viernes, 23 de mayo de 2008

PUREZA ROBADA - CAPITULO 22

CAPITULO 22


Roderick no tenía el menor apetito, ni estomago para soportar la fuerte cerveza de la cual había ingerido en gran cantidad la noche anterior, durante las negociaciones con Lord Bellamy.
Saliendo de la cabaña, caminó hasta el final del claro del bosque , deteniéndose en el borde del bosque de olmos. A través de las copas frondosas, podía ver el cielo nocturno, brillante y sin nubes. Millones de estrellas brillaban como diamantes en un fondo del terciopelo oscuro, pareciendo derramar sobre él una luz bendita.
Sin embargo, el Halcón no se sentía ni bendito ni un feliz recién casado.
Desde su retorno a la corte, raros habían sido sus momentos de privacidad .
Los siempre presentes guardias de Lotario finalmente se habían apartado de sus espaldas. La libertad de esa noche y de las dos subsecuentes le habían sido garantizadas por el mas poderoso de los conspiradores del emperador: Roger Bellamy.
En su imaginación, se veía representando el mismo papel para siempre. Ahora que Lotario había clavado sus garras en la carne del Halcón , jamas lo dejaría libre de nuevo. Roderick de Emory sería mandado de castillo en castillo, de fortaleza en fortaleza, y nunca mas volvería a su tierra natal.
Maldiciéndose por haber sido tan idiota, se vio preso de una trampa, incapaz de avanzar ni de retroceder. Y cómo podría confiar en lady Althealine? Ahora se tornado todavía mas poderoso por los todos los títulos de nobleza que portaba y por la riqueza aportada por su esposa, pero no podía aproximarse a su Thea.
Una rabia impotente hirvió dentro de él , en su cuerpo y en su alma. Qué trama diabólica era esa? Cuál sería la participación de la mujer que había sido manipulado para tomar como esposa en las intrigas de Lotario? La mujer con quien engendraría hijos y a quien había aprendido a amar como jamas había amado a ninguna otra?
Por qué, Dios bendito, ella no era sólo lo que había aparentado ser en esa tarde distante al borde del río Somme: una dulce y simple sierva?
Thea lo había manejado como a una marioneta , y con la habilidad de una cortesana experta había lanzado el anzuelo , que él se había tragado entera, cayendo fascinado y vulnerable a sus pies .
Insultando en voz alta , Roderick avanzó en medio de los árboles , reparando en cuan aislada estaba la cabaña de caza . En esa región de bosques, se hallaban solos y sin vigilancia. Nunca se había sentido tan libre desde que había llegado a Aachen en junio.
Estaban ahora en el tercer día de julio. Una noche de verano, con una brisa perfumada haciendo susurrar la copa de los árboles . El silencio sólo era quebrado por el ruido de los pequeños animales nocturnos, cazando sus presas en medio de los arbustos, o por el silbido ocasional de una lechuza. Ni un solo soldado cerca, vigilando, esperando por el movimiento que probaría que Roderick de Emory era un traidor, como muchos en la corte creían.
Tenía a su disposición dos caballos, fuertes y veloces. Con facilidad podría huir a Sajonia. El problema era que dentro de la cabaña estaba la mujer que amaba y que quería llevar consigo, pero no podía. En el día en que la había liberado en las márgenes del río Somme, él había confiado plenamente en ella.
Todo lo que temía era el sufrimiento que la separación causaría a su corazón enamorado. Dejarla partir había sido la cosa mas difícil que había hecho en su vida.
Pero esa confianza se había evaporado ante la mentira que Thea había mantenido entre ambos, y que ahora usaba como un arma contra él.
— Qué idiota fui! Dejé que tomaran por estúpido una segunda vez!
Irritado, salió del bosque y volvió dentro de la cabaña.
Después de alimentar el fuego , apagó las velas . La escalera al ático era estrecha, y el techo sobre este, muy bajo, lo que lo obligó a subir con el cuerpo doblado . Al llegar a lo alto, palpó la pared , descubriendo que el ático tenía altura suficiente para permitirle mantenerse de pie.
El piso era de tablas de madera rústicas, y el lugar había sido pensado para ser el retiro de un hombre, con todos las comodidades exigidas por un cazador. EN las paredes, se veían colgados trofeos de caza y armas, y el lecho bajo un ala del tejado acomodaría muy bien a dos personas.
Thea estaba acostada, cubierta por un acolchado de plumas de ganso. La respiración tranquilo le reveló a Roderick que ella se hallaba durmiendo profundamente.
