sábado, 11 de abril de 2009

EL CONDE VIRGEN - TORI PHILLIPS - CAPITULO 20

CAPITULO 20


Thomas no lograba borrar el recuerdo de la expresión atónita de Alicia cuando él había anunciado que saldría de caza, en vez de pasar el día de su boda en su compañía. Sentía un nudo en la garganta al recordar la caricia que le había dado con sus dedos cuando ella lo había alimentado con la rosa de azúcar. Si hubiesen estado a solas, él la habría llevado a la cama en ese mismo instante.
A su espalda , oía a sus invitados preparándose para un inesperado día de diversión. De buen humor, los muchachos y los pajes corrían por el patio con monturas para decenas de caballos. Thomas sabía que los vecinos debían considerarlo un loco por dejar a su bella esposa sola para ir a internarse en el bosque. No le importaba. Esa partida de caza tenía un propósito más elevado que el mero entretenimiento. Sólo Alicia importaba. Esperaba, al volver, hacerla comprender sus motivos, y ganarse su perdón .
Enganchando las guantes de cuero en el ancho cinto, entró en la biblioteca. Le escribiría a su esposa otra carta, para calmarla hasta que se volviesen a encontrar. Andrew apareció cuando concluía la tarea. Comenzó a firmar su nombre, pero se detuvo . Con certeza, ella ahora sabía quien era su misterioso admirador , aunque nunca hubiesen hablado sobre las cartas. Thomas dobló el papel y lo lacró con cera.
Andrew hizo una reverencia breve .
_ Tu caballo te espera, mi lord - informó fríamente. No miraba a los ojos a su amo.
Thomas miró a su escudero.
- Qué te pasa, Andrew? No apruebas el noble deporte de la caza?
El muchacho continuaba taciturno.
- No estoy en posición de opinar. Apenas soy un humilde escudero de mi lord.
El conde sopló la cera.
- Lo sé , pero tienes cara de carnero degollado . Desembucha lo que te mueres por decir!
Andrew lo miró de reojo .
_ Si Alicia fuese mi esposa, yo no me separaría de ella en el día de mi boda.
_Concuerdo.
El escudero no pudo evitar la sorpresa.
_Entonces... por qué? Si me permites cuestionar...
El conde miró a su joven compañero. De repente, se sentía con mucho más que veinticuatro años.
_ Porque me olvidé de darle a mi esposa un regalo de bodas - Thomas le explicó.
Andrew cruzó los brazos cínicamente.
- Y crees que a ella le va a gustar ver a su marido huyendo al bosque?
Thomas sacudió la cabeza y sonrió .
- No estoy huyendo, sino yendo buscar algo. Sólo espero encontrarlo.
_ Yo también espero eso. De lo contrario, pienso que lady Alicia te desollará vivo a la vuelta.., y yo le prestaré mi cuchillo con todo placer.
El conde gruñó.
_Tu amenaza queda grabada en mi memoria, vengador. Mientras tanto , por favor, deja esta carta donde mi pobre esposa pueda encontrarla. - Le entregó el mensaje al escudero. - Después, ven a encontrarme. Georgie irá con nosotros . Está gordo y necesita correr. Pon a Tavie en mi montura, como siempre. él correría peligro aquí, entre los pies de tantas damas...
Andrew tomó la carta y la guardó dentro de su túnica. Continuaba rígido por la indignación.
_ Y Vixen?
Thomas suspiró.
_Déjala escoger. Creo que va a preferir quedarse en casa , pero no voy a atarla.
El escudero bufó.
_Parece que piensas más en el bienestar de tus perros que en el de tu esposa.
El conde perdió la paciencia.
_Pienso en lady Alicia todos los segundos del día... principalmente en este! - Abrió la puerta. - Vamos, romántico empedernido , estamos perdiendo el tiempo!
Rezongando entre dientes, Andrew fue a cumplir su misión.
Thomas trancó la puerta. El escudero entendería, cuando su amo encontrase lo que buscaba. Thomas rogó para que la suerte del cazador lo acompañase, de eso dependía el futuro de su frágil matrimonio.

Alicia descubrió que las esposas abandonadas no extrañaban para nada a sus maridos, aprovechando la libertad para intercambiar chismes entre si. En el jardín, en clima más que agradable, las damas habían armado grupitos de dos o tres. El trovador del castillo circulaba entre las invitadas cantando baladas acompañado de su laúd. Otros criados ofrecían copas de vino con agua y bandejas con almendras glaseadas y bollitos de gengibre. Ya que Thomas había comprado esas exquisiteces para la boda, era mejor que fuesen consumidas antes que se pusieran viejas.
La novia conversó con cada una de las visitas, esforzándose por memorizar sus nombres y sus títulos, presentándose con una sonrisa y palabras amables. Se rió relajadamente cuando una o otra de las damas ricamente vestidas preguntaba por la súbita idea de salir a cazar de Thomas. Sabiendo que consideraban que el conde de Thornbury era un retardado mental , debían sentir pena por ella. No le importaba. Thomas le había pedido que confiase en él y ella confiaría.

Lady Margaret Palmerson sonrió condescendientemente.
_Maridos! Qué se puede hacer con ellos?
“No lo sé, pero sospecho que pronto lo descubriré.” Alicia adoptó su postura más encantadora, la misma que había usado en el pasado para conquistar a los clientes en la tienda de Edward.
_Mi lady , Thomas es un gran cazador! - ella respondió. - Pienso que morirá sobre su caballo cualquier día de estos... Si no lo mato yo primero.
Lady Katherine Francis acomodó las faldas de seda rojas .
- No consideras extraño que tu marido te haya abandonado en el día de tu boda, mi querida?
Antes que Alicia pudiese retrucar, Lady Martha Bolton se adelantó :
_Como esta pobre muchacha va a poder saber lo que es extraño y lo que no lo es cuando hablamos de Thomas Cavendish? Está casada con él hace apenas tres horas. - dijo con una sonrisa felina dirigida a Alicia.
_ Pero nos encantaría saber de dónde Thomas sacó ese broche tan lindo. Juro que nunca había visto una joya tan magnífica...
Alicia se afligió. No podía decir que había sido de su padre, pues en seguida preguntarían como un simple orfebre había poseído algo tan caro. Entonces se encogió de hombros.
_No lo sé, mi lady . Thomas siempre está sorprendiéndome. Cree que pueda ser parte de su herencia familiar? - Alicia Cruzó sus dedos en la espalda.
_ Un regalo de un rey, yo apostaría - declaró lady Margaret. Alicia sintió un aprieto en su corazón. A pesar del sol brillante, estaba helada.
Lady Katherine concordó .
_ Sin duda, algún antepasado Cavendish prestó servicio a uno de los Plantagenets y fue muy bien recompensado.
El día progresaba y Alicia resolvió buscar a Mary. Ansiaba la compañía relajada de la niña . Siguiendo el sonido de gritos y risas, la encontró en el patio. Jugaba al gallito ciego con otras niñas de la aldea. Alicia sintió ganas de jugar también, pero a tiempo se acordó que ahora era la condesa de Thornbury y debía comportarse con dignidad. .. aún más con todo el condado observándola. Alguien le tocó el hombro. Se volvió y encontró a Stokes, con un brillo perspicaz en sus ojos.
_Debe estar cansada, mi lady .
Ella asintió.
_ Ha sido un largo día.
El administrador miró el sol.
- Si, pero todavía faltan algunas horas para la noche.
Alicia suspiró, imaginando cuánto tiempo Thomas se quedaría en el bosque.
Stokes parecía leer sus pensamientos.
_ Volverá a la hora de la cena . Es muy común que pase diez o doce horas afuera...
Ella se desanimó.
_ Tanto?
El administrador bajó su voz.
- No quiero ofenderla, mi lady , pero necesita descansar. Esta noche será... - El hombre se ruborizó violentamente .
_ Esta noche, tendré que satisfacer a mi marido en todos los sentidos - completó Alicia. - Mi madre me habló respecto a eso.
El hombre se alivió.
_Nadie notará si se retira por una o dos horas. Audrey ya preparó la cama de mi lord para usted. Yo me quedaré con las invitadas, asegurándome que se empachen con los dulces.
Alicia le sonrió agradecida.
_Espero que Thomas te pague bien por tus servicios.
