sábado, 28 de febrero de 2009

LA TREPADORA - BUSHNELL -CAPITULO 8

CAPITULO 8

“El amor, a quien pintan ciego, es vidente y perspicaz porque el amante ve cosas que el indiferente no ve y por eso ama. “ José Ortega y Gasset



JANEY WILCOX era la clase de mujer que las otras mujeres consideraban que no valía nada, pero que los perros y los niños misteriosamente la adoraban. En las tribunas del Torneo de Béisbol de la celebración de la independencia , el 4 de Julio para Celebridades se sentaron a cada uno de sus lados , dos muchachitos. Los chicos, de seis y ocho años, no podían ser más diferentes uno del otro - uno muy delgado y el otro extremamente gordo. Pero los chicos no sólo eran hermanos, sino también eran los hijos de nada más nada menos que George Paxton (marido de Mimi) y su primera esposa, Marlene.
El menor, llamado Jack, apretaba la mano de Janey con el tipo de fervor indisimulado que sólo se encontraba en los niños que todavía no habían descubierto la crueldad del mundo . El mayor, llamado George Jr. (“George , el Marica ” para los niños malvados de su escuela), estaba ocupado estudiando las estadísticas del partido . Digger estaba bateando.
- Si él lanza la pelota fuera del campo y corre todas las bases, el equipo de ellos tendrá un 53% de oportunidad de vencer - dijo Georgie, con gran confianza. Era casi una versión en miniatura de su padre, incluso en su propensión a tener las uñas de los pies gruesas y en su tendencia a pescarse resfríos, resultado de un virus residente.
- - Pero... - continuó analizando George Junior - si él erra la bola, el equipo tiene un 24% de posibilidades de perder.
- Es así ? - preguntó Janey, espiando mas allá del campo la base principal, donde Digger, vestido con una camiseta raya, pantalones de brin y un sombrero de lona practicaba golpes con el bate en el aire.
- Crees que él nos va a dar un autógrafo? - preguntó Jack nerviosamente, tocándose un diente flojo con el dedo. Sus dientes eran una fuente constante de molestia . Todos los dientes se le estaban cayendo últimamente, y aunque todos le dijesen que otros nuevos le crecerían , él no tenía tanta certeza de eso.
- Y si le pedimos un autógrafo , y él se niega ?
- Vamos a pedírselo a Patty, sólo para asegurarnos - dijo Janey amablemente. Se inclinó para hablar con Patty, quien estaba sentada al lado de Jack, y le dijo : - Jack tiene miedo que Digger no le firme un autógrafo.
Patty reticentemente desvió la mirada de Digger . Cuando estaba cerca de él en ese tipo de evento, siempre temía por su seguridad. Temía que algún fotógrafo no fuese verdaderamente un fotógrafo , sin algún tipo de fanático enloquecido que quisiese atacarlo .
- Si él no te firma un autógrafo, puedes venir a hablar directamente conmigo - dijo Patty.
Tanto Janey como Patty eran extremamente pacientes con los niños. Ambas habían sido baby sitters en la adolescencia, siguiendo la antigua tradición americana , pero en Hamptons, donde las niñera eran básicamente profesionales, y ninguna muchacha era tan buena y paciente como ellas.

