viernes, 22 de mayo de 2009

LA CAPRICHOSA - LYNSAY SANDS - CAPITULO 13

CAPITULO 13




- Cálmate, Murie, explícame todo mas lentamente - dijo Emilie cuando Murie entró como un huracán en el cuarto lanzando un montón de frases inconexas. - No entendiendo nada. Qué pasa ? Balan halló una cruz en tu cuarto? Es eso?
- Si ... no... si... - Murie balbuceaba. - La noche en que soñé con el hombre con quien debería casar, encontré una cruz en el piso del cuarto . En ese momento no le di mucha importancia. Me imaginé que pertenecía a alguno de los criados o que se había caído en el corredor y se había enganchado en el borde de mi falda.
- Entiendo. Y entonces?
- Hoy a la mañana, cuando Balan se vestía, encontró la cruz en el piso. ..
- En el piso ? No me digas que no tuviste el cuidado de guardarla.
- Claro que no. La puse sobre una cómoda, pero se enganchó con mi chal y se cayó cuando Cecily lo agarró . De cualquier manera, lo importante es que Balan dijo que era de él, entendiste? Y lo dijo como si fuese la cosa más natural del mundo, se colgó la cadena y salió del cuarto .
- Ah, ya sé ! Es una cadena con una cruz que él siempre usa. Es una joya que recibió de su padre.
- Emilie, no te da cuenta de lo que pasa ? La cruz pertenece a Balan y estaba en mi cuarto poco después de que yo soñé que él me besaba! Entiende lo que pasa?
Su amiga se quedó pensativa por un momento.
- Mi Dios... - murmuró instantes después. - Crees que aquello no fue un sueño, sino que Balan realmente estuvo en tu cuarto y que te besó estando vos en la cama ... Oh Dios será un escándalo! El escándalo del año !

- Exactamente - respondió Murie. - No hubo tal sueño ni nada parecido . Ahora estoy segura que Balan estuvo en mi cuarto aquella noche . Él me engañó, entró subrepticiamente mientras yo estaba dormida y vulnerable. Pero por qué él haría una cosa así ? Cuál era su propósito?
- No lo sé , Murie...
- Yo nunca lo había visto antes. Por qué él vendría a besarme en medio de la noche? Crees que Balan sabía que yo estaba siguiendo una superstición y aprovechó la ocasión?
- Ah, no. Creo que una cosa no tiene nada que ver con la otra.
- Entonces , por qué ? Por qué razón un extraño vendría a besarme en medio de la noche?
- Tal vez estaba borracho y acabó entrando en el cuarto equivocado. Entonces te vio acostada durmiendo y no resistió la tentación de besarte.
- No, no. Cecily me dijo que vio a Balan merodeando por los corredores esa noche. El hecho no me llamó la atención, cuando ella me lo contó. Pero ahora, pensándolo bien. .. estar rondando justamente cerca de mi cuarto... eso no cierra con alguien que está borracho y acaba entrando en otro cuarto por error, no crees ?
- Cálmate, Murie. No reacciones ciegamente ni te apures, te lo ruego . Debe haber una buena explicación para eso.
- Ah si? Qué tipo de explicación?
- No lo sé todavía y vos tampoco lo vas a saber sino se lo preguntas directamente a Balan.
Murie miró a su amiga y se quedó en silencio, buscando ordenar sus pensamientos.
- Es exactamente lo que voy a hacer - Murie afirmó finalmente. - Voy a preguntarle si estuvo en mi cuarto esa noche y por qué hizo eso.
- Perfecto. Vas a ver como todo quedará esclarecido.
- Así lo espero - Murie respondió , saliendo de los aposentos de su amiga y cerrando a puerta con cuidado detrás de sí.
Tenía que hablar con Balan respecto a todo eso. Si su marido la hubiese engañado, el asunto se pondrá todavía más serio y delicado. La noche de bodas había estado repleta de juramentos de amor, y no se sentía con derecho a dudar que su marido se había casado por amor.

De cualquier forma debía actuar con máxima cautela. Después de todo estaban oficialmente casados y nada, mas allá de la muerte, podría romper esa unión .
Como siempre hacía, antes de cualquier decisión crucial, Murie salió al jardín para caminar. Nada como un largo paseo, respirando el aire puro de la mañana para calmarse y decidir cuál sería la mejor estrategia a seguir.
También había planeado pasar por la capilla y rezar para que las respuestas de Balan fuesen aceptables. La última cosa que deseaba era descubrir que en vez de estar con un noble caballero, se había casado con un hombre traicionero que se había aprovechado de la superstición de Santa Inés para poder casarse por un mero interés económico.


- Balan! Tenemos problemas! Murie ya sabe de todo!
- Sabe ... qué? - Balan interrumpió la práctica con Reginald para prestar atención a los gritos de su primo quien corría en su dirección .
- Rlla ya sabe que estuviste en su cuarto esa noche - le explicó Osgoode absolutamente fuera de sí . - Ya Sabe que lo del beso no fue un sueño.
- De qué están hablando? - Reginald quiso saber. Balan no respondió . Intrigado, Reginald apenas frunció la frente .
- Y aun así ella aceptó casarse conmigo?
- Sucede que ella lo descubrió esta mañana - continuó Osgoode. - No encontraste tu cruz en el piso del cuarto ?
- Y qué hay con eso?
- Ella había visto esa cruz al día siguiente del sueño. Debes haberla perdido esa noche durante la pelea con Malculinus.
- Ah, está pasando algo . Exijo explicaciones - intervino Reginald nuevamente. - Qué historia es esa de la pelea con Malculinus? Se pelaron dentro del cuarto de Murie?
Irritado, Balan resolvió contarle rápidamente a su amigo todo lo que había sucedido aquella noche. Cuando terminó, Reginald sacudió la cabeza con aire solemne y se dirigió a Osgoode.
- Entonces estás diciendo que Murie ya sabe que Balan la besó de verdad y no en un sueño?
- Eso mismo.
- Mi Dios, esto es muy serio, Balan - continuó Reginald. - Murie se va a poner furiosa si sospecha que la engañaste. No sólo ella, el rey también va a contrariarse gravemente. Pero dime, Osgoode, cómo te enteraste que Murie descubrió todo? Ese chisme ya corrió por toda la corte?
- No, creo que no. Me enteré porque mandé a mi paje seguir a Murie esta mañana sólo para estar seguro que Malculinus y su hermana no estaban preparando alguna otra treta . El muchacho vio a Murie entrar al cuarto de tu esposa y oyó la conversación detrás de la puerta. En seguida, vino corriendo a contarme todo.
A Reginald no le gustó mucho que saber que el criado de Osgoode escuchaba conversaciones en sus aposentos. Pero Balan estaba aun más molesto por las noticias traídas por el muchacho.
- Basta de mandar a tu criado a perseguir a mi mujer! - le dijo para Osgoode. - Murie es mi esposa y no necesita ser vigilada ni seguida por nadie .
- Por lo visto si se necesita eso . Si el paje no la hubiese seguido, no sabríamos del problema que está sucediendo, verdad ?
- Es verdad - concordó Reginald.
- Basta de pelear entre nosotros, ahora queda por saber cómo resolveremos el problema - Osgoode decidió.
- Nosotros? - repitió Balan. - Por qué nosotros? La solución solamente debe ser mía.
Osgoode agarró a su primo por el brazo.
- Balan, debes contarle a ella lo que Lauda y Malculinus estaban planeando. Es la única forma de hacerla comprender que no queríamos engañarla, sino protegerla de una trampa.
- Creo que Osgoode tiene razón - dijo Reginald. - Murie debe estar muy confundida. Nadie mejor que vos para calmarla.
Balan miró a los dos hombres con una expresión de desaliento.
- Y si ella no cree en mi palabra?
Lo más probable era que no le creyese. Reginald y Osgoode concordaron.
- Qué planeas hacer?
- Simplemente admitir que estuve en el cuarto de ella esa noche - Balan respondió con simplicidad.
- Por Dios, no te da la cabeza para inventar una excusa? Puedes decirle que estuviste allí en otro momento, que entraste por error, cuando el cuarto estaba vacío y que no sabías de quien era el aposento?
- Nada de eso. No voy a mentirle a mi mujer. Un matrimonio que comienza con mentiras está destinado a ser un desastre.
- Entonces, qué explicación le vas a dar?
- No voy a darle ninguna explicación. Quizás al principio creo ella no me crea. No voy a mentir. Una esposa debe confiar en su marido y Murie sólo podrá hacerlo cuando me conozca mejor. Con tiempo y convivencia, ella se dará cuenta qué clase de persona soy. Sólo entonces me ganaré su confianza y sólo entonces podré contarle toda la verdad sobre esa noche.
- Ay, primo. Lo lamento, pero tu matrimonio no comenzó nada bien - dijo Osgoode sacudiendo la cabeza .
-Concuerdo - Reginald afirmó. - Siendo así, sugiero que te lleves a Murie lejos de la corte y cuanto antes. No demores mucho , no sería bueno que el rey se diese cuenta que Murie está triste en los primeros días de matrimonio. No sería nada conveniente atizar la ira del rey .
- Lo sé , pero cómo justificar una partida repentina? Todos esperan que nos quedemos aquí por lo menos una semana más - retrucó Balan.
Reginald se rascó la cabeza pensativamente.
- Bien, yo podría ir a hablar con Murie. Decirle que estoy preocupado por Emilie por hallarla un poco cansada y decirle que temo por su salud y la del bebé . También puedo decirle que quiero llevarla inmediatamente de vuelta a casa para que pueda descansar - sugirió Reginald.
- Si , pero quién nos garantiza que Murie aceptará marcharse?
- Vamos, las dos son unidas como hermanas - Reginald replicó . - Emilie está decidida a quedarse aquí hasta que vos y Murie partan. De la misma forma, imagino que Murie va a aceptar marcharse si nosotros partimos más temprano. También puedo sugerir que hagamos el viaje juntos hasta mi propiedad, solicitándole ayuda en caso Emilie tenga algún problema de salud. Qué creen ?
- Parece una buena idea. Así resolvemos mi caso y el tuyo. Noté que estás un tanto receloso respecto a la salud de Emilie.
- es cierto . A pesar de que ella afirma que está bien, se cansa con mucha facilidad.
Balan colocó la mano sobre el hombro de su amigo y sonrió . El trato estaba cerrado.
- es una idea excelente! - exclamó Osgoode. - Emilie estará tranquila en tu casa y Murie bien lejos de aquí hasta que vos puedas aclarar todo, Balan.
-Y por supuesto que Murie y vos están invitados a pasar unos días con nosotros antes de continuar viaje - agregó Reginald.
- Creo que voy a aceptar la invitación . Sé que a Murie le va a gustar. Sólo espero que el rey no se extrañe por nuestra partida repentina. Voy a tener que pensar en una forma de abordarlo con mucha sutileza.
- Exacto - Reginald y Osgoode concordaron.
- Ahora vamos a tomar algo. Pienso mejor cuando tengo una jarra de cerveza en la mano - Balan dijo, riendo.



