domingo, 25 de mayo de 2008

PUREZA ROBADA - CAPITULO 25

CAPITULO 25

Impacientemente , Roderick se libró del peso incómodo de su armadura de combate, dejando caer sobre la alfombra las pesadas piezas. Después , llamando a una sierva que pasaba por el corredor, ordenó que le fuese traída una bañera con agua caliente , y que la temblorosa criada fuese hasta el cuarto de Michael y lo arrancase de la cama si fuera necesario , sin importar que tipo de actividad él estuviese haciendo.
Poco después el Halcón se sentaba en la bañera de madera, pensando en el curso de acción a ser seguido. Tomando una decisión, se levantó de repente, y vistiendo sólo una fina túnica de lana y pantalones de malla, se calzó sus botas mas livianas y flexibles, adecuadas para cabalgar.
Un golpe sonó en la puerta, fue abrir, con la certeza de que era Michael. Para su asombro, se trataba de lady. Lilla.
— Mis criados me dijeron que parecía enojado. Espero que no sea con nuestra hospitalidad . Hay algo que desee y que yo pueda proveerle ?
Roderick estudió el bello rostro de su suegra y los ojos azules, sabios y leales, y resolvió que podía confiar en esa mujer decidida.
— No hay nada que desee, mi lady, a no ser dejar estas tierras y volver a mi feudo, donde mi presencia es tan necesaria.
Las facciones todavía jóvenes expresaron confusión.
— Y qué se lo impide, mi Lord ? Espero que no sea mi tonta hija Marie. ella no ve nada mas allé de su propia nariz.
— No. Por mas afecto que tenga por mi cuñada, y por mas valiosa que sea mi amistad con Michael, no es la felicidad de los recién casados lo que me impide partir. Son las maquinaciones de Lotario que me mantienen preso en esta trampa.

