domingo, 1 de febrero de 2009

LECCIONES DE UNA CORTESANA - CAPITULO 2

CAPITULO 2


Lección: El dicho dice “En la vida no sólo hay que ser decente , sino también parecer decente”. Pues vayan sabiendo que los hombres se fijan y se interesan en las que parecen indecentes.

Victoria disimuladamente tomó una respiración profunda y esperó que eso pudiera tranquilizarla. Como había hecho desde su llegada a Londres quince días atrás, cada vez que entraba en una de esas fiestas escandalosas, pues se sentía aterrorizada de que alguien descubriese que ella era un fraude. O peor, de que ella hiciese algo totalmente fuera de lugar y le revelase al grupo de hombres que siempre la rodeaban que sólo había sido atraído por cuentos inventados sobre su osadía sexual .
Victoria enderezó su espalda y le dio una sonrisa provocadora al caballero más cercano, y a otro un audaz guiño de ojo. No podía darse el lujo de fallar . No podía darse el lujo de ceder a sus miedos. Su verdadero propósito al viajar a Londres era mucho más importante que todo aquello.
Su mirada sutilmente se movió por el salón mientras intentaba determinar si uno o más de uno de los muchos hombres en los que ella estaba interesada habían asistido a la fiesta esa noche . Ella hizo una pausa para ofrecer más sonrisas y saludos a sus admiradores . Cielos, era tan fácil hacer que los hombres la deseasen . Si sólo hubiese sabido eso años atrás.
Apartando esos pensamientos, Victoria continuó recorriendo el salón con la mirada , haciendo una lista mental de los caballeros a los que - especialmente - debía acaparar su atención. Parecía una lista demasiado extensa, y no estaba segura de estar a la altura de la tarea de tentar a los hombres más buscados de la alta sociedad .
OH Dios! Se extaba saboteando a sí misma . Las dudas estúpidas causadas por el recuerdo del último hombre que la había rechazado . Apretó los puños firmemente. No permitiría que los pensamientos sobre Justin Talbot entrasen en su mente y la hiciesen cuestionarse su éxito.
Ese hombre ni siquiera estaba en Inglaterra. Sus fuentes le habían dicho que él estaba de viaje en Francia . Sin duda obteniendo placer con cualquiera que caminase en dos piernas, tuviese una falda y tuviese una bonita sonrisa. Una amargura la inundó su boca .
“Mi querido, estás bien?”
Victoria se sobresaltó ante la voz que de repente estaba hablándole de cerca . Giró para hallar a James St. Mortimer a su lado. El viejo caballero era el anfitrión de esa fiesta . Uno de los muchos hombres que deseaban su cuerpo para demostrar que la edad no afectaba su potencia sexual . Él colocó su mano sobre su brazo, y Victoria luchó contra el impulso de alejarse.
“Si, estoy bien, Lord St. James,” ella dijo con una sonrisa falsa. “ Hay mucha gente esta noche , verdad ? ”
El asintió con la cabeza mientras miraba los varios grupos de personas y comenzó con un discurso arrogante sobre la numerosa afluencia de gente influyente que había logrado reunir en su fiesta . Victoria hizo lo mejor para ignorar la voz gangosa del hombre.
Dios, cuan tedioso era todo eso. Ningún hombre que ella hubiese conocido desde su presentación como “Ria” había mantenido su interés por más de un minuto de tiempo. Todos ellos eran unos idiotas pretensiosos que querían impresionarla y llevarla a sus camas. Una idea que la hizo temblar. Si su verdadero propósito fuese encontrar un amante, nunca lo habría hallado allí en ese grupo de hombres. Gracias a Dios ese no era su objetivo.
“Entonces , ya que soy un hombre tan prominente, a quién puedo presentarte?” , Lord St. James se ufanó . Él se inclinó un poco más cerca y le apretó el brazo. “A menos que prefieras estar conmigo , por supuesto. ”
Victoria reprimió una réplica mordaz y suavemente se desprendió de su asimiento . “Oh, Lord St. James,
me temo que yo fácilmente podría enamorarme de usted, y sería muy peligroso para mi profesión . Tal vez se mejor que me presente a alguien que no sea una tentación para mi frágil corazón.”
Esa era la oportunidad perfecta para hacer avanzar a sus verdaderos objetivos.
“Nombre el caballero que quieres que te presente ,” St. James dijo.
“Bien , Lord ... “ ella comenzó a decir , pero antes que pudiese terminar, los ojos de su anfitrión se iluminaron.
“Ah, aquí viene uno de los hombres más poderosos de todo Londres. Seguramente querrás conocerlo.”
Victoria forzó una sonrisa . No estaba en posición de exigir nada a ese hombre. Todo lo que podía hacer era aceptar sus sugestiones y esperar que la persona que ahora se estaba aproximando fuese uno de los hombres que ella quería enfrentar.