Cuidando de no golpearse la cabeza, Roderick se quitó la túnica de terciopelo, el pantalón ajustado hasta las rodillas y las largas medias usadas por debajo . Por último, las elegantes botas de cuero. El agua en la fuente estaba fría. Con el máximo de silencio posible, se lavó de los pies a la cabeza con la ayuda de un paño de lino, después se secó con una toalla suave.
Las cuerdas del colchón chillaron , y el colchón de plumas se hundió con su peso, haciendo que Thea, muy levemente se resbalara junto a él. La respiración de ella ni siquiera se alteró cuando él la abrazó por los hombros .
Cuantas veces en las últimas veinticuatro horas el duque se había hecho a sí mismo una única pregunta: este habría sido el plan de Thea todo el tiempo ? El casamiento había sido su objetivo cuando le había suplicado y había negociado con él en Blackstone… empeñando su palabra y exigiendo la de él ? Y después dejándolo con el corazón partido al borde del río Somme?
Temía que la respuesta era si. Después de todo , Thea era parecida a su padre en muchas cosas. Bellamy también sabía actuar con astucia. En su mente atormentada, el Halcón veía complots por todos lados.
Thea se movió en la cama, volviéndose hacia él y presionando su cara suave contra su pecho . Todavía no había pasado un mes entero desde la última vez que habían hecho el amor. Había sido fuera en la cabina del barco, al anclar en la costa francesa. Una noche de amor agridulce como despedida, vivida sin recriminaciones, palabras de desesperación o de tristeza por la inminente separación a la mañana siguiente. Ambos sabían que los juramentos debían ser honrados.
De repente, en un gesto inconsciente, dictado por la fuerza del hábito de tantos meses, la mano de Thea fue a posarse en el pecho musculoso de Roderick. Una mano suave, diferente de la que él había conocido , áspera por el trabajo rudo en la fortaleza . Esta era la mano de una verdadera lady. El olor también era otro, no el olor agreste de las hierbas que vivía esparciendo por la fortaleza de Blackstone, sino un perfume sutil a agua de rosas, que le embriagaba los sentidos.
Sin poder resistir mas , Roderick le sujetó el mentón y , levantándole el rostro, se apoderó de su boca tentadora. Su deseo por ella era mas grande que nunca. Las brasas que todavía quemaba en su cuerpo se transformaron en una hoguera ardiente que amenazaba con consumirlo por entero.
Impacientes, sus dedos tiraron de las cintas que cerraban la camisa de dormir y se deslizaron por la fina seda hasta encontrar los pechos firmes. Nunca antes había habido entre ellos en la cama una barrera de ropas, ni siquiera en las mas fría noches de invierno. Perdiendo la paciencia con la prenda, Roderick la rasgó de arriba a abajo. Un grito ahogado que escapó de la garganta de Thea mostró que estaba bien despierta. Entonces, en un gesto deliberado, él tiró lejos la prenda dormir rota , diciendo:
— Puedes adoptar la pose de una lady decente en cualquier lado excepto en la cama.
Sin mas palabras, la cubrió con u cuerpo masculino, la boca ávida buscando en los labios sensuales de Thea la única verdad que todavía existía entre ambos: el deseo.
Como un rayo en tormenta de verano, la pasión estalló dentro de ellos, inflamándolos, transformandoles la sangre en pura lava. Pasión , lujuria y un hambre sin limites hicieron que Roderick se sumergiea profundamente en la carne caliente y saciara el deseo mutuo hasta que la primera luz de la aurora penetró en la cabaña. La débil y nebulosa claridad subió hasta el ático, donde Roderick y Thea todavía se encontraban enlazados, después de haber hecho el amor por tercera vez. Abarcando la cara femenina con una de sus manos, el Halcón escrutó las profundidades de aquellos ojos verdes, buscando en ellos una verdad mayor que la da intensa satisfacción física.
Pero la falta de confianza todavía permanecía entre ellos, impidiéndoles revelar lo que sentían el un por el otro.
— Tienes hambre, Rock? — El apodo cariñoso, tantas veces usado en los momentos de intimidad en Sajonia, se le escapó antes que ella se diese cuenta.
— Muriéndome — él admitió. — Ven, vamos a comer algo y a conversar.
Empujando las mantas , Roderick la hizo levantarse de la cama . Sin preocuparse por su desnudez, Thea se colocó una diáfana camisa que era usada por debajo del vestido y que revelaba mas de lo que ocultaba las curvas de su cuerpo, mas generosas ahora por su embarazo. Roderick se puso los pantalones y nada mas . Habría mucho tiempo para vestirse con decoro después .

