domingo, 11 de mayo de 2008

PUREZA ROBADA - CAPITULO 7

CAPITULO 7



Aproximándose , Elspeth pasó el brazo por los hombros de Jesse, consolándola . Al mismo tiempo, se dio vuelta irritada hacia Thea:
— Por qué no te muerdes la lengua? No tienes derecho a decir todo lo que se te pasa por la cabeza. Vas a terminar atada a un poste y azotada, si es eso lo que quieres, hazlo, pero no nos arrastres con vos . Controla tu lengua , tonta!
— Tonta, yo ? — Thea abrió los ojos, aturdida con las palabras duras de la siempre serena Elspeth. — Y vos? Vas a dejar que el Halcón te convierta en su esclava?
— Y cómo voy a impedir eso ? — La irritación de Elspeth aumentó ante la falta de comprensión de Thea. En tono firme, prosiguió: — Ya no importa quien eras antes de ser capturada. Ahora eres una esclava de un Lord feudal . él hará con vos lo que quiera. Todo lo que te queda es someterte a su voluntad . Tus propios deseos no cuentan mas . Por lo tanto , trata comportarte como una persona adulta, muchacha.. en cuanto a mí, sólo planeo continuar viva, con un grillete de esclava o con el mas fino colar de perlas .
— Oh, Elspeth, no vamos a discutir entre nosotras. — Jesse se apresuró a secar sus lágrimas. — Vamos a ocuparnos de la limpieza, como el Lord ordenó. Tenemos que permanecer unidas. Ven, Thea. — Tomando la mano de ella, comenzó a llevarla fuera del salón .
Con una última mirada al rostro sabio y triste de Elspeth, Thea siguió a la joven pelirroja hasta el patio con piso de piedras.
Junto al pozo de agua , encontraron grandes baldes de madera. Mientras Jesse los llenaba con agua fresca, Thea abrió la falda , examinándola cuidadosamente con la luz radiante del sol.
Aun siendo uno de sus vestidos mas viejos, cuando se lo había puesto para trabajar en los preparativos para el banquete de Andrea él tenía una bella apariencia. Las flores amarillas y rosas, bordadas sobre la muselina blanca, eran lindas. Nadie con un poco de sentido común lo consideraría el vestido de una sierva.
El Halcón debía saber eso. Había sabido muy bien lo que estaba haciendo cuando la había seducido a bordo del barco. Había actuado premeditamente , para privarla de la protección a la que tendría derecho como una dama de la nobleza. Dónde encontraría un caballero que defendiese su virtud , su ya no poseía ninguna?
Oh, Roderick de Emory le había tendido una trampa y la había ejecutado con toda maldad !
Angustiada, Thea tomó uno de los baldes y volvió al salón . Se arrodilló , comenzó a fregar el piso , sin preocuparse con lo que sus compañeras estaban haciendo.

