lunes, 8 de diciembre de 2008

LOBO DOMADO - CAPITULO 25

CAPITULO 25


En el salón, mientras Lord Fitzhugh saltaba de un lado al otro, con una agilidad sorprendente para su edad, Dunstan iba a avanzando lentamente y con seguridad . A cierta altura Fitzhugh creyó que se presentaba la oportunidad de fuga y corrió hacia la puerta de salida, pero tres hombres altos y con los rasgos de la familia de Burgh se bloquearon su paso, los tres con espada en mano. El hombre maldijo y se volvió para luchar con Dunstan, que ahora estaba parado, esperándolo.
El primer golpe fue de Fitzhugh. Con la desesperación de los que preveen la aproximación de la muerte, él saltó hacia adelante y golpeó en sentido horizontal, tocando con la punta de la espada el pecho de su vecino, rasgando todavía más la túnica ya rota .
Fitzhugh soltó una carcajada cuando vio sangre saltando de la herida que había causado en el pecho de su adversario. Pero ese sonido estridente duró sólo unos segundos. Dunstan estiró el brazo derecho y alcanzó con la espada el centro del pecho de su enemigo. Con los ojos agrandados por la sorpresa y el dolor, Fitzhugh perdió el equilibrio y cayó de espaldas. En el instante siguiente Dunstan dio un paso hacia adelante y clavó a espada en el pecho de su vecino abatido.
Después levantó la cabeza y respiró profundamente . Mucho más que por un deseo de venganza satisfecho, se alegraba de saber que había hecho justicia . Wessex ahora realmente era suyo Sólo esperaba poder vivir en paz con su gente.
Como un sonido distante, Dunstan oyó la risa de Nicholas y los gritos de sus otros hermanos celebrando la victoria. Después de arrancar la espada del cuerpo sin vida de Fitzhugh, soltó el arma en el piso y llevó sus manos al pecho ensangrentado. Finalmente sintió que sus rodillas se doblaban, como si las piernas no tuviesen firmeza para sostener el peso do cuerpo. En el instante siguiente cayó inconsciente al piso .
Cuando despertó Dunstan sentía un dolor agudo . Abriendo los ojos, vio a vieja criada que limpiaba la herida en su pecho . Se dio cuenta que estaba acostado en su propia cama, en Wessex, pero por algunos instantes se preguntó qué le había sucedido. Todos los músculos de su cuerpo le dolían, las sienes le latían y tenía la garganta seca. Habría estado en alguna batalla?
Aun con la vista medio turbia recorrió con los ojos el cuarto. Allí estaban Geoffrey y Simon, tus hermanos . .. en Wessex? Dunstan cerró los ojos, intentando concentrarse , y súbitamente se acordó del día anterior, y eso le trajo una sensación de paz. Fitzhugh estaba muerto, el castillo era absolutamente suyo y no habría más necesidad de luchar por la posesión del feudo. Todo estaba bien otra vez, pero ... faltaba algo .
Marion. Dios, dónde estaba su esposa ? Dunstan sentía la garganta completamente seca y por eso s movió muy lentamente los labios para pronunciar el nombre de ella.
- Marion.
- Qué ? - preguntó Geoffrey, con preocupación , aproximándose de la cama.
- Marion - repitió Dunstan en un murmullo.
- Marion? Ah, si, Marion. Ella está bien. La dejamos en Campion.
El alivio que Dunstan sintió fue como la luz del sol. La muchacha estaba bien. Pero, por qué se encontraba en la casa de su padre ?
- Manda a alguien a buscarla.
El quería tenerla allí cerca. después de todo estaban casados y una esposa debía estar al lado de su marido, le gustase o no a Marion .
La anciana criada continuaba palpando su pecho y a cierta altura Dunstan gimió , abriendo bien los ojos para mirarla.
- Esa costilla está quebrada, mi lord ? - preguntó la mujer, con preocupación en su rostro arrugado.
- No - gruñó Dunstan, apoyándose en sus codos e incorporándose.
Sus hermanos debían haberlo cargado hasta el cuarto y desvestido, porque ahora él estaba desnudo debajo de la sabana. Y la sensación que eso le provocaba no era nada agradable.
- Está bien , mi lord ?
- Por supuesto - él respondió, enfáticamente . - Y para de mirarme de ese modo , mujer. Estoy perfectamente bien.
- Sufrió una herida grave , mi lord - replicó la mujer. - Fue terrible. Yo presencié todo. - La criada parecía dispuesta a narrar el episodio, pero Dunstan la agarró por la muñeca , mostrándole que estaba en condiciones de callarla por la fuerza, si fuese necesario. La mujer se dio cuenta que la advertencia era seria y volvió a hablar en un tono maternal. - Necesita comida y agua. Tome, mi lord . Beba un poco.