Thea preparó una excelente comida con los panes y quesos dejados sobre la mesa y con los huevos que encontró en una cesta. Jaleas de frutas y miel completaban el tentador desayuno. Ella, sin embargo, casi no tocó la comida, que Roderick devoró con el apetito de un león. Ella puso mucho cuidado para que su nausea matinal pasase desapercibida.
— Planeas retornar a la corte, Roderick?
— Estoy obligado — él respondió. – la elección es del emperador, no mía.
— Tuviste noticias de Emory?
— Nada que pueda preocuparme . Por la última vez te lo pregunto , por qué hiciste eso , Thea?
Ela se limitó a encoger sus hombros , incapaz, o sin deseo de responder. Con dificultad el Halcón contuvo el deseo de sacudirla para arrancarle la verdad de una vez por todas. Suspirando, Thea finalmente le miró los ojos azules.
— Yo entiendo las reglas que los hombres establecen cuando están en guerra. No te guardé rencor por haberme hecho tu esclava .
Estaban hablando de cosas muy diferentes. Ella, de la aceptación del papel que le había sido establecido en Sajonia. Y él, de la trampa en que se veía preso debido a las intrigas de Thea y de su poderosa familia, junto a la corte.
La mandíbula de Roderick se endureció y él se Volvió hacia la ventana abierta.
— Vayámonos de aquí . Voy a llevarte a tu casa hoy a la tarde.
Thea se dio cuenta que sería inútil discutir. Tan inútil como había sido discutir con su padre la mañana anterior. Sin escuchar sus protestas, Lord Bellamy había colocado delante suyo el contrato nupcial, ordenándole que lo firmase. Y cuando Thea había preguntado qué sucedería si no lo hiciese, su padre, a quien tanto amaba, sin decir palabra, comenzó a quitarse el cinturón que le sujetaba su espada.
Siendo niña, muchas veces, Thea había resistido las órdenes de él , soportando la golpiza que Lord Bellamy consideraba que su rebeldía merecía. Como una mujer adulta, cargando en su vientre al hijo de Roderick, no se atrevió a correr el riesgo. Y, en silencio, había firmado el contrato.
Sacándole la miga a un pedazo de pan, ella preguntó :
— Voy a tener noticias tuyas, Roderick? Vendrás a verme aquí en Landais?
— Vos quieres continuar con esta farsa? Si ese es tu deseo, ve a Aachen. Tengo aposentos particulares en el palacio de Lotario.
Los ojos verdes se abrieron enormemente .
— no puedo. Todos saben que fui raptada por los vikingos y que desaparecí por un año. Quedarán atónitos al ver que fue conmigo que te casaste , cuando era sabido que tu esposa sería Marie. Tener toda esa gente observándome , esperando ver mi estomago crecer , oírlos murmurar a mi espalda ? Cómo puedes sugerir una cosa así ? Después de todo el escándalo causado por Annie de Aachen y de la traición cometida por ella contra vos ! Si no tienes orgullo y pudor , yo si los tengo. No, no iré a la corte. Me Quedaré en Landais, escondida de los chismes maliciosos.
— Entonces vuelve a casa conmigo, vuelve a Blackstone. Infórmale a tu familia de que esa es tu decisión. Estoy harto de las intrigas y de las manipulaciones de Lotario y tu padre. Si les contaste una parte de la historia, Deberías haber revelado toda la verdad .
La linda boca de Thea se abrió con espanto.
— No le dije nada a nadie !
— No mientas, Thea. Desde que llegué a la corte fui presionado a escoger una esposa dentro de tu familia. Y si la elegida eras vos, el emperador se comprometía a aumentar varias veces la dote que ya era inmensa. No te parece Significativo?
— Pero yo no tengo nada que ver con eso — Thea declaró con firmeza. — No lo ves? Si yo hubiese dicho la verdad a cualquier persona de mi familia, vos no estarías vivo hoy? Papá llegó a ir hasta al corte de Luis, en Sajonia, con la esperanza de obtener noticias sobre mí. Estás tan ciego que no consigues ver eso ?
— Por qué no me contaste quién eras?! — él gritó furioso.
— Quién soy yo , después de todo , Roderick? — gritó Thea en respuesta , tan irritada como su marido. Sus dientes apretando la violencia del temblor que la recorría.
De repente, Roderick la abrazó, manteniéndola apretada con firmeza contra su cuerpo, como si no soportase estar lejos de ella.
— Qué diferencia tendría eso ahora , Thea? — susurró, con voz ronca, contra sus cabellos negros. Recordando a la joven ninfa, bañada por los rayos del sol poniente, se vio obligado a admitir p que aunque Thea le hubiese gritado todos los títulos que poseía ,aun así él la habría raptado.
Thea besó su pecho vigoroso, cubierto de vellos dorados.