Desde las tribunas justo encima de ellas, Roditzy Deardrum asistía a esa escena con una mezcla de enojo y celos. Ella se enorgullecía de “conocer a todo el mundo” - desde los famosos hasta los espectadores, que sólo podían asistir al evento si eran invitados . Roditzy sólo había resuelto asistir para honrara Janey y a Patty con su presencia. Claro que sus acciones estaban motivadas por un deseo de demostrar que era íntima con el astro del rock, Digger. Pero jamás había esperado ser desplazada por... dos pendejos.
Y lo peor de todo, pensó Roditzy, era que ellos no presentaban los requisitos básicos necesarios para los niños de una ciudad como Hamptons . El mas pequeño era mas delgado que un alambre , y el grandullón era ... como decirlo ... era ... inmenso. Roditzy no tenía mucho contacto con niños , pero no tenía ni menor idea que hoy en día un chico pudiese ser ... tan grande . El chico tenía la panza del tamaño de un hombre de mediana edad. Es chico no debería estar en un spa , perdiendo peso y sometido a una dieta estricta? Mirando con desagrado para Georgie, le dio un empujón y retomó la conversación , diciéndole a Janey:
- Bien, parece que él no va se a escapar de la justicia.
- Quién ? - preguntó Janey, que había dejado de prestarle atención unos minutos antes.
- Peter Cannon! - recordó Roditzy. - Mi padre es abogado y dice que, como era de esperar , él también evadió impuestos.
Patty dio un suspiro bastante alto y giró los ojos hacia Janey, quien fingió no haberlo percibido. Sin querer decepcionar Roditzy, a quien consideraba un factor “útil” en la escalada social , Janey le dijo :
- Lo que no entiendo es cómo tantos actores confiaron en él .
- Janey , los astros y estrellas no son considerados las personas más astutas del mundo - afirmó Roditzy. - Además , el malandra los tomó a todos al principio de sus carreras. - explicó ella, mirando a Patty de reojo .
- Cuánto tiempo mas la gente va a estar hablando de eso ? - quiso saber Patty.
- Ah, hasta que estalle el próximo escándalo - Entonces todos van a olvidarse de este muy rápidamente - comentó Roditzy con aire de quien conoce de esas cosas.
En el campo, un actor de cine antiguamente muy solicitado, llamado Jason Bean, le lanzó una bola rápida a Digger, quien ahora estaba en la base principal. Digger intentó batearla la bola y erró, y varios fotógrafos registraron ese momento.
- Todo tiene que ser documentado por los papparazzi? - preguntó Patty.
- Patty, es un evento a beneficencia - comentó Janey.
- Quién es esa de allí? - indagó Roditzy, que era tan voluble en tema de concentración como un mosquito borracho. - Está mirando a Patty hacer más o menos una media hora.
- Quién?
- Esa - dijo Roditzy, indicando con la cabeza . Una muchacha morena, de blusa y minifalda de jeans y baratos zapatos de taco alto, miraba fijamente en dirección a ellas. Cuando la miraron , ella desvió los ojos muy rápidamente .
- No tengo la menor idea - dijo Patty.
- Es tan vulgar... tan vulgar ! - comentó Roditzy, indignada. - Cómo fue que ella entró aquí ? Hamptons realmente ya no es lo que era antes !

“No basta que una esposa sea fiel, es menester que su marido, sus amigos y sus vecinos crean en su fidelidad”. Jean Jacques Rousseau