Después de matar la sed , Dunstan se sentó y miró a su alrededor antes de ingerir un caldo de carne obviamente preparado para alguien que no se había alimentado hacia mucho tiempo. Nicholas lo observaba con admiración mientras Geoffrey tenía la frente fruncida de preocupación. Simon se puso a caminar impacientemente , parecía no gustarle mucho estar en el cuarto de un enfermo. Los labios de Dunstan se movieron en un reticente sonrisa. Hacia cuánto tiempo que no pasaba en compañía de sus hermanos? Mucho tiempo, porque sólo ahora se daba cuenta de una cosa: los muchachos se habían transformado en hombres de verdad.
- Creo que les debo un agradecimiento , hermanos - él dijo.
Nicholas pareció satisfecho con lo que acababa de oír, y Geoffrey se mostró más relajado y Simon hizo un gesto de asentimiento con la cabeza, aunque continuaba tenso. Con cierta sorpresa, Dunstan constató que le gustaba mucho estar en compañía de sus hermanos. Entonces, por qué pasaba tanto tiempo lejos de ellos?
- Nos gustó ayudarte , Dunstan - declaró Geoffrey. - ahora necesitas descansar. Pero quiero que sepas que me salieron varias canas cuando te vi enfrentando a Fitzhugh cuando apenas podías mantenerte de pie, confieso que me mojé los pantalones .
- No exageres! - dijo Dunstan, protestando pero con afecto en su voz. - Eso no fue nada comparado con lo que mis hermanos hicieron por mí. Y estoy lo suficientemente bien como para contar el cuento, Simon.
Con satisfacción , Simon pasó contarle los detalles del enfrentamiento con el vecino , comentando el número bajas y el número de hombres de Dunstan que habían sido liberados, de los antiguos soldados de Fitzhugh que ahora querían venir a vivir a Wessex, jurándole lealtad a Dunstan.
- Y qué pasó con mi vasallo, Walter Avery? - preguntó Dunstan, amargado.
El dolor de la traición todavía era fuerte, como una comida difícil de tragar. Tal vez un hombre no debiese confiar en nadie mas allá de sus propios hermanos...
- Huyó - respondió Simon contrariado. - él y algunos otros hombres atravesaron el portón antes que pudiésemos alcanzarlos. Nuestros hombres no eran muy numerosos y no pude mandar a nadie para perseguirlos. A esta altura ellos deben estar a medio camino del castillo de Fitzhugh.
Dunstan podía ver la frustración de su hermano. Muchas veces él mismo ya había lamentado no tener fuerzas suficientes para superar todas las dificultades que se le presentaban .
- Actuaste muy bien , Simon - él declaró. Nadie podría culparte por la fuga de Walter.
Por algunos instantes Simon pareció muy asombrado, mas poco después demostró clara satisfacción con el elogio que acababa de oír. Dunstan, a su vez, quedó sorprendido al darse cuenta de la importancia que sus hermanos le daban a sus palabras .
- Puede ser... - dijo Simon, abriendo los brazos. - Pero la verdad es que estamos en una situación precaria. La fuerza de la que disponemos para proteger Wessex no es muy numerosa. Muchos están heridos y no podrán luchar durante algún tiempo. Me gustaría ir a Avery, pero no tengo no idea de lo que puede estar esperándonos en el castillo de Fitzhugh. Francamente, creo que nuestras fuerzas no son suficientes para defender Wessex, mucho menos para emprender un ataque. - Simon caminó por el cuarto durante algunos instantes. Finalmente se paró al lado de la cama, de frente a su hermano mayor . - Con tu permiso, cabalgaré hasta Campion para traer refuerzos. Papá seguramente insistirá en mandar para acá una partes de sus soldados.
Dunstan dudó .
- Estás seguro ?
Simon ya estaba otra vez caminando, pero cuando oyó esa pregunta se volvió en el mismo instante, como si creyese que su hermano no estaba en su sano juicio .
- Por supuesto! Campion tiene soldados de sobra, como debes saber.
Claro. Dunstan hizo una mueca antes de sonreír. Tal vez Marion tenía razón cuando había dicho que él debería tragarse su maldito orgullo y simplemente pedir ayuda. Entonces él asintió con a cabeza y puso de lado el plato de sopa, ahora vacío. I
- Ocupante de eso, Simon, por favor.
súbitamente cansado, Dunstan cerró los ojos y no pudo ver la satisfacción que su hermano demostró al recibir esa misión .

Dunstan apoyó la cabeza en la almohada, satisfecho por poder otra vez dormir en su propia cama. Cuando oyó las cuidadosas pisadas de su hermano en dirección a la puerta, súbitamente abrió los ojos, recriminándose por casi haberse olvidado de algo vital.
- Y trae a Marion con vos, Simon - él ordenó.
Pocos días más tarde Dunstan estaba otra vez en su antigua forma. No sentía más dolores y , con el estomago lleno, ya no tenía de que preocuparse. Pero había un problema: todavía estaba lejos de su esposa.
Sin ella Dunstan no se sentía incompleto, oscilaba entre la irritación provocada por una extraña sensación de necesidad y la euforia provocada por la idea de que ella estaba en camino. Podía parecer ridículo, pero quería tenerla al alcance de la mano. ya.
Durante el largo período en que ellos habían sido obligados a pasar juntos, Dunstan se había acostumbrado a la presencia de Marion y ahora quería revivir cada uno de esos días. Era así de simple . Extrañaba esa sonrisa con hoyuelos, quería verla nuevamente , quería oír sus ideas alocadas y sus mentiras delirantes , siempre con ese aire de inocencia y con la pasión con que ella se entregaba a una idea. Extrañaba la forma en que ella discutía con él, levantando un dedo cuando se exasperaba.
Dunstan se quedó con la mirada perdida , disfrutando ese recuerdo. Era muy bueno ser el objeto de atención de Marion. Principalmente cuando ella lo miraba con esos ojos enormes y tan brillantes, incluso le parecía que ella lo adoraba...
Claro que eso no era verdad. Toda esas tonterías dulzonas sobre amor no pasaban de ser eso : palabrerío tonto .Pero si Marion quería hacerle creer que ella lo amaba, quién era él para prohibírselo ? No podía existir nada mejor que ser el objeto de afecto de ella. .. el único objeto de afecto de ella.
Entonces Dunstan frunció el ceño , no le gustaba pensar en el hecho que Marion estuviese rodeada de tus hermanos en Wessex. Tal vez ella los mirase con la misma dulzura... Dunstan resistió al impulso de golpear con su puño cerrado la mesa a la cual estaba sentado. No debería pensar en esas pavadas .

Marion era de él, por ley , por derecho y por posesión . No quería pensar en ella en Campion, recibiendo Simon, el héroe que retornaba al hogar . Era mejor no imaginarla brindándole a sus cuñados esa sonrisa que era capaz de enternecer los corazones más duros.
Dunstan maldijo .
- Qué pasa ? - preguntó Geoffrey, levantando los ojos de los papiros esparcidos encima de la mesa.
Ellos estaban sentados en la mesa del gran salón y Geoffrey examinaba las cuentas del feudo de Wessex, intentando encontrar una forma de reducir los gastos y aumentar las entradas.
- Nada - respondió Dunstan. - Estoy ansioso por el retorno de Simon, sólo eso.
Geoffrey sonrió . No era la primera vez que Dunstan maldecía sin tener un buen motivo para eso. Algo , o más probablemente alguien, atormentaba la mente del Lobo. Geoffrey se recostó en la silla y por algunos instantes se quedó jugueteando con la pluma de escribir que tenía en la mano, preguntándose si Dunstan volvería a hablar de Marion.

