaba dominado por la frustración. Qué planeaba Marion ? Aunque a veces ella actuase de forma absolutamente alocada y tonta , había una mente brillante dentro de esa linda cabecita . De eso no tenía la menor duda. Qué podía estar maquinando ese cerebro?
Dunstan creyó mejor no darle mas importancia a eso. Pronto ellos llegarían a Stile y allá la misión estaría terminada. A pesar de sus protestas , Marion Warenne sería su esposa . Y, a pesar de su propio mal humor, Dunstan veía esa perspectiva con satisfacción.
Marion pasaba por una etapa de pésimo humor . Aunque se esforzase por acompañar los pasos de él, continuaba firmemente decidida a huir de Dunstan de Burgh, sólo que no lo hacía en ese momento porque él la arrastraba por el brazo.


Stile era una ciudad, no una aldea, y cuando vio el mercado repleto de gente Marion tuvo esperanzas de poder desaparecer entre las tiendas. Pero Dunstan debió haber adivinado esa idea , porque, en el instante en que ellos empezaron a circular por las transitadas calles, él volvió a agarrarla por la muñeca . Aunque parecía tomar cierto cuidado para no lastimarla, el asimiento de esos dedos era suficientemente como para retenerla. Por el momento , difícilmente conseguiría escapar del Lobo de Wessex.
Finalmente llegaron al lugar donde se negociaban los caballos y Dunstan. comenzó a caminar de un lado al otro, arrastrándola consigo mientras examinaba las yeguas y los potros, los pura sangres y los cuarterones . Parando delante de esos animales, los examinó con cuidado. El caballo que eligió no era tan grande como el que había montado al partir de Campion, pero a Dunstan pareció gustarle lo que veía.
Finalmente comenzó a negociar con el vendedor. Marion oía distraídamente la conversación de los hombres mientras planeaba su fuga. Tal vez esa noche, cuando él se durmiese ... ni siquiera el Lobo de Wessex podría quedarse despierto todo el tiempo , y en la oscuridad no le sería difícil desaparecer .
A cierta altura Dunstan comenzó a hablar en voz baja y Marion intentó prestar más atención a la conversación . Él le preguntaba al hombre si tenido noticias de ventas de animales de ese porte en esa última semana. Con sorpresa, Marion se dio cuenta que Dunstan hacía la descripción de los caballos que habían pertenecido a sus soldados. Era pérdida de tiempo buscar allí esos animales, que ahora seguramente estaban en los establos de su tío .
Una silla de montar , que Dunstan afirmó era de pésima calidad, también fue comprada . Finalmente él montó y , aparentemente sin a menor dificultad, se agachó para sujetar en sus brazos a Marion alzándola y sentándola delante de él . Pronto espoleó al animal , alejándose del mercado.
- Espera ! - ella protestó, cuando logró hablar. - Dónde está mi caballo?
- Es este , muchacha - él respondió, con una sonrisa tan tensa como forzado. - Dadas las circunstancias, consideré que podríamos compartir el caballo.
Obviamente Dunstan ya había aprendido a interpretar su conducta . se había dado cuenta que Marion planeaba abandonarlo
Bien, vamos a darle el gusto al Lobo . Compartir el caballo no le importaba ! El comportamiento de él sólo la incentivaba a buscar escaparse. Marion sujetó su falda mientras el animal seguía al galope.

Ninguna otra palabra fue intercambiada entre ellos hasta que Dunstan detuvo el caballo delante de una construcción de piedra. Después de desmontar levantó las manos para ayudarla a bajar . Tal vez fuese sólo su imaginación , pero Marion tuvo la impresión que él se demoraba mucho más de lo necesario con sus manos en la cintura de ella.
Tal vez no fuese sólo su imaginación, ella pensó, levantando los ojos hacia él. A pesar de su comportamiento grosero Dunstan la deseaba, y eso era evidente.
Dunstan sonrió , mostrando sus dientes blancos, lo que sólo hizo que las rodillas de Marion se aflojasen.
- Compórtate como una niña buena ahí dentro y después te premiaré con una comida - él prometió.
Marion se mordió la lengua para no contestarle a ese comentario paternalista y machista pero logró hablar con calma .
- Qué vamos hacer aquí ?
- Tenemos un asunto que tratar. Después buscaremos un lugar donde llenarnos la barriga.
Dunstan curvó los labios en una sonrisa , como si hallase alguna gracia en esas palabras. Poco después se dirigieron a la entrada.
El interior del lugar estaba un tanto oscuro pero Marion no demoró en adaptar sus ojos a la penumbra y darse notar donde estaban.
Una Iglesia!

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