— Ah, el viejo zorro … — suspiró lady Lilla. Mirando la puerta que había dejado abierta, agregó: — La noche está tan agradable! Le gustaría acompañarme en un paseo a los jardines ?
— Sería un enorme placer — respondió Roderick, apreciando cada vez mas a su suegra.
En medio al perfume del rosedal, ella le sonrió a su yerno.
— Por alguna razón , Roderick, pareces menos perturbado ahora que la última vez que te vi.
— Si , madame. estoy bien mejor ahora, a pesar de todas las trampas y ardides de Lotario para retenerme en Francia, impidiéndome volver a mi país.
— Puedo confesarte una cosa? —Roderick afirmó con la cabeza ,y Lilla prosiguió: — Sabes, nunca fui muy amiga de la vida en la corte y, aunque deba obediencia a nuestro emperador, no siempre sus métodos me agradan. Para mí, la felicidad de mi marido y la de mis hijos van en primer lugar. Siempre que no traicione a mi país o a mi monarca, procuro siempre vivir de una manera diferente de la mayoría de las mujeres de mi posición. A pesar de estar en el campo la mayor parte del tiempo, estoy enterada de los acontecimientos de la corte, ya que Roger me cuenta todo lo que no sea secreto de Estado. No me gustó que el emperador te ocultase por tanto tiempo la existencia de tu hijo, el niño de nombre Eric, y que ahora lo esté usando como un arma para asegurarse tu lealtad, en caso que Luis resuelva atacar a Francia. En mi opinión, vos ya probaste , incontables veces, esa lealtad a nuestro emperador. Y no es justa la manera en que él te viene tratando.
— No tengo quejas para hacer, mi lady — Roderick respondió, cauteloso.
- Puedes confiar en nosotros, hijo. No hay traidores en Landais. y me gustaría poder ayudarte. Creo que ya sufriste demasiado en la vida, y mereces alcanzar la felicidad .
— Le Agradezco, madame, mas no hay mucho que pueda hacer.
Lilla permaneció un instante en silencio, considerándolo, pensativa.
— Sabes — habló finalmente -, me gustaría verte gastar mas energía intentando descubrir lo que se pasaba por la cabeza de Thea. Me Siento culpable . Quería tanto que la unión de ustedes fuese compatible!
Girando el rostro, el Halcón se puso a mirar un cantero.
— Creame , mi lady, Thea y yo somos por demás compatibles.
— Lo Son? Por mas que intente, no consigo ver a Thea como una traidora. Ella siempre fue tan honesta y leal… Si fuese una persona tan despreciable, con certeza yo habría percibido esos rasgos en su carácter. Sabes, ni siquiera una vez ella habló una palabra desagradable respecto a vos . — Su ceño se frunció con preocupación, y ella miró a Roderick durante algún tiempo, buscando una pista que fundamentase sus conclusiones. Pero las bellas facciones nada revelaban. Suspirando, ella continuó : — hay una cosa que me viene perturbando desde que Thea se fue. Al partir, ella llevó se un frasco de cada tipo de medicina , que yo tenía preparadas. Y ahora, vos dices que necesitas volver a tu feudo porque … Cómo fue dijiste ...?
— Sólo dije que mi presencia es necesaria junto a mi gente.
— Han habido muertes?
— Si. En el censo de verano enviado por la abadía constan doce muertos.
— Y eso es normal?
— Para gente robusto y saludable como la mía, no.
— Lo sé. — Lilla tenía ganas de sacudirlo para ver si le arrancaba mas información. Pero Roderick era mas cerrado que una tumba. Resolvió entonces agarrar el toro por las astas y expresar sus propias conclusiones. — Lord Emory, puede haber sucedido que Thea no haya traicionado nuestra confianza ? Vos sospechas , como yo , que ella partió hacia su feudo en Sajonia? Quien sabe, quizás un mensajero te fue a buscar a vos a Aachen, y fue encaminado, hasta aquí, encontrando sólo Thea y le contó las terribles noticias? En un caso así, Thea consideraría su deber el actuar en tu lugar, como la duquesa de Emory y podría haber partido con el mensajero? Ella sería capaz de una actitud así si creyese ser necesaria, todavía mas pues tiene conocimientos en el arte de curar enfermos.
Como la mente ágil de esa mujer y su intuición femenina la habían colocado en el camino correcto para alcanzar la única conclusión posible La premonición continuaba alertándolo; " Debes volver a casa, a casa". Pero ese era un hecho que necesitaba permanecer en absoluto secreto debido a Lotario.
— Para terminar, Lord Roderick, estoy segura que mi Thea jamas lo traicionó . Ella siempre tuvo el mas amoroso y leal de los corazones.
Los ángulos de la boca de Roderick se levantaron en una sonrisa reticente.
— Thea es la mujer mas valiente que conozco, mi lady. Si me atreviese a concordar con la descripción hecha por su intuición de madre, me veré obligado a hacer una confesión.
— Una confesión?
— Si. Una consciencia culposa siempre perturba hasta el alma mas empedernida. He reflexionado sobre ciertas suposiciones, creyendo que podría dejar este país, y que el pasado ya no significaría nada mas.
— Me temo no estar entendiendo. Estará refiriéndose a Thea por casualidad?
— Todavía está convencida de que Thea se enamoró de del vikingo que la raptó? — Viendo el pudor u la vacilación de Lilla, Roderick insistió : — Por favor, es muy importante que me diga la verdad .
— No quería herirlo o ofenderlo , haciendo de nuevo esa afirmación, mas si, Thea lo ama de verdad . Pero, al contrario de mi marido, no creo que ella haya traicionado los votos matrimoniales.
— Estoy segura que Thea no lo hizo , mi lady. El honor de Thea es incuestionable. Ese honor la protege y se irradia de ella de forma que todos lo puedan ver. Hasta un idiota bárbaro como yo, incapaz de ver lo que estaba todo el tiempo delante de mis ojos.
El hecho de que Roderick estuviera sonriendo al hablar hizo que lady Lilla lo mirase con sorpresa . Enderezándose , ella lo estudió de pies a cabeza.
Con una voz casi neutra, susurró:
— Thea ama al vikingo con todo su corazón. Alguien le dijo alguna vez, mi Lord , que podrías ser confundido con algún pariente de Ragnar Ladbok?
Roderick soltó una risita nerviosa .
— Espero que mi educación sea mejor que la de él.
— Ah, de eso no quedan duda. Pero tienes el mismo tipo físico de un vikingo: alto, fornido y rubio. Es mucha coincidencia, no te parece? Algo como para pensar. Thea no me dijo nada. Y sabes que ella acostumbraba a contarme cada pensamiento que se le pasaba por la cabeza? Y hay una cosa mas , mi Lord , negociaste dura y largamente por una esposa cuya virgindad no podíamos asegurar , y que hasta podría estar esperando un hijo de su captor, rechazando a una candidata que era virgen y con una dote también valiosa. Roderick, estoy dando en el clavo ? Vas a confirmar mis sospechas, o a dejarme especulando por años?
Demasiado prudente como para quedarse esperando la respuesta, lady Lilla dio la espalda a su yerno y comenzó a caminar por la alameda de piedras redondas. Junto a una pequeño árbol ella se detuvo y, sonriendo, extendió una mano al sajón, esperando que viniese a acompañarla.
— Ven, Roderick de Emory. Tenemos que arreglar tu partida segura de Landais. Ven conmigo.
Ya casi llegando al solar, Lilla volvió a pararse. Mirando los ojos muy azules, que nada confirmaban o negaban en relación a sus sospechas, ella habló:
— Tengo una pregunta mas que hacer y espero que esa pueda ser respondida. Amas a mi hija?
Roderick se quedó callado durante algún tiempo, mirando el rostro ansioso de su suegra. Después , en tono suave, pero firme, respondió:
— De todo corazón. Thea es mi vida.
Cerrando los ojos, lady Lilla emitió un profundo suspiro de alivio y de felicidad .
— He rezado por eso Todos los días. Gracias, Roderick. Que Dios te acompañe junto a ella.
Emocionada, la madre de Thea llevó un pañuelo de lino a sus ojos, aprovechando la pausa para recuperar su compostura.
— Ahora que nuestra reunión familiar terminó, el salón fue ocupado por los hombres del emperador. Debo cuidar que ellos tengan una buenas y larga noche de sueño. Además, se la merecen . Deja todo por mi cuenta, hijo.