domingo, 19 de abril de 2009

LA DOCELLA ASTUTA - SARAH MCKERRIGAN - CAPITULO 3

CAPITULO 3



MIRIEL Tenía INTENCIÓN DE PONER ACEPTAR EL CORTEJO de Rand antes que Helena pudiera contradecirla.
No había imaginado llegar a esto .
Ella nunca había besada por un hombre antes. Una vez que presionó sus labios contra Rand , una oleada de sensaciones asombrosas la distrajeron completamente de su objetivo.
La boca de un hombre era mucho mas tibia y más suave de lo que había imaginado, y él sabía ligeramente y agradablemente a miel. Su jadeo irregular del placer le causó un estremecimiento de calor en el cuerpo.
La curiosidad la llevó a inclinar su cabeza para profundizar el beso, y mientras hacía eso, un calor extraño y encantador la inundó .
¡" Bueno! Basta! " alguien gritó.
Pero Miriel estaba demasiado absorbida en el beso como para hacer caso. Se sentía como si estuviese saciando una sed desconocida y eterna. Bebió cada vez más, ahogándose alegremente en ese sabor embriagador .
¡"Basta!" se oyó otra vez.
Rand, paralizado al principio, ahora devolvía el beso, inclinando su boca sobre la suya. El mundo real desapareció para ellos.
Ya no había espectadores en la cerca.
Helena ya no contaba.
Ya no estaban el campo de entrenamiento , la fortaleza y todas las personas Rivenloch.
La única cosa dejada era este beso.
Rand separó su boca para saborearla mejor , lamió su labio con su lengua y le hizo aflojar las rodillas . Era como si su misma alma jadease, y un calor interno derritiera sus huesos. Miriel agarró la túnica de Rand con más fuera, ya no mantenerlo cerca, sino para poder mantenerse en pie.
Dulce Virgen María ! , eso era divino. No quería que ese momento terminarse nunca.
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Rand supo, cuando la espada se cayó de sus dedos blandos, que había ido demasiado lejos. Rápidamente estaba perdiendo el control. Por Dios! Ese no era el modo de ganarse la confianza de la gente de Rivenloch, prácticamente violando en público a una de sus doncellas. Sobre todo cuando él había asegurado estar aquí para cortejar a la lady Meryl... Maribel ... Marion... Mirabel.
Por Dios! El beso de esa muchacha era dulce. Y húmedo. Y caliente. Y excitante.
Le tomó toda su fuerza de voluntad para apartarse y romper el contacto. Cuando lo hizo, vio sus ojos nublados la curva atractiva de la boca abierta de la muchacha esperando ser atacada otra vez.
Pero algo duro como el acero de repente se interpuso entre ellos para separarlos y lo devolvió a la realidad.
¡"Por las pelotas de Lucifer, paren !" Helena ordenó por tercera vez, estrechando ojos sospechosos y finalmente concentrándose en su hermana. ¿"Qué piensas que estás haciendo? ¿Conoces a este hombre?"
Miriel , todavía atontada por el efecto del beso, no contestó al principio.
Helena le golpeó el hombro. " Te estoy hablando. Conoces a este hombre?"
La doncella parpadeó varias veces y levantó su mentón en actitud de desafío. "Sí", ella mintió descaradamente .
¿"Cómo? De dónde? "
"Le encontré..." Su voz era áspera con el deseo, suave y desigual. "Lo conocí en el torneo."
Rand estaba atontado y mudo. Nunca antes en su perra vida había visto a esa doncella. Y ella no tenía una cara que él olvidaría fácilmente.
"Él me dijo que volvería por mí," siguió Miriel , "y como puedes ver, lo ha hecho."
Helena estaba paralizada y boquiabierta mientras su hermana menor posesivamente enganchaba un brazo en el del hombre y lo alejaba.
"Vamos , Rand ?"