El criado asintió,
_ Me paga bien , si, mi lady .
Agradeciendo una vez más , Alicia dejó la reunión . Tal como Stokes había previsto, ningún invitado pareció notar su desaparición. Mientras subía la escalera de la entrada, Vixen surgió desde las sombras.
Alicia se arrodilló y acarició a la perra preñada.
_ El te abandonó, verdad ? - Alicia acarició su vientre dilatado. - Parece que se aburre con las mujeres. Ven, Vixen. Creo que también necesitas descansar.
Juntas entraron al salón ahora vacío. Las mesas con caballetes ya habían sido desmontadas y puestas a un lado. No quedaba ni el menor vestigio del banquete que había tenido lugar allí poco antes. Stokes era muy eficiente.
Subieron la larga escalera. Cada paso parecía más difícil que el anterior. Alicia cubrió un bostezo con una mano y esperó que Vixen repase el último escalón. La perra se mostraba más cansada a medida que se aproximaban a la habitación de Thomas.
_Pienso que tu carga ya es demasiado pesada - comentó Alicia. - Mañana , te prepararé un ungüento para ponerte en las patas. Tal vez así mejores.
Al abrir la puerta de los aposentos del lord, Alicia vaciló. Nunca había estado en la habitación de Thomas. Descubrió que su cuarto de él era mucho menos lujoso que le habían destinado a ella, pero no por eso menos agradable. Incluso Parecía más confortable, con muebles sencillos y mantas sin adornos recargados. Acompañada por la perra, se sentía como una criatura espiando un lugar prohibido.
Vixen parecía sentirse cómoda allí. Después de una pequeña recorrida seguida por un salto, se acomodó en medio de la inmensa cama con dosel. Dio unas vueltas antes de acomodarse junto a uno de los almohadones. Bostezando, miró a Alicia con expectativa.
_ Me Estás invitando a unirme a vos ? - Alicia atravesó el cuarto y se sentó en el borde de la cama. Parece que Thornas prefiere los colchones firmes. Así como yo.
Se quitó los zapatos nuevos y ejercitó los dedos. Esos zapatos eran una tortura. A continuación , se quitó con cuidado de la cabeza la guirnalda de flores. Alicia descubrió que no conseguiría desatar las cintas del vestido sola. Esperando que la seda de la falda no se arrugase demasiado, se acostó vestida al lado de la perra.
_ Gracias, Vixen - ella murmuró, acariciando las orejas aterciopeladas del animal. - Gracias por tu compañía.
La perra cerró los ojos y pareció dormirse . Alicia se relajó contra las almohadas y sólo entonces notó un pedazo de papel . Ya había visto antes ese lacre de cera roja.
Tomó la carta, pero vaciló. Podía ser para Thomas. Una idea horrible se le cruzó por la cabeza. Tal vez él tuviese una amante, la cual le había enviara un mensaje en el día de su casamiento. Nunca había considerado esa posibilidad, aún sabiendo que muchos hombres de la nobleza tenían amantes. Thomas había estado soltero hasta entonces y no carecía de atractivos entonces sería esperable...
Alicia se Mordió el labio. A quién quería engañar? Thomas era más que atractivo . Parecía un dios de oro a la aurora. Debía haber una fila de mujeres disputándose sus atenciones. Se tocó los labios que él había acariciado tan íntimamente en el momento de la fiesta. Sintió un estremecimiento con ese recuerdo. Sin duda, Thomas era experto en las artes amatorias . Sólo esperaba no decepcionarlo esa noche. Agradecía a Dios que Katherine le hubiese enseñado tanto sobre cómo agradar a un hombre ...
Alicia miró el mensaje. La curiosidad le ganó a su reticencia. Si Thomas tuviese una amante en la aldea , ella con certeza no sabría leer ni escribir. Su corazón se detuvo cuando vio su propio nombre escrito en el papel y la caligrafía que ya conocía. Con manos temblorosas, rompió el lacre.

Mi Alicia,
Meras palabras no pueden describir la alegría que me diste hoy.
En las últimas dos noches, me pregunté si
Mi felicidad no era mas que un sueño o una utopía.
Los sentimientos que tengo no pertenecen a esta Tierra, sino al Cielo.
Mi corazón desborda con tanta emoción y
Apenas puedo esperar para estar contigo nuevamente.
Confía en mí.