Caminando por los corredores en busca de su marido ,Murie oyó voces conocidas viniendo desde el salón de esgrima. No demoró mucho en darse cuenta que eran Balan, Osgoode y Reginald hablando en voz alta.
Si sospechaba que su marido la había engañado , nada mejor que oír a escondas lo que él hablaba con sus amigos. Quizás así evitaría un conflicto innecesario.
Por suerte, había encontrado una columna idealmente localizada al lado de la puerta abierta y desde allí oyó toda la conversación sin ser vista. Ahora que los tres ya se habían apartado, Murie salió de su escondrijo sonriendo. Siguió el mismo camino que los hombres habían tomado, manteniendo una distancia considerable para no ser vista. Emilie, como siempre, tenía razón . La verdad no era tan mala como había imaginado.
Quien la había engañado no había sido Balan, sino los hermanos Lauda y Malculinus. Murie se estremeció, pensando que podría haber sido besada por Malculinus durante " el sueño" y con eso ser forzada a casarse con ese lord traicionero. Volvió a sonreír, agradecida porque Balan la hubiese salvado de ese triste destino. Estaba exultante. Su marido era un buen hombre, qué alivio !
Le gustaría poder decirle a Balan que habría creído en la explicación que él le hubiese dado. Al mismo tiempo, era verdad también que no lo conocía tan bien. Pero después de oír sus palabras , su confianza en su marido había aumentado bastante.
Balan no sólo había tenido la mejor de las intenciones al salvarla de Malculinus, y se había rehusado a aceptar la propuesta de Osgoode, sugiriendo que mintiese y que inventase una excusa. Su marido era un hombre confiable. Sabía eso ahora y debía agradecerle a Santa Inés por haberle señalado a alguien tan especial.
Murie se paró pensativamente al llegar al primer escalón de la escalera. No se oponía a marcharse de la corte más rápidamente. De hecho , el estado de Emilie era delicado y preocupante. No había nada que la retuviese allí, pues no sentía afecto alguno por la vida en la corte .
Pero dudaba que el rey recibiese bien la noticia. Era necesario manejarse con cuidado y tal vez Balan no supiese escoger las palabras adecuadas. Ella, por el contrario, sabía muy bien cómo lidiar con el rey Eduardo y hacerlo aceptar lo que deseaba. La Caprichosa tenía una amplia experiencia en eso. No demoró mucho y la decisión fue tomada. Ella misma iría a hablar con el rey, salvando a Balan de una situación difícil.

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