— Ninguna — ella confesó, dispuesta a admitir la verdad, como él lo había hecho .
Manteniéndola a cierta distancia , el Halcón estudió sus bellas facciones .
— Entonces es así . En nada habría alterado lo que sucede entre nosotros. No me arrepiento de lo que hice. Y ahora, cualquier ofensa hecha a vos en el pasado ha sido reparada.
— Y , en tu opinión, eso hace que el mundo vuelva a estar en orden. El sol naciendo por el este y se poniéndose por el oeste. La vida continua.
— Thea, sabes lo que quiero decir.
— Lo Sé? A decir verdad, me cansé de intentar adivinar el significado de las cosas que vos dices. Qué quieres de mí Roderick?
— Necesito decirlo?
— Es necesario , si. — Thea contuvo la respiración, rezando para que, al menos una vez, él dijese que la amaba. Si eso sucediese, todo volvería a estar bien. En verdad .
— Quiero que vuelvas a casa en Sajonia , Thea. Nunca quise que te fueras de allá, pero te había dado mi palabra , tuve que cumplirla. Fue un momento de debilidad, del cual siempre me arrepentí.
— Porque mantuviste tu palabra, confié en vos. — los ojos de Thea se llenaron de lágrimas, que ella trató de reprimir. Nunca había llorado delante de él y no iba comenzar ahora.
— Y no puedes volver a confiar?
— Esta vez , vos involucraste a mi hermana en tus planes.
— Thea, lo que existe entre Michael y Marie es amor.
Dios los ayude, pero esos dos se casaron por amor.
— No creo en ese tipo de cosas. — con esas palabras, Thea revelaba toda la desilusión que inundaba el corazón.
Soltándole los hombros , Roderick se apartó y se quedó mirando por la ventana.
— Ve a vestirte , Thea. Es mejor que te lleve a tu casa, antes que esta simple discusión se transforme en una guerra ..
— Cómo desees , mi Lord . — Thea volvió a usar el tono de voz inexpresivo, que nada revelaba de sus verdaderos sentimientos.
El tenía razón . Era mejor así.

La única que no quedó sorprendida al ver al duque y a la duquesa de Emory de vuelta tan pronto en Landais fue lady Lilla. Entre los siervos habían hecho apuestas que ninguna noticia vendría de la cabaña de caza hasta que las provisiones de tres días de comida se agotase. Entre los familiares, también existía la esperanza de que Thea hubiese encontrado el amor.
La expresión en los rostros de los recién casados puso fin a las apuestas y a las esperanzas.
Thea fue a refugiarse en su cuarto cuando entró en la fortaleza. Roderick, a su vez, parecía un huésped contrariado, y ni siquiera disimulaba el hecho de que prefería estar en otro lugar. Aun así , respondió educadamente las preguntas de lady Lilla sobre que le había parecido la cabaña.
Una hora después de llegar, el duque partió a caballo hacia Longervais, para continuar su inspección en las defensas del castillo .
Buena parte de la noche él la pasó en compañía de Lord Bellamy, discutiendo y preparando un informe sobre los modificaciones a ser hechas en las fortificaciones, que sería presentado después al emperador.
Thea descendió para la cena todavía mas callada y seria que antes. Se retiró poco después acompañada por su marido. Por la mañana , Roderick se levantó muy temprano y salió antes que las damas descendiesen para la comida matinal.
En el salón , mientras comían , Lilla miró a Thea con preocupación maternal.
— Me gustaría hablar , Thea, o vas a continuar guardándote todo ?
— No hay de que hablar, mamá .
Lilla sabía por experiencia pasada que era inútil insistir e intentar persuadir a su hija. La niña rebelde se había transformado en una mujer terca y temeraria.
El estado del espíritu en la fortaleza se transformó de repente, cuando Marie y sir Michael retornaron a Landais, poco antes del mediodía.
Realmente eran una pareja de luna de miel que todos esperaban ver. La felicidad que Lilla tanto quería ver en sus hijas se hallaba presente en el rostro de Marie. La madre se consoló con el hecho innegable de que por lo menos uno de las uniones había valido la pena.
Después de eso, Landais entró en una actividad frenética , con los preparativos para la partida de Marie y Michael a la corte de Aachen al día siguiente. La agitación sacó un poco de la atención de la desesperación en la que Thea se hallaba sumergida.
También los objetos que formaban parte de la dote de las dos muchachas estaban siendo embalados, porque el primero de los barcos de la flota de Lord Bellamy ya se encontraba en el estuario del río Somme, listo para zarpar hacia Sajonia, tan pronto como recibiese su carga.

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