CAPITULO 23
- Me estás diciendo que ella hizo qué ?!! - chilló Balan. sentía un dolor como se millares de agujas estuviesen perforando su cabeza. Había despertado sobre la cama derrumbada en el piso , mas, al contrario de lo que esperaba, no encontró a su devota esposa cuidando de él . Quien estaba allí era Osgoode de un lado y Cecily del otro. La criada acababa de contarle que Murie había salvado su vida, trayéndolo de vuelta del río donde lo había encontrado medio ahogado. Pero fue Osgoode quien le contó como ella había hecho eso.
- Hizo qué ? - repitió Balan , colocando la mano en su cabeza para aplacar un poco el dolor.
- Lo mismo que oíste , primo - Osgoode explicó. - Ella se sacó toda la ropa y la tuya también . Después usó las ropas y dos ramas fuertes para hacer una especie de camilla te arrastró hasta aquí .
- Oh, mi Dios...
- Fue la cosa más increíble que he visto en mi vida.
- Vos la viste?
- Todos la vieron. Al principio no te reconocieron porque vos estaba desnudo, medio cubierto con hojas pegadas al cuerpo. Me mandaron a llamar a mí y a Anselm. Murie tenía los cabellos mojados cayendo sobre su cara. Viéndola de lejos pensamos que se trataba de alguna loca vagabunda arrastrando sus pertenencias. Todos subimos a la muralla para ver la escena. Fue entonces cuando ella llegó al portón de entrada y empezó a pegarle patadas y ha lanzarnos insultos , entonces la Cecily reconoció porque era una escena típica de la Caprichosa.
- Fue así - confirmó la criada un poco avergonzada. - Entonces entré corriendo al castillo, tomé una de las mantas, fui a cubrirla y librarla de su carga.
Osgoode sacudió la cabeza y comentó con cierta envidia.
- Murie debe amarte mucho para haber hecho todo eso, primo.
Balan miró a su primo largamente. Amor? Era por amor que ella lo había cargado de vuelta al castillo? Murie verdaderamente lo amaba ? No... si ella lo amase estaría allí, velando por él, cuidando de sus heridas.
- Y dónde está mi mujer, ahora? - Balan preguntó, contrariado.
- Ella bajó para ver si encontraba algo que diminuyese tus dores cuando despertases.
- Ah ... claro... - Balan se mostró desconfiado.
- Murie estaba muy preocupada por vos y sólo se fue de tu lado después que Cecily y yo le prometimos quedarnos aquí.
- Ah... - Balan se dio vuelta lentamente sobre el colchón. Era aceptable que Murie hubiese ido buscar algún lenitivo y que le hubiese pedido a Cecily y a Osgoode que lo cuidasen . Pero, aun así, prefería que ella estuviese allí en ese momento. Después de todo , él había cuidado de ella día y noche en Reynard, sin dejarla sola ni por un minuto.
-Puedes recordar qué fue lo que sucedió ? - indagó Osgoode. - Cómo fue que te caíste al río y te golpeaste la cabeza?
- Yo no me caí ni me golpeé la cabeza. No fue un accidente. Alguien vino por detrás mío y me dio un golpe fuerte en la cabeza... Entonces debo haber caído o me empujaron dentro del agua.
Osgoode se acomodó mejor en la punta del colchón donde estaba sentado, con un aire pensativo. Como en el cuarto no había sillas, los tres estaban sobre el colchón de paja extendido en el piso : Balan acostado en el medio, Cecily y Osgoode sentados a los costados.
- No crees que Murie podría haber...
- Basta con tu paranoia, Osgoode! - gritó Balan, interrumpiendo el razonamiento de su primo. - Acabas de decirme que mi mujer tuvo el coraje de sacarse la ropa y de arrastrarme hasta aquí para salvar mi vida. Ahora vas a sugerir que antes de eso ella intentó matarme? Quién puede ser tan idiota como para intentar matarme primero y después salvarme? Si es eso lo que vas a sugerir, juro que me levanto ahora mismo con este dolor de cabeza y te doy cien patadas en el culo!
- No... nada de eso. .. - Osgoode murmuró. Los ojos muy abiertos ante la expresión exaltada de su primo. - Fue solamente una idea tonta... ya me conoces ...
- Bien. Pero, dónde está mi mujer después de todo?
- Muy bien , ahora que conseguí compañía para cuidar a mi marido, díganme. Qué hay de tan importante para hacerme venir hasta aquí y sacarme de lado de él justo cuando Balan más necesita de mí? - Murie preguntó, mirando al grupo de personas aglomeradas al costado de la muralla.