Alicia ya iba a romper el mensaje cuando la última frase, llamó su atención.
Se arrojó sobre la almohada y miró el dosel de terciopelo azul sobre la cama. Thomas le había dicho esas palabras exactas antes de partir . Sería él el autor? No podía engañarse nuevamente. Thomas era un hombre de pocas palabras, y no se inclinaba por el uso de palabras dulces. Sólo podía ser una broma de Andrew en el día de su casamiento, El muchacho seguía atormentándola con declaraciones de amor.
Volvió a leer la carta intentando decidir qué hacer. Un cansancio extremo la dominaba. Intentaba mantener los ojos abiertos pero era en vano. Poco antes de hundirse en el sueño, escondió la carta entre la cabecera de la cama y el colchón. Ninguna de las criadas chismosas descubriría sus secretos mientras dormía...



El hombre encargado de encender las lámparas de aceite ya había iniciado su ronda cuando Isabel y su polvorienta comitiva entraron en el patio de la posada Black Dog, en Ainsty, a poca distancia de las murallas de York. Miró rabiosa el cartel de madera que tenía un perro . Nunca se libraría de esos bichos pulgosos ?
Al contrario de sus criados, fatigados por el viaje por caminos llenos de pozos, Isabel estaba bien dispuesta y ansiosa por poner sus planes en marcha. Mientras el escolta arreglaba el hospedaje con el propietario de la posada , ella fue a buscar al muchacho de los establos.
_Vos me pareces inteligente - ella estudió al muchacho, tapándose la nariz con un pañuelo perfumado para escapar del olor a bosta que emanaba de él.
El muchacho sonrió , revelando la falta de dientes frontales, y se rascó el cabello inmundo.

- Si, mi lady , estoy a sus órdenes .
Isabel dio un paso hacia las sombras, pues no quería que el criado viese bien su rostro.
_ Tengo un problema.
El muchacho se mostró preocupado.
_ Y yo puedo ayudarla, mi lady ?
Isabel llevó su mano a su pecho.
_ Creo que sólo vos puedes, mi muchacho...
_ Dígame qué hacer, y lo haré !
Isabel emitió un suspiro mezclado con un sollozo.
_ Estoy siendo perseguida por un hombre malo, muy malo - ella le contó en voz baja.
El idiota miró por encima sobre de su hombro.
_ Dónde está?
_ Un poco mas adelante en el camino. Soy una pobre viuda, con algunos muebles y ropas viejas, pero temo por mi vida.
El muchacho hinchó su pecho.
_ Yo la defenderé.
Ella soltó otro suspiro.
_ Es muy gentil de tu parte . Siento que estoy delante de un verdadero caballero, aunque trabajes en un establo. El problema es que eres demasiado joven como para enfrentar al villano que me persigue. Necesito dos hombres adultos, con brazos fuertes con armas bien afiladas. Conoces a alguien de por aquí que encaje con esa descripción ?
El muchacho asintió con tanta vehemencia que su gorro se cayó de su cabeza piojosa. Isabel retrocedió para que esos bichos no saltasen a su vestido.
_ Conozco, si , mi lady! Pero son muy toscos, no están acostumbrados a tratar con gente fina...
Isabel apenas disimuló su satisfacción. Es exactamente el tipo de gente que preciso!
_ No te preocupes. El bandolero que me persigue exige un tratamiento muy duro. Puede encontrarlos y llevarlos a la posada dentro de una hora? Si haces eso , te ganarás... una moneda de plata. - Era mejor que ese sujeto no supiese cuanto dinero ella llevaba debajo de su falda.
El muchacho abrió enormemente los ojos al oír hablar de plata.
_ Si, mi lady! Lo haré. Pero pienso que mis amigos van a querer recibir un pago por el trabajo.
_ Claro - ronroneó Isabel. - Diles que, si hacen un buen trabajo, serán pagados generosamente . -.
El muchacho sonrió .
_ Ya estoy yendo a buscarlos!
Isabel saltó a una lado cuando la herramienta que sostenía el muchacho cayó en el suelo , maldiciendo el descuido del muchacho. Ao menos, él corría bien, ella se alegró al verlo correr por el camino y entrar en un pesebre.
Esperaba que esos matones fuesen adecuados. Le llevaría un gran trabajo entenderse con ellos , en caso que fuesen tan burros como el muchacho del establo. Isabel se encogió de hombros. Para prosperar en ese mundo, era preciso correr algunos riesgos. Ponderando la situación, se unió a la criada Meg, quien la había aguardado todo el tiempo junto al pozo de agua en el patio.
_Por Dios , estoy molida y podría dormir por una semana corrida- se lamentó la muchacha.
Isabel la sacudió por los hombros.
_Ni pienses en eso, Meg! Pronto tendremos compañía.
La criada hizo una mueca de protesta.
_ En este lugar horroroso? No lo creo, mi lady ! Qué tipo de gente nos visitaría en este lugar?
Isabel fue rumbo a la puerta de los fondos de la posada.
_ Buena pregunta. Pronto lo veremos.