La mirada de Roderick se fijó en el campo de papas . Parecía en excelentes condiciones, listo para ser cosechado. Si no hubiese partido en ese última y maldito viaje, la cosecha habría comenzado semanas antes. Pero había visto obligado a llevar algunos hombres necesarios para esa tarea para servir como tripulantes.
Los que permanecieron en el feudo poco habían hecho en su ausencia. Se quedaron a la espera de sus órdenes , en vez de tomar la iniciativa. Los Manzanos y los perales se encontraban cargados con frutas maduras. Sólo él tenía ojos para ver esas cosas ?
Decidió entonces que su primera medida, ahora que las murallas estaban concluidas, sería enviar hombres para trabajar el huerto.
Con tantos problemas, era difícil alegrarse con su vuelta al hogar. Tanto mas fácil sería partir y dejar todo eso atrás …
Podría volver a servir al emperador y recuperar en los campo de batalla los honores perdidos en el torneo. Luchar le proporcionaría el medio para que él y toda su gente sobrevivieran . Además , eso era lo que mejor sabía hacer. Nadie lo igualaba en todo el imperio. Gregoire de Merrault sólo lo había derrotado debido a la gran pérdida de sangre sufrida por el traicionero ataque preparado por Anne de Aachem.
En Emory, qué le quedaba? Nada, mas allá de un feudo arruinado y un contingente de tres caballeros, veinte escuderos y media docena de pajes. Había despedido a todos los guerreros, por falta de medios para mantenerlos del modo al que ellos estaban acostumbrados en la corte del emperador. Y ahora, para completar el cuando, había agregado el peso de sesenta bocas mas para ser alimentadas durante el riguroso invierno.
Con súbita decisión, forzó a sus pensamientos a tomar un rumbo. Necesitaba visitar a Michael, todavía en su lecho. La herida había estaba sanando , pero pasarían semanas hasta que su amigo recuperase su antigua vitalidad . Tal vez pudiese persuadirlo de tomar una fuente de caldo esa noche. Tenía que cuidar de él. Nadie mas pensaría en eso.
Cuando el sol comenzaba a esconderse detrás de las altas montañas, Roderick volvió a la torre. Pero antes dio una vuelta completa, examinando la muralla recién terminada.
Llegó a los enormes portones de hierro, que con un ingenioso mecanismo, formado por roldanas y cadenas , podía levantarse y bajarse de acuerdo con la necesidad , y lo analizó , considerando un ataque enemigo. Como único acceso al interior de la torre , era sin duda el punto mas débil . La torre y el conjunto de edificaciones que la rodeaba, así como l a villa, con sus casas y la abadía, estaban asentadas sobre un lecho de granito. Inviolable.
El puente levadizo que atravesaba el foso resonó bajo los cascos de Cesar, el caballo de guerra predilecto de Roderick.
Cuando el duque entró en el patio, el encargado del establo vino a saludarlo y a tomar las riendas del animal.
— Cómo están las cosas por aquí, Heinz? — el Lord preguntó , con interés .
— Todo bajo control, mi Lord .
— Hay comida suficiente para los caballos?
— Hasta demasiado, mi Lord . No se preocupe. — El viejo encargado que había visto crecer a Roderick, habló con genuina afecto. — Su Gracia está demasiado preocupado y con demasiada carga en sus hombros .
— No hay otra persona para hacerse cargo de eso .
El duque siguió a Heinz adentro del establo, verificando satisfecho que el lugar continuaba en el mas perfecto orden. A pesar del número reducido de caballos y de la pequeña cantidad de arreos y sillas de montar , todo estaba limpio y bien cuidado.

— Si, pero mi Lord es demasiado joven para vivir siempre tan serio.
En silencio, Roderick se dirigió al gran garañón gris. El animal relinchó, desafiante, y no se aproximó para ser acariciado. Después de los excelentes cuidados del viejo encargado , parecía repuesto de los males causados por el viaje. Al día siguiente, el Halcón decidió , comenzaría a domar ese bello animal.
Después de elogiar con sinceridad el trabajo del siervo, salió del establo, encaminándose al pozo en el centro del patio. El barro que acostumbraba a cubrir las paredes del pozo había desaparecido. La superficie del agua brillaba con los último rayos del sol poniente.
— Increíble ! — él exclamó admirado. Después bajando el balde, se sirvió agua, arrojándola sobre su cuello, su cabeza y sus brazos.

De repente, una recuerdo agradable se le ocurrió . Por qué continuar a lavándose de forma tan precaria en el pozo, cuando contaba con una excelente casa de baño?
En el pasado distante, Blackstone había sido un puesto romano . Había vestigios de la presencia de los romanos por toda la región, pero la prueba indiscutible eran las termas alimentadas por corrientes de agua caliente subterráneas, entubadas y conducidas hasta una piscina diseñada por los ingeniosos romanos.
Sin embargo, antes de la llegada de esos invasores, los primitivos sajones ya conocían las fuentes termales, que utilizaban para satisfacer su afición por los baños frecuentes.
Las termas habían sufrido daños mayores que la torre en manos de los bárbaros vikingos. El techo había desaparecido , y una buena cantidad de piedras y hojas secas cubría el fondo de piscina.
Yendo al borde, Roderick se agachó y comenzó a retirar la basura con una pala traída del depósito de herramientas.
La noche había caído casi por completo cuando él finalmente consiguió que el agua caliente corriese por la canaleta de alimentación, llenando el fondo de la piscina. Satisfecho, el Halcón se desvistió y dejó que el agua le cayese por todo su cuerpo musculoso, perfecto como el de un dios griego. Después de frotarse con ganas y placer, se apartó del chorro agua, teniendo cuidado de tapar el agujero de desagotamiento con un pedazo de cuero dejado allí para ese fin. A medida que la piscina iba llenando, una nube de vapor se formaba, calentando el ambiente.
Después de vestirse, Roderick guardó las herramientas que había estado utilizando y se dirigió al gran salón . Cuanto mas se aproximaba, mas firmemente su maxilar se apretaba. Que Dios no permitiese que la primer noticia que recibiese fuese ala desaparición de Thea.
Por la falta absoluta de velas, antorchas eran usadas para iluminar el salón . De noche, sólo una permanecía encendida en el soporte de hierro cerca de la escalera, para que nadie sufriese un accidente fatal al subir o bajar los escalones de piedra.
Entrando, el Halcón verificó que el enorme aposento se hallaba bien iluminado por la luz de ocho antorchas, colocadas en soportes al lado de la mesa del Lord del castillo . Un acogedor fuego crepitaba en la enorme chimenea, donde se podría asar un buey entero.
La mesa de madera había sido pulida y lustrada hasta brillar con el reflejo de la luz, y sobre ella se veían jarras y platos de estaño, todos inmaculadamente limpios.
— Buenas noches, mi Lord . — con un salto ágil, un paje vino a saludarlo. — Voy a avisar a la cocinera que Su Gracia llegó.
Azorado, Roderick quedó mirando el piso sin una manchas y sin polvo . Después , encontró a sir Deitert y al joven Ben, sentados en la escalera.
— Qué están haciendo ahí? — preguntó , apenas creyendo en lo que veía. Desde el tiempo de lady Brunilde, su madre, no veía tanta limpieza. Parecía un milagro.

— No queríamos arriesgarnos a ensuciar el piso antes que vos lo vieses.
EN ese momento, la puerta que llevaba a la cocina fue abierta, y un delicioso aroma de comida penetró en el ambiente.
— Debo admitir , mi Lord — intervino sir Deitert -, que su llegada está haciendo que todo funcione de un modo que yo nunca conseguí.
La atención del Halcón se volvió hacia la puerta de la cocina, de donde había salido la vieja Armina, cargando una pesada u humeante bandeja. Detrás de ella venía Elspeth quien demostraba ser tan eficiente como confiable.
— Haga el favor de sentarse, mi Lord , para que puedan comenzar a servir — Armina se quedó aguardando con cara de pocos amigos, curvada pr el peso de la bandeja. Hacia mucho que Roderick había dejado de molestarse con los modales rudos de la vieja criada. Armina había sido la enfermera de su padre y, con su avanzada edad , vivía atormentada por la artritis.
Roderick se instaló sin la menor demora en un banco, con sir Deitert y Ben a su lado. sólo entonces las dos mujeres se aproximaron para servirlo.
Una de las bandejas contenía pescado asado, relleno con cereales y acompañado con hierbas de exquisito sabor. El aroma que emanaba del plato era delicioso. La otra bandeja traía un guiso de porotos y lentejas, con un caldo espeso de aspecto delicioso.

— Dios , esto es un banquete! — exclamó Ben, sirviéndose una jarra de cerveza, traída a la mesa por Jesse.
— Quién preparó esta comida? — preguntó el Halcón .
— Todas nosotras — Jesse se apresuró a responder, encantada con la sonrisa encantadora que había surgido en los labios siempre austeros del joven Lord . — Pero fue Thea quien pensó todos los platos.
— hay mas ?
— Haremos mas si ese es su deseo, mi Lord — respondió Elspeth, cautelosa. en sus experiencias anteriores, había descubierto que era mejor dejar que el amo pensase que había mas comida que revelarle que su despensa estaba muy mal provista. Había sido una lucha conseguir esos pocos alimentos a la mesa.
— No estaba pregunto por mí, sino por ustedes . Necesitan comer también . Ahora, responde: donde está Thea? Ya huyó a los bosques?
— No , mi Lord . Está en la cocina — fue la respuesta calma de Elspeth.
— Ve a llamarla — Roderick ordenó a la pequeña Jesse. La joven salió corriendo, mientras , en su puesto, la vieja Arnina rezongaba bajito contra la bruja de cabellos negros.