Aunque se hubiese se referido a su esposa varias veces, siempre como si actuase por impulso, Dunstan parecía ser reticente a hablar abiertamente de ella. Eso despertaba la curiosidad de Geoffrey . Él jamás había pensado que Dunstan, el más tenaz solitario de sus hermanos de Burgh, sería alcanzado por la flecha de Cupido. Sin embargo, el Lobo mostraba señales inequívocas de que estaba absolutamente enamorado de la pequeña Marion.
Habiendo oído de la boca de Marion la afirmación de que el matrimonio no había sido idea de ella, Geoffrey sentía muchísima curiosidad por ver como sería el reencuentro de esa pareja . Aunque ella hubiese pedido con notable vehemencia que la familia corriese en socorro de Dunstan, eso no significaba necesariamente que amaba a su marido. Por otro lado, Geoffrey no tenía muchas dudas de que Dunstan estaba enamorado de ella. De otra forma, por qué estaría tan inquieto e inaguantable ?
- Cómo es estar casado? - preguntó Geoffrey, procurando no demostrar mucho interés .
Dunstan se rascó la cabeza antes de responder.
- A veces duele como un grano en el culo !
Geoffrey sonrió .
- Es tan malo ?
Como si sólo entonces se diese cuenta de lo que acababa de decir, Dunstan hizo una mueca.
- Querría que Marion estuviese aquí , sólo eso. Este es nuestro hogar... y ella es mi....
Las últimas palabras Dunstan las dijo mirando fijamente a su hermano, como si estuviese amenazándolo .
Geoffrey levantó sus dos manos defensivamente .
- Calma, hermano. No es necesario hablar así conmigo. Todos nosotros aprendimos a querer a Marion , a quererla como s una hermana, nadie mas quiso casarse con ella. No te acuerdas ?
Dunstan estrechó sus ojos, pareciendo intrigado con la afirmación que acababa de oír. De hecho, todos tus hermanos se habían negado a recibir a Marion como esposa.
- Si, lo recuerdo - él dijo. - Pero, por qué? Por qué nadie quiso casarse con ella ? Qué tiene de malo Marion ?
Upa!!... Ahora el Lobo estaba muy ofendido. Aunque Dunstan hubiese mejorado mucho en el trato con sus hermanos continuaba siendo un hombre que no debía ser provocado. después de elegir con cuidado las palabras con que respondería, Geoffrey sólo se encogió de hombros y declaró lo obvio.
- Ninguno de nosotros amaba a Marion.
- Amor! - murmuró Dunstan. - Sólo repites las mismas idioteces melosas que Marion dice. Eso es una tontería .Hablemos seriamente.
Geoffrey respiró profundamente . El Lobo estaba enamorado, sin duda, pero se negaba a reconocerlo. Y obviamente él y Marion ya habían discutido el asunto. Como no quería entrar en una discusión interminable e infructífera, Geoffrey resolvió hablar sin medias palabras.
- Y por qué vos te casaste con ella ?
Dunstan se recostó en la silla y miró a su hermano con una seguridad que llegaba a ser irritante. cuando habló fue como si estuviese dando la respuesta obvia.
- Fue la mejor solución para protegerla de su tío.
- Ah, ya veo ... - murmuró Geoffrey, poniendo la pluma sobre la mesa y juntando los dedos, sin dejar de mirar a Dunstan. - Entonces no sientes nada por ella más allá del sentido de responsabilidad ?
Dunstan arrugó su semblante.
- Por supuesto que siento algo a por Marion. Ella es mi esposa, dormirá conmigo, me dará un hijo...
Súbitamente Dunstan dejó de hablar y se quedó en silencio. Después se levantó y caminó hasta la ventana quedando de espaldas a su hermano. Geoffrey apretó los labios para no soltar una carcajada. Entonces toda esa inquietud e irritación estaban causadas por el deseo que el Lobo sentía por su esposa? Poco después Dunstan retornó a la mesa, caminando de un modo gracioso.
- Basta con este tema ! - él protestó . - Tengo mucho trabajo que hacer.
Sin decir nada, Geoffrey bajó sus ojos a las cuentas. La situación era muy interesante. Apenas podía esperar para ver qué sucedería cuando Marion llegase!

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