Una hora después, Isabel descubrió que sus invitados no podrían ser más repulsivos. Afortunadamente, había tenido el suficiente sentido común de citarlos en una mesa del salón lleno de gente de la posada . Los dos matones le habrían cortado la garganta, si los hubiese recibido en su cuarto . Sintió sus manos humedecerse al estudiar a los bandidos sentados delante suya , vaciando la segunda jarra de cerveza que ella iba a pagar.
El líder se llamaba Flash.
_ Yo soy muy hábil con el uso de las armas blancas - Secando su boca con el dorso de su mano, Flash eructó . Era alto y tenía brazos muy musculosos, además de manos grandes, que parecían capaces de estrangular a un ser humano en un segundo. - Exactamente qué servicio precisa, mi lady ?
Su compañero, presentado como Demon, sólo eructó y pidió otra ronda más de cerveza.
Isabel sintió un escalofrío en sus hombros desnudos. Debería haberse puesto la capa, pero el ambiente del salón era muy caluroso y húmedo . Debajo del a mesa, ella sujetaba la bolsita de cuero llena de monedas de oro. Levantando el mentón , Isabel miró a Flash a los ojos.
_Quiero que secuestren a una persona.
El sujeto tosió y escupió en el piso.
_ Sprout me dijo que estaba siendo perseguida por un hombre . - Flash la estudió descaradamente, concentrándose en la protuberancia de sus pechos. - Y quién sería esa persona ...
Isabel estrechó su mirada . El bandido le provocaba escalofríos. Casi deseó no haberse apresurado tanto en poner en marcha su plan.
Sin duda, habría encontrado un hombre más confiable con la luz del nuevo día. Demasiado tarde , ella se dio cuenta. Vamos a ver si estos dos matones tienen bolas.
_ Necesito que saquen a una dama de Wolf Hall
Demon silbó.
- No es ese el castillo de los Cavendish?
Flash se rió y le dio una palmada a la espalda de su amigo.
_Buena memoria, compañero! Wolf Hall pertenece a una poderosa familia de lords.
Isabel les dio una sonrisa superior.
_Están mal informados. Todos los lords poderoso y temibles de ese castillo murieron de una fiebre hace dos meses. Solamente queda un Cavendish, Thomas, que no les dará ningún trabajo. Es un retardado mental . Prefiere vagar por el bosque con sus perros a defender a morada.
Demon gruñó, exponiendo sus dientes amarillentos .
- De Dios para abajo no tengo miedo de nadie!
Isabel sofocó un grito de pavor. Sabía que tendría pesadillas esa noche.
_ Me alivia saber eso . Siendo así, no tendrán la menor dificultad en robarse a una mujer, verdad , Flash?
Los ojos del líder se oscurecieron .
- No diga “robar”, mi lady. Es una palabra muy fea y puede llevar a un hombre a la horca. Demon y yo ... sólo “transportamos mercadería”.
Su compañero se rió .
_ Bien dicho !
Flash se inclinó sobre a mesa.
_Mi especialidad es robar carteras y cortar gargantas. Pero... Quién puede darse el lujo de elegir su trabajo?
Isabel parpadeó . Ese tipo era peor de lo que había imaginado.
_ Discúlpeme - pidió el matón . - Me olvidé que estaba hablando con una dama fina. .. - Prolongando esa última palabra, él chasqueó su lengua.
Isabel se apretó contra la pared a su espalda. Si el hombre la tocaba, iba a gritar tanto que derribaría las vigas del techo . Reuniendo valor , ella lo miró .
_Vamos a secuestrar a Alicia Cavendish, esposa de sir Thomas. No se pueden equivocar: ella es alta y delgada como un adolescente, y tiene los cabellos muy rubios.