Janey se rió, notando con ironía que ya había oído a algunas personas decir lo mismo que Roditzy. Mirando de reojo la multitud, sus ojos se semi cerraron y el estomago se le oprimió , como siempre le psaba cuando veía inesperadamente a Zizi. Y Janey descubrió que él estaba con Mimi, en una escena inevitable, ya se estaba haciendo familiar e irritante . Los dos estaban muy entretenidos en una conversación aparentemente bastante íntima e agradable. Janey podía llegar a desconfiar, pero Mimi tenía la tendencia a ser superficialmente íntima con todas las personas , y Janey no conseguía imaginar que Zizi encontrase a Mimi atractiva , principalmente porque ella era, por lo menos , 15 años más grande que él. Además, ellos sólo parecían conversar todo el tiempo sobre caballos. Pero eso le despertaba sus propias frustraciones: Janey ya había declarado su total falta de interés por esos animales, era imposible meterse en la conversación de ellos sin dar la impresión de que estaba compitiendo desesperadamente por la atención de Zizi.
- Podemos ir a Maidstone después de aquí? - preguntó George, ansiosamente. - Tengo un truco con cartas que me gustaría enseñarles.
- Ah, Georgie, que divino eres - dijo Janey, mientras observaba a Zizi y a Mimi encaminarse hacia las tribunas. - Pero hoy no podemos. A lo mejor Mimi puede llevarte ?
Al oír el nombre Mimi, Jack arrugó la cara y Georgie miró hacia abajo, concentrándose en sus zapatillas . Los hijos de George no querían mucho a Mimi, y Mimi consideraba que Jack era “demasiado meloso ”. Con Georgie la relación era peor - apenas soportaba mirar al chico , y , siempre que él entraba en la sala, ella inventaba una excusa para mandarlo hacer algo afuera con una criada.
Janey había hecho una amistad con los chicos porque sabía muy bien lo que era ser un niño , estar fuera de todo, y estar constantemente en duda respecto a lo que iba a suceder. Pero últimamente los chicos parecían estar pasando demasiado tiempo eb su compañía. Al principio, ella se sintió emocionada cuando Mimi la invitó a acompañarlos a Maidstone Country Club, que era el club más exclusivo de Hamptons, pero en las últimas dos semanas, en más de una ocasión, Mimi había desaparecido durante una hora o algo mas, dejando a Janey a cargo de los niños . Todas esas veces Mimi había vuelto alegando haber tenido una emergencia en su casa, pero Janey se preguntaba por qué, con una equipo de cuatro criados de tiempo completo , habría algo en la casa que necesitase tanto de la atención personal de Mimi.
Y ahora, con esa sensación de enojo acompañada de una escena desagradable , Janey se imaginaba si esa “emergencia” no sería Zizi. Pero eso, pensó ella, intentando tranquilizarse , era imposible. Mierda!. Allí estaba Zizi, justo debajo de ella, ayudando a Mimi a subir la primer grada de la tribuna, se lo veía muy amable y concentrado escuchando algo que Mimi estaba diciendo. Por qué él no la miraba a ella de esa manera? , Janey pensó frustrada, recordando que la última vez que él la había mirado de ese modo había sido la primera vez en que habían visto. Pero desde ese momento, cada vez que la veía, la trataba con una vaga y jovial amabilidad, como si él fuese una estrella del fútbol americano y ella una entre tantas muchachas tontas enamorada de él. Era claro que su comportamiento distante sólo aumentaba el deseo de Janey, y ella se sentía reducida a una porquería cuando estaba cerca de él.
Voy a ganármelo, Janey pensó , pero si pudiese descubrir cómo hacerlo ! En las últimas semanas, Zizi rápidamente se había tornado una estrella en la sociedad Hamptons - con su buena apariencia y su carisma- naturalmente era invitado a todas las fiestas . Su popularidad había aumentado debido a su rechazo - hasta el momento - de caer presa de los encantos de cualquiera de las mujeres. A esa altura, él fácilmente ya podría haberse acostado con toda una serie de mujeres bellísimas, pero el hecho era que no había hecho eso. Siempre se mostraba solo y eso parecía indicar que era un hombre que encaraba seriamente la búsqueda de la mujer perfecta y de su verdadero amor.

Lo que no daría por ese tipo de amor, pensó Janey, mirando su espalda ancha , con esos hombros amplios y esa cintura maravillosamente estrecha. Ora, Seguramente dejaría todos sus planes y su carrera , viajaría con él, hasta podrían hasta vivir en la Argentina y a ella no le importaría si fuesen pobres.
Sintió una puntada violenta de celos cuando Mimi posó su mano sobre la mano de él y lo dejó ayudarla a subir la segunda grada de las tribunas. Por un segundo, Mimi se desequilibró con una tabla floja y Zizi le agarró el brazo para afirmarla. Ellos se rieron , y Janey se preguntó por centésima vez qué carajo tenía Mimi que ella no tuviese. Dinero y status social, sin duda - pero le quedaba la duda si a Zizi le impresionaban esas cosas
“La Princesita de América”, Janey murmuró e irritada se arrancó un pedazo de uña con los dientes, recordándose otra vez de que, por más que se esforzase, jamás podría cambiar el hecho de que ella venía de una familia común y corriente de clase media. Pero era ella quien era popular , no Mimi; era ella quien aparecía en televisión, en las revistas y afiches de la calle, y si eso no era suficiente para atraer el interés de un hombre, ella no sabía qué lo sería. Mimi, por otro lado, no era nada mas que una anfitriona de eventos sociales de alta sociedad ... y estaba casada. Oh , Janey , de pronto te volviste tan puritana!
Tal vez fuese eso, pensó Janey, acomodándose el cabello debajo de la gorra de béisbol, mientras miraba a Zizi y a Mimi con los ojos bajos. Tal vez justamente el hecho que Mimi no estuviese “ disponible “ era lo que hacía que Zizi se sintiese seguro con ella . A los ojos dos ricachones de Hamptons, iba a parecer que Zizi era una “especie de protegido” de Mimi, que ella había resuelto adoptarlo y que ahora lo llevaba a todos lados, exhibiéndolo como un perrito mimado. Zizi le hacía la fiesta y Mimi le lanzaba las sobras de langosta de su mesa. Para todos los efectos, también podía decirse que Mimi también había hecho eso con Janey. Sin duda, Mimi entendía que nada era más que perfecto que Janey y Zizi formasen una pareja, pero ella no había facilitado eso ni un poquito hasta el momento.


Digger intentó batear la bola y otra vez erró, mientras que al lado de Janey, los chicos gimieron con decepción.
Vamos , tranquilízate , pensó Janey. Ciertamente conocía el tipo de hombre que sólo se interesaba cuando creía que una mujer no estaba interesada en él . Había leído en un libro que eso se llamaba histeria masculina . Bueno , si era eso lo que captaba el interés de Zizi, ella era perfectamente capaz de convertirse en un “mujer no disponible:. Iba a comenzar a seducir a alguien mas - a cualquiera . Tal vez a... - ella pensó con ironía amarga - tal vez a Selden Rose.


Selden... Desde ese primer partido de polo, cuando ella había vuelto a su casa con él en su estupendo automóvil (No se había podido resistirse a él ... al automóvil, por supuesto )Selden la seguía por todas partes, como un perrito faldero . Era una pena, pues por un minuto o dos, cuando ella había entrado en su automóvil, fascinada por la belleza de esa máquina, había hasta pensado en él como un posible candidato. El automóvil de por sí indicaba que él estaba en una posición, dinero y buen gusto... Pero en ese momento él había empezado a hablar interminablemente sobre los detalles del automóvil - como había buscado a los fabricantes originales de los asientos de cuero y del cromo especial usado en los rayos de las neumáticos Y después de 15 minutos, los ojos de ella se habían puesto vidriados del tedio. Pero Selden, siendo quien era, no pareció darse cuenta de eso, ni su interés disminuyó, a pesar de lis constantes rechazos de Janey a salir con él. Ella sabía que le bastaría levantar un dedito para que él viniese corriendo, y viendo a Mimi y a Zizi sentándose en las tribunas debajo de ella, resolvió que era eso exactamente lo que iba a hacer.

Mimi e Zizi se dieron vuelta y saludaron con la mano , y el pequeño Jack miró hacia arriba , sus ojos abriéndose con miedo. Un montón de personas venía a la casa de su padre todos los fines de semana, de modo que él y su hermano, Georgie, no se tomaban el trabajo de recordar sus caras, pero de ese jugador de polo él se acordaba. Él había venido a la casa dos veces cuando Mimi estaba a solas allá, y en esas dos veces había amenazado con subirlo sobre un caballo, diciendo que él sería un pequeño jinete .
Sintiendo la incomodidad de Jack, Janey desvió los ojos de Zizi contra su voluntad y empujó a Jack más cerca de ella . Janey no sabía si iba a tener sus hijos propios , pero había un determinado aspecto de su relación con los niños sobre el cual estaba segura : sabía que, para “el hombre perfecto” , no había imagen más conmovedora que la de una muchacha siendo cariñosa con los niños .
Digger finalmente logró acertar un golpe y la tribuna irrumpió en gritos.
- Vamos , ahora ellos tienen una posibilidad de 27% de ganar el partido - afirmó Georgie, solemnemente.
- Qué crees, Jack? - preguntó Janey.
- Debe ser así. No me gusta la matemática - respondió Jack.
- Sabes, qué? A mí tampoco - dijo Janey. ella sonrió y le acarició los cabellos. Cuando Jack escondió su rostro en su brazo, ella rezó fervorosamente para que Zizi estuviese mirando esa escena maternal.

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