Lentamente, Victoria giró enfrentar al intruso. Pero en vez de encontrarse mirando a un extraño, lo que enfrentó fue un peligro mucho mayor . Sus piernas comenzaron a temblar y el ritmo de su corazón se duplicó. Era ... era ...
“Mi querida, puedo presentarte al Conde de Baybary, Justin Talbot. Lord Baybary, esta es ... “
“Oh, sé quien ella es ella ,” Justin dijo con una sonrisa que congeló a Victoria hasta los huesos por su falsedad. Ni siquiera llegó a mirar sus ojos oscuros.
El tenía intención de revelar su fraude en público. Habría apostado cada centavo que llevaba en su bolso que esa era su intención . Su boca, que había llamado su atención desde el momento en que lo había reconocido , tenía una torsión cruel . Una rabia que venía desde su alma.
El no tenía derecho a sentir ninguna emoción respecto a ella, especialmente la posesividad o la rabia. Él había perdido ese derecho con todos los otros derechos conyugales .
“Ria,” él dijo, suavemente pero firmemente . “ Eres la cortesana del momento . La mujer que todo caballero quiere …” - él bajó sugestivamente la voz - “ ... conocer ,” Justin terminó, su tono era seco.
Victoria soltó una suspiro de alivio porque él no había revelado su fraude , aunque dudase que él hiciese eso para su beneficio. Justin siempre teve un motivo egoísta para todo que él fez. Justin estaba protegiendo su propia reputación o esperando para exponerla en un momento más conveniente.
Lor St. James se inclinó entre ellos y comenzó a charlar con Justin, pero la mirada fija de su marido nunca la dejó, incluso mientras participaba en una conversación tediosa con el hombre. Lord st. James parecía no poder detener su lengua incluso cuando la tensión en el aire era tan denso que podría cortarse con la daga que ella llevaba en su bota.
Pero por una vez, ella le dio la bienvenida a la diarrea verbal de ST James . Victoria creó una distancia entre ella y Justin y tuvo un bendito momento para recobrarse ahora que el shock estaba comenzando a pasar. Lo miró fijamente , observado cada detalle.
Por Dios, él estaba mas guapo. El tiempo la había cambiado a ella , Victoria sabía esto. En los tres años desde que ellos habían hablado por última vez, ella había sufrido de melancolía pero había sobrevivido. Seguramente esa experiencia la había hecho una mujer diferente a la muchacha que Justin había seducido. Pero él no había cambiado para nada.
Su cabello estaba un poco más largo , pero cabello largo era lo que la moda dictaba. Le caía sobre sus ojos con una elegancia descuidada.
No, él no había cambiado . Todavía era arrogante y misterioso, con una aura de promesa pecadora. Con sólo una mirada , ella sintió todas los recuerdos cobrar vida Y Victoria se maldijo por eso.
Mientras St. James hablaba sin parar , Justin dobló sus brazos y sacudía la cabeza mientras su mirada recorría de arriba a abajo su cuerpo. Victoria volvió a su noche de bodas , cuando él la había evaluado con la mirada antes de quitarse la ropa. Recordó su inocencia . Eso era algo a lo que ella nunca volvería.
Frustrada , Victoria comenzó a alejar su mirada cuando vio que él le sonreía. Le sonreía como si estuviese gozando con su incomodidad, saboreando el poder que ahora tenía sobre ella . El pánico y el deseo pasajero que ella había sentido cuando lo había mirado , fue reemplaza por rabia e indignación. Maldito bastardo. Bien , antes muerta que permitirle derrotarla . Nunca más . No dejaría que él la alejase de sus objetivos.
“St. James, le importaría si tuviese un momento a solas con…” la voz de Justin se perdió nuevamente y le lanzó una mirada vacía. “... con Ria.”
Lord St. James los miró rápidamente con una sonrisa lasciva, y luego sacudió la cabeza . “Claro, por supuesto. Sólo no te olvides de quien te la presentó , Baybary.”
Justin finalmente quebró la mirada fija que había tenido de rehén a Victoria y le lanzó a St. James una mirada calurosa. “Oh, no te preocupes. Nunca lo olvidaré.”
Completamente inconsciente para a ira en tono de Justin , St. James hizo una breve reverencia y desapareció entre la la gente , dejándolos a solas. O por lo menos tan solos como se puede estar en medio de una multitud curiosa.
“Qué puedo hacer para vos, mi lord ?” Victoria preguntó, bastante orgullosa de que su propio tono fuese tan frío como el suyo. Por lo menos el terror , la confusión y otras emociones contradictorias no se reflejaban en su voz.
Y para su sorpresa y su placer, ese tono frío pareció incitar las emociones de Justin . Sus ojos oscuros finalmente llameaban con una sugestión de rabia antes de que él la agarrase por el brazo.
“No en este lugar ,” él gruñó. Justin comenzó a arrastrarla por el salón , hacia la puerta de la terraza.

Victoria brevemente consideró resisitirse, pero pensó que era mejor no hacerlo . Si forcejease en medio de un salón de baile, todos las verían. Eso provocaría muchas preguntas, muchos rumores. Podría arruinar todo. Era mejor para enfrentarlo en privado .
Aunque esa idea hizo que sus manos temblase - con el deseo de estrangularlo y con la necesidad de tocar su piel.
En el aire frío de la noche, Justin encontró un rincón oscuro de la terraza y la arrastró detrás de una planta , que era el máximo de privacidad que podrían encontrar en la fiesta.
Cuando estuvo segura de que nadie los verías, Victoria desprendió su brazo de su mano. Ahora la rabia estaba emergiendo a la superficie, y se permitió el placer de darle la mirada mas odiosa que pudo recrear . La misma mirada que le daba a los vasallos e inquilinos que se retrasaban en los alquileres de las tierras.
“ Por qué me sacaste así del salón de baile? No tienes derecho a ... “ ella comenzó a decir .
La boca de Justin cayó abierta. “Ningún derecho? Te encuentro en una fiesta , todos los hombres están babeándose como perros en celo y compitiendo para ser tu nuevo protector. Y me dices que no tengo ningún derecho, Victoria?”
Oh, por qué él decía su nombre? En un instante , el sonido de su nombre le trajo el recuerdo de la noche de bodas y le causó el mismo estremecimiento erótico que había tenido entonces . Sin importar cuanto lo menospreciaba y cuan difícil le resultaba a entender Justin Talbot, no podía olvidar el hecho que ella lo había deseado .
Victoria reprimió esas emociones y sonrió, aunque no sentía ninguna alegría o placer.
“Qué sorpresa!,” ella dijo , odiando la amargura que tiñó su tono de voz y que revelaba muchas emociones. “ Recuerdas mi nombre.”
Las manos de Justin se cerraron en puños a los costados como reacción.
“Por supuesto que recuerdo tu nombre,” él gruñó, y ella pudo darse cuenta que controlar su voz le había llevado un esfuerzo Hercúleo. “Sos mi esposa.”
Victoria vaciló antes de sacudir la cabeza. Eso era demasiado. “No he sido tu esposa, Justin. No verdaderamente. Y lo que estoy haciendo aquí y con quien estoy no es de tu incumbencia .”
Ella se movió para pasar al lado de él, esperando pero no verdaderamente creyendo que él la dejaría partir.
Por supuesto, él no la dejó ir . Con un movimiento rápido, él atrapó por los brazos. Sus manos estaban calientes sobre su piel desnuda, los de dos de él la marcaron y despertaron un deseo no deseado por parte de su cuerpo traicionero.
Justin se inclinó sobre ella , sujetándola para mantenerla en ese lugar . Y Victoria luchó contra el deseo de levantar su mentón y ofrecerle sus labios a él. El deseo de saborearlo y ver si todavía sentía lo mismo. Probar si la perfección de su último acoplamiento era sólo un recuerdo falso creado por la falta de experiencia sexual y por sus estúpidas esperanzas.
“Quiero saber exactamente qué estás haciendo aquí, Victoria,” él gruñó . “Y quiero una respuesta satisfactoria.”

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