domingo, 10 de mayo de 2009

LA DONCELLA ASTUTA - SARAHMCKERRIGAN- CAPITULO 30

CAPITULO 30



Rand observó el procedimiento de la ejecución con los ojos de un halcón, ni siquiera atreviéndose a parpadear. La antorcha estaba lista en su mano. Y aunque nunca se lo admitiría a Miriel, tenía un poco de fe en la fila larga de dispositivos colocados a lo largo de la cresta de la colina. ¿Cómo un polvo hecho con elementos d cocina enrollada en unas hojas de una Biblia profanada podría causar algo más que la ira de Dios?
Aún así había hecho todo lo que Miriel había pedido ... qué otra opción tenía? Ellos eran tres contra muchas personas , y en su corazón, Rand sabía que Miriel tenía razón. Incluso si él hubiera podido convencer a Lord Morbroch que Sung Li no era la Sombra , eso no habría cambiado nada. El hombre estaba impaciente por tener un chico expiatorio , sobre todo para apaciguar a los otros Lords . Y el hecho que el criminal fuese un anciano extranjero sin duda hacía su ejecución mucho más especial.
Rand odiaba el hecho de que tener que dejar a Miriel allá abajo para enfrentar a la gente de Morbroch mientras él hacía el papel de Prometeo sobre la colina.
Rand estrechó sus ojos. La cuerda ahora estaba alrededor del cuello de Sung Li. El verdugo retrocedió. En otro minuto...
El hombre lanzó un grito, el cochero usó la fusta, y el carro avanzó.
Los pies de Sung Li quedaron colgando sólo por un instante cuando una figura negra bajó por la cuerda de la horca, cortándole las ataduras de sus muñecas. Con una agilidad asombrosa para su edad, Sung Li sacudió sus brazos liberados, se agarró a la cuerda que estaba encima de su cabeza antes que ésta pudiera estrangularlo y trepó por ella hasta desaparecer entre las ramas del árbol.
Era la señal para Rand. Caminando despacio entre la largo de fila de dispositivos , él encendió el primero ,y luego uno tras otro.
El primer silbido agudo casi lo hizo orinarse en sus pantalones . Cuando miró sobre su hombro, Rand vio el primer brillo .
Un instante más tarde, el segundo misil también salió volando . Esta vez, el misil formó la estela de un arco en el aire. El cielo de la mañana se llenó de chispas, fuego, y humo .


Cuando Rand hizo una pausa para mirar, vio un chisporroteo feroz en el cielo que hizo que la gente del castillo comenzara a gritar con pánico. Cuando el quinto dispositivo casi estalló sobre su pie, Rand se dio cuenta que no debería haber dejado de caminar.
Él aumentó la velocidad de sus pasos, encendiendo los palos a un ritmo estable que llenó el cielo de explosiones increíbles, parecía como si un dragón estuviese escupiendo fuego en el cielo de Morbroch.
El caballo asustado arrastró el carro sin rumbo fijo. La muchedumbre se dispersó como ratones perseguidos por un gato, gritando y chillando, corriendo, atropellándose , muchos cayeron en la ladera mientras huían del humo y las llamas. Como murciélagos salidos del infierno, los proyectiles volaban en todas direcciones, reventando , estallando silbando , escupiendo fuegos de colores y llenando el aire con un humo nocivo .
Rand no pudo menos que sonreír ante el caos glorioso que habían causado. Y durante un momento loco, él no le importó lo que le había prometido a Miriel. Esa arma era asombrosas, como ser capaz de producir relámpagos y truenos , era demasiado magnífica como para mantenerla en secreto.
************************************
¿"Qué mierda es esto?" Helena le preguntó a Deirdre, quien se detuvo en seco en el camino del bosque .
Deirdre frunció el ceño, su mano fue a la empuñadura de su espada. "Sonó como si ..."
Antes que ella pudiera terminar la frase , otro silbido sobrenatural llenó el aire. Luego el otro. Y otro.
Helena extrajo su espada . “Eso viene de Morbroch."
Las dos hermanas intercambiaron miradas serias , luego siguieron avanzado por el camino. No había sido para nada que ellas habían logrado escabullirse de Rivenloch bajo las narices de sus maridos, que habían rastreado a Miriel durante tres días. No todo eso era para algo y ahora las dos estaban listas para entrar en batalla. No les importaba cuan experta Miriel fuese como guerrera , ellas siempre saldrían en defensa de su hermana menor , y nada iba a detenerlas ahora.
Pero cuando llegaron al lugar donde los árboles eran menos densos y el sendero llevaba colina arriba, ellas ni pudieron evitar detenerse y observar la escena con sus bocas abiertas.
La gente corría por el campo hacia el castillo, gritando como si sus cabellos estuviesen en llamas. El cielo parecía una visión del Apocalipsis , lleno de un humo tóxico y de extraña langostas diabólicas que volaban escupieron fuego .
A cincuenta metros a su derecha, Deirdre y Helena descubrieron el origen de ese enjambre de langostas monstruosas . Rand , su cara estaba iluminada con el regocijo diabólico, él prendía fuego a una fila de palos que chisporroteaban y luego salían colando por el aire lanzando llamas.
¿"Qué diablos ...?" Helena dijo.
Entonces Deirdre le dio un codazo y le señaló un par de figuras que trepaban la colina hacia ellas. "Miriel", ella jadeó.
"Por la pelotas de Lucifer, esa es ... ese es ... eso es Sung Li?"

No hay comentarios: