viernes, 17 de abril de 2009

EL CONDE VIRGEN - CAPITULO 28

CAPITULO 28



Alicia se mordió el labio para disimular su sorpresa. Se daba cuenta que Thomas estaba muy preocupado.
_Entonces, los dos estamos en la misma situación - ella cometió tímidamente. - Yo tampoco nunca me he acostado con un hombre ... hasta ahora.
Pareciendo un poco más aliviado, Thomas se aproximó.
_ Te aseguro que sé lo que debo hacer y te juro por mi alma que estoy más que dispuesto a hacerlo. - Gotas de transpiración brillaban en su frente.
Alicia estaba adorando esa proximidad, pero resistía el impulso de tocar a su marido.
_ Y yo estoy más que dispuesta a aprender lo que sabes, querido Thomas.
_Paciencia, te ruego, mi amor. Sé que no puedo simplemente saltar encima de vos, como Georgie hace con las perras del patio.
Alicia le dio una sonrisa alentadora.
_Me alegra oír que conoces la diferencia entre perras y mujeres. Me han dicho que algunos maridos no la conocen.
Thomas se mordió el labio.
_ Tengo mucho miedo de lastimarte.
Alicia sintió toda la tensión drenarse de su cuerpo. Entonces, era ese el problema.
- Nunca tuve miedo de vos, Thomas. Y no lo tengo ahora. - No mucho, a decir verdad.
El se acercó aún mas .
_Además no tengo la menor idea de cómo agradarte! - él confesó, afligido. Pero logró darle una sonrisa tierna.
Alicia bendijo a su madre adoptiva por todas las explicaciones sobre la relación marido mujer. Levantándose , tomó la mano de Thomas. Ese simple contacto le provocó una oleada de deseo.
_Creo que iremos más rápido si te desvistes , mi querido.
Thomas concordó , pero no se movió . Alicia le dio otro beso, esta vez en el mentón , y se metió debajo de las mantas.
El se puso de espaldas a ella y intentó desatar torpemente los cordones de sus ropas, maldiciendo contra los nudos hechos por Andrew. En ese ínterin, Alicia se quitó la camisa y la escondió debajo de la almohada. Los sábanas frías calmaron su piel acalorada.
Thomas lanzó la chaqueta y la prenda fue a caer encima del baúl junto a la ventana, deslizándose hacia el piso . La camisa siguió el mismo destino. Al extender los brazos, los músculos de su espalda se marcaron debajo de su piel. Saltando en un pie, y después en el otro, se quitó las botas, quedándose sólo con el pantalón negro.
Alicia sintió su pulso acelerarse, perdiendo el aliento cuando él comenzó a bajar el pantalón . Finalmente, Thomas quedó totalmente desnudo, de espaldas a la cama.
Lentamente , Thomas se volvió. Alicia no logró contener una exclamación de admiración al constatar que su marido la deseaba. Dejando de lado la aprensión, ansió poder comenzar a explorar el amor con él. Alicia dejó que la sabana se deslizase hasta su cintura, desnudando sus pechos. La mirada de él - cargada de deseo- la quemó. En dos pasos largos, Thomas venció la distancia que los separaba. Ella apartó las mantas y palmeó el lugar a su lado.
_Vas a pescarte un resfriado si te quedas así desnudo por más tiempo, mi amor. Ven a la cama.
Thomas se acomodó al lado de su esposa en la cama . Alicia tragó en seco cuando su muslo musculoso rozó el de ella, excitándola aún mas .
_ Te ayudará a relajarte, mi amor - ella murmuró, los labios temblorosos junto a los de él, mientras le acariciaba el brazo.
Su marido gruñó.
_ Me estás pidiendo demasiado, mi princesa. soy un hombre honrado, pero me temo que no soy un monje.
Con un gemido grave, él tomó a su mujer en sus brazos y moldeó sus curvas suaves contra los contornos duros de su cuerpo. apretándola junto a su corazón
Alicia humedeció sus labios y aguardó el regalo de un beso. Inclinando su rostro sobre el de ella, Thomas contorneó su boca carnosa con la punta de su lengua. Ella sintió su corazón saltearse un latido. Entonces, recibió el mensaje de la pasión creciente de su marido. Con su boca, Thomas abría un camino de fuego a lo largo de su hombro. Estremeciéndose de placer, ella enterró sus dedos en los cabellos de él.
Thomas tomó uno de los pechos de Alicia en su mano y lo acarició, Los pezones se endurecieron desvergonzadamente. El masaje sensual que le siguió envió una corriente de excitación por el cuerpo de ella.
_ Te lastimo? - se asustó él, cuando ella casi le arrancó una mecha de cabello.
_No... pero , si te detienes ahora, te arranco toda la cabellera. - Alicia oía su corazón retumbando en sus oídos.
Thomas le capturó la boca, de manera más exigente. Con sus dedos acariciaba la piel a lo largo de la columna. Al mismo tiempo la otra mano exploraba las curvas femeninas.. Cuando alcanzó su nalga, la empujó a junto a su ingle. Alicia se arqueó hacia atrás , implorando la realización de la pasión.
Thomas deslizó las manos por las caderas de ella y, con una caricia delicada, exploró la zona entre las muslos de ella , buscando su centro húmedo.
Retorciéndose de placer, Alicia se olvidó de todos las enseñanzas sobre el arte del amor, principalmente cuando él rozó con la punta de su dedo el clítoris hinchado . Una serie de escalofríos deliciosos sacudieron su cuerpo . Sus gemidos apasionados sólo incentivaron a su marido a buscar nuevas y mas profundas delicias.
Después de unos minutos de caricias íntimas , Thomas se colocó sobre ella y, lentamente , fue bajándose sobre su cuerpo. Alicia levantó las caderas yendo al encuentro de él, mientras sus piernas se entrelazaban alrededor de la cintura de su marido. Inundada de deseo , ella lo recibió en su cuerpo.
Tras unos primeros movimientos torpes , ambos empezaron a encontrar sus cuerpos con una extraordinaria armonía .
Juntos, descubrieron el ritmo que los complacía. Alicia enterró su rostro en los músculos poderosos de su pecho . Thomas susurraba el nombre de ella incesantemente.
Como una tormenta de verano, Thomas fue arrebatando a Alicia. Ella sentía la potencia masculina tronando y demandando dentro de ella. Sintiendo su cuerpo vibrar sensualmente , ella gritó pidiendo su liberación . Alicia entró en un espiral de dulce agonía, y entonces su mente estalló en un millón de estrellas brillantes. Thomas rugió triunfante, mientras su amor se derramaba dentro de ella como miel caliente. Por un indescriptible momento, Alicia se vio transportada a una nube de oro e plata, dominada por una sensación de alegría incontrolable.
Algún tiempo después, Thomas rodó a un lado, pero siguió abrazando a Alicia . Jadeaba, agradablemente fatigado. Alicia se anidó junto al cuerpo de él , apoyando la cabeza en su hombro.
Su marido la besó en la frente con infinita ternura.
_Discúlpame - él murmuró.
Ella deslizaba un dedo por el pecho de él.
_Por qué?
_Por lastimarte.
Ebria de felicidad, Alicia se rió .
_Si con eso me lastimaste, apenas puedo esperar para que comiences a darme placer.
_Dame algo de tiempo, mi amor. No soy un monje pero tampoco un garañón . - Thomas la Contempló seriamente y le ordenó : - Muévete, Alicia.
Ella parpadeó .
_Para qué? Perdiste algo?
_Quiero ver las pruebas de tu virtud .
Alicia se ruborizó con pudor.
_Dudas que haya sido virgen? - ella preguntó , ofendida hasta el alma.
Su marido se rió y alisó la arruga en la frente de ella con su pulgar.
_Nunca dudé de vos, querida, ni por un instante. sólo quiero examinar el daño que te causé.
- No fue nada, te lo aseguro.
Thomas repitió su pedido con un gesto, Alicia hizo lo que él pedía. Apoyado en un codo, Thomas apartó la mancha. La prueba color escarlata de la virginidad de Alicia era una mancha osada en la sabana blanca. Ella se mordió el labio inferior.
Su marido continuaba examinando las manchas.
_Seis, siete... y más una mas. Ocho en total - Thomas informó, satisfecho.
Alicia apartó los cabellos de su rostro y miró las cortinas aterciopeladas alrededor de la cama.
_Ocho , qué?
El le tomó la mano y le plantó un beso en la palma.
_Ocho manchas de sangre.
Ella sacudió la cabeza .
_ Y supongo que vas ordenar a los heraldos que emitan ocho señales con el cuerno desde las murallas, para que todo el mundo sepa como fue que me desfloraste!
Alicia subió las mantas hasta el mentón . Thomas se inclinó sobre ella y le besó la nariz.
_ Al contrario, mi amor. No pretendo proclamar mi virilidad, ni tu inocencia ante nadie . Esto sólo queda entre nosotros.
Alicia miró a su marido, intentando adivinar sus pensamientos.
_Entonces...?
El la caló con un beso suave. Ella se relajó y separó los labios para recibirlo. Fue un beso con el cual su alma se derritió.

_Iremos a York en una o dos semanas... cuando te recuperes del última viaje a caballo y... de otras actividades. - Le dio una sonrisa maliciosa. - Voy a encargar un collar de oro con ocho rubíes, uno por cada lágrima virtuosa que vertiste por amor a mí.
Alicia abrió enormemente los ojos .
- No necesitas hacer eso. Las pieles de zorro...
Thomas la calló con otro beso.
_ Pero yo quiero.
Ella estaba demasiado emocionada para hablar. Las lágrimas brillaban en sus ojos.
Su marido la abrazó nuevamente.
_ Me alegra que apruebes mi plan . Duerme ahora, mi querida, pues pienso que recorremos los campos del placer de nuevo antes del amanecer.
Ella lo abrazó .
_Thomas Cavendish, debo admitir que te subestimé!
El cerró los ojos riendo.
_ La mayoría de la gente me subestima. Y ese es mi truco secreto, pues termino asombrando y deslumbrando
Con eso, Thomas sopló la vela.
- Buenas Noches, lady Cavendish.

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