Todos estaban allí : Gatty, su hijo y las dos hijas, Juliana, Clement, Thibault y hasta el último soldado que había en la propiedad. Seguramente habían escogido ese lugar para no dejar las murallas desprotegidas durante a reunión. Todos evitaban mirarla directamente y nadie respondía a su pregunta.
Murie se dio cuenta cuál era el problema. Ellos la habían visto casi desnuda el día anterior y ahora estaban avergonzados en su presencia. Un contrasentido, pues quien había quedado expuesta era ella. Y era la única que no estaba preocupada ni avergonzada.
- Anselm? - Murie llamó al hombre que Balan dejaba a cargo de la propiedad cuando se ausentaba y que parecía ser el líder del grupo. - Cual es el asunto? - ella insistió.
El soldado dio un paso al frente y la miró titubeantemente, como si ella todavía estuviese desnuda y no vistiendo el vestido blanco que usaba.
- Es que nos quedamos pensando, mi lady... - él comenzó, preocupado. - Las únicas personas que estaban en su viaje de la corte hasta Reynard eran usted, el lord , lady Reynard, los criados y soldados de ellos, su criada Cecily y Osgoode.
- Exactamente.
- Entonces , concluimos que sólo puede ser uno de ellos el autor de las amenazas a la vida de nuestro lord - comunicó Godart. Murie frunció la frente analizando las palabras del soldado.
Cecily era una buena muchacha, una criada fiel que la acompañaba desde infancia y que la había consolado siempre que las otras muchachas de la corte la agredían. En cuanto a Osgoode, todavía no lo conocía muy bien , pero le gustaba el primo de su marido y no podía concebir que él fuese culpable de algo .
- Es importante que pensemos en la motivación - ella dijo, después de algunos segundos. - Quién podría tener motivos para desear la muerte de Balan? Con certeza ni Cecily ni Osgoode tienen ningún motivo para eso.
- No sé cuanto a su criada, mi lady, pero Osgoode puede tenerlo - Anselm declaró solemnemente.
- Y cuál sería esa motivo? - ella quiso saber.
- Si Balan muere él será el heredero de todo.
-Pero la herencia no iría a Juliana, en ese caso? Ella es la hermana de Balan.
- La propiedad Gaynor siempre pasó de una generación a otra por la línea masculina, mi lady. Es siempre un hijo varón o un sobrino quien hereda. Juliana sólo recibiría los bienes obtenidos a través de su madre, pero todas las tierras de Gaynor quedarían para Osgoode, incluyendo este castillo.
La mirada de Murie fue hacia la niña. Juliana no parecía ni un poco sorprendida ni enojada con ese hecho.
- Debemos pensar bien. Puede haber otras posibilidades - Murie dijo confundida.
- Como cuales? - Anselm preguntó.
- bien. .. Tal vez otros viajantes hayan pasado cerca y hayan invadido nuestro campamento sin que los viésemos, por ejemplo. uno de ellos podría haber colocado el cactus de bajo de la silla de montar y envenenado el asado.
- Otros viajantes? Como lord Malculinus y su hermana Lauda? Mi lady dijo que ellos partieron de la corte casi que al mismo tiempo en que su comitiva, verdad? Cree que ellos pueden ser los culpable?
- No había pensado en eso y no estoy afirmando nada, Anselm. Pero ahora que mencionas el hecho, veo que hay algunas coincidencias. Los ataques cesaron cuando estuvimos hospedados en Reynard. Ahora recomenzaron y me he enterado que Aldous es nuestro vecino.
- Es así - confirmó Erol. - Sin embargo me parece difícil que eso esté relacionado con los incidentes. Lo más probable es que alguien de su propio grupo sea el culpable, mi lady. Un extraño había sido notado con mucha facilidad.
El aire de preocupación se acentuaba en el semblante de Murie. Prefería desconfiar de los hermanos Aldous que de cualquiera de sus compañeros de viaje.
- Y si Aldous hubiese sobornado algunos de los hombres de Reynard para hacer los ataques?
- Ah, eso sería posible - ponderó Godart. - Como viajaba junto con la caravana, nadie desconfiaría de él. Y este último ataque sucedió en el río, estaba fuera del campo de visión de Gaynor, por lo tanto cualquier extraño podría haber estado allá.
- Es verdad - concordó Anselm. - Es muy posible que Aldous haya sobornado a alguien para realizar estos atentados.
- Por qué ? - Gatty interrumpió . - Hace años que Balan y Aldous no se llevan bien, pero Malculinus nunca intentó matarlo. Por qué haría eso ahora?
Murie se adelantó para dar una posible explicación a la criada.
- Sucede que Aldous y Lauda intentaron engañarme para que yo me casase con Malculinus. Balan los descubrió, abortó el plan de ellos dos y yo acabé casándome con él. Tal vez Malculinus quiera vengarse.