Si los sesos del Rand no hubieran estado revueltos por ese beso ardiente, podría haber entendido como eran las cosas antes haber atravesado la mitad del campo de entrenamiento . Cuando finalmente vio la luz de la verdad , él se detuvo tan repentinamente que la muchacha casi se chocó con él. "VOS".
Ella lo miró , su cara engañosamente dulce , su mirada engañosamente clara y honesta.
Un brillo de reconocimiento cruzó por sus ojos. “ Sos la muchacha traviesa y fisgona del bosque ."
Ella levantó sus cejas inocentemente. "No sé de qué hablas."
Traviesa y mentirosa . Rand se rió entre dientes, luego
se inclinó hacia abajo para susurrar, "Y entonces cómo sabías usted mi nombre?"
"Porque , estimado caballero ," murmuró ella , " yo te atendí cuando fuiste herido en el torneo. ¿No lo recuerdas ?"
Su expresión era absolutamente ingenua, pero por supuesto, ella estaba mintiendo . Él nunca había ido a ese torneo.
Rand contuvo una sonrisa. Si ella podía mentir , él también . "Mi cerebro estaba muy conmocionado ," confesó él.
Ellos reanudaron la marcha hacia la puerta, y él sonrió, preguntándose si esa pequeña diablilla tenía el hábito de espiar a la gente desde los árboles. Quizás ella se trepaba a los árboles para ver quien se acercaba a la fortaleza, seleccionaba solteros elegibles para poder echarse encima del candidato antes que cualquier otra doncella tuviera una oportunidad.
No, no era que él se opusiera a esa metodología . La muchacha era hermosa y encantadora, aun si era un elfo travieso, confabulador y mentiroso . En ese momento se le ocurrió que podría distraer parte de su tiempo destinado a cazar al forajido si eso significaba disfrutar de algunos besos más de esa doncella.
Pero cuando ellos pasaron por al lado del pequeño grupo de espectadores parados en la cerca, Rand comenzó a sentirse incómodo. Sus miradas no eran sólo miradas de curiosidad, sino miradas impávidas de incredulidad.
Y de repente una posibilidad mortificante surgió en su mente.
Esta no era una muchacha común y corriente . No por el modo en que ella se había enfrentado a la lady del castillo. Y tampoco por toda la atención que ella estaba concitando en la gente ahora.
Casi con miedo de preguntar, Rand aclaró su garganta. "En verdad, mi lady, temo que mi caída en el tumulto me dejó con cierta conmoción cerebral. Podrías recordarme otra vez tu nombre?"
Su sonrisa indulgente no disimulaba completamente la irritación en sus ojos. "Por supuesto," ella dijo dulcemente. “ Mirabel."
Rand frunció el ceño. Esa era una trampa de esa pequeña zorra. ¿"Lady Miriel?" él se arriesgó.
"Entonces te acuerdas."
Él suspiró. “Se me vino a la cabeza ahora."
“¡Qué casualidad! Bien, espero que no te olvides de mi nombre otra vez si vas a cortejarme."
"Por mis espuelas de caballero , no voy a olvidarlo ," juró él. Tampoco olvidaría ese beso tan especial. Y ahora que ella le había dado permiso para cortejarla, Rand pensó que la misión podría resultar mucho menos desagradable de lo que había esperado.
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El corazón de Miriel palpitaba. No de por la emoción embriagadora de haberse enfrentado a Helena. No porque ella había impresionado a la gente del castillo caminando orgullosamente con un hombre extraño tomado de su brazo. No, su sangre se aceleraba en sus venas por el fervor del beso del forastero.
Por Dios! En qué había estado pensando ? En verdad no había estado pensando. Como la impulsiva Helena, ella había actuado sin considerar las consecuencias de sus acciones. Si hubiera sabido cuan agitada y atontada ese un beso la dejaría, nunca lo habría hecho.
Por supuesto, no tenía intención de dejar que la cortejase por mucho tiempo. Sir Rand era un pretendiente absolutamente inadecuado. Las declamaciones de amor de ese bellaco eran tan sospechosos como el cuento del golpe en el torneo. Lo despacharía.
En un día o dos.
Después de que descubriese lo que él había estado haciendo en el bosque.
Para ese momento , seguramente ella ya estaría cansada de sus besos . Miriel fervorosamente esperaba eso. Dulce Virgen María ! , ahora mismo todavía podí sentir el contacto de su boca demorándose en sus labios, haciéndola desear más.
"Permíteme," murmuró él.
Oh, sí, claro que se lo permitiría, Miriel pensó en su ensoñamiento.
Pero Rand se refería a abrir la portón del campo de práctica para ella. Con una reverencia cortés, él abrió el portón bajo.
Cuando ellos pasaron por los establos , Miriel se sintió medio tentada de llevarlo adentro. Allí entre la paja y el heno ellos podrían encontrar un rincón oscuro y privado para reanudar sus besos y, luego , el interrogatorio.
Pero por desgracia , ellos ya habían sido vistos por más gente de la fortaleza . Caminando resueltamente hacia ellos a través del patio venía Deirdre, acompañada por su marido, Pagano, y Colin, el prometido de Helena.
¡"Deténganse!” Pagan gritó.
Deirdre le dio un codazo y él suavizó su tono. "Por favor, Lady Miriel," se corrigió él.
Miriel no tenía otra opción, mas que esperar que los tres se acercasen , la curiosidad de ellos era tan evidente como el vientre prominente de Deirdre.
¿"Quién es este hombre ?" Pagan exigió, estrechando sus ojos grises para estudiar a Rand como si fuese un bicho extraño e inoportuno.
Rand tenía muy buenos modales. Él extendió su mano y dio una cabezada leve. " Caballero , soy sir Rand de Morbroch."
¿"Morbroch?" Pagan gruñó con su elocuencia habitual. ¿"Morbroch el que asistió al torneo?"
Rand asintió con la cabeza otra vez.
"Hum. No recuerdo haberte visto en los juegos."
Colin intervino, "Él no estuvo en la justa." Sus ojos verdes brillaron alegremente. "Recuerdo a todos los contendientes de la justa."
Deirdre parpadeó pensativamente mientras mordisqueaba una hogaza de pan. "'Tampoco estuvo en la competencia de tiro al arco ."
"No," Colin concordó , arqueando una ceja negra para añadir, "Mi Helena ganó la competencia de tiro al arco."
Pagan frunció el ceño y colocó una mano amenazante encima de la empuñadura de su espada envainada. ¿" Con qué derecho pones tu mano sobre Lady Miriel?"
Miriel sintió a Rand tensarse a su lado , y su ira creció. Pagan había estado cumpliendo las funciones de lord del castillo hacia un año, y por eso había adoptado rápidamente una actitud imperiosa.
Miriel sonrió dulcemente y se aferró al brazo de Rand con un apretón fuerte , como si él fuese su primo favorito.
¿" Ninguno de ustedes recuerda a Rand ?" Ella los miró con gran expectativa. "Bien, supongo que no es una sorpresa."
Entonces ella miró afectuosamente a Rand y les explicó, “Verás, Lord Pagan estuvo terriblemente ocupado, pues ese fue el primer torneo organizado en Rivenloch. ¿Sir Colin? Él estaba enceguecido por el amor que siente por mi hermana, Helena. Y Deirdre ... bien..." Ella le confió en un susurro. "Ella estaba embarazada." Inmediatamente Miriel se dio cuenta que la condición de Deirdre no podía explicar un lapsus de memoria.
¿"Qué dices?" Deirdre chilló.
Antes que su hermana pudiera sacar un arma y desafiarla por ese insulto, Miriel pasó cariñosamente un dedo a lo largo de la manga de Rand. "Pero yo nunca podría olvidarme de sir Rand. Él fue herido en el tumulto . Yo estuve cuidándolo en la tienda Morbroch. Y ahí nos hicimos ... amigos."
Para su satisfacción, Rand siguió con el cuento . "Grandes amigos," dijo él, guiñando un ojo . "En verdad, creo que esta encantadora doncella me salvó la vida."
Esa historia conmovedora no influyó en lo más mínimo en Pagan . ¿"Por qué has vuelto a esta fortaleza ?"
Rand vaciló por un segundo . "Miriel, mi dulce, no les contaste?"
Ella sonrió débilmente. ¡Por Dios! ¿Qué estaba planeando él ?
Chasqueando la lengua, él cubrió su mano colocada sobre su brazo con su propia mano . "Mi pequeño ángel tímido." Entonces él se dirigió a los demás, " Lady Miriel me pidió que vuelva para cortejarla."
¿"Qué?" Pagan dijo abruptamente .
Miriel contuvo el aliento.
Colin comenzó a sacudir la cabeza con cierta diversión.
Deirdre miró fijamente a Miriel, como si buscase adivinar la verdad.
Antes que alguien pudiera hablar, Miriel llenó el silencio tenso . "Así es. Deseaba que él volviera. De hecho ... " ella añadió valientemente , "insistí en que él vuelva. Y ahora si ustedes no se oponen, este pobre hombre ha viajado durante toda la noche y no ha comido un bocado ." Tirándolo en dirección de la fortaleza , ella sacudió la cabeza. " Tenemos que demostrarle lo que es la hospitalidad Rivenloch . ¡Por Dios! La loca de Helena lo recibió con una espada en la garganta."
Colin frunció el ceño. ¿" Ya conoces a Helena?" Rand asintió , y Colin estudió su cabeza y su cuello . ¿"Y no tienes ninguna cicatriz como para demostrarlo?"
Rand le respondió horrorizado. "Yo no lucharía contra una mujer , te lo aseguro."
Para la sorpresa de Rand, Colin se rió entre dientes. "Entonces, compañero, has elegido correctamente, Miriel es la la doncella de Rivenloch que te conviene ."
Pagan no estaba tan divertido. "Nadie te ha dado permiso para cortejarla."
Miriel se enojó otra vez. Ella no necesitaba permiso de nadie. Quién se creía Pagan que era?
Por suerte, Deirdre intervino antes de que la ira de Miriel pudiera manifestarse . "No veo ningún daño en ello," dijo ella, apoyando una mano encima del antebrazo de Pagan . "Él proviene de una casa respetable. Ellos ya se conocen. Y Miriel ya está en edad de ser cortejada," ella le recordó con toda intención, "ella casi fue prometida en matrimonio a un hombre que no amaba no mucho tiempo atrás* ." (*Nota de traducción: la autora se refiere al primer libro de esta saga , La doncella guerrera).
Ese hombre había sido Pagan. Su marido gruñó ante esa referencia aguda.
Deirdre le dio una sonrisa conspiradora. “Es justo que a ella se le permita tener su opinión en este caso ."
Pagan murmuró algo entre dientes sobre las mujeres escocesas cabezaduras.
"Además," Deirdre añadió, "Sung Li indudablemente estará cerca para prevenir cualquier problema."
Como si sus palabras hubiesen conjurado a la criada, Sung Li apareció en medio del patio, con sus brazos cargados con una bandeja con comida.
Miriel suspiró. Había ganado parte del objetivo. Rand tenía permiso para cortejarla. Pero con la comida que traía Sung Li , su oportunidad de descubrir qué estaba planeando Rand había desaparecido.
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Rand se preguntó cuántas más sorpresas le esperaban en Rivenloch. Primero había sido desafiado a luchar por una doncella guerrera. Luego la dulce lady Miriel, que mentía casi tan hábilmente como él lo hacía, le había robado un beso. Ahora, a menos que estuviese confundido, la vieja criada que venía entregarle el desayuno , provenía de Oriente.