Demon codeó a su amigo.
_ Creo que nos vamos a divertir...
Isabel se apresuró a dar las instrucciones antes que perdiese el coraje.
- No deben matar a la mujer, ni a sir Thomas, pero pueden quedarse con las joyas y el dinero, si ella los tuviese.
Flash frunció el ceño .
_ Yo tomaría todo aunque no me diera su permiso. Ese es mi derecho.
Demon codeó a Flash otra vez.
_ Y esa tal Alicia es bonita? Podemos tomarla también? - Lanzó una carcajada grosera.
Isabel se encogió de hombros.
_ hagan lo que quieran. Por mí, pueden entregármela desnuda. Pero la quiero viva , de otro modo pagarán con sus cabezas, eso se los prometo. - Yo También sé jugar sucio, ella pensó. Isabel se inclinó hacia adelante y susurró : - Esta es una tarea que tiene que ver con el rey . Por lo tanto, un trabajo bien hecho será muy bien recompensado.
El moreno Demon empalideció al oír hablar del rey. Flash rascó su mentón.
- Y Por qué el rey quiere a esa mujer? - preguntó .
Isabel apretó la bolsita con monedas con más fuerza.
_Porque ella es la hermana de Perkin Warbeck, ese hombre que reclamó el trono, y que afirma ser el duque de York.
Demon se rascó la cabeza .
_ Quién?
Flash dio una sonrisa perspicaz.
_ El último hijo del rey Edward... ese que murió hace años en la Torre.
Su compañero se santiguó , en una actitud reverente que sorprendió a Isabel.
_Warbeck es un traidor de nuestro amado rey, así como lo es su hermana. - Ella colocó la bolsita con dinero sobre la mesa. - Diez monedas ahora. El doble de esto cuando me entreguen a la mujer aquí, en la posada. Sepan, caballeros, que estarán siendo vigilados. A Su Majestad, el rey Henry, no le gusta desperdiciar su dinero. - Isabel Rezó para que esos matones no oyesen su corazón descompasado.
Flash miró la bolsa como si temiese que ella saltase y lo mordiese. Menos impresionado, Demon la abrió y sacó una de las monedas de oro.
_Por Dios , es verdad !
Flash puso su mano sobre la de su socio.
_Esconde eso, cabeza hueca! Quieres que nos roben antes de poder gastar el dinero?
Isabel cerró su puño debajo de la mesa. Tomen el dinero y vayan a trabajar, mugrientos de mierda . El hedor de ustedes me revuelve el estomago.
Flash tomó la bolsa y la guardó dentro de su camisa sucia.
_Vamos hacer el trabajito, mi lady , y discutiremos el resto del pago después.
Isabel apretó los dientes .
_Traigan a Alicia Cavendish aquí lo más rápido posible. A Su Majestad no le gusta esperar.
Flash se levantó y sonrió .
_ A nosotros tampoco, mi lady. Recuerde de eso.
Levantando a Demon por el cuello de su camisa, Flash se perdió entre los parroquianos sin mirar atrás.
Isabel suspiró aliviada y exultante. Pronto, Alicia estaría en sus garras. Apenas podía esperar para oír a esa pretensiosa implorar por su libertad. El rey me recompensará bien cuando le entregue a es abastarda Plantagenet . Por qué volvería a la casa de mi padre cuando puedo encontrar un lugar mejor en la corte?
Animada por esa atractiva perspectiva, Isabel dejó la mesa y subió a su cuarto , donde la idiota de Meg la aguardaba con agua caliente y sábanas limpias.
Que sueñes con los angelitos esta noche, Alicia. Será tu última noche de libertad!

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