- O quiere dejarla viuda para que se case con él - arriesgó Anselm.
- Dios me libre y guarde! Yo no me casaría con Malculinus ni que fuese el último hombre vivo de toda Inglaterra.
Todos se quedaron en silencio, intrigados, repasando mentalmente las diversas posibilidades que habían mencionado y imaginando para impedir nuevos incidentes. Fue entonces que Murie retomó la palabra:
- Bien, por el momento tenemos diversos sospechosos, pero ninguna certeza de quien es el culpable. Con nuestra falta de personal para vigilar todos los sospechosos, propongo destacar dos hombres para vigilar a Balan .
- Dos? - dijo Anselm con asombro. - Pero mi lady, faltan brazos para la cosecha. No puede ser apenas uno?
- Está bien, pero él debe permanecer al lado de Balan todo el tiempo y muy alerta para evitar cualquier incidente hasta que se resuelva a cuestión . No podrá dejarlo ni a sol ni a sombra.
- Ah, a lord Balan no leva a gustar nada eso - protestó Erol.
Era verdad. Murie pronto imaginó como se irritaría Balan teniendo a alguien siguiendolo a todas partes. Con certeza iba a despachar al hombre y el pobre tendría que obedecer.
- Entonces vamos hacer lo siguiente. El vigilante se quedará siempre a una cierta distancia, evitando que Balan lo vea, pero muy atento a cualquier amenaza.
- De ese modo puede funcionar - concordó Anselm.
Todo el grupo parecía también estar de acuerdo y Anselm se encargó de dar las órdenes. Designó a Erol y a Godart diciendo:
- Ustedes dos van hacer la guardia de Balan en turnos. Uno durante el día y el otro durante la noche. Decidan los turnos entre ustedes. Ahora un aviso a los demás: todos deben andar con los ojos muy abiertos cuando lord Balan esté cerca para ver si todo está en orden y si no hay nada sospecho o extraño sucediendo. Entienden? Ahora si todos están de acuerdo, pueden volver al trabajo.
Sintiéndose un poco más aliviada con esas medidas de seguridad para Balan, Murie siguió al grupo que se apartaba de las murallas y fue entrando al castillo. Ya había atravesado el salón principal cuando notó que Juliana la seguía con una expresión de ansiedad en el rostro. Se había olvidado de la niña, ante tantos acontecimientos inesperados. Buscando redimirse, extendió la mano hacia la niña , quien la sujetó , entrelazando sus deditos entre los de Murie.
- Vos le salvaste la vida a mi hermano - Juliana balbuceó con voz temblorosa. -Pero tengo miedo de que logren matarlo la próxima vez. Qué va a ser de mí ? él es la única cosa que tengo...
- Nada de eso, muchachita - Murie respondió , procurando sonreír. - Ahora también me tienes a mí y si alguna desgracia sucede yo cuidaré de vos.
- Y... si fuese necesario yo también cuidaría de vos - dijo tímidamente a niña.
- Qué bueno saber eso, mi querida! Para eso sirven las hermanas, verdad ?
De repente Murie se dio cuenta de que estaba queriendo a esa niña casi tan intensamente como quería a su hermano. Se quedó tan sorprendida con eso que no prestó mucha atención cuando Juliana se apartó, diciendo que iba con Frederick hasta el establo para ver a la cabrita que acababa de tener una cría.
Murie se quedó sola, parada al pie de la escalera, su mente girando, conjeturando sobre lo que acababa de descubrir. Era cierto que quería mucho a su marido , que sentía respeto por él y que definitivamente se llevaban muy bien en la cama, pero eso sería amor? Cómo podía ser amor si tenían tan poco tiempo de convivencia?
El matrimonio de los padres de Murie había sido sólido y armonioso. Era un pareja que se amaba y que sabía demostrar ese afecto. Pero Murie siempre había creído que un matrimonio así era la excepción y no la regla, en especial después de ver como las cosas sucedían en la corte .
Los nobles, por más bien casados que estuviesen , vivían escondiéndose en los rincones oscuros del castillo , seduciendo a las criadas mientras sus esposas se entregaban a sus amantes, de manera discreta, pero no menos adúltera. Había visto hombres borrachos golpeando a sus mujeres delante de todos, y a hombres sobrios ofendiéndolas en público. Pero Balan nunca había hecho nada parecido y Murie estaba segura que él jamás lo haría.
Era un hombre demasiado honrado y digno para hacer una cosa así . Pero... amor...? Seria que era amor lo que sentía por él ?
Si, Murie tuvo que admitir para sí misma. Lo amaba. Y no aceptaría perderlo, de ninguna forma . Haría todo lo que estuviese a su alcance para que quien quiera que fuese que estuviese intentando matarlo, jamás triunfase en su intento.
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