La mujer le ofreció pan , queso y miel . "Debe tener hambre después de un viaje tan largo."
Como ella adivinó que había tenido un viaje largo, Rand no lo sabía . Pero tenía hambre, y el aroma fragante del pan recién cocinado le hizo agua la boca.
"Desayunaremos en el jardín," decidió Miriel, ansiosa por alejarse de sus parientes entrometidos.
"Cuando hayas terminado, sir Rand," dijo Lord Pagan , "ven al campo de entrenamiento . Podrías ser útil allí . Asumo que sabes manejar una espada ?"
Rand sabía que era mejor no jactarse, sobre todo cuando estaba hablando como uno de los famosos Caballeros de Cameliard.
“Claro que si "
El escepticismo de Pagan fue evidente, y él intercambió una mirada con Deirdre que aseguraba eso.
Rand le sonrió . Si ellos supieran que era un experto en esgrima, probablemente insistirían en que se casase con lady Miriel. Ella no podría tener un mejor protector.

El jardín resultó ser un cuadrado de tierra amurallado adyacente a la campo de práctica. Aunque estaba triste y desprovisto de flores en esa época del año, la criada oriental parecía determinada a que Rand visitase cada pulgada del jardín.
"Estoy segura no vio el jardín," dijo ella, añadiendo intencionadamente, "la vez pasada cuando vino a visitarnos."
Él y Miriel intercambiaron miradas cuidadosos. ¿La anciana sabía de su charada?
“Además,” la criada le dijo, "si se enseño que cosas crecen en el jardín, mañana lo puedo enviar a traerme lo que necesito para la boda."
¡"Sung Li !" Miriel la reprendió. "Él no es un ayudante de cocina."
"Ah, sí," dijo la criada. "Él es ... vendría a ser qué es él , tu amigo?”
Como para demostrar la naturaleza de su relación, Miriel enlazó su brazo con el suyo. "Rand es mi pretendiente."
La criada impertinente sólo resopló una vez su desaprobación, luego los condujo por el camino de jardín. "Éstos son los espárragos y las acelgas."
"Ah," Rand dijo, fingiendo interés, comiéndose de un bocado una pequeña hogaza de pan.
"Y esas son rosas," siguió la anciana, añadiendo con mucho sarcasmo , "rosas que usted, por supuesto, cortará para darle a su ... a amada."
"Sung Li ," le advirtió Miriel.
Ellos no estaban miraron algo que se pudiera llamar “rosas”. En ese momento, los rosales eran palos con sus puntas cortadas. “Por supuesto, Mi amor, quieres un ramillete de estos tallos espinosos para enlazar en tu cabello?"
Los labios de Miriel se curvaron nerviosamente, y ella levantó su mentón desafiante hacia Sung Li. "Tal vez."
La criada gruñó disgustada, luego reanudó el paseo .
¡"Coliflores!" Rand gritó cuando ellos pasaron por al lado de unos montículos blancos.
"Todos conocen lo que es un coliflor," se mofó la criada. "Son tan comunes."
"Sí, a diferencia de mi bella Miriel, que es extraordinaria ," arrulló él, medio para divertir a la mujer que llevaba del brazo, medio para enojar a la criada. De todos modos, eso no era una mentira. Lady Miriel era de una belleza extraordinaria, con su piel pálida como la crema, sus ojos azules y cristalinos, sus cabellos rubio oscuros, y su boca color cereza y dulce como ...
"Moras."
¿" Moras?" él repitió captando la mirada de Miriel . Ella se mordía el labio para no reírse, y él bajó sus ojos hacia ese labio carnoso, haciendo crecer su deseo de besarla .
Sung Li respondió con una hospitalidad sarcástica, " Quizás le gustaría probar las moras."
"Humm," él dijo, todavía mirando fijamente la tentadora boca de Miriel. "Tal vez más tarde."
"Hum." La anciana señaló una fila de plantas extrañas con hojas en forma de pala . "Seguro que no sabe qué es esto."
Fingiendo interés, Rand frunció el ceño. "No". Pero mientras Sung Li explicaba que ellas eran kailaan, una verdura de su patria. Rand miró a su seductora compañera y él sintió una tensión en su entrepierna.
¿"Y éstas?" Sung Li exigió con suficiencia, señalando con la cabeza a una plantas que parecían grandes rosas verdes .
Cansándose del juego de Sung Li , Rand hizo una mueca , haciendo reír a Miriel.
Sung Li se dio vuelta , plantó sus puños en sus caderas, y le gritó, "Usted zhi!"
Rand frunció el ceño , tratando de parecer serio. "Usted zhi," repitió él.
Miriel se rió tontamente . Era un sonido encantador, y sus dientes brillaban como perlas blancas . "Sung Li sólo te llamó niño."
Rand arqueó una ceja con incredulidad ante esa criada impertinente, quien asintió con la cabeza.
¿"Niño?” Mercenario de baja calaña , podía ser, bastardo de nacimiento, lo era, pero además era un caballero con titulo. Ningún criado tenía derecho a insultarlo .
"Ustedes dos son niños,” decidió Sung Li .
La criada imprudente estaba redoblando la apuesta.
Pero antes de que él pudiera retarla, Miriel le gritó, "Sung Li !"
La criada bajó sus manos con frustración. " Me cansé de ustedes. No me escuchaste lo que te dije hoy, Miriel. Vuelve a buscarme cuando hayas madurado."
Con un imperial giro de faldas, la diminuta criada pasó por al lado de ellos casi rozándolos y se dirigió a la puerta de la fortaleza.
Rand no podía estar más contento de ver que la vieja bruja se marchaba . Era obvio que Lady Miriel lo deseaba, y esa muchacha malcriada probablemente estaba acostumbrada a obtener todo lo que quería. Y Él se sentiría feliz de poder cumplirle ese capricho . En especial porque eso también servía a sus objetivos .
Después que la puerta se cerró con golpe airado, él se dio vuelta hacia la encantadora muchacha, estudiándola detenidamente desde la cabeza a las puntas de los pies. "A mí me parece que ya estás madura."
¿"Yo?” ella preguntó tímidamente.
"Oh, sí," murmuró él, con una sonrisa perezosa. "Pareces todo una mujer." Él levantó su mano y la rozó suavemente contra su mejilla. "Hueles como una mujer." Él se inclinó mas cerca e inhaló la fragancia floral de su cabello. "Y definitivamente sabes como una mujer." Él bajó su mirada a su boca y ávidamente lamió sus labios. "Incluso cuando espías a la gente como una niña traviesa y fisgona."
Él mordisqueó sus labios una vez, dos veces, luego se hundió en un beso cuando ella emitió un suave gemido de placer. Liberando sus dedos, él tomó su cara entre sus manos, deleitándose con la textura sedosa de su piel, el roce suave de su cabello, la forma delicada de su oreja.
Su miembro palpitó cuando ella respondió con impaciencia, abriendo su boca para él, inclinando su cabeza, extendiendo sus dedos sobre su pecho. Ella definitivamente era una mujer que sabía lo que quería, y sabía cómo conseguirlo. Animado por su entusiasmo, Rand envolvió un brazo alrededor de sus hombros y la apretó más cerca, cavando tiernamente entre sus dientes con su lengua.
Deslizó la palma de su mano a lo largo de su espalda hasta que se posó en su cintura. Pero tenía hambre de más. Presionando el bulto de su entrepierna contra la ingle femenina , él deslizó su mano mas abajo , tomando la curva de sus nalgas.
Lo siguiente que Rand supo era que la tierra ya no estaba bajo sus pies. Él estaba tirado sobre la tierra , de espaldas. Y estaba al lado de una plantas que parecían ... qué mierda era eso? Ah, sí